Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta Babeuf. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Babeuf. Mostrar todas las entradas

viernes, 10 de mayo de 2013

Propuesta para hoy, 10 de mayo. Babeuf.








                                                                             
El 21 de Floreal del año IV (¡que hermosura de fechas!)…o sea tal día como hoy, la policía al mando de Dassonville, irrumpió en la casa del tallador Tissot, sita en la absolutamente desaparecida rue de la Grand Truanderie (barrio de Les Halles-St. Eustache) y detuvo a los presentes: Babeuf y el resto del “Comité insurreccional” de lo que pretendía ser la insurrección general “de los iguales” (¡no se refiere a la revuelta de los miembros de la ONCE!)…poniendo fin al primer proyecto conscientemente comunista de la historia… (con permiso de Winstanley).

El Judas fue Grisel, reclutado por Darthé en el Café de Bains Chinois del 27-29 del Boulevard des Italiens. Los detenidos fueron conducidos a las prisiones del Temple (“Donjon”, también probada por Luis XVI…Napoleón la derruiría entre 1808 y 1911), en el antiguo barrio de los “Enfants Rouges” y a la de la Abbaye…

La mañana está turbia, como una arruga en la lisura de mayo…

Mis Ángeles Custodios que, como sabrán, son cuatro…no tendrán problemas en trasladarme a Vêndomme en cómodos relevos de 300 kilómetros cada uno (cada una). Mi desaparecido arcángel tenía encomendada la función humanitaria de depositarme, casi perdida la consciencia, en el lugar adecuado…Los Ángeles del Corno, más solícitos, se prestan a viajes de todo tipo…
con una ventaja añadida: Olvidaré a mi cuñado de Mapfre…
y una desventaja notable: ¡se acabó el divertimento ese de echar monedas en la ranura de la máquina de “potages” del área de servicio de Nîmes.

Así que, tras hacer la colación acostumbrada, les propongo el viaje…me depositarán en La Plaza de la República de Vêndomme…(¡Claro que también me podía haber buscado la vida yo solito!...¡Pasa el TGV!…y en 42 minutos te plantas desde París)                               

Antes (¡Gracias, mes de mayo!) recojo amapolas, romero en flor, tomillo florecido, espliego… fabricaré un fragante y colorido ramillete.

Me tiendo en los brazos de mi hermosísima máquina de volar de 4 ángeles custodios de potencia y…¡¡El fifti-fifti!!...Vuelvo a tenderme en los brazos de mi hermosísima máquina de volar de 4 ángeles custodios de potencia y atravesando las espesas nubes de este día de mayo…en un dulce abrir y cerrar de ojos, nos encontraremos delante de la torre del reloj de la mentada plaza…¡serán las 10 de una mañana que amenaza lluvia!...Mis “Custodios” se desvanecen en el aire, dejando en su lugar, el conocido perfume de ángel. Y los pocos transeúntes olisquearán sorprendidos (¡Gorrión!) y moverán la cola de contento.

Tomaremos asiento en los elegantes sillones de mimbre del bar “La Tour” y pediremos, con este don de lenguas que dios nos ha concedido, un pêtit créme y un calvados…y como no nos habremos acordado de las miserables medidas que se gastan por aquí…¡pediremos dos calvados más!

-- Qu’est ce exagerée!


-- Y un vaso con agua…¡para las flores!


--  Ce qui manquait!


--… ¡Y baja el toldo, que empieza a llover!

Reconfortados, empezaremos nuestras reflexiones…envueltos, cómplicemente, por ese perfume de cadera de ángel.

Nos situaremos en 1793; en el momento en el que Babeuf decide apodarse “Gracchus” (en honor al romano del siglo II promotor de la “Ley Agraria”)…Se ha instalado en París, desde Picardie, donde ha trabajado en una oficina de Registro de la Propiedad (feudal)…por lo tanto conoce de primera mano el asunto de los privilegios…ayudas… diezmos… gabetas…la situación miserable del campesinado francés. Y, (Rousseau) tiene clara la solución: acabar con la propiedad privada de la tierra y convertirla en una propiedad colectiva. Su constante tacticismo le impide proponer de forma tan directa la solución pensada. En París adquirirá la experiencia “urbana”, la cuestión obrera.

Apodarse “Gracchus” y caer Robespièrre fue todo una. Antes del 9 de Termidor, Babeuf había criticado, desde posiciones confusas (aunque siempre más apegado a los “sans-culottes”) lo que consideraba un exceso de celo por parte del “Incorruptible”. Lo pagó con la cárcel…precisamente gracias a la caída de Robespièrre (amnistía general) salió de la cárcel…¡convertido en robespierano (¿)!...La caída de Robespièrre es la victoria de la reacción.

Recorrió todas las cárceles de París y alrededores: La Revolución es una trampa, una farsa para las clases populares, si sus ampulosas declaraciones no se traducen inmediatamente en beneficios para la clase. Captó a la primera, no se dejó engañar, la naturaleza burguesa de la revolución y quiso, desde el principio, convertirla en la plataforma desde la cual los trabajadores pudieran realizar sus aspiraciones.

Dicho lo dicho… arreciará la lluvia y nos resguardaremos en el interior. Pediremos al amable garçon que traslade el ramito de flores silvestres. Y, agradecidos, le pediremos el Dry del mediodía…Él estará pensando en la guillotina…Serán las 12 del mediodía (¡hora del ángelus!) y se intensificará el aroma angélico. El camarero se parará un instante en su deambular sin sentido…husmeará la rosa de los vientos…moverá la cola de contento y seguirá su absurdo vagar por la sala vacía de este bar-brasserie de la plaza principal Vêndomme…ajeno al guiño de mis ángeles custodios.

El colapso del régimen feudal acabó con su oficio y se vio abocado a la miseria, que evitó mediante el periodismo (en su sentido más amplio y más estrecho): colaborador y editor. A todo esto…ya se había casado y tenía hijos.

Desde el verano de 1794 hasta el 24 de abril de 1796 se dedicó en cuerpo y ¿alma? a la publicación y distribución del “Journal de la liberté de la Presse” (22 números lanzados desde el 35 de la rue Saint Honoré).

El Directorio apretaba las tuercas mediante medidas represivas de todo tipo…, sobre todo imponiendo censuras infranqueables (impunemente) a los media del momento. Babeuf, en estrecho contacto con jacobinos y sans-culotte (siempre quiso mediar entre ellos), revelaba el sentido último de la censura: protección de la propiedad privada.

Nuevo encarcelamiento (Arras).Y allí, como un Gramsci antiguo, medita sobre la táctica y estrategia ligadas a su proyecto de sociedad comunista. La carta que le envía a su amigo y camarada Charles Germain (10 de Termidor del año III) es todo un manifiesto:

“El comercio (trabajo, cadena productiva) debe llevar el alimento (por igual) a todos sus agentes (…) y no lo hace. (…) Me pregunto qué son esos 99 hombres mal vestidos de cada 100 que me encuentro en nuestros campos o ciudades…”

O sea que eso del 99% frente al 1% ya viene de lejos. Siguiendo la carta, el asunto se hace más denso. Los que trabajan el lino, el cáñamo, el algodón, la seda…¡van con camisas rotas y sin zapatos adecuados!...Observen vds. cómo ha captado la esencia de la alienación: los productos, convertidos en mercancías, se nos oponen, se nos enfrentan y se convierten en un muro infranqueable que nos impide el goce del producto de nuestro trabajo…además de empobrecernos. No sólo ha captado esta faceta del trabajo alienado (asalariado), sino que también avanza la posibilidad de un trabajo gratificante, gozoso, liberado de las ataduras de la necesidad. El humano, como especie, se merece algo más que el trabajo forzado.
El 1% se apropia de los productos, se enriquece con ayuda de la fuerza, de los resortes del Estado y la colaboración de la ciencia económica que oscurece y convierte en sagrados misterios los mecanismos de la reproducción del capital.

Propone una colectivización (nacionalización) de todo el proceso de producción-distribución y consumo, al tiempo que diseña las líneas maestras de una sociedad comunista basada en la moderación, el equilibrio y la sencillez. No “a cada uno según su trabajo” ni “a cada uno según sus necesidades” sino…”a cada cual lo que la República pueda darles”.

¡Infórmense vds.!...¡Infórmense!...

 Llama a una “insurrección pacífica”…pues sabe, frente a su impaciente interlocutor, que la reacción puede fácilmente aniquilar una aventura prematura y que una derrota sería definitiva. Llama a la paciencia, a la extensión lenta de la idea y, naturalmente, a la toma del poder (condición necesaria).

El llamamiento a la “insurrección” era oportuno: los sans-culottes y los jacobinos acercaban posiciones…la crisis económica lanzaba a la miseria a millares cada día y a cientos a los cementerios…Se añoraba a Robespièrre: “Corría la sangre y había pan”. Al grito de “¡Pan y la Constitución del 93 (que nunca se aplicó)!” la gente se lanzó a la calle el 13 de Germinal y el 1 de Pradial. Babeuf estaba encarcelado pero en contacto con el movimiento…¡Nueva derrota!...de la que sacaría nuevas enseñanzas…¡Así va la cosa!

-- Garçon!... ¡Un pastis!...¡que me voy a comer!…


-- (¡!)


-- y la cuenta…¿Combian?

Nos dirigiremos al restaurante del elegantemente provinciano Hôtel de Saint George, en la vecina rue Poterie. Pequeño revuelo de cortinas…y guiño angélico. Pediremos una docena de caracoles y una botella de vino del “terroir” (nada que ver con Robespièrre) y un vaso con agua para las flores. Procuraremos no hacer demasiado ruido al sorber los caracoles…aunque, por lo demás, estamos completamente solos.

Babeuf ha alcanzado ya la necesidad de acabar con la propiedad privada, mediante una decidida lucha de clases de los “24 millones de estómagos vacíos” frente al “millón dorado”. Pero la derrota de Pradial le ha abierto los ojos a otra de las claves del proceso revolucionario: ¡La cuestión organizativa!

El 26 de vendimiario (¡hermoso y promisorio mes!) es puesto en libertad y se pone, inmediatamente, manos a la obra.
1.      Reconvierte el periódico en: “Le Tribune du Peuple”. Lo redacta él sólo (casi)…como una antigua “Antorcha”...con medios precarios. Se imprimían unos 2.000 ejemplares, aunque era más escuchado que leído…El restaurante Chrétien retumbaba bajo las proclamas revolucionarias leídas a la clientela, que pimplaba revolucionariamente. (”El amigo del Pueblo” de Marat, nunca pasó de esa cifra…y ¡fíjense si tuvo influencia!).

2.      Funda (n) el “Club del Odeón” (23 de Rue Clovis) el 16 de noviembre del 95.
3.      Y lo orienta hacia la construcción de una organización (partido) revolucionaria de clase.

La falta de dirección de la lucha hay que anotarla en el debe del movimiento revolucionario: La organización espontánea y anárquica de las masas insurgentes (sans-culotte) es insuficiente y conduce a la masacre, si la fuerza no va acompañada del Poder…La propuesta jacobina actúa sobre el vacío…una disciplina férrea, dictatorial, pero ajena al movimiento popular.
Por lo tanto: Objetivo: ¡¡Toma del poder!! No se trata de cambiar la política…si no de una revolución social…de cambiar el mundo desde la raíz.
Para ello es necesario la creación de una organización centralizada y profundamente ligada a la clase, que marque los objetivos (“la clase, sabe; pero…a veces, no ve”), establezca los ritmos y proponga formas de lucha; disciplinada, clandestina (dadas las circunstancias) y dispuesta a la insurrección cuando el momento llegue…(Blanqui…¿Lenin?)

Contra la “impaciencia” y contra el sectarismo.

En el número 40 de “Le Tribune…” YA se preguntaba Babeuf…”¿Qué hacer?” y respondía con todo lo anterior, añadiendo las líneas maestras de su Sistema de “Igualdad Social”. Las posiciones van ganando adeptos…Napoleón, jefe del ejército interior, cierra el “Club del Odeón”…La agitación va en aumento…Babeuf anda sin domicilio fijo, llevando tras de sí a toda la perrera municipal. 

En Febrero del 96, toman como rehén a su mujer (Rue Pavée, 18-24. Saint Gervais-Marais) y la retienen unos días en la prisión de la Petite Force (antiguo Hôtel de Brienne)…La insurrección se masca en el ambiente…Babeuf propone la creación de un grupo seminal de conjurados (“La conjura de los Iguales”…ni la ONCE, ni los Boyardos, ni los necios…¡Los Iguales!) que se reúne por primera vez el 30 de marzo del 96 en el 14 de la Rue de la Ville l’Évêque, casa de André Amar. Asisten: Babeuf,  Buonarotti, Maréchal, Darthé, Antonelle, Lepeletier, Debon, Pillé y el propio Amar…¡Se constituyen en Directorio Secreto de Salud Pública!...Los sans-culotte y los jacobinos, unidos, vuelven a la carga…El Directorio se siente amenazado y da otra vuelta de tuerca: Ley marcial y más restricciones de la libertad de expresión.

La víspera del día anunciado para la insurrección, el 21 de Floreal del año IV (¡que hermosura de fechas!)…o sea tal día como hoy, la policía al mando de Dassonville, irrumpió en la casa del tallador Tissot, sita en la absolutamente desaparecida rue de la Grand Truanderie (barrio de Les Halles-St. Eustache) y detuvo a los presentes: Babeuf y el resto del “Comité insurreccional” de lo que pretendía ser la insurrección general “de los iguales” 

El Judas fue Grisel, reclutado por Darthé en el Café de Bains Chinois del 27-29 del Boulevard des Italiens. Los detenidos fueron conducidos a las prisiones del Temple (“Donjon”, también probada por Luis XVI…Napoleón la derruiría entre 1808 y 1911), en el antiguo barrio de los “Enfants Rouges” y a la de la Abbaye…en el actual Boulevard de Saint-Germain.

Por circunstancias que no vienen al caso, los acusados son llevados ante la Corte Suprema, convocada en Vêndomme ( ¡Este es el motivo por el que nos estamos comiendo esta docena de caracoles en este elegantemente provinciano (¡o al revés!) hotel). 

Llegaron en Agosto del 96, entre manifestaciones de apoyo y de odio. Los debates se prolongaron desde el 20 de febrero al 27 de Mayo del 97…Mientras tanto los detenidos (una cuarentena) esperaron en las celdas de la Abadía.

Justo enfrente de la Abadía hay un pequeño y antiguo bar-brasserie adonde dirigiremos nuestros inseguros pasos (¡gracias, guapas…pero podemos andar sólos; son mis ángeles…) tras pagar la factura, a tomarnos nuestra ración de fifti-fifti y aguardientes.

Olvidaremos las flores…El amable camarero recorrerá media calle con el ramillete en la mano…
La tarde se pone oscura. Nubarrones…¡tendremos turbulencias que mis custodios sortearán (¿a quién le tocarán?)... ya no cogeré más  por el cuello a la señora de delante ni inyectaré terror entre los pasajeros…da pena abandonar costumbres tan arraigadas…

--¡Buen hombre!...¡Póngame vd. Un carajillo con remolque! 


--(¿?)
 

--café y 16 cl. de vieux marc!...¡ Y un vaso con agua!…para las florecitas...

--(¡!)


--¡Merci!

Dirimido lo que tenía que dirimirse…el 7 de Pradial (27 de mayo de 1897), les fue comunicada la sentencia: Darthé y Babeuf…¡Guillotina!

“ (…) Lo más cruel, lo que más me destroza, es separarme de vuestros brazos ¡oh, queridos amigos! (esposa e hijos), ¡lo que yo más quiero!...Me separo, la violencia ya está hecha…Adiós, adiós, adiós, diez millones de veces adiós…

(…) Decidles (…a mi madre y hermanas…) cómo he muerto (…) que una muerte de este tipo es gloriosa en lugar de significar un deshonor.

Una vez más adiós, mis queridos, mis tiernos amigos…Adiós para siempre más; me envuelvo en el seno del sueño virtuoso.”

Inmediatamente se quitaron la vida clavándose sendos puñales en sus respectivos corazones. 

Y para que vean vds. hasta dónde llega el odio de clase…condujeron el cadáver de Babeuf al cadalso y sobre su ya inconsciente cabeza se despeñó la cuchilla. La cabeza recuperaría por un instante el sentir (la capacidad lógica) para reprochar la  ofensiva redundancia. Y en plena canícula.

La guillotina no sólo igualaba las clases en la hora fatal (letal), sino que también igualaba a vivos y muertos…como una categoría metafísica…

Nos levantaremos, pagaremos la factura, daremos walserianamente la mano al mesonero; cogeremos las flores silvestres (que tanto han sufrido) y nos dirigiremos hacia el patio de la Abadía…Allí, cual melancólico Buster Keaton  (valga, esta vez, la redundancia)… (¡cuánto echaremos de menos la budionovka…!) arrojaremos al viento las flores, cuyo aroma se confundirá con el angélico perfume.

El perfume se condensa…el aire toma forma de ángeles y siento como me elevo por sobre las espesas nubes… ¡Que no me dejarán ver el paisaje!

























RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...