Día
6 de abril
¡Cómo
me gustaría llevarte!...para que vieras la Provenza...la Toscana... y
disfrutaras con nuevos olores y lenguajes...Pero ¡lo siento! ¡te quedarás otra
vez con el vecino! (una bendición de dios).
Aunque
ya el tiempo no invita, le devuelvo la gorra orejera. La coge delicadamente y
la deposita en el rincón donde tiene sus posesiones: pelotas, una cabeza de
lagarto (¡de goma!), un muñeco de míster Bean, y un mendrugo de pan de cuando
cumplió diez años: Quien quiera ganar su alma, la perderá...allí donde tengo mi
corazón, tengo mi tesoro...los pájaros no siembran y recogen...¡¡Gorrión!!...
Cuando
ve la bolsa del condis con la ropa
interior...las Moritzs.. (¡haremos coche y noche!) ya sabe que se traslada.
Hoy se ha
caído, a peso, de tal manera que la cabeza le ha quedado en dirección contraria
a la que marchábamos. Se ha levantado con esfuerzo y ha seguido la dirección de
su cabeza...olvidándose del destino de nuestro paseo (¡!)...Momento de
desconcierto, de estupor y miedo por la decadencia. No se ha separado de mí.
Refuerzo
de cortisona y tres lonchas. Yo carajillo y esplendoroso aceite de oliva del
Peloponeso con orégano del Cilene (“patria”
de Hermes...de Pan...de la infancia de Heracles y de los crocos de la
inmortalidad).
Cojo
el coche y rumbo a Avignon...(Vuelvo a por la gorra frigia: ¡Allons enfants de la patrie!)
Tal
día como hoy, una mirada de Laura dejó traspuesto a Petrarca, que no se
recuperó en décadas.
Serán
las seis de la mañana y el coche se pondrá en marcha...¡Y nosotros dentro!
Cargaremos
el I-pod (por razones efemerídicas) con:
- Billie Holliday:
- Freddi Hubart.
- Jacques Brel
- Donizetti: “L’elixir d’amore”
- Carl Perkins y Million Dollar Quartet.
Madrigalesco
día.
En
el coche sonará Carl Perkins y Freddi Hubard...Y así, entre rockabilly, rock
and roll y hard jazz...haremos un viaje de lo más animado. Pararemos en la
"Porta Catalana" sin saber muy bien para qué...¡la fuerza de la costumbre!. Pero
ya que parados, compraremos un paquete de “Pueblo”...papelillos...
filtros finos... y cerillas. Fumar, ahora, se ha convertido en un eficaz
ejercicio contra el avance del Alzheimer (o, al contrario, en su constatación)
y una botella de Terry de malla
..
y nos soplaremos un cuartillo delante mismo de la cajera...
¡¡Allons enfants de la
patrie!!
Cuando
la autopista vire hacia el norte, divisaremos al fondo a la derecha ...no el
WC...sino Sète, de grato recuerdo. Hasta Nîmes es un plis-plas. En Nîmes
pararemos para comprobar el efecto de la “frigia”
barretina. Nos tomaremos un Pernod en alguna terraza del Boulevard Victor Hugo,
frente al anfiteatro...Efecto cero. Tomaremos le “Chemin d’Avignon”, llegaremos a la autopista y enseguida estaremos
en Avignon.
Serán
las 12 del medio día, hora del arcángelus, y estaremos buscando aparcamiento
inútilmente....¡Dios aprieta pero no ahoga!...encontraremos un hueco cerca del
"Hotel de les Halles". El arcángel vigila.
Tal
día como hoy del año 1327, Laura, sintiendo en la nuca la puntiaguda mirada del
futuro poeta y actual petimetre (¿zapatos de ante azul?... sonará Carl Perkins.
Petrarca se quejaba del dolor que le producían sus zapatitos a la moda) volvió
la cabeza y le lanzó una mirada de las que hacen época...Durante más de 20 años
estuvo el poeta, prendido (prendado) de ella
intentando descifrarla: geometría del amor...seno x
coseno...etc...etc...
Del
convento de santa Clara no queda piedra sobre piedra..¡Una placa! (como
siempre). Pero queda el espacio (“Tempus
fugit”) que fue cruzado por aquellos dardos de Cupido. Queda el espacio,
que cruzaremos en ese momento, otrora ocupado por ellos y por ese vector
sublimado.
Petrarca
inventó un género literario en su afán escudriñador...(en realidad tras
Guinizzelli, Cavalcanti y Dante...)
“fue el día en que del
sol palidecieron
los rayos, de su autor
compadecido,
cuando, hallándome yo
desprevenido,
vuestros ojos, señora,
me prendieron”
(...)
El
poeta, hijo de notario y destinado a rentista, fue objeto de engaño, con lo que
su herencia quedó rebajada a la categoría “tapa agujeros”. Tenía 23 años y un
gusto agustiniano por la buena vida...lejos de las sendas del Señor. Ella,
tenía 17, pero casada con un miembro (¿) de la, por entonces, apacible y bienquista
familia Sade (que florecería muchas primaveras después) y madre de dos
hijos...¡le esperaban 8 ó 9 más!...frecuentaba los cogolliles círculos, a los
que Petrarca , no sólo por amor, siempre intentó apegarse.
Bueno
aquí no hay más que ver...chorro de Terry y nos dirigiremos al centro.
Sabrán
vds. que Avignon fue sede papal casi todo el siglo XIV: desde Clemente V hasta
Gregorio XI (pasando por Juan XXII...Benedicto XII...Clemente VI...Inocencio
VI, Urbano V, que intentó volver a Roma, pero tuvo que regresar y, FINALMENTE,
Gregorio XI).
Las
causas de ese alejamiento de la Ciudad Eterna son complejas (como
siempre)...Anotemos en primer lugar, la inseguridad política (¡!).
Este
siglo, de crisis general de la cristiandad, sólo puede ser comprendido en forma
novelada (“El nombre de la rosa”).
Durante
ese exilio llegaron a haber hasta tres papas (el llamado Cisma de Occidente se
produjo el 8 de abril 1378) y cada cual con sus respectivas familias...¡mucha
pasta!. La sacaban hasta de las piedras..
¿Saben
vds. lo que son las indulgencias? ¿la indulgencia plenaria?
Billetes
al portador que, tras franquear la laguna Estigia, presentabas al
barquero, que los descontaba en tu debe...con
lo que las penas del Purgatorio (inventado en el XII con finalidad recaudatoria)
se reducían, de acuerdo con el valor de los billetes. Si había muerto en pecado
mortal...¡No había nada que hacer!...pero ya se encargaban ellos de arreglarte
una “buena muerte” para rentabilizar las inversiones. (¿Vale?)
¿Cómo
conseguías esos “billetes"?...pues rezando, pagando (¡sobre todo!) para comer
carne en días de ayuno universal (por necesidad)...haciendo excursiones de
varias semanas...comprando chuches...Mañana nos sumergiremos en los reinos
escatológicos.
Frente a la mole inmesiricorde del Palacio de los Papas (Juan XXII) hay un bar con terraza (que debe ser el más frecuentado de la ciudad): “In-Of” (por lo del festival de teatro). Pediremos un Pernod...y nos lo servirán sin reparar en los signos republicanos (¡¡!!).
En
el I-pod sonará “L’elixir d’amore”. ¡La historia es grandiosa!: Un enamorado,
humillado porque el objeto de su amor lo ignora a conciencia, decide, por el
camino más corto y ¡más romántico! (Isolda), hacerse con un elixir del amor. El
chamarilero lo engaña (¿) y le da vino de Burdeaux...¡ya pueden imaginarse el
resultado!...¡Lo que no pueda el vino!...se le desata la lengua y el alma y
ante esa potencia desatada ¡nada puede hacerse!...Hasta el inminente
contrayente (su rival) cae rendido, de buen grado, a ese giro de las cosas.
¡¡Baco!!
Petrarca
no bebía...o no bebía lo suficiente.
Tras
tomar las órdenes menores, para no pegar golpe, se pone al servicio de los
Colonia, que lo destinan a hacer lo que quiera.
Las
órdenes menores no implicaban la clerecía. Desde el XII habían sido reducidas a
4: Ostiario, lector, exorcista y
acólito...a más de la tonsura...(este camino nos llevaría a lugares
insospechados). Bueno pues, Petrarca tomó las órdenes menores, que no llevaban
aparejada la aceptación de votos (pobreza, obediencia y castidad...¡pero sí el
celibato!...lo que son las cosas...¡Y sotana!)...Petrarca tuvo una parejita, de
cuyas madres nada se sabe y mucho se sospecha.
A
todo esto hay que decir que el “poeta
florentino”, jamás vivió en Florencia. Su padre “huyó” de la ciudad, junto con Dante, por desavenencias con los
güelfos negros... Otro enredo de puta madre: Guelfos (blancos y negros) y
Gibelinos. Se crió en las cercanías de Florencia y sobre todo en Avignon y
alrededores.
Suceden
cosas (entre ellas el comienzo de la amistad con Bocaccio) que no vienen a
cuento...Trabajos filológicos...viajes...estudios...alejamiento de la curia de
Avignon a la que empieza a tratar de puta de Babilonia y cosas por estilo (este
camino nos llevaría a lugares insospechados).
...Y
compró una pequeña propiedad en la Vaucluse, donde cultivar, también, el amor
imposible por Laura. Inmediatamente antes tuvo lugar la mítica e idealizada
subida al monte Ventoux (no, en bicicleta no...¡andando!). Fue el 26 de abril
del 1336 (un año antes de la compra). De tomar al pie de la letra la carta que
desde la falda del monte le escribe a su amigo Borgo de Sansepolcro, resultaría
el primer turista de la historia: el paisaje como objeto de deseo. En la cima, “echó suertes” con las “Confesiones” de San Agustín (libro que
siempre le acompañó y que regaló casi en el lecho mortuorio) y leyó:...”Y los hombres van a admirar la altura de la
montaña”...y todo el desprecio que eso conllevaba por implicar un abandono
de las sendas del Señor y un apego a lo sensible.
Bueno...¡basta
de mistificaciones!
-- Garçon!
-- Oui?
-- en otre Pernó
--¿Petit?
-- medio litro !!!
-- (¡!)
Nos
lo pimplaremos de un trago. Pagaremos con el riñón izquierdo (...como se
reproducen.. ¿no?).
Al
llegar al coche nos encontraremos el cristal trasero echo añicos y
constataremos con desolación cómo por segunda vez desaparece nuestra bolsa del
condis (y siempre con ropa interior...¿será esa la causa? ¿tan escasos están en
Europa (oriental y occidental) de prendas íntimas?)
--¡Me
cago en el arcángel!
¿Y
qué haremos en Avignon donde “por ser
tierra papal las mujeres fornican de buena
gana” (Pantagruel)...sin ropa interior presentable?
Además
será sábado y ¡en Francia!...llamaremos al cuñado de Mapfre, el de los calçots
y lo arreglará en un periquete: Un Clio nuevo…ya recogeremos el nuestro a la
vuelta. El periquete serán dos horas: ¡¡nos habremos quedado sin comer!!
Con
el Clio nos dirigiremos hacia Fontain-de-Vaucluse (junto a las gargantas del
Sorgue) por Carpentras (allí estudió el poeta). Serán las 6 de la tarde y
estaremos aparcando en la plaza, junto al Sorgue. Tomaremos un gintónic en las
terrazas que bordean el río...y ¡aquí sí! un amable tabernero caerá en la gorra
frígia y (él): “¡allons enfants de la
patrie!”...le haremos el bordón.
Apalabraremos
una habitación en el “Hotel del poeta”
y volveremos a las terrazas.
Aquí
en estos parajes que habitó Petrarca durante 15 años, compondrá el “Cancionero” dedicado a Laura: 263 poemas
a Laura en vida y 103 a Laura muerta.
Lean vds. el “Cancionero” y verán la operación mágica de transformar la carne en concepto. Laura en su corporeidad, es el camino que le aparta, gustoso, de los designios divinos...es la fugacidad de la belleza sensible. Muerta...se funde con María...es el faro...la incitación a la Belleza:
“¿Qué debo hacer,
Amor, o qué conviene?
Tiempo es ya de morir
Y estoy tardando más
de lo que quiero,
Ella ha muerto, y
consigo mi alma tiene;
Yo la quiero seguir
Y de acortar mi tiempo
lastimero,
Pues verla ya no
espero
En este mundo, y
esperar me hastía,
Que toda mi alegría,
Por su partida, se ha
vuelto amargura,
Y en mi vida no queda
ya dulzura.”
Laura
murió apestada en 1348, junto con un tercio de la población europea. Petrarca
se enteró de la muerte de Laura en Verona (¡!). por suerte “Romeo y Julieta” es
posterior...si no, ya imagino el bucle mortuoriorio.
Mientra
tanto, en Florencia: 7 mujeres y 3 hombres, huyendo de la epidemia, se retiran
a una villa campestre y se dedican a contarse cuentos: uno cada uno, durantes
los diez días que dura la reclusión. Introducido por una veraz descripción de
la enfermedad (“Decameron”).
En
vida de la amada, Petrarca fue coronado, tras un duro examen de tres días,
realizado ante el rey Roberto Nápoles, como rey de los poetas, en el capitolio
Romano (8 de abril de 1341). Bocaccio lo recoge en su “Zibaldone”.
Tendremos
en cuenta los horarios franceses y, cenaremos
(¡a las 8!) un entrecot con mostaza. Una botella de Burdeos y dos “petit créme”, que convertiremos en
fifti-fifti por debajo de la mesa.
Mañana
será otro día.