Vean vds. para empezar el vídeo que adjunto.
http://youtu.be/dIfl1TuSl5A
Tal día como hoy, del año 1918, Fanny Kaplan, social-revolucionaria, fue
ejecutada en el patio de la Lubianka. Había disparado por tres veces (¿con un Browlin? ¿con un Nagan?) sobre Lenin, que salía de mitinear a los obreros de una
fábrica de armas de los suburbios del sur de Moscú. Era una costumbre
bolchevique: los viernes mitin obrero. Las circunstancias eran crueles y
sumamente peligrosas para el porvenir de la revolución.
Los Social-Revolucionarios (eseristas) habían roto definitivamente con
los bolcheviques. Todo empezó con la disolución de la Asamblea Constituyente (“La Guardia está cansada”) y se
precipitó con la firma del tratado de Brest-Litvosk. El punto álgido (que podía haber sido
decisivo) del desencuentro tuvo lugar durante el 5º Congreso de los soviets
(julio del 18) y el posterior asesinato del embajador alemán, conde Mirbach.
Los eseristas querían forzar la reanudación de la guerra revolucionaria que
precipitara las revoluciones en centro-europa. La verdad es que los
social-revolucionarios pudieron tomar el poder (si lo hubieran pretendido
seriamente)…pero su confianza ingenua en un levantamiento popular contra los
bolcheviques, los redujo a la ineficacia.
Finalmente los eseristas cayeron en su propia trampa…Y empezó la
represión implacable:
“Vamos a un conflicto inevitable con
las masas campesinas. Este partido campesino tine porvenir.
Por lo tanto hay que decapitarlo”…frente a esta opinión mayoritaria se
levantaron voces que recordaban el heroísmo de los social-revolucionarios y su
papel en la derrota del zarismo…así como su aportación (eseristas de izquierda)
al triunfo de la Revolución.
A estos conflictos internos, se unían los ataques de los aliados,
dispuestos a acabar con los bolcheviques: la Guerra Civil Revolucionaria era
una necesidad.
Fanny Kaplán (Fanya Iefimovna Roitman…Dora Roitman), la nueva Corday, era
natural de la conflictiva región de Volinia. Pronto se marchó a trabajar a
Odessa, donde tras pasar por los movimientos anarquistas, recaló en las filas
de los social-revolucionarios.
Dura, resuelta…no dudó en llevar a cabo un atentado (fallido) con bomba
contra el gobernador de Kiev (1906). Fue condenada a muerte…Tenía 16 años. La
pena le fue conmutada por la deportación de por vida al campo de trabajo
Katorga en Akatuy (Siberia), a cientos de kilómetros de ninguna parte. La
cabeza, sin tema, optó por concentrarse en sí misma y producir migrañas…La vista,
sin paisaje en el que posarse, desapareció. La futura visionaria estuvo ciega 4
años (1909-1913). Gracias a un médico de la prisión de Akatuy, adonde fue
conducida, recuperó parte de visión…La suficiente para acertar en el cuerpo de
Lenin…pero insuficiente para encontrarle los lugares vitales.
La Revolución de Febrero, como regalo de cumpleaños, le trajo la
libertad. El campo y la prisión de Akatuy fueron clausurados y ella se instala
en Moscú.
Las pocas esperanzas que había depositado en los bolcheviques se
desvanecen con la clausura de la Asamblea. Se traslada a Simferopol, en donde
se había formado un gobierno de izquierdas sin los bolcheviques. Kaplán encuentra trabajo en la administración
local. La toma de la ciudad por los bolcheviques la deja sin trabajo…Sólo le
queda la senda del terrorismo. Con esa idea vuelve a Moscú. Decidida a tomarse
venganza: por ella y por la revolución traicionada (así lo piensa).
La mañana del viernes 30 de agosto, de 1918, el jefe bolchevique de la
checa de Petrogrado, Uritsky, había sido muerto a manos de un
social-revolucionario. La familia le rogó a Lenin que aplazara la visita a la
fábrica de armamento. Lenin no se dejó amedrentar y acudió. Tras la reunión, al
abandonar la fábrica, una mujer pálida, rígida…vestida de negro, de edad
indefinida y con la mirada fija en su objetivo, se destacó de entre la
multitud, lo citó con brio y le disparó tres veces:
·
La
primera bala le traspasó el abrigo e hirió a una pobre mujer que vitoreaba al
líder. El abrigo quedó como el de la estatua de la estación de Finlandia tras
los últimos atentados…¡Toda una premonición!...
·
La
segunda se alojó en el hombro. En el cuello, según otros.
·
La
tercera, le perforó el pulmón izquierdo.
Los guardaespaldas la detuvieron y la ejecutaron, como se supo años más
tarde…pero que se suponía desde el principio, el 3 de septiembre en el patio de
la Lubianka. Tenía 28 años.
Posteriormente, en el proceso contra los eseristas del año 22, se puso de
manifiesto la amplitud del plan y las conexiones con la Kaplan (que ella
siempre negó).
Su confesión
fue escueta: “Mi nombre es Fanya Kaplán. Hoy disparé a Lenin. Lo hice con
mis propios medios. No diré quién me proporcionó la pistola. No daré ningún
detalle. Tomé la decisión de matar a Lenin hace ya mucho tiempo. Le considero
un traidor a la Revolución. Estuve exiliada en Akatuy por participar en el
intento de asesinato de un funcionario zarista en Kiev. Permanecí once años en
régimen de trabajos forzados. Tras la Revolución fui liberada. Aprobé la
Asamblea Constituyente y sigo apoyándola”
Lenin estuvo al borde de la muerte. Su cuello sangraba como toro
degollado. Fue atendido en el Kremlin por médicos bolcheviques. Su recuperación
fue “milagrosa”…de tal manera que el
25 de ese mismo mes pudo trasladarse, junto con Krupskaya a una dacha en Gorky.
Dos consecuencias inmediatas del atentado:
1.-Este “milagro”
fue el fundamento sobre el que se fue edificando el edificio funesto del “culto a la personalidad”. Por primera vez la gente pudo ver el rostro de
Lenin (hasta entonces sólo era reconocido por unos pocos…de tal manera que
podía pasear sin miedo a ser importunado.)
Carteles con su efigie fueron pegados por todas las calles y un
documental sobre su persona fue proyectado por todo Moscú para probar que el
líder seguía vivo y en perfectas condiciones…Abundaron
las hagiografías y las manifestaciones de apoyo.
”Lenin no puede morir: es la
sublevación de los oprimidos. En la medida en que viva el proletariado, Lenin
vive”
2.-El “Terror Rojo”,
in nuce, se desplegó y fue agigantándose día tras día. La Cheka, ese error
imbécil y criminal, fue ganando autonomía hasta constituirse en un “estado dentro del estado”…y en reducto
de psicópatas.
Ya antes, la cheka, había mostrado su escaso sentido del humor: la
primavera del 18, un chekista disparó contra Bom (del dúo de payasos satíricos
“Bim Bom”), la bala le pasó rozando y mató a un pobre músico de la charanga del
circo en el que se actuaba. El chekista se levantó y se fue tranquilamente.
Así, de raíz, se acabó la crítica “antibolchevique” del bolchevique Bim.
Léanlo vds. en la novelita de Chaves Nogales: “El maestro Juan Martínez que estaba allí”
Krupskaya lloró al enterarse de la suerte de Kaplan: “La primera revolucionaria, asesinada
por un gobierno revolucionario”.
Siempre hay un primero. En agosto del 21, Gumilev, primer marido de
Ajmátova, abriría la cuenta de los poetas.