“El 28 de julio de 1914, al oír por la ventana abierta-era una calurosa
mañana de verano-una voz que anunciaba una edición extraordinaria al grito de
“Austria declara la guerra a Serbia”, cerré rápidamente, me senté al borde de
la cama y pensé: “Tu felix Austria nube!” Todo se va a romper en mil pedazos,
como en una reunión familiar con motivo de la repartición del legado de un
estimado pariente que, mientras tanto, agoniza”.
Así fue: TODO SE ROMPIÓ EN PEDAZOS…
O.K. se apuntó voluntario, adelantándose a lo obligatorio.
Habíamos dejado a Alma que, agostada
la música y casi comprometida con la arquitectura, se lanza a la conquista de
la pintura…después vendrá la poesía y de su propio vientre saldrá la
escultura…Una carrera hacia la
consecución de todos los “ocho miles” del planeta…¡Una verdadera musa!
O.K. y su Alma se sorben calientes,
sin soplar la cuchara…nada pudieron hacer los abanicos…¡vesubianos!...pintados
en las fresquitas laderas de los Dolomitas.
Se juntaron el hambre con las ganas
de comer.
Mahler vencía después de muerto (como
Rodrigo Díaz ). O.K. no quería ni oír hablar del difunto. Alma compaginaba las
visitas al taller del pintor con las visitas reposadas a Berlín en busca de un
compromiso formal con Gropius y del apaciguamiento de las ansias que O.K. le
provocaba…¡a fin de cuentas era la Viuda
(Negra)!
Con ánimo de ¿ocultar? las relaciones
y con los derechos de autor del difunto, empezaron a construirse una casita en
el Semmering (en las afueras de Viena), pero entre incendios, inundaciones e
imprudencia de naturalista…la casa nunca pudo ser disfrutada.
¡mal fario!
O.K. rodeó la chimenea de incendios: ardorosos
“frescos” destruidos durante la
segunda guerra. Fue por entonces el asunto del aborto (O.K. consideró que se le
cercenaba la posibilidad de “autodesarrollo”…
¿Qué les parece?...) y el definitivo comienzo del alejamiento: “Colón encadenado”; “Bach Cantate”; “Oh,
eternidad, palabra del trueno”…
En esas colecciones (escritos y
dibujos) dejó O.K. sus impresiones más profundas de aquellos
acontecimientos….Lean vds. “Allos Makar”
(en griego: “la felicidad está en otra
parte”…que esconde el anagrama de Alma-Oskar):
“Que maravilloso arrebato sentí
Cuando desde el reino de las nieblas…etc…etc”
Y concluye:
“…Los labios ríen a la engañosa paz.
La felicidad está en otra parte”.
A lo anterior se añadió la llegada
sorpresiva del busto de Mahler (Rodin) a la que Kokoschka le había negado
expresamente la entrada. Todo se iba al garete.
Fue por entonces que Kokoshka pintó
uno de sus cuadros emblemáticos y más significativos. Había pintado las paredes
de su estudio de negro…para resaltar la luminosidad de la obra en la que estaba
sumergido: el naufragio de sus esperanzas.
Trakl, una noche lluviosa, empapado
hasta los huesos, vestido de negro (luto por su más que querida hermana), mientras
en trance llenaba la estancia de versos oscuros, bautizó el cuadro: “Windsbraut” (“la tormenta”…o bien, en traducción literal: “La novia del viento”).
“…Sobre escollos negruzcos
Se precipita ebrio de muerte
El temporal abrasador”
Poco después moriría de sobredosis en
el Hospital Militar de Cracovia…dos días antes de la prometida visita de
Wittgenstein, destinado a la vigilancia del Vístula. Tanto Óskar como
Trakl…participaron del reparto de la herencia (en vida) del filósofo.
Y en esto toda la burguesía
(incluyendo la socialdemocracia) arrastró tras de sí a las masas de
trabajadores y se fabricó la guerra!...que se pensaba cosa de semanas.
Loos, siempre al quite, lo recomendó
“para el más distinguido regimiento de
caballería de la monarquía”
dual…Quizá esperara el agradecimiento de Alma.
Los jinetes debían aportar montura y
traje decoroso. Por mediación del arquitecto encontró un caballo que mereció la
aprobación de la madre de O.K. y que costó justo lo que consiguió con la venta,
a un farmacéutico, de “La novia del
viento”…Estaba claro que todo se lo llevaba el viento…que se iba, vamos, a
tomar viento.
El caballo, todo hay que decirlo, murió, patas arriba, el día de la casi muerte de nuestro pintor.
Con respecto al uniforme, le fue
encargado a la afamada sastrería Goldman y Salatsch…la más elegante de la más
elegante ciudad europea.
A su madre le dejó en prenda, un
collar de rojos abalorios, que ella enterró en la escasa tierra de una maceta.
Y así, con un uniforme colorista, de
un corte impecable; sobre un caballo inexperto, pero voluntarioso y tocado con
un yelmo lustroso y atávico…partió nuestro desesperado héroe en busca de la
muerte…que estuvo a punto de encontrar un mes después de tan fantástica entrada
en la Primera Guerra Mundial:
Tal día como hoy, del año 1915, fue
herido de gravedad cerca de Luck, en la Galizia
austriaca…¡Era un blanco perfecto!...los rusos ya habían aprendido (de los
japoneses) el uso de prendas de camuflaje.
No acabo de entender cómo Loos, para
quien el ornamento era un delito, permitió que su amigo disimulara la
estructura bajo tan incongruente y atrabiliaria superficie.
Mientra tanto Alma, había encontrado
en Werfel, el punto medio, virtuoso, entre el fuego y el agua… ¡Y los tres
estaban en el frente!...tres frentes abiertos y una sola diosa verdadera.
A Alma le gustaban los expresionistas…Incluso Gropius, bajo la máscara racionalista, escondía un alma expresionista…La primera etapa de la Bauhaus (¡nombre arrebatador!), tal como revela el nombre de los “artistas” y “artesanos” contratados, se conforma bajo el espíritu “expresionista”, “interclasista”, “fraternidad universal”, “regeneración de la función por medio de la belleza”…¡hasta la llegada de Moholi-Nagi!...que definitivamente impuso su rigor racionalista y constructivista.(1923).
Nadie como el mismo O.K. para relatar
los hechos…Así que les recomiendo la lectura de “Mi vida” (la de Óscar Kokoshka).
Todo ocurrió entre dos oleadas de perfume de mimosas: en ese intervalo “yo tenía un agujero circular en el cráneo” y una bayoneta (“que cayó por su propio peso”) clavada en el pecho…
Por suerte la práctica de la
transfusión sanguínea (incluyendo el asunto de los “grupos”) y el problema de la
coagulación estaban siendo solucionados a ritmo de marcha militar. (Esto, y
otros “avances”, inspirados por la
Primera Guerra, merecen otra propuesta)
Inevitable pensar en el relato que
Apollinaire hace de “su herida”.
Fue trasladado a un hospital de
campaña habilitado en Wladimir-Wolhynsk, a unos cuantos kilómetros de Luck. La
percepción del tiempo y del espacio, siempre, tan endeble, le falló
catastróficamente. Alma se había introducido por el orificio y amenazaba con
quedarse eternamente…fue en aquellas semanas agónicas y confusas que concibió,
compuso y memorizó “Orpheus und Eurydice”.
INFORMACIÓN:
Si alguien de vds. es lo suficientemente mayor y desafortunado como para
haber hecho la “mili”…recordará el axioma nº uno: Perderás la novia… Así que
mientras se le daba por muerto y se recuperaba en un hospital de campaña, Alma
aprovechó para entrar en el estudio del pintor, robarle todas las cartas y una
buena cantidad de dibujos y pinturas de las que dispuso a su entera discreción.
La cosa no se corrigió, cuando se demostró de manera inapelable que no había
muerto. ¡¡Para Alma sí!!...
O.K. perteneció al club de los “dados
por muertos en vida”, con socios tan significativos como Baudelaire
En otoño fue trasladado al Hospital
de Viena…Y fue a recoger la “prenda” roja. Allí estaba, alimentando
pensamientos y caléndulas. Fue cogerla y sentirse curado. Sin embargo tuvo que permanece
varias semanas más en el Hospital de Viena.
Allí se enteró de la boda de Alma y Gropius
(18 de agosto del 15). Su hija “Manon” nació el 5 de octubre del 16.
Gropius estaba en el frente…pero pidió al coleccionista Reininghaus, que dejara
a Alma, “a título de compra”, el cuadro “Sol
de medianoche” del “otro que tal”
Munch…
La “gripe española” completaba la escabachina.
Descartada la posibilidad de que lo
volvieran enviar al frente, se empleó en evitar un puesto burocrático que
hubiera significado un palo en las ruedas del carro de las potencias centrales.
Así que se prestó a acompañar a Italia a un grupo de “corresponsales”,
artistas y demás…y, cuando acabó la
misión se encuadró en una división húngara de donde salió, de milagro, con sólo
un shock, provocado por una explosión
que, incomprensiblemente, arruinó la capilla en la que se encontraba. Él salió
“ileso”…¡Iluso!...”…Hospital militar y vuelta al Hospital de Viena.
Días de asueto en Berlín. Vuelta a
Viena, pasando por Dresde (por asuntos oficiales) y allí ocurrió algo
interesante y digno de mención. En Dresde lo esperaba el Dr. Fritz Neuberger,
que lo arregló todo para que Dresde se convirtiera en el “final del viaje”.
Éste Dr. hizo una predicción espeluznante:
“Debe ser una patraña, pero el caso es que en los círculos de la
industria química corre el rumor de que, debido a la alarmante escasez de
grasas en Alemania (¿y
en los otros lugares?), se está considerando la posibilidad de
fabricar jabón con los cadáveres de los muertos en el frente”.
La “estancia” en Dresde no fue
gratuita. A las pocas semanas es urgido a acudir a Estocolmo donde el Dr.
Bárány, a quien se le concedió el Nobel de Medicina
(cuestiones relacionadas con
accidentes cerebrales…vértigos…oído…) estando en un campo de prisioneros en
Rusia y que había aceptado una cátedra en Upsala, le reclama para contrastar
algunas de sus suposiciones y teorías.
También en este aspecto la guerra fue
un “acicate”: lesiones cerebrales, cirugía
estética, neurosis de guerra…Hizo falta una
Segunda Guerra para que las cosas
avanzaran.
Vuelta a Dresde, con parada en Berlín,
YA completamente inútil para la guerra.
Mientras tanto el Dr. Neuberger, que también
había estado ausente, vuelve a Dresde…
¿Dónde había estado el Dr.?...Pues ni
más ni menos que “participando en una
misión secreta en connivencia con el cuartel general alemán, es más, con el
propio Ludendorff: la misión había consistido en sacar a Lenin de Suiza en un
vehículo blindado, y, a través de Alemania, introducirlo clandestinamente en
Rusia.”
Han de saber vds. que la historia de
la muñeca “de tamaño natural”, con
los rasgos de Alma, que O.K. mandó fabricar…fue un broma con la que se despidió
del mal rollo.
Habló con fabricantes
especializados…compró vestidos y ropa interior parisina y se dispuso a esperar
su llegada. Llegó como había llegado la mascarillas de Mahler, en una caja,
envuelta en virutas de madera. Fue subida (vivía en la casa del Dr. Posse) por
dos colosos. “La silenciosa”, azul
Prusia…pasaba las tardes tumbada en el diván, como en un fumadero. Mientras
tanto corrían rumores sobre la extraña locura del pintor.
Era verdaderamente horripilante…”un saco de patatas” (así se le había presentado SIEMPRE Alma a su “suegra”). O.K. intentó resucitar a su Eurídice…pero su presencia se le hizo insoportable…y decidió devolverla al no-ser.
El camión de la basura (kaurismaki)
hizo su cometido.
Posteriores intentos de encontrarse fueron
frustados por esa visión horrenda…y por la tajante oposición de su madre que, revólver en mano se fue pa ella…
Alguna carta en aniversarios
capitales…pero TODO HABÍA ACABADO.