“Alma”
es un concepto burdo y primitivo como burdo y primitivo es el pretendido
referente: Sujeto central de la vida moral y sus destinos ultramundanos. Los
griegos antiguos, delicados, hablaban de mariposas (Psijí) que saliendo de la boca del difunto sobrevolaban el cuerpo
inerte durante un tiempo prudencial.
Nada de eternidades. Quizás la vida del lepidóptero durara lo que durase la
imagen del muerto en la memoria más longeva. O quizás durara lo que
generalmente dura la vida de una mariposa, un año… que ya está bien. Como
mucho, imaginaron a los espectros dando el óbolo al barquero para perderse en
la sima del olvido. Euridicianamente.
¿Hablarán entre ellas
Las almas de los que nos dejan?
¿Giran en torno a nuestras cabezas
Obsesionadas por la tristeza?
Ríndete a la evidencia
Lo nuestro es pasar.
(Pedro Mateo)
Aquel
25 de noviembre del año 1960, a las
19’30 de la tarde, hora dominicana, tres mariposas superaron la fase imago y llegaron
a “La “Cumbre” y allí fueron reducidas a polvo. El último batir de sus alillas
produjo, ignorantes los sicarios, una brisa irisada que, pronto, se convirtió en
huracán malva. No en otra cosa consiste el efecto mariposa (perdonen el rodolí)
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El 25 de noviembre del año bisiesto de 1960 cayó en viernes, (o sea que la noche anterior,
en el Nuevo Continente, se había celebrado la cena de Acción de Gracia. La mayor matanza programada de pavos. En Fortuna
el acontecimiento pasó desapercibido.)
A las dos y media, hora de Fortuna,
una racha de viento agitó la tela de colchón que separaba las estancias de nuestra
casa. El día era muy frío pero apacible, luminoso. Y una racha de viento agitó
la tela de colchón que separaba las estancias de nuestra diminuta casa. Estábamos
comiendo una sopa de aletría cuando
una racha de viento agitó la listada tela de colchón que separaba las estancias
de nuestra diminuta casa. En la Telefunken sonaba “Madrecita María del Carmen” y una insólita brisa abombó las telas
de colchón que separaban las estancias de nuestra diminuta casa. Acabó “Madrecita, María del Carmen” y empezó “Ni se compra ni se vende”. Lo recuerdo como si fuera ayer porque una
mariposa se posó en cada uno de los platos de los tres miembros de la familia
que sorbíamos la sopa de aletría. Los otros dos, el padre y el hijo/hermano
mayor, no estaban. Nunca, creo, hemos comido juntos. A mi madre, afectada como
estaba por la reciente muerte del orejudo Carl Gable, se le escapó una lágrima.
No lloraba, dijo, por el galán, sino por esa desacostumbrada brisa que había
agitado las melancólicas telas de colchón. Y por las mariposas. Dijo no
entender cómo era posible que mariposas Minerva, de nombre científico Mellicta parthenoides, hablaba como
inspirada por el Espíritu santo, como una médium,
pudieran, con ese frío, volar por nuestra diminuta casa y rondar los platos de aletría –Buscan el calor–dedujo; y se secó la lágrima.
Desde entonces, para
nosotros, el 25 de noviembre se convirtió en el día de las 3 mariposas.
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De las muchísimas especies
de mariposas existentes, una me parte el corazón: la Heraclides machonides,
también llamada Mariposa Hermana Maribal, endémica de la República Dominicana
(antes La Española), concretamente de la provincia Hermanas Maribal (antes
Salcedo).
Udes., conocedores de la
motivación del establecimiento del día internacional contra la violencia
machista (y si no lo conocen, infórmense), coincidirán conmigo en la
desafortunada elección. ¿Cómo pudo haberse recaído, entre todas las mariposas
endémicas del lugar, precisamente la Heraclides
machonides para conservar la memoria
de las Hermanas Maribal, las Tres Mariposas?
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Si alguna vez van a
Dominicana, acérquense al Museo-Fundación dedicado a la memoria de las hermanas
Maribal. No tiene pérdida; está en la carretera que une Salcedo con Tenares, a
la derecha. Y como lo cortés no quita lo valiente pídanse, sin vergüenza, un Beso de Mariposa. El concienciado camarero
pondrá en marcha todo el mecanismo destinado a darle gusto: Hará una espuma con
agua de coco. La reservará para darle el toque final. Cogerá el vaso de la coctelera y abocará 200
gr. de piña dulce, 3cl. de tequila reposado (yo le pongo 6 cl.); la mitad de
sirope de ágave; media cucharita de jengibre fresco recién rallado; tres
semillitas de cardamomo y el zumo de medio limón. Empezará a machacar los
ingredientes hasta que la piña se licúe. Añadirá, concentrado, cuatro hielos
rocosos y agitará la coctelera enérgicamente. Escanciará el contenido sobre un
doble colador que habrá colocado sobre un vaso bajo y ancho que contendrá hielo
picado. Cuando a Ud. le parezca que la cosa ha concluido, adornará (el
camarero) la copa con la espuma de coco, sobre la que, delicadamente, irá
plantando semillas de cardamomo, una cereza roja y una flor pitahaya. Y así con
esa joya entre las manos se irá acercando a su mesa. Tres mariposas cola de golondrina se posarán en el
borde del vaso.
Casi prefiero el tequila a
palo seco.