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domingo, 3 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, día 3 de noviembre. SEGUNDA SERIE. Dylan Thomas. Trakl.

Parece que los efluvios del 1 y 2 de noviembre infectarán toda la semana. Y mucho me temo que ni siquiera esta tormenta rezagada pueda impedirlo. Hegel, a pesar de su clarividencia (o por ello), se ha metido under de la cama. Promete no salir hasta que no termine el estruendo. Pongo el pan en la plancha y cuando me dispongo a rociarlo de aceite y orégano griegos, aparece como si fuera el resplandor oscuro de la última descarga.



-- Poca palabra tienes, Hegel. 
 
-- Pero, poca, me responde. Cuando se trata de comer no tengo honor ni dignidad.

Desayunamos y cada cual a lo suyo: Él, under de la cama y yo, al ordenador: Ambos en la oscuridad total, pensando, sin embargo, el uno en el otro. Y es que al alma es una animal gregario, mucho más que la melancólica ralea de los cuerpos. Hagan vds. la prueba: encierren un cuerpo inanimado (ni des-animado, ni des-almado...¡inanimado!) en una caja de pino y verán su aguante. Intente, después, encerrar un alma...¡no resultará! A las almas, esos animales azules, les gusta el gay estar, cantar en grupo, contemplar lo bello... vean, sino, a mis ángeles custodios. No me importa que tal día como hoy del año 1970, Borges se descolgara con: "y detrás de los mitos y las máscaras / el alma, que está sola". Sólo estoy de acuerdo en lo de los mitos y máscaras. Ni sé en qué sentido diría Trakl que "el alma es alguien extraño en la tierra", pero, sin duda, son afirmaciones fisiológicas (en sentido nietszcheano, naturalmente).



Mediado octubre del 53, Dylan Thomas tomó el avión en Londres y se dirigió a Nueva York para el que sería su último viaje. Tenía que hacer unas lecturas de su última obra, pese a que la había empezado hacía 13 años: "Under de milkwood". Tenía previsto entrevistarse con Stravinsky a quien Auden había recomendado para que le escribiera los textos de una ópera sobre la Odissea que estaba perfilando y, además, había salido con la bendición de Caitlin, tras prometerle no pimplar ni en las comidas. Así que se esperaba a un Dylan comedido. Fue empezar la lectura del sábado 24: "Empecemos por el principio..." y empezar a secársele la boca. La del domingo, también en el Brinnin's Poetry Center, no hubiera podido soportarla, digo yo, sin hacerse poner una tetera llena de bourbon... y es que hacer 68 voces diferentes es todo un reto. Los de las filas de atrás no se enteraron de nada y los de las filas delanteras salieron con una trompa como un piano. Hubiera bastado una cerilla para que toda la sala explosionara. 



Acabado el martirio tomaría unas copas en el "White Horse" y se dirigiría al ¡¡Hotel Chelsea!!, donde, como es natural, residía. Lo encontró porque NUNCA apaga las luces. Ya saben Vds. que esos momentos de agotamiento máximo te empujan hacia la exaltación y la exaltación a la primera barra que encuentres. Dylan no fue una excepción. Se le borró hasta el azul de los ojos de Caitlin. Se olvidó la promesa, el reloj, el calendario... y se olvidaría hasta las llaves de la habitación. Por costumbre arraigada, se quita los zapatos y, así, con calcetines de rombos, camina por las solitarias calles de Manhattan... para que no oigan su vergonzosa vuelta a casa. La noche del 3 de noviembre, o sea tal día como hoy del año 1953, los que están en una de las barras del Hotel, precisamente aquella a la que se dirige el poeta, oyen unos resoplidos envueltos en quejas y ven aparecer a un tipo entradito en carnes, rubio, de pelo ondulado, y blanco como la leche, que se dirige, como un toro castigado, al burladero para apoyar su desventura.

-- "He tomado 18 vasos de güisqui, todo un récord, creo", dicho lo cual se desplomó. Desde el suelo aún diría algo así: "La gota me está matando" y es que, en efecto, tenía el ácido úrico por las nubes, a punto de desencadenar una tremenda lluvia ácida. Empezó con "18 poemas" y acabó con 18 vasos de bourbon... es lo que se dice una progresión adecuada.

(Tres años atrás habían sacado de la misma galería al desamparado Edgar Master Lee, sin el cual no puede entenderse cabalmente el "Bajo el bosque lácteo". Así fueron las cosas... y así se las cuento).
Trakl, tal día como hoy, del año 1914, tuvo menos (o más) suerte: no sobrevivió. El 27 de octubre, mientras nacía Dylan Thomas, había escrito su último poema "Gradek".

Los presentes no captaron el juego de sentidos y se limitaron a llamar a los responsables del hotel que lo enviaron al hospital de Saint Vincent. Entró en coma, que, tras unas inyecciones preventivas, se reveló rápidamente como irreversible. Nada de arrojarse a las vías del tren, como puede leerse por ahí. Su decisión fue más civilizada. La terrible Catlin recibió el telegrama durante la celebración de un acto en el que su marido era objeto principal. Voló a Nueva York, mordió a la enfermera, insultó al muerto y se llevó el cuerpo consigo. El alma quedaría flotando a las puertas del White Horse esperando a que abrieran.



Es una verdadera lástima que tan gran poeta, celebrado como un nuevo Rimbaud, un "maudit", por aquellos que no habían leído ni al primero ni a ninguno de la tropa, siga sin ser leído y haya pasado al panteón del "pop" por unas copitas de más. James Dean estaba esperando el guión de "Al este del Edén". Bing Crosby había dicho adiós, hastiado hasta el dobladillo de los pantalones. Abierto el "road", hasta H.H. se atrevió a lanzarse a la carretera con una nínfula. En Europa, los letristas y sus derivaciones daban buena cuenta de las reservas de los ventorrillos de Maubert y alrededores...

La tormenta continúa y Hegel, como ha prometido, no aparece: El Dry no le gusta. Pero, claro, digo yo, tendrá que hacer sus necesidades...¡ya dirá algo!

En el momento,de otro año, como es natural, en que Dylan entró en coma, le pusieron el espejito a Trakl y como no lo empañó, lo dieron por muerto; le taponaron los orificios nasales con copos de algodón en rama. Ocurría en el departamento de psiquiatría del hospital de la guarnición nº 15 de Cracovia. Era tal día como hoy del año 1914. La guerra resplandecía. Y su esplendor atrajo a media Europa, ¿qué digo media? a Europa entera. Sólo unos cuantos desorientados se atrevieron a oponerse a la matanza. Trakl fue enviado al frente por razón de su cargo: farmaceútico-enfermero militar. Lo que vio superaba los límites del verso, incluso los del universo. Todas las costumbres son duras de construir.



Dylan Th. se libró por bebé; Trakl, ya estaba un poco ido y, sin embargo, fue enviado al frente de Galitzia: a engrosar ese real e imperial avance que pretendían imparable y terrible. Un manotazo de las tropas rusas los desbravó. Kokoshka, elegante como pocos, azuzaba su caballo en busca de la metralla que le destrozaría la cabeza. Egon Schiele, excluído por interés cultural, está echando suertes entre la pequeña Wally y las hermanas Edith y Adele. Será Edith la elegida. A ambos, ella embarazada, se los llevó p'alante la "gripe española", que estaba esperando el armisticio para salir a escena. A Kirchner le da un ataque de nervios.

¡Ay, Grete, Grete!

El Goplana, con Wittgenstein (voluntario) dentro, retrocedía a toda máquina, Vístula abajo, hacia los cuartels de invierno. 



Y mientras se retiraba en desorden, aunque dentro de los inamovibles márgenes de la corriente, se lanzó "contra el problema en vano. Pero derramaré mi sangre ante la fortaleza antes de retirarme con las manos vacías.." ¿Problema? ¡ya lo creo!: "Lo que puede ser dicho, puede serme dicho mediante una proposición. Nada de lo necesario para la comprensión de todas las proposiciones puede, pues, ser dicho". La proposición elemental es percibida como figura de un estado de cosas, pero..."cómo puede comunicárseme cómo representa la proposición"... En esas estaba el filósofo cuando el poeta arrojó, en verso libre, su último aliento. Wittgenstein había recibido notificción por medio de Ficker, su albacea (?) en lo que hizo al reparto de la herencia entre artistas necesitados, entre los cuales Trakl (al que le dieron arcadas de la emoción), en la que se le ponía al corriente de la situación de
Trakl: "Le estaría profundamente agradecido..".
 
Wittgenstein: "¡Qué feliz me haría conocerle! ¡Cuando llegue a Cracovia espero reunirme con él!..."

Llegó dos días tarde. El día 3, el poeta se había pasado con la cocaína. Y quizás mejor así: Trakl hubiera aparecido a los ojos del filósofo como la representación de la proposición: "Hay un muerto en la cama": es decir, "Existe un x, tal que x "está muerto" y "está sobre la cama"" (por cierto, Hegel sigue under la cama). Y después se hubiera creado un aplastante silencio. "¡¡Qué infelicidad!! ¡¡Qué infelicidad!!"....fue lo único que pudo decir, sabiendo, naturalmente, que se situaba al margen de lo proposicional, y que eso que acababa de proferir no sería, en rigor, entendido cabalmente por nadie. Wittenstein, todo hay que decirlo, despreciaba, por patético, el expresionismo: prefería a Goethe, quien, a Trakl, después de idolatrarlo, le helaba el corazón.

Trakl, como Dylan, tuvo también una infancia feliz, que se dice, y pasemos un tupido velo sobre su intento de arrojarse a los pies de los caballos, olvidemos que quiso lanzarse a las vías del tren o, sin escarbar más, y, ya puestos, el día que intentó ahogarse. Sólo en la adolescencia empezó a desviarse de la norma: "El ángel Blanco" no le sentó muy bien. Aquí vendría bien disolvernos un poco con referencias al "Caballo Blanco" de Dylan y a la otra farmacia famosa en el terreno en el que nos movemos: "Los Mensajeros Celestiales" y, ya entrados en harina, referirnos a Kepler.



Por cierto que, si Vds., por una de aquellas, se acercan a Salzburgo y les sobreviniera un dolor de cabeza, una diarrea u otra dolencia viajera (y pasajera), pásense por la Linzergasse....¡la farmacia sigue funcionando! Díganle que van de mi parte, si quieren añadir a su malestar el desconcierto ajeno. Y es que Trakl nunca consiguió aprovar la reválida que le daba el título de bachiller superior y farmacia era de las pocas carreras a las que tenía acceso. Resultó, sin embargo, como un anillo al dedo.

¡Ay! ¡Grete, Grete! ¡Qué bien nos hubiera ido la vida juntos para siempre!... hubiéramos sido tíos y padres de los mismos niños ¿uuum?

Y si van a Viena, a 3 horitas, pasen por la Michaelerplatzallí, en el nº 3, verán una casa (Raiffeisenbanc) que puede que no les diga nada, pues, como he dicho antes, lo acostumbrado ha exigido tiempo para conformarse como tal, sin embargo, fue el escándalo de la época.


El emperador tapió la ventana de su palacio que daba a la plaza. Las fuerzas vivas daban un rodeo por no verla. Trakl, por su parte, estampó con letras ascéticas, sin ornamentos (¡eso sí!), un graffiti histórico: "Faz de una casa: severidad y silencio en la piedra grandiosa y magnífica en su forma". ¡Oigan! Por menos aquí enchilonaban. Yo escribí en los muros de la catedral de Murcia, ¡válgame dios (?)!, "Viva la LCR" y estuve dos día en la Jefatura Superior de Policía de la plaza Ceballos. Loos le había escrito, presagioso: "Considérese a sí mismo como un vaso del santo espíritu que nadie, tampoco George Trakl, debe destruir". El poeta entendió "espirituoso santo" y se lo pimpló de un prodigioso golpe de muñeca.

Lean el último poema (27 octubre 1914. Cracovia)

GRODECK

"En la tarde resuenan los bosques otoñales
de armas mortales, las áureas llanuras
y lagos azules, sobre ellos el sol
rueda más lóbrego; abraza la noche
murientes guerreros; la queja salvaje
de sus bocas destrozadas.
Pero silente se reúne en los prados del valle
roja nube, allí habita un Dios airado
la sangre derramada, frescura lunar;
todos los caminos desembocan en negra putrefacción.
Bajo el áureo ramaje de la noche y las estrellas
oscila la sombra de la hermana por la arboleda silenciosa
al saludar los fantasmas de los héroes, las cabezas sangrantes;
y suenan suave en el cañar las oscuras flautas del otoño.
¡Oh duelo tan orgulloso! Oh altares de bronce,
a la ardiente llama del espíritu nutre hoy un hermoso dolor,
los nietos no nacidos."

Lástima de día, dan ganas de llorar. 
 
-- ¡Hombre, Hegel! ¿Qué te trae por aquí?-- Se dirige sin mirarme hacia su cadena, como un humano y se sienta mirándola fíjamente. ¿Ven Vds. ? El sentido se muestra, no se dice. Cojo las bolsitas azules de los chinos, el chubasquero y el paraguas y salimos a ponernos perdidos. Le dejo hacer. Me conduce a la cantina del Día, como si para él fuera "el Farolito". Ya que estamos aquí repito de fifti-fifti. Oigo que alguien llama a una tal Matilde que, creo, acaba de pasar por delante de la cantina. Hegel ladra. Ese ladrido especial que emite cuando se trata de un asunto de enjundia.

--Vamos que tenemos trabajo-- dice el muy gandul. 
 
-- Lo dejaremos para mañana, porque la cosa se las trae.

Lo ideal hubiera sido haber pasado el día en Laugharne, en la boathouse del poeta, convertida en un hotelito con encanto. Por unos 1.500 euracos pueden Vds. pasar una semana de ensueño. No sé si entran las consumiciones en el Brown's bar. Por preguntar nada pierden. 
 






























































































Propuesta para hoy, día 3 de noviembre. W. Reich.



“¡--Oidme, ¿por qué no probáis mi acumulador de orgones? Dará sustancia a vuestros huesos. Cuando salgo de él siempre corro al coche y me lanzo a ciento cincuenta por hora a la casa de putas más cercana. ¡Jo-Jo-Jo!-era su “risa” de cuando no se reía de verdad.
El acumulador de orgones es una caja normal y corriente lo bastante grande como para que un hombre se siente en una silla dentro de ella; una capa de madera, una capa de metal, y otra capa e madera recogen los orgones de la atmósfera y los mantienen cautivos el tiempo suficiente para que el cuerpo humano absorba más de la dosis usual. Según Reich, los orgones son átomos vibratorios de la atmósfera que contienen el principio vital. La gente tiene cáncer porque se queda sin orgones. Bull pensaba que su acumulador de orgones mejoraría si la madera utilizada era lo más orgánica posible, así que ataba hojas y ramitas de los matorrales del delta a su mística caja. Esta estaba allí, en el caluroso y desnudo patio; era una absurda máquina disparatada cubierta de hojas y de mecanismos de maniático. Bull se desnudó y se metió en ella sentándose a contemplar el ombligo.” (“on the road”)

Bueno, no es una mala publicidad. Después de todo, Burroughs, vivió más de ochenta años y no murió de cáncer.



















El principio físico del acumulador exige que la capa externa sea de materia orgánica (madera...
algodón…) que atrae los orgones, y la capa interior, metálica (hierro…) que expulsa los orgones…Y tú, que estás dentro, los recibes. Puede graduarse, dependiendo de los materiales. Y tiene, como todo, suscontraindicaciones…

Pero…¡empecemos por el principio!

Y el comienzo es rutinario: pan con aceite y orégano griegos. Carajillo (¡de coñá!), fluido vital, alma del mundo…

Cuando Freud estableció, de una vez para siempre, la etiología sexual de la neurosis y proclamó que la niñez era una etapa “sexualmente polimorfa y pervertida” hasta su mujer lo tomó por un tarado. Y cuando dejó sentado que la “libido”, de naturaleza sexual, era la energía que alimentaba los procesos de construcción de la personalidad…su mujer le negó la entrada al gineceo y el resto del universo-mundo levantó el labio superior y, sin avisar, se le tiró al cuello.

Dada la naturaleza lingüística de la “terapia psicoanalítica”, no se podía ir más allá de los límites (de todo tipo) del lenguaje. Así que no se podía alcanzar el verdadero origen de la cosa. Por lo demás, daba miedo las consecuencias que se derivaban de ese descubrimiento. ¡Vade retro!...y empezaron las derivaciones “culturalistas” y el recurso a los “instintos”.


 



Reich siguió avanzando…dejó atrás el lenguaje y se internó en los brumosos tiempos iniciales y siguió avanzando…se introdujo por el útero de la embarazada y se puso en la piel del, aún, no-nato.
Salir de un medio caliente al frío inhóspito de la sala de partos…verse sometido a golpecitos humillantes en el culo…envolverte como una momia peruana…separarte del ser que te cobijaba…buscar el pezón y encontrarlo frío o encogido o seco…Aguantar la vaharada de ajo de tu padrino…¡¡No!!... Ahí se origina el Gran No. 

Los niños ven frustradas sus necesidades emocionales, su expresión de la vida emocional, justamente antes de su nacimiento y después de él: ¡Ese el origen del odio!...de la pasividad, de la inactividad, del conformismo. Origen de la “coraza”, de la rigidez, de la retirada frente al mundo.

La “psicología de las masas del fascismo” (rojo o negro) tiene que ver con esa “coraza caracterológica”…que deviene “plaga emocional”: El triunfo de “Modju”.

La Psicología, se detiene. Comienza la Bio-energética: Romper esa “coraza” y abrir paso a la “energía orgónica”.

Pues, coincidiendo con ese descubrimiento, Reich descubre el “orgón”: ese fluido vital, de los que todos hablan… la “libido” fundamento del psicoanálisis.

Esa energía se favorece en el orgasmo: posibilita que la energía cósmica circule por nuestro organismo…disuelve grumos con los que no podría ni el más poderoso mezcal de Oaxaca.
Ningún problema importante de la Humanidad podrá ser solucionado mientras siga la miseria sexual de los niños, adolescentes y adultos.

Las consecuencias “sociológicas” (políticas) que de ahí se siguen son peligrosas. Reich se queda sólo. Completa su visión del asunto con el marxismo y se apunta al Partido Comunista. Viena…Berlín…miles de seguidores que aspiran a una práctica correcta de su sexualidad… lo que exige una estrecha colaboración entre la medicina, la educación y la higiene social…así como destruir instituciones nefastas por naturaleza (¡¡la familia!!)
















…De las ventanas surgían “ayes” de placer;  los juzgados se llenaban de matrimonios que, por las buenas, pedían la separación para emprender una vida sexual sana; hijos en edad escolar pedían satisfacer sus necesidades; adolescentes, dejaban de escupir y miraban al cielo; Abuelos y abuelas dejaban los soleados parques e inundaban las tiendas de corsetería y ropa interior…
 
Así que:

Es expulsado del Partido, de la Asociación Psicoanalítica y, cae por su peso, se larga de Alemania. 

Estamos en 1933.

La clave está en el ritmo, la pulsación: tensión/liberación…como las medusas…

Cuando la “energía orgónica” se estanca (a causa de mecanismo represores),  degenera…y produce, como los pantanos, emanaciones pútridas (¡es un decir!)…cadaverina y cosas por el estilo. Las células se ahogan…los tejidos se deshilachan…cáncer…

Con estas ideas llegó a Estados Unidos (1939). Y allí la cosa se complicó. Los informes recogían todas las falsas acusaciones: neurótico, esquizofrénico, paranoide, comunista, anarquista, degenerado sexual, abusador de menores…que en el Nuevo Continente, con su practicidad acostumbrada,  se reducirá a una: ¡Loco de atar!

Por entonces, Gamow predecía la existencia de una omnipresente radiación de fondo, resto fósil del Big-Bang. En el 65, Penzias y Wilson la descubrirían. Reich YA hablaba de esa energía, azul, medible y que llenaba todo el cosmos e incluso lograba apresarla y “manipularla”: mediante sus acumuladores y su “rompedor de nubes”. Demostró que se podía cambiar el clima, tal como se podía influir en la salud de las personas.



Todo esto, como es natural, lo sabía la CIA. Truman había aprobado el “Proyecto Fénix” que tenía como finalidad oficial la recogida de datos meteorológicos, aunque en realidad el fin último era la posibilidad y capacidad de producir “cambios de humor” en la población mediante el control de la atmósfera (J.L.P.). Con esta finalidad se contrató (1947) a W. Reich, que construyó el “Thermistor”, aniquilador de las “radiaciones mortíferas” (DOR) y producir “orgones”. Consecuencia inesperada fue que el tal aparato era capaz de producir lluvia (condensando nubes).  Desvinculada la CIA, Reich consiguió financiación y siguió desarrollando sus proyectos.

De este asunto, nuestro compañero Nacho Manzano, podría hablar largo y tendido.

La cosa se complicó con el avistamiento de “ovnis” (recuérdese una entrada anterior) a los que Reich daba crédito. No sólo crédito…¡también batalla!...Fue el primero en forzar la retirada de naves extraterrestres: “Esta noche (28 de enero 1954), por primera vez en la historia, el hombre ha ganado una batalla en la guerra que, desde tiempo inmemorial, mantiene contra entidades extraterrestres”.(J.L.P.)

Hay que decir en su favor que, por entonces, ya estaba en el punto de mira y, para olvidar, se había dado a la bebida. 

¡A su salud el cotidiano Dry de mediodía!

Reich pisaba terreno resbaladizo…

La “caza de brujas”, se cebó en él. Sus obras alimentaron el penúltimo “auto de fe” (Incinerador Gansevoort de Nueva York, 23 de agosto de 1956). La palabra “orgón” fue borrada de los papeles. Cualquiera que poseyera libros de Reich o que defendiera sus teorías podía ser castigado. Los acumuladores de energía fueron destrozados a martillazos… ¿Tanto esfuerzo por destruir un sinsentido?…¿tanta fiereza para eliminar un despropósito?...¿merece un loco tanta atención?

…¡Saquen vds. las conclusiones!...

Pero, por si fuera poco, Reich “refutó” la concepción Pasteuriana (¿) de la vida y de los gérmenes: la vida es un fenómeno espontáneo y surge, por procesos claramente naturales y “observables” a partir de materiales no-orgánicos. Y toda esa vida produce energía y es atravesada por la energía “orgónica” cósmica.

Todo un mundo de energía gratis (¡!) a nuestro servicio. Nikola Tesla intentó salir de la tumba, pero estaba hecho polvo. Después dicen que somos dados a ver “complots” por doquier: si uno parece un imbécil y se comporta como un imbécil…¡Es un imbécil!

En fin que todo esto no podía tener un buen final..¡Y no lo tuvo!

Los problemas los tuvo siempre y por todo tipo de causas. En el 52 se concretan y se encarnan de forma definitiva en la Asociación Americana de médicos y psiquiatras y en la F.D.A. En febrero del 54 toman forma y es acusado de fraude. En el 56 se realizó el juicio…

…Infórmense vds. Infórmense… ¡y verán lo que son garantías procesales!

Fue condenado a dos años de cárcel: unos días en la prisión federal de Danbury y el resto en la de Lewisburg (Maine).




Los psiquiatras de la cárcel no le encuentran nada raro…¡qué raro!...


Esperaba ser puesto en libertad el día 5 de noviembre de 1957 (se lo prometieron)…pero murió el día 3… de infarto (¡una de las dolencias para las cuales había que ser cuidadoso con el uso del acumulador!). 

Previsor, se había construido la tumba (1955), estatua incluida, y había dejado muy claras las instrucciones: que me entierren en “Orgonón”, con vistas a los lagos y que suene el “Ave María” de Schubert, en la voz de Marian Anderson. Su hija Eva se encargó de que así se hiciera.




El 3 de noviembre de tres años antes, se había estrenado el largometraje de Disney: “Alicia en el país de las maravillas” con guión de Aldous Huxley (¡!) (sobre el relato de Carroll)

En su (de Reich) honor…¡que suene, en el esputofaif, el “Ave María”!

Eva (Ave) Reich, está casada con el doctor Carles Frigola que tienen en Figueres un “centre médic” con vocación “orgónica”. Miren vds. por donde: en una de las pocas calles que no tienen “su” bar…

¡La verdad que si Reich levantara la cabeza!


«Respecto a mi persona y mi obra pido al lector que considere un hecho sencillo: Los psicoanalistas neuróticos me califican de esquizofrénico, los comunistas fascistas me combaten como trosquista, las personas sexualmente lascivas me han acusado de poseer un burdel, la policía secreta alemana me persiguió como bolchevique, la estadounidense como espía nazi, los charlatanes de la psiquiatra me llamaron charlatán, los futuros salvadores del mundo me calificaron de «nuevos Jesús» o «nuevo Lenin»... Yo estoy dedicado a otra labor que requiere todo tiempo y la fortaleza de que dispongo: el trabajo sobre la estructura irracional humana y el estudio de la energía vital, descubierta hace muchos años; en pocas palabras: «estoy dedicado a mi trabajo en orgonomía» (Reich).

RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...