Tal día como hoy, del año 2013…O sea ¡¡hoy!!...¡¡ en este momento!!... el autor de estos textos medita sobre el sentido (vectorial) del tiempo. Incapaz de construir una máquina que altere la secuencia temporal y convencido de la imposibilidad actual de revertir el proceso…medita sobre otras posibilidades de alterar la machacante e inflexible continuidad de los minutos.
Imagina
el tiempo como una gran taladradora que, avanzando contra lo espeso, crea el
espacio…aunque sabe que espacio y tiempo son interdependientes.
Embarcado
en revivir todos los instantes pasados, en pasar a palabras lo que pasó en
hechos y consciente de la posibilidad de una total sincronía…se rompe la cabeza
pensando en la manera de, por lo menos, relentizarlo…con el fin de poder
ajustar sus crónicas diarias a la duración exacta del día.
El
autor persigue la construcción del mapa borgiano…que cubra exactamente el
mundo; aunque, después, sus jirones floten sobre lugares inadecuados.
Es intolerable que la propuesta del 11 de marzo, sea redactada el 18 del mismo mes…que la del 16 de mayo, lo sea el 23 de diciembre…Se crea un intervalo muerto en el cual, el autor, realmente, se siente fuera del discurrir normal de las cosas. El autor está en una fecha pasada y cada vez se amplía más el desfase…de tal manera que se enterará con meses de retraso de los acontecimientos que determinan la vida contemporánea: sufrirá la gripe en pleno verano…felicitará los cumpleaños con meses de retraso…pretenderá rebajas en plena temporada otoño-invierno…se morirá y aún le faltarán 730 crónicas… ¡que acabará de un plumazo!
Esto
ha sido pensado y escrito hoy, exactamente hoy…día 12 de mayo del 2013.
