El perro me despierta con un “allegro molto vivace”. Apoya la cabeza en la cama y me mira
suplicante. Oigo el viento y la lluvia. El metrónomo se acelera...¡No hay
tiempo que perder! ...Buidonovka y, en pijama, saco al perro. ¡El tiempo justo!
Aún no ha acabado el pobre y...
--¡¡Es
vd. Un ciudadano de segunda!!
--Y
vd. Un imbécil de primera...¿No ve que es un perro?
--Pero...vd.
¡NOO!
--¿?
--y...¡¡Esa
gorra!!
--¡!
Mal empezamos...¡El vecindario empieza a reaccionar ante
la budionovka! Recojo y volvemos rápido
a casa. ¡pobre perro! ¡ha esperado hasta la hora acostumbrada!
Vuelta al jamón de york. Su pastilla. Y un trocito de pan
untado en mi aceite griego.
“Sol y Sombra”. Doble: ¡Hoy tendremos “faena”!
Dejaremos el perro en casa del vecino (un buen vecino,
todo el mundo lo sabe, es una bendición de dios)...y nos pondremos el
chubasquero gris hasta los pies.
¡Tarjeta dorada! Lado de mar para ver el mar enfurecido.
Hoy bajaremos en Arc de Triomf.
En el I-pod: Miguel de Molina y la Banda el Empastre.
“¡Molt
bé per la gent fina!
¡Visca
la sangre torera!
Puede
nuestra barretina
Medirse
con la montera”... (Anónimo)
Paso por debajo del arco de triunfo, chubasquero al
viento y budionovka calada. Me dirijo, por Comerç, Colón... hacia la
Barceloneta.
Tal día como hoy, del año 1892, murió en el Hospital del
Sagrado Corazón de Barcelona, Pedro Aixelà i Torner. ¿qué no les dice nada ese
nombre? ...
En Comerç hay varios bares adecuados para otro “sol y sombra”. Llegaremos al comienzo
del paseo de la Barceloneta y serán sobre las 11. Seguiremos como si
quisiéramos incorporarnos a la Ronda Litoral. (¡no lo haremos!), veremos el
depósito de gas y no veremos, porque no se ve, el campo de fútbol contiguo (“el del gas”).
Allí, en el año 1834, se edificó la primera plaza de
toros de Barcelona (cerca de su clientela natural: las clases populares, muchos
inmigrantes...que habían traído consigo la afición y por aquello de pan y
circo...): “El Torín”, de escasa
altura, según exigencias militares, en cuyos terrenos se encontraba. Durante 66
años fue la única plaza de Barcelona (¡que llegaría a tener tres!).
Aquí debutó el gran “Peroy”
que saltaba la garrocha con gran facilidad, arrojo y gallardía. ¡Olée!
En el i-pod “el
gato montés”.
La lluvia arrecia. El viento me disputa el chubasquero y
no se ve ni un maldito bar en kilómetros
a la redonda.
“Los de L’Hòstia”
(O sea los del barrio de la Barceloneta) siempre han tenido la fama que refleja
el nombre...El Torín era la tribuna
donde esa fama se ponía de manifiesto con más frecuencia: carteristas,
camorristas...¡Hasta el bravo torero “Conejito”
fue multado por enfrentarse a la policía!
No aguantaremos más y nos dirigiremos hacia la calle
ginebra (¡!). Justo en el número 1 encontraremos un bar. Una cerveza y una tapa
de tortilla (nos aseguraremos que sea del día). Nos sentaremos un poco para
tomar aire y hacer el sudoku... desgraciadamente los tres estarán empezados y
dejados a medio...¡ Vaya clientela!.
Pediremos otra Moritz, porque la primera habrá caído de
un trago. Y nos largaremos.
Sigue la banda del Empastre y caminaremos,
involuntariamente, al ritmo de un garboso pasodoble: Budionovka, chubasquero al
viento...¡¡Paso a la Caballería Roja!!
Antes de que nuestro gran Peroy tomara la alternativa, la
plaza ya había dado de sí.
El hecho más glorioso y que sobre el que ha corrido más
tinta, ocurrió bastante antes de que Peroy matara su primer toro,
Era el 25 de Julio de 1835. Festivo, por ser la
festividad de Santiago, Santo patrón de España...Eran los días de María
Cristina...Se habían programada siete corridas. La sexta había sido estupenda,
con toros muy bravos...las tripas de los caballos habrían salido disparadas al
tendido...los toros habrían acabado medio degollados antes de entrar a
matar...Las gentes (tanto las de sol como las de sombra) irían de “sol y sombra” hasta las cejas (espesas
y unidas)...gritos...peleas...En fin ¡alegría!
...por estos motivos se había creado una gran y ferviente
expectación con respecto a la séptima y última (¡en efecto!) corrida.
En el I-pod siguen los pasodobles toreros...¡En mala
hora...!
Nuestros pasos nos llevarán hacia “El Plata”, detrás del Paseo de Colón, junto a la Mercè, Santa
patrona de la Ciudad. Lástima que llueva, de lo contrario podríamos haber
tomado nuestro Moriles en la ventana. Allí se va a comer sardinillas fritas. ¡A
quien no le guste la fritanga que no vaya! Sentados continuaremos con nuestro
tema.
La corrida del 25 no se desenvolvía según las esperanzas
depositadas: los toros eran verdaderos mansos...¡No querían jugar, ni
morir!...¡los muy desgraciados! Los toreros se disculpaban, intentaban el toreo
al natural y ¡nada!; intentaban con la derecha y ¡nada!;...con el
capote...¡Imposible!... Los ánimos se caldeaban…las botas de vino volaban y
después las botellas vacías...se lanzaron abanicos…sombrero…sillas…
bancos...las columnas de los palcos...se arrancó el
maderamen de los tendidos y se lanzó todo al ruedo (in crescendo). La turba
arrancó la maroma que formaba la contrabarrera y con un trozo de ella, ataron
al último toro por los cuernos y lo arrastraron por las calles de la ciudad:
¡¡Santiago y
cierra España!! ¡¡Visca Catalunya!! ¡¡Mueran los carlistas!! ¡¡Paso a la
Caballería Roja!!...
Seguiremos nuestro deambular y llegaremos a las
Drassanes, a la parte baja de la Rambla e imaginaremos el espanto de los
paseantes al ver interrumpido de forma inusual su paseo festivo.
Los gritos arreciaban. Las piedras volaban; algunas
encontraron su vuelo interrumpido por el convento de los Agustinos descalzos y
del muy cercano de los Franciscanos.
La guardia de las atarazanas no daba abasto.
La gente se dispersaba y volvía a reunirse en diferentes
sitios de la zona...el toro seguía mugiendo...el “sol y sombra” circulando...las botas de vino...Empezaron las
teas...y, al mismo tiempo empezó la costumbre de la quema de conventos
(¡No hay iglesia que más brilla que la que arde!)
...Empezaron por los carmelitas descalzos y siguieron,
envalentonados, por los calzados...siguieron con los Dominicos, los Trinitarios
descalzos, los agustinos calzados...y acabaron prendiendo fuego a las puertas
de los Mínimos (¡qué mínimo!)...Los Agustinos calzados perderían sus sandalias
que las cogerían los Trinitarios descalzos que se convertirían en Agustinos
calzados. Los Agustinos descalzos robarían las sandalias a los franciscanos y
de ahí nacería la orden de los Franciscanos descalzos.
De todos estos hechos hay memoria popular:
“El
dia de sant Jaume de l’any 35
va
haver-hi bullanga
dintre
del Torí.
Van
sortir sis toros
Que
van ser dolents.
Això
fou la causa
De
cremar els convents” (Anónimo)
Sigue la Banda del Empastre...los pasodobles toreros y
nos cimbrearemos. ¿Cimbrear? ¿Qué habremos dicho? ¡¡¡pero si también habríamos
cargado nuestro i-pod con Miguel de Molina!!!
Subiremos un poco más y tomaremos un Dry, estilo Buñuel,
en el Boadas antes de entrar nos
habremos quitado la gorra (¡que nos conocen!). Pensaremos que uno es poco,
después de lo que habremos visto. Tomaremos otro. Y ya, con los nervios
templados y serenos, meditaremos sobre el hecho de que no se quemó ninguna casa
particular y de que ninguna persona (incluyo al clero) fue personalmente
atacada. El único sacrificado (¡como siempre!): El toro.
¿Consecuencias? La plaza del Torín (tras un solo año de funcionamiento) fue cerrada por un
período de 15 años. ¡Los de la Barceloneta son l’hòstia!
Pero ahí no acabó la cosa. Los alborotos continuaron
durante días y fueron tomando un cariz cada vez más definido, hasta llegar a su
punto álgido con la quema, la noche del 5 al 6 de Agosto, de la fábrica “El Vapor (Bonaplata)”. Era la primera
fábrica textil de España con maquinaria de hierro colado y la primera fábrica “a vapor”..Por esas innovaciones y por la
utilidad social, los Bonaplata (Capitán de la Milicia nacional) habían obtenido
del Estado importantes exenciones arancelarias, una buena subvención y un
estupendo solar, más o menos entre la plaza de Castilla y la Ronda de Sant
Antoni. La fábrica daba a la calle Tallers. Puede que la Plaza sea el hueco que
dejó.
Fue un verdadero acto ludita
(recordemos los sucesos de Alcoy), una lucha a muerte por los puestos de
trabajo (por la vida) que las máquinas ultramodernas les arrebataban.
Los guardias no podían contener la avalancha. El general
Bassa (u otro, da igual) fue arrancado de su despacho (¿Capitanía?), linchado y
arrastrado, como al toro, por las calles. De paso fue derribada
la estatua de
Fernando VII que adornaba (¿) la Pza. del Palau.
¿Consecuencias?: El día 7 el ejército tomó la ciudad. Ese
mismo día fue ejecutado el obrero Pardiñas (¿autor del incendio?) y el día 11,
tres obreros más. Siguieron bastantes más...se encendió la mecha (¡!) de la
organización obrera.
Ya serán cerca de las dos y pensaremos en comer. Pero
antes, para pensarlo, nos pasaremos por “Los
toreros” (carrer Xuclà) una reliquia de los tiempos del cierre definitivo
de “El
Torín”. Allí sólo el tiempo imprescindible para un Moriles. Podríamos
quedarnos pegados al suelo ¡para siempre!
Puestos en este plan, y en estado en que nos
encontraremos, pensaremos que el Portalón
no es un mal sitio para comer (y nos equivocaremos). Cruzaremos las ramblas y
como cosacos (rojos) nos dirigiremos hacia Banys Nous. Menú: lentejas de
primero y de segundo, fricandó. Fifti-fifti (de lo peorcito que habremos
probado) y remolque de Terry de malla.
Aquí estaremos bien
y seguiremos con nuestras cosas.
Bueno, pues el tal Pere Aixelà i Torner...¡Era el “Peroy”!, natural de Torredembarra, de
profesión, mozo de diligencias (no hacía mucho que se había inaugurado la
primera: Reus-Barcelona) y tuvo el honor de ser el primer (de una larga lista) “torero català”. Llegó a cobrar 2.000
pts en La Habana. Murió en el Hospital del sagrado Corazón, tal día como hoy,
del año 1892.
Los comienzos del Peroy
fueron desacostumbrados. Había dado sus primeros capotazos al aire, o al toro
rodante, en los altos de Poble Sec. Y allí perfeccionaría su estilo de salón.
Fue “El Chiclanero” (natural de Chiclana)
quien captó el valor y la valía del joven. Recibió apoyo del novillero “El Sastre” (de procedencia
desconocida). Estos notables, hicieron correr la voz de que un
joven...etc..etc...Y así la tarde del 1º
de Julio de 1855 (ya reabierto “el Torin”)
tuvo la oportunidad de matar su primer toro, de nombre “Peinero” y de la ganadería
de José Bermejo (estos son datos que los taurinos agradecerán). Pudo hacerlo
gracias a la gracia de la presidencia del festejo, a pedido de Manuel Arjona,
que le cedió el quinto toro de la tarde.
Tomó la alternativa . ¡Camarero! ¡Pónganos un poquito más
de Terry!.
Tomó la alternativa, decíamos, el 12 de Julio (¿o de
Junio?) de 1864, en el coso maldito. La tomó de manos de “El Salamanquino” (natural Córdoba); con ganado de Carriquirri (unos toros que le
perseguirían toda su vida). El toro se llamaba “Silletero”.
Salió bien parado...temporadas en América... lo de La
Habana...etc.etc
Los Carriquirri
se la tenían jurada y uno de ellos, “Artillero”,
por más señas, por poco no le rompe la
columna. “El Gordillo” (natural de Sevilla
¿o del Betis?), compañero de cártel hizo lo que pudo para que no se consumara
el drama. (¿). Cuando se retiró, el 2 de Agosto de 1879, fueron también los Carriquirri los que lo despidieron.
“El Torín”
siguió abierto hasta el 23 de septiembre
de 1923. por entonces ya estaban construidas las otras dos plazas. Fue en “El Torín” que empezó esa costumbre de
amenizar con música las buenas faenas...y ¡como siempre! fruto de la
inspiración de” los de l’hòstia”: Era
el 13 de Mayo de 1877, El “Lagartijo”,
Lagarterano de procedencia, lo estaba
bordando...sacando pases imposibles a los toros de Ripamilán. Cuando la gente,
fuera de sí, empezó a gritar (a pedir, por favor) ¡Música! ¡Música! Y ¡Así
empezó esa costumbre que nos ha dado tantos y tan bonitos pasodobles toreros!
Durante los últimos años, “El Torín”, se especializó en mujeres torero.
Con tanto toro, nos vendrán a la cabeza las delicadas y
quebradizas vacas de Marc, muerto tal día como hoy, en plena Gran Guerra.
Pagaremos y nos parecerá excesivo. En i-pod. Lo que
tengamos de Miguel de Molina, muerto tras un largo y penoso exilio (por
republicano y maricón) tal día como hoy, del año 1992.
Esta tarde a descansar de tanta algarabía: unos gintonics
y nos olvidamos de todo. El eterno retorno del tiempo nos dará más
oportunidades. Si hubiéramos tenido ánimos habríamos echado la tarde por Barcelona
y cenado en el restaurante “Bonaplata”, especializado en carnes ¡a la brasa!.
Paseo vespertino. Comida para el perro: arroz, fideos,
bolitas y pollo.
Rellenar la ficha Eroféiev y comida para mí: tortilla de alcachofas del
huerto. Fifti-fifti.
DVD: “El jardín de los Finzzi Contini”, basada en la
novela de Bassani, nacido tal día como hoy, del año 1916.
¡Buenas noches!