(Los asteriscos * remiten a efemerísticas razones)
1
Siempre que alguien me viene con esa imagen de la luz al final del
tunel, bien sea como anuncio de brotes verdes, amenaza del desastre o
indicio de vida eterna, me acuerdo del túnel de Port-Bou. El túnel
de Montgat, pese a ser el primero de la península y tenerlo más
cerca y frecuentado, no tiene la entidad suficiente para simbolizar
la imagen anterior. Apenas has entrado... y ya estás saliendo. Más
corto que el papado de Urbano VII: 13 días ¡la docena del diablo!
Sin embargo, fue llorado por los romanos pobres: había ordenado que
las hogazas fueran más grandes y que se vendieran al mismo precio
que las anteriores, pagando él, de su (?) bolsillo, la diferencia.
Condonó todas las deudas de los Montes de Piedad. Prohibió las
prendas de seda entre la jerarquía eclesiástica. Esta última
medida creó desolación. La creencia arraigada en la omnipresencia
de dios (?), impidió que algunos de los más recalcitrantes las
reservaran para las prendas interiores. Fueron medidas, como saben,
transitorias. Tal día como hoy, murió. Los carroñeros (en
un sentido no del todo despreciable) de la historia, fabularon con la
naturaleza de esa muerte.
Si no tienen nada mejor que hacer este primer domingo de otoño,
acérquense a Port-Bou. Yo ya estoy al volante del Ford T...¿qué
digo Ford T*? ¡¡Renault!!
Y es que mi afición por las efemérides se
filtra por el mínimo resquicio. ¡Ya me gustaría tener un Ford T!,
de reminiscencias orwellianas.
"La época de la reproductibilidad técnica desligó
el arte de su fundamento cultual: y el halo de su autonomía se
extinguió para siempre". (W.B.)
Vale que no es lo mismo una obra pictórica que una máquina, que ya
nace con vocación de reproducirse; pero, no me negarán que la idea
que subyace es un poco la misma. Al producir mercancias a porrillo,
en cadena (por así decir), se desvanece el aura de lo único (la
mercancía ya nace, por definición, sin áura), pero no
elimina, sin embargo, el deseo de la pieza única... que sigue
funcionando como acicate (e inversión). Y aquí estamos sumergidos
en la fabricación de porquerías con el fin de producir la pieza
única para el consumidor único. Pero esa pieza única pronto estará
al alcance de los muchos (?) y la producción se seguirá
desplazando... ¿Hasta que todos tengamos un Jaguar y se persiga algo
más distinguido y singular? ¡Bobadas! El progreso se ha acabado. El
progreso no es más que una acumulación de ruinas. ¿Es Vd. De los
que creen que pasito a pasito...etc...etc? ¿Sí? ¡Pues es Vd. un
imbécil! ¿Es Vd. de los que piensan que la salvación está en la
producción cada vez más intensa o, si es Vd. algo más flemático,
que la solución está en la sostenibilidad? ¿Sí? ¡Pues es
Vd. un ingenuo?
Las "florecillas" aplastadas por la marcha de la
historia.
En el área de Blanes paro para tomar mi tentenpié matutino.
Oigan...¡a reventar! ¿Les ha dado a todos por acudir a la llamada
de Walter Benjamin? Me pego a la cola y como una mercancia que pasa
por la cadena de montaje, me voy acercando al encargado de la máquina
de café. De camino cojo un croissant, agarro una cuchrilla, aferro
unas servilletas, pesco un azucarillo... Pago y, ya saben Vds., se
detiene el tiempo, y el espacio se encoje: no sabes hacia dónde
dirigirte. Miras, buscas... dos pasos a la derecha, dos a la
izquierda, vas de frente, te vuelves y finalmente, apoyado en un
mueble donde exponen juguetes infantiles, te zampas el croissant y te
enjuagas el cielo, el único, del paladar con el café. Lo suyo es
limpiarlo con una copita de aguardiente, pero se han puesto en un
plan...
"Dondequiera que se les permita, se colocan en fila y avanzan
a paso de marcha al encuentro del fuego de artillería y del
encarecimiento de las mercancías. Ninguno ve más allá de la
espalda del que le precede, y cada cual se enorgullece de ser, de ese
modo, uno ejemplo para el que le sigue. Esto lo descubrieron los
hombres hace siglos en los campos de batalla; pero el desfile de la
miseria, el hacer cola, lo han inventado las mujeres" (W.B.)
Desde mañana mismo tendré más respeto por las colas del Condis.
Aquí dentro no se puede fumar
y fuera creo que sí (¡de momento!). Me lio un cigarrillo a costa de
una caja entera de cerillas (pues yo soy de los que siguen usando
cerillas). La tramontana 6 beauford, o sea fresquito, como
dicen los meteorólogos. El bueno (y breve) de Urbano VII amenazó
con la excomunión a "todo aquel que tomase tabaco a las
puertas o en el interior de las iglesias, ya sea masticado, fumado en
pipa o aspirado en polvo por la nariz". Y estábamos en el
siglo XVI. Y digo yo que, puesto que estos centros se han convertido
en las catedrales de nuestro tiempo, no tardará mucho en que la
prohibición de fumar se haga extensiva a sus alrededores. Y después
a los edificios de vecinos, y después a las playas, y después a los
bosques, y después a los polos (norte y sur)... cada día será más
difícil morir de muerte natural. ¿No lo creen así ? ¡Pues son
Vds....!
Las viñas de Banyuls están en todo su decadente esplendor, a la
espera del expolio, o, ya, extenuadas. Bancales contenidos por
antiquísimos muretes de piedra, caminos de cabras (que son
transitados por humanos). Abajo el mar flamígero, encrespado por la
tramontana, ya en 7 Beauford. Es difícil esquivar la idea de
un alegre clasicismo mediterráneo frente al brumoso norte. Es
difícil eludir la comparación entre el aceite de oliva y las grasas
vegetales, entre el vino y la cerveza, entre la ensalada de tomate y
cebolla y el chucrut...entre Carmen y Parsifal...
Llego a Port-Bou sobre las doce y media. El cementerio marino
me observa; parece que me ruega que ni me acerque... que ya es
suficiente. Así que tomo asiento a una mesa del España y pido un
vermut de la región. La terraza del España y la del Rick (¡¡)
están a petar, que se dice. La mayor parte inclinados sobre
la wikipedia o poniendo a punto los aparatos electrónicos. Todos
poniendo sus sombreros a buen recaudo. El cementerio se prepara para
lo que será una violación en toda regla. Llega el camarero con el
pedido al que ha añadido, por su cuenta, unas olivas rellenas.
-- Buen hombre, podría traerme un sifón... ¡para estar a
la altura tecnológica de mis vecinos!
-- La técnica nos sepulta, querido cliente. Profetizo que si
el derribo de la burguesía por parte del proletariado “no se
cumple antes de un momento casi calculable de la evolución técnica
y científica (indicado por la inflación y la guerra química), todo
se habrá perdido. Es preciso cortar la mecha antes de que la chispa
alcance la dinamita”. ¿No le hace a "paloseco"?
Aquí en Port-Bou cuando menos te lo esperas surge la
"iluminación". Es, sobretodo, en el ramo de la
hostelería donde la pasión por Benjamín hace furor.
-- Todo sea por cortocircuitar el "progreso técnico".
Por cierto, estimado camarero ¿cuál es su nombre?... por si tengo
que recurrir nuevamente a sus servicios.
-- Para mi desgracia mi padre me puso Arístides.
-- "¡El mejor y más honorable hombre de Atenas!".
Su padre tuvo un gusto excelente. No se queje.
-- Pero es que mi padre no pensaba en el
"Justo", sino en Maillol. Y a mí no me gustan sus
mujeres, ni su acomodaticia actitud.--se sienta y mientras se
explica, limpia maquinalmente la mesa-- Verá Vd. A mí las
mujeres de Maillol me parecen ideas (pesadas). No tienen cuerpo, sino
masa. Y de espíritu, mejor no hablar. Prefiero mil veces las
mujeres de Modigliani...y si me apura, las de De Kooning. Las de
Maillol son cántaros, recipientes, madres en plena época de
fertilidad: máquinas eficientes.
-- Veo que tiene el tema trabajado. Yo no tengo la
cosa clara. En realidad pensaba pasarme por el museo Maillol-
Fundación Dina Vierny.
-- Pues desista. Cierran los domingos, los lunes y los días
feriados.
-- Un problema menos.
-- Pero es que ¡oiga!, ¿qué necesidad tenía el abuelo de ir
a París (¡en plena ocupación alemana!) a la exposición de Breker
y, además, fotografiarse entre las estatuas, como ya había hecho el
sagaz y halitósico Cocteau?
-- Ese es un detallito que desconocía. Aquí en Catalunya se
le tiene por ideal estético de la "Ranaixença":
aquella oleada de "seny", mediterraneidad, orden (y
coqueteo con el fascismo).
-- Y se olvidan estas cosillas. Mire Vd., querido
cliente, la caracterización que de la época hace Serra i Hunter: La
guerra del 14 representó "la desintegración de la cultura
espiritual, que es por esencia totalidad y harmonía"...¡Y lo
dijo en 1934! xD. ¡En plena época parda!
Precisamente aquel año, Benjamín malvivía en París con la
ayuda de los Adorno y de propinillas que le venían de alguna
esporádica publicación. ¡¡Se estropeó la harmonía!! ¡Vaya
diagnóstico, Hunter! Estrellas amarillas señalaban a las futuras
victimas y tú echando de menos la harmonía.
Había pensado ir a comer al restaurante "Els passatges"
y conocer, de paso, al listo que había elegido el nombre. Decido
seguir en la terraza del España y así se lo comunico a
Arístides. Para variar, le pido un plato de caracolillos de mar y
una botella de blanco de la tierra... Es que los caracoles, de tierra
o de mar, encierran espiralmente el profundo sabor de la tierra, o
del mar.
Maillol se retiró a esta hermosura de tierra en septiembre del
39, recién empezada la segunda matanza. Empieza "Harmonía",
plasmación de la poesía encerrada en el pensamiento de Serra, que
quedará inconclusa. Benjamín nunca acabaría sus "Tesis
sobre Filosofía de la Historia". Ahora, algunos de mis
lectores me exigiría que dejara inconclusa la botella de blanco.
Pues, no, no la voy a dejar. Es más:
-- ¡Aristides! ¡Tráigamne Vd. otra botellita!
Después siguen los carajillos y la ronda de aguardientes. Añado
unas copitas de vino dulce de Banyuls. Los caracolillos flotarán en
un mar alcohólico.
-- Estimado cliente, eche el freno. Frene la locomotora.. Sea
benjaminiano, por una vez.
-- Arístides, Arístides...
-- Quizás las cosas se presentan de manera distinta a como
afirmó Marx. Puede ser que las revoluciones no sean las locomotoras
de la historia. Pueden que sean el acto por el cual la humanidad que
viaja en tren aplica los frenos de emergencia.
Este Arístides me apabulla y la imagen empleada me produce un
vuelco en el estómago. Imagino las maletas despeñándose sobre mi
cabeza. Así que, Arístides, ¿la revolución es un corte.... no se
trata de Soviet + Electrificación? ¿Ya no se trata de
producir y producir en un tiempo y espacio infinitos? O sea que este
vino que bebo encierra los esfuerzos y esperanzas de los muertos.
Aquellos cortadores que he visto en las colinas de Banyuls estaban
sembrando futuro y su trabajo no puede esfumarse. Cada botella de
vino es una lámpara de Aladino (valga el rodolí). N'est
ce pas?
-- Así es, querido cliente. Nada se pierde por completo.
Hemos de hacer ramilletes con las "florecillas pisadas" de
la historia.
2.
Hermana muerte ¿me permites? Y
en cuanto percibió el más leve movimiento de párpados se tragó,
con la cortesía que le era
propia, una dosis de morfina
capaz de matar a un caballo. La muerte estaba a punto de actuar de
oficio, no en vano el corazón de Benjamin ya había fallado en la
subida y el tifus estaba anidando en su estómago. Sobre su tumba
provisional alguien colocó unas "florecillas"
pisadas que había ido recolectando en las grietas de las ruinas de
la historia.
El 26 de septiembre del año
1940, justo cuando Aristides Maillol se levantaba para proseguir en
su inacabada "Harmonía",
el grupito se puso en marcha. Amanecía en Banyuls. Maillol
vería a lo lejos el grupo que confundiría con cerdos salvajes.
Benjamin esperaba en un claro
del monte, pues no se había atrevido a regresar tras el primer
reconocimiento.
Cegada la "ruta
del cementerio", siguieron
la más oriental y escarpada "de Líster",
precisamente la misma que, aún
no hacía dos
años,
había sido transitada por mi padre en retirada desde el Ebro.
El grupito se convirtió en grupo y así, bajo un injusto sol de
justicia, continuaron hasta la frontera española. De camino,
Benjamin tuvo un amago de angina, un principio de insolación y unos
deseos, incontrolados, tchaikovskianos,
por así decir, de beber de
un charco de agua putrefacta. Cuando llegaron a la garita, Benjamín
ya era un muerto viviente. Allí le dieron la puntilla.
-- Eeeeeeee! ¿Ande van Vds.?-- Así de contundente
se expresó la Guardia Civil de fronteras cuando se presentó el
grupo de descarriados.
-- Pues, verá. Vamos en tránsito hacia Portugal. Aquí están
nuestros visados firmados por el consulado español de Marsella.
-- Como es natural les faltará alguna póliza y tal. Revisen
sus papeles...
El grupo, diligente, se aprestó a una última revisión y
viendo que todo estaba en regla volvieron a mostrarlos.
-- Pero, señores,
aquí falta el permiso de salida de territorio francés.
-- Eso
no era necesario.
-- Pues desde hoy, sí. Y, además, los apártidas , o como se
diga, se quedarán a parte y ya se verá.
Benjamín, descompuesto por el
exceso de sol y por los retortijones, recordó las semanas plácidas
en Lourdes y su confianza en el milagro. Werfel sacó de allí, y de la omnipresente Alma, inspiración para "La Canción de Bernardette". Por mucho que se insistió y
a pesar de la botellita de agua bendita, los guardias se mostraron
inflexibles. ¡Pa'trás! ¡A Francia!
Por un momento creyeron que se trataba de eau-de-vie, pero
que cuando comprobaron que, en efecto, era agua, por muy bendita que
fuera, se les cegó el sentido de la compasión. Alguien intercedió
y se les permitió hacer noche en Port-Bou. Pusieron guardias a la
entrada-salida del hotel
Francia,
decididos a expulsarlos a las diez de la mañana del día 27, o, si
querían, a trasladarlos
al campo de Figueras y puestos a disposición (es de suponer) de la
Gestapo. Benjamin no pudo aguantar los apremios: "En
una situación sin salida, no tengo otra elección que terminar. En
un pequeño pueblo en los Pirineos donde nadie me conoce mi vida va a
acabarse".
El médico de la
localidad certificó su muerte natural y aventuró la hora del
deceso: las diez de la noche del 26. Grete Freund, miembro del grupo,
la sitúa a las doce de la noche. Y
yo, aventuro que su corazón se paró cuando se agotó el primer
segundo del día 27 de septiembre del año 1940. Un
mes después del asesinato de Trotky. ¡Y no digo más!
Con los 70 $ (no
hizo falta vender "El Àngel")
que llevaba en el bolsillo se
pagó al médico y al enterrador. De la cartera negra y del
manuscrito nadie supo nada. Enterrado, provisionalmente, Benjamín,
el resto del grupo consiguió pasar a España y llegar a Lisboa.
Todo
está escrito: Lisa Fittko, Stodolsky, Grete Freund, Henny Gurland,
Horkheimer, Arend,
Ingrid
Scheurmann... y
las indagaciones que el "Sr. García",
agente judicial del juzgado de instrucción de Figueras, hizo a
instancias del editor de "El libro de los Pasajes".
3
-- ¡Arístides!
-- No grite que estoy aquí, a su vera.
-- Permítame que improvise yo, a mi vez.
-- ¡Sea!
-- ¡Tiene Vd. algo de ángel!
-- En sentido etimológico, sin duda. Soy un emisario, un
intermediario...
-- En un sentido teológico, ontológico, diría. Usté., querido
camarero, en su perfección, constituye una "especie" en sí
misma, agota un "universal". Además, y concluyo, cuando,
ataviado a la usanza de su oficio, vuelen los manteles y las
servilletas impulsados por el viento del norte y vuelva el rostro,
parecerá el "Ángel de la Historia" aterrado ante los
resultados del progeso.
-- ¡Eso es muy bonito!
Atardece y estoy como una cuba. Arístides se ha sentado en una silla
al final de la terraza y, ahora, parece el ángel de Durero. Me
marcho.
4.
Recuerden
Vds. cuando, bajo la azafranada luz del otoño, estén zampándose
unas anchoas en una terracita de Banyuls y pimplándose una botellita
de vino del 2007, que por aquí se desangraba Europa; que estas
"fauvistas"
colinas han sido recorridas por los perdedores de todas las guerras.
Cuando alcen la vista para contemplar ocres nunca vistos, añadan el
ocre ferruginoso
de la sangre reseca
y
no dejen de pimplar por esta
sugerencia.
Breton, por los mismos días se trasladaba a Marsella buscando la salida americana. Y Kafka, años antes , tal día como hoy, ponía punto final a El Fogonero (primer capítulo de su inacabada "América") y su premonitoria y fantasmal visión de América.