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martes, 29 de octubre de 2013

Propuesta para hoy, día 29 de octubre. “Internacional Letrista” vs. Charles Chaplin. “Amistades peligrosas”.


Esto que me estoy comiendo no es una sopa de letras, es en lo que ha quedado la literatura universal, el resultado del proceso interno (o de la ley objetiva) que guía su desarrollo y el de todas las artes y ciencias. La verdad que es una de las sopas más poéticas (literalmente)… ¡y en vías de extinción!



¿Saben Vds. si los árabes comen sopa de letras? ¿Saben si hay letras cirílicas para sopa… o ideogramas chinos? ¿O este destino es exclusivo de la literatura occidental?
Algo de razón llevaba Isou, ese Joaquín de Fiore del Café Moineau, y viejo conocido:
(los rumanos son bastante extemporáneos y siniestros: Tzara, Janco, Isou, Cioran, Eliade, Ionesco, Xenakis, Zamfir (virtuoso de la zampoña), Drácula…)
La vida y todas sus manifestaciones se rigen por leyes inmutables. Así, la pintura, la música, la literatura…todo, tiende hacia la realización del concepto puro que define a ese arte concreto y eso a través de etapas de amplitud (“amplique”) y de descomposición (“ciselant”)… ¡Hasta la disolución completa!...paso previo para su esplendoroso renacimiento.
A la poesía, después de lo de Tzara, sólo le quedaba ser reducida a meras letras y esparcirlas como se esparce la ceniza de un cadáver. El cine debía de ser descoyuntado: sonido, imagen, movimiento…y seguir, hasta que del sonido no quedara más que una onda perfectamente rectilínea; de la imagen, una sombra sin memoria; del movimiento, una ligera brisa...
Cuando Isou, demiurgo friki, y los suyos, de hermosísimos nombres (Pomerand, Marc Ó, Lemaitre…) desplegaron la idea y la convirtieron en guía para la comprensión del pasado y el futuro de las ciencias, la cosa se convirtió en un caos sin sentido…divertido, eso sí.
La vanguardia de la vanguardia” reinó discretamente, a su pesar, sólo en algunos locales del “Barrio Latino”. Con Debord llegaría el escándalo. Sólo los que se esforzaron y controlaron la bebida pudieron seguir el desarrollo de las cosas. Los más quedaron rezagados, pegados los codos en las barras pringosas de las “guingettes” y ventorrillos de la “rive gauche”.



Isou, tuvo la clarividencia de considerar a los jóvenes como el sujeto de la revolución por venir. Los jóvenes y no el proletariado. Aquellos, que no tienen ningún lugar en la cadena de producción-reproducción-consumo de la plusvalía; aquellos son los llamados a trastocar el mundo. Ahora nos parece lo normal, pero entonces era todo u descubrimiento… ¡preñado de consecuencias!
En aquellos años de pleno empleo, el dinero empezaba a llegar a los bolsillos de la juventud, “divino tesoro”. Los “rockers”, los “teddys”, los “mods”, empeaban a desplegar las pancartas. Mayo no queda lejos. Las paredes se convertían en lienzos y los adoquines fraguaban su metamorfosis.
Le había ido con el rollo a Breton, a comienzos de los cincuenta. Breton, que después diría algo en su favor, aquella vez pasó, sospechando que algo se tramaban. Breton era gato viejo en eso de las provocaciones y “tomatinas”. Cualquiera que quiera ser vanguardia tiene que llenar de oprobio a la vanguardia inmediatamente anterior y casi indistinguible…aquello que llaman “el narcisismo de las diferencias mínimas”. Y no se equivocaba, Pomerand, el discípulo amado, dos años antes había saboteado con verduras de temporada una conferencia del, alguna vez, surrealista, Leiris, con ocasión de la representación de “La Fuga” de Tzara: que si el dadaísmo estaba muerto y tal…que si era necesario disolverlo en ácido… ¿qué quieren Vds.? ¡Dónde las dan las toman! Casi todo ocurría en les Vieux Colombières, al ladito de donde Rimbaud clavó la primera pica en París.





Pero la verdad es que estos buenos chicos, a pesar de lo que dijeran las apariencias, no tenían intenciones de exterminar nada. Querían disolver, reducir a cero…para empezar de nuevo. Dar paso a una nueva era en la que los jóvenes…etc…etc.
¡Ya se encargaría el Plan Marshall de reconstruir!
Así que, repito, esto que me estoy comiendo no es una simple sopa de letras, es toda una construcción simbólica. Como diría el otro: un ejército de metáforas, sinécdoques, metonimias…
Hoy es el primer día desde que llevo entre manos estas efemérides que empiezo por la cena. Aunque no les será difícil reconstruir mi monótono día.
Todo esto viene a cuento porque tal día como hoy, del año 1952, la “Internacional Letrista” anunció al mundo su existencia. Y recibió Charles Chaplin.
El año anterior Isou había presentado en el festival de Cannes su artefacto: “Tratado de baba e infinito”. Su capacidad (de Isou) de autobombo y sus labios carnosos (y su pinta acanallada) influyeron en el halitósico Cocteau que, a su vez, puso toda su influencia en juego. La “película” fue aceptada e, incluso, recibió un premio (naturalmente, el de la “Vanguardia”). El premio especial del jurado fue para "Eva al desnudo". En otro momento volveremos sobre este acontecimiento. Baste, de momento, decir que aquello era al cine, lo que el agua de limón al vino. Sin embargo, hay que insistir, Isou no deseaba el exterminio del cine, sino su regeneración a partir de su disolución. Su cine era cine, “ciselant”. El único efecto perdurable fue que el joven Debord quedó prendado / prendido. Debord no estaba por la labor de reconstruir… ¡para eso estaba el plan Marshall! Ni estaba para juegos “vanguardistas”. Así que empezó a distanciarse, mediante azarosos paseos psicogeográficos, de aquellos desnortados y empezó a fraguar un grupo disidente: “La Internacional Letrista”.
Los letristas aún hicieron alguna cosa más: Marc Ó y Lemaître…
Al año siguiente, Debord presentó: “Aullidos para Sade” (o como quiera que se traduzca). Se había estrenado 15 días antes que la efeméride que nos ocupa. Y estaba verdaderamente crecido. El “Cineclub de la Vanguardia” del Barrio Latino de París se convirtió en un pequeño campo de batalla. ¿Qué era aquello? Por una parte el sonido (argumentaciones teóricas) por otra la imagen (fogonazos y oscuridad). ¡El cine ha muerto! ¡Pasemos a la discusión! El mundo no necesita cine. Hay que inventar la vida. Crear situaciones. Dar sentido invirtiendo los sentidos…etc., etc.
Chaplin (en USA) se había implicado en el “affaire” Eisler y con tal motivo había escrito al mismo Picasso. Además eran conocidas sus veleidades “anti-nazis”. Allí, estaban deseando deshacer de ese indeseable y aquí, los letristas, ya en plan internacionalista, lo estaban esperando para afearle sus años, su baja estatura, su forma de vestir, su peinado… Había embarcado en el Queen Elisabeth (¡si sale ya no podrá volver!... ¡Vd. mismo!) con el fin de presentar “Candilejas” en Europa. En Londres fue vista por diez mil personas en una sesión benéfica. En París, mientras la multitud lo aclamaba a las puertas del Ritz, los “letristas” repartían estopa en forma de panfletos, en los que le llamaba “insecto fascista”:
las luces de los focos han derretido el maquillaje del así llamado brillante mimo y dejado al descubierto al viejo siniestro y transigente”. "Es fácil ver hasta qué punto el principio mismo del espectáculo está ligado a la alienación del viejo mundo: la no-intervención. En cambio vemos cómo las investigaciones revolucionarias más válidas en la cultura han intentado romper la identificación psicológica del espectador con el héroe para arrastrarlo a la actividad, provocando sus capacidades de subvertir su propia vida".
¡¡Charlot, go home!!




¡Miren Vds. si no habría babosos por allí, por la plaza Vendôme, merecedores de los escupitajos! Pero la provocación tiene su lógica.
Debord y los suyos, con esta acción mataron varios pájaros de un tiro: se cagaron en el cine “ciselante” de Isou; atacaron de frente a un ídolo de los surrealistas y, de paso, dejaron en evidencia el infantilismo de aquellos que aún pensaban en el dadaísmo. Se abría otro periodo de transición (hay más “periodos de transición” que “rutas del vino”) de la “Internacional Letrista” a la “Internacional Situacionista
Por lo que hace a Chaplin, se compró una mansión en Suiza y renunció a volver a USA. Su mujer (¿cuál de ellas?) volvió a liquidar los negocios y él fue autorizado a recoger un premio a toda su trayectoria (1972).
Parece el final feliz de “Don Giovanni”.
Mientras se estrenaba en el Teatro estatal de Praga (tal día como hoy del año 1787), el libro de Choderlos de Laclos (“Amistades peligrosas”) empezaba su marcha triunfal. Lean Vds. la entrada correspondiente al día 29 de octubre (carta CXXV)
¡¡El clímax!!
Ya tiene vmd. vencida a esta mujer soberbia que se había atrevido a creer que podría resistirme. Sí, amiga mía, ella es mía; y desde ayer no tiene nada que acordarme.
Estoy demasiado lleno todavía de mi felicidad para poder apreciarla; pero me admiro del encanto desconocido que he experimentado. ¿Será por ventura cierto que la virtud aumenta el precio de una mujer hasta en el momento de su debilidad?”
¿Será por ventura cierto que exista alguien que se tome este “libro-epistolario-de-un- seductor” como algo más que la expresión precisa de un deseo? Bien pudiera ser todo una estrategia femenina para hacer picar al bobo de Valmond y, además, acabar con su vida….¡por fanfarrón!



Otro paisano y admirador de la ingeniería de Valmond, años más tarde, lo intentó con Julien Sorel. Sorel perdió literalmente la cabeza. Estará por ahí, enterrada en una cueva del Jurra. Stendhal no olvidará nunca (y nosotros tampoco: lo repite en tres sitios diferentes) su encuentro con Laclos en la Scala de Milán. Sonaba “El matrimonio secreto” de Cimarrosa. El militar acababa ¡por fin! de participar, por primera vez, en una batalla de verdad. Al año siguiente sería nombrado Inspector General de Artillería y al siguiente, murió. Henry Beyle tenía 18 años y el militar, 60.
Il Dissoluto Punito, ossia il Don Giovanni Dramma giocoso in due atti”, la mayor obra de arte jamás fabricada (Kierkegaard dixit) camina por otros derroteros. Aquí no hay muerte redentora, sino ridículo. No hay fascinación, sino comportamiento trapacero. No hay morbo, vamos: hay salud. No hay ofuscación, hay claridad. Mozart dató la obra tal día como hoy, o sea, un poco antes del estreno. De hacer caso a Mörike la inspiración para su “Sinfonía” inicial, le habría venido mezclada con el jugo de unas hermosas naranjas… ¡ y de verdad que se respira sur!
¿Estuvo Casanova en el estreno? ¿Su amistad con dal Ponte permite alguna inferencia? Estaba en Praga y seguramente se encontró con Mozart. Aquel, 62 años y éste, 31. Quien no estuvo fue Sade (47 años) que, por entonces, perdía la patria potestad. Estaba en la Bastilla.
En fin… todos estos temas han sido tratados en diferentes propuestas.
Meto la cuchara en la sopa y la saco llena de “Z” zzzzz…..zzzzz…..zzzzz
¡¡Bona nit!!



















RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...