Tengo a mi alrededor un cachorro (dicen) de perro. Negro…¡con manchas
negras!: “Negro sobre negro”: como un
Rodchenko. Me aseguraron que era mezcla
de Labrador y Golden y ha resultado ser un pitburg
en toda regla. Mientras escribo lo que escribo, el chucho está comiéndose medio sofá…¡no importa…iba a tirarlo!...si
le chisto, me clava sus ”ojos de miel”, se relame y parece apuntarme en “la lista”. ¿Recuerdan vds. Mefistófeles disfrazado de perro? Muerde
y gruñe (y viceversa)…¡y de cachorro, nada!...Este bicho está más picardeao que
tras 24 meses de” mili”.
Si me levanto, me persigue y se me lanza encima, como si jugara… ¡pero yo sé que no juega!...¡me está midiendo, el muy cabrón!
Si por una de aquellas se encontrara esta crónica inconclusa, sepan vds.
que habré sido devorado por este mamífero. Si sobrevivo…habrá que discutir
quién se queda y quién se va… ¡No digo más!...¡Quieto, bicho!
Doble tentempié y un (¿) carajillo. El suyo (tentempié) lo ha engullido
como tocinillo de cielo…¡zzup!...yo he de hacer lo mismo. Continúa con el sofá.
Ya ha llegado a las entrañas y comienza la nevada. Hago como si nada. Y doy
gracias al cielo por conservar la mano.
“Mi padre, socialdemócrata desde
joven, seguramente el único preso político que había sido arrestado por la
policía de su ciudad natal húngara Nagy Emöke acusado de agitación contra la
instigación bélica de la Austria imperial y real, obligado después a cumplir el
servicio militar había sido trasladado gravemente herido en la primavera de
1916 desde el frente de Galitzia a Alemania, y una vez dado de alta en el
Hospital Militar había fijado su residencia en Bremen. Aquí nací yo el 8 de noviembre de 1917. Mi padre había
encontrado trabajo en los astilleros del Wesser, y gracias a su labor en la
“Asociación Cultural Obrera” había entrado en contacto con el periódico
“Arbeiterpolitik” que mantenía relaciones estrechas con el Spartakusbund.”
(El autor de estas líneas, sin embargo, nació exactamente un año antes: o
sea, tal día como hoy, del año 1916: Peter Weiss…)
¿Han leído vds. “La Estética de la
resistencia”?...¿No?...Pues…¡a qué esperan!...La obra más grande producida
en lengua alemana “en lo que va de siglo”
(XX) …(¡y no lo digo yo!)…les espera. Fue publicada entre el 75 y el 81.
La Epopeya (no viene de Popeye,
¡no!) de la clase obrera europea, que, espoleada por el éxito de la Gran
Revolución Rusa, se lanzó a la conquista del poder en todas partes. Es, también
(sobre todo) una grandísima Tragedia:
la de la clase obrera europea que, espoleada por el éxito de la Gran Revolución
Rusa, se lanzó a la conquista del poder en todas partes… y en todas partes
fracasó: por el combinado letal de inmunda traición, impericia, indecisión y
fuerza bruta organizada y subvencionada.
Una obra que huye de la ficción y se construye sobre toneladas de
documentos e informaciones reales y veraces. La vida es la mejor “historia”… ¡Basta de invenciones!...Un
testimonio imperecedero de la forma y condiciones de vida de la clase obrera
consciente de su papel en la historia.
Si la fiera me deja (ya se ha tragado el medio sofá y se dispone a
deglutir el otro medio) continuaré. Antes, un fifti-fifti para templar los
nervios. La borrasca se intensifica
La obra está dividida (en realidad son tres libros) en tres grandes
apartados:
1.
Revolución
alemana y Brigadas Internacionales (España)
2.
Exilio
Sueco (círculo de B. Brecht)
3.
Oposición
interna al nazismo
Tiempo habrá para ir entrando en harina.
De momento me detendré un poco en la primera parte de la primera parte:
Necesidad de incorporar e interpretar a nuestro favor toda la cultura
pasada. El arte como forma de conocimiento y de placer, no sólo como “arma”. El “realismo socialista” humilla al trabajador al suponerlo incapaz del
goce estético. La burguesía se apropia de la “alta cultura” y nos vende la “Tecnología”
y la “Informática”: Ellos pueden
asistir a sesiones de ópera…tienen acceso a todo un mundo que nos es negado
desde la cuna y que no conseguiremos dominar sino con arduos esfuerzos,
añadidos a los ya de por sí arduos del trabajo. Hemos de apropiarnos de aquello
que los nuestros realizaron, ¡aunque fuera por encargo!
Desde el Altar de Pérgamo hasta el video-art, pasando por Giotto,
Deineke, Bacon…
Desde Homero a Bolaño, pasando por Dante y Platonov…No olviden "El Paraiso Perdido" (aunque sólo sea por razones efemerísticas)
Desde Gesualdo hasta Stockhausen, pasando por Wagner…
No sólo la cultura POPular…¡Tomemos el Palacio de Invierno de la Cultura!...Y
pimplemos en loor del Espirituoso Santo…AMÉN.
El padre del personaje (“alter ego”
de P.W.) se establece en la Brautstrasse, en la orilla oeste del Wesser, allí
donde termina la isla arenosa del río. Es una calle corta que desemboca en la
Westerstrasse. Pues bien…justo en la esquina tenía una taberna-restaurante el
futuro presidente Ebert (a quien mañana veremos en una actuación estelar). Había
trabajado como talabartero, en su Heidelberg natal, fabricando albardas y
aparejos para mulas y como tal había recorrido Alemania, antes de ponerse el
mandil, dejarse bigote-perilla y disponerse a servir cervezas en botas de dos litros. Cuando el eco de
sus hazañas recorrió medio mundo, la taberna tomó el nombre de: Chez “Primer presidente de Alemania”. Él, por entonces, ya no servía
cerveza. Se aplicaba concienzudamente, con su lacayo Noske, a masacrar obreros.
Cuando hubo “pacificado” Berlín, se
volcó con toda la paciencia de albardero, a la “pacificación” de Bremen, su querida ciudad y al martirio de su
estimada clientela.
Es tontería ir. En todo el triángulo que forman las calles mentadas y la
Grunenstrasse…sólo hay un bar…y se llama ¡”Bar
Terror”! (“Furcht bar”)…un
murciélago adorna (¿) la fachada: Un rasgo de humor irónico. ¡Imagínense vds.
de camarero a Noske…sirviendo vasos de granadina (con tropezones)!...Recuerden
vds. que hoy se celebra el aniversario de Bram Stoker (1847). Dentro todo un
muestrario para amantes del género.
Si siguieran vds. el río hacia su desembocadura se encontrarían con la empresa Louis Krages, dedicada al comercio de madera (¡entre otras cosas!)…allí, durante veranos, me dediqué a apilar maderos según longitudes, a descargar barcos, a escaquearme y a beber vodka de primera calidad recién llegada de los puertos soviéticos. Allí leí por primera vez a los cásicos del marxismo en Ediciones Progreso (Moscú. URSS).
¿Conocen vds. al piloto automovilístico “John Winter” (nada que ver con el rockero)?...¡seguro que
no!...pues es un vástago de la riquísima familia Klages, que, por discreción (y
por no dar un disgusto a su madre) se puso un alias. Llegó a ganar las “24
horas de Le Mans”, junto con el
gran Barilla y su compatriota Klaus Ludwig (¡¡). El infeliz se suicidó en
Atlanta…¡por que no le iba bien la fábrica de juguetes en la que se había
embarcado! (dicen)…¡es que hay cada cosa…!
¡ Que no se trague el ordenador, por dios!...
Me pimplo los restos de las botellas de ¿“Master Jager”? ¿”Mick Jaeger?”
(¿) …¡el del ciervo, vamos! y bajo al condis (que ya parece en condiciones…se
nota por el ambiente relajado del barrio y las caras de felicidad de las amas
de casa) a por los ingredientes para aparejarme una ensalada alemana. Muy
fácil: patatas, salchichas de Frankfurt (¿), pepinillos pequeños, cebolleta,
mayonesa, mostaza antigua de Dijon (son ganas de ofender), perejil y sal.
El secreto está en cocer las patatas... ¡y en espolvorear con gracia el
perifollo!
Cuando vuelvo, el mamífero sigue royendo el aposento…Parece que se hayan
asesinado y desplumado docenas de gansos.
Una botella de Ribera , culín de ciervo…y dos carajillos de Terry de
malla…¡para los nervios!
Tal día como hoy, del año 1838, atracaba en el puerto de Palma de
Mallorca “El Mallorquí”, también
apodado “El Pagés”. De su vientre
salió lo que parecía una familia normal: Una mujer, que parecía un hombre; un
hombre, que parecía una niña y un niño y una niña, que parecían lo que eran.
Los machos estaban enfermos: tuberculosis y fiebres reumáticas (por orden de
aparición). Todos les habían hablado maravillas del clima terapéutico de la
isla. Así pareció los primeros días….pero fue descubrir Valdemosa y alquilar
unas habitaciones… y la tramontana empezó a soplar (¿), la lluvia se cebó sobre
la cartuja y la maledicencia y la “malababa”
crecieron como “fredolins”. No
pararon en todo el invierno. Los enfermos empeoraron y a punto estuvieron de
quedarse para siempre en esos parajes indescriptibles.
A la obligada reclusión debemos:
·
La
inspiración para “Spiridón” y “Un invierno en Mallorca”…por lo que hace
a Sand.
·
La
mayor parte de los “Preludios” (opus
28); “Mazurca en mi menor, nº2, op.41” y la “Polonesa
en do menor, op.40”…Por lo que hace a Chopin.
Así que, sonará en el Esputofaif:
·
“Preludio en mi menor, nº4”
·
Y
las obras citadas.
Chopin tuvo que conformarse con un piano que le consiguieron en
Barcelona. El parisino no pudo ser transportado.
¡¡Bicho!!...definitivamente ha desaparecido el sofá: “en-sí”, “para-sí” y “para-nosotros” y sólo quedan restos… Es lo
que Aristóteles calificaría de cambio sustancial…sobre todo cuando se transmute
en materia orgánica.
No estaría de más hacerle una radiografía (tal día como hoy, del año
1895, Röntgen descubre los Rayos X) a la hiena
esta y ver todo lo que ha incorporado… ¿No estará pagada por IKEA?
Algún día les contaré a vds. el verano que pasé como siervo en el “Hotel Costa d’Or” en Lluch Alcari (no
lejos de Valdemosa)…y cómo caí de cabeza en la piscina, contraviniendo las
órdenes del señor, con una bandeja con siete gintónics de Giró; una ”pomada”; un cortado, corto de café y dos
“palos” ibicencos.
No aguanto más el acoso a que me tiene sometido el Mefistófeles. Me
acerco con el collar y es como si me acercara con un cepo.
Espumea…grrr…grrr…¡Ven aquí, bicho!...lo acorralo en el cuarto de baño, le echo
la toalla por la cabeza y, tanteando, le coloco el collar y lo que ha quedado
de correa…¡a pasear!...¡Paso al jubilado jubiloso!
Después seguimos.
Esperen, esperen...¡tengo algo más!
En no sé qué entrada dejamos a César Frank con la promesa de volver...pues aquí estamos:
Esperen, esperen...¡tengo algo más!
En no sé qué entrada dejamos a César Frank con la promesa de volver...pues aquí estamos:
Cuando la pareja llegó a París, César Frank empezaba a descubrir el
indestructible grumo familiar. Cuando pudo se largó con Felicité a la parroquia de Loreto
(lo de la Iglesia de Loreto tiene su qué…¡otra vez será!...) a contraer
vulgares nupcias y con la intención de crear otro grumo. Tuvieron que saltar
por encima de la autoridad paterna y de las barricadas, era febrero del 48 y
París estaba en armas.
--Cuidado con el traje, cariño.
--No te preocupes, mi amor.
--¿Adónde van estos gilipollas?...
--¡A contraer vulgares nupcias!
--¡Ah!...¡Bueno!...¡el infierno es
por allí…!...¡Norabuena! (perdonen el metaplasmo).
La parroquia, al ver sus grandísimas manos y su insistencia, lo contrató
como organista.
En mayo de 1890, padeció un accidente de tráfico: un ómnibus arrolló el “simón” en el que viajaba. Los ómnibus entonces eran de tracción
animal… ¡un homenaje a los percherones!...y los tranvías también, pero sobre raíles…Así que el “simón” de César colisionó con un gran
carruaje con tracción “de sangre”. El
último ómnibus de este tipo fue el de la línea La Vilette-Saint Sulpice
(1913) y el último tranvía, el de la línea Pantin-Ópera
se clausuró, también, en 1913. (¡Gracias Benjamín!).
El músico saltó por los aires y
fue pateado por innumerables cuadrúpedos.
Salió vivo, pero receptivo a dolencias pulmonares. Murió, de madrugada,
tal día como hoy (también un sábado) del año 1890…”Mis hijos, mis pobres hijos…” Antes de morir echó el resto en las
“Tres Corales para órgano”. La “Fuga” que le rondaba, desasosegando su
espíritu, se “realizó”
hegelianamente.
En su memoria, sonarán las “Tres
Corales”.
INFORMACIÓN ADICIONAL
Stanislas Baudry (1823) era propietario de una casa de baños en
Richebourg, a 2 kilómetros del centro de Nantes. Para trasladar al público
desde la ciudad al establecimiento, instaló un servicio de carruajes que tenía
su terminal frente a la sombrerería de Omnes, que promocionaba su mercadería
con el lema “Omnes ómnibus” (“Omnes
para todos”). Pronto los ciudadanos comenzaron a llamar “ómnibus” al carruaje. En 1828 Baudry instaló un servicio en París,
al que bautizó “Entrerprise Général del Voitures dites Omnibus”.
DVD:
“El Tulipán negro”.
No se trata de una margarina siniestra sino de una película del 64, en la que podemos admirar a Adolfo marsillac como comisario de policía, a Laurita Valenzuela, a Alain Delon (nacido tal día como hoy, del año 1935) y a Virni Lisi (que lo hizo al año siguiente).
En fin...¡Todo sea por las "Razones efemerísticas"!
“El Tulipán negro”.
No se trata de una margarina siniestra sino de una película del 64, en la que podemos admirar a Adolfo marsillac como comisario de policía, a Laurita Valenzuela, a Alain Delon (nacido tal día como hoy, del año 1935) y a Virni Lisi (que lo hizo al año siguiente).
En fin...¡Todo sea por las "Razones efemerísticas"!