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lunes, 3 de junio de 2013

Propuesta para hoy, día 3 de junio. "Los duros antiguos"

La última vez que me encontré una cantidad significativa de dinero, era todavía el tiempo de las pesetas. Empezaba el verano o acababa la primavera, porque fue en el chiringuito de Garraf…aquel que, fuentes bien informadas relacionan con el incendio del Scala y todo lo que significó (¡¡). Lo cierto es que la Ley de Costas se la pasaron por el forro. 

 
Bueno, pues allí estaba yo con mi novia (reciente) tomando unas cervezas y unos mejillones al vapor cuando divisé un papel marrón que me hacía guiños. Estaba justo en medio del “pasillo” que va recorriendo las mesas. No se puede decir que el “local” estuviera a reventar, pero gente había. Me levanté, me dirigí cojeando hacia lo que ya, indudablemente, se me reveló como un billete de cinco mil, le puse los Martins rojos encima y me agaché como para atármelos. Mi chica pensó que iba a hace mi típico numerito: marcarme unas bulerías sin venir a cuento  y se fue directamente al váter para evitarse la vergüenza. A mí no me dio ninguna: cogí el billete, lo escondí en el puño (como si fuera un verdadero “Panamá”) y me dirigí, también al váter. Allí nos encontramos y le expliqué el negocio que acababa de hacer. 

Yo en esto…para que vean Vds. de qué material está hecha mi alma (¿), no tengo ninguna consideración. No pregunto mesa por mesa si a alguien se le ha perdido algo. Me lo apropio. Sus objeciones yo también me las he formulado… y las he resuelto: Este caso no entraba dentro de las posibles excepciones a la regla general. Repetimos de cerveza. Esta vez con berberechos. Dejamos un par de duros de propina… y nos largamos con una pasta.

Este me trae a las mientes aquellas noches (¿días?...es indiferente) de san Fermín, en las que no paraba de encontrarme billetes en el suelo y, naturalmente, canjearlos por morapio: Eran mis acompañantes que, sabiendo de mi buena suerte, y queriendo afianzarla, me los arrojaban a los pies. O aquella otra vez que, ¡ya saben Vds.! me encontré un billete de veinte marcos no más bajar del magnífico mercedes rojo descapotable que me transportaba de Hamburgo a Bremen (¡influencias de mi primo!). Y es que…dios aprieta pero no ahoga (¡¡). O aquella otra ocasión en las escaleras de la estación de Hannover: vi un montón de monedas de diferentes tamaños, colores, valores…y, como el “santo bebedor”, agradecí a la providencia el delicado cuidado con el que me guiaba para que no cayera en la más completa miseria. Sin embargo…las monedas tenían dueño: un mendigo se me arrojó al cuello al grito de (supongo) “¡canalla!... ¡ladrón de pobres!”. Es la única vez que tengo que agradecer alguna cosa a las fuerzas del orden. Si no es por el guardia de la estación, me estrangula. Hubiera quedado como una gráfica del Ibex. Una línea saltando de peldaño en peldaño, hacia al abajo absoluto.

 Pues eso…que me encontré cinco mil pelas… ¡Y no salí en el periódico! Sin embargo, tal día como hoy, del año 1904, alguien se encontró tres duros antiguos en una de las playas de Cádiz y lo publicaron todos los periódicos (que no eran muchos). Por entonces el sueldo medio de un jornalero andaluz sería de una peseta y media (como mucho). En los altos hornos de Vizcaya se pagaban entre 3 y 6 pesetas. Valga esto como contexto.

Háganse el favor de poner (si la encuentran) en su reproductor: “Aquellos duros antiguos” (“Los Anticuarios”) del “Tio de la tiza” o búsquenlo por el Chano Lobato: un tanguillo que ha devenido himno de Cádiz y toda la “contorná”. Óiganlo atentamente y háganse una idea de lo relatado.
Una verdadera “fiebre de la plata” se desató en las playas de Cádiz en tal día como hoy, del año 1904. 



Y, naturalmente, siguiendo mi inveterada costumbre, les invito a trasladarse a la plaza del “tío de la tiza”, de la “tacita de plata y se instalen en la taberna homónima (también conocido como bar “Pájaro Pinto”) con su fachada blanca de cal y llenita de geranios reventones. Díganle a Antonio o a su hijo Francisco Javier que van de mi parte y les preparará una mesita, para esta noche, de lo más apañada, junto a la ventana…por aquello de las rejas y demás. Lástima que la luna empiece a menguar. Recuerden que la temporada del atún está en el comienzo de su plenitud. No pidan, sin embargo, atún rojo (¡peligro de extinción!) pero tienen delicias que, incluso, superan, esa exquisitez.
Yo les recomiendo la caballa con piriñaca…y mientras se lo preparan degusten unas papas “aliñás”…Después me cuentan.

Y no se preocupen por la vuelta…¡les presto mi arcángel!

Bueno pues, el ayer del año 1904, era uno de los jueves relucientes: día del “Corpus Christi” (¡¡). Mientras los devotos seguían los oficios y procesiones, los trabajadores de la almadraba se afanaban, como era natural, en enterrar las cabezas de caballa en las playas de la Victoria y la Cortadura.  Cuando ya llevaban sus buenos 60 centímetros excavados, y había empezado el día 3 de junio, el “Malos Pelos” encontró unas monedas de lo que parecía ser plata. Se las echó al bolsillo y se fue corriendo como un gorrión que acaba de robarle un trocito de pan a una paloma. Se le caían los pantalones, pero le daba igual. El resto de enterradores algo se olió (aparte del intenso olor de la caballa) y siguió buscando y ampliando el botín. Parecían reflejos de luna, que empezaba levemente a menguar.



Cuando el día se abrió completamente, los gaditanos en pleno, enterados del milagro, se lanzaron como nube de tordos, armados con picos, palas, rastrillos, calderos, muletas, picas, carretones…como pioneros a la conquista del “Far West”. Los beatos del día anterior maldecían la procesión, que les había impedido estar en lo más caliente de la batalla. Las monedas parecían “duros”, en realidad eran “reales de 8” del XVIII (famosos en el universo-mundo: desde USA a Filipinas) de una impresión y finura excepcionales. Su contenido de plata era  superior al 90% (unos 26 gramos). Pónganle 12 euros a precio actual (unas dos mil pesetas. No hablamos de anticuarios), o sea un tercio (¿) de un jornal medio (tal como están las cosas).
 
Los “compradores”, a pie de playa, empezaron a comprarlas a cuatro pesetas, bajaron a tres y cuando ya apenas aparecían se estableció en dos pesetas la pieza. Alguien que se hiciera con 30 de las dos mil (¿) que aparecieron, hubiera sacado (vendidas al mejor precio) 120 pesetas, es decir, el salario de dos meses, trabajando (como era natural) siete días a la semana y de sol a sol. Pas mal! Si el milagro hubiera ocurrido en la ría de Bilbao…no hubiera equivalido ni al sueldo de un mes. Estaban acuñadas en Méjico (¡natural!) y su procedencia (que no su origen: ¡cuestión aclarada!) es “Questio Disputata”.
La playa quedó como una mina de cobre a cielo abierto. Tengo para mí que las dunas que persisten por aquellas zonas son los restos fosilizados de aquellos quehaceres. Es el momento de oír: “Los pescadores de perlas” (Bizet, muerto tal día como hoy, del año 1875)…porque lo de “Carmen” ya está un poco…

Quizás Keynes se inspirara en este suceso para proponer alguna de sus más “paradójicas” teorías. En todo caso es lo más parecido (que tengamos noticias) al país de Jauja. Pero es que la cosa se repitió en el Puerto de Santa María a comienzos de febrero del 33: esta vez fueron monedas de oro. Y es que siempre llueve sobre mojado.



Ya ven.los acontecimientos importantes se repiten por dos veces: la primera como…. Y la segunda como….

Vayan Vds. apuntando con tiza (sobre la mesa) sus consumiciones, tal como hacía el artista (pero, entonces, no digan que van de mi parte). El “tío de la tiza” era todo un innovador, no sólo por su forma de contabilizar, si no por las novedades que introdujo en los festivales y la música que le es connatural (¡¡). Al año siguiente al milagro, presentó “Aquellos duros viejos”, un tanguillo inmortal, en plan chirigota, que hizo imposible el olvido de tan gran acontecimiento: Fue como la aparición de brillantes escamas del mismísimo dios uno y trino.

Sigan Vds. pimplando. Si han acabado la caballa, pidan unos pescaditos fritos. Y no olviden que van de mi parte.

El día da para mucho y diverso.

Tal dia como hoy, los participantes en de primer Tour de France (1903) descansaban para acometer la segunda etapa y única de montaña. En próximos días les iré informando de estas primeras ediciones de este espectáculo deportivo-publicitario. 

Si la noticia del día en el “Diario de Cádiz” era la relatada, la primera página de la Vanguardia (tal día como hoy, del año 1903) estaba dedicada al sombrero “Panamá”, un artefacto insuperable para la función para la que estaba ideado. En Inglaterra había aparecido de la cabeza del rey Eduardo,  el “Petronio” del momento. En un año su uso se convirtió en plaga. El artículo se extiende en sus particularidades (espesura, finura de la planta, flexibilidad…) verdaderamente interesantes, que pueden convertirlo en una pieza sumamente cara: el de Eduardito costó 2.500 pesetas… ¡comparen Vds. con las ganancias de los enterradores de caballas!...y también con los sueldos que se les paga a las obreras (mujeres) que tan delicada y esforzadamente dedican su vida a escalar las cimas de la pobreza.



El tal sombrero se hace a partir de una planta declarada patrimonio de la humanidad y, aunque nazca en otros sitios, “su casa” está en la región de Jipijapa (Ecuador). Sin embargo el centro productor es Cuenca. No les creo tan ignorantes como para ir a Castilla-La Mancha a mercar su “Panamá”: allí encontrarán boinas de imitación  o pañuelos para sujetar las venas frontales.

Lo de “Panamá” tiene que ver con el canal. Hasta Gauguin usaba “Panamá”.

El resto de la Vanguardia del día está dedicado a esquelas. Sin mencionar el proceso de “independencia” de Panamá (hasta entonces unida a Colombia)…ni la conflictiva situación de los Balcanes. Ni ninguna mención a Marruecos…

Hablando de dólares (de Tálero. El tálero español era el” real de 8”), me viene a las mientes Paulette Godard, nacida tal día como hoy, seis años después del “milagro”. Toda mi infancia (y algo más) estuve enamorado de la “chica” de “Tiempos Modernos”. Y parece ser que medio planeta: se casó cuatro o cinco veces: …Charlie Chaplin (¿) …y el ultimo: Eric María Remarque, otro de los que marcaron el inicio de mi juventud. Pues bien, su padre le dejó en herencia: ¡1 dólar!...¡por rabia! Por suerte, ELLA no andaba necesitada. 





Naturalmente que me “acuerdo” de Alfonso XIII y de su miedo pánico a estos días finales de primavera. Pero… ¡volverán las oscuras golondrinas!


 “Aquellos duros antiguos
que tanto en Cádiz dieron que hablar
que se encontraba la gente
en la orillita del mar
fue la cosa más graciosa
que en mi vida he visto yo

Allí fue medio Cádi
con espiochas
y la pobre mi suegra
y eso que estaba ya media chocha
Con las uñas a alguno
vi yo escarbar
cuatro días seguidos
sin descansar

Estaba la playa
igual que una feria
¡válgame San Cleto
lo que es la miseria
Algunos pescaron
más de ochenta duros
pero más de cuatro
no vieron ni uno.

Mi suegra, como ya dije
estuvo allí una semana
escarbando por la tarde
de noche y por la mañana;
perdió las uñas y el pelo
aunque bien poco tenía
y en vez de coger los duros
lo que cogió fue una pulmonía.

En el patio de las malvas
está escarbando desde aquel día.”


domingo, 2 de junio de 2013

Propuesta para hoy, día 2 de junio. Miscelánea.Fútbol y filosofía...



1.
Aunque más se perdió en la guerra de Cuba, no debemos relegar al olvido a aquellos, ya de por sí  olvidados de la mano de dios, que intentaron defender lo indefendible en Filipinas. El águila americana les devoró los hígados, mientras ellos, guitarra en mano, legaban una hermosísima y melancólica canción a la posteridad olvidadiza.

















La misma recomendación hacia aquellos anarquistas (“ilegalistas”, “individualistas”…) que, bombas en mano, intentaron el apocalipsis antes de que sonaran las trompetas de los siete ángeles: Mateo Morral (*), Sirakova (*) y su amante compañero Cheitanov (*), los condenados en el llamado “complot de Zurich” (*)…a “L’Avant-Garde” (*) y a “L’Unique” (*) de Armand….¡Gloria eterna (y reflexión)!  Y a los que atentaron, por segunda vez en dos meses, contra Guillermo I y fallaron (*).

Hoy es imperativo preparar unos espaguetis a las tres salsas: Carbonara, Genovesa y Arrabiata. Escojan Vds. El omnipresente Garibaldi (*), “el héroe de los dos mundos”, da para todo. 















Atatürk nació en Tesalonica (otomana, pero no turca) y al frente de los “jóvenes turcos” consiguió, convirtiendo el Imperio Otomano en Nación Turca, mantener lo mantenible. Garibaldi, nacido en Niza (Piamontesa, pero no propiamente italiana) al frente de la “Joven Italia”, fue capaz de (re) construir (volver a la idea napoleónica que el Congreso de Viena desbarató) la unidad italiana, además de fabricar velas en Nueva York. Y es que parece que la estrategia “de la periferia al centro” ha tenido éxito. También Jaume I nació en Montpellier…Por cierto, tal día como hoy, del año 1946, Italia votó en referéndum el final de la monarquía, a favor de una república.


2.

Edward Elgar, nació tal día como hoy, del año 1857. Yo resaltaría de él su, casi póstuma, pasión por el fútbol, que le llevó (como a Sabina) a escribir un himno para el equipo de sus dolores, el Wolverhampton wanderers F.C. Destacaría también su más antiguo gusto por el ciclismo y por las carreras de caballos. Naturalmente era músico (ya lo saben Vds.) y en  su “Pompa y Ceremonia” se han “encevichado” millones de cerebros y corazones. Dirigió la banda del asilo psiquiátrico de Ponick y fue profesor de violín en un colegio para hijos de “hombres” ciegos. No es extraño, pues, que su obra maestra fuera bautizada como “Variaciones Enigma”. 




Lo del fútbol, aunque les parezca extraño, tiene su miga filosófica (dejemos a parte a Kafka, Camus, Sartre…) Ya en los últimos días del “otoño de la edad media” o primeros del Renacimiento, Nicolás de Cusa, se entretuvo en analizar el incipiente “juego de pelota  en el que dos grupos enfrentados peleaban por la posesión de una esfera e intentaban introducirla en la portería contraria: La esfera sería una representación de la divinidad. Los saltos y corredizas de los participantes: los esfuerzos por alcanzar el conocimiento de dios…aún a sabiendas de  que el esfuerzo será inútil. El calcio es una combinación desordenada de contrarios, de orden y caos, de violencia y mansedumbre, de agitación y calma. Contradicciones (contrarios) que se resuelven (transitoriamente) en el momento glorioso del gol, gracias al cual, el afortunado, entra en contacto directo, intuitivo, con la naturaleza divina. Al tal, le será imposible, si no es con mezquinas comparaciones, expresar la grandeza y la inmensidad del acontecimiento inefable. Una “docta ignorancia” lo invadirá y con ella tendrá que convivir el resto de sus días. “Sí. Yo estaba allí y rematé”. “Diblé a X y chuté”. “Fue muy importante para el equipo”. “Me sentí muy feliz”…Meras palabras que no consiguen ni rozar lo numinoso del asunto.





El caso de Heidegger abunda en el asunto  y convierte el fútbol en un ejemplo del “Dasein” arrojado y abierto al mundo. Y sus reglas y exigencias, modelos para una concepción “guerrera” de la vida. Ahí tenemos, pues, al interior izquierda, un “ser-ahí”, un “estar-en el-mundo” (terreno de juego), al que se le abren una multiplicidad de decisiones…angustiado precisamente por eso. Estas derivaciones seguramente ocuparían la mente del anciano filósofo cuando en 1961, tras las cinco (las cinco primeras) copas conseguidas por el Real Madrid de Santiago Bernabeu (uno de los promotores de la “Copa de Europa”), se enfrentaron el Hamburgo y el Barça en un tercer partido (no existían las prórrogas, ni los penaltis) que decidiría qué equipo pasaría a la final de Berna (¡¡Benfica!!). El Barça había apeado al Madrid al comienzo de las rondas. En  semifinales el Barça había ganado, como local, gracias a un gol del brasileño Evaristo (¡a pase de Kubala!). En Hamburgo se puso de manifiesto la superioridad teutona…Pero, al estilo Iniesta, en el último minuto, Kocsis, de cabeza (como le era connatural), permitió al Barça pasar a la final….¡Tampoco valía el valor doble de los goles…etc…etc!

El desempate se jugó en el Heyssel (¡¡) de Bruselas, el día 3 de mayo de 1961. De persistir el empate…la angustiala ignorancia…se desharía con una moneda al aire.

Heidegger no tenía televisión (pocos tenían), pero siguió el campeonato en la magnífica Telefunken del vecino. De igual manera (y con mucha más razón) siguió este partido mítico y crucial. El Barça (¡quién lo iba a decir!) demostró más entrega, rapidez, ingenio… ¡y obtuvo la recompensa!: Segarra pasa a Kocsis, éste cede el balón a Czibor. Czibor chuta (chutar… ¡es poco! disparó un verdadero obús que fracturó un pulgar del cancerbero alemán). El portero sólo consigue repeler. Evaristo, desde segunda línea, remata…y ¡¡GOOOOL!!
Heidegger olvidó no sólo las formas, si no también toda la reflexión metafísica. Pateó, vociferó, volcó la tetera hirviendo sobre la mesa. Como consecuencia, arruinó el tapete, los pantalones del anfitrión y la incipiente amistad vecinal… y se volvió a su cabaña.

Por aquella misma época despuntaba, en un equipo mediocre (Bayern de München), Beckenbauer. Heidegger fue capaz de reconocer su (de Beckenbauer) futura grandeza y su carácter imperial…En su interior lo nombró emperador del IV Reich. En público se contentó con calificarlo de “genial”. El filósofo había sido un fino estilista y un regateador de primera (¡es sabido por todos!). ¡Gracias Nicolás Alberto González!

Mientras, hemos estado oyendo las “Variaciones Enigma”… Y cuando terminen Vds. busquen en “Yo tuve…” el encuentro filosófico entre Gracia y Alemania (Monty Python) y verán lo que es concentración y defensa de la posición.



3.

Desde tal día como hoy, del año 1537, sabemos que los “indios” americanos son personas normales y tienen alma (¿). Paulo III así lo declaró en la bula: “Sublimis Deus”. Naturalmente que se excedió: o se pasan o no llegan.

Que los indígenas seamos humanos y no hominídeos  (o reptiles) pase… ¡pero que tengamos, por obligación, alma…! Oiga… ¿Quién es Vd. para dotarme de ese atributo pesado, aunque sutil? ¿Quién le otorga el derecho de destinarme a una eternidad que no deseo? ¿Cómo y por qué me atribuye una estructura platónica, cuando yo soy seguidor de Epicuro? ¿Acaso no se ha enterado Vd. que aquí, en las Américas, ya vamos por la 123 edición de su “Carta a Meneceo”? ¿Acaso yo le he otorgado a Vuecencia la ligereza de la finitud? ¡Haga el favor de meterse en sus cosas: cuidar de su concubina, alimentar a sus hijos y expoliar a la cristiandad!




Si de verdad quiere Vd. nuestra salvación ¡pásenos un cargamento de arcabuces de palanca!

4.

Y sin embargo, tal día como hoy, del año 1908, se elimina de un plumazo el “alma torera” de las mujeres. El Torín (la plaza de la Barcelontea) que, como Vds. saben, tuvo, por la competencia, que especializarse en “bomberos toreros” y en “mujeres toreras”,  fue decayendo hasta el cierre definitivo.




Físicamente no hay diferencia: tanto da una mujer como un hombre. Lo del “paquete” se hubiera arreglado colocando una bacinilla de barbero sobre el “monte de venus”. Ahora que, psicológicamente, la ventaja femenina era abrumadora. Imaginen vds. a una torera recibiendo de rodillas al cornudo. En cuanto asomara el morro por la puerta le lanzaría  un: “¿¡De dónde vendrás a estas horas!?” que dejaría aturdido al cuadrúpedo. El pobre bicho indefenso y desorientado, elevaría los omoplatos y frunciría el morro…pero se quedaría plantado, humillado…o daría media vuelta y se iría a comprar tabaco.

O bien: “¡¡Tira por la izquierda, que acabo de fregar la parte derecha!!”…Y el toro de puntillas iría mansamente hacia la ronda de naturales.

O directamente y sin contemplaciones: “¡¡¡Que está fregao!!!”. El rumiante entendería y pasearía cabizbajo por el pasillo, asomando el morrillo por los burladeros a la espera de un buen aire que le permitiera un momento de lucimiento.

 La “corrida” se convertiría en un hogar. Y, naturalmente, ante la expectativa de un psicodrama, los espectadores se desanimaron. La prohibición estaba justificada por el bien de la fiesta. 

Por hoy…¡basta!








RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...