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Este bar-restaurant, a
una de cuyas mesitas me encuentro, tan ricamente, bebiendo un
cuartillo de calvados, tiene una historia penosa que no se aviene con
el gracioso color de su fachada. "La Maison rose",
junto con la "Casa Azul" y la "Casa
Amarilla", forman la trinidad trágica de la
edilicia poético-pictórica. Hombre, también está "La casa
negra" esa secuela de S. King y "La casa verde",
segunda novela de V.Llosa... Las otras casas coloreadas o son
abominables o son albergues rurales, o ambas cosas.
No es frecuente que en pleno
mes de febrero pueda uno tomar una copita al aire libre, aquí en lo
más alto de la ciudad de la luz. Y creo que es el sitio adecuado
para rememorar los acontecimientos desgraciados que paso, empezando
por el final, tal como aconsejaba Poe, a relatar.
Picasso había roto con Dora y
para rubricar el alejamiento le compró una casa en Menerbes,
Vaucluse, que pagó, por si había aguna duda, con una naturaleza
muerta. Había conocido a Françoise Gilot.
Una mañana de un día
de los años cuarenta, así de esta manera tan imprecisa lo recuerda
Françoise (y, de forma aún más imprecisa, yo lo recreo), Pablo me
llevó a Montmartre para que conociera los lugares donde su esperanza
se fue transformando en gloria*. Cuando
pasabámos por una casita rosa, situada justo en la confuencia de las
calles Abreuvoir y Saules, enfrente de la casa de Arístide Bruant,
soltó mi mano y se dirigió a la puerta. Llamó y, sin esperar
respuesta, abrió y entró. Le seguí. De la penunbra inquietante
surgió una señora que a mí me pareció una vieja a las puertas de
la muerte, pero que, en realidad, como supe después, no pasaría de
los 65, la edad de Picasso. Pablo y ella recordaron agunas escenas de
la juventud; A Germaine Pixot, antes Florentain, pero nacida Laure
Gargallo, de clara ascendencia española, se le saltaron las
lágrimas. Picasso le dejó algún dinero encima de la mesa y
salimos. Puede que Germaine se pagara una dentadura postiza. Pocos se
enteraron de su muerte dos años después. Sífilis...¡como era de
esperar!
Yo sitúo la escena en abril
del 46. Otros en los cincuenta (¡!)
45 años antes ocurrió el
acontecimiento fatal. Lean Vds. las siguientes "propuestas"
y se pondrán en el disparadero:
Casagemas volvía exhausto y
destruido y no precisamente por la descomunal exhibición
internacional, sino por los excesos de "La Arcadia bruta"
en que se convirtió el estudio de Nonell: Picasso y Odette;
Pallarés y Antoinette; y Casagemas, que hacía lo que podía
con Germaine... Modelos por necesidad y afición. Volvía
exhausto y roto: Germaine había evidenciado lo que él sospechaba.Y
a esa evidencia le había añadido una pizca de sarcasmo.
Lo que quiero decir es que
volvía enamorado, amoratado de amor, de amor atado. Ya en el tren
que los conduciría a Barcelona, se negó a hacer el suduku y le
temblaba su frágil barbilla de niño. Pasaron las navidades juntos,
y viendo, Picasso, que la cosa se tornaba grave, se lo llevó a su
Málaga natal a pasar el fin de año. Casagemas no encontraba
consuelo ni en las tortillas de chanquetes. Picasso se largó a
Madrid y Carles desapareció...
...Y anunció su llegada a
París para el 16 de febrero (1901). Vestía un extravagante traje de
terciopelo verde-Munch con una rosa roja prendida en el ojal. En el
andén le esperaban Manolo, Pallarés, Odette, Germaine... Cuando el
desventurado vio a "dueña de sus pensamientos",
se arrojó a sus pies y, ofreciéndole la rosa, se ofreció en
matrimonio. Germaine miró a Manolo y una carcajada estremeció la
estructura férrea de la recién inaugurada estación ¿d'Orsay?
Tragó saliva, se recompuso y los citó a todos para el día
siguiente en el Hippodrome del
Bouevard de Clichy: Tomaremos algo, cenaremos juntos y
nos despediremos. Yo Pago. Y
se fue al estudio en la casa de Mañach,
que había compartido con Picasso. Allí
(h)ojeó La
Vanguardia del día: Quedaban restos de la nevada del 15. Alguien
comentaba la muerte del autor de la Dolores. Se
entretuvo leyendo la reseña que se hacía de una importante
conferencia que, en el Ateneo, había dictado Ernest Vendrell:
"L'acció
moral moderna: Tipus representatius": El conferenciante se había
extendido en la potencia moral de la ciencia, la gestación de un
hombre nuevo y la configuración de las ciudades del futuro; Zola fue
el autor más citado. La huelga de cocheros seguía. En
Madrid la cosa volvía a la normalidad.
En la gran sala del Novedades (antigua academia de billar) se
proyectaría la gran película (200 metros) sobre el entierro de la
reina Victoria. En els Quatre Gats también había algo programado.
En la primera página, en la
de las esquelas, se anunciaba el Pectoral de cereza del doctor Ayer:
en España todo va atrasado,
se dijo. Antes de apagar el
gas, recortó cuidadosamente el último cupón que le valdría pora
un barómetro y lo guardó en
el bolsillo de su estrafalaria chaqueta.
El
domingo 17 se levantó tarde y subió hasta le Lapin
que, desde que Aristide Bruant lo había salvado
de la destrucción y se lo había confiado a Frédé, se había
convertido en un verdadero hogar (y zoológico).
Almorzó en compañía de todos los animales de la casa. Vagó
por la Butte, y a eso de las 18:00
se dejó caer hacia Clichy. Quiso pasar por rue Gabrielle. Bajó por
rue Drevet, quebró en Trois Frères, divisó
a lo lejos el futuro "muro de los te amo" y
creyó leer su nombre junto al de Germaine. Siguió por Ravignan y
desembocó en Germaine Pilon. Robó una temprana
flor mortal de rododentro. Se
la engarzó en el ojal. Levantaba
olas de pasmo. Parecía el
diablo verde de la Closerie des Lilas. Cuando llegó a su destino,
hoy Palace café, entró y preguntó por la mesa
reservada. Tomó asiento y pidió un Amere Picon. Manolo, Germaine,
Pallarés, Odette y Álex Riera llegaron juntos. Se sentaron.
Germaine junto a Manolo, enfrente de Charles Casajemas.
De los demás no tomó nota. Pidió Picon para todos y a Germaine,
además, la mano. La mujer, guapa y desenvuelta, volvió a poner en
evidencia, ahora en público, la ineptitud de Carlitos. Carlitos se
levantó y con toda la "pompa y ceremonia"*
que el momento exigía, sacó un revólver del bolsillo donde solía
llevar la
cartera y disparó contra la "novia": "¡Eso para
tí!", en francés, naturalmente, para que todos los clientes se
enteraran, y "¡Voilà, pour moi!". El primer disparo se
desperdició. El segundo le hizo un hoyo en la sien derecha, como
para plantar un hibisco o flor del beso. Los
aperitivos acababan de despegar de la lustrosa barra de madera
tropical. Trasladaron al
moribundo al desaparecido Hospital Bichat, en el 81 de la misma
calle. Murió a las once de la noche. Quizás
no venga a cuento (o sí), pero fue una lástima que Landsteiner aún
no hubiera tenido a punto su descubrimiento de los grupos
sanguíneos*... quizás se hubiera podido intentar algo.
Sobre
la mesa del restaurante quedaron unas cartas.
El
muerto al hoyo y el vivo al bollo, se dijeron para aligerar la
tremenda impresión, de la que no se repusieron, si es que pudieron,
hasta muchos años más tarde. El 19 de febrero un tal Enric de
Sorarrain
(no fue Brossa)
se encargó de enterrarlo
en una parcelita que compró para tal efecto en el cementerio de
Saint-Ouen, en las afueras de París (7ª
División Av. Del Este esquina Av. Du Rond-Point). El
tal Enric, de segundo apellido Milans
del Bosch, era marido
de su hermana Lluïsa y,
amante del deporte como era (y
hombre de orden), llegó a presidir la
Asociación
catalana de ciclismo.
-- Garçon! Tráigame un
Amer Picon con una rodajita de naranja.
--¡Demasiada exigencia!
¿No le parece? Además no empecemos con las conmemoraciones que
acabo de cambiar los mantelitos.
2
¿Que
qué unía a Carles y Pablo
aparte de la acumulación hiperbóica de nombres de pila, además de
que sólo tuvieron hermanas (Casagemas
tenía tres, como el cuento de Chéjov que estaba a punto de salir a
la luz), de que ambos fueron
excluidos (por compra o influencia) del
servicio de armas, de que fueran
pintores y en un estilo
similar, emparentado con lo que, en general, podríamos calificar de
"jugendstil",
de que tenían la misma edad? En tan sólo año y medio se hicieron
inseparables. Ambos
expusieron por las mismas fechas en Els Quatre Gats. El padre de
Carles les pagó el billete a París. Compartieron estudio en
Barcelona (Passeig de san Joan) y en París (Nonell y Mañach).
Picasso no se refirió a la muerte de Cagemas y a las circunstancias
hasta pasados muchos años. No
me internaré en las interpretaciones de N. Mailer, ni en las
sugerencias de Bataille, ni las de Susan S., ni en las hipótesis
freudianas, quien, por cierto tenía, por entonces, en prensa su
Psicopatología de la
vida cotidiana. No lo haré:
Pero está dicho.
3
Picasso
se enteró en Madrid. Sólo cuando Arte Joven se
reveló un fracaso, volvió a París. Era mayo. Se instaló en el
estudio del bouevard de Clichy, cedido por Mañach.
Manolo estaba liado con Germaine. Picasso se la disputó y no sólo
se quedó con ella, sino que se lo comunicó, ufano, a Utrillo, que
leyó la carta entre carcajadas, y algo melancólico, en la oscuridad
dels Quatre Gats. Germaine, "novia" de Carles; el mismo
estudio que había compartido con él; la misma cama... ¿Realmente
era Germaine con quien
se acostaba Pablo? Picasso, pura inercia, aún no se había parado a
pensar.
En
marzo se presenta en París
la gran retrospectiva de Van Gogh.
En
junio expone en la Parés junto con Casas. E inmediatamente en la
galería-almacén de
Vollard donde conoce a Max Jacob.
En
septiembre muere Tououse -Lautrec y tiene lugar una magna exposición.
Mañach
le ha dado a conocer a Gauguin. Matisse está ocupado en El
siervo, su respuesta escultórica
al Hombre que camina
de Rodin. Miró tiene 8 años; Nolde, 33; Kirchner, 21; Munch, 38;
Holdler, 47; Monet, 61; los
de la colla del safrà
rondan los 30; Russiñol y Casas andan por los 40; Los
nabis, rozan la "mitad
de la vida" ;
Apolinaire, 21; Jacob,
25; Klimt, de 39 años, acaba
de presentar La Filosofía
y tiene lista La
Medicina. En 1903
acabará la trilogía con La Jurisprudencia.
Por si fuera poco, ha tenido tiempo de iniciar a la futura señora de
Mahler en las delicias del flirteo; Schiele, 11 años; Kokoshka, 15;
Böcklin acaba de morir a los
74 años; Redon, tiene 61; W.
Benjamin, es un niño de 9 años. Steilen,
42; Gris, 14; Kandinsky, 35; Mondrian, 29; Matisse, 32; Braque, 19;
Picabia, 22; Duchamp, 14 y Breton aún no ha entrado en el uso de
razón...
Los
dioses antiguos han muerto, (o están graves) y los nuevos aún no
han nacido.
Gauguin, morirá en 1903 y
Cézanne se le reunirá en 1906...¡ya fuera de cuadro!
4
Y
fue entonces cuando a Picasso
le entraron arcadas y se puso más azul
que verde la chaqueta del difunto. Sobre los significados otorgados a
azul ya he dicho algo en alguna otra propuesta.
Bien,
los de la colla del safrà
se habían especializado en gente pobre, así de una forma general,
como si la pobreza fuera una pedregada inesperada e irresponsable.
Nunca se interesaron por la clase que trabaja para ser pobre, pues,
como es sabido, con el trabajo no se sale de pobre. Cultivaban la
conmiseración (y el amarillo-ocre).
Tampoco Picasso fue más allá. Sus figuras lastimosas lo son por
conflictos o causas no enunciadas. Brotan como por generación
espontánea...Sus personajes
solitarios, reconcentrados, parecen purgar alguna culpa
desconocida. Sobre ellos ha caído una maldición bíblica, El
Greco, mediante.
Fue
(¡aceptado!)
la muerte de Casagemas lo que impuso ese giro tan formidable que
supuso su pintura azul.
Bien es cierto que Mujer en azul, pintada
en Madrid a principios de 1901, lleva azul
en el
nombre y en la parte inferior
derecha de cuadro, según se mira; sin embargo ni
la tematica, ni
la composición, ni la textura
tienen
nada que ver con lo
que asociamos a la
"época azul" y sí
más con las derivaciones postimpresionistas. La obra fue presentada
a Certamen Nacional de Bellas Artes de Madrid de la primavera de
1901... y allí se quedó. El primer premio fue para Sorolla que
también estaba retratando tullidos en la playa de la Malvarrosa.
Tampoco son azules las
obras siguientes. El verde es el que se adueña de lienzo. Será
poco a poco que azul se imponga, la pincelada se tranquilice, los
planos se agranden y la melancolía impere. Y no olvidemos los
procaces dibujos que sobre las correrías puteras de los hermanos
Soto, Pallarés y él mismo, realizó en pleno ecuador de esa época
que creemos de mortificación y penitencia.
Dicho
lo dicho, aceptamos el componente expiatorio...
5
... que se plasmó en tres
pinturas significativamente complementarias, con sus correspondientes
estudios previos, lo cual, en Picasso, era preceptivo.
-
La muerte de Casagemas.
-
El féretro de Casagemas.
-
El entierro de Casagemas.
Miren
y comparen. La primera,
influenciada por la reciente revisión de Van Gogh, muestra el hoyo
violáceo del tiro. La luz-vagina
de la vela pone las cosas en claro.
En la segunda
esos motivos han desaparecido y la pura tristeza se ha impuesto. En
la última,
un paraíso, casi musulmán, envuelve al desgraciado que, en el mundo,
no pudo satisfacer sus deseos carnales. La eternidad te reserve,
amigo mío, placeres sin cuento. Que Germaine suba a tu caballo
blanco y os perdáis por las veredas de gozo.
Picasso
nunca más volvió sobre el
tema. Germaine, pasados
cuatro años (cuando Picasso se internaba decidido en su época rosa,
de la mano de Fernanda) se casó con Pixot (Pichot). Convirtieron
lo que era una pensión familiar en La Maison Rose y se dedicaron a
servir comidas y destilados de Espíritu Santo. El
local tuvo un éxito razonable. Utrillo ("Litrilo") lo
inmortalizó, con esa inmortalidad infantil que le era propia. Su
"padre", preparaba los fastos de la Exposición de
Barcelona. Germaine Pixot,
quedó viuda en el 25. Y
aguantó, conocida como tante
Laure, como pudo, hasta el 48.
Me
levanto,
pido la cuenta: "¡Voilà, pour toi!" ...
y me alejo Abreuvoir
abajo.
6
El cuadro resumen de la época
y de sus sentimientos por Casagemas es La Vida, pintado sobre
Los últimos momentos, cuadro pretexto para su primer viaje a
París: había sido presentado y aceptado en el Pabellón Español de
la magna exposición internacional. Hizo desaparecer el primer
motor, que mueve sin tocar por la pura fuerza de afecto. Sólo
los rayos incógnita ("X") revelaron el detalle.
Röntgen recibió ese año el premio nobel de física. Y la
radiografía de la mano de su esposa, anillo incluido, quedó como
muestra de un nuevo y siniestro estilo artístico.
1903. Picasso está en
Barcelona. Se ha librado de los alborotos de la huelga general del
otoño anterior. El cuadro fue pintado en su estudio de la Riera de
san Joan.
En cualquier manual
encontrarán alguna atrevida interpretación. Yo sólo les recordaré
que el personaje de Casagemas era, originalmente el propio Picasso.
Sobre la composición habría mucho que decir y sobre la ambigüedad
del espacio en que se desarrolla, si se puede permitir ese verbo
aplicado a tan estática representación, también. Picasso es, sobre
todo, pintor.
Cuando, en 1925, como queda
dicho, murió Pixot, a Picasso se le revolvieron las tripas y los
recuerdos, que vienen a ser lo mismo. La bailarina es Germaine, el
bailarín desdoblado de la derecha (según se mira el cuadro)
representa a Pixot, en cuerpo y alma. Y el que divide y une es, sin
duda, Casagemas:
Los tres bailarines. Infortunado Casagemas
que sólo es conocido por su suicidio, él, e más talentoso de la
colla.
Picasso era una figura
mundial. Por entonces estaba con los ballets rusos y andaba a
la greña con Olga, que había sucedido a la difunta Eva Guel ("ma
jolie") que había sucedido a Fernanda y que sería sucedida
por Marie Thérèse Walter. Sic transita gloria mundi.
7. Germaine