¡Va por Carl Sagan (*)!
“Fly me to the moon
déjame jugar entre las estrellas;
déjame ver como es la primavera
en Júpiter y Marte…
En otras palabras, sujeta mi mano.
En otras palabras, cariño, bésame…”
déjame jugar entre las estrellas;
déjame ver como es la primavera
en Júpiter y Marte…
En otras palabras, sujeta mi mano.
En otras palabras, cariño, bésame…”
Y una fuerza
telúrica apabullante condujo el deseo a su realización extrema. Aún llevaba la
hostia en el cielo (el único) del paladar. Su chófer “dijo de parar” para que se quitara los restos con un rebujito de Jerez. Él propuso un apocalíptico
orujo de Liébana. No hubo acuerdo y el coche siguió su marcha. Giró a la derecha.
Bobby Darin (*) seguía a lo suyo: “…Flay me to the moon…”. Y su alma ascendió a los cielos. El cuerpo,
sin embargo, pesado por naturaleza, lo intentó con un hermoso vuelo gallináceo,
pero tuvo que resignarse a la inmutable ley de la gravedad.
Alguien cogió la
mano de alguien y derramó sobre ella los santos óleos. Mientras tanto, la “Pioneer
10” enviaba las primeras imágenes cercanas de Júpiter y se ponía de moda: “La cara oscura de la luna”. La película
del año fue “El Golpe”.
Había ganado la
liga el Atlético y la copa el Athletic. Definitivamente había sido un
mal año. Las únicas alegrías las dio Ocaña, ganando el tour, el “Dauphiné Libéré”, la “Volta” y la “Vuelta al país Vasco” (entonces Vascongadas). Y por si fuera poco,
la OPEP duplicaría, el día 22, el precio del petróleo.
La “Pioneer 10” se dirige, indiferente y
tenaz, hacia Aldebarán, en la constelación de Tauro. Llegará dentro de
1.690.000 años. Tiempo suficiente para que la famosa plaquita sea vista y
estudiada por las habitantes del más allá. Como la plaquita de Coello lo es por
los habitantes del más acá.
TVE había
programado para la noche del miércoles “Desayuno
con diamantes” (aquí aún no sabíamos los que era “Tiffany’s”), pero, siguiendo una lógica férrea, fue sustituida por
“El Príncipe valiente”. El “príncipe”
había muerto a la hora del desayuno.
Aprovechando que
tal día como hoy, de hace muchos siglos y a la misma hora, murió, previo
aviso, Domingo de Silos, les ofrezco este ejemplo de “Cuaderna Vía” que me ha brotado espontáneamente:
“Qué
pena, qué dolor qué llanto sin consuelo.
Cuando
lo vi de salir con su Dodge por el suelo
Me
dije: ¡alma tan grande es hecha para el vuelo
Y
no destinada a triste
reptar de abuelo!”
Y no me
equivoqué. Y es que el arte es presentimiento de la realidad.
NB.
Si tienen alguna
efeméride del 20 de diciembre… ¡envíenmela, por favor!