La Iglesia católica, apostólica y
romana (como, por lo demás, todas las religiones) gusta de los prodigios y
milagros y cuanto más paradójicos… ¡mejor!: concebir de forma “inmaculada”; maldecir una higuera por no
dar fruto fuera de temporada; convertir el evangélico “dejad que los niños se acerquen a mí” en pederastia…Pero la mayor
paradoja fue la muerte de san Ramón Nonato, a cuya memoria dedica el día 31
de agosto. Es lo que se dice “rizar el
rizo”.
¡Y no digo más porque me enciendo
(apagándome)!
Observen vds el candado que de
forma tan rotunda le cierra la boca. Todo tiene un límite, dijeron… ¡y le
pusieron un pircin! Acabó sacando de
quicio a sus (desde entonces) enemigos con sus peroratas sobre los partos, la
maternidad y demás. ¡Él!... ¡que no había nacido!
En este mismo orden de cosas, el “día del abrazo”, algo que debería haber
brotado (por diferentes razones) del seno de la iglesia católica, apostólica y
romana, es una “questio disputata”: ¿El tercer domingo de
octubre? ¿El 21 de enero?... (eso suponiendo su interés y su necesidad que,
muchos, dan por supuestos). Ese día ,cuando se establezca (y no les quepa la más
mínima duda de que se establecerá), salgan a la calle con la ropa que hayan
decidido tirar a la basura directamente, aquella que ya no valga ni para el
recipiente de la caridad. Se la pondrán perdida de babas. Solitarios amarillos
se lanzarán sobre vds. con los brazos abiertos, como crucificados por la
incomprensión, y apretarán sus (de vds) clavículas contra sus (de ellos)
costillas. Sonreirán como sonríen los asesinos compulsivos-pasionales antes de
dar el golpe definitivo. Mejor: ¡no salir! Quedarse en casa viendo “La noche de los muertos vivientes” o “Grupo salvaje”. Con cada abrazo se habrán ganado un enemigo mortal.
Así ocurrió, que tras el “Abrazo de Vergara”, vino “la “Traición de Vergara”. El primero se
produjo tal día como hoy, del año
1839. La segunda, en cuando acabó el “abrazo”.
Así lo cuenta Maroto:
“...
pusieron luego sus armas en pabellones, se mezclaron libre y alegremente las tropas
y quedó sellada la paz con el mayor contento y armonía... ¡Soldados nunca
humillados ni vencidos, depusieron sus temibles armas ante las aras de la
patria; cual tributo de paz olvidaron sus rencores y el abrazo de fraternidad
sublimó tan heroica acción... tan español proceder!”
Como para ponerse a gritar munchianamente (*).
A esta hora, en la que, justamente,
me preparo mi consabido tentempié, falleció, tal día como hoy, del
año 1867 Baudelaire (ver entrada 31-1 de septiembre). En realidad ya estaba
muerto cuando murió…¡paradojas! “¡Flores
para los muertooos! ¡Flores para los muertooos!”
(*)… y que quede algún crisantemo
(¿es la época?) para esa alma desdichada y ambiciosa que abandonó el mundo imperialmente cómoda (*) al estamparse
contra la columna número 13 del puente de Alma. Alma Mahler (*)
(Kokoshka)-Gropius-Werfel, que detestaba los entierros (y criaba malvas o
crisantemos) hubiera asistido con el fin de dar más lustre a su ya gastada
figura y nombre. “¡Flores para los
muertooos!”. “La muerta enamorada”
(*) siguió apareciendo, cual
fantasma “linotipiada” (como se decía
antes). Aparecía cada mañana (como “Clarimonde”
cada noche) delante de las persianas metálicas de todos los quioscos del
universo-mundo (como “Clarimonde” en
el Palacio Concini). Jamás una mirceádica
hierofanía resultó más vulgar… ¡ni más farisea!
Como para ponerse a gritar munchianamente (*) Es como si Calígula (*) hubiera escrito el guión de estas primeras horas del día… y creo que el
del resto del día.
¿Podré comerme tranquilamente mis
tostadas con aceite y orégano griegos?
Para más inri hoy es el día
internacional de la solidaridad.
¿Saben que les digo?... Que en
cuanto acabe con el tentempié y el fifti-fifti, me cargo el i-pod con la “ópera de cuatro centavos” (o como
finalmente se hayan puesto de acuerdo en llamarla en castellano) y un poquito
de Lionel Hampton y me largo al chiringuito a comerme una docenita de sardinas ya destripadas. Jack (“el Destripador”*) y Mackie (“Navaja” *) estarán (se lo aseguro)
ocupados.
Hasta luego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario