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sábado, 2 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, día 2 de noviembre. Día de los muertos: Passolini, M.Lowry. D. Reinhardt.






1.
 "Hay una ideología real e inconsciente que unifica a todos, y que es la ideología del consumo. Uno toma una posición ideológica fascista, otro adopta una posición ideológica antifascista, pero ambos, antes de sus ideologías, tienen un terreno común que es la ideología del consumismo. El consumismo es lo que considero el verdadero y el nuevo fascismo. Ahora que puedo hacer una comparación, me he dado cuenta de una cosa que escandalizará a los demás, y que me hubiera escandalizado a mí mismo hace sólo diez años. Que la pobreza no es el peor de los males y ni siquiera la explotación. Es decir, el gran mal del hombre no estriba ni en la pobreza ni en la explotación, sino en la pérdida de singularidad humana bajo el imperio del consumismo. Bajo el fascismo se podría ir a la cárcel. Pero hoy día, hasta esto es estéril. El fascismo basaba su poder en la iglesia y el ejército, que no son nada comparados con la televisión".





Sobre las diez de la noche del 1 de noviembre de 1975, Passolini, recoge a un chapero en el bar Gambrinus de la plaza “dei Cinquecento”, próximo a  la estación Término de Roma y se dirige a los desoladores descampados de Ostia. Pino “Rana” Pelosi, que así se llamaba (y se llama) el chapero, tenía 17 años. No lo dudó ante el alfa-romeo GT plateado que lo requería. De camino, le entró hambre. Passolini paró en la trattoría “Biondo Tevere”, en vía Ostiense, 178. Allí le conocían. Cruzaron la terraza delantera y entraron en el interior. Fueron dirigidos a la mesa acostumbrada. Eran alrededor de las 11 de la noche del primero de noviembre del año 1975.

El joven pidió una pechuga de pollo...antes se servía con piel y con el ala. Pino protestó ligeramente. Pasolini le dijo que así era más sano. Para él pidió un plátano y una cerveza…tal inaudita mezcla es inolvidable. La señora Panzioni, regente del local, desde su lejana viudedad, no notó nada especial en la pareja…si acaso una ligera inquietud en el artista, pero sólo recayó en ella una vez se hubo enterado de los sucesos de esa noche. El joven no presentaba rasgos memorables, tenía…”cara de chiquillo”.

Pasolini tenía cuenta en la casa, que liquidaba de vez en cuando…así que no pagó. Subieron al coche y se enfilaron a toda velocidad por la Via Ostiense hacia la desembocadura del río, cloaca de Roma.

A la mañana siguiente, sobre las 6 y media, María Teresa Lollobrigida, se topó, en un descampado de Via dell’idroscalo, con un cuerpo destrozado. Ninetto Davoli reconoció el cadáver de su amigo y amante: Pier Paolo Pasolini.







“Yo devoro mi existencia con un apetito insaciable. Cómo terminará todo esto, lo ignoro.”…¡Pues ya lo sabes!

El Rana” fue detenido por exceso de velocidad, (conducía el alfa-romeo) y el procedimiento se liquidó con inquietante rapidez. Se estropearon (a conciencia) pruebas y se desatendieron otras. La cosa acabó con la autoinculpación del joven y la consecuente condena por asesinato: “crimen pasional”…”reyerta entre maricones”…

Sin tener en cuenta las obvias dificultades de semejante hipótesis: Pasolini era experto en artes marciales…¡y otros detalles!

Años más tarde empezó a hacerse evidente lo que ya estaba claro. Pasolini fue objeto del “gambito de Moriarti”. Habría sido citado en el Gambrinus para hablar de los rollos de “Saló” robados; una vez allí  el rana” daría el salto. Llegados a Ostia, un grupo de tres o cuatro tipos lo habría destrozado al grito de “puto”, “maricón”, “sucio comunista”…La autopsia revela la naturaleza de los torturadores: un grupo de matones fascistas, probablemente pagados por las “siete hermanas”. Ahí se juntaron el hambre con las ganas de comer. Pino Pelosi adujo amenzas para justificar su autoinculpación.

                                                 

Decir que Pasolini estaba escribiendo “Petróleo”, un libro-documento sobre las interioridades del INE italiano y sus relaciones con las grandes empresas del sector. En relación con esto: “El caso Matei” (llevado al cine por Francesco Rossi).  Hubiera bastado, sin embargo, con el puro odio.

El lugar sigue siendo nido de heroinómanos y basurero clandestino. A partir del 90 una cerca metálica rodea el perímetro. No es obstáculo, sin embargo, para que, de vez en cuando, el “monumento”, absolutamente impropio…sea injuriado por manos “anónimas”.

Eran los “años de hierro”. El “caso Pasolini” ha sido reabierto...¡Y ha vuelto a cerrarse!

2.

        
         



Al grito de “sucio Bolchevique” y “¡Viva Cristo Rey!”, fue despachado “el Cónsul” en “el farolito” de Parián (Oaxaca. Méjico) y arrojado a la barranca contigua. “Alguien tiró tras él un perro muerto en la barranca” (última línea de “Bajo el Volcán”). Eran las siete (¡¡) de la tarde del día de difuntos, del año 38. Un grupo de fascistas capitaneados por el castellano Fructuoso Sanabria había hecho su trabajo.


Recuerden vds. que el Gobierno “izquierdista” de Cárdenas estaba siendo combatido por bandas paramilitares fascistas, apoyadas por España y Alemania.

“--¡Como un perro!, dijo; y era como si la vergüenza debiera sobrevivirle”. Última línea de “El Proceso” de Kafka.

Jamás he leído nada que me haya inquietado tanto como el último capítulo de “Bajo el Volcán”, añado que lo leí con una resaca oscura (…”como la tumba en la que yace mi amigo”). Es Rulfo alcoholizado, para hacernos una idea…

La novela empieza con un largo “travelling” a la altura de Orson Wells (“Sed de mal”) (M. Laurelle, el día de difuntos del 39 (¿), vuelve del “Casino de la Selva” hasta Quauháhuac) destinado a presentarnos anudados los cinco niveles que, si los distinguimos, ayudarán a convertir la novela en inolvidable: el ctónico, el humano, el mágico, el político y el religioso (D.D.)

“Por encima de la ciudad, en medio de la noche oscura y tempestuosa, la rueda luminosa giraba al revés…” (fin de primer capítulo).

Y enlaza con un “flash-back” que nos conduce al día de difuntos del año anterior (1938) y a la muerte del “Cónsul” en el “Farolito”, tras cruzar la selva que envuelve Quauháhuac:

 “A mitad del camino de la vida
Yo me encontraba en una selva oscura,
Con la senda derecha ya perdida. (…)” (Inicio del primer canto del “Infierno” de Dante).

Acabada la lectura, la rueda luminosa nos empuja a empezar.

¡…Léanla vds….!...¡Léanla…!

Ni tiempo para comer. Sólo chupitos de mezcal, de anís el mono, de Johnny Walker y alguna Moritz…de fondo “La pasión según S. Mateo” de Bach…Puede que también fuera adecuada para la muerte del “Cónsul”:

“Acompañaban a estos pensamientos que iban a la deriva por su mente una música que sólo podía escuchar si oía con atención. ¿Era Mozart, por casualidad? “La Siciliana” Final del “cuarteto en re menor” (…) No, era algo fúnebre, tal vez Gluck, de “Alceste”. Sin embargo, había en aquella música algo que recordaba a Bach.”


3.





2 de noviembre de 1975:

“He sido cordialmente invitado a formar parte de realismo visceral. Por supuesto he aceptado. No hubo ceremonias de iniciación. ¡Mejor así!”
(Roberto Bolaño: “Los detectives salvajes”)

Tiempo habrá de volver sobre los pasos de los Belano, los Lima…los Font…Piel Divina (de Oaxaca)
…¡Tiempo habrá!...

Baste dejar efemerídica  constancia.


4.














Por si fuera poco con lo dicho…(¡se nos habrá encogido el corazón y el estómago!) tal día como hoy, del año 1928, Jean Baptiste “Django” Reinhard, acabada su actuación en el “club La Java” de la rue Faubourg du temple de París, regresa a su hogar en las afueras de la capital. Vive en una caravana con su mujer…era lo normal: hijo de gitanos belgas instalados en las afueras de París, no conoce otra forma de habitar el mundo. 

Ha instalado la caravana en la actual avenida de Glignancourt, en el distrito 18, al norte de la ciudad.

Los vivos han considerado que el lugar exacto estaría dentro del perímetro de la recién creada y bautizada “Plaza de Django Reinhardt”: una extensión importante de cemento…¿destinada a aparcamientos de caravanas?...si es intencionado, no me parece tan mala idea. Si no es así, al concejal de urbanismo lo habrán trasladado a” orden público” o a “industria”.

Analfabeto (Django, no el concejal) autodidacta…aprendió a tocar el banjo de oídas y de ahí saltó a la guitarra. Desde pequeñito se hizo un nombre en salas de baile como acompañante de un famoso acordeonista.

Pues eso, que vuelve de trabajar. Su mujer ha preparado un cargamento de flores de celuloide para venderla al día siguiente y ocupan la mayor parte del carromato.

En duermevela oye un ruidito que le parece de un ratón; enciende una vela para asegurarse y unas gotas de cera ardiente caen sobre las sensibles flores. Nace una súbita llamarada que abarca, en un momento, la totalidad del espacio. La chica consigue salir, pero el fuego prende en las ropas de Django, empeñado en salvar las flores: quemaduras de primer grado en la mano izquierda y en costado derecho. Año y medio de hospitalización…¡pero se ha salvado la pierna!...Aún no ha cumplido los veinte años.
     
Sin embargo ha “perdido” los dedos anular y meñique de la mano izquierda. ¡Olvídese vd. del banjo!...¡No hay más remedio que aplicarse con la guitarra!

Aprendió dos veces, como Pat Martino, la segunda vez con un nuevo método, obligado por las circunstancias…

Otra vez aquello de que no hay mal que por bien no venga: de ese menoscabo surgieron un ritmo y un sonido inauditos…inconfundibles. Había nacido el “jazz manouche”. 

Los años con S. Grapelli (1934-1939)…la música que hacen juntos…es una de las maravillas del universo-mundo: Una alegría que te ennoblece; una melancolía que te endulza; una ligereza que te eleva; una flexibilidad que te chagalliza; una sencillez que fortalece; una frescura que te templa; una limpieza que purifica…zzz…zz…z


Bona nit.




viernes, 1 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, día 1 de noviembre. 2ª SERIE. Jarry. Moravagine. Casanova. Brautigan.

                                                                             

 -1-



Consagrado
a la memoria
de
John Talbot
quien a los 18 años de edad
se llevó un tiro
en un tabernucho

1 de noviembre de 1936

Este tarro de mayonesa
con flores mustias
fue puesto aquí hace seis meses
por su hermana
que ahora está en el manicomio”
(Richard Brautigan: “La pesca de la trucha en América”)


-2-

Muerto Jarry,
tristángulos, azulean las sábanas.”

Recuerdo como si fuera ayer la mañana en la que me desperté sobrecogido por la potencia metafórica de esos versos. Había tenido un sueño geométrico, mejor geométrico-analítico. Y ese era el resultado.

Jarry pasó, según dilapidaba su fortuna, de un suntuoso apartamento en Boulevard Saint Michel a vivir en casa de su hermana en Laval (en su Bretaña natal), tras habitar en el de Port Royal y en la desfasada rue Cassette (¡¡)…además de incontables estadías en casa de amigos y conocidos. Por cierto, él fue quien le puso “Aduanero” a Henry Rousseau. Niño prodigio del absurdo. Prodigioso adulto absurdo. Pionero de la bicicleta: Compró en Laval una bicicleta a Tronchon, una “Clement de Luxe 96” y nunca la pagó. El último y definitivo requerimiento le llegó cuando criaba malvas. Se ahorró 525 francos.


Asistía a los entierros en bicicleta, era su pasión. Amigos o desconocidos. Veía un cortejo fúnebre y lo consideraba una meta volante. Su humor es, ya, “umor”, antes que Vaché lo apostillase. Aficionado a las pistolas, tanto como a sus otras dos grandes aficiones (bicicleta y absenta), un día empezó a disparar sin ton ni son en el jardín de unos anfitriones:

DUEÑA: “¡Imagínese que llega a darles!” (a los inevitables niños).

JARRY: “Bueno no se preocupe, señora, le haríamos otros.”.

Por cierto la pistola se la quedó Picasso. La misma con que amenazó a dos descerebrados en Horta de San Joan (Orta d’Ebre).
Sobre su obra: “Ubú” y la “patafísica” del Dr. Faustroll, “el Super Macho”…tendremos ocasión de volver en la propuesta correspondiente. Ahora bastará con rememorar su deceso.

Tal día como hoy, del año 1907, moría, tísico, en el Hospital de la Caridad de París, Alfred Jarry. Arruinado y destrozado por la absenta, como 7 años más tarde lo haría Modigliani. Su último deseo fue que le trajeran un mondadientes. Es como si toda la vida hubiera estado esperando ese momento. Asestar un golpe definitivo a las chorradas que los agonizantes de renombre ideaban para embellecer el tránsito…y darle un toque de solemne dignidad al momento en el que no hay nada más que ausencia. Si la vida había sido un festín, urgía un mondadientes…para entrar en el más allá sin restos de comida. Un detallazo por su parte. Morirse sin lavarse los dientes añade un innecesario toque cutre. “No hay ética sin estética

¡¡RECUÉRDENLO!!

La primera obra que le fue representada, lo fue en el cabaret artístico de Montmartre “4-Z’arts”. Precisamente Machado, mesetario y un tanto mojigato, anotó: “En París celebran (en el Quat’Z-arts, sic) todos los años un baile monstruo al que asisten los hombres disfrazados y las mujeres desnudas. Es una fiesta llena de pretensiones paganas, que admira a los rastacueros”. Era el París “Apache”… ¿Qué quieres?

Allí, en ese mismo hospital, en la cama 22 de la sala Boyer, tal día como hoy, del año 1924, César Vallejo, convaleciente de una operación a que había sido sometido dos días antes, escribe: “Hay, madre, en el mundo un sitio que se llama París. Un sitio muy grande y muy lejano y otra vez grande”.

Mientras Jarry agoniza, Machado conoce a Leonor y gana la cátedra. Se casarán en el 1909. Él tenía 34 años (los mismos que Jarry cuando murió) y ella 15 primaveras. En diciembre del año siguiente van a París (tercera vez para Antonio). Sigue un curso con Bergson. En julio Leonor sufre una hemoptisis y, pese a la proximidad, no fue atendida en la “Charité” (¿). Vueven a Soria gracias a R. Darío. Murió al verano siguiente, de tisis.

La bicicleta era para él un tratado de metafísica y de ética (y de estética). De metafísica por cuanto significaba, de forma paradójica, la inmovilidad esencial del tiempo (no en vano (¿o sí?) recibió magisterio de Bergson). Como Duchamp: La repetición de lo mismo bajo la apariencia de la diversidad. Una fusión del eléata y del “oscuro”. La Bicicleta (como instrumento ético) permitía una visión fugaz y estoica de la vida: un leve rozar la superficie de las cosas. Y ¡qué bello y moderno resultaba Jarry subido en el velocípedo!...la hipnótica música radial, minimalista. Sólo interrumpida por los canoros trinos de su timbre destellante. Era su esqueleto externo. Su alma corpórea.

hasta el día en que no cese esta locura que consiste en dejar que la gente circule a pie, sin previa autorización, matrícula, freno, timbre, bovina ni faros, tendremos que vérnoslas con ese peligro público: el peatón temerario”.

¡¡Que le pregunten al Dr. Hofmann!!

Dadaístas, surrealistas, locos de atar…todos se reclaman de Jarry.
No crean Vds. que he olvidado lo principal: “El alcohol es la única bebida higiénica”. Así que chupinazo de calvados y café de melita (el de siempre). Tostadas complementadas con los “dones” griegos. Y como es fiesta, doble “fifti-fifti”.

Paso por el huerto a recoger los últimos tomates del año: “Salmorejo fin de temporada” y una botellita de Ribera. El salmorejo es una comida que roza la perfección: sobre un mar rojo, un sol amarillo, unos círculos blancos, unos jirones de un color ámbar hanseático y unas gotas “amebáceas” de un verde Ava Gardner.

-3-



Era la fiesta de todos los santos. La noche del primero de noviembre se acababa. Podían ser las tres, las cuatro de la mañana cuando puse el punto final a mi novela “Moravagine” y lancé un suspiro de alivio” Corría el año 1925 y Blas Cendrás se encontraba en Biarritz, en la “Mimoseraie”, finca residencial de Eugenia Errazuriz, que se preciaba de tener su pintor: Picasso. Su músico: Stravinsky y su poeta: B. Cendrás, escritor de una sola mano…Pero ¡qué mano!

Algo he dicho en otro lugar sobre la obra.

No se molesten, de lo que fue un paraíso quedan los muros desnudos. No encontrarán, cosa rara, la inevitable plaquita en recuerdo de tan ilustres visitantes-moradores.

-4-



El día de Todos los Santos, en el momento en que, después de oír misa (¿¿). Me disponía a embarcar en una góndola para regresar a Venecia, pasó junto a mí una mujer estilo Laura que, tras dejar caer una carta a mis pies, siguió avanzando. La recogí y vi que aquella misma mujer, satisfecha de haberme visto recogerla, reemprendía la marcha (…) “una religiosa que le ve desde hace meses todos los días de fiesta en su iglesia, quiere que la conozca.”

Era el año del señor de 1753. Y así empezaba una “pasmosa cadena de aventuras amorosas” que cimentaría su fama de conquistador y de hombre de mundo. La fiesta duraría dos años. En 1755 es detenido (¡faltó papel para anotar los cargos!) y conducido a la prisión de “Los plomos” (por el material que la cubría), situada en un anexo al palacio ducal, con el que se comunicaba por el “Puente de los Suspiros”. No eran suspiros de enamorados… Sitúense de espaldas a San Giorgio Maggiore. Enfrente tendrán el Palacio, construido contra toda lógica: la masa compacta y pesada, que debería soportar las delicadas arcadas góticas, son soportadas por éstas. A su derecha verán la ría del Palacio y un puente que la cruza: “Puente de los suspiros”. El edificio grávido y rotundo en el que desemboca el puente: ¡La cárcel de los plomos!
Allí tenían aposento los “Señores de la noche de lo criminal” y allí fue conducido Casanova. Allí pasó nuestro héroe un año cumplido. Y tal día como hoy, del año 1756 consiguió, evadirse.
Su intrincada y accidentada fuga añadió la osadía a su abultado número de admirables “virtudes”.

Parece evidente que Casanova “arregla” las fechas, para ponerse bajo la protección de “Todos los santos”. Y verdaderamente le protegieron.
No volvería a Venecia hasta 1774. Lean vds. “La última aventura de Casanova” de Schnitlzer, “triste y desolador” capítulo apócrifo que completaría sus inacabadas “Memorias” (¡IMPRESCINDIBLES!) y que se aparta de las conclusiones de los “casanovianos”. Schnitlzer, explorador de lo mórbido, hunde a Casanova en el ridículo y la vergüenza en el mismo terreno sobre el cual fundamentó su fama. Marcolina será el arma del destino.

Por cierto, su último deseo fue (el primero de su madre) una sopa de cangrejos de río. La mala suerte, que en sus últimos años le acompañó, había dictado un año extremadamente seco… ¡y no encontraron cangrejos! Alfred Jarry no tentó a la suerte…
¡y se dio por comido!

Acabaremos la tarde con un gintónic (¡limones de Murcia!), y con “Casanova” de Fellini. Si quieren Vds. oigan fragmentos de “Don Giovani” de Mozart, inspirado, dicen, en las aventuras que el aventurero relató al músico, al que le unía su afición por la masonería, mientras se zampan una pizza “veneciana”...¡con mayonesa!



.





















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Propuesta para hoy, día 1 de noviembre. Terremoto de Lisboa. Optimismo. Pesimismo.


“Optimismo es defender con vehemencia que todo está bien cuando está mal.”

Es momento de recordar aquellos de los renglones y de dios…y lo otro de que no hay bien o mal que por mal o bien no venga o vaya…etc…etc.

Tal día como hoy, del año 1755, un terremoto (estimado en 9 richter) destrozó Lisboa y sus efectos fueron sentidos hasta en los Alpes. 100.000 personas murieron o desaparecieron engullidas por la tierra o arrastradas por enormes olas.

Era domingo, lucía un espléndido sol…como merecen “todos los santos”, que en 8 minutos se convertirían en “difuntos”. Sabiduría del calendario. Dios, fiel a su naturaleza, diseñó el mejor escenario posible para la tragedia: En el día a él dedicado y con un sol impropio de la época del año, para desesperación de las castañeras.

 


                                                                                                                       
Fue acontecimiento que alcanzó grado metafísico: las más agudas mentes de la época hicieron esfuerzos por ubicarlo en la economía divina. ¿Cómo, ante tal desastre, seguir manteniendo el “todo está bien” (Pope) o la defensa de que este mundo “es el mejor de los mundos posibles”? (Leibniz).

"Cuando uno compara sus talentos con los de Leibniz, uno tiene la tentación de tirar todos sus libros e ir a morir silenciosamente en la oscuridad de algún rincón olvidado." (Diderot)

Ni siquiera (menos aún) como asunto matemático, de cálculo de variaciones que concluya en un mundo en el que se minimice la suma del mal necesario; ni siquiera (menos aún) considerando el asunto desde la simplicidad-economía-belleza: como resultado de la combinación de los principios de menor acción, de conservación de la masa y de conservación de la energía…Ni siquiera así sale indemne el Dios Justo y Omnipotente….Después de “Lisboa” no se pudo confiar en la bondad divina.

Fue como el “Holocausto” del siglo XVIII.

La “armonía preestablecida”, ante tal cúmulo de interacciones desastrosas, fue incapaz de explicar la totalidad del “circuito”. Antes los miles de muertos y ante la catástrofe general, no puede hablarse de “equilibrio” ni de “cortedad de visión”.

El mal (metafísico, moral y físico) no tiene nada que ver con la “teología”. El “mal” es una cuestión “política”.

En fin…rompo este mal rollo con mi tentempié acostumbrado, no sin antes recordar que el día de Todos los Santos ha sido pródigo en desastres naturales: Como si cada “santo” se hubiera tomado la revancha.

Recuerden vds. que el día de todos los santos, del año 1512, fue inaugurada la Capilla Sixtina: programa resumido de las dotes de prestidigitación divina y de las desgracias de la humanidad, desde el momento esplendoroso de su creación.

…¡Infórmense vds!...¡Infórmense!..

Fortalecido por el beso del Espirituoso, retomo el hilo.

  
                               





¿No es el “mal”, administrado, una de las formas más eficaces de dominación? Desde La Boétie (nacido tal día como hoy, del año 1530) como mínimo, sabemos que una de las armas de dominación más eficaces es el miedo. ¿No es el miedo una reacción al “mal”?...El mal considerado como cuestión teológica hurta la posibilidad de enfrentarlo. La Boétie, con sólo 18 años, fue capaz de ver claro lo que a nosotros nos cuesta una vida y aún, al final, morimos acojonados por el “más allá”.  La servidumbre voluntaria, desconocedores de nuestra fuerza, se basa en esa administración del miedo.
 

… ¡DESOBEDECER es la consigna!

Voltaire (“Cándido”) respondió al optimismo de Leibniz  y de Pope (y de toda la Iglesia Católica Apostólica Romana) de forma inteligible. Cándido, expulsado del paraíso a base de indecorosas patadas en el trasero, por un inocente beso a Conegunda, se ve abducido por los acontecimientos que lo llevan a recorrer, desastre tras desastre, el mundo entero. La trama pone de manifiesto que la vida es una sucesión de crueldades, sometida al rigor de la causa suficiente y necesaria: 

“Trabajemos y no pensemos, dijo Martín; así la vida será soportable. Aquella diminuta
sociedad se empeñó en este loable designio y cada cual se puso a ejercitar sus capacidades. La escasa tierra dio frutos en abundancia. Efectivamente, Cunegunda era muy fea, pero se convirtió en una excelente repostera; Paquita se dedicó a bordar; la vieja se encargaba de la ropa. No había nadie que no fuera útil y hasta el hermano Alhelí se hizo un buen carpintero y llegó a ser un hombre honrado.

Pangloss (“erre que erre”, optimista hasta la leibniziana médula) le decía algunas veces a Cándido:
Todo tiene relación en el mejor de los mundos posibles: porque si no os hubiesen expulsado del castillo por amor a la señorita Cunegunda, si no hubieseis sido entregado a la Inquisición, si no hubieseis atravesado América andando, si no hubieseis dado una gran estocada al barón y si no hubieseis perdido todos vuestros carneros de aquella buena tierra de Eldorado, no estaríais comiendo ahora mermelada de cidra y pistachos.

Muy bien dicho, contestó Cándido, pero lo importante es cultivar nuestra huerta.”

Es la confirmación que nos faltaba para persistir en nuestro empeño: cultivar el huerto y pedirle a la tierra compartir los dones.

Amoroso, me acerco al huerto: ¡aún siguen los tomates!...suficientes para un salmorejo. Media de tintorro y un fifti-fifti.

Transcurrido un año desde el terremoto, Voltaire volvió sobre el tema en su ”Poema sobre el terremoto de Lisboa”, que concluye: "Un día todo irá bien, esta es nuestra esperanza. Todo va bien ahora, esta es la ilusión."

Podríamos concluir el tema con aquello de: “Pesimismo de la razón y optimismo de la voluntad.”

La Iglesia Romana, al quite, se descolgó con su “Misericors dei Flius” (Tal día como hoy, del año 1885. León XIII), atacando la “indignidad” del humanismo  y de la libertad religiosa y refiriéndose a la “injusticia” del anarquismo y de cualquier intento de rebelión contra el orden instituido. Otro 1 de noviembre, del año 1914, remachó sobre caliente (Benedicto XV).

Y para dejar claro de que se trata de una secta de propietarios- alucinados-amenazados, en 1950, tal día como hoy, el papa Pio XII declara la infalibilidad papal y como prueba establece el dogma de la “Asunción de la Virgen María”…¡A ver!...¿Quién se atreve a negarlo?... La verdad es que no había tenido un buen día. Desde el 30 de octubre estaba siendo asaltado por visiones lisérgicas: el sol bailaba sólo para él… se acercaba y se alejaba… dibujaba centellas en un cielo cerúleo.

 




Al borde de la locura por las chiribitas, se declaró infalible, como todos los orates que en el mundo han sido. Declaró que había sido una representación privada del “milagro del sol”, tragicomedia en un acto ideada por los precoces niños Lucía, Jacinta y Francisco y estrenada el 13 de Octubre de 1917 en la “Cova da Iria” (Fátima. Portugal)

....¿Era jueves?...
 
Quizás lo que viera el infeliz fueran los fogonazos de las incesantes pruebas atómicas que los USA estaban realizando en Oceanía y que concluyeron con la explosión (trueno gordo) de la primera bomba de Hidrógeno el 1 de noviembre de 1952.

Tantas circunstancias luminiscentes arrancaron del santo padre un:

--¡¡La Virgen!!... ¿Qué pasa aquí?

Y antes de que lo encerraran, en un acto de mayestática autoridad, declaró a la humanidad menor de edad. Dicen los anuarios científicos que el primer animalito nacido por inseminación artificial fue un conejo (1 de noviembre de 1939). Ya antes, sin embargo, se sacaban de la chistera.

Puede que no tenga relación, pero no me resisto: Ginsberg recitándole a Pound, ya octogenario (muerto tal día como hoy, del año 1972,) los que serían, probablemente, los últimos verso de Shakespeare, pertenecen a “La Tempestad” (estrenada tal día como hoy en el Whitehall Palace de Londres, del año 1611):

“Ya mi hechicería ha sido arrojada,
y sólo me queda mi propia fuerza,
que es muy débil…
Ahora necesito
espíritus a los que obligar, arte para encantar,
Y mi final será la desesperación, a menos que me salve la oración, que penetra tanto, que hasta ataca
a la misma piedad, y perdona todas las faltas,
como vosotros seréis perdonados de vuestros crímenes.
Permitid, pues, que me libere vuestra indulgencia.”

Esta insulsa propuesta tendrá un final arrebatador:

DVD: “Duelo al sol” de K. Vidor (muerto tal día como hoy, del año 1982). Una puesta al día de la rivalidad entre Caín y Abel, otro de los manantiales de la “maldad humana”.

En realidad lo importante es “Pearl” (¡¡Jennifer Jones!!).





                                                        










RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...