“Me
pasé tres noches consecutivas pintando y durmiendo de día. A veces pienso que
la noche tiene más vida y un colorido más rico que el día…En este cuadro he
tratado de expresar las terribles pasiones humanas por medio del rojo y del
verde…En mi cuadro del “Café de noche” he tratado de mostrar que un café es un
sitio en el cual uno puede arruinarse, volverse loco o cometer un crimen”. Era el 8 de septiembre de 1988. Van Gogh se había establecido en Arlès a principios de
año y, por entonces, esperaba la llegada de Gauguin.
Pronto se demostraría
que su declaración no era pura retórica poética. De momento todo era ansiedad y
deseos de compartir los avances. Vincent, como una celosa ama de casa, ponía la
residencia a punto…y afilaba la navaja de afeitar.
Tomen su refrigerio
acostumbrado. El mío, como saben: tostada con aceite, oréganos griegos y un fifti-fifti con remolque. Que no les tiemble el pulso,
recuerden que hoy se celebra el día de Asturias, patria querida. Invoquen a sus Custodios, yo tengo los míos.
Les recomiendo la “Divina Pastora de Almas”, cuya devoción fue introducida, tal día
como hoy del año 1703, por un capuchino sevillano de insigne nombre: Fray
Isidoro de Sevilla… con ese gracejo que tanto caracteriza a los nativos de la
ciudad del Betis.
Invoquen a sus
custodios, decía, o hagan el viaje como puedan…pero no dejen de visitar Arlès
en fecha tan señalada. Paséense por los
muelles del Ródano, crucen el puente de hierro; siéntense en algún banco de de
los Alyscamps; romanticen por entre las ruinas de Montmajour; piérdanse por la majestuosa
llanura de La Crau; acérquense a
Saintes- Maries, paseen descalzos por la playa. Vuelvan a la ciudad, tomen un
anisado en el Café mentado; coman
donde puedan y, si han viajado en tren, verán la Casa Amarilla junto a la estación, cuando decidan poner fin a su
excursión.
En el preciso momento
en que Van Gogh se sumergía cada vez más profundamente en sus violentos y
espesos torbellinos de color, en aguas de san Fernando, Cádiz, se sumergía el
primer submarino exitoso y eléctrico de la historia. Intrigas no aclaradas
dieron con el artefacto en el Arsenal de
la Carraca (el nombre ya existía), donde también sufrió de soledad, de
incomprensión y la rapiña generalizada. Sólo el tiempo, como siempre, arregló
el asunto y se le encontró un sitio definitivo: el museo naval de Cartagena.
Isaac Peral, había muerto de cáncer de piel…digo yo que no se sumergiría mucho
el artefacto o que no usaría crema solar. Es digno de resaltar que entre los miembros
de la Comisión Responsable de las Pruebas en Mar (CRPM) se encontraba el
ilustre militarote Joaquín Bustamante
y Quevedo y esto lo digo para recordarles a Vds. que Quevedo, tras salir de su
encierro en 1643, murió, agotado y lleno de achaques, en el convento de los
dominicos de Villanueva de los Infantes, donde por cierto, pasé unos días en el
verano del 77… los días más vacíos y absurdos de mi vida.
El submarino costó
299.500 pesetas. Cifra tan dudosa da a entender que alguien se pagaría unas
jarras de vino a la salud del ministerio. Fue una verdadera lástima que la
máquina no participara en el desembarco franco-español de Alhucemas, esa hazaña
que ha pasado a la historia de la estrategia militar: El primer desembarco
“exitoso” con apoyo de la aviación. El precedente de Gallípolis volaba como un cuervo de Van Gogh. Franco y Sanjurjo ya
estaban allí. La situación pudo estabilizarse hasta la retirada definitiva. Era
el 8 de septiembre del año 1925. Como nota erudita anotar que fue la primera
vez en la que se utilizaron tanques, concretamente 11 Renault FT-17 y 6
Schneider CA 1, que funcionaron como los elefantes de Aníbal, como animales
mitológicos e inútiles. Como ven Vds. el ejército español ha estado siempre a
la vanguardia de las innovaciones.
“Siempre
espero hacer en ello un descubrimiento, expresar el amor de dos amantes
mediante la unión de dos complementarios, su mezcla y su oposición, las
misteriosas vibraciones de los tonos emparentados. Expresar el pensamiento que
se esconde tras una frente mediante la brillantez de un tono claro sobre un
fondo sombrío. Expresar la esperanza con alguna estrella, y la ansiedad del
alma mediante una resplandeciente puesta de sol”.
Exactamente como lo
hubieran expresado Franco y Sanjurjo.