Así las cosas, la familia decide propinarle un puyazo que quiebre su
voluntad (y tras ella su decisión):
… ¡Lo enviaremos a Calcuta!
… ¡Lo enviaremos a Calcuta!
El futuro poeta acepta. Los Aupick localizan un barco y pagan al capitán
5.000 frs. y adelantan a Baudelaire 500 frs. (para imprevistos y gasto), conseguidos
mediante préstamo hipotecario sobre los terrenos, pertenecientes a Charles, de
Neuilly.
“Viaje por la India: primera
aventura, barco desarbolado; Mauricio, Isla Borbón, Malabar, Ceilán, Indostán,
El Cabo; paseos felices…”
Esta rememoración no es del todo cierta. Las aventuras que contaba a sus
amigos en las sobremesas (tomando espirituosos y fermentados) y que, inocentemente,
creían Gautier, Banville y otros envidiosos…no pasaron de ser un ajetreado e
incómodo viaje a Reunión. Nunca llegó a la India, ni a Ceilán, ni a Malabar…
En su descargo decir que nunca alardeó sobremanera y que en sus poesías
nunca se excede en rememoraciones fantasmas.
El día 9 de Junio (tal día como hoy) de 1841, el “Paquebot-des Mers- du-Sud”
estaba en Burdeos “con las velas
desplegadas listo para hacerse a la mar”… ¡Y se hizo!...Viento Este-Nordeste…buena
mar…Naturalmente, Charles está entre los pocos tripulantes.
Durante el viaje no escribe a sus “padres”…sí a sus amigos.
Incomodidades…trato demasiado íntimo como la tripulación y
pasajeros…Baudelaire marca distancias.
Al cruzar el cabo de Buena Esperanza (8 de agosto) una especia de
ciclón-tornado desarbola el paquebote y está a punto de acabar con todas las
esperanzas. Baudelaire hizo lo que pudo. Un velero americano les echa una mano.
Por los costes de la reparación (18.000 fr.) debió de ser una avería importante.
El 1 de septiembre llegan a Port Saint Louis (Isla Mauricio)…y tras hacer
las reparaciones mentadas, parte hacia Saint-Dénis (Bourbon) de la
Réunion…Llegan el 19. El velero partirá hacia Calcuta el 19 de noviembre…pero
Baudelaire no irá en él. Se niega a seguir. El capitán se ve obligado a
escribir a la familia en el tono más comedido posible: pese a sus opiniones
extravagantes, expresadas en tonos inadmisibles y pese a su actitud elitista y
desdeñosa… ¡ha sido un buen chico!
El capitán le adelanta los gastos necesarios… ¡que serán pagados!..., y lo recomienda como tripulante de otro paquebote que vuelve a la madre patria.
Encantado de la vida…porque Baudelaire era de los que soñaban con viajes
exóticos… ¡Pero que los haga otro!... ¡como un gato!...que lo mueves de su
sitio y muestra sus garras… Mucho “albatros”
y mucho mar lejano y perfumes exóticos…mucho invitar al viaje…etc…etc…pero que
no me quiten mi sillón forrado de seda (aunque destripado).
En su estancia en Mauricio (viaje de ida) fue recibido por M. y Mme. Autard de Bragard, en su finca de
Quartier de Pamplemouse (una especie de naranjos) donde Bernardin de
Saint-Pierre situó la acción de “Pablo y
Virgina”…
¡Infórmense vds!…¡infórmense!...y verán cómo entonces (y ahora) toda
fortuna empezaba con el esclavismo.
Arribado a Saint-Dénis, envía al señor de la casa, los versos que había
prometido a la señora de la casa: Un soneto, cuyos tercetos dicen así:
“Señora, si un día fuerais al país de
la gloria,
A la orilla del Sena o del Loira
glorioso,
Bella digna de ornar las antiguas
mansiones,
Haríais que germinaran, en umbrosos
retiros,
Un torrente de versos de todos los
poetas,
A quienes vuestros ojos trocarían
esclavos”
…No son gran cosa…pero pudiera ser el primer poema publicado (con ciertas
correcciones) por Baudelaire (“L’Artiste”
del 25 de mayo de 1845)… ¡o profundiza o no haremos carrera!... ¡demasiado
convencional!
La destinataria moriría, en el mar, 16 años más tarde… ¡a los 39 años de
edad!...Su marido le seguiría 20 año más tarde…ambos reposan en el cementerio
de su finca particular. EL corazón de la
dama permaneció (hasta su completa corrupción) en una cajita de ébano con
incrustaciones de plata... ¡para alimento de gatos imperecederos!...
El “Alcide”, el paquebote que
lo traería de vuelta a París, se retrasó diez o quince días…zarpó el 4 de
noviembre…era un mercante que rara vez admitía pasajeros…transportaba azúcar,
café y “diversos” (seguramente esclavos y, cierto, una caja de retrato de
familia).
Se detuvo en El Cabo 4 días (4-8 de diciembre):
“Je préfère au constance, à l’opium,
au nuits,
L’elixir de ta bouche où l’amour se
pavanne;
(…)
Sin duda es una referencia al vino de “Constance” (típico de la
zona)…Pero también es un tópico de la época (lo citan casi todos los escritores
del momento)… ¿Indica esta cita que Baudelaire se adentró en el
territorio?...¿Indica este cita que Baudelaire se atrevió a salir del
paquebote, aunque hubiera sido una sola noche, para departir con los
lugareños?...Yo…¡no lo creo!...
El 15 de febrero el “Alcide” “entró en el río” de Burdeos (tras un
tremendo susto, pasadas las Azores). El 16, desembarcó la tripulación.
Mientras tanto… ¡estaban sorteando para la mili!...Baudelaire tenía el nº
265 (de 470 por el distrito X)…La lista se paró en el 211… ¡Se libró del
servicio militar!... ¡a picar piedra lo pondría yo!... (la familia se ahorró el
dinero del sustituto).
El 9 de abril cumple 21 años… ¡mayoría de edad!...¡Independencia!...¡ser
autor!...
Se instala en Paris: nº 10 (hoy 22) de Quai Béthune (planta baja, techos
altos...225 fr. al mes)…Parecía que todo iba a pedir de boca… Pero los gastos
caprichosos, del caprichoso poeta, alerta a la familia… ¡éste nos arruina a
todos!...
Se inicia el proceso para la “tutela judicial”. De ahora data la primera referencia a Jeanne (la mulata… ¡volveremos!...). Se traslada (Octubre 1843) al Hôtel Pimodian (nº 17) del Quai d’Anjou (cerca vivía Jeanne: Rue “Femme-sens- tête” (¡¡) (hoy, Le Regrattier) nº 6).
El 7 de noviembre se consuma la tutela judicial: M. Ancelle la detentará
hasta la muerte del poeta.
Hasta aquí las aventuras del poeta. Tampoco Rimbaud participó,
físicamente, en los días decisivos de la Comuna (aunque quiso)… ¡Mitos!...Sin
embargo el poeta infernal se lanzó, dejando la poesía de lado, a la búsqueda de
lo desconocido… ¡y se difuminó en lo desconocido!...Baudelaire esperó la
decadencia (¡y llegó!) entre tules desgarrados y desquiciados trajes,
confeccionados por sastres desahuciados.
El maldito, balbucía…El infernal, desapareció dignamente.