Buscar este blog

viernes, 20 de diciembre de 2013

Propuesta para hoy, día 20 de diciembre. “Fly me to the moon”.



¡Va por Carl Sagan (*)!

“Fly me to the moon
déjame jugar entre las estrellas;
déjame ver como es la primavera
en Júpiter y Marte…
En otras palabras, sujeta mi mano.
En otras palabras, cariño, bésame…”

Y una fuerza telúrica apabullante condujo el deseo a su realización extrema. Aún llevaba la hostia en el cielo (el único) del paladar. Su chófer “dijo de parar” para que se quitara los restos con un rebujito de Jerez. Él propuso un apocalíptico orujo de Liébana. No hubo acuerdo y el coche siguió su marcha. Giró a la derecha. Bobby Darin (*) seguía a lo suyo: “…Flay me to the moon…”.  Y su alma ascendió a los cielos. El cuerpo, sin embargo, pesado por naturaleza, lo intentó con un hermoso vuelo gallináceo, pero tuvo que resignarse a la inmutable ley de la gravedad.

Alguien cogió la mano de alguien y derramó sobre ella los santos óleos. Mientras tanto,  la “Pioneer 10” enviaba las primeras imágenes cercanas de Júpiter y se ponía de moda: “La cara oscura de la luna”. La película del año fue “El Golpe”. 


Había ganado la liga el Atlético y la copa el Athletic. Definitivamente había sido un mal año. Las únicas alegrías las dio Ocaña, ganando el tour, el “Dauphiné Libéré”, la “Volta” y la “Vuelta al país Vasco” (entonces Vascongadas). Y por si fuera poco, la OPEP duplicaría, el día 22, el precio del petróleo.

La “Pioneer 10” se dirige, indiferente y tenaz, hacia Aldebarán, en la constelación de Tauro. Llegará dentro de 1.690.000 años. Tiempo suficiente para que la famosa plaquita sea vista y estudiada por las habitantes del más allá. Como la plaquita de Coello lo es por los habitantes del más acá.

TVE había programado para la noche del miércoles “Desayuno con diamantes” (aquí aún no sabíamos los que era “Tiffany’s”), pero, siguiendo una lógica férrea, fue sustituida por “El Príncipe valiente”. El “príncipe” había muerto a la hora del desayuno.
Aprovechando que tal día como hoy, de hace muchos siglos y a la misma hora, murió, previo aviso, Domingo de Silos, les ofrezco este ejemplo de “Cuaderna Vía” que me ha brotado espontáneamente:

“Qué pena, qué dolor    qué llanto sin consuelo.
Cuando lo vi de salir    con su Dodge por el suelo
Me dije: ¡alma tan grande    es hecha para el vuelo
Y no destinada a     triste reptar de abuelo!”  

Y no me equivoqué. Y es que el arte es presentimiento de la realidad.


NB.
Si tienen alguna efeméride del 20 de diciembre… ¡envíenmela, por favor!








jueves, 19 de diciembre de 2013

Propuesta para hoy, día 19 de diciembre. Robinson Crusoe. El Vaquilla.



1.
Enjaezo a “Hegel” como a jaca cartujana “pa” la feria de Jerez y le cuelgo un ojo azul contra el mal de la envidia. Y de ese jaez, nos dirigimos a Barcelona (échense al coleto una copita de orujo…con tanta” jota”…).

Hay allí, donde se corta la calle Villarroel con la calle París, una cafetería-snack-bar de nombre arrebatador en su desarmada simpleza: “Yaya” (no si yo…ya… yayo… ), que a esta hora debe de estar, ya, a parir. Y es que la efeméride lo merece. Los clientes quedan paralizados por la belleza del cánido y por su donosura. El dueño, captando la singularidad del momento (y, por qué no decirlo, la camaradería), hace una excepción y nos permite sentarnos a una mesa junto a la cristalera. La cafetera ruge como una locomotora transiberiana. Los cafés y cortados; los “sol y sombra” y los carajillos… van que vuelan. La repostería desaparece a ojos vista. El dueño sabe conmemorar el hecho: ha colocado sobre la barra una radio-casete Grundig, restos de la emigración alemana, y nos deleita con canciones de los Chichos y los Chunguitos. El sonido sale “afillao”. A las 11’45 todos nos levantamos y hacemos un brindis emocionado por el “Vaquilla” y toda aquella “generación perdida”. Entre los presentes algunos tienen toda la pinta de haberse salvado por los pelos. Brindamos también, pues, por nuestra supervivencia.



 El Vaquilla (que embestía como un Miura) y los suyos, huidos de la prisión de Lleida, venían de intercambiar unos tiros con la policía en la plaza Francesc Macià (Calvo Sotelo). Salieron de la plaza y giraron a toda velocidad por Villarroel, pasaron Buenos Aires, pasaron Londres, pero no pudieron llegar a París: El semáforo estaba en rojo y chocaron con un Renault 11 y un Simca 100 que esperaban el verde.  Su Simca 1200,  B-5125-DL se quedó sin fuelle. Fueron rodeados, arrojados a tierra, enmanillados, insultados, golpeados, y conducidos a la comisaría de Universidad; “el Vaquilla”, al Clínico. Este es el momento que TV3 inmortalizó y la lanzó al estrellato. Y este es el momento que, cada año, se celebra, en esta cafetría-snack-bar de nombre arrebatador e imaginativo.
Habría que proponerle al conceller de Cultura de la Generalitat una ruta (les regalo el nombre: “Ruta de la Fatalidad”) que uniera todos los rincones por los que “el Vaquilla” y los suyos transitaron para convertirse en NADA, tras haber salido de la miseria: Torre Baró, Camp de la Bota, La Mina, con incursiones a la Costa Brava y Perpignan (sin contar reformatorios ni cárceles). Una Catalunya diferente, pero con posibilidades de atraer turismo de masas, e, incluso, bandadas de sociólogos y criminalistas.

¡Qué les voy a contar de “el Vaquilla” que Vds. no sepan! Aunque es posible que lo desconozcan TODO. También en este caso sería inútil, pues me exigiría páginas y páginas…que rompería el formato al que, desde meses, me voy ajustando. 

Lo más interesante: Una biografía del héroe, prologada y editada por José María Huertas Clavería, que coincidió con él (¡¡de 14 años!!) en la Modelo de Barcelona. Manuel Vázquez Montalbán escribió: es una historia “excepcional porque documenta el sistema carcelario de la democracia y cómo se gesta un delincuente común por causas perfectamente antidemocráticas”. Una historia de la C.O.P.E.L. debería dedicarle un capítulo a estos bóvidos.

Hubo en su vida dos hechos que lamentó profundamente: la muerte de la señora a la que atropelló al darle un tirón y no poder actuar en “Perros Callejeros” y su saga. Fue su antiguo amigo Antonio Fernández Franco (apodado “el Torete” por Antonio de la Loma), quien hizo su personaje. Él estaba en la cárcel. “El Torete” dejó su simiente en Archena (Murcia)… Ya no queda nadie a quien preguntar nada. Cirrosis, sida, tiroteos, accidentes automovilísticos…Se desvanecieron inútilmente en el aire como el humo que surge de las fogatas nocturnas de las “Casas Baratas”.

Bueno, pues el tal “Vaquilla”, dejó de existir tal día como hoy del año 2003. En “Can Ruti”…¡¡como los grandes!!

Lástima que la normativa antitaurina llegara con retraso.

Acabada la ceremonia, volvemos a casita.

–Bueno Domigo…¡ya nos veremos al año que viene!

–Que no soy Domiiiiiiingo que soy Danieeeel.

–¡Vaya!  Siempre se me va el santo al cielo.
De camino al parquin el perro sigue levantando oleadas de admiración (y de envidia). En una carnicería compro un rabo de vaca con lo que daremos por concluida la efeméride.
DVD: “Yo, el Vaquilla” (José Antonio de la Loma). Infumable. Se salva por unas estupendas tomas de aficionado que recrean aspectos del desaparecido “Camp de la Bota”.

2.
Tal día como hoy, Robinson Crusoe abandonó la “Isla de la Desesperación”. Un islote a 9º o 10º de latitud norte frente a la desembocadura del Orinoco que no tuvo nombre hasta que este indocumentado imperialista tomó posesión de ella.

“Así abandoné mi (en sentido literal) isla el 19 de diciembre de 1686, como vi en el cálculo que hice en el buque, después de haber vivido en ella 28 años, 2 meses y 19 días (J. Sabina). Fui libertado de este segundo cautiverio el mismo día del mes que me había fugado anteriormente, en una barca, de la esclavitud de los moros de Salé”.

¡Ven Vds. cómo hasta el final todo es toro!  Robinson acabó su “aventura” felizmente, ya que contó con magníficos y bondadosos administradores de sus posesiones y no se contaba con los futuros artificios financieros. 

   

 El náufrago nos quiere demostrar que cualquier humano (en tanto que poseedor de Razón), ayudado por la experiencia, las herramientas necesarias y apoyado sobre el trabajo y la paciencia, es capaz de reconstruir el mundo ordenado y “confortable” que ha dejado atrás… Aunque tarde un año en hacer una azada o varios en concluir el “ciclo del pan”. No responde, sin embargo, a la pregunta ¿para qué, por qué? Se desprende: para evitar la locura. La civilización como barrera contra la locura.

Descartes había fundamentado la veracidad esencial del mundo con la ayuda de la Razón (coherencia) y el Método (y Dios como piedra angular). Robinson (Hume) lo construye. La experiencia nos llevaría al conocimiento de las ciencias útiles. El sufrimiento, a la invocación divina y al reconocimiento de la Providencia.

¿Quién o qué introdujo en su espíritu (¿) el gusto por las segundas residencias, o por el placer de cazar, o el gusto por el paisaje, los horarios establecidos o lo incuestionable del derecho de propiedad (incluyendo la personas)? Si los que nos quiere enseñar, desde esa “Isla de la Desesperación”, es que el orden pre-capitalista, esclavitud incluida, es el único natural, yerra. Es necesario echar la vista atrás si se quiere comprender algo. Y, después, hacia adelante.

La naturaleza y la Experiencia nos enseñan… que las cosas son buenas hasta tanto que bastan para nuestro uso…” Y se convierten en mejores, cuando desvelan su valor de cambio (¿eh que sí?).

Bueno, y ahora viene lo mejor: Todo el mundo sabe que el “salvaje” al que domestica y convierte en esclavo, se llama “Viernes”, por ser ese el día en que lo encontró. Pues bien, el anónimo traductor de la versión publicada en Austral en 1959…¡¡lo llama “Domingo”!! Es una de las más graciosas y significativas “traiciones” de la historia de la traducción.  En la edición del 70 se mantiene esa “interpretación”. Recuerdo que en una película en blanco y negro, se hablaba de alguien que había llegado a convertirse (metafóricamente) en el “rey de Universo”; pues bien, en los subtítulos se convirtió en el “rey de la Universidad”, él, que no sabía hacer una “O” con un canuto.

El tal Robinson resulta ser meticuloso con eso de la fechas. Le gusta anotar las fechas importantes y ponerlas en relación con otras. Y gracias a ese gusto descubre correspondencias placenteras para las naturalezas “efemerísticas”. Tournier, siguiendo esta veta, hace coincidir la salida de la isla con el nacimiento del ”héroe”. Así, podría haber empezado esta propuesta con: “Tal día como hoy, nació en York, conocida ya en los alrededores por el jamón dulce, Robinson Kreutznaer, después Crusoe, que añadiría fama universal a aquel “conocimiento” local.”

Domingo se convertirá en un buen y divertido esclavo. Aprenderá, tras ímprobos esfuerzos, un inglés defectuoso, lo que le dará la gracia característica y unos modales que siempre recordarán su primitiva naturaleza, aumentando así sus atractivos como posesión.

Si quieren Vds. un “Domingo” más interesante, lean “Viernes o los limbos del Pacífico” (Tournier)

La isla de Robinson Crusoe, perteneciente al archipiélago chileno de Juan Fernández, no tiene mucho que ver con la novela de Daniel Defoe. Fue el “hogar” del abandonado Alejandro Selkirk, que vivió por allí durante años y en cuya experiencia se basó el autor de Robinson. Al “original” no le hizo mucha gracia.

DVD:  Yo, Viernes  O “Robinson Crusoe” de Buñuel.
















miércoles, 18 de diciembre de 2013

Propuesta para hoy, día 18 de diciembre. “Hombre de Piltdown”. Tara Browne. Lotería.



¿Son Vds. aficionados al golf? Bueeeeno, pues nada. Era por si les agradaba este emocionante deporte y por si ya estaban hartos de practicar su swing y sus hierros cortos en el golf de Vallrromanes (pues estarán Vds. de acuerdo conmigo en lo tediosas que pueden llegar a ser esas partidas en medio de un paisaje demasiado familiar) les iba a proponer que se trasladaran a otro campo más adecuado y variado. Allí tengo cierta influencia: hice de caddie durante un verano. Bueno en realidad fue de recogepelotas. Pero, vamos, que tengo cierta influencia se lo podrán confirmar en el pub de las instalaciones. Se trata, ni más ni menos, que del campo de Piltdown, en los alrededores de Uckfield (miren el “google maps”). Situado en las aburridas campiñas del sur de Inglaterra, a mitad de camino entre Londres y el mar, es un buen lugar desde el que zambullirse en uno de los fraudes más sonados de la historia de la paleontología. Y un buen lugar para dejar de existir. O, lo que es lo mismo, jugar al golf durante eones.

Si acaso quisieran añadir emoción y paradoja, vayan al campo de golf de Melilla. También encontrarán restos humanos.



 Imagino que alguien poco ducho en el manejo del “driver”, y aficionado a la paleontología, le arreó un estacazo a la bola que levantó una “chuleta” tan grande que dejó ver las entrañas de la tierra. En ese tremendo agujero se encontraron huesos. Siguió practicando y a cada golpe sacaba a la luz restos óseos. No jugaba solo. Era todo un grupo de paleontólogos entregados con frenesí a este plácido deporte. Una gran hipótesis (tan grande que tuvo que surgir a la vez de la mente de todo el equipo), que primero surgió como extrañeza, avanzó hacia la curiosidad, se convirtió en pre-juicio y acabó conformándose como certidumbre (no sin antes batirse victoriosamente contra otras hipótesis), hizo acto de presencia. Recogieron los restos (incluido un diente de perro que aportó el jesuita), los pegaron como pudieron y el resultado lo presentaron como restos de una especie homo desconocida. ¡Por fin Inglaterra tendría su homo!



No citaré nombres para no darles publicidad. Pero que sepan que los conozco y que los he tachado de todos los libros a los que he tenido acceso. La ciencia no es inmune a los ataques de la vanidad, del racismo y del negocio, como bien saben Vds. Habría para empezar y no acabar sobre fraudes y mentiras.

Tal día como hoy, del año 1912, año de efervescencia eugenésica y poco después de que Picasso “inventara” el collage, este grupo de (con)fabuladores presentó el resultado: una cabeza imposible: cráneo (grande) de un casi contemporáneo, mandíbula de orangután, diente de perro y trozos de arcilla cocida, ante la crédula y entusiasmada concurrencia de la Sociedad Geológica de Londres. Fue presentado como el “eslabón perdido”.
Cubriendo el flanco teórico, los diarios publicaron ese mismo día la noticia. 40 años duró la mentira. Darwin no necesitaba de esos trucos.

Pero como veo que no son aficionados a ese noble juego, diríjanse a “The Lamb Piltdown”. Hoy, miércoles, no creo que haya mucha gente. Ocupen plaza en uno de los señoriales sofás, junto al radiador y que le sirvan una pinta de Guinnes. No pregunten la hora, si no quieren que le tomen por subnormal profundo: Todo el bar está decorado con relojes que funcionan. Tampoco pidan una “chuleta”, ni una “cabeza” de cordero. Aquí son muy amantes de lo propio y no entienden un humor tan sutil. Limítense a degustar su Guinnes y a hacer como que leen la lista de lo que la casa ofrece. Todavía tienen lo del “fraude” en carne viva. Mientras se deciden pueden echar una partidita al billar de agujeros. Cuiden de no levantar una “chuleta”,  lo tomarían como una cita de mal gusto.

Cuando crean conveniente pídanse un trozo (¿steak?) de cordero, la guarnición siempre es la misma, así que no sean “tiquis-miquis”. Acompáñenlo con una botella de tempranillo (tienen) y cierren con varios “English Saint George” de malta. El camarero apreciará el detalle y les discurseará sobre el futuro de los maltas ingleses, dispuestos a dar la batalla a los escoceses. Un San Jorge descuartizando al dragón les calentará, además, el espíritu (¿)... Todo un “cluster” de emociones. Si le siguen el rollo puede que les invite, tras pagar los 60 euracos, a un chupito de frambuesa. 



Si les ha sobrado algún huesecillo, envíenmelo para “Hegel”, que se relame con el olor que brota de lo escrito.

Mientras Vds. vuelven, nosotros vamos… ¡al Condis! Creo que hay ofertas de productos “taraos” (o sea, todos).  Ato al perro y cuando salgo con cinco bolsas a rebosar de productos a puntos de caducar, me mira con cara de asco y desprecio:

–Tú, un jubilado con pensión envidiable ¿comprando esas porquerías?

–No son porquerías, Hegel, se les ha pasado, simplemente, la fecha de consumo preferente.

–Te lo comerás TÚ. Veo tus intenciones aviesas: ¡que me lo coma YO!... ¡Y deja de hablar en verso!

–¿?

En contra de mi costumbre he comprado algunas latas de Guinnes. Llegados a casa enchufo el esputofaif: “Sargent Pepper…” (Véase la entrada del 1 de Junio). Ya saben Vds. de la importancia de ese álbum…etc…etc. Lo de hoy hace referencia indirecta. 

Corría hacia su final el del señor de 1966, amansada la furia de los “Angry young men”, estaba en su apogeo el “swinging London” del Soho. Mary Quant había reducido la minifalda a 34 centímetros (¡número mágico!): Se hacía preciso entrar de lleno en el diseño de ropa interior. Cosmética barata, pantalones campana, jerseys cortitos, botas altas, maxifaldas (¡también!). ¡¡Era el Pop!! Todos nuestros ídolos se paseaban, compraban, tomaban copas en Carnaby Street. Nosotros hacíamos lo que podíamos en las tabernas del pueblo. Tara Browne derrochaba su fortuna y su vida. Casado a los 18, cuando murió, a los 21, dejó divorciada viuda y dos churumbeles (propios para el colegio de san Idelfonso)

Los Beatles habían decidido dejar de tocar en directo y , tras unas vacaciones que cada cual aprovechó como quiso, se pusieron a la elaboración del primer LP “conceptual” de la música popular (en realidad lo fue a medias). “Sargent Pepper…” (y diría que, incluso, postmoderno). Paul escribió “When I’m Sixty-Four” (yo estaba a punto de cumplir los 15) el 16 de diciembre, con ese aire de fanfarria popular que tan caro le era. Dos días después, o sea, tal día como hoy, Tara Browne, amigo de correrías, se mató en un accidente de coche (como su abuelo paterno). Su Lotus Elan no era como los 600 de la época que cogían su punto justo a los 80 Km /h. No. El Lotus iba fino a los 150. Y así circulaba por la Earls Court Road, después de convertirse en Redcliffe Garden (no se esfuercen. No encontrarán ningún bar). En el cruce con la Redcliffe Street, por evitar a un VW, se estampó contra un camión que, cansado de su vida perra, lo estaba esperando ansioso de muerte en la acera derecha. Empezaba el 18 de diciembre de 1966. Hacía un frío mortal. Suki Porter, su amiga modelo, sobrevivió… ¡para ser víctima del futuro! La infortunada (¿) “groupie” sería compañera de Brian Jones cuando éste se ahogara en su piscina y agradeció el hombro que le prestó, esta vez, un hombre de negocios, en el que reconoció la fatalidad. Se estrellaron en Portugal. Cuando oyó crujir los hierros y sintió el golpe en la cabeza le sobrevino un profundo y definitivo “déja vu”. Dejaron dos huérfanas (propias para el colegio de san Idelfonso). Y es que cuando naces “pa martillo”…



 Al tal Tara la aristocracia le venía de su tatarabuelo: Su padre fue el 4º barón de Oranmore y Browne y desde 1927, miembro de la cámara de los lores (me viene a la mente la historia del loro “Cenizo”…y es que me parto) hasta el 1999. Lo cambiaron con el fin de que cambiara algo con la entrada del nuevo siglo. Tiene en su poder dos récords Guinness siameses: Permanecer 72 años en la “Cámara” y sin decir ni “mu”. Ni siquiera cuando la segunda Guerra Mundial, ni cuando Inglaterra ganó la copa del mundo de fútbol, ni cuando sus éxitos en el “Cinco naciones”. No dijo nada cuando murió su hijo, ni cuando oyó “A Day in the Life”…Lo sabríamos por sus compañeros de pupitre.
 
A la aristocracia se le unió el dinero: Su madre era la más joven de las “Golden Guinness Girls”, herederas de la negra y espumosa fortuna. De haber cumplido los 25 hubiera entrado en posesión de una herencia de un millón de libras (¡de la época!). O sea que el tal Tara tenía los riñones cubiertos. Su hermano Garech tuvo algo que ver con la formación de  The Chieftains

Es raro que no aparezca en la “rizomática” portada del “Sargent Pepper…”. Sin embargo, si se fijanVds. bien, verán a Fred Astaire, precedido de Poe y justo encima de W. Burroughs. El 4º barón dejó la Guinnes y se aficionó al arte escénico: se casó en secreto con Sally Gray, partenaire (y discípula) de Fred Astaire en algunas cintas. 


Y aunque no esté en la portada está presente en “A day in the life”. 

Lenonn, el 17 de enero del 67, colocó el periódico en el atril del piano e, inspirándose en la noticia del accidente (bastante atrasada por cierto) compuso la letra de la primera parte de la canción, que pasaría a Paul para que la completara…Dando origen a una de las obras maestras del pop universal. (Vean la entrada del 1 de junio).

Es como si Tara hubiera comprado todos los números del primer sorteo de Navidad, celebrado (tal día como hoy) en 1812 en Cádiz y se hubiera sorteado un maleficio. Ya existía la lotería primitiva, pero ahora se trataba de la lotería moderna. Los niños de san Idelfonso YA existían: La cosa viene de Carlos V y cantaron su primer sorteo (primitiva) en 1771.

¿Qué si son huérfanos? Pues, no. No necesariamente. ¿Qué si han de ser sudamericanos? Pues, no. No necesariamente. ¿Qué si han de llevar pantalón corto? Rotundamente NO. Han de tener un buen timbre de voz y entusiasmo. No dejarse llevar por el desánimo ni la monotonía. Los niños de san Idelfonso se hacen mayores como todos, algunos se reproducen y todos mueren. Son normales.








El primer gordo cayó en el 03604 (que suman 13), el décimo costaba 40 reales y el premio era de 8.000 pesos fuertes (o sea 8.000 reales de a 8. Es decir 64.000 reales de buena plata)… ¡Toda una fortuna! 
 
Sepan Vds. que yo estoy abonado a ese número. Sin un día toca, pregunten por mí en el campo de golf de Piltdown. 

–Pero comemos ¿o qué?

–¡La impaciencia te va a matar!

–¡El hambre!... Siempre pensando en el dinero… ¡como si no tuvieras posibles!

–¿Será posible, con el perro?



RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...