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viernes, 11 de octubre de 2013

Propuesta para la tarde de hoy, día 11 de octubre. sigue Edith Piaf. Cocteau. Varios



Antes de proseguir, nos comeremos unos pies de cerdo… (sacados de algún cuadro de Troyon, pintor animalista donde los hubiere) pediremos que nos los sirvan sin foie (daremos nuestras razones) y nos soplaremos una botella de vino de la casa (que no es otra que el “P’tit Bouchon Gourmand. Maison Serieuse”)…Así que ni se les ocurra reírse de la ocurrencia: el camarero nos abriría la cabeza con el filo de la “carta de menu”. ¡¡el que avisa no es traidor!!...Extremen la precaución cuando llegue el momento de los aguardientes. Esta calle (Troyon) antes se llamaba Charlot…¡aguanten la risa…por dios!

Cocteau y Edith se conocieron en casa de “la marquesa”. Cocteau puso en marcha su máquina de fascinar. La Piaf andaba insegura ante un intelectual de tal envergadura. El poeta compuso para ella “El bello indiferente” basado en las cuitas de Edith con Paul (Meurisse)…de algo sirvió en la proyección de la cantante. La relación entre ambos se mantuvo hasta la muerte simultánea de ambos:
"El barco se acaba de hundir. Este es mi último día en esta tierra." Y añadió: "Nunca he conocido un ser mas desprendido de su alma. Ella no entregaba su alma, ella la regalaba, ella tiraba oro por las ventanas."… antes de morir él mismo.

Era el 11 de Octubre del año 1963.

Esa misma madrugada, del año 1945, Jünger, acabadas las vacaciones de París, encuentra en su correo una carta de ¿una amiga? Recién salida de la cárcel:
“Lo que ha sucedido en territorio alemán (…) no admite comparación más que con la tragedia que los judíos tuvieron que soportar aquí en nuestro país”. Y él, de su propia cosecha, añade: “El final de la guerra se asemeja al hundimiento de un barco; en él han desaparecido innumerables personas. Es posible que hayan encontrado una balsa y se hayan salvado. Pero resulta terrible la espera de sus allegados en la incertidumbre”.

¡Habrase visto tan gran cinismo!...¿Cuándo levantaron la voz en contra de lo que ahora, subsidiariamente, lamentan?...¿Dónde está su sentido de la “justicia” (en el sentido más físico de la palabra)?...¡qué terrible es esperar en la incertidumbre!...¿verdad?...

En realidad Edith Piaf murió el día 10, en las cercanías de Grasse, cuando la lavanda ya estaba recogida. Desde los tiempos de Louis Leplée era su color favorito…¡un poco más oscuro, a decir verdad! …Aún quedaban rezagadas perfumadas hebras de mirto y de jazmín. 


                      

                           
Su muerte fue declarada tal día como hoy, del año 1963. Su entierro tuvo lugar en París (Père Lachaise)…Multitudes acudieron a despedirla y no hubo manera de contenerlas…se llevaron p’alante todo lo que encontraron a su paso…como la riada terrible de 1910… Sólo se detuvieron ante la fosa Gassion. Marlène Dietrich, sufriendo  aquella cariñosa avalancha, no pudo contener su inspiración y dijo aquello de:  ”¡Cuánto la querían!”

Ironías de la cosa: Fue en Lille, inicio de la huida de “Nadja”, en donde E. Piaf cantó por última vez en público. Al acabar la actuación tuvo que ser hospitalizada y del hospital saldría hacia su última morada en la tierra: Plascassier (Grasse. Provenza).

Un año exacto antes, se había casado por enésima vez. Esta vez con un parisino-griego cuyo nombre impronunciable fue reducido a Théo Sarapo (en realidad quería decir “s’agapó” = “te quiero”). Él fue el heredero de toda la “fortuna” de la cantante. Las malas lenguas hablaban de plan preconcebido…de braguetazo inmisericorde…El nombre de Théo desapareció…Volvió a aparecer cuando se publicó la noticia de su suicidio: había esperado pacientemente hasta pagar todas las deudas de su amada. Sólo cuando el nombre de Edith Piaf (en lo que a las finanzas se refiere) quedó inmaculado…¡se quitó la vida!...Otros dos habían muerto en accidente de aviación.

Durante la ocupación alemana, tanto Cocteau como Vlaminck, dieron muestras de espíritu, como mínimo, arribista. Mientras Piaf se burlaba “inocentemente” de su auditorio alemán, Vlaminck visitó Alemania como parte de una “delegación” de artistas franceses, que, por iniciativa del escultor Breker (que tenía estudio en París), tenía como finalidad (además de cualquier otra cosa) construir una imagen “amistosa” del nazismo.




Además, quizás para disimular, lanzó una campaña contra Picasso (“rostro de fraile con ojos de inquisidor")  por haber hundido
 la pintura francesa y, después, por su pertenencia al partido comunista…¡mientras
 seguía con sus cenas de mil francos en “Le Catalan”!

 Ahora no toca entrar en la defensa (¡o no! ) de Picasso. Estamos en lo que estamos.

El estudio de Breker funcionaba como centro de reunión de colaboracionistas. Cocteau no era un extraño. Se le vio participar en varios cócteles en ingrata compañía, no sólo en ese contexto sublimado, sino en salas vomitivas, donde campaban a sus anchas las cruces gamadas. Cocteau escribió loas en el catálogo de la exposición (1942) del afamado y hitleriano escultor…También le hizo de cicerone (hoy, 11 de octubre, se celebra (USA) “el día para salir del armario”) por las partes visitables de París… 

                    

  Para acabar el día, un recuerdo para Art Blakey, parte integrante de la revolución del jazz de finales de los 50 y principio de los 60, su estilo, el “hard bop” (Miles Davis…), es una reacción contra lo que los músicos de la Costa Este consideraban una usurpación más por parte de las estructuras clásicas “blancas” (tipo “cool jazz”…)…sería un desarrollo del be-bob hacia el free-jazz (¿).
Que suene en el Sputofaif de forma aleatoria.

Bajaremos al Condis antes de que cierren: los ingredientes para aparejar un conejo a la provenzal…O sea… como siempre, pero con hierbas de Provenza.
Llegaremos a la cola y veremos señoras con carritos como tanques equipados para pasar toda la guerra de los treinta años, sin “repostar”. Te ven…¡te ven!...que llevas un conejillo y una botella de vino y no se les ocurre dejarte pasar antes…Cosa que YO siempre hago. Y por si fuera poco siempre cogen productos con el código de barras defectuoso…o se olvidan de pesar las verduras. Deberíamos volver a la época de la segregación: ¡¡Un condis para mujeres y otro para hombres!!



 De vuelta y, aprovechando que me queda un poco de leche condensada…de cuando mi hermano, amante del café-bonbón…etc…etc me hago “dulce de leche” para sentirme más unido a mis amigos argentinos que hoy celebran el “día del dulce de leche” (“manjar”).



                            
           




                           

Propuesta para la mañana de hoy, 11 de octubre. Edith Piaf. Varios.




Sórdida natividad: bajo una farola, sobre la esclavina oscura de un policía y envuelta en el vaho etílico de sus progenitores y del bigotudo y gentil gendarme, vino al mundo, de forma precipitada: Edith Gassion. Diciembre de 1915.

Inevitable pensar en Nerval y en la eficacia (de cara al más allá) de las farolas parisinas.

El padre, en primera línea de la Primera Guerra Mundial, solicitó un “permiso especial por nacimiento de hijo”. Llegó y no le dio tiempo ni a quitarse los calzoncillos (sic)…había perdido un tiempo precioso pimplándose un litro de vino de un trago. La madre rompió aguas (lo imperdonable hubiera sido romper la botella de vino)…¡y todo fueron prisas!...Su ansiosa carrera terminó en el número 72 de la calle Belleville…La inevitable placa recuerda el acontecimiento.

                                    
Llevaron al cachorillo a la comisaría cercana y la declararon nacida: Edith (en honor de una heroica espía inglesa recientemente fusilada por los alemanes)…¡Con un nombre así…cualquiera…!

Como (¡ya saben vds.!) a mí el tiempo y el espacio me la “repampinflan” …iré y volveré cuando me venga a bien. O seré, directamente, ubicuo:
Así que ahora, me tomo un cuartillo de calvados en el Tabac que hay junto a la plaquita de marras y dentro de un momento estaré pimplando en “La coup d’or” de la rue Pont Mortaine, de Lisieux.

Mientras tanto, Vlaminck (muerto tal día como hoy, del año 1958) en su fase anarquizante y antibelicista, combatía a los “boches”. Estaba acostumbrado…¡no temamos por él!:
”Utilizaba el color como si fueran bombas”.

Cocteau (fallecido tal día como hoy, del año 1963), por su parte, librado de la matanza por problemas de salud, se enrola para ir adiestrándose como impostor e impostado.


   




                                
Puestas las bases: pasaremos a nuestro acostumbrado tentempié matutino y al sacramental carajillo “mitad y mitad”.

Sonará en el Esputofaif:
·         “Concierto nº 1 (en realidad el 2º) para piano y orquesta” opus 11 de Chopin.

Recordarán vds. que la princesa de Bormes (“Thomás el impostor”: novelita en la que Cocteau se recrea en su “experiencia” de guerra) era francesa de ascendencia polaca, (al contrario que Chopin, polaco de ascendencia francesa) y  su contundente afirmación: “Polonia es un país de pianistas”.

Tal día como hoy, del año 1830…mientras en París se producían las tres revoluciones: “Hernani”, “La Sinfonía fantástica”,  y “las jornadas gloriosas” se estrena en Varsovia, en el Teatro nacional el “Concierto nº 1 (en realidad el 2º) en mi menor”, opus 11.
Fue un concierto de despedida, Chopin se disponía a realizar “le grand tour”…¡Nunca volvería! Se estableció en París. Todas las luchas de su pueblo frente al invasor ruso y por la independencia le llegarían como ecos…que convirtió en emocionantes composiciones.

La enclenque y medio (¿) ciega niña fue abandonada por su madre en manos de la abuela…Aquella casa resultó ser la “Idea Perfecta de la morada del Complejo de Diógenes” (si fuera posible personificarlo en toda su magnitud).

Allí se plantó la semilla de la cirrosis que la llevaría a la tumba: La abuela, empapada todo el día, le daba biberones de vino para matar el microbio. La suciedad iba creando capas y más capas sobre la tierna piel de la criatura y la hacía parecer más gordita. En realidad era un cabezón soportado por dos cerillas. Los ojos, después se descubriría, eran lunas ecuatoriales. Nunca sobrepasó el metro y medio de estatura ni alcanzó los 40 kilos.

Cuando volvió el padre, antes de acabar la contienda, rescató a la pobre niña de la casa de calle Roverbal y se la entregó a su madre (de él), encargada de la limpieza de un “burdel” de provincias, propiedad de una prima hermana y sito en Bernay (Eure. Normandía): así entre Luise, Madame Marie y la bandada de Ángeles Custodios, fueron sacando a la niña p’alante. Sólo cuando la perita en desinfecciones se aplicó a la deconstrucción de la pequeña, se manifestó ésta en sus verdaderas dimensiones.

 Allí empezó, por lo demás, su aprendizaje en humanidades.

Ciega (catarata congénita) como estaba, agudizó el oído y el tacto, y otras virtudes invisibles.

El padre, era “un figura”: compaginaba el amor por la niña con su profesión de saltimbanqui y su afición a “beber verde”…
Entrenaba con entusiasmo y por amor a la profesión, lo que no era obstáculo para desarrollar el ingenio del necesitado. Dominaba la calle: Creaba corros, los mantenía y los hacía desvanecerse euridicianamente, a voluntad…no sin antes haber conseguido el sustento. La necesidad tampoco le impedía echar niños al mundo…

Teresita de Lisieux (del niño Jesús), también normanda, estaba en proceso de beatificación, o sea que aún no era beata, ni, menos, santa; sin embargo la fama de su vida sencilla…etc…etc…había traspasado decididamente los límites del terruño. La Basílica estaba en fase de proyecto y sus restos descansaban en el Carmelo de Lisieux. 
  

Quienes entienden del asunto la comparan con Helena Kowalska, también conocida como Santa María Faustina Kowalska, polaca.

Toda la plantilla de Chez Madame Marie, era aficionada a la futura santa.  Así que dios se dispuso, como siempre (¿), a escribir recto en los miserables renglones humanos. 

Cerraron el negocio el día 19 de agosto y se dirigieron en tropel a la búsqueda del milagro: ¡que santa Teresita devolviera la vista a la pequeña Edith!

…Las delataban los zapatos de charol de aguja afilada…por lo demás hubieran parecido un grupo de descarriadas en busca del redil. Los clientes, asombrados y entristecidos, que las veían deambular decididas, pensaron en lo peor.

Llegadas a la Iglesia, pidieron que el milagro se realizara, con el fin de dar un poco de tiempo, el día 25, día de San Luís,…para que el padre tuviera parte en el milagro.

Y, ¡¡el milagro se realizó!!...Cuando las esperanzas estaban por los suelos y la fe a punto de convertirse en descreimiento...oyeron unas cristalinas e inseguras notas procedentes del piano de la casa: Era Edith que tocaba con un solo dedo “Au claire de la lune”. En un principio la niña pensó que el mundo era como un código de barras: líneas blancas y negras…hasta que giró la cabeza y constató la grandeza y variedad de lo existente.
Miren vds. la foto de Edith Piaf y fíjense en la medallita:¡ Santa teresita de Lisieux!

Y como no hay bien que por mal no venga (¿)…ni mal que cien años dure (¿)…la niña fue expulsada de la escuela: ciega, no podía tener malas influencias; pero ahora ¡que veía!...su influencia podría abrir horizontes de esplendor en sus condiscípulas.

Inevitable pensar en la iglesia de santa maría de Batignolles y en el “santo bebedor”.

A partir de ahora (7 años) y hasta los 15, Edith los pasó con su padre, pateándose los pueblos de la comarca e, incluso, las calles de la capital de la república. A las piruetas del padre, se añadía, ahora, el patetismo. Louis empezaba la función echándose al coleto un litro de vino sin respirar.
La niña nunca dio los saltos mortales prometidos, pero el día que un “duro” exigió las piruetas, el padre, escudándose en una repentina fiebre infantil, convino en trocar los saltos por una canción que la niña tendría a bien dedicarle (al malcarado sin entrañas):

“Trois semaines qu’il était parti
Je couchais avec tous se samis.
Ah, je meritais de coups de cravache…
Je suis vache”

La niña tenía 9 años y fue la primera vez que Edith Piaf cantó en público: la temática chirriaba y facilitaba el movimiento de vaivén de las manos a los bolsillos.

Por aquellos mismos días Nadja (principio de esperanza) abandona Lille para sembrar misterios en París. Y tal día como hoy, del año 1926, cerca de la parte alta de Magenta, afirmó como una sibila: “El tiempo es quisquilloso. El tiempo es quisquilloso porque es necesario que todo llegue a su hora”. Ella se había retrasado en su cita con Breton, al que, YA, se le hacía insoportable Cocteau…snob, zalamero, babosín…¡falto de fundamentos! (pese a proceder de la altísima burguesía)…
Tiempo tendrá (Cocteau) de manifestar (nunca claramente, como le era consustancial) su naturaleza reptílica.

Viene la separación del padre y el encuentro con su hermanastra “Momone”…con quien formará pareja “artística”. Su primera actuación conjunta: Rue Vivienne.
Se instalan en el “Hòtel de l’Avenir” (¡¡)…ven vds. como dios aprieta, pero no ahoga…

Sigue su primer matrimonio, la muerte del fruto de tan fugaz e inconsciente unión

(…¡infórmense vds. de  cómo pudo pagar los gastos del entierro…!...¡Infórmense!...)

y el primer contrato en un local cerrado: “Jules-les-pins” (“Chez Lulu”), por Pigalle.

Chulos, marineros…hombres duros. Entre sus locales preferidos, tras acabar la actuación: “La Rata muerta”…donde 20 años atrás se ganaba parte de la vida Vlaminck, hijo de músicos bohemios…tocaba con soltura el violín (las otras partes se las ganaba con el boxeo, el ciclismo y la pintura). Casado a los 18 años, se encontró, antes de la mayoría de edad, con tres hijos que alimentar. Por entonces, tras el éxito en el salón de otoño de 1905, su pintura empezaba a cotizarse: “Fauvismo”…en su variante más violenta.

    


La Rata Muerta”, estaba en Pigalle, 7…junto a la “Nueva Atenas” (santuario impresionista)…¡Pasen vds. por la plaza y vean lo que ha quedado de aquellos MONUMENTOS!
 La originalidad del cabaret radicaba en:


                         
1.Sus dos orquestinas que no paraban (turnándose, claro) de tocar en toda la noche: una, distinguida, con cuerdas, maderas y arpas, para atacar las piezas selectas: valses y cosas parecidas.
Y la otra, de combate: Guitarras, bandurrias, acordeones, timbales…dispuesta a acompañar los más disparatados bailes de la época y hasta de acompañar a algún flamenco…si no ¡que se lo pregunten a Antonio de Bilbao! (natural de Fregenal de la Sierra).

2.la cantidad de chicas solas que acudían.

El espacio era escaso: largo, estrecho y de techos bajos…todo se disimulaba con espejos. La clientela se seleccionaba naturalmente: los precios del “champán frapé” (única bebida) estaban por las nubes. El nombre le venía del olor a muerto que ascendía desde el subsuelo. Lo disimulaban con Zotal y con los espesos “perjúmenes” de mujer.

Edith y su hermana se trasladan a “Au claire de lune” (en la actual rue (¿callejón?) André-Antoine, antiguo pasaje de Bellas artes)…y, como si todo fuera premonición, se le volvió a abrir el mundo en forma de contrato en el “Gerny’s” (Rue Troyon. Campos Elíseos) de Louis (¡otro Louis en su vida: su padre, su exmarido…!) Leplée. Él la bautizó como “Piaf”…como un gorrioncillo (¡¡): “La Môme Piaf”.

Louis Leplée fue asesinado, supuestamente, por tipos duros de la “colla” de Momon.

Mientras Edith comenzaba su ascenso profesional, Estados Unidos empezaba a recoger los frutos del Crac del 29: “La Gran Depresión”. Los caminos se llenaron…pero…¿qué digo?...Mejor que vean las fotos de Dorothea Lange (muerta tal día como hoy, del año 1965)…Edith Gasion no hubiera desentonado.




     
El nombre de Edith lo recuperaría cuando la ocupación alemana: en casa de Madame Breton “La marquesa” (¡de ediciones “Raoul Breton”!).

Y aquí dejamos a la Piaf…encarrilada. Volveremos cuando esté en las últimas: Principio y Fin.

RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...