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jueves, 10 de octubre de 2013

Propuesta para hoy, 10 de octubre. Thelonius Monk. Pannonnica. Ed Wood. Lugosi


Día dedicado al girasol  por la Revolución y a las enfermedades mentales por la cohorte de desquiciados encargados de la distribución de las desgracias sobre las tersas hojas del calenario¡¡¡

 Yo también echo de menos las conversaciones con “Gorri”…su presencia. Echo de menos los rítmicos despertares…su mirada inquisitiva, afirmativa, negativa, alegre, triste, indiferente, despechada, furiosa, agradecida, indiferente, inteligente, curiosa, ociosa…etc…etc…pues todas las emociones cabían en “Gorri” y todas las expresaba de la forma más adecuada…como entrenado por Da Vinci….o por Darwin.

No es lo mismo.

Echo de menos cambiar impresiones con una inteligencia diferente…que se quería humana por afecto hacia mí. Y que, a veces, a contrapelo, enfocaba las cosas olvidando su condición animal… ¡sólo por hacerme feliz!...eso era muy fácil para él.

Mientras se establecía el calendario para la toma del poder en Rusia, nacía, (tal día como hoy, del año 1917) en el estado de Carolina del Norte, Thelonius  Monk, llamado a revolucionar los cánones del jazz. Y otro joven de torva mirada, enigmática sonrisa y ensayada elevación de ceja…combatía al fascismo en su Hungría natal y Alemania.  Habiendo esquivado las masacres, emigró a estados Unidos donde se fabricó una nueva personalidad: ¡¡Drácula!!...de Transilvania.

En su honor (de Monk) rebusco en mi fondo de armario hasta dar con la ropa que vestí el día del entierro de mi padre (que en paz descanse): traje negro, camisa blanca y como no logro dar con la corbata a juego, me ato al cuello una “tipo Luis Aguilé” (muerto tal día como hoy , de hace, YA , 4 años). Lustro unos rojos zapatones Martin’s y, a falta de otra cosa, prendo del ojal una ramita de orégano griego. 

El aceite lo echo sobre la tostada. Desayuno y fifti-fifti;

Toco mi cabeza con una gorra “worker class” negra, me clavo las gafas de sol (a las que le falta una pata) y me echo sobre la cama…a contemplar el techo y las sombras invertidas que se pasean ingrávidas. Esperaré con paciencia a que me crezca la barba de chivo. Pareceré muerto, pero no lo estaré. Habré dejado la puerta entreabierta para oír lo que sonará en el esputofaif:

·  “Round aboud midnight”…”Blue Monk”…”Straigh no Chaser”…
   “Little Butterfly”…”Pannonica”…”Hotel Bolivar”…
·    Y  todo el repertorio (¡¡) de Th. Monk.
·    Todas las piezas (¡muchas!) dedicadas a la “baronesa del jazz”.
   “Gorri” se acostaría al lado de la cama para velarme eternamente…

Sólo falta el gotero con bourbon: gota a gota…siguiendo el ritmo de las notas del piano de Monk…Un variante del “órgano-coctail”…borrachera “Round  about mignight”.

A falta de tal artilugio voy pimplando el vino de tetrabric que me sobró del otro día. Y como no tengo televisión (si así fuera buscaría algo parecido al “precio justo”, su programa preferido)… pienso en lo que pienso.

¡Como un Drácula moderno!

A veces se levantaba de la cama y miraba el cielo sobre el Hudson…”Era capaz de cambiar el rumbo de las nubes”.

Los últimos diez años de su vida los pasó en “silencio(“el ruido más estruendoso que existe en el mundo”)…quizás con la intención de interpretar 840 veces a frase inicial de “Round about…” tal como irónicamente aconsejara Satie sobre su “Vexations” de Satie. No se decidió. (J. Cage, sí) Él, que hacía del silencio una eternidad. Que volaba chagallmente en los silencios…

Sobre el silencio habría mucho que hablar…¡y que callar!

                                             


En 1941, después de haber recorrido toda la nación acompañando  a una evangelista chillona y poco exigente, fue contratado como pianista oficial por el Monton’s Playhause (Bajos de Hotel Cecil en el 210 West de la calle 118, en Harlem…todavía funciona), cuna de la Modern Music, después llamada “Be Bop”…y ahí empezó a cambiar la historia del jazz…Después vendría la calle 52 y el Universo Mundo. Por entonces había conocido en París, a la que sería su Ángel Custodio. Para ELLA, conocer al autor de “Round aboud midnight”, que ya había cambiado su vida, fue definitivo.

Mientras tanto, un joven, llamado a pasar a engrosar el santoral de los sentimentales, ordenaba con esmero la lencería femenina con la que combatiría heroicamente (medallas al valor incluidas) en la segunda guerra mundial: su ÚNICO MIEDO, que lo llevaran a la enfermería  y descubrieran su inaceptable afición: Ed Wood (¡para los amigos!), nacido tal día como hoy, del año 1924.


   




         
Había nacido al mismo tiempo que el “Manifiesto Surrealista”… ¡Y quedó marcado de por vida!

Estaba claro que el mundo se ponía patas arriba.

Thelonius fue socorrido por la baronesa Pannonnica “Nica” de Noeningswater (Kathleen Annie Pannonica Rothschilde), de madre transilvana. Este ángel custodio con nombre de polilla nocturna de alas amarillas, regalo de su padre (entomólogo de afición y millonario por naturaleza) veló las desventuras de ese atajo de locos y visionarios que dieron forma a la música más libre del siglo…

"The Jazz Baroness goes beyond the barrel of stereotypes the screeching monkeys of society use against the intricate gusts of life swirling about us."

¿Qué hubiera sido de Art Blakey, de Coleman Hawkins…sin la transparente presencia de “Nica”?...¿Qué muerte triste hubiera tenido Charlie Parker?...(En 1955, un año antes de la muerte de Bela Lugosi, moría de un ataque de risa, en el apartamento que tenía la baronesa en el hotel Stanhope de N. York, el músico que entrelazaba el tiempo y el espacio para confeccionar indestructibles tejidos sonoros…¡Era aficionado a los programas cómicos de Tv.!)…¡Ellos, en compensación, le regalaron una nueva vida!...

                 

                                                                                  

La muerte de Parker en “casa” de “Nika” fue tratada de forma escandalosa y tuvo consecuencias graves para la vida de esta “pequeña mariposa”.

¡…Infórmense vds. sobre la vida de esta mujer…!...¡Infórmense…!

Se alojó en el mentado hotel, entre otras razones, por su proximidad  a la calle 52 y a los músicos que la hicieron famosa. Allí acudía de madrugada  en su Rolls plateado (y después en el flamante Bentley verde) para que no les faltara de NADA a los artistas.

Su apartamento se convertía, de madrugada, en un manantial de cristalinas disonancias y de silencios estruendosos… Antes de que la invitaran a dejar el hotel, se trasladó al Hotel Bolivar (“Bolivar Blues”)…
Más abajo de la calle 34, se estaba fraguando el equivalente plástico del bebop: El “expresionismo abstracto”. Blancos…pero igualmente entregados al Espiritu(oso) Santo y a sus dádivas….dejaban atrás la “intuición natural” y deshilachaban el corazón.

Harta de Nueva York, se trasladó a Nueve Jersey, a una casona (estilo Bauhaus) que había pertenecido a Joseph von Stroenberg… Allí, diez años más tarde, moriría Th. Monk, rodeado de su mujer, sus hijos, “Nina” y los sesenta gatos (“Cathaus”)  que entonaron un maullido unánime en “re menor”.

Avaricia”…¡¡ninguna!!

                                                       

Desde la casa se veía el turbio Hudson y el “skyline”, escorado, de Mannhatan. La baronesa murió “alrededor de la media noche” (del 30 de Noviembre de 1988) y sus cenizas fueron arrojadas a  las aguas del río.

El óbito salió, naturalmente, en los periódicos…el resto fue discreción (según el lema de los Rothschilde: “En los periódicos no se sale salvo, cuando uno nace y cuando uno muere”.

En su mucho haber, hay que anotar, además, haber experimentado con productos “artísticos” insólitos: güisqui, leche, perfumes…Con un cuadro de Pannonica te alimentabas, literalmente, durante una semana…y olían a cadera de ángel.

Y la multitud de fotografías y registros sonoros de las inacabables sesiones nocturnas…de momento no saldrán a la “luz”…Pedía “ a sus músicos” que le enunciaran tres deseos que desearían ver realizados.

¡Busquen las respuestas……búsquenlas!...
En el entierro del músico, Nina se empeñó en llevar a la familia del fallecido en su apabullante Bentley. El cementerio no distaba ni una milla de la casa. En un momento del trayecto el coche se paró irremisiblemte…como negándose a participar en tan triste comitiva. Nina embarcó a la familia en una limusina y ella se quedó en la cuneta junto al desconsolado vehículo. 
Así pasó Nina los pocos años que sobrevivió a Thelonius…junto a la cuneta…rodeada de gatos… y de caballos imaginados.
“Sí soy famoso, pero no más que una perra” (Th. Monk) 
Su música, como las acuarelas de Klee, puede ser descrita (¿) como una superposición de “Delicadeza” y “Disonancia” revoloteando por los espacios del silencio (¡¡).

BUENO, creo que ya va siendo hora de abandonar la postura yacente y hacerme el Dry del mediodía. Constato la no-presencia del perro y el olor intenso a gato imaginado. 
Ataviado de la descrita guisa, corro (¡con los Martins!) al Condis.

 Las mujeres, atornilladas como cada día al cajero, quedan paralizadas por efecto de dos impulsos contradictorios: darme el pésame (¿por quién?) o desinflarse en una carcajada anfibia. 
Pasado el angélico momento, se deciden por seguir entreteniendo cotorrilmente a la cajera, en cuyas gafas se refleja el código de barras y en sus labios, un hastío de alimento echado a perder.

Aunque me sienta como una patada en la canilla, cogeré una botella de bourbon… 

Para comer: los restos que colonizan la nevera.
Para cenar: Unas verduras (berenjena, tomate, pimiento, calabacín…del huerto) al horno.

En el esputofaif…sigue Thelonius Monk.

Acabada la guerra, mientras músicos y pintores daban rienda suelta a lo reprimido inventando un nuevo lenguaje…
Ed Wood hacía algo semejante: Inventa un lenguaje cinematográfico sin igual: sin pies ni cabeza…No en vano su nacimiento estuvo marcado por el nacimiento oficial del “surrealismo”. 
En su obra no hay lógica alguna, …¡ni en su cabeza!...De un fragmento generaba otros fragmentos…unidos por su inaccesible imaginación: Un cúmulo de disparates de cuya proximidad surgía la lautremoneana “chispa”…la surrealista belleza convulsa. 

Su amistad con el transilvano Lugosi, ya en las últimas, es el hilo conductor de sus disparates. Ayudados, naturalmente, por “paraísos artificiales”: caminaron juntos hacia el ridículo glorioso y la ruina. 

No les cuento el argumento de ninguna de sus tres obras maestras (del 53 al 59) con el fin de que vds. los abstraigan (en sentido aristotélico)…¡si pueden!...Yo, por mi parte, he sido incapaz. 

La prodigiosa escasez de medios; la condensación máxima de su pensamiento; así como la puesta en escena de ese “vacío quántico”, superan el poder de comprensión de la especie. 
No se trata YA del histórico “distanciamiento”…es una ruptura total…¡tanta es la distancia!... 
Nos vemos sumidos en un cúmulo tal de “fragmentos” y de “rodeos” que el camino de vuelta se ha arruinado definitivamente…en una demostración inapelable de las constataciones de W. Benjamin. 

Bela Lugosi, murió en Agosto de 1956, cinco días después de que se estrellara Pollock (“Jack the Dryper”): Fin del expresionismo…Empezaba la diversión. 

 Bill Halley había puesto el reloj en hora: "Rock around..."

Ed Wood esperaría algunos años más, rodando películas más concretas y asequibles a todas las inteligencias: porno.

De nada le sirvió…murió igualmente alcoholizado y paupérrimo.

  

Orson Wells, el ídolo inalcanzable de Ed, moriría tal día como hoy, del año 1985.
   

Me acuesto “alrededor de medianoche”. Bona nit!...¡La película de Tim Burton la he visto decenas de veces!
                     
                             












RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...