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martes, 10 de septiembre de 2013

Propuesta para hoy, día 10 de septiembre. Sissi. Lucheni.



¡Qué quieren que les diga?...Cuando alguien bautiza a su caballo con el nombre de “Nihilismus” es que (¿) quiere llegar a galope a la NADA. O que va de la nada a la nada, ¡a galope!... O que considera que la NADA recorre el mundo ¡a galope tendido!...O que cabalga la NADA y va hacia la Nada sin nada que oponer.

Y así era.

El nihilismo, como doctrina revolucionaria, no empezó hasta que el populismo revolucionario, siempre esperando el levantamiento de las masas contra la opresión zarista, fracasó. Fue entonces que surgieron grupos de estudiantes e intelectuales radicales que hicieron de la nada su capital político. Kropotkin, Turgueniev, Dostoievski, Písarev, Stirner lo describieron para el gran público. La destrucción de todo, en aras de la libertad individual y de paso, acabar con toda tiranía, hipocresía y artificio. No fue un fenómeno exclusivamente ruso: también Francia, Bélgica, Italia… Nietzsche había desentrañado su doble naturaleza.
Bombas y pistolas…explosiones y tiros pusieron Europa patas arriba. Obreros decepcionados (o desorientados) decidieron hacerse visibles. Los grandes se sintieron, por primera vez, objetivos fáciles y deseables (¿Recuerdan a Alejandro II?). Caza mayor. Y los “nadie” supieron de golpe que podían ser “alguien” y dar un sentido a sus vidas (que, por lo demás, no valían ni un pimiento.)

 Meditar sobre la NADA en ayunas es como disparate 20 cl. de alcohol puro antes del pan con aceite y orégano griegos. Así que, en previsión, me zampo dos tostadas y me pimplo un fifti-fifti  (al 50%, como el nombre indica)…Y antes de que la cosa se complique y me quede anonadado, bajo al Condis a por provisiones: espaguetis y salsa “pesto” (mediodía) y huevos y unas lonchas de jamón ibérico para acompañar el salmorejo de la noche…los tomates son del huerto. Las bebidas me son servidas regularmente.
Pues, miren vds., incluso a estas tempranas horas de la mañana, hay una batería de carritos-tanque en cada una de las bocas. Dicen que la natalidad ha bajado… pero ¡lo que es comer!… ¡no paran!...no paren…no paran… ¡qué gracia! ¿no?
Ya puestos me atrevo hasta con esto: ”AVE  NADA, yo te saludo”… (ADÁN  EVA, yo te saludo)…como origen de todo. La nada (no en sentido gorgiano, sino en el sentido más familiar, de que no hay nada)…como inicio… ¿hay que destruir?... ¡pues se destruye!...



 Tal día como hoy, del año 1898, Lucheni, anarquista (¿), nihilista(¿), un vengador solitario (¿) puso fin, de forma afilada, a la desasosegada vida de La Emperatriz Elisabeth (“Sissi”, para los amigos). Y le proporcionó el reposo que ansiaba.

LUIGI LUCHENI

Todo un milagro que esta NADA saliera a la superficie del océano mundo.

Como era costumbre, a su madre (Luigia Lacchini) se la beneficiaron los “señores” de las casas en las que sirvió. Quedó embarazada y “huyó” (de la deshonra y la necesidad) a París. Tuvo al niño, lo depositó en el hospicio “des Enfants Assistés” y se largó a América, donde se casó con un tabernero.
El niño fue registrado como “Luigi Lucheni”… ¿Qué importaba este pequeño cambio en el nombre de un “nadie”?

Sería largo empezar a relatar todas las penurias de su primera infancia.

…¡Infórmense vds.!...¡Infórmense!..

Cuando le faltaba un mes para cumplir los catorce años, se escapa (largo de contar) a Génova. Sólo en el mundo, con una sola posesión: su fuerza de trabajo. Y con una esperanza: encontrar un trabajo estable.  Trabaja en la construcción de vías aquí y allá…”Te convences de que en tal o cual sitio se ganan algunas liras o algunos céntimos más…Te dicen que en tal o cual sitio el pan, el vino  o las habitaciones son más baratos, o que la gente es más amable con los extranjeros…Pero no es verdad. La mayor parte del tiempo he pasado hambre y frío”…

En busca de ese empleo fijo que le asegure ser alguien, ingresa en el servicio militar (que daba derecho a un empleo estable). Cuando terminó su contrato pidió ese empleo…pero nadie respondió a sus peticiones….¡Así paga el demonio a quien bien le sirve!...El capitán de su regimiento lo tomó como criado, pero al cabo de tres meses, el 1 de abril de 1898, abandonó ese puesto de miseria.

El destino se le iba perfilando. Un amigo le recomienda Suiza (“hay menos obreros y más trabajo”). En primavera, con el deshielo, sigue la ruta de los Alpes: San Gotardo…Ródano…valle del Rin…Ginebra. ¡Un mes andando para mendigar trabajo!... ¿Han visto vds. a capitalistas con fajos de billetes que crucen, desesperados, los Alpes, andando, para ofrecerte trabajo?... ¿Han visto vds. a empresarios que se peleen a muerte por conseguir nuestros  servicios?

¿Cómo debía sentirse Lucheni?... ¿Qué ideas se entretejerían durante su interminable marcha hacia la conquista de la dignidad?... Cuando llegó a Ginebra no estaba para bromas.

En Viena, mientras tanto, aparecía el órgano de la “Secesión”: “Ver Sacrum” (“Consagración de la Primavera”). ¡¡La primavera de Lucheni!!...Lucheni pelándose de frío y comiendo hierbas, mientras en Viena se consagraba la primavera. ¡Un vals para consuelo de este pobre muchacho!... ¿no se consoló Austria de la derrota de Sadova con el “Danubio azul”? ¿no se consoló de la quiebra del 73 con “El murciélago”?...¿Dónde la música que consuele a este pobre NADIE que va, a ciegas, en busca de la posteridad…como Edipo en busca de su perdición?

En Ginebra encuentra trabajo y una “habitación propia”…sin calefacción… ¡pero con llave!. Acudía, para completar la ración, a los locales del Ejército de Salvación y frecuentaba los círculos anarquistas italianos…Nadie, sin embargo lo tomaba en serio. Le llamaban “el tonto”. Hasta la policía lo menostuvo  y lo calificó indolentemente de “no peligroso”. ..¡¡Ya veremos!!

Suiza se convertía en un avispero de “terroristas” y revolucionarios. Era un lugar a tener en cuenta.  ¡Y Lucheni estaba ALLÍ!


ELISABETH (SISSI) EMPERATRIZ DE AUSTRIA-HUNGRÍA.



 Iba para cuñada de emperador, pero, finalmente, fue ella la emperatriz de K.K. Tenía 16 años y Francisco José, 23. Su boda humedeció los corazones de media Europa de entonces y de otra media en los años 50 del siglo XX. 
 
Rara donde las hubiera: Tuberculosis, anorexia-bulimia y un desasosiego que la impulsaba a viajar constantemente… ¡en busca de NADA! Casas y palacios por todas partes, incluyendo Corfú…donde pasaba dos semanas al año…”en donde emulaba la Odisea y hacía trasegar en su yate, a través de Trieste, inmensas cantidades de chocolate”. (J.L.P.)

Se ató al mástil para emular a Odiseo… ¿y para evitar hartarse de helado de violetas (imperiales)?...después pasaba largas temporadas de ayuno: leche y sangre de buey. Y en ese estado de languidez escribía poemas…

Se declaraba “demócrata” y puso, tras larga confrontación, un tutor liberal al que debería haber sido el sucesor de Francisco José: el archiduque Rodolfo. Rodolfo, como saben vds. se “suicidó” en Mayerling…aniquilando la única posibilidad de supervivencia del Imperio.
Las desgracias, como cúmulo-nimbos, se cernían sobre la cabeza de la familia imperial…y descargaban con fuerza: Maximiliano fusilado en Méjico; Rodolfo y Carlos Luis…muertos; Luis Victor, pedófilo, tuvo que exilarse por un asunto turbio de tocamientos en váteres públicos…Sólo quedaba el sobrino que, (como saben vds. era un inútil y un zángano) fue muerto en Sarajevo.

“En mi imperio la desgracia no conoce el ocaso”.

La duquesa d’Alençon, hermana de Elisabeth, murió en el incendio del “Bazar de la caridad de París” a comienzos de mayo de 1897. Ese año la “feria” había introducido una novedad mundana: el cine (¡vaya idea!). El espacio destinado a ejercer la beneficencia y la caridad se había estructurado simulando una vieja calle de París. La hermanitas de la caridad con su típica antorcha en la cabeza volaban solícitas por los puestos del bazar. Cientos de personas (mujeres y niños) se divertían jugando al “juego de la bondad”…De pronto la lámpara del proyector prendió el techo y el fuego se extendió en un “santiamén”: 140 personas murieron y otras muchas tuvieron que ser recuperadas. Las hermanitas, por efecto de su tocado, ascendían entre llamas… En fin, un desastre… que fue motivo de donaciones y muestras de condolencia sin cuento.  La Iglesia de”Nôtre-Dame-de-Consolation” fue edificada cuatro años después en el lugar del hecho: en la Rue Jean Goujon, entre la Avenida  Montaigne y la Vie Pompidour.

 La desgracia perseguía a la emperatriz que huía en su caballo “Nihilismus”… ¡hasta en bicicleta! (acababa de aprender a montar…a los sesenta años). Poco a poco se acercaba a su destino. Ella sabía de la peligrosidad de Suiza y de la pasión regicida de los que allí se escondían. Y aceleraba sus idas y venidas…como las mariposas que se agitan en torno a lo que les causará la muerte. No sentía gran apego por la corte, ni por sus hijos ni, seguramente, por ella misma.

El día 9 de septiembre de 1898, la emperatriz, su dama de compañía, la condesa Sztàray y un séquito de doce personas, llegó (¡de incógnito!) a Prègny, en las afueras de Ginebra. Almorzaron con la baronesa Rothschild, amiga de su difunta hermana. Pese a las advertencias no llevaba escolta. A las tres de la tarde partieron hacia Ginebra. Destino final: Montreux.




Vestida de negro riguroso, se registró en el “Hotel Beau Rivage” bajo el nombre de condesa de Hohenembs. La habitación, de 160 metros cuadrados y con vistas al lago, al Quai de Mont Blanc. Antes de retirarse tuvo tiempo de comprar dulces en su pastelería favorita y algunos regalos para sus nietos.
Si vds. quisieran alquilar esa “suite imperial”, con maravillosas vistas al lago, tendrían que soltar 9.000 euros del ala…sin contar propinas… pero con ¡desayuno incluido!..Ah! ¡y tiene Wifi!
Bueno, Elisabeth YA está dispuesta… en el disparadero. La noche templada de septiembre le empujaría a salir al balcón…la brisa del lago y lo que vendrá le producirían escalofríos.

LUCHENI

En Milán las cosas estaban al rojo vivo. Las malas cosechas y las leyes proteccionistas, habían hecho subir el precio del  grano, martirizando aún más a las clases trabajadoras. Los disturbios provocaron la muerte del hijo de un diputado radical. Detenciones. Huelga general. Jornadas sangrientas del 7 al 10 de mayo. Represión histérica: 100 muertos y 500 heridos. Umberto I condecoró al responsable de la matanza (matanza de Baba-Beccaris). Umberto I era hijo de Victor Manuel de Saboya, ¡PRIMER rey de Italia…! ¡Volem una Catalunya lliure de “gentuza” i feixistes!

Lucheni había encontrado trabajo en Lausana en la construcción del nuevo edificio de Correos y Telégrafos. La sangre le hervía de impotencia: quería matar a Enrique de Orleans, a Umberto I (ya lo matarán dos años después), a cualquiera que “comiera sin trabajar…que comiera del trabajo de otros”.
Era evidente que “el tonto” no era un teórico…pero tenía dos axiomas claros: El trabajo es el origen de la riqueza y la propiedad es un robo. Y un corolario: la violencia, para poner las cosas en su sitio.
El 8 de septiembre envió una postal a su antiguo capitán de regimiento: El muelle del Mont Blanc, justo el embarcadero situado enfrente del “Hotel Beau Rivage”: El escenario del drama.

Lucheni quería matar al de Orleans…pero su viaje se suspendió. Así que cambió de objetivo: la  emperatriz de K.K. estaba de visita en Ginebra. El 7 por la mañana tomó el tren de Lausana a Ginebra y se apostó en la balaustrada del lago, enfrente del Hotel, a esperar lo que hiciera falta. Sus “camaradas” lo habían tanteado…pero no había salido nada en claro…¡¡ahora verían!!...
Pasa las noches estudiando libros de anatomía: ¡no quiere fallar!...por debajo de la clavícula izquierda y un poquito por encima del seno. ¡Deberá recordarlo!


LUCHENI  Y  ELISABETH

Si estuviéramos en Ginebra, nos sentaríamos en la acogedora terraza de restaurante tailandés “Patara”, anejo al Hotel y pediríamos una botella de champán de precio medio: Un “Grande Année” (Brut Blanc) Bollinger 1999: 375 euros…y esperaríamos el desarrollo de los acontecimientos (que no os remediará ni la Virgen de los Remedios, patrona de Ocaña) que acontecerán justo enfrente. Pero como estamos donde estamos, nos conformaremos con el Dry del mediodía y unas olivas sevillanas-sabor anchoa  (Condis)

A las 12 de la mañana del día 10 de septiembre, la comitiva, sin la emperatriz ni su dama de compañía, salen del Hotel en dirección a la estación para coger el tren con destino a Montreux.  Lucheni, vestido de negro (como su víctima) espera desde las primeras luces…No tiene nada más que hacer. Lía cigarrillos sin parar y mira la lima de uñas que, durante tiempo ha ido afilando y a la que ha puesto un puño de madera. Es su única arma. Con esto hará frente al imperio. Y piensa: La realeza no puede ser juzgada…no puede ser declarada inocente o culpable. Su sola existencia es condenable. Los poderosos tienen que morir para que los pobres puedan vivir. No mato a Elisabeth, mato a la emperatriz de K.K. y todo lo que es y simboliza.

Sobre las 13’30 salen del hotel las dos damas. El barco hace sonar el silbato. Salida a las 13’40. Las damas se apresuran a recorrer los doscientos metros que separan el hotel del embarcadero. Lucheni  las sigue decidido y al llegar a ellas, se fijó en la sombrilla, en el traje negro, la miró un instante y le clavó el estilete en el punto justo, no en vano había pasado dos noches estudiando esos tratados de anatomía. Lucheni  pensó estar haciendo justicia.

Elisabeth, 40 kilos, cayó al suelo como una pluma. Rechazó cualquier ayuda, se levantó y continuó hacia el vapor que enseguida se puso en marcha. Mientras tanto Lucheni se dio a la fuga.
 Notaba una molestia punzante en el pecho, pero lo achacó al golpe y la caída recibidos:

--“Pero…¿qué quería ese hombre?
--¿Quién?...¿el portero?”

Ni siquiera en este trance fue “visible” el pobre Lucheni. La mató y ni siquiera se percató de la cara de su matador. Pues ¡ya va siendo hora de que se nos vea!

--¿No habrá querido robarme el reloj?
El tiempo… ¡no el reloj!... ¡eso es lo que te ha robado!

La emperatriz subió al vapor. Y cuando estuvo en cubierta su palidez era definitiva. Se desmayó. La condesa pidió ayuda. La subieron al puente superior para que le diera el aire…le desabrocharon el corpiño, vieron un pequeño rodal, como de una moneda de euro, de sangre y una pequeña y limpia herida-manantial. El capitán, enterado de la identidad de la mujer, volvió a tierra. La condujeron a su habitación del hotel mientras la sangre goteaba en el pericardio. En una hora estuvo lista. Sin dolor…Y todo gracias al gran Lucheni, que se había encomendado a la Virgen de las Maravillas, patrona de Cehegín.

Informe forense:
“Excelente dentición. 1’72 cm de estatura. Herida punzante situada a 14 centímetros de la clavícula izquierda y a 4 por encima del seno; la herida tiene forma de uve que interesa el ventrículo izquierdo del corazón de arriba abajo, pequeño desgarro pulmonar y fractura de la cuarta costilla”
Lucheni se entregó a la policía: no quería ser linchado. Negó cualquier complot organizado y se declaró único (y orgulloso) responsable.

Lombroso declaró que Lucheni  entraba de lleno en la categoría de “epilépticos y criminales puros”.
Lucheni contestó:
“Lamento decirle que Lombroso se equivoca del todo (…) Si las clases dominantes no admiten que están explotando al prójimo, acabarán recibiendo el castigo que se merecen, y que no se ha dictado solamente contra os soberanos, presidentes o ministros, sino contra todos los que oprimen a sus semejantes. Se acerca el día en que los verdaderos filántropos eliminarán a los explotadores. Para construir un mundo nuevo basta con una consigna; sólo quien trabaja tiene derecho a comer”.

Además aseguró

  •          Que tuvo mucho cuidado en no equivocarse de objetivo.  “Que no quería matar a una persona equivocada”.

  •          Que “la mujer no era especialmente hermosa, sino bastante vieja, y el que diga lo contrario miente o está ciego”

  •       “Yo creía haber matado a una persona que vivía en una felicidad insultante”.

  •      “No me arrepiento de nada”


Se le condenó a cadena perpetua (en Suiza no existía la pena de muerte). Él solicita la guillotina…para engrosar los méritos de la anarquía y poder proyectarse al futuro…y no acabar ahorcado en su celda, con su propio cinturón (1910). 



 Francia, sin embargo, mantuvo la guillotina hasta 1977: Hamida Djandoubi (emigrante tunecino) tuvo el honor de ser (tal día como hoy, del año 1977) el último guillotinado: bajo el mandato de Valéry Giscard  d’Estany. Mitterrand la suprimió en 1981.

Elisabeth fue enterrada en la Cripta de los Capuchinos…contra la voluntad, expresada en vida, de ser enterrada en su palacio de Corfú …








lunes, 9 de septiembre de 2013

Propuesta para hoy, día 9 de septiembre. 2ª SERIE. Satie. John Cage. John Cale…


Amante como soy de los “gestos”, estoy a punto de caer en la tentación de un desayuno minimalista: café de melita. Por suerte, Hegel se niega en redondo a tan escueto comienzo. Así que lo de siempre: tostadas de pan con aceite y orégano (recién cogido) griegos y carajillo al 50% . En realidad esta inveterada costumbre, esta rutina… me produce un profundo tedio, un, si me permiten, foráneo spleen que soporto con elegancia de esteta.
Vale que Baudelaire lo elevó a categoría poética (y universal), pero la cosa viene de lejos y estoy por decir que Caín liquidó a Abel una tarde-noche en la que el aburrimiento fue superior a su escasa “educación para la ciudadanía”.
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Cuando Satie, desolado por la ruptura con “la terrible María” (aunque prefería ser llamada Suzanne) heroica madre de Maurice Utrillo (“Litrillo”), que lo dejó “sin nada excepto una helada soledad que llena el cerebro de vacío y el corazón de tristeza”, compuso Vexations (algo así como “fustraciones”… “molestias”, nada grave, vamos), la Tour Eiffel aún no estaba construida. Así que no pudo inspirarse en el desnortado e inquieto panadero de Landes que, tal día como hoy del año 1899, año de la inauguración, logró escalar los 347 escalones de la primera planta de la torre… ¡con zancos! No pudo pues, inspirarse en ese gesto repetido, aburrido, ¿inútil?


Esa repetición monótona del mismo gesto obsesivo quizás conjure el infierno, tapando todos los intersticios por los cuales pueda colarse la locura. Es el reverso del súbito “arrojarse”.
Ya sé que mi incesante y mecánico giro de muñeca, así como mi rutinario encender cigarrillos tiene un sentido parecido. Lo litúrgico sería tomar sin respirar 840 copas de slivovitsa, hasta sumergirme en el océano Zénico: Si algo te aburre después de dos minutos, inténtalo durante cuatro. Si aún te aburre, inténtalo ocho, dieciséis, treinta y dos, y así sucesivamente. Finalmente descubrirás que no es aburrido en absoluto, sino muy interesante”…Lo malo de mi caso es que acabaría en al Cap de Ocata…antes de llegar al aburrimiento.
La “propuesta” de hoy es un reto: atrévanse a escuchar (o a oír, si lo prefieren) las 840 repeticiones estipuladas por el compositor de esas 152 notas repartidas en 13 (la “semana del diablo”) pulsos, que no compases.
Satie fue el verdadero precursor. Nadie como él ha reunido la sencillez, la elegancia, la inteligencia, la sutileza, la amabilidad, la anarquía, la humildad, el desprecio por lo grave y el poder… Pero no se trata, hoy, de rememorar la figura del músico y su importancia en el desarrollo de la música moderna… ¡Volveremos sobre el tema!


El 9 de septiembre de 1963, mientras los situacionistas, herederos de los letristas, luchaban contra el aburrimiento radical que emanaba como un tufo venenoso del orden capitalista, mediante “ruidos” provocativos, John Cage acuñaba su “revolución aburrida”, su revolución duchampiana, por así decir (¿”Hay algo más aburrido que Duchamp?”). El arte no ha de tener por objetivo la expresión desgarrada del artista, sino un medio para la transformación individual y para la compenetración con el mundo. O, como decía Man Ray, no hay que entender, sino aceptar. No es que a Cage le gustara aburrirse, todo lo contrario, pero lo combatía con más dosis de aburrimiento. Le ocurría digo yo, como a esos adictos al gimnasio que consiguen estar haciendo ejercicios monótonos y repetidos durante horas, impulsados por los efectos del mismo y repetido movimiento.


Pues, eso, que el día 9 de septiembre del año 1963, cogió la partitura de Vexations, recién editada y se propuso ejecutarla siguiendo las instrucciones del autor: “Para ejecutar esta pieza 840 veces seguidas, será bueno prepararse en silencio , por medio de serias inmovilidades”. Las acotaciones (y títulos) de Satie tenían algo que después encontraremos en los títulos de Duchamp: una desconexión con el contenido de la obra a la que se aplicaban; algo que introducía, en la seriedad aparente, un toque de ironía gozosa y un distanciamiento que pretendía derribar lo pretencioso con lo que se envolvía el arte tardo-romántico.
Así pues, a las seis de la tarde del día 9, en el Pocket Theatre de Nueva York, acompañado por diez pianistas más, empezó la interpretación de la partitura…Acabaría el día 10 a las 12’40 del mediodía. El New York Times envió ocho críticos, uno de los cuales acabó tocando el piano. Los del Guinnes también estuvieron. Andy Warhol, que por entonces empezaba a sonar gracias a sus repeticiones, se dejó caer por allí; ese mismo año realizó su primera película, “Sueño”, seis horas y veinte minutos del dormir pastoso de John Giorno que, sin duda, debe algo a la maratoniana sesión que rememoramos.
El precio era de 5 dólares, pero por cada veinte minutos que aguantaras te devolvían 5 centavos. Sólo un espectador, actor de teatro experimental, aguantó (sentado) toda la ejecución. Naturalmente se ganó la devolución de lo pagado y los veinte centavos adicionales por soportar la cosa hasta el final: “Me siento lleno de júbilo, no estoy en absoluto cansado”, dijo y añadió: “¿Tiempo? ¿Qué es el tiempo?...”, Para concluir afirmando que no era necesario escuchar esa música “con la cabeza entre las manos”, como había pontificado el halitósico Cocteau.
Sin duda, el verdadero héroe de la sesión fue este tal Karl Shenzer., de hecho ha pasado a la historia, no por su actividad teatral, sino por su perseverancia como espectador. Nada se sabe de su evolución mental posterior. En cambio Cage afirmó algo así como: “Me siento transformado y, creo que el mundo también ha sufrido una transformación”.
Y es que todo el minimalismo, empezando por La Monte Young y siguiendo con el arte conceptual de John Cage y derivaciones, como la música ambiental de Eno (“la repetición es una forma de cambio”), ya estaba anunciado en aquellas Vexations. Por si les resulta de interés, les diré que John Cale hizo su debut tocando en esa maratón organizada por Cage. La formación musical de Cale ofrecen un “recorrido completo por el horizonte musical de finales del siglo XX”: Estudió con un discípulo de Webern; se pasó a la composición conceptual de Cage, Fluxus y La Monte Young; se trasladó desde Gales a Nueva York siguiendo a Xenakis y recaló en el grupo de La Monte Young, (“Teatro de la Música Eterna”) donde tocaba una viola con cuerdas de guitarra eléctrica. Después vendría lo de Lou Reed y “The Primitives”, sustituido por la “Velvet…” y toda la parafernalia que la rodeaba.
Miren Vds. si la cosa da de sí: Yoko Ono, David Boowie, Roxy Music, Ph. Glass…podríamos llegar hasta Public Enemiy.


Volvamos a Satie (amigo de tutti quanti). Habiendo roto con la Valadon en 1893, a quien conoció en los tugurios de Pigalle y Montmarte, donde el músico se ganaba (¿) la vida, se retiró, a los suburbios de París a seguir ganándose la muerte (cirrosis). Allí vivió durante 20 años… ¡sin recibir ni una sola visita! En la Pascua de 1893 le regaló a su amada una composición titulada “Bonjour, Biqui, Bonjour”. “Vexations” (se la quedó él y fue encontrada a su muerte) empieza con el mismo acorde con que termina el regalo de Pascua (¿no hizo lo mismo La Monte Young con su Composition 1960#7 empezando en el punto en el que se detuvo su famoso Trío de cuerda?). ¡Poco dura la alegría en casa del pobre! El idilio duró seis meses, tiempo suficiente para que el músico le escribiera más de trescientas cartas y dejara en su puerta quilos de rosas granates. Ella correspondía, como correspondió a media Butte. “Mon petit Biqui”, como la llamaba, era verdaderamente terrible. La bella Suzanne lo retrató y le entregó el cuadro como despedida.
Sólo a partir de 1913, gracias a Cocteau (¡uno de sus pocos méritos¡), su música empezó a ser conocida. El éxito le vino con Parade (tema al que dedicamos otra “propuesta”). Sólo después del 20, sus obras dramáticas empezaron a ser representadas. Entonces se vio que Satie se había adelantado en una década a dadá y al ruidismo futurista e incluso, en algunos años al uso del collage y en décadas al minimalismo (como ya se ha dicho). Escuchen Vds. “Relâche”, obra musical en dos actos unidos por un entreacto que debía de sonar coincidiendo con la proyección de “Entr’acte”, ese divertimento cinematográfico de René Claire, en el que aparecen Picabia, Ray, el mismo Satie y ¡cómo no! el aburridísimo Duchamp: Fanfarrias, melodías barriobajeras, parodias…jazz, cabaret…variaciones, repeticiones…¡Satie!

¡Hala! ¡Abúrranse Vds.!

























Propuesta para hoy, día 9 de septiembre. Zeno. Tolstoi.



--¿Eres tú, Kinomoriarti?

--¡Sí, ángeles míos…soy yo!

--¿No te avergüenza verte como te ves...emanando estertores y recorrido por convulsiones?

…Dinos ¿qué pasó ayer?... ¿por qué tu pecho suena como un cuarteto de cuerdas de Xenakis?

--Bueeeno, es que ayer fue el día de Asturias, patria querida y de la "Santina". Querías haberos llamado para ir a Besançon, pero... al final ...me lo inventé todo.

Así de frontal y abrupto empieza el día. Batir de alas…¡¡ojo!!...



Botellas de vino vacías y de cerveza…y de espirituosos santos…ceniceros repletos por doquier. Sudor frío. Amnesia (¿anterógrada?... ¿síndrome Korsakov?).

Comida de posiciones y de desgaste: 12 horas…sólo interrumpidas por pequeños y necesarios movimientos logísticos y de intendencia.

--¡Sí, ángeles míos…soy yo! …¡batid las alas! ¡que corra el aire!…Siento que me pierdo, que me desvanezco euridicianamente…¡una cerveza fría…por lo que más queráis! …¡una cervecita…por dios!

Antes de desaparecer me socorren con una Moritz más fría que Dite…dios aprieta pero no ahoga (¿)… Quizá sea este el momento para utilizar la palabra “litost” (Kundera: “El libro de la risa…”)…o aquella otra: “Toska” (“Lolita” Nabokov): Una conciencia repentina de la propia miseria (litost) acompañada de una sensación de angustia espiritual flotante (Toska)…Dar una traducción ostensiva de ambos términos.

Permítanme una larga cita:

“…Supongamos que alguien se bebiera ayer 75 cl. y que hoy por la mañana no haya podido beber para quitarse la resaca -trabajo y cosas parecidas-, y sólo mucho después del medio día, tras pasar sufriendo seis o siete horas, haya conseguido beber por fin para aliviar su alma (bueno, ¿cuánto ha bebido? Pues pongamos que 15 cl.): ¡a qué se deberá que su alma no se sienta mejor? El vértigo que le acompañaba desde la mañana se ha visto sustituido por un vértigo de otra clase: un vértigo pudoroso. Las mejillas se le han puesto de color amapola, como las de una puta, y tiene tan azules las ojeras que parece como si, en lugar de haber bebido ayer sus 75 cl., le hubieran estado sacudiendo en la jeta toda la noche. ¿Por qué?
Os voy a decir por qué. Porque ese hombre se ha convertido en víctima de seis o siete horas de trabajo. Hay que saber elegir los trabajos. Y no es que haya malos trabajos. No es que haya malas profesiones. Todas las vocaciones son respetables. Apenas uno  se despierta, hay que beber algo; bueno “algo” no; hay que beber exactamente de lo mismo que se ha bebido el día anterior y beberlo con pausas de entre cuarenta y cuarenta y cinco minutos, de tal manera  que hacia la noche se hayan  bebido 25 cl. más que el día anterior. No habrá entonces ni vértigo ni rubor, y se tendrá una cara tan buena como si en medio año no le hubieran sacudido a uno en la jeta”.


Consigo rularme un cigarrillo lucky luke y a la primera calada se me encojen las entrañas al tiempo que empujan hacia afuera todo su contenido.  La vista se me nubla… la habitación gira como el agua en el fregadero y se introduce, girando, por el ombligo… ¿cómo era aquello de?...   ¿dios borra los renglones rectos y escribe y escribe?… ¿dios escribe torcido en nuestros renglones?… ¿dios no sabe escribir sin pautas?...me desvanezco.

Batir de alas…jirones de aire fresco… ¡Gracias!... ¡Sí, ángeles míos…soy yo!...Pero os juro que a partir de ya, dejaré de ser YO, para ser OTRO YO. ¡Seré OTRO YO!: Y esa transformación se fundamentará en la decisión de no volver a fumar…Que será de aplicación tras fumarme EL ÚLTIMO CIGARRILLO…”El último recibe su sabor del sentimiento de la victoria sobre uno mismo y de la esperanza de un próximo futuro de fuerza y de salud. Los otros tienen su importancia, porque al encenderlos, manifiestas tu libertad y el futuro de fuerza y salud subsiste, pero se aleja un poco”.

Una vida de últimos cigarrillos.

Precisamente, tal día como hoy: “El noveno día del noveno mes”, El concienzudo Zeno (Italo Svevo =Ettore Smichdt) se propone, por enésima vez, dejar la manía de fumar (y el tabaco).




 Hoy no sonará ABSOLUTAMENTE NADA  en el esputifaif.

Y también, tal día como hoy, 9 de septiembre (28 de agosto en el antiguo calendario ruso), del año 1928, “en el pueblo de Yásnaia Poliana y en casa del conde Nicolás Ilitch Tolstoi (“Gordo”), Ha nacido un hijo, León, bautizado el 10 por Basilio Majaisky, pope, asistido por el diácono Arkhipy Ivanov, por el sacristán Alejandro Federov y por el cantor Fedor Grigoriev; siendo los padrinos  el propietario del distrito de Believ, Simón Ivanovitch Iasykov y la condesa Pelagi Tolstoi” (registro de la parroquia. Lec Tarassov)… De madre inesperada, que se ya se había hecho la idea de que se le había pasado el arroz. Sin embargo, un matrimonio de conveniencia con un vástago de la dilapidadora familia Tolstoi, la llenó de felicidad y de hijos. Así la condesa María (como la madre de Zeno) Nicolaievna Volkonsky (¡¡) heredera de la hacienda de Yásnaia Poliana conteniendo seiscientas “almas” masculinas, se convirtió en madre de León Tolstoi.

La bella hacienda de Yásnaia Poliana, cerca de Tula, cambió de manos unas veinte veces durante el siglo XVIII y principios del XIX: Naipes, juergas alcohólicas…se hipotecó, se rehipotecó, se vendió a varios compradores a la vez…perteneció a los Volkonsky desde mediados del XVIII. Lev Tolstoi la heredó de su padre que la había heredado de su esposa (María).
Yásnaia Poliana, que tan grande papel cumplirá en la vida y destino de Tolstoi, era una finca extensa, había en ella jardines frondosos y descuidados…senderos bordeados de añosos tilos, de lilas gigantes, de sauces retorcidos, de bosquecillos de avellanos y abedules y de sombríos grupos de alerces… 4 estanques llenos de carpas, un río profundo, el Voranka y un caserío de 12 cabañas de troncos y una gran casa, la casa natal de Lev Tolstoi. Esa casa que “no la vendería por nada del mundo” (1852) la acabó perdiendo a las cartas. Tolstoi, de raza le viene al galgo, era un jugador compulsivo… ¡hasta que dejó de serlo! (eso es otra historia).

Se instaló en un anexo de la finca y desde allí irradió a todo el mundo. 

        

Situada a unos 200 kilómetros al sur de Moscú, pueden vds. visitarla en un fin de semana largo: podrán alojarse en el hotel Yásnaia Poliana (110 euros, habitación VIP), comer en el restaurante “Preshpekt”, dentro de la finca… comprar un pan de Tula (relleno de dulce de leche)…visitar, recubriéndose los zapatos, la vivienda del artista… pasear por los jardines…¡cuidado no pisar su tumba!...Podrán visitar la cercana estación de trenes de Kozlova Zaseka, desde donde, en 1910, tomó el tren para dirigirse al sur y se encontró con la muerte en la estación de Astápovo.
Si son amantes de los deportes de nieve, añadan Yásnaia Poliana a sus direcciones interesantes.



Por hoy ya está bien. Volveremos: ¡Tolstoi , Rupin, Wittgenstein!...















RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...