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lunes, 23 de septiembre de 2013

Propuesta para hoy, día 23 de septiembre: Neptuno. Santa Tecla. Kafka. Pepe Marchena. Seferis.



Mi curiosidad es proverbial e infinita. Mi capacidad es  limitada. El tiempo y el espacio me la refanfinflan, pues transito por los días como un planeta intempestivo y recorro el universo a la velocidad de mis Ángeles Custodios. A veces deambulo fuera de toda lógica y previsión, atraído o repelido por coyunturales señuelos.

¿Qué les ha parecido?


Así deambulaba Urano, alterado por la proximidad del desconocido Neptuno. Su marcha no se ajustaba a los cálculos, sino a las “afinidades electivas”. Entre Londres, París y Berlín (no entraré en nombres) aclararon el asunto. Por suerte no se le llamó “Le Verrier”. Tal día como hoy, por la noche, fue descubierto sobre el cielo de Berlín. Era el año 1846, miércoles y no había luna, como lógicamente, estaba previsto.

De igual manera, Tecla de Konya se desviaba de su marcha normal, atraída por la gravedad de Pablo de Tarso. Stop. Urgente: visita al condis. Stop. Ya seguirás con tus tonterías. Stop.

No voy a entrar en las sutiles distinciones entre castigo, condena, penitencia, o simple sufrimiento. Lo cierto es que estoy condenado a vagar eternamente, puesto que la eternidad al alcance del humano dura lo que dura su vida, por esos pasillos insalubres; a hacer cola ante la pescadería y sufrir que las clientas exijan que les limpien los sonsos (por cierto, hoy la santa madre iglesia católica, apostólica y romana, celebra, entre otras, la festividad de San Sosso de Misena, elevado a los altares por no haber contado un chiste en su vida, pues ya saben Vds. que Aristótes condenaba la risa…) uno por uno o ante la carnicería cuyo último reclamo son retales incomibles de “lomo alto de Nebraska”; castigado a que se me cuelen con un descaro, a estas alturas,  incorregible. Sísifo, Prometeo… tuvieron un castigo heroico (y trágico), el mío es un sinsentido. El único consuelo es que es compartido por todos los “inconformistas” del “Cul d’Ocata”. Cualquier día pasará algo gordo y las fuerzas políticas no sabrán cómo explicarlo.



Después de hora y media salgo con medio kilo de judías verdes (perona) y dos botellas de Ribera. Desayuno acostumbrado y vuelta al asunto que me ocupaba.

Decía que Santa Tecla bebía los aires por Pablo, el predicador y lo seguía por doquier. La pobre, a instancias de su familia, fue sometida a múltiples martirios, mortales de necesidad, y sobrevivió. Finalmente sucumbió ante el derrumbamiento de la cueva en la que se había refugiado para esquivar la mala suerte. Un brazo sobresalía por entre los escombros. Se lo cortaron como muestra de afecto y lo guardaron como inversión. Su fama de santa había dado algunas vueltas al orbe. Bueno el caso es que desde Tarragona enviaron una comitiva, y un pastón (en especias) para conseguirlo. Le dieron el brazo y se quedaron con cuatro o cinco más, además del esqueleto. Y es que cuando se invierte bien, el capital se multiplica. Los incautos de Tarraco pensaron que habían hecho un negocio estupendo y así lo proclaman año tras año tal día como hoy. Milagrosamente la imagen conserva los dos brazos.



Desde entonces “teclear”, se ha convertido en una condena, en un castigo, en una penitencia o en huérfano sufrimiento.

“Escribí este relato, La Condena, de un solo tirón, durante la noche del 22 al 23 (de septiembre, del año 1911), desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana. (…) Pasó un carro. Dos hombres cruzaron el puente. A eso de las dos miré por última vez el reloj. Cuando la criada atravesó por primera ve el vestíbulo, yo escribía la última frase. (…) Diversos sentimientos suscitados durante la noche por lo que escribía; por ejemplo la alegría de poder ofrecer algo hermoso a Max para su Arkadia; recuerdos de Freud, naturalmente…”


Y es que Kafka, visionario, había previsto, digo yo, que Freud moriría tal día como hoy, del año 1939. Y murió como los peces: ¡por la boca! (Ay…¡el tabáquico, el tabáquico!). Él, que propugnaba la curación por la palabra, acabó sin poder decir ni “mu” y, lo que es más grave, sin poder reírse de los chistes por su relación con el inconsciente…tendría una sonrisa mortal. Tampoco San Sosso era muy dado a la risa.

Sin embargo, o quizás por ello, hoy ha sido declarado el “día mundial de la sonrisa”.

Hay un día en que decides cambiar la bañera por un plato de ducha… ¡Ahí empieza la vejez! Cuando te olvidas de la olla que tienes en el fuego, empieza la “demencia senil”. Acabo de reducir a carbono puro el medio quilo de judías verdes. Por suerte me queda el Ribera. No es cosa de risa.

A Pepe Marchena, el bailaor (¡no lo confundan!), siempre lo hemos conocido, sin razón, como “el cojo Marchena”. Y nos daba una risa tremenda imaginarlo bailando por bulerías… con la gracia, el salero y el donaire que te presta una grácil cojera. Pero no. Él fue intervenido de la cadera cuando ya se había retirado de los escenarios. Tuvo, es cierto, como maestro a Enrique “el cojo”. Pobre como las ratas y huérfano de padre como era la norma, se ganó la vida desde chinorri. El espaldarazo le vino con el rodaje de “Un Caballero Andaluz”. Hacía falta un niño que cantara bien y tal. Se presentaron 40, entre ellos aquel que moriría tal día como hoy, del año 2007. A los churumbeles les entregaron un texto que deberían cantar como bien les pareciera. Él lo cantó por bulerías:

"Ay mare con Don Elías
que no es un cura de risa.
Ay mare con qué salero
celebra la Santa Misa."

En fin, una letra de calado. Ganó Pepe. Le dieron ¡¡75 pesetas!!




La Condena” es un relato cortito, pero insidioso. Que Kafka se acordara de Freud es del todo justificado. Una cosa es lo que dices y otra cosa es lo que no puedes decir porque lo desconoces y es que el conocimiento no lo es todo. El “Cogito” es la punta del iceberg. Algo parecido ocurre en “El Fantasma de la Ópera” (tal día como hoy, del año 1909, empezó su publicación). Y pasamos de la risa al terror. La gran ópera de Garnier, construida sobre un lago subterráneo, encierra en sus bajos lo reprimido. Y lo reprimido aflora. La desconcertada Christine Daaé se verá, finalmente, ante un dilema decisivo.




Enchufen el esputofaif y oigan “Fausto” de Gounod. O si lo prefieren pongan el DVD y vean “El fantasma de la ópera” de 1925 (en el “National Film Registry”) dirigida por Robert Julian. Ya puestos, consíganla (domino público) con la música del soseras de Rick Wackermann.

Así que me voy al chiringuito a zamparme un bocadillo de atún con olivas. Y a seguir con el rollo. Es un lujo Ocata.

“En la playa escondida
Y blanca como paloma
Tuvimos sed un mediodía
Pero el agua era salada…………………Pero ¡alma de cántaro! pídete un cervecita.
En la arena dorada
Escribimos su nombre;
Suave sopló la brisa
Y la letra se borró.
Con qué coraje, con qué aliento
Con qué deseos y pasión
Tomamos nuestra vida: ¡qué error!
Y la vida tuvimos que cambiar”.

Esta estrofa de Seferis fue cantada a voz en grito por la multitud que tal día como hoy (1971) desafió a la junta militar y acompañó el féretro del poeta por las calles de Atenas. Óiganla en la voz de la incombustible María Faranduri. Es todo un himno en Grecia. No es que Seferis persona sea santo de mi devoción, me pasa como con Neruda (con quien, por cierto, comparte rasgos profesionales). Calló y cuando habló dijo una sosería. Mientras la guerra civil-revolucionaria tenía lugar en Grecia, él se trasladó a Egipto con el “Gobierno (títere) Provisional” (¡!). Un apolítico convencido que, como todos, optan por la solución más dañina. Su entierro fue lo mejor de la vida de Seferis, como el de Neruda. Pienso también en el de Palamás bajo la ocupación nazi.




 Para acabar, mientras el sol se va poniendo por las alturas del Tibidabo, lean Vds. el último poema de Seferis:

“Estaba hermoso Sunion auel día de la Anunciación
De nuevo en primavera.
Pocas yerbas aún entre las piedras herrumbrosas;
La tierra es roja y unos aspálatos……………………….miren el Dioscórides.
Enseñan dispuestas sus grandes agujas
Y unas flores amarillas.
A lo lejos las antiguas columnas, cuerdas de un arpa
Resuenan todavía…

Calma.
–¿Qué me puede recordar al Ardieo aquel?
Una palabra en Platón, creo, perdida en los surcos del
Cerebro;
El nombre del matorral amarillo…………………………¿una especie de “ginesta”?
No ha cambiado desde aquellos tiempos.
Por la noche hallé el pasaje:
“lo ataron de pies y manos” nos dice
“lo arrojaron por tierra y lo desollaron,
A rastras lo apartaron, lo desgarraron
Sobre las espinas de los aspálatos,
Al final lo echeron al Tártaro, como un guiñapo”

Así pagaba en los infiernos sus crímenes
Ardieo de Panfilia, el miserable tirano”.

Bueno, parece que al final algo quiso decir.

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RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...