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sábado, 18 de mayo de 2013

Propuesta para hoy, día 18 de mayo. Mahler.



La muerte física, a veces, no es más que la certificación notarial de un hecho que ya se ha producido hace tiempo. A Mahler le dieron la estocada mortal en 1907 y la puntilla tal día como hoy, del año 1911…En casos parecidos se encontraron Hörderlin, Nietzsche…¡y tantos otros!
Hoy nos vamos a Dobbiaco (Tolbach, para los austríacos).  Ya descubriremos las razones.  En 13 horas habremos llegado…¡pongamos 15 horas!
Subiremos al coche a las doce en punto de la noche y lo pondremos en marcha el primer segundo del día 18 de mayo: bolsa de condis con ropa interior…unas Moritzs  y el imprescindible Terry de malla….¡Hala… a Dobbiaco!...


Sonará: “La trilogía del adiós” 

Allí Mahler, huérfano de hija, compondrá su adiós a la vida y a la tierra. Más bien un hasta luego. Allí será arrastrado por Eros (amado y amante) hacia las cumbres de la belleza con la que se fundirá para siempre…evig…evig…evig…¡Y así hasta nueve veces!

En la Puerta Catalana, por costumbre atávica, pararemos y tomaremos un madrugador  fifti-fifti que acompañaremos con un trancazo de Terry.  Tomaremos la carretera de los Alpes: Briançon…Turín… ¡Haremos lo que sea con tal de evitar los túneles de Génova y alrededores!

Serán las cuatro de la mañana y pararemos en el área de servicio de Nîmes para un “potage” y reforzar los hábitos. Continuaremos hasta La Roche du Rame: Pasado  el lago de Embrun y pasado Saint Crépin, nos encontraremos a mano derecha, antes de entrar en La Roche, un pequeño lago donde nos comeremos una pizza, especialidad de la casa. No nos dejaremos engañar (¡no muevan ni una pestaña!: sería interpretado como una aceptación) por sus ofertas de cócteles: ¡dan diarrea! El antiguo parecido del mesonero con Depardieu ha desaparecido ¡por completo!...bien por la envergadura que ha alcanzado el actor, bien por la afectación que ha adquirido (a la vejez viruela) el barero o bien porque nunca existió tal parecido. Un café (que convertiremos en fifti-fifti jugándonos la vida) y dos copitas de “calvá”…¡y a funcionar!...Si está cerrado (por lo temprano de la hora: serán las 8 de la mañana)…desayunaremos una Moritz.

De 12 hermanos que fueron, cinco murieron antes de entrar en el “uso de razón”. Otro (Ernst) el más querido, murió de adolescente. Otro, idiota o loco, se marchó a USA y nunca más se supo. El más talentudo… ¡se suicidó! Una de las hermanas murió también en vida de Mahler… ¡en fin!...la muerte rondando y tirando hachazos a diestra y siniestra…¡como para salir indemne!...Su gran deseo infantil era ser mártir…¡Casi lo consigue!...

Hijo de un despachador de licores, creció pobre pero espirituosamente. Y tríplemente extranjero (como otros: Kafka…): bohemio, austríaco y judío…in crescendo.

Pasada la frontera con Italia y antes de entrar en Ouix, a mano izquierda encontraremos una especie de cantina mejicana que se hace llamar “Pizzeria Río Nero”…con unas sillitas fuera y tal. Será vernos entrar y echar mano a bate de beisbol en recuerdo del día que le vomitamos la barra y dejamos el local perdido. Probaremos de camuflarnos con una careta tipo “Anonimus” y, si cuela, intentaremos comernos (difícil, ¡por la careta!) un pannini de prosciutto…¿qué otra cosa?...Un lingotazo de Terry y ¡salga el sol por Antequera!

En lo que Mahler consideró como su opus nº 1:”Das Klagende lied”, ya musicaba fatricidios y siniestras bromas romántico-fantástico-barrocas. Ya, desde el principio, alternaba en su música (y en él mismo) un claro impulso vital con un clarísimo deseo de muerte (los psicoanalistas se lo confirmaron)…Los amigos tampoco ayudaron: locos, suicidas…

En su siguiente gran entrega: “Lieders eines fahrender Gesellen”, también notamos ese desorden sentimental (y tonal y rítmico) o, si se quiere, ese deseo de mezclar lo vivo con lo muerto, o, si también se  quiere, esa incapacidad para el goce. Estos cantos enlazan melódica y estructuralmente con las sinfonías: lieders y sinfonías…¡Ya está delimitado su territorio!...



Cuando se casó con ¿Alma? (9-03-1902) ya estaba en posesión de los atributos que, después, se desarrollarían: Tras diversos destinos alimenticios, se convirtió en afamado director de la Ópera de Hamburgo, y, de ahí en director de la ópera de Viena y director de su orquesta, a más de compositor de 4 sinfonías y algunas otras cosas (lieders…). Sin embargo, sólo había estrenado la 1º Y la 2ª. Desde el principio se combinan en Mahler los motivos grandiosos, a lo Wagner, con incrustaciones de baja estofa (los psicoanalistas le explicaron esa promiscuidad). La “primera”, sobre todo, fue considerada, por los tradicionalistas (…o sea ..¡todos!) monstruosa. Siempre se le apreció como director y se le menospreció como compositor: no entendieron aquello de la “tonalidad evolutiva” y la no resolución (en la tónica) de los conflictos ( y cuando la 6ª se desarrolló en la misma tonalidad, fue en “La menor”…¡mal asunto!).



Alma (¿) (no es el momento de extendernos en esa ambiciosa y reaccionaria dama), era una belleza a la que “se le podía sacar provecho” y una especie de ave de rapiña. No se crean vds. las historias románticas sobre su persona.

¿Cómo compaginó el presentimiento nietzscheano del eterno retorno con la sincera fe en la resurrección que recorre toda su obra?: A lo Orígenes: de derrota en derrota…¡Hasta la victoria final!...Pasando a Pitágoras por el cedazo de la fe tridentina (a la que se convirtió, desde su tibio judaísmo de cuna, por conveniencias y porque, según las malas lenguas, “Alma (¿), bien vale una misa” ).

Tras esta esforzada reflexión, será la hora del ángelus que celebraremos (en memorias de mis desaparecidos Ángeles Custodios de la calle del Corno) con una Moritz. Estaremos a la altura de Verona…Aquí viene a cuento lo que Kokochka decía con respecto a Alma: “Lo que nosotros nos dijimos no ha sido dicho ni por Romeo y Julieta…” (¡pretencioso!). En Verona empezamos la ascensión hacia Trento y Bolzano.
Serán ¡las cinco en punto de la tarde! Y estaremos entrando, por Viale San Giovanni, a la población de Dobbiaco. Encontraremos aparcamiento en un momento y ¡justo enfrente del Hotel-Restaurante Moritz!...Ocuparemos una mesita rociada de sol de mayo y como accionistas de la Moritz que somos, pediremos una cervecita “alla spina” (las nuestras estarán calientes).

                                       
El verano de 1904, en su retiro veranigo de Meierningg, en el momento más feliz de su vida…le sobrevuela el aleteo de la muerte: Añade (y completa) tres cantos a sus “Canciones de los niños muertos” y completa la Sexta sinfonía (su “Trágica”) que termina con esos premonitorios “tres golpes del destino” que hunden definitivamente al héroe.

¿Cómo es posible que escriba sobre niños muertos cuando acaba de acariciar a sus hermosas hijas?... ”¡No tientes al destino!”...¿Cómo meditar concretamente sobre la propia muerte, cuando se está en la flor de la vida y del éxito profesional y personal?... ¡No tientes al destino!...
Los versos de Rückert fueron escritos en memoria de sus hijos muertos de escarlatina.

“Cuando tu madrecita
Entra por la puerta
A la tenue luz de las velas,
Siempre siento que vas a entrar
En la habitación,
Deslizándote tras ella
Como de costumbre (…)”

“Con este tiempo, con esta tormenta
Nunca hubiera debido mandar fuera a los niños;
Se los han llevado
Y no he podido decir nada
(…)”

Centenares de versos fluyeron en sólo seis meses y no consiguieron revivirlos ni apaciguar su dolor.

 Schubert, Schumann, Liszt…ya habían utilizado versos del poeta.

Mahler recuerda que su hermano querido, a quien atendió hasta el último aliento, se llamaba Ernest, como uno de los hijos muertos de Rückert…¡eso es todo!...No presiente, recuerda. Y esos recuerdos impulsan las composiciones de ese verano, ante la doliente mirada premonitoria y aterrada de Alma (¿).



Pero los recuerdos, dieron un salto hacia adelante y tomaron cuerpo delante de él…¡Verano de 1907!..

Moravagine y Raymond La Ciencia acaban de ser descubiertos, el apocalipsis que tenían tramado para San Peterburgo fracasa y ellos tienen que huir a América (enseguida los seguirá Mahler).

Picasso acaba de dar los últimos toques a sus “Señoritas…” provocando la muerte definitiva de la “belleza”.

Como siempre, desde hacía algunos años, el matrimonio se pone a empaquetar cosas para su veraneo al lado del lago (Mahler es un compositor de verano)…al encuentro de las desgracias:

·         La primera (¿recuerdan los tres golpes secos con que acaba la sexta?) acaba de dársela el creciente antisemitismo que estuvo en el fondo de su renuncia a sus cargos en la Ópera de Viena: Un judío no podía expresar lo alemán. El día 1 de Enero, del año 1908, debutará en el Met(ropolitan) de New York con una “Tristán e Isolda” que dejará enamorados a los yanquis.

·         La segunda: la muerte sin contemplaciones de su hija mayor (María Anna), de cinco años: ¡escarlatina! + difteria…(eufemismo de escabechina).


·         La tercera: se la dio el médico que nada pudo hacer por su hija. Tras atender a su suegra y a su mujer, auscultó el corazón del compositor y le auguró un negro futuro.

¡Es el comienzo del fin!

¿Ven vds. cómo los presentimientos inconscientes llegan a ser formulados claramente?

Estados Unidos…etc…etc…y los veranos en “Austria”. La casa de Maiernigg fue vendida y tomaron otra en Toblach (Dobiacco, Dolomitas), donde pasarían los tres veranos siguientes. Allí compuso: “La Canción de la Tierra”, la “Novena” y lo que pudo de la “Décima”: Las sinfonías del adiós.

Y por eso nos encontraremos en Dobbiaco en este preciso momento. Para intentar recrear en nosotros, con ayuda del espirituoso santo, lo que Mahler compuso espoleado por la muerte cercana y la belleza eterna.

Y por eso, tras reservar habitación aquí mismo, y tomarnos un par de grappas en el café Marlen, iremos a cenar al Gustav Mahler Stube (volver un poco por donde hemos venido):
comida típicamente tirolesa, a base de: selvaggina (carne de venado) albóndigas, deliciosas rebanadas de pan de pueblo con embutido casero…en fin…¡lo típico!

En el primer piso se conserva el espacio ocupado por Mahler durante los veranos del 1908-09 y 1910…No nos atreveremos a dormir en este lugar sagrado.

        




El verano del 1909, apareció Mahler con un tupé y las cejas tintadas (¿)…Alma no salía de su asombro…¿Qué pretendía?...fue una visita rápida. Seguramente este detalle nimio, pero significativo  influyó en Visconti a la hora de caracterizar al personaje (Nietzsche-Mahler) de “Muerte en Venecia".

De nada sirvieron los regates con los que quiso dejar clavado  al destino: Saben vds. de la naturaleza fatal, letal de la “novena sinfonía”…Así que lo que iba a ser su “novena(“La canción de la Tierra”), no fue numerada y pasó directamente a lo que conocemos como “novena” (para él la “décima”)…¡fue inútil!...Acabada la “novena”( para él la “décima”) la muerte dio jaque mate: lo que queda de la “décima” (para él la “once”) son gambitos y arriesgados esbozos de jugadas sin futuro, que él presiente eterno (en otro mundo).

Lo dicho: ¡dios escribe como le da la gana en renglones zigzagueantes!...

Pero antes de derribar el rey y darse por vencido…tuvo que soportar un

·         cuarto golpe que, aunque programado, no era esperado:

Alma  (¿) se queja del abandono a que la tiene relegada el compositor…de la renuncia a su vida y a su música (ella también componía)…y de otras amputaciones. Así que el verano de 1910 (tras otras débiles tentativas) en el balneario de Tabelbad (cerca de Graz), adonde había acudido por recomendación médica (¿) se “deja” seducir por un joven arquitecto llamado a revolucionar la arquitectura y los oficios contemporáneos: Gropius….especialista en mujeres casadas o comprometidas (nacido tal día como hoy, del año 1883). Revoloteaban como moscas…esperando…esperando….

…¿ven vds.?...

Una carta que envía por error (¿) a Mahler, en donde declara su apasionamiento por la joven, bella y próxima viuda, pone a Gustav al borde del colapso: ¡estaba pidiéndole la mano de su esposa!
Salva la situación, dedicándole la “Octava”, prometiéndole libertad para componer, intentando estrenar sus composiciones…¿tomando viagra?...Y haciendo un amago de psicoanálisis.

Los diarios de Alma (¿), intrascendentes, llenos de cotilleos, aclaran ciertas cosas:

“¡Cuánto lo deseo (al monstruoso Zemlinsky)…a veces apoyo la cabeza sobre la mesa, entre los brazos, y pienso en nosotros durante horas (…) debo decir que no me imagino entregándome a nadie que no sea él…¡ni siquiera a Klimt!” (quien, por cierto, la conocía desde la cuna y algo había conseguido)

“Deseo la violación. Quienquiera que sea.”

Año nuevo de 1902 (un poco antes de casarse con Mahler): “Lo que tengo que escribir hoy es muy triste. He llamado a Gustav. Por la tarde hemos estado juntos en su habitación. Me ha entregado su cuerpo y le he dejado que me tocase con la mano. Su brío (¡¡) estba rígido y erguido. Me ha llevado al sofá, me ha tendido suavemente y se ha balanceado sobre mí. Entonces cuando acababa de sentir su penetración, ha perdido la fuerza. Ha apoyado la cabeza sobre mi pecho, destrozado, y casi llora de vergüenza. Distraída como estaba, lo he confortado (…) ¿y si él perdiera… eso?...¡Mi pobre esposo!”

El tres de enero la cosa cambió: “dicha y éxtasis” (…)
El cuatro de enero: “éxtasis sin fin” (…)

Mahler, perdía la fuerza con cierta frecuencia.

Schönberg intenta consolarlo…sin saber (¿cómo iba a saberlo?) que su mujer haría lo mismo con un pintor…suicidio…vuelta a casa…muerte…nueva pareja.

Aconsejado, concierta una cita con Freud (debería haber ido también su Alma). Pasan una tarde paseando por Leiden: Curiosa “sesión de diván”…más bien peripatética. Freud admiró en su paciente la sagacidad y la disposición…y le “descubrió” las razones de su gusto por “la baja estofa” incrustada entre lonchas de tocino de cielo. Freud confirmó algo que teorizaría un poco más tarde: Eros y Thanatos son las fuerzas básicas de la vida; y Mahler era un ejemplar puro…en el que estas fuerzas se manifestaban de forma límpida.

Por entonces Carnap, nacido tal día como hoy, del año 1981, acudía a la universidad de Jena e iba configurando lo que sería la crítica más radical al psicoanálisis: el “fisicalismo”, armado con la espada de la verificabilidad (después, contrastabilidad): las proposiciones psicoanalíticas no son empíricas…¡son una variante de la música!...

Ya antes K.Kraus desde sus páginas ígneas, había establecido (por su cuenta y riesgo) que el psicoanálisis era el  problema, no la solución.

La suerte está echada…Vuelta a Estados Unidos… (infórmense vds. Infórmense)… y regreso definitivo para morir, tras intentar resucitarlo en París, en Viena…. ¡tal día como hoy, del año 1911. Sus últimas palabras: “¡Mozart!...Mozart!”…como si nos avisara de la terrible tormenta que caería sobre el cortejo fúnebre.

Las cartas de Alma (¿) y Gropius siguieron fluyendo incluso durante la agonía del músico: “tu esposa”…”tu prometida”…”¡quiero un hijo tuyo!”. Alma recogió la muerte de Gustav en una mascarilla…¡pero no fue al entierro! (¿)

En efecto, Alma se casó con Gropius (1915), tras la sonada y bronca aventura con Kokotschka
(Alma y maler…¡otra historia!...), durante la cual Alma (¿) dio rienda suelta a su temperamento y desarrolló definitivamente el gusto por lo masculino…así, en general.

Alma y Gropius se casarían en 1915.

 Alban Berg compondría “A la memoria de un ángel”, en memoria de Manon (la hija de Gropius y Alma) que, como brazo armado de la justicia universal, tuvo a bien morir a los 18 años (1935) de poliomelitis (otro nació prematuro y no sobrevivió). Berg la amaba con locura, como un padre (¿). La composición se convirtió también en el Réquiem del músico que no pudo comerse el turrón. Murió pasada la media noche del 24 de diciembre…justo en el momento en que, 16 años después, nacería un servidor de vds.
Gropius se había “escapado” de Alemania el año anterior.

Alma (¿), fácticamente separada de Gropius en 1920…seguirá su camino lleno de curvas y de emboscadas. Acabará seducida, también, por la absenta.

Cuando Freud se enteró de la muerte del músico le faltó tiempo para pasarle la minuta a la viuda, que siempre se refirió a él como “el idiota de Freud”. Vale que pagar religiosamente la consulta forme parte del tratamiento…¡pero del enfermo!...¿o acaso pensó Freud que la viuda estaba más neurótica que el difunto?

Tras el venado y un delicioso postre de frittelle (panqueques) de miel con arándanos rojos…sesión de grappa…¡Y a dormir!

Mañana pararemos en Parma donde tal día como mañana: 19 de mayo, del año 1348, Petrarca recibirá carta de un amigo en la que le informará que Laura ha muerto víctima de la Peste Negra.





                                            













RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...