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miércoles, 24 de abril de 2013

Propuesta para hoy, día 24 de abril. Caballo de Troya. Armenia.



Hay mucho de certero en la concepción de la “historia” de los antiguos griegos: reflejo de los intereses o caprichos divinos.  A falta del concepto de “causa” y no digamos de “causa histórica”, todo era explicado recurriendo a la “contradicción principal”: los dioses, que manifestaban su voluntad mediante “augurios”. Así, todo quedaba explicado y sometido a un orden. Heródoto, pero sobre todo Tucídides, levantaron acta de la pérdida de esta prerrogativa.

¿Alguien está en condiciones de negar que la “historia” esté en manos de fuerzas que no controlamos? ¿Alguien puede negar que los mecanismos de “acumulación del capital” determinen el acontecer?  La verdadera historia comenzará cuando esa acumulación sea sometida y puesta al servicio de quienes generan  el valor.

La guerra de Troya debía ser ganada por los aqueos…¡puesto que la ganaron! Y puesto que la ganaron, sobre esta victoria, se montó el armazón “teórico” que justificaba la victoria: Hegel a “avant la lettre”. Eso es la historia: explicaciones a toro pasado o una acumulación “herodoticiana” de hechos y anécdotas. 

Popper, creyéndose atacar al materialismo histórico, arruinó las pretensiones de la historiografía burguesa. El materialismo histórico no predice, “desea”. Pero su deseo germina en las tendencias que descubre.

Saliendo de Corinto, tomen vds. la carretera  que conduce a Epidavro, escenario de antiguas tragedias. Pasarán por una playa con un par de columnas tumbadas al sol. Sigan unos kilómetros y estarán en “Los baños de la bella Helena” (“Loutrá ellinis”). Justo antes de entrar en la población, giren a mano izquierda, hacia la playa. Aparquen y siéntense a una de las mesas que lamen el agua. Pidan una jarra de vino blanco fresquito, un plato de salmonetes y disfruten.




Helena, la mujer más hermosa del mundo (¿), prometida por Afrodita a Paris a cambio de la “manzana”, se bañaba en las termales aguas que brotaban y brotan en la misma orilla del mar. Aquí justo desembarcó Paris y de aquí salió con su hermoso cargamento…¡y se armó Troya! No era la primera vez que la raptaban (¿)…casi estaba acostumbrada.

Ya saben el desarrollo y desenlace de esa larga guerra: “La Ilíada” y “La Odisea

Tal día como hoy del año 1184 antes de nuestra era, los aqueos “regalaron” a los troyanos un gigantesco caballo de madera y simularon la retirada en sus cóncavas naves. ¡Qué precisión! ¿verdad?  No seré yo quien discuta la fecha de esta hermosa efeméride.

Es lo que se llama un “regalo envenenado” o un “regalo griego”. Antes del singular combate entre Áyax y Héctor, el primero regaló al segundo un cinturón dorado (con el que sería atado y arrastrado después de muerto); y el segundo al primero, una espada que acabaría clavada en el corazón del receptor…como la de Aquiles en el corazón de Pentesilea.

La idea de esa “hueca emboscada” fue, como es natural, de Odiseo, rico en ardides. Otros la atribuyen a Atenea. Y, aún a Calcante, inspirando  en la “ingeniosidad” de un halcón.




La anécdota está recogida (brevemente) en “La Odisea”…aunque, lógicamente, debería haber sido en “La Ilíada”. Yo leo en la edición de austral, de penoso maquetado, con traducción de Lluís Segalà. Lean vds. las páginas 41 (canto IV); la 86 (canto VIII) y la 122 (canto XI) y sabrán todo lo que hay que saber sobre el tema:


  • 1.       En boca de Menelao, tras confirmar el relato de Helena.

  • 2.       Relato de Demódoco, a petición de Odiseo.

  • 3.       Odiseo, que en su catábasis para reclamar consejo de Tiresias, se encuentra con el alma de Aquiles  deseosa de conocer lo que ha sido de su hijo Neoptólemo. Odiseo le cuenta de su valentía…etc…etc


“Así le dije, y el alma del Eácida, el de los pies ligeros, se fue a buen paso por la pradera de asfódelos, gozosa de que le hubiere participado que su hijo era insigne”

El caballo fue definitivo. Subieron a las naves e hicieron como que se alejaban, dejando a las puertas de la bien fortificada Troya, una “falla” de tamaño descomunal, dentro de la cual iba lo más “granao” de los aqueos:

«Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea».

Los teucros, temerosos de los dioses, la introdujeron a la ciudad…sin saber que introducían la destrucción… ¡Y no será porque no estaban advertidos!:
Casandra, que recibió un “regalo griego” de Apolo: el don de la profecía (y la maldición de no ser creída), había profetizado la destrucción de Troya.
Y Laocoonte, que gritaba fuera de sí: “Desconfío de los dánaos (griegos) incluso cuando traen regalos”. No contento con esta alerta, se lió a pedradas y lanzazos contra el equino. Del mar salieron dos enormes “boas constrictor” y devoraron a sus hijos y a él mismo que acudió en su ayuda. 

A esas alturas estaba claro que Apolo, “el que mata de lejos”, no había sido una gran ayuda. Ni el belicoso Ares. Ni la espumosa Afrodita.

Los teucros constituidos en asamblea debatían: Destrozarle el cóncavo vientre, despeñarla desde la bien fortificada acrópolis o conservarla como testimonio de los males pasados y de la ayuda divina. Prevaleció lo peor. Los escondidos, ni respiraban. Por suerte Odiseo, de gran ingenio, había prohibido comer legumbres, de la gran familia de las leguminosas. Ante las protestas de algunos de sus compañeros, adujo dichos de Salomón y de Pitágoras, aún no nacido.  

Y así fue cómo, tras retirarse los troyanos, salieron los aqueos del vientre de madera, arruinaron Troya y se consiguió el botín deseado….y de paso, el control de los estrechos.

Y hasta el lenguaje quedó petrificado: “Caballo de Troya”; “ser una Casandra”; “talón de Aquiles”; “odisea”; “volver a Itaca”…”más feo que Tersites”;  “juicio de Paris”; “manzana de la discordia”; “combate singular”; “insaciables pretendientes”…”más paciencia que Penélope”…

Es de justicia mencionar a Epeo, constructor de la máquina y experto pugilista. En los juegos fúnebres en honor de Patroclo, se llevó la burra que Aquiles había regalado como bolsa. Epeo y su burra, en el desigual retorno, recalaron en el sur de Italia. Allí fundó Metaponto y Pisa, donde demostró sus habilidades construyendo una torre al límite de lo sostenible.

A estas alturas tendremos el vino en los talones. Los salmonetes, sin embargo, por su divino color, estarán intocados en el plato.

Siguiendo, desde Troya, hacia oriente, llegaríamos a Armenia, ese pueblo emparentado con Noé. Aprovechando la coincidencia pediremos otra jarrita de vino y, dejándonos de esteticismos, nos zamparemos los salmonetes. 

Enchufo el “I-pod”:

·         Aznavour: “Ils sont tombés
·         System of a down: sus letras recuerdan y denuncian, entre otras cosas, lo que viene a continuación.
·         La canción “Adana” es todo un himno.

Tal día como hoy, del año 1915, dio comienzo el “genocidio armenio” con la detención de unos centenares de entre la “intelligentsia” armenia…en unas semanas fueron miles…y en pocos años, centenares de miles. Arshile Gorky, hijo de viudos, aprovechó, tras una breve estancia en la Armenia soviética, para huir a Estados Unidos (1920). Su padre le había precedido huyendo de la leva. Su madre murió de hambre en Ereván.
Fue una fuente de inspiración para el Holocausto definitivo.
Lean vds. (entre otras lecturas posibles) “El libro de los susurros” y verán desplegarse la desgraciada historia desde la sombra de una albaricoquero. 




Vostanik Manoog Adoyan, después Arshile Gorky, tras recorrer todos los estilos pictóricos de la época, recaló en una especie de expresionismo surrealista “biomórfico”, deudor de Matta, sirviendo de puente entre los europeos y los de la mal llamada “Escuela de Nueva York”.  De Kooning, nacido tal día como hoy, del año 1904, (y llegado a USA en el 26) se dejó influir por las formas biomórficas de Arshile, su mejor amigo. Después se centraría (¿) en las “Mujeres” con una manía y exclusividad  psicoanalizable: tal día como hoy, del año 1923, salía a la venta “El yo y el Ello” donde se presentaba la “Segunda Tópica” freudiana y se afilaba el instrumental para la disección del espíritu (¿). Pintaba como los aqueos… ¡a espadazo limpio!

   

  
La muerte de Arshile no desmereció. La de de Kooning, fue un desvanecimiento euridiciano por obra y gracia del Alzheimer. Y la de Komanov (tal día como hoy, del año 1967) fulminante: se juntaron en el espacio él y su muerte y bajaron juntos a la velocidad de la luz.

 “Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
 da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo pasado
fue mejor.
(…)

Tal día como hoy (1479) se le acabó la vida al inmortal Jorge Manrique.


“En el principio existía el Verbo, el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios… Esto, en verdad, no lo puede entender el hombre animal. Callaremos, pues, hermanos. Mas entonces, si callamos, ¿para qué se ha leído? ¿Para qué la oímos, si no se explica? ¿Y para qué se expone, si ni se puede entender? (…) Me atrevo a decir, hermanos míos, que ni el mismo Juan dijo como es, sino como él pudo. (…) Porque estuvo inspirado dijo algo; sin la inspiración no hubiera dicho nada. Porque el inspirado fue un hombre, no dijo todo lo que hay, sino lo que puede decir el hombre.”

Más sinceridad es imposible: San Juan dijo algo…Pero ¿qué?

Así comienza el comentario de San Agustín del evangelio según San Juan. Esta obra fue llevada a Inglaterra por Melito de Canterbury (santo), del cual celebramos hoy el 1414 aniversario de su muerte. En su haber, sobre todo, la inmortal cafetera Melita, gracias a la cual, antes de las capsulas, pudieron las jerarquías angélicas soportar  las interminables vigilias y el mismo dios su inefable tedio.




No dejaremos este hermoso sitio sin comernos una patita de pulpo y soplarnos un par de aguardientes. Volveremos hacia Corinto. Seguiremos en dirección a Patras y cuando veamos el cartel indicador subiremos hacia Trikala…¡allí tienen vds. su casa!...y gozarán de un plenilunio inolvidable.

Para dar tiempo a que el sueño se enseñoree: “Ararat”;  o bien: “El destino de Nunik” de los Taviani.












Propuesta para hoy, 23 de abril (1ª). Cravan, boxeador.



Al azar: estante nº 51, libro nº 5 por la izquierda: “Fisonomía y varios secretos de la naturaleza” compuesto por Gerónimo Cortés, natural de la ciudad de Valencia. Editado en Madrid en el año 1821.
Abro al albur: “De las muchas y muy grandes propiedades del aguardiente”

Ven vds. como todos los caminos llevan a Roma.

No les voy a descubrir la fórmula de este brebaje milagroso, pero les diré dos de sus muchas propiedades:

“Bebido este aguardiente quita melancolías, el embargo de las narices, y templa la cólera negra”

“Tiene virtud este aguardiente de quitar la apoplejía de la lengua, lavándose muchas veces, y al que la tuviere atada o tarda en el hablar, por demasiada flema, la desatará maravillosamente”

…Aunque, pensándolo bien, no les descubro nada nuevo.

Bueno pues, tomando este anciano ejemplar en representación de todos, brindo con aguardiente de ciruela, por la salud eterna de la letra impresa: ¡Por los libros!...Comprended que no puedo brindar con cada uno de vosotros…libros queridos.

Y como rosa: ¡¡Rosa Luxemburgo!!

Todo el invierno de 1515 y los comienzos de la primavera del 16, los habitantes de Baviera estuvieron con el alma en vilo, sobre las llamas del infierno. Guillermo IV había amenazado con la “Ley de Pureza”…¡Qué poco duran las alegrías de este mundo!
Los bávaros se dieron al fornicio y a los que, pensaban, serían sus últimos pensamientos impuros. Moro, en las Islas, escribía “Utopía”…Y Lutero meditaba en cómo acrecentar la sensación de culpa.
¿Qué clase de “Utopía”, si los poderosos de este mundo se ponen de acuerdo en la primacía de la “pureza”?

¿De qué me sirven todas las riquezas del mundo si no puedo perder mi alma?

Tal día como hoy, del año 1516, se definió en la corte bávara qué se entendía por cerveza y cuáles habrían de ser sus únicos ingredientes: agua, malta de cebada, levadura y lúpulo. Esta drástica definición se publicó en forma de “Ley de Pureza”. Los aldeanos respiraron a la vez y el universo-mundo se quedó sin oxígeno…¡dos segundos! Aliviados, se dieron, además, a la cerveza fabricada según esas estrictas normas. La pesadilla había pasado.



Repito el brindis, con la cerveza más antigua de Baviera: Agustiner (Edelstoff). Y, ahora, ya puedo tomar mi refrigerio acostumbrado y el carajillo mitad-mitad más un pequeño remolque de aguardiente. Y para seguir el jolgorio: la guitarra-garras de gato de Johnny Thunders (aparecido muerto, tal día como hoy del año 1991, en un hotel de Nueva Orleans…”leave me alone”)…Ni ”N.Y. Dolls”, ni “Heartbreakers”…¡solo!: “So Alone”.

Avui anirem a Barcelona: Abrilmente. Esquivando multitudes amantes de las flores y de las letras que llegan en grumos por la autopista de Badalona y se juntan con ejércitos  que suben por Marina, nos dirigiremos a la calle Diputación, justo detrás de la Monumental. Allí hay una terracita estupenda, lado Besós y mirando a mar…cuyo nombre viene al pelo: “Bretón

--Una estrella!
--¿de qué marca?
--¿?

Desde el día 21 “L’esquella de la torratxa” se venía haciendo eco del acontecimiento pugilístico del año: Jack Johnson se las verían con un tal Arthur (por Rimbaud) Cravan (por el pueblo de una novia):

 “(…) Cravan a qui desconeixem, i que en els anys anteriors a la guerra europea no havíem sentit anomenar mai en els matchs de Londres i de París, té bastanta feina si pensa desferse de son contrincant, encara que posseeixi condicions físiques de primera per a plantar-li cara.
No obstant, nosaltres creiem que el match encara pot ésser molt interessant si en ell els lluitadors tenen la suficient sinceritat per a boxejar sense combinacions i comedies, cosa que, en el primer match d’importancia que es celebra a Barcelona, desilusionaría a molta gent, ja bastant recelosa de per sí.
Veurum doncs si la lluita serà noble i franca i, sobre tot, ben igualada.”
En “La Correspondencia de España” se recogía una noticia inquietante: había tenido lugar una trifulca entre los dos púgiles que se las verían al día siguiente. El negro le pegó una bofetada al blanco y éste, reservándose el odio y la fuerza para el día señalado, no respondió. Se tragó la humillación en aras de la fría venganza. La policía, provocadora como siempre, les animó a seguir. Acabada la trifulca la policía tuvo que convencer al inglés para que se presentara puntual al día siguiente y que se dejara de niñerías. Era parte de su estrategia. 

El domingo 23 no era el mejor día para tan magno evento (¿o quizás sí?) media Barcelona había ido a comer la mona a las orillas del Besós o del Llobregat; las “Arenas” presentaba cartel y en la “calle de la Industria” se jugaba un partido amistoso entre el “Barcelona” de Alcántara y Ozores y el “Real Irún”, en el que se distinguía Carrasco. El partido fue soporífero y, en consecuencia, empataron a cero. El Barcelona venía de sufrir uno de tantos robos contra el Madrid, que con un 4-1 remontó el 2-1 de la ida. La justicia futbolística hizo que la copa la ganara el Bilbao. La liga aún no existía.




Así pues, el 23 no era el mejor día (¿o sí?)…sólo tres o cuatro mil personas, perdidas, desorientadas en la majestuosa grada de La Monumental (reinaugurada y rebautizada el mes de febrero anterior con toros de Benjumea que lidiaron los diestros Joselito el gallo, Posada y “Salieri II”) contemplaron atónitas el espectáculo. 

La velada se componía de seis combates, de los cuales el más llamativo, por el historial del negro, era el que lo enfrentaba con el “coloso” Arthur Cravan: uno, negro teléfono y el otro, blanco como la cal.
¿Quiénes eran estos dos personajes? ¿De dónde habían salido? ¿Cómo fue posible que se entrelazaran estas dos trayectorias y anudaran una escena digna de un “Tratado de Metafísica Poética”?

Veámoslo por partes:

Jack Johnson, “el gigante de Galveston”, fue durante años el afroamericano más influyente del planeta tierra. Empezó con eso del boxeo en torno a 1900, con 21 años. Escaló todos los grados de la jerarquía pugilística y se estancó, por imperativo legal, a las puertas de los pesos pesados. El campeón, Jim Jeffries, le negaba, amparándose en esa legalidad racista, una oportunidad.
En 1904 se retiró Jeffries sin perder ningún combate…y el terreno se aclaró un poco. El sucesor en el trono, Tommy Burns, un blanco (imperativo legal) de 1’77 y 80 kilos de peso, no pudo resistir la insistencia de Jhonson: lo perseguía por todas partes y lo provocaba de las formas más llamativas y humillantes…¡Así durante dos años!...Hombre, también influyó la bolsa establecida.

Por fin se estableció una fecha y un lugar: 26 de diciembre de 1909, en Sydney.

El negro era una verdadera bestia: 1’90 x 90 kilos, “cuello de toro y brazos de elefante” y una insolencia a la altura de la fuerza que se le suponía. El blanco era favorito por su técnica, su aguante y su color de piel. No sé a cuántos asaltos estaba programado el combate, pero en el 14, la policía tuvo que detener la masacre. De Burns sólo quedaba el nombre, el resto estaba esparcido por la lona. No lo conoció ni su mujer. Por suerte tenía perro que confirmó que se trataba de su dueño. Burns no levantó cabeza, en sentido literal. Dadas las circunstancias el jurado tuvo que dar ganador al negro.

Y fue así como se convirtió en el único campeón del mundo de todas las categorías y en el primer negro campeón del mundo de los pesados (pesos).

Insolencia, fuerza y confianza…¡demasiado para un negro! Esta mezcla amenazaba a la sociedad blanca americana, acostumbrada a la sumisión, debilidad e inseguridad de los negros. Surgieron voces invocando el advenimiento de ”La Gran Esperanza blanca”.  También, Jack London se unió a la invocación:

 "Todo se redujo al juego de un etíope pleno de facultades, Johnson, con un pequeño blanco raquítico, Tommy Burns... un juego entre un coloso y un pigmeo. Burns fue un juguete en las manos de Johnson. Jim Jeffries debe emerger de su granja de alfalfa y remover la dorada sonrisa de Johnson. De ti depende".

La Gran Esperanza Blanca” no aparecía por ningún sitio. Johnson derribaba a los aspirantes con cuatro chanzas y un directo al mentón.

La última bala era rescatar a Jeffreis, “el fogonero”, que se resistía como cerdo que llevan al matarife. Cuando la bolsa alcanzó los 120.000 $ (1’5 M. actuales, más pluses de grabación y demás…) su voluntad se fue debilitando y bastó que añadieran una paella para acabar de convencerlo. Dejó el negocio de la alfalfa y se vistió el calzón y el albornoz.

Se publicitó el evento como “la pelea del siglo” (¡recién comenzado!) y se fijó día y lugar: 4 de Julio de 1910, en Reno. Al combate fueron invitados desde el Presidente de la nación, hasta el mismísimo Sh. Holmes…ambos declinaron la invitación. El combate se estableció a ¡45 rounds!...¡a vida o muerte!
No fueron necesarios tantos; a partir del 7º el combate estaba en las manos de Johnson. En el 15, tumbó dos veces al gigante blanco que, enredado entre las cuerdas, miraba a su alrededor sin saber muy bien dónde estaba: si en California, si segando alfalfa, si en lecho de muerte… Rodilla en tierra rogaba para, si era posible, pasara de él este cáliz…que había dejado un poso tan amargo como la hiel que “regalimaba” por las comisuras de sus labios inservibles.




El asalto 16 no empezó. Reffries arrojó la toalla para evitar el KO. Fue la única pelea que perdió…¡Definitiva!!

Esa noche se produjeron disturbios raciales por diferentes ciudades estadounidenses con el resultado de más de cincuenta muertos y centenares de heridos…Habría que esperar a los cincuenta, para ver algo semejante. Y empezó la persecución al campeón. Se le acusó dos veces (1912 y 1913) de “trata de blancas”, de la primera se libró; de la segunda, se escapó a Canadá y de allí, a París.

¡¡ya lo tenemos más cerca!!

En París era el “rey de los boulevares”…con su magnífico automóvil, su porte y su resplandeciente dentadura: Las mujeres no podían dejar de sonreír y los hombres de lamentar haber nacido blancos.

Perdió la corona en un combate amañado: 5 de abril de 1915. Hipódromo Oriental Park de la ciudad habanera de Marianao. Su contrincante, Jesse Willard. El combate estaba establecido a ¡45 asaltos! En el 20 el negro se dejó caer y, en una postura sumamente cómoda, esperó el 10 (después serían 8) fatídico: su mujer le había hecho la señal establecida…¡había conseguido el dinero de la bolsa!

Volvió a París y allí lo encontraron los que propiciaron el enfrentamiento con Cravan.

Pido un Dry, estilo Buñuel, y me bebo medio vaso de Martini blanco con hielo primavera. Las multitudes están absortas en la lectura de poesías o extasiados aspirando el perfume industrial de las rosas. Paso por entre la gente como por entre un bosque de columnas dóricas. 

Bajo a la Gran Vía. Pau Clarís. San Pere més baix y plaza de San Agustí vell. Comeré unos pescaditos a la parrilla en el Mundial…por aquello de su pasado pugilístico. Observen la decoración. Cuenta la leyenda que a finales de los años veinte fue propiedad de un campeón mundial de boxeo, por lo que se convirtió en sede de una peña de aficionados que se mantuvo hasta el 60.  ¿No sería “el negro”?














¡Maldición!...la cola llega hasta el “forat de la vergonya”. Así que sigo por Carders y en el “Bona sort” (¡¡) pido unas patatas bravas. Bravura es lo que hace falta para enfrentarse a los tubérculos…¡y “bona sort”.

RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...