ELISÉE
RÉCLUS (traducción, puntuación e
intromisiones mías).
“
(Anoche) no fui a dormir a mi casa por miedo a ser detenido…he preferido
pasarla con mis amigos del Fauburg du Temple…¡para recalentarme con su
entusiasmo y templar mi alma entristecida con el contacto de su viril y áspera
voluntad. Y, además…¡para decirles adiós para siempre!
Somos
marineros en un barco que hace agua durante una tormenta y que de cada cuarto
hora se hunde más y más…
Apoyados
sobre el parapeto de delante, miramos las olas que desde el fondo del
horizonte, acuden, gritando, espumeantes de rabia y de dolor. ¿Será la primera
la que nos arrastrará al fondo sombrío?... ¿será la segunda?...¿será la cuarta?...En
este mar trastornado de París puede que hoy haya que morir…puede que
mañana…puede que pasado mañana. No importa ¡no habrá sido en vano!...y aunque
hubiera sido en vano (…) la Naturaleza es avara en frutos y pródiga en flores… ¡cuántos
brotes abortados!... ¡cuántas flores marchitas y quemadas!...¡cuántos frutos
caen antes de la madurez o, después, podridos (…) !Qué razón tenía Girondin
cuando, antes de ser guillotinado, escribió: “La Revolución es como Saturno,
devora a sus hijos!” ….(Pero para hacerlos renacer) (…) Es ley de
vida…protestar contra la ley es protestar contra la vida (…)¡ que añoraremos!
Aceptamos
la necesidad, aceptamos la cosa misteriosa que, luminosa, se llama vida, y,
sombría, llamamos muerte…Puesto que amamos la vida tal cual es… ¡nada le
reprochamos!...¡Vamos, adelante!...¡Adelante hasta que se pueda!
En
Belleville (hay) gran movimiento. La situación es seria, pero no completamente
siniestra (Mao dirá: “La situación es
desesperada, pero no grave”)…Sí, es cierto…allá abajo se distingue sin
esfuerzo una desmoralización amarga y profunda…Pero también es cierto que se
observan comportamientos viriles y resueltos…palabras limpias y vibrantes.
En
una compañía que iba a colocarse tras una barricada, vi una mujer marchando al
paso sin decir nada; el padre llevaba al niño en sus brazos…
¡Ah,
Thiers, pequeño Thiers y vosotros, Jules
Favre y Jules Simon… ¡Cómo os desprecio!!.
(Sobre las diez de la mañana, en su
recorrido, se acerca hasta la iglesia neo-gótica de Belleville donde un joven vicario
mostachudo, introducirá a la feligresía (jóvenes de buena familia) en los
misterios del catecismo Católico, Apostólico y Romano…Se explayará sobre los
fuegos eternos del Infierno y para hacer comprensible (¿) la eternidad, hablará
de los granitos de arena de las playas de las Landas o de San Agustín
intentando meter todo el mar en un pequeño agujero que habría cavado en la
playa…o lo del gorrión (¿!) que rozara con su pico…etc…etc… después les hablará
de la persecución sufrida durante los dos meses (ejemplares) de la Comuna y la
comparará con las de Domiciano ( u otros bienhechores de la humanidad)).
Desde
lo alto de la Butte Chaumont, donde se están colocando los cañones en batería,
la vista sobre París me impacta (…) “¡Es hermoso y feo!” (…) los espectadores hablan poco…tienen el
corazón en un puño…
(la Belleza del último día…la
próxima destrucción lo convierte todo parte del paraíso perdido… ¡Nunca más
volveremos a ver París!...¡No nos quedará ni París!).
Desde lo alto el individuo se
confunde con la masa…”la presencia de este terrible y fiero
insecto sólo se revela por las humaredas blancas, azules o negras. Las blancas
provienen de la pólvora en explosión, cañonazos y mosquetería; hemos visto
bombas y obuses de los de Versalles prender sobre el Ministerio de Finanzas,
que arde desde ayer por la mañana, y sobre el Ministerio de Guerra que también
se quema. El partido del Orden hace su entrada con la bayoneta que mata, el
obús que se estrella y la bomba que incendia” (…)
Es
imposible, para un espectador ignorante de estrategias, seguir las peripecias
de la lucha (…) Distingo que Montmartre está siendo atacado por tres costados a
la vez… ¡no durará mucho!...Después vendrá la Butte Chaumont (donde estamos
ahora)…después, Belleville…después Père Lachaise y después ¿se habrá acabado
todo!... (¡la clavó!)…Esto se
adivina, no se ve. (…) se percibe como se
perciben ladridos en granjas lejanas…
Es
así como contemplo, con ojos secos, uno de los más horribles espectáculos que
el hombre pueda contemplar (…)
Sobre
un acontecimiento que decidirá, sin duda, por 15 ó 20 años la marcha y
dirección de la Idea, la historia depositará un juicio terrible. Frente a esta
inmensidad, frente al enorme desplome que se prepara, uno se asombra de que se
pueda desear ser uno de los actores del gran drama social, y se siente cuán
vano es, cuán ridículamente impotente, la voluntad de un individuo, el esfuerzo
de una conciencia recta, queriendo intervenir en estos gigantescos cataclismos.
En
la barricada de la parte alta de la Rue de la Fayette, he sido detenido por un
grupo de bravos guardias nacionales, que encontraban, con razón que mi “pase”
era insuficiente (faltaba el DNI)…se me ha visto acarrear adoquines en varias
barricadas, dicen, pero…¡podría ser un ardid de espía) (…) no protesto, ni
aduzco mi afección a la Comuna…Me pasan al Comisariado de policía del
Distrito…Mientras me conducen
(de forma amistosa…¡les entra
sed!...se detienen en una taberna amiga y le ofrecen un trago…¡no,
gracias!...insisten!...¡bueno tomaré un vaso de agua azucarada!. Los guardias
beben vino rebajado con agua y no repiten.
Se bebe sin mediar palabra…¡es pura necesidad!...¡sed!...Se limpian con
el dorso de la mano y no permiten que pague el distinguido individuo que llevan
al Comisariado).
En
la Comisaría (¿)relatan en voz baja los pormenores del caso…el ciudadano
comisario frunce el ceño y me dirige algunas preguntas a las que contesto
discretamente (…) ¡¡Puede seguir en libertad!!. Saludo, agradezco el gesto y me
voy sin decir nada. El cautiverio no ha durado ni una hora.
(su deambular le lleva hacia la
Bourse). Las caras son sombrías…un grupo de reaccionarios
ríe a mandíbula batiente de una historia
sobre chinos. En los kioskos só lo se venden tres diarios reaccionarios
(que relatan la hazañas de los de
Versalles contra la horda de bandidos de la Comuna y dos tibiamente reaccionarios que se ofrecen
en la parte menos visible: “La Verité” Y “Le Rappel”…pese a su calculada y
mendaz tibieza… ¡todos!, incluídos, naturalmente, redactores, serán posteriormente
detenidos e ingresados en prisión: “Así paga el diablo a quién bien le sirve”).
Avanzaba
apenado. En cada barricada debía mostrar mi “pase” (sin DNI)…detengo mi
recorrido por los barrios y por las barricadas…
“¡Qué
bello está el puente de Bercy!”
( y se muere de tristeza
describiendo la belleza desolada, llena de colores complementarios y de brumas
impresionistas, de este anochecer sangriento. Violetas con amarillos…rojos con
verdes…perfiles inciertos…torres humeantes
coronadas, cada una de ellas, por deshilachadas banderas rojas).
..............................................JULES
VALLÈS… ( puntuación e interrupciones mías).
Martes a las cinco de la mañana: Ha
empezado la batalla en el Panthéon.
¡Ah, qué triste es ver, a la luz
del sol naciente, esas camillas repletas de púrpura humana! (…seguimos con los colores complementarios…)
Son los heridos de la parte alta (Rue Varin, boulevard Arago) que son
transportados a las enfermerías de campaña. He dormido en no sé qué lugar de la
alcaldía; (…)El panadero está allí, tras esas planchas, y un riachuelo ha
traído hasta mis pies pedazos de paja enrojecida.
(…) He tomado el camino de las
barricadas. Pero, mientras tanto, comandantes y capitanes me detienen,
agarrándome las manos o los faldones de la levita, para pedirme municiones,
pan, consejos…y, algunos, un discurso.
Los hay que amenazan:
--¡Como si la Comuna tuviera,
todavía, derecho a levantar la voz!
Ah!,¡me desanimo!...y nadie está
ahí para consolarme y sostenerme, para compartir mi paso. De los miembros
elegidos por el barrio para la Comuna no he visto más que A Règère, asaltado,
raptado, ahogado en la municipalidad y a Jourde, que ha venido un momento, pero
que tiene muchas otras responsabilidades sobre sus hombros. Él es quien tiene
los últimos escudos que alimentarán la insurrección, quien paga los víveres
que, los más decididos reclaman a gritos (…)
(La
gente lo confunde con un confidente y quieren lincharlo…¡y todo porque se ha
afeitado!...Gracias a un compañero se resuelve la situación…y los perdones
correspondientes…Una copita y todos tan amigos…y , ahora todos quieren apretar
la zarpa de la única franja escarlata que se ve por el barrio…)
Apenas he tenido tiempo, desde que
ha comenzado la lucha, de ir a ver cómo van las defensas…me llaman y me vuelven
a llamar…la mayor parte de las veces porque se hablaba de traición (vida o muerte…justicia sumaria)
Sin embargo, que yo sepa, no ha
habido más muertes que la del panadero. Se dice que han fusilado al comandante
Pavía, sin hacer ruido, en un patio, por temor a que yo lo salvara; pero su cuerpo
no ha sido hallado.
(…) suena el tambor. Estoy cerca de
él y sus vibraciones resuenan en mi corazón…¡mi piel se estremece con sus
redobles!...por el camino, unos hombres que han oído el tambor, me reclaman.
--¡Es preciso que venga vd.!...
Versalles tiene espías en la alcaldía del VI. Están en contacto con los que han
tomado Montparnasse. Me llamo Salvador, debe conocerme, me oyó hablar en el
club de la escuela de Medicina. Créame, síganos…en la esquina de Bréa
cualquiera puede tomar su sitio…pero en Saint- Sulpice le escucharán a vd.
--Si es necesario…¡váyase!, me ha
dicho el mismísimo capitán de los hijos
del Père Duchêne.(…)
(Idas
y venidas…se habla de hacer saltar el Panthéon…los obuses estallan…el olor a
pólvora se extiende…un cura se escabulle como una rata…se santigua con los
dedos juntos y escupe por entre los dientes…¡menudo pájaro!)
La calle está desierta y lúgubre,
llena tan sólo de los trozos de plomo fundido que corren por delante y por
detrás de nosotros (…) Las casa están cerradas. Todas las fachadas sin
mirada…parecen enores rostros de ciego. En un rincón, un ciego auténtico, con
su perro a los pies, dice lastimeramente: ¡Por favor una caridad!.
¡Oh, mendigo, que no dejas tu
platillo ni siquiera bajo el cañón! ¡Autómata construido por la cobardía que
tienes la impasibilidad de un héroe!, y cuyo grito gutural surge, monótono
entre esa tempestad humana, implacable en esta lucha sin piedad.
Está allí, contra la columna de la
Iglesia, como una estatua (de la Enfermedad y la Miseria), erguido en el centro
de un mundo que había soñado curar las heridas y liberar a los pobres.
¡Le damos unas monedas! Los hombres
que quieren luchar desechan los sueldos y mendigan cartuchos.
--¡Gracias, buena gente!
............................................................LOUIS MICHEL (traducido de Eric Hazan)
“Dombrowski pasa con sus oficiales.
Estamos perdido, me dice. ¡No!, le contesto. Cuando pasó de nuevo fue sobre una
camilla…¡estaba muerto! (…) Era el 23 de mayo, acababa de ser derribado en la
barricada de la calle Myrtha”. (Su cuerpo
fue (transportado al Père- Lachaise
para recibir, allí, los honores…pero en el trayecto) “los federados…habían
parado el cortejo y colocado el cadáver al pie de la columna de Julio. Los
hombres, con antorchas en el puño, formaron a su alrededor una capilla
ardiente, y los federados vinieron, uno tras otro, a poner un beso sobre la
frente del general”.
Wroblewski,
también polaco e insurgente, fue el único, en toda la semana sangrienta, en
contraatacar a partir de la Butte-aux-Cailles que defendía con el 101 batallón…un
ejército de desperdicios sociales, de fieras indisciplinadas que sólo obedecían
a la voz del polaco.
No
hay más que decir….El cerco se cierra…¡pobres de los que queden!
Sólo,
que bajo el nombre de batallón Dobrowski (hasta su incorporación, tras
constituirse las Brigadas internacionales, en la Centuria Comuna de París),
miles de polacos, en su mayoría exilados en Bélgica y Francia, dieron su vida
en defensa de la Revolución española del 36…Desde el Jarama hasta el Ebro,
pasando por Brihuega, Teruel y todo el frente de Aragón…En su honor debería, en
la “franja”, estudiarse polaco como
segunda lengua.
¡Viva
el Internacionalismo proletario!.