Me despierto más temprano de los normal (¿). Hoy
despierto yo al perro. Da gusto verlo dormir...
¡Tan ajeno a lo que se avecina!...Tus lonchas de fiambre y la medicina que te mantiene en pie. Yo, el desayuno acostumbrado y fifti-fifti. Paseo matutino: Gorra, chubasquero y bufanda…¡vuelve el frío!... Me ha parecido ver a un transeúnte con budinovka (¡!) Así empiezan las tendencias: In-Of. Estamos In. ¿Y esperen vds. que llegue la gorra del perro!
Un poeta decía que le habían robado el mes de Abril. ¡Ojalá hubiera sido marzo! Todo el invierno agolpándose para entrar a borbotones (de sangre) por la primera rendija de la primera primavera....
¡Tan ajeno a lo que se avecina!...Tus lonchas de fiambre y la medicina que te mantiene en pie. Yo, el desayuno acostumbrado y fifti-fifti. Paseo matutino: Gorra, chubasquero y bufanda…¡vuelve el frío!... Me ha parecido ver a un transeúnte con budinovka (¡!) Así empiezan las tendencias: In-Of. Estamos In. ¿Y esperen vds. que llegue la gorra del perro!
Un poeta decía que le habían robado el mes de Abril. ¡Ojalá hubiera sido marzo! Todo el invierno agolpándose para entrar a borbotones (de sangre) por la primera rendija de la primera primavera....
¡Informense vds.! ¡infórmense!
Marzo no ha sido un buen mes para NOSOTROS ¡que siempre hemos sido comunistas!
Es inveterada costumbre teatral presentar un
sainete, un entremés, una sátira...en fin: un divertimento, entre dos tragedias
o entre dos actos..etc...etc. Hoy vamos a asistir a uno de esos entremeses que
te sirve la historia. Visto aisladamente pudiera parecer una cosa, pero situado
dentro de la secuencia que le corresponde, se revela otra.
Habrán oído vds. sobre el famoso “golpe de estado de Kapp” (Berlín 1921) y
cómo fue desactivado por una huelga
general absoluta, sin contemplaciones, de la población. La secuencia (sin
remontarnos) duró desde el 12 de marzo por la noche hasta el 17 del mismo mes,
del año 1920. Así que el plan está claro: ¡iremos a Berlín!
Para pasar la mañana relajado sonará en el Esputofaif:
Pink Floyd: “La
cara oscura de la luna” (editado tal día como hoy del año 73). Una y otra
vez.
Lo de Pink Floyd no lo soportaré a palo seco. Todo
el mundo sabe que tener un buen vecino es tener un tesoro...Me pasa dos
cogollos (a cambio le dejo el perro)...las Moritzs las pongo yo. Y ¡a volar!
¡Ahí te quedas “Gorrión”!
Se trata de un viaje de varios días: ropa
interior, chubasquero, gorra, bufanda, I-pod (me saltaré el ritual y lo cargaré
con música de Kurt Weil, lo que encuentre de Kurt Eisner, y, esto no puedo
saltármelo, Charlie Parker).
Lo meto todo en una bolsa del Condis y, como los
nervios, pese a los cogollos, no me dejan, me voy a Barcelona: Tarjeta Dorada y
lado de playa. Arc de Triunf...Estación de Francia. Antes...para saborear el
momento, entro en cualquier bar de la calle Comerç y pido una Moritz. Mi idea
es coger el Talgo para Zurich y apearme en Friburgo. Y allí tomar un tren hasta
Berlín, siguiendo, más o menos, el trayecto que siguió el ejército alemán al
ser repatriado desde Alsacia.
--¿Un
billete para Friburgo, para hoy, fumadores y ventanilla del lado derecho! ¡Con
tarjeta Dorada!
--Pero...¡Hombre
de dios! ¿de dónde sale vd.?
--¿¡No lo
dirá por la gorra!?
--¡También!...
Hace meses que se suspendió el trayecto. Y años que no se fuma.
--¿?...
¿No se fuma? ¿Dónde? ¿Quién?...
-- Los
trenes son espacios libres de humo.
--¿y los
lavabos?
--¡También
son tren! Debería tomar un tren hasta Perpiñán y allí enlazar con el TGV
francés y en algún punto hará trasbordo para Friburgo.
--
¿? ¡ Gracias. Adiós!.
Es el momento de la gran decisión: Tarjeta Dorada.
Lado mar y vuelta a casa. Cojo el coche y ¡carretera y manta! Antes un Dry,
estilo Buñuel...y echar unas Moritzs en la bolsa del Condis...¡Paso a la
Caballería Roja!
Antes de llegar a la salida de Banyoles
empezaremos a pensar si no ha sido todo un poco precipitado. Los ojos empezarán
a cruzarse...las líneas blancas de la carretera también. Abriremos la
ventanilla y pondremos, al azar, una casete: Curro Malena.
Serán sobre las 6 de la tarde...Nos pondremos como meta el área de servicio de Nîmes. Allí comeremos-cenaremos (¡!) y nos tomaremos una botella de vino (¡no venden cerveza!)...En la autopista no hay controles.
Echaremos unas monedas y sacaremos un “potaje” caliente. Echaremos más monedas
y querremos sacar un café sólo, pero nos saldrá un cortado. Echaremos más
monedas y tomaremos un café. La próxima estación: Besançon. Serán sobre las 2
de la madrugada.
Echaremos más monedas y tomaremos un potaje y otro
café.
Camiones...camiones...luces...¡Curro Malena! Las
ventanas de par en par y dentro un huracán siberiano. Nos calaremos la gorra y
cambiaremos, al azar, la casete: María
Jiménez cantando a Sabina. Sacaremos la cabeza por la ventana y las gafas
estarán a punto de irse a tomar viento. ¡Una Moritz1 ¿por la cabeza?.
En Mulhouse no aguantaremos más. Pararemos el
coche, echaremos el asiento para atrás, nos pondremos la ropa interior por
sobre de los ojos e intentaremos echar una cabezadita.
¡Inútil!...camiones...luces...el volante se nos clavará en las costillas..el
frío...las piernas...Cuando decidamos que ya está bien de hacer el ridículo,
porque media área de servicio estará rodeando el coche tomando nota de la marca
de los calzoncillos...echaremos más monedas y nos tomaremos un potaje y
echaremos más monedas y nos tomaremos un café sólo.
Serán
las 9 de la mañana del día 12 de marzo
Los servicios hechos un asco...pero aprovecharemos
para hacer relaciones:
--Pardon!
Es que vu parlé fransé?
--Moi, Oui...Et vous?
--Un
pe... es que vu savé combian de kilométr ...pour Nuremberg?
--j’en
sai pas!
--Mersi.
Con la información precisa nos establecemos esa
localidad como próxima estación. Iríamos reflexionando y haciendo
circunloquios...soliloquios... sobre los sitios por lo que pasamos pero...¡es
imposible!...No se puede pensar en tal estado. Sólo pensaremos en llegar y en
tomarnos una jarra de cerveza en la Friedrichstrasse.
De momento ¡una Moritz!
¿No les ha pasado a vds. que tras conducir varias
horas no han tenido conciencia de lo que estaban haciendo...que han sido como
transportados por un arcángel (san Gabriel) y que de repente se encuentran en
el punto de destino? ¿No han sentido nunca esa ausencia del tiempo...como si se
hubiera ido y cuando vuelve ya estamos donde teníamos que estar?...Bueno pues a
las 9 de la noche del día 12 de marzo entraremos en Berlín por Postdam... hacia
la puerta de Branderburgo ¡sin saber qué nos ha pasado desde Mulhausse!...
Justo a tiempo de “presenciar” el espectáculo.
Entraremos triunfales, pensaremos en las
dificultades de aparcamiento, y nos dirigiremos hacia Schöneberg por la
Ebertstrasse (¡!) y la Postdammer...Por la zona de Julius Leber Brücke,
aparcaremos y buscaremos algo para dormir.
FINALMENTE: Apartamentos Apolo (junto a la
estación S de Julius Leber) y como la suerte nos vendrá de cara, encontraremos
aparcamiento para los tres días.
Metro hasta Unter der Linden / Puertas de
Branderburgo. Andaremos un poco hasta
Friedrichstrasse y allí tomaremos la tan ansiada cerveza. (la frambuesa
está “of”)
¿Saben vds. lo que eran Los “Freikorps”?
Cuando el desplome y retirada (¡a
toda leche!...según lo estipulado) del ejército alemán...(No todo fue tan
ordenado como puede presuponerse...), los soldados se desparramaron por todo el
país...lisiados...cansados...humillados...sin saber ni poder hacer nada. Sin residencia...con familias mermadas.
país...lisiados...cansados...humillados...sin saber ni poder hacer nada. Sin residencia...con familias mermadas.
Al mismo tiempo había estallado
la revolución que, desde los puertos del norte se “extendió en ferrocarril” por
toda Alemania.
El gobierno no tenía fuerzas
suficientes para hacer frente a los movimientos revolucionarios (“Espartaquistas” sobre todo) y los
soldados, en general, no querían disparar ni un solo tiro más...¡Y menos contra
los propios alemanes! ¿Qué hacer? Cualquiera que tuviera posibles y “prestigio” podía formar su ejército
privado. Los seleccionados tendrían “trabajo”
y el salario correspondiente.
Es inútil insistir en la calidad
de aquellos que se enrolaron en estas bandas y se desinteresaron de la marcha
de la revolución. Estas bandas estaban autorizadas para utilizar vestimenta
militar y usar armas de diferentes calibres. Les unía la furia del perdedor y
el odio contra los que, al entender de sus jefes, habían sido los culpables de
la derrota.
El gobierno socialdemócrata y el
ejército imperial se pusieron de acuerdo en la creación y mantenimiento de estas
bandas...¡mientras durara el peligro de la Revolución!
En Noviembre, volveremos a Berlín de forma más
planificada.
Si han leído vds. “Una princesa en Berlín” recordarán a Kaspar, antiguo cadete y
miembro de una de las brigadas de “Freikorps”
(el personaje está dibujado según las memorias de Erns von Salomón)...Ahí está
retratada la atmósfera que se respiraba
en estos grupos. Asesinos confesos que campaban a sus anchas amparados por el
aparato judicial y por un variado surtido de armas. Nazis...avant la lettre.
Serán las 11 de la noche y pediremos otra cerveza.
Estas brigadas francas, entre las cuales se
destacaba por su “eficacia” la
Brigada Ehrhardt, “que tantos servicios
habían prestado a la nueva república” tenían los días contados: Los aliados
exigían la drástica reducción del ejército. ¡Peligraba su puesto de trabajo y
el sentido de sus vidas: la muerte (de los demás)!
¡Esto no podía consentirse!...Después de haber
limpiado Munich, Silesia, Berlín…
Después de haber salvado a la república!...no podían
dejarlos en la estacada.
Tal día como hoy, del año 1920, la Brigada de
Ehrhardt, con el acuerdo (la pasividad, seguro) inicial de todo el ejército,
con el desmentido apoyo inglés y con el presentimiento general, se concentró en
su cuartel general de Döberitz, a pocos kilómetros de Berlín, con el fin de
organizar una marcha sobre la ciudad y hacerse con el poder.
Decidieron que el futuro gobierno estuviera en
manos de Kapp: “El golpe de Kapp”
(jefe del Partido patriótico Alemán. En el 22 se entregó a la “justicia” para hacer frente a la
acusación de alta traicion: murió un poco antes de la celebración del “juicio”) Los arengó, para cargarlos bien
de veneno, el mismísimo von Lüttwitz, el más alto general de la Reichwehr.
Así pues, mientras nos acabaremos la
cerveza...estarán encendiendo las antorchas...formando las filas...afinando la
garganta y ...¡afilando los cuchillos!. Bromas burdas sobre cortar cojones a
los comunistas...gritos contra los de la cuchillada por la espalda...¡¡Bromas!!...”Hakenkreuz am stallhem”...se pintaban
unas extrañas cruces (que nadie sabía, bien bien, qué querían significar) sobre
los cascos de acero y huesos cruzados de significado más explícito.
Empezarían a marchar más o menos a la hora en que
abandonaremos el bar y bajaremos por la Friedrich hasta encontrar un
Imbiss...Comeremos una sabrosa salchicha con mostaza y seguiremos nuestra
marcha hacia los apartamentos Apolo.
Soñaremos con monedas y ranuras (¡!). Por la ventana el resplandor de las antorchas
Nos levantaremos a las 6 de la mañana del 13 de marzo.
Hará un
frío que nos helará los huesos. Nada podrá nuestra impedimenta. Consigo pan con
aceite y unas lonchas de jamón de York.
¡La cortisona!.
Tomaremos el ferrocarril y bajaremos en Unter der Linden. Nos sentaremos en la
terraza del Adlon (si no lleváramos
dinero no habríamos salido de casa) y las veremos venir. Pediremos que nos
enchufen dos o tres calefactores de butano y que nos sirvan un vaso de ese
aguardiente del ciervo ¿Mike Jäger? ¿Master Jäger? El camarero, entendido, no
tendrá problemas.
Ya se oye el retumbar de los pasos...las trompetas
...los cánticos...las risotadas. ¡Llegan los novios de la muerte! En filas de
seis...uniformes militares…estandartes…música…
cánticos...fusiles...metralletas...armas pesadas...carros de combate...¡Puerta de Branderburgo...Pariser Platz... Y una mirada enrojecida por el alcohol, el humo y el odio. ¡Gloria a los asesinos! ¡Gloria a los salvadores de la República!. Ebert y los suyos habían huido a Dresde y de ahí a Stutgart...la Federación de Sindicatos Obreros convocaron una huelga general y formaron un Comité central de dirección de la misma....¡Y la ciudad se paralizó por completo!
cánticos...fusiles...metralletas...armas pesadas...carros de combate...¡Puerta de Branderburgo...Pariser Platz... Y una mirada enrojecida por el alcohol, el humo y el odio. ¡Gloria a los asesinos! ¡Gloria a los salvadores de la República!. Ebert y los suyos habían huido a Dresde y de ahí a Stutgart...la Federación de Sindicatos Obreros convocaron una huelga general y formaron un Comité central de dirección de la misma....¡Y la ciudad se paralizó por completo!
Sábado. Hacía buen tiempo.
El mismo general Ludendorff le dio la
bienvenida...y volvió a inyectarles más veneno. Y Rathenau (AEG) el humanista,
el admirado ministro de exteriores asesinado poco después...¡había puesto una
pasta!, interesado como estaba en la liquidación del movimiento revolucionario.
Sin embargo, nadie los inquietó. Hubo
algunos tímidos disparos... ¡poca cosa!..
El ejército (von Seeck) se negó a
intervenir. “El ejército no “puede”
intervenir contra el ejército”.
Ocuparon “ la milla de oro”...y se encontraron con que ni siquiera había ni un alma a la que disparar...¡hasta los bancos cerraron! Kapp, en un rapto de hidalguía se negó a descerrajar el banco nacional: “Yo no soy un ladrón de bancos!”...(¡pero sí un asesino!).
Ocuparon “ la milla de oro”...y se encontraron con que ni siquiera había ni un alma a la que disparar...¡hasta los bancos cerraron! Kapp, en un rapto de hidalguía se negó a descerrajar el banco nacional: “Yo no soy un ladrón de bancos!”...(¡pero sí un asesino!).
Los veremos formar corros
desconcertados...mirar a todas partes...crisparse y proferir gritos e insultos.
Cantar sus deliciosos cantos.
La ciudad vacía y paralizada: ni
agua, ni electricidad, ni bares. Tuvieron que abrirlos a culatazos y llamar a
las chicas de la Friedich a la hora del vermut.
Serían las diez de la mañana del
día 13 de marzo de 1920...¡Había empezado el golpe de kapp!...Y no pasaba
¡nada!...no se oían los acostumbrados y espaciados tiroteos, ninguna de las
cotidianas manifestaciones...ni alborotos, ni discusiones
callejeras..¡Nada!...ni luz, ni agua, ni telegramas, ni copas en las terrazas
de estos primeros días de primavera. ¡Nada!...Algunas fuentes antiguas que no
estaban conectadas a la red principal fueron invadidas por mujeres y niños que
con cuidado llevaban agua a las casas...Ni periódicos, ni pan, ni carteros, ni
tranvías, ni cines, en fin...¡Nada!
Al día siguiente, domingo, todo
siguió igual. El lunes no abrieron las escuelas...no aparecían proclamas ni
antiproclamas.
Placidez.
Los asesinos de la Brigada
mataban el tiempo (¿qué otra cosa?). Nidos de ametralladoras, carros ligeros,
fusiles con bayoneta calada...¡Nadie les
atacaba!...Los niños subían o bajaban a la Unter der Linden a ver cómo se
jugaba a ese juego de “espartaquistas y policias” que no
acababan de dominar.
quería liquidar la huelga mediante fusilamientos masivos...¡no había nadie a quien asesinar!...Una ciudad fantasma.
Serán las 11 y habremos acabado
nuestro aguardiente. Pediremos otro al entendido camarero.
El alcohol adquirido a culatazos,
les pondría sentimentales:
“Para qué debemos llorar si el golpe fracasa?
¡En breve habrá otro!
¡Ahora decid adiós, hombre, pero recordad,
que muy pronto repetiremos”
Letras inspiradas que eran
cantadas siguiendo la melodía de:
“Warum denn weinen,
wenn man auseinandergeht…”
De la boca de los borrachos y los
niños brota la verdad...¡¡Volvieron!!
Mientras tanto, ahí estaban,
jugando a cartas...bebiendo a morro de botellas robadas...destrozando la
terraza del Josty, en la Postdammer
Platz...bailando en ese monumento al mal gusto internacional que era el Väterland...¡Matando el tiempo!
Nos aburriremos hasta nosotros de
ver a los aburridos soldados. El nuevo canciller Kapp no se vio secundado por
nadie. ¿Por qué no triunfó el
golpe?...mientras dirimimos esta peliaguda cuestión le pedimos al entendido
camarero que nos sirva un Dry ¡estilo Buñuel !:
-- ain tropfen dry weiss vermut und vull ginebra.
No habremos acabado de dirimir la
difícil cuestión y nos dirigiremos hacia la Kurfürstendamm...por Tiergarden...Zoo.
Allí intentaremos localizar el café des
Westens en la esquina con Joachimstaler...ni rastro. Lo intentaremos con el
“Romanisches café”, frente a la mole
desmochada de la Iglesia memorial del Kaiser...¡ni rastro!.
Entraremos a cualquier garito y
pediremos un aguardiente de patata con un trocito de azúcar empapado en
ron...pero no nos lo servirán. Pediremos un aguardiente de cereales con un
chorrito de jarabe de frambuesa y nos lo servirán con cierta reserva y
FINALMENTE un “Guillermine grün”
(aguardiente de patata con licor de menta) y seremos amablemente invitados:
habremos tocado la fibra del veterano tabernero...¡Cuántos años hacía que nadie
hacía esos pedidos tan patrióticos!..Nos beberemos (el tabernero y nosotros)
una botella de aguardiente de patata recordando las batallitas que le contaban
su abuelo y, tras la muerte de éste, su padre...Se prueba la budionovka y se
ríe llorando. Y llora riéndose. Nos pimplaremos otra media de ¿Mike Jager?
¿Master Jäger?...el del ciervo...
--Aufidersen, froin.
--Nada de adiós...Ahora nos vamos a comer juntos, querido amigo
(traduzco directamente).. Y puesto que lo presiento nostálgico nos comeremos
una sopa de guisantes en el nuevo Aschinger.
Habremos pinchado en hueso.
Cortaremos esta situación por lo sano:
--¡Lo siento pero me encuentro mal!...(haciendo girar el
indice derecho a la altura de la sien
derecha y entornando un poco los ojos). Le arrancaremos la buidonovka de la
cabeza y saldremos corriendo Kufür’damm abajo ( ¿o arriba?).
Trescientos metros más allá
(hacia Zoo), sin resuello, pararemos. Tomaremos el ferrocarril S y bajaremos lo
más cerca de la parte baja de la Friedrich. Salchicha con mostaza y patatas
fritas y unos gintonics en algún tugurio de los alrededores.
Afrontaremos de frente la
cuestión en la que estábamos embarcados.
¿Qué por qué depusieron su
actitud Kapp y Lüttwitz?. El golpe no era necesario. Fue como una encerrona
para desmovilizarlos como cuepos “oficiales”.
Quisieron darles la oportunidad de licenciarlos con honor y ¡casi lo consiguen!
Bastó que la Policía de Seguridad
Prusiana y la gente de Bendlerstrasse,
viendo que, naturalmente, no podían ganar, le pidieran educadamente que lo
dejaran..¡y lo dejaron!.
Ehrhardt marchó tranquilamente al
aeropuerto y tomó un avión para Suecia. El otro ni eso. En realidad el golpe
estaba triunfando desde el momento en que se inició la revolución. Ebert,
Noske, Scheidemann y cía…lo estaban haciendo a las mil maravillas.
El mando militar volvió a von
Seeckt y todo siguió igual.
Los “soldados” se quedaron
solos...sin...órdenes...sin saber qué hacer y ¡Mataron otra vez el tiempo!
El Alto Mando Militar permitió
que la brigada se retirara en formación, desfilando por la Unter der
Linder...Puertas de Branderburgo....hacia su cuartel general.
Pero surgió algo inesperado (¡y
deseado!).
La gente salió (¡ahora sí!) a
verlos en retirada. Una multitud llenaba las calles del “cuadrado de oro”. La
Brigada de borrachos, insomnes y asesinos “interrumptus”
se retiraba triunfal. Un chiquillo de pantalón corto hizo un comentario, o
silbó, o algo...que no les gustó. Lo cogieron, lo arrojaron a suelo, le
golpearon con las culatas de los fusiles...le abrieron la cabeza y siguieron
golpeándole...la multitud se enalteció..”¡Strasse
frei!” ¡Despejen la calle!..y uno de
los carros blindados, con la calavera y las tibias, “empezó a retroceder y la ametralladora giró” (A. S.) una ráfaga fue suficiente para hace
estragos en la multitud.
Volvieron a formar y desaparecieron Puerta de Branderburgo abajo (¿o arriba?).
La huelga aprovechó el triunfo
para avanzar en sus conquistas...la llama prendió en la región del Ruhr y en
muchas ciudades alemanas. Pero llegó Ebert y puso orden. Lo que no hicieron los
freikorps, lo hizo la Policía:
Fusilamientos sin cuento. Ahí te veo, ahí te mato.
Con el segundo gintonic daremos
remate a la historia. Serán más de las seis de la tarde del día 13 de marzo.
¿Qué creen vds. que les pasó a
esa panda de asesinos?...¡Nada!. Pero...¿qué digo nada?...aún les permitieron
hacer un último servicio a la República: limpiar el Ruhr.
Años después, un antiguo miembro
de los Freikorps que había participado en la limpieza de Munich y en la de
Berlín, declaraba “pensativo y melancólico”
(S.H.):
“No como
en Munich, en 1919: aquellos eran granujas, judíos y haraganes, por ellos no
sentí ni pizca de lástima. Pero en 1920, en el Ruhr, aquellos sí que eran la
flor de la juventud obrera. La verdad es que lo sentí mucho por algunos. Pero
eran tan cabezotas que no nos dejaron otra opción, tuvimos que matarlos y
punto. Cuando les queríamos dar una oportunidad y en el interrogatorio (¡!) les
preguntábamos: “Entonces, a vosotros simplemente os han engañado, ¿no es
cierto?”, ellos gritaban: “¡No!” y “Abajo los asesinos de los obreros y los
traidores al pueblo!”. En fin, entonces ya no había nada que hacer y no
teníamos más remedio que asesinarlos, siempre por docenas. Por la noche nuestro
coronel dijo que jamás se había sentido tan afligido. Sí, los que cayeron allí,
en el Ruhr en 1920, aquellos sí que eran la flor de la juventud obrera”.
En Mayo, siguiendo instrucciones
de los aliados, los freikorps fueron
licenciados: algunos pudieron entrar en el ejército regular. Los más se
organizaron en bandas y asociaciones ultraderechistas a la espera de un Mesías.
¿Se puede vivir con estos
recuerdos? Con la Buidonovka nos secaremos los ojos.
¡¡Berlín!! Línea directa con la
desgracia. Todo gravitaba sobre ti. ¡Qué diferente hubiera sido todo!...¡En
fin!
Me envuelvo en la bufanda de
siete leguas, me calzo la gorra, me pongo el chubasquero (mucho frío) y me
encamino hacia los apartamentos Apolo..(¡Vaya elección!)...de camino un expreso
y 4 cl. de Metaxa: fifti-fifti. No querremos más butifarras...............
¡A dormir! Soñaremos con la vuelta (¡!)...con ranuras y
con monedas .
Mañana del 14. ¡7 de la mañana!...
Rotos todos los protocolos ¡menos
la budionovka!. Querremos rendir un homenaje a los muertos de marzo del 20 y
nos propondremos llegar a Weimar (donde cuatro meses antes, también protegidos
por una cuadrilla de canallas, se había redactado la Constitución). Bajaremos
por la Leberstrasse. Tomaremos algo sólido en una especie de bar ruso que
encontraremos mediada la calle.
Vodka doble. Seguiremos
hacia la estación de ferrocarril: Berlin
Südkreuz. Los trenes a Weimar son muy frecuentes. Tomaremos el primero que
podamos y en, aproximadamente, tres horas habremos llegado. Mientras llegamos
dormiremos despacito, lo que nos falta por dormir.
Nos dirigiremos al cementerio
principal y allí estaremos en presencia del monumento a los nueve (y a todos)
muertos de marzo, matados a tiros en la puerta del ayuntamiento de la ciudad.
El monumento fue proyectado por Gropius (Bauhauss) como “un relámpago que surge desde
el fondo de la tumba como manifestación del espíritu vivo”.
El “rayo” que unía lo que era la
tumba con el monumento, significaba la continuidad de la lucha y la energía
necesaria.
Monumentos a los “muertos de marzo”, se construyeron por
toda Alemania...¡Muertos por doquier!
Lo que veremos será la
reconstrucción (1946) del dinamitado en el 33 y en 36 (“arte degenerado”).
Serán sobre las 12 y media. Volveremos a la estación. Oiremos que se anuncian trenes a Gotha...Jena...Erfurt y nos vendrá a las mientes que tal día como hoy, a las dos cuarenta y cinco de la tarde, del año 1883, murió, sentado en un sillón, K. Marx: “el hombre más odiado y calumniado de su tiempo” (F.E.). desenredó el ovillo de la “ganancia” capitalista y, haciéndolo, nos mostró el camino de la lucha..”(será llorado)...por millones de obreros (...) desde las minas de Siberia hasta California”.
¡¡Paso a la Caballería Roja!!
Tomaremos el tren hacia Berlín,
vía Leipzig... bajaremos en Am Bahnhof Korbeta y de allí un autobús nos dejará
en Röcken en 10 minutos. Si Marx nos mostró los mecanismos que subyacen en las
virtudes capitalistas...Nietzsche nos mostró los sótanos infectos en donde se
cuecen y elaboran las virtudes “cristianas”.
Ahora “descansa”, junto a su madre en
la casa que le vio nacer.
A cosa de un kilómetro, al
norte...comeremos un estupendo gulash en el “Gaststätte Bothfeld”. Es una pena que Nietzsche no bebiera. ¡Beberíamos más
acompañados!
No nos importará.
Por suerte nos será ofrecido un Mikulov
(¡vino!) tinto, 100% Modrý Portugal, cosecha 2008. Brindaremos por Karl y
Friedrich, muertos que gozan de muy buena salud y ¡por los de marzo de 1920!...
No es necrofilia...No es nostalgia (de lo que no conocimos)...No es un
recrearse estéril en lo que pudo haber sido...¡Es enlazar con lo que nos ha
llevado hasta aquí!...¡Es recoger las esperanzas de los que no están y
amamantarlas, en las ubres de la memoria, con la (mala) leche del presente!
Un expreso + 8cl de ¿Mike Jager?
¿MasterJäger)...el del ciervo, vamos. = fifti-fifti más remolque.
Desde la estación Korbette a
Berlín (2 horas).
Serán las 8 y estaremos pisando
los andenes de la Friedrich Bhanhof.
Nos tomaremos una bota de
cerveza, procurando que no nos haga glu...glu...y se nos derrame toda por
encima del chubasquero.
Pensaremos en la vuelta a casa y
en el infierno que habremos de pasar para llegar a ella...¡En Curro Malena! y
en las ranuras...en las monedas...en las ranuras...en las
monedas....¡Imposible! No nos veremos con fuerzas para recorrer de vuelta los
círculos infernales.
Así que, inspirados por el Arcángel (San Gabriel) y enaltecidos por el pitraque, tomaremos una decisión de las que harán época: Compraremos una navaja-estilete, tomaremos el metro S hasta Julius Léber, buscaremos el coche y ayudados por la rabia contenida durante estos tres días, atravesaremos las cuatro ruedas. Buscaremos una piedra contundente y destrozaremos el parabrisas. Llamaremos a nuestro “cuñado” de Mapfre y le comunicaremos el desgraciado accidente. Además tendremos prisa por llegar, porque asuntos de extrema importancia nos aguardarán.
No podrán arreglarlo en el tiempo
escaso de que dispondremos.
Así que nos pagarán el avión de vuelta: Tegel-Barcelona: día 15 de marzo a las 10’55 de la mañana.
¡El coche ya vendrá! ¡¡Llegaremos antes de salir!!..Einstein, nacido tal día como hoy del año 1879, estará a punto de entregar su primer gran y “especial” artículo.
¡Qué tranquilos dormiremos!...soñaremos que estamos en una fiesta con Brecht y Grosz, allá por Neuköll...cerca del antiguo aeropuerto de Tempel. Soñaremos que pasamos la noche en los tugurios de Friedrichstrasse, en busca de Bärbe y Brigitte...y que bebemos lo que nos de la gana sin tener que echar monedas y más monedas.
Estaremos en Barcelona-Prat a las
15’50. Y en casa ¡a las 5 en punto de la tarde!
Recogeremos al perro que se habrá
olvidado hasta de nuestro olor. Pero en cuanto sienta los efluvios de la gorra
¡reconocerá la presencia de su amigo y servidor!
El vecino nos entregará un
paquete. Le daremos la botella de ¿Mike Jäger¿ ¿Master Jäger? ...(el del
ciervo, vamos) que le hemos traído y nos la pimplaremos mientras le contamos
los vericuetos de nuestro viaje.
¡¡¡Budionovka para el perro y
para la gata!!!
Paseo vespertino. Unas espinacas
del huerto. Y dos diacepanes.
FIN
.