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viernes, 13 de septiembre de 2013

Propuesta para hoy, día 13 de septiembre. SEGUNDA SERIE. Esmirna. Bomba en el Pompeya


1
"De repente, en medio de la alegría general, se oyó una voz a la que se sumaron muchas más:
- ¡Fuego!
- ¡Fuego!
- ¡Han pegado fuego a Esmirna!
Nos levantamos como un resorte. Llamas rojinegras se lanzaban contra el cielo, enloquecidas.
- ¡Es por el barrio armenio!
- Sí, parece que es por allí
- ¡Otra vez la pagarán los armenios!
- No es posible que quemen toda la ciudad. ¿Qué interés tienen?...Puesto que ya es suya...
¿Qué interés teníamos nosotros (los griegos) para haber quemado las aldeas turcas en nuestra retirada?"
("Tierra ensangrentada". Dido Sotiríou. Trad. Kino)



Era el 13 de septiembre del año 1922 y se ponía fin, de esa manera espectacular y terrible, a milenios de grecidad de la costa jonia.

Los griegos se habrían bastado solos para sus desgracias. Sin embargo todo el mundo les ha echado una mano. Y digo "griegos", cuando debería decir "clase política griega"... ¿o no?

2


- "...parecen golondrinas que van piando, que van piando...
Cómpreme Vd. Señorito, no valen más que..."



No pudo acabar de decir el precio. Un tremendo estallido lo puso todo patas arriba. Fue como si volviera a estallar el Vesubio. Aquello estaba lleno de golfos, de obreros, de autónomos, de policías, de taxistas, de gente del espectáculo, incluso estaba, que todo hay que decirlo, mi tío Perico que se largó del pueblo lanzando un apocaliptico "¡que le den pol culo a España que me voy a las Barcelonas!" que ha quedado como expresión sintética de un sentimiento muy extendido. Fue mi tio, precisamente, quien me contó los detalles que ya he olvidado. Mi tío, hermano mayor, a mucha distancia, de mi padre, cumplía ese domingo, 13 de septiembre del año 1920, 20 años (pues había nacido con el siglo) y se empezaba a ganar la vida en una fábrica textil no sé dónde. Lo definitivo fueron los tres muertos y las decenas de heridos, de entre los cuales la muerte aún se cobró dos obreros más. Los entierros fueron impresionantes. El primero (y también el segundo) acabó en el cementerio de Sants, como es natural, pero antes, tras recorrer Provenza, Muntaner, Consejo de Ciento, Villarroel y llegar a la Gran Vía, se desvió hacia la parte baja y, por Conde de Asalto, llegó a la sala Pompeya, a cuyas puertas la orquesta del local interpretó una marcha fúnebre, o algo parecido (65 años más tarde establecí mi madriguera por aquella geografía insigne). El segundo entierro tuvo un carácter más "obrero". Uno de los muertos, Rafael Izquierdo, trabajaba en la Compañía Telefónica y era un concienzudo sindicalistas, así que el cortejo se tiñó de monos azules. Todo esto me lo contaba mi tío tomando una cerveza, pues aunque tenía (él) 80 años nunca dejó de pimplar, en el bar ahistórico que ocupa la esquina de Nou de la Rambla con Paralelo, lado Besós, justo detrás de la estatua que el ayuntamiento dedicó a Raquel Meller y que uno de aquellos días, ya no recuerdo nada con exactitud, apareció descabezada y con todas las violetas por el suelo... como si, de repente, se hubiera acordado de aquello.





 Desde finales del XIX, como Vds. Saben, Barcelona se había convertido en la "Rosa de Fuego" y no se ganaba para sustos. Es como si la Exposición Universal del 88, hubiera sido una Explosión Universal. Había que ser un verdadero hijoputa para no distiguir unas explosiones de otras. O quizás bastara con ser un honrado padre de familia. Estaba claro como la cazalla que los intentos de acabar con Cánovas del Castillo y con Martínez Campos, fueron obra de rebeldes con causa y con hambre. También los ataques a la Iglesia y a empresarios sin entrañas. Atentados como el de la Rambla de las flores o el bombazo del Pompeya, fueron, sin embargo, obra de los pistoleros a sueldo del empresariado que, aterrorizado, no dudó ni un segundo en recurrir a los asesinatos indiscriminados.
Bueno, ya saben Vds, no pudimos aprovechar "el trienio bolchevique" y nos cayó encima Primo de Rivera...¡Precisamente tal día como hoy, del año 1923!... seis meses después del entierro de Salvador Seguí.

3
 

Decía que los griegos se bastan y se sobran para construirse las desgracias, muchas y variadas, pues, como decía el ruso, a la infelicidad, fente a la dicha, se llega por muchos caminos. 



Aquel 13 de septiembre del año 1922, dos años exactos después de la segunda destrucción de Pompeya y cinco días después de haber sido tomada Esmirna por el ejército turco, un incendio pavoroso, seguido de una acumulación incalculable de atrocidades, puso fin a lo que parecía el paraiso rebosante de higos fragantes, abriendo las puertas a un futuro brutal. Aquel 13 de septiembre marca el horizonte interpretativo desde el cual Grecia construye (y enjuicia) su historia como estado-nación. La Grecia oficial nunca ha meditado seriamente sobre la génesis del desastre y se ha presentado al mundo, y a sí misma, como víctima de unos y de otros. Dados como son al mito, han colocado la fatalidad y la maldad ajena en un lugar preferente. Eso es, por lo demás, algo característico de todos los Orígenes... pues para eso esta la Historia: para servir al Estado. El Estado no quiere seguir el destino de Edipo y, sin embargo, es su única salvación: su destrucción. Los trabajadores han de luchar, además, contra los mitos fundacionales que recubren con resbaladiza baba la más prosaica explotación.



¿Cómo empezó todo?

De momento voy a empezar YO como mi mítico ritual: aceite griego, orégano griego... ¡Esa es mi Grecia!
- Y un poquito de cordero ¿no? --Hegel dixit.


PARABOLA



A través del aire limpio y fresco podía divisarse la costa asiática e imaginarse el inmenso interior de aquella península maldita. El demonio lo había transportado en sus alas de murciélago hasta las tremendas cimas del Olimpo. Todo lo que ves será tuyo, si te postras y me adoras, le dijo Lucifer, el ángel oscuro. Venizelos preguntó si también se veían las costas del Ponto y las torres de Estambul. Con la misma mano que había extendido para prometer, construyó el ideograma de la ilusión. Venizelos se arrodilló, apoyó la frente en la tierra y con los brazos hizo los gestos de la latría. Abrieron una botellita de ouzo de Mitilene y brindaron por la promesa. Venizelos, además, buscó una piedrecita con forma de rueda de molino y se la tragó religiosamente como "tapa"... y así quedó sellado el pacto.

Enardecido espoleó el caballo de la guerra, que llevaba atado a su cola a sus tres hermanos, y se lanzó hacia la nada infinita. El demonio, desde la ilustre cima del Olimpo, veía sus destrozos, pero le dejó hacer, haciendo tiempo para que sus planes, que eran otros, se cumplieran. A la cima del Olimpo no llegaban (¿o sí?) el estruendo de la polvora, ni los ruidos fofos y sibilantes de las hojas de doble filo. Venizelos avanzaba en pos de la "Gran Idea". Hasta el rey, una vez su hijo fue muerto por un mono, se dejó llevar por el frenesí y la alegría de la destrucción ajena.

¡Vengo a cumplir los designios del ángel! y avanzaba sobre desiertos a la velocidad del meltemi. Cuando la nada se hizo espesa y amaneció el séptimo día, un ventarrón procedente de las estepas interiores detuvo en seco su "anábasis". Se acordó de los muertos pretéritos... ... ...
Y en esas rememoraciones estaba, cuando miles de turcos, organizados perfectamente por el gran Kemal, se le echaron encima. Y entonces vino la desbandada, la "katábasis", que, como siempre, es un viaje a los infiernos. Si habían dejado algo medio vivo a la ida, lo rematarían a la vuelta. Esto ocurría otro 13 de septiembre, de un año antes (1921)




El ángel luciferino, que construye la historia sin mirar atrás, había abandonado las cimas míticas y revoloteaba por sobre los campos bituminosos del Creciente Fértil.

El ejército turco entró a sangre y fuego en Esmirna y la redujo a escombros, y a sus habitantes a partículas elementales. Y entonces fue el dolor y el crujir de dientes. Decenas de miles. Gente que nada sabía de Lucifer ni de Venizelos. En Lausana culminó lo que había empezado, a lo grande, aquel día. Más de un millón de "griegos" (que en su mayoría hablaba turco) fueron trasladados, algunos de cuerpo presente, a su "madre patria". Medio millón de "turcos" (que en su mayoría hablaba griego) fueron trasladados con más consideración, todo hay que decirlo, a las posesiones abandonadas por los cristianos. Y ese fue el comienzo glorioso de dos estados-nación, resultado de la desmembración del Imperio Otomano.





Y como "no hay mal que por bien no venga" (?): la voz de Roza y el buzuki de Tsitsanis...
Y "como las desgracias no vienen solas" (?): la destrucción de los restos otomanos fue total.

Esta fue la madre de todas las "limpiezas étnicas" (¡¡), emigraciones y "oleadas de refugiados" de la época moderna 
 

FIN

La verdadera razón.
"No es que Apolo haya retirado su promesa
y, escupiendo en la boca de Casandra, haya quitado
a sus palabras todo don de persuasión, haciendo
inútiles sus profecías para sí
y para los demás, no. Es simplemente que
nadie quiere creer en la verdad, Y cuando ves la red dentro de la bañera, crees que te la han
preparadado
para tu pesca de la mañana y no escuchas nada dentro
de tí
mientras fuera, por los peldaños de mármol del palacio,
va subiendo
el tenebroso mensaje con las voces de la desdichada
Casandra"
Yannis Ritsos. 7-VI-69











propuesta para hoy, día 13 se septiembre



Propuesta para hoy, día 13 de septiembre. Pequeño, pero variado, surtido.

1.
“Les advierto que yo, por lo general, cuando doy una conferencia, tengo la manía de guiñar el ojo derecho; pero ustedes no reparen en ello... Es un defecto de mis nervios... Soy hombre muy nervioso, y esta costumbre de guiñar un ojo la contraje el trece de septiembre de mil ochocientos ochenta y nueve: día en el que mi mujer dio a luz su cuarta hija, de nombre Varvara... Todas mis hijas nacieron en trece... Pero... (Mira el reloj.), el tiempo apremia y no podemos desviarnos del tema de esta conferencia. Tengo, primeramente, que decirles que mi mujer es propietaria de una escuela de música y de un pensionado de señoritas (…)”

(De una hilarante conferencia de Chejov “sobre los perjuicios del tabaco”…al que no se refiere en ningún momento).

Mi propósito se ha desleído como azucarillo en absenta (no me ayuda ni Kusturica y su “No smoking Orquestra”)…  Y más,  desde que he sabido que Steve McQueen (tercero en la lista de Charles Mason, tras la escabechina de la señora de Polanski e invitados y de Leno la Bianca) no contrajo su cáncer de pulmón a causa  de la denostada costumbre, sino… ¡a causa de su afición a los coches!...saben vds. que el actor rodaba, sin ayuda de “especialistas”, todas las escenas automovilísticas (muchas) de sus películas. Para curarse en salud (¡¡) la productora le obligaba a usas trajes ignífugos, con altísimo contenido de sustancias cancerígenas (asbesto)…etc…etc

2.
Y a propósito de “(et) cétera”, tal día como hoy del año 1944, nació en el sur de Chicago, Peter P. Cetera… ¡ya saben!...el líder de “Chicago”, esos pesados horteras y pretenciosos que tuvieron una cierta resonancia en los 70… ¡aunque el tenor-barítono prolonga su historia, algunas décadas más!  De todo su extensísimo repertorio, elijo la “pieza” (¿) más corta y más descriptiva: “Ansiety’s moments”, que es justamente lo que siento al oírla. Me dan ganas de fumarme una cajetilla (¡en 1’!) y que sea lo que dios (¿) quiera…¡de perdidos, al río!

 


Para comer: surtido de ahumados.


3.
Miguel Ángel da el primer golpe a la pieza de la que extraerá el “David”: “Todo está en todo”…¡Basta con quitar lo que sobra!

 





jueves, 12 de septiembre de 2013

Propuesta para hoy, día 12 de septiembre. 8ª de Mahler. Sade.



El verano de 1906, mientras Picasso ponía las primeras piedras de su deconstrucción de la pintura imitativa y se iba sumergiendo en los niveles primigenios: allí donde materia y energía se confunden; mientras P. Curie se rompía literalmente  la cabeza, tras descubrir esos estratos…Mahler daba la puntilla al desarrollo de la sinfonía tal como hasta entonces se conocía. No fue un Debussy, ni un Stravinski…pero Schönberg y toda la segunda “Escuela de Viena” lo tomaron como un precursor. Un mundo empezaba y otro (Mahler) acababa.

Tal día como hoy, del año 1910, se estrenó  en el “Palacio de Exposiciones de Munich” la que posiblemente es la Sinfonía más espectacular de la historia de la música…Sin duda, dejando aparte los “Sanfermines” y cosas por el estilo, es la obra cuya ejecución “original” más interpretes exige:” La Octava” de Mahler, compuesta en el verano de 1906.


El mismo día, del año 1772, Sade, que será condenado por todas y cada una de las etapas de la Gran Revolución francesa, y que, sin entrar en psicoanálisis, puede ser presentado como el antiMahler, ponía el segundo mojón importante en su carrera: “El escándalo de Marsella”.



Infórmense Vds. Infórmense...















Habrán observado vds. (¡Yo sí!) que desde la muerte del perro el tono de la cosa ha cambiado. Se acabaron los paseos matutinos-vespertinos-nocturnos…se acabaron los despertares sorpresivos…se acabó la alegría de su presencia…se acabó todo aquello que daban a estas efemérides su toque ligero e intrascendente. Bueno, pues… ¡buenas noticias!...tenemos un perro (negro, tamaño medio, mezcla de grifón) en la perrera de El Masnou que se ha encariñado con nosotros (plural: por el vecino)…. ¡No digo más!... En su defecto alguien me ha prometido un loro… (este verano rechacé un cabritillo griego (“φανης”)…¡por el viaje!)…30 años, dos veces “huérfano” y con dominio del catalán. Tiene un pequeño defecto, que habría que corregir: ¡ataca a las mujeres!... ¿Volverán las incursiones al Condis acompañado con el perro?... ¿con el loro?... Está claro que se vive mejor con algún animal en casa…  ¡No digo más!

Sonará en el Esputifaif:
La “Sinfonía nº 8” de Mahler. Dirigida por Bruno Walter. Hora y media de música (coral) desbordante…”cósmica”…”celestial”…Superando el gigantismo de Bruckner.


 

 El arranque impetuoso del “Veni Creator spiritu” hace que casi se me caiga la aceitera. Fifti-fifti y  ¡ala! ¡a disfrutar!

Tras el relativo fracaso de la “Séptima”, Mahler quiere dar el todo por el todo: “Como ofrenda a la nación” (¡¡). En alguna parte he dicho ya, que lo sinfónico en Mahler resulta (técnicamente) de una expansión del Lieder. Conceptualmente es la “construcción de un mundo con todos los medios a mi alcance”…”debe abarcarlo todo”…Y de todo encontramos en las sinfonías de Mahler…desde motivos populacheros, hasta adagiettos de un romanticismo “sublime” (que se le atragantaron a Adorno), pasando por melodías realmente populares. “Instrumentos” inauditos y ritmos (tango, habanera…”La Paloma” de Iradier se asoma en el IV movimiento de la “Tercera”) nunca incluidos en la estructura del sinfonismo clásico.

Valga como ilustración de esta mezcla de elementos de baja y alta cultura la siguiente observación: El primer esbozo de “Alles…” (Último tema de la “Octava”) en poder, durante años, de Alban Berg, está escrito en un trozo de papel higiénico (¡¡).

Mahler lleva la sinfonía a su clímax, y, a la vez, comienza su atomización: “Ángel exterminador” de la Sinfonía…que destruye, confundiendo géneros y especies.
En esta sinfonía ya ha roto con la idea “programática”. Eso no quiere decir que renunciara a los motivos extra musicales como fuente de inspiración. De hecho, la “Tercera” está inspirada en el “Zaratustra” de Nietszche y el segundo movimiento de la “Séptima” está inspirado en la “Ronda de noche” de Rembrand (un descarriado, deseoso de “erostrática” fama, afila el cuchillo con el que por estas fechas, de 1975, trazará la marca del zorro sobre el lienzo…creando un “concepto espacial” al estilo Fontana, muerto por estas fechas, del año 1968).

Los motivos extramusicales:

·         El himno medieval de Rabano Mauro “Veni Creator Spiritu”  (Primera parte)
·         El final del segundo “Fausto”  (Segunda parte).

La Primera parte: “Veni Creator Spiritu”, tiene forma de sonata canónica: Con tres Temas, Desarrollo (terminado en una doble fuga), Reexposición y Coda.
La segunda parte adopta la forma de Oratorio o de Cantata, carece de Reexposición y anuncia la “Forma” fluida y “evolutiva” de la inmediata “Canción de la Tierra”.

La Sinfonía fue compuesta en menos de 8 semanas (¡¡) en  Maiernigg (escenario de tragedia). La primera parte, de un tirón, como venida de arriba…como si realmente el Espíritu(oso) Santo hubiera venido de golpe.
Está recorrida de principio a fin por la idea fija mahleriana: La Redención… (“¿de qué me tendrían que redimir?” preguntaría con sorna R. Strauss. “El peligro de Mahler es el peligro de quien quiere hacer de Salvador”).
Ninguna obra expresa tan plenamente el “SÍ” apasionado a la existencia…”en armonía con lo eterno” (B.W.)

Descrito como “Argonauta del espíritu” (E.T.): impulsados por ερος y la Belleza, fundidos en el “Eterno femenino”, invocamos al Espíritu (1ª parte) para que nos fortalezca, nos ilumine y nos ayude en el esfuerzo que la transformación (2º parte) exige. La Redención como consecuencia del descubrimiento de la fuerza amorosa, en torno a la cual giran los soles…el universo mundo. El Universo en pleno empieza a sonar, ya no son voces humanas, sino planetas y soles girando en torno a sus órbitas…con aquel amor aristotélico que mueve los orbes. La “Octava” es el canto del Universo…el viaje al extremo del Cosmos…Como “La canción de la Tierra, sub specie mortis” (inmediatamente posterior) será la primera etapa del cálido retorno al “Yo”.

Música perfecta para Ijon Tichy (Stalislam Lem, nacido tal día como hoy del año 1921)…Tomaría una pastilla de “8ª Sinfonía de Mahler” y amenizaría sus siderales excursiones.

Esta obra maestra oficial de Mahler, tuvo, como veremos una acogida formidable…pero musicalmente no todo fueron alabanzas. La crítica de Adorno es previsible: Mahler cree que los asuntos sublimes garantizan también la sublimidad del contenido. Pero… ¿qué ocurre si no viene elEspíritu Santo”?...como maliciosamente dejó caer Pfitzner (frustrado pretendiente de Alma).
Mahler es torpe con las modulaciones imperceptibles y lisas y, de ahí, que prefiera los saltos bruscos. La Sinfonía suena durante largos tramos sencillamente diatónica, tras la armonía mucho más audaz de la “Séptima”. Strauss se burlaba de que en ella hubiera tanto “mi bemol mayor”  (¿no era esta la tonalidad del Preludio al “Anillo wagneriano”?).

Mahler  es congénitamente incapaz para el “Happy End”: ni en su vida privada…como se pondrá de manifiesto enseguida.

La Sinfonía está concebida para súper orquesta  y coro multitudinario. En realidad, Mahler, hubiera deseado que hubiera sido interpretada por toda la humanidad en un fin de semana largo…Ángeles, serafines y querubines…dirigidos por el mismo Dios, se encargarían de los instrumentos. Los elementos naturales añadirían la percusión y efectos varios: Sinfonía cósmica, total…en la que lo inorgánico actuaría de espectador…Catarsis absoluta…Vuelta acompasada al seno divino, al origen… (tal como deseó Orígenes).

¡Paren máquinas!... ¡excursión al Condis!… ¿imaginan vds. ir al Condis con 40 centímetros de loro, engarzado en el hombro izquierdo, lado del pendiente? ¿Lo imaginan picoteando, rabioso, a las señoras que pasan el tiempo correteando por los angostos pasillos de ese antro? ¿Intentando quitarles las gafas a las cajeras?... ¡YO…Sí!

 Gazpacho (productos del huerto) y calamares a la romana (con limón de Murcia): como anillos planetarios que han perdido el planeta… ¡Fácil!...media botella de Ribera y un fifti-fifti  con remolque de aguardiente de trigo.

¡Que suene de nuevo el “Veni Creator Spiritu”!...¡Lástima (¿) que Rabano Mauro no cobre derechos de autor!

Mahler empezó a tener problemas (su condición de judío, aunque converso, no era ajena) con la administración de la Ópera y con otras fuerzas vivas. Recordar que ya, años antes, cuando fue nombrado director de la Institución, lo fue con la oposición de la inefable Cósima Wagner y sus acólitos. Se sumó la tragedia del verano de 1907. (¡ya saben vds.!)

Bueno…esos problemas se resolvieron con la  rescisión del contrato y con un cambio de aires. La “Metropolitan Opera” de Nueva York le ofreció “El salario más alto jamás recibido por un músico: 75.000 coronas” (unos 230. Euros actuales) y completa libertad de acción. Debutó el 1 de enero de 1908 con un “Tristán” estremecedor.

Mahler seguía volviendo (abandonada la casa de Maiernigg, se refugiaban en Toblach) los veranos para componer (siempre fue un compositor de verano). En una de esas estancias acuerda con el productor-empresario  Emil Gutmann, de Munich, el estreno de la obra.

Gutmann: “Condiciones cumplidas. Imposible volverse atrás” Mahler temía una encerrona y que, finalmente, el estreno se convirtiera en un “espectáculo de luz y sonido”. Para asegurarse de que no fuera así, pidió a Bruno Walter que se encargará de las cuestiones artísticas y del “casting”. A Alfed Roller, la escenografía y la puesta en escena general…mientras que Gutmann se limitaría a las cuestiones administrativas y financieras. Lo de “Los mil” ya estaba hecho… ¡no había remedio!...La maquinaria empezó a funcionar a principios de año (1910).

Mahler  y Alma, como siempre, se trasladaron el verano al Tolbach. En otra “Propuesta” se relata lo que pasó ese verano: “infidelidad” de Alma con el joven Gropius; Entrevista de Mahler con Freud (que le descubre su “complejo de María”); llantos neuróticos, propósitos de enmienda, resignación, disimulos…dedicatorias que rozaron (y superaron lo cursi).

…¡en fin, lo normal!...

No era el mejor ambiente para una empresa de tamaño cósmico. Mahler se marcha a Munich, no sin antes besar y ponerse el anillo de Alma en uno de sus dedos… ¿en cuál? me pregunto, Se hospeda en una bonita suite del Hotel Continental  y telegrafía poemas diarios a Alma:

“El día se despierta de oro

Y por eso yo te adoro…stop.

Si fuera de plata…

¡qué mala pata! Stop”

En ese ambiente neurótico, espoleado por la desazón insumisa de Alma, Mahler conduce (ayudado por el joven Klemperer y tras escándalo…¡ya saben vds.! con su cuñado, primer violín) los ensayos de lo que considera “su misa”. Cuando acude a la estación a recibirla, hierve de fiebre. Las habitaciones están repletas de flores impacientes. Un perfume de desesperación los envuelve.
Por fin llega el día. Están todos los que SON… ¡y más!: Miles… ¡sin contar los 850 cantantes (vestidos de blanco) ni los 170 músicos!

Silencio  expectante… Mahler alza la batura... Alma “casi desmayada de emoción”…lo que no consiguió Tchaikovski con su “Obertura”…está a punto de conseguirlo Mahler. Baja la batuta y una ola espesa y frontal revienta en el rostro atónito de la concurrencia: “Veni Creator Spiritu”. Mahler dirige con las dos manos (¡¡) y con todo su pequeño y enfermo cuerpo. Su Alma se ha desprendido.


Digan Vds. lo que quieran, pero el asunto es más grave que el dudoso “escándalo de Marsella”* por el que se condenó y quemó en efigie al “divino marqués” (1772). También en este caso llovía sobre mojado.

Fue el máximo triunfo musical de Mahler. Su canto de cisne: moriría a los ocho meses. El tiempo se convierte en espacio, de acogida y de dispersión.  En ese “Χαος”, se disuelve la gran orquesta, funcionando como pequeñas orquestas de cámara: tríos, cuartetos, concertinos…produciendo un efecto “estereofónico” nunca oído. Predominio insólito de vientos, ampulosidad “pre-holliwood”… En realidad el “Tutti” sólo suena en los finales de las dos partes que componen la Sinfonía.

Media hora de aplausos y ¡bravos!...pero: “Este hombre morirá en seguida. Sus ojos no reflejan ni el triunfo ni la victoria; son los ojos de un hombre que está ya en los brazos de la muerte”…así reflexionaba en voz alta un agudo espectador.

“¡Mi hora llegará!”, había profetizado el músico como antídoto frente al fácil éxito de su rival R. Strauss. Su hora llegó a los 8 meses…su hora musical, aún tardó en llegar algunas decenas de años. T. Mann le escribirá y le dedicará “Alteza real”. La impresión que le causó el acontecimiento la proyectará (“Dr. Fausto”) sobre el estreno de “Apocalipsis cum figuris”, oratorio cumbre de Adrián Leverkühn.

No todo fueron parabienes: Otros vieron mera “ampulosidad”, en lo “cósmico”; “fatuidad”, en la dispersión orquestal;  “impostura”, en lo “místico”; “torpeza” e  “incapacidad”, en sus pretendidas innovaciones…

Bernstein, para acabar, resume: “Mahler está dando a un conflicto, a un tema particularmente judío, una solución cristiana” (Virgen María mediante)… ¡Quien tenga oídos para oír, que oiga!

Tras el éxito (de este su último concierto en Europa) al hotel, donde había alquilado una sala para atender a todos los invitados. Pasan unas semanas en Viena y en noviembre vuelven a Nueva York desde Cherburgo…ya, definitivamente, listo para morir.

Mientras tanto, Picasso (en Cadaqués) encuentra la naturaleza común de “fondo” y “forma”;  Kandinsky empieza a dejar atrás la figuración y Schönberg ha liberado la tonalidad…que con tanto esfuerzo y aplicación había establecido Rameau (tío del “inútil” sobrino y muerto tal día como hoy, del año 1764).

Para acabar sonará en el Esputifaif: “Night Watch” (King Crimson), inspirada en “Ronda de noche” de Rembrand. La oiremos en la versión recogida en el doble en directo, grabado en el Concergeboun de Amsterdam en noviembre del 73: David Cross, John Wetton, Bill Bruford y Robert  Fripp…la mejor alineación. Oigan como el “melotrón”, se pasea, también, por los espacios siderales. ¡Reconcíliense con lo que nunca debieron despreciar!










RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...