Buscar este blog

martes, 12 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, día 12 de noviembre. Pescailla y Canalejas



(*)Los arterísticos se refieren a "efemerísiticas razones"

Las (efímeras) “razones efemerísticas” nos conducen hoy a sucesos y personajes de enjundia. Juzguen vds mismos y díganme …

LaRazón Efemerística” ha reunido de forma indeleble a “Canuto el grande”, vikingo insaciable; a san Emiliano de la “Cogolla”, productor- recolector y a san Margarito Flores, mártir (y ajeno a la familia Flores)…como quedará claro más abajo.

Tal día como hoy, del año 1999, moría con el hígado hecho caldo, el gran “Pescaílla”: había nacido en Gràcia y moriría en Madrid. Lo del hígado, ya lo saben vds., no está dicho con el fin de minusvalorar o arrojar sombras sobre su persona ni sobre su arte perdurable; al contrario: ¡le honra!...pertenecía a la “cofradía de la uva” y era devoto de “Nuestra señora de las Viñas”.

Casóse con una sobrina de la gran Carmen Amaya 





      
(Este noviembre se conmemora el centenario de su (de Carmen Amaya) nacimiento y los cincuenta años de su muerte… ¡y como si nada!...Aunque sólo hubiera sido por ella (como en Sodoma y Gomorra) deberían haber dejado una barraca en el Somorrostro en recuerdo de la más grande artista que ha dado Catalunya (¿), de la más universal…¡sin discusión de ningún tipo!...un torbellino hecho carne…etc…etc...
Cada año las “levantadas” arrastraban a algún churumbel mar adentro y, sin embargo, seguían sacando arena del fondo costero con previsión burguesa, lo que (está estudiado y escrito…¡Gràcies, Lluís!) convertía el riesgo en certidumbre…¿Memoria histórica?...¡No es necesario irse al Ebro!...¡Nuestro Ebro reciente está en las playas que ahora ocupa el puerto olímpico y demás!... )

Y de paso un recuerdo a los inmensos “cantaores” y (“tocaores”) de “casa nostra”:
Miquel Poveda, Ginesa Ortega, Mayte Martín, Duquende, Montse Cortés, Juan Manuel Cañizares, Chicuelo, Juan Ramón Car, Pedro Siera, José Luís Montón…¡Y otro montón!





¡por vosotros este copuzo de Terry (de malla)!

Que suene en el esputofaif: “Bulerías de Luís de la Pica” por Montse Cortés.

Pues eso: casóse por lo gitano con Dolores Amaya. Fue padre de Toñi González Amaya. Tuvo sus escarceos. Empezó su carrera profesional. Se enamoró de Lola Flores y esperó a que se le pasaran (a ella) los ardores por Manolo Caracol (ni “caracoliflor”, ni “carabrócoli”….¡”caracol”!) y se casaron de madrugada y discretamente ¡en el Escorial!…temiendo, como a la peste, la aparición de la familia Amaya. 

Era el 27 de octubre (vean propuesta de ayer*) de 1957…cuando empezaban a bajar las aguas de las calles de Valencia.







   Asumió el banquillo sin protestar y, mientras “la Faraona” triunfaba en medio mundo, él iba haciendo sus cosillas…perfeccionando el “ventilador”, ritmo base (amb perdó dels lleidetans) de la “rumba catalana”. Peret le cogió el gusto y, con su permiso, la lanzó, como una bomba, en plena puerta de Brandeburgo. Y allí un servidor sería testigo de la locura de las masas ante su “borriquito como tú…tururú…”. Grabó algunos discos en “Belter” (con mi primo).

En su haber, las inconmensurables versiones de “My Way” y “Stranger in the nigths”. Al “Pescaílla” no le hizo falta saber inglés, ni siquiera cuatro lecciones de fonética inglesa…¡se bastaba él sólo para inventar una lengua, un idioma, que iba directo al corazón de los autodidactas fracasados!...¡Grande “Pescaílla”!...

Fue necesario el “Gran Gato” y su exótica dicción para que la cosa prendiera. Y prendió en los predispuestos…que con el “Gato” ocurre como con la “Transición”…¡todo el mundo participó en la lucha antifranquista!...¡No digo más porque me enciendo!...

Padre de Lolita, ¡Antonio! y Rosario. Tío de Quique Flores (hijo del madridista Isidro y de su “cuñá” Carmen). En 15 días vio morir a su mujer y a su hijo. Guardó el luto reglamentario y murió…¡en estado de gracia!

En su descendencia (ni en su ascendencia) hubo ningún Margarito Flores.

Y, ahora, como ni siquiera es la hora del ángelus, pillo el AVE a Madrid y en tres horitas me planto en la “Puerta del Sol”.

Chubasquero, gorro orejero y bufanda blaugrana de siete leguas. La verdad es que no causo impresión. Me siento en las gélidas sillas de “Casa Labra”. Pido unos “soldaditos de Pavía” y una frasca de Valdepeñas: “El que bien bebe, hace lo que debe”…y veo también lo de: “Si no pagas me descuelgo” inscrito a fuego sobre un “As de bastos”…¡Entendido!




 Como sabrán vds. aquí se fundó el PSOE…cosa que, hoy, no me interesa.

Tal día como hoy, del año 1912, frente al número 4 de la Puerta del Sol, cayó acribillado a balazos el “nosécuántas” veces ministro y presidente Canalejas. Cambió de chaqueta, pero ¡para lo que había!...Aquí vendría al pelo un “contrafáctico”.
Sea como fuere, Canalejas fue el brazo ejecutor de la ilegalización de la CNT, tras la Huelga General de 1911…y la CNT no se iba a quedar cruzada de brazos. La “propaganda por la acción” incluía, naturalmente, la sana costumbre de eliminar a los enemigos naturales…¡que van por tí…Oiga!
 
El presidente venía de departir con el monarca en el Alcázar y se dirigía al Ministerio de la Gobernación para un consejo de ministros; había pasado por su casa en la calle Huertas (¡¡) (“En la calle Huertas, más putas que puertas”). 
La semana estaba siendo agitada, desde lo local, hasta la arena internacional: la cuestión de los Ingenieros Industriales y su amenaza de huelga; el mitin del domingo en el que se escupió sobre la memoria de Ferrer i Guàrdia (Canalejas, a estas alturas, también compartía la opinión de que el pedagogo había sido un mediocre); la huelga de Alcoy; la situación en las Balcanes llegaba a su clímax. 
Para colmo había (en el hemiciclo) un grupito de carcomas que no paraban de exigir que le subieran el sueldo de una vez a los peones camineros…¡y no en doce años!...a ese ritmo no quedarían peones cuando finiquitara el plazo.

Había tomado un cortadito (¿o un trifásico?) en el café Lisboa, en los bajos de la casa Cordero. El Gran Bazar Unión (1º planta) anunciaba rebajas pre-navideñas. Canalejas pensó en la necesidad que tenía de ropa interior, pero lo dejó para otra ocasión (que nunca llegaría).

Hubieras salvado la vida si te hubieras entretenido en elegir un “b.b.b.” par de calzoncillos.

Años más tarde en uno de los bajos se instalaría la sórdida Cafetería Rolando (¡estrategia de la tensión!...¡Ya saben vds.!)




El tal Cordero era un maragato al que le había tocado el gordo de navidad en uno de sus primeros sorteos y con la millonada hizo construir el edificio con todos los adelantos de la época.

El tiempo que no empleó con los calzoncillos lo usó para echar una ojeada a las novedades en la librería San Martín (¡¡) esquina con Carretas: lo último de Felipe Trigo; “La Condena” de Kafka (V.O.), “El sentimiento trágico de la vida”; “Muerte en Venecia” (V.O.)… Se había decidido por el último y cuando tenía un pie en el estribo, se le abalanzó un joven, zamarra clara, pantalón azul marino, sombrero negro de ala flexible y la disparó dos veces, la segunda vez fue inútil. La primera bala de la Browning le penetró por debajo del oído derecho, le rompió toda la herrería, atravesó el bulbo raquídeo y le salió, como quien no quiere la cosa, por el oído izquierdo…”Por un oído me entra y por otro me sale”...y con esa certeza liberó su, ya de por sí, liberal
                                                                                                                    alma.

Manuel Pardiñas, natural de Huesca, pintor y anarquista (por más señas) fue reducido a guardespaldiles golpes y, cuando se vio perdido, pues con tanto mobiliario urbano y tanto elemento edilicio no encontraría escapatoria, se descerrajó dos tiros en la cabeza. “Hizo una extraña pirueta, dio dos pasos y se derrumbó a unos cuatro metros de la acera”. En el último momento quizá pensara en aprovechar las ofertas del “Gran Bazar Unión”.




 Otros dicen que pretendía, en realidad, matar al rey que, suponía, asistiría (dada la situación interna e internacional) al consejo de ministros: Hizo tiempo en el “Pombo” (“El café de los cagones”) un cuchitril “anacrónico”, famoso por sus  lácteos rancios, productores de cagaleras históricas. Tomó una “leche merengada” que le sentó como siete navajas de Albacete. Las prisas le hicieron cambiar de objetivo y lo hundió en la resignación: prefirió la muerte a la rechifla. La “extraña pirueta” de la que hablaba el ABC se explicaría por esa lucha interior entre el heroísmo, las prisas y la vergüenza... Después lo intentaría ¡Sancho Alegre!

En el bolsillo del gabán: una fotografía de una mujer…” a mi inolvidable Manolo”, 5 duros de papel, un trozo de “Astronomía Popular” de Flamarion y el ABC del día anterior: Era martes y la luna, esa noche, abandonaría la invisibilidad.

En el ABC del día 11 pudo constatar la insistencia del mecanógrafo (lista cédula nº 982) que llevaba ofreciéndose ¡con máquina propia! dos meses y no había dios que lo contratara. Había leído de la detención, en París, de un camarada por el asunto del crimen de la oficina de correos de Bezons. Pudo inundarse de propaganda de estomacales contra la diarrea (¡no se lo creyó!); de bálsamos contra la gonorrea; de elixires contra la obesidad; de piensos milagrosos que hacían poner huevos (a las gallinas) de forma ininterrumpida; pudo leer que un sacerdote instruido y joven, se ofrecía como administrador. 
Pudo leer, además de las aventuras de Arsenio Lupin, que de Cádiz zarpó el “Valvanera”, de anochecida, con rumbo a la Argentina, “llevando a bordo unos 300 pasajeros, entre los cuales algunos viajantes de comercio catalanes. Lleva, además, unos 1.000 emigrantes andaluces, extremeños y gallegos”.

Para colmo, la noche anterior había visto por “n-sima” vez el “Don Juan Tenorio” en el “Cervantes”…y acababa de comprobar cómo el gordo de la semana caía en el 219 y él había comprado el 5834…Y todo eso sin contar los incontables (por definición), rústicos, accidentes y trifulcas que acababan, por lo general, en muertes sin contemplaciones. Tanganas que desgarraban como garras de rapaz las noches no demasiado frías de este veranillo de san Martín…un mundo a la deriva al que él, en la medida de sus fuerzas, quería poner fin.

Los Servicios de Inteligencia, por su parte, estaban con la mosca tras la oreja…¡como siempre!...No lograron, sin embargo, formular ninguna hipótesis y la cosa quedó como “una cruzada en solitario” (Chester Himes*)

El hecho fue la ocasión para que Pepe Isbert (26 años) debutara en el cinematógrafo.

 ¿Ven vds.?...¡No hay mal que por bien no venga!

Y para que “Jakim Boor” (¿les suena? ¿Si les dijera que murió en su cama tras 36 años “de paz”?) pertrechara un libelo contra los masones.

 --Camarero:
“Dos dudas en que escoger
tengo, y no sé a cual prefiera,
pues vos sentís que no quiera
y yo sintiera querer”  (Juana Inés de la Cruz*)

--¡Pues no sé qué decirle, caballera!
--Pues…¡una banderilla de atún en escabeche!...Pero en el plato ¡oiga!...y ¡calamares!
--¡Tiene guasa!...¡Oído cocina…dos arpones!
--¡¡Marchaaando!!
--¡Qué tranquilidad!  ¡Qué paz!
--¡Y que lo diga, caballera.
--¿?!

Por la acera de enfrente pasan unos “borriquitos con chándal”. Una gitana rumana me pide algo para el niño (en edad militar) que lleva en brazos. Un rufianesco conductor disputa por un aparcamiento con una señora entrada en años. Las sirenas rugen y, a lo lejos, unas pancartas ilegibles se inflan como velas en alta mar. Me pimplo lo que queda de Valdepeñas y empiezo la ronda del orujo.

Ambiente perfecto para que “Ataúd” Ed Johnson y “Sepulturero” Jones (Chester Himes*) desarrollen su sarcasmo. Ch. Himes completa el triunvirato, junto con Hammet y Chandler. Eligió Moreira para vivir sus últimos años y para morir. Si alguna vez van por allí, no olviden poner una flor sobre su tumba. 





Con ese regusto tan madrileño a calamares refritos abandono la gélida (pese al veranillo) terracita y, cruzando ese oasis de tranquilidad que es la plaza del Sol…quilómetro cero de la nada… me interno por Carretas; veo el “Pombo” convertido en sede de organismos oficiales y sigo, “tristeando” (¡¡) hasta Atocha. AVE de las 20 h: Tarjeta Dorada…así que ¡Preferente! Me soplo cuatro botellitas de Rioja perrero, un tentempié y un carajillo con remolque. Me pongo al sudoku difícil y antes de completar línea ya estoy bajando en Sants.

Pescailla frita”(con limón de Murcia) y cebolleta (“greens onions”) rehogada (en honor de Booker T*) y, como no quiero mezclar churras y merinos*, me olvido de Negrín*, de  la Pasionaria* y de Rodin* (¡valga el “rodolí”).




                                 
De quien no quiero olvidarme es de Borodín (¡el mejor de “los cinco”! y como prueba del afecto que profeso a este especialista en aldehídos y “compositor (autodidacta) dominguero”, depositaré mi confianza en su “Nocturno” (del segundo “Cuarteto de cuerdas”)…con la esperanza de que me deposite en los brazos de ”Morfeo”…Si es necesario continuaré con su “2ª sinfonía” (o viceversa).

Bona nit!














.


lunes, 11 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, día 11 de noviembre. Armisticio en Compiègnes





“El Imperio Austrohúngaro ya no existe. No quiero vivir en otro sitio, ni se me ha pasado por la cabeza emigrar. Me conformaré con vivir en el torso e imaginar que se trata de una escultura completa” (Freud. Diario: 11 de noviembre de 1918).

5 tostadas con aceite y orégano. Mis Custodios quieren participar de este sencillo ágape. Con el carajillo hacen mohines, pero se lo pimplan:

--¿Qué te parece, Aurora?

--Demasiado espirituoso para mi gusto.

--Yo lo encuentro divino, dice Clara.
La cuarta, repite.

--Venga que a las 11horas y 11 minutos de este día 11 del mes 11…O sea, dentro de dos horitas tengo que estar en Compiègne.

--¡¡No olvides la ropa interior!! (a coro y riendo a carcajadas)

--¡Ni vosotras las alas!

Bolsa de condis, chubasquero, bufanda blaugrana de siete leguas, gorra-Ignatius y petaca de Terry (de malla).

¡Paso al jubilado jubiloso!

Por sobre “la sin fin llanura de la Fortuna”, (“al filo de Francia”), aterrizamos en las proximidades de” París 1919”…John Cale, nos ha amenizado el viaje.


 


Tal día como hoy, del año 1918, se firmó en Compiègne el armisticio (entre los aliados y Alemania) para el frente occidental…el oriental estaba hundido. Las duras condiciones serían confirmadas en Versalles. Aunque el “pacto” estuvo listo a las cinco de la mañana, no sería hasta las 11 que entraría en vigor (como una columna de fusileros con la bayoneta calada:11-11-11’11) Durante esas horas se pimplaron las reservas de calvados de todo el regimiento y cantaron todos juntos la “Marsellesa” y el “Deutchland über alles”. Años más tarde (1942) los alemanes volverían y tomarían Vichy, el símbolo de Francia, dejando a los franceses sin el inevitable y orgulloso eructo del mediodía…Era otro 11 de noviembre.



 
El desvalido vagón sufría en silencio las canalladas de la historia.

Ya saben vds. la maniobra de los militarotes imperiales: rendirse en secreto, hacer mutis por el foro y reaparecer con lo de “la cuchillada por la espalda”…”el ejército alemán nunca fue vencido en el campo de batalla”…etc…etc

En el Hospital Militar de Pasewalk (Stettin) el cabo Adolfito, de bigote pinturero, recayó en la ceguera de la que ya se estaba recuperando:

“Me resultó imposible permanecer más tiempo allí…Mientras la vista se me nublaba, regresé tambaleándome y a tientas al dormitorio común, me arrojé sobre el lecho y enterré la cabeza ardiente en la manta y la almohada”…¡lástima que no te enterraras entero en cal viva!...

A la de Sebatian Haffner y a la monumental novela de Döblin añado la obra de Margaret MacMillan (“París, 1919”). Ahí está todo lo que hay que saber.

Bueno, pues aquí estoy, aterido de frío, en este claro de bosque convertido en pequeño parque temático de regusto nacionalista: El general Folch; unos cañones; un tanque “a lo Oldenburg”; la inevitable plaquita, banderas y un pabellón-museo donde la pieza más apreciada es la corneta que un pobre desgraciado hizo sonar a las 11 horas y 11 minutos de aquel 11 de noviembre del año 1918…Y un vacío central donde se colocó el vagón acondicionado para la ocasión.

Me amorro a la petaca y cierro los ojos…cuando acabe de beber habrá desaparecido tanta idiotez y mal gusto…pues no…no ha desaparecido. Soplo de nuevo…¡por los pocos que se opusieron a la carnicería!

“Señora de las Viñas, ¿Cómo sostener sobre nuestros hombros tanto cielo
cómo sostener tanto silencio con todos los secretos de los árboles?” (Yiannis Ritsos*)

El cielo plomizo de noviembre no invita a nada. Me lio un cigarrillo “lucki luke”, y dejo la colilla en la boca del águila desmochada: “¡A los heroicos soldados de Francia: defensores de la Patria y del Derecho!”…por dios…¡suelten de una puta vez el águila!...y ¡métanse el “Derecho” y la “Patria” por su ancho culo! 






Cómo era aquello de…”cuando oigo la palabra “Patria”, echo mano a…”?

Ah!... ¡los militares y su gusto por la metáfora…!

Diez millones de muertos y el doble de desaparecidos, heridos y mutilados…caben en un águila desmochada. Seguro estoy que sacrificaron a la rapaz para que posara sin sobresaltos.

En fin!...¡me largo!...carretera D546…"Paseo de Frankfurt" (¡¡) y ya estoy en el centro de la noble (¿y heroica?) ciudad, que se dispone a devorar pies de cerdo y lengua de vaca. Con mi atuendo parezco un borrón innoble recorriendo los inmaculados renglones en los que dios escribe como le viene en gana.

Plaza del ayuntamiento: “Bistrot du Terroir”…¿Terreur?...bien podría serlo: ciudad sepulcro de antiguos reyes: “El Viejo”, “el Laborioso” y mi estimado “Tartamudo”. Ciudad trampa para Juana de Arco que aquí fue atrapada por los ingleses y entregada a los de Borgoña…Aquí pasó Desnos (¡el de los sueños!) una temporadita en el infierno, lleno de grávidas pesadillas. Y de aquí salieron, dialogando, hacia “La Grève”, las dieciséis carmelitas (alguna novicia). Allí les cortarán la cabeza: ¡Era el Terror! Casi todas componentes del coro…así que todas las cabezas acabaron con la boca polifónicamente abierta. El último acorde sonó como suenan las palabras al despeñarse en las noches blancas de San Peterburgo: “Pianísimo sfumatto”…Otras dos murieron de las “fiebres de Saint-Vallier”.





Bernanos:”Diálogo de carmelitas” y François Paulenc (ópera homónima): ¡Oigamos un trocito!

--Garçon…Vous pourriez mettre un chauffe-ici.

--¡Sólo faltaba eso !...Con la que está cayendo y que venga UN cliente, UN SOLO cliente y me pida una estufita porque tiene frío…¿no le parece más adecuado tomar lo que tenga que tomarse en el acogedor interior y dejarse de excentricidades ?...Que, por cierto, de excentricidades…¡vd. va sevido !...¡mon dieu !...Una pérdida de negocio del 30% y llega un garabato y me pide una poêle…

--Sólo le he pedido una estufa no un análisis de coyuntura ni, menos, apreciaciones estéticas.

--Pues, no. ¡No tenemos estufas !...¡ni que fuera vd. Descartes !....¿Qué digo Descartes ?…¡ni que pensara vd. !

--¡Gracias, buen tabernero !

--¡de NADA !, destartalado viajero.

Mi experiencia me dice que fuera de este « bistrot » no encontraré otro en quilómetros a la redonda ; así que cedo y entro como un espectro, como una sombra con orejeras. Pido una botella de calvados.

--Inmediatement, monsieur !  Soyez vous bienvenues !

Mientras me pimplo mis buenos centilitros pienso en el destino del vagón,  que sufrió la vergüenza de ser el continente de esos trejemanejes de la historia.

Era uno de los 21 vagones-restaurantes de lujo (el 2419-D) que la « Compagnie Internationael des Wagond-Lits » (CIWL) encargó, en 1912, a la empresa « Societé General des Ateliers de Saint Denis » con destino a las líneas interiores : Dos bogies de dos ejes ; madera de teca ; amplios ventanales…

El vagón predestinado, fue entregado el 20 de mayo y empezó a trabajar el 4 de junio, llevando y trayendo pasajeros de París-Montparnasse a Saint Briens (Bretagne) (y viceversa). Su vida era, pese a su naturaleza, rutinaria y placentera. Nada hacía presagiar que la providencia le tenía reservado un futuro lleno de inesperadas metamorfosis…y un final  explosivo.

De entre los 21 fue elegido él…al que se sumaron un vagón cama, un coche salón, otro vagón gemelo…además de dos furgones (de cola…como los pianos)…¡Necesidades del Ministerio de Guerra !
Y de los cuatro la desgracia volvió a cebarse en él : fue habilitado como despacho y sala de reuniones del General Foch : mesa de 2’5 x 1’5, diez sillas, mapas (digo yo sino habría alguna reproducción de la « Imago Mundi » de Pierre d’Aylli, natural de la contorná, inspirador de Cristóbal Colón), aparatos de comunicaciones, secretaría…así hasta convertirlo en un verdadero despacho militar.  

Empezaba Octubre y Alemania ya había pedido, a escondidas, un alto el fuego.

El 27 de octubre (mientras Liebnekch sale de la cárcel) el vagón es conducido, de noche y por vías recónditas…como apestado…a una antigua zona de maniobras en el hermoso bosque de Rethondes, muy cerquita de Compiègnes. Al cabo de unos días empezaron las negociaciones secretas que culminarían en el Armisticio del 11 de noviembre.

Observen vds. la pintura que recoge el momento álgido. Fíjense en las sillas…¡exactamente iguales a las que soportan mis posaderas y las de mis invitados !...¿Quién lo iba a decir ?...Unas sillas idénticas a las que soportaron a la delegación alemana, encabezada por el civil (y futuro asesinado) Erzberger  y a los anfitriones, capitaneados por el mariscal Folch.

--Garçon… ¡la carte !...y cuélgue mi impedimenta en la percha. Gracias.

--¿Ha visto  vd.  el frío que está haciendo ?

--Je vais prendre  « Croustillan de pied de porc et tête et langue de veau avec de la sauce gribiche »…¡con alcaparras !

--¿Algo más ?

--una botella de Borgoña (¡¡) tinto…y « teta de monja » (o de novicia, tanto da).

Amablemente la CIWL donó el desgraciado vagón al Ejército francés que lo colocó, como correspondía, en los Inválidos: “Vagón del mariscal…..donado al….”. Dejado a la intemperie, se fue transubstanciando de manera vertiginosa... En 1924 un americano, de la saga de los Flemming, construyó un pabellón en el sitio original con intención de que, allí, gozara del descanso merecido: 

“Este edificio….11 de noviembre…Flemming…Pasadena…”. ¡En presencia del mariscal!

Por cierto, en Pasadena daban los últimos retoques a la “carreta madre” (¡la 66!) que se inauguraría el 11 de noviembre de 1926.

Los aguardientes los amenizo con “(Get your kicks on) Route 66”…en las versiones de Nat King Cole, Chuck Berry, Rollins Stones…

Le pago con un ojo de la cara…y el otro lo reservo para contemplar las maravillas que encierra esta noble y deportiva ciudad (¡la más deportiva de Francia!).

--¡No olvide sus complementos!

--Ni la botella de calvados

En un momento estoy en la plaza de Saint Jacques, giro la cabeza como la niña del exorcista (me falta el izquierdo), veo la lúgubre silueta de la ¿inacabada? iglesia y me precipito al bar saint Hubert…desde la ventana puedo seguir mirando.

Juana de Arco salió de rezar (de esta iglesia) se dirigió al puente y allí la atraparon.

--Monsieur…vous ne pouvez pas entrer avec boissons.

--¡es agua !

--¡déjeme probar, sinvergüenza !

Y, en efecto, era agua…Se había producido el milagro : « ¡Hijo no tienen agua ! »... »¿Qué nos va a tí y a mí ? »... »Pero…¡hijo « !...lo miró con turbios ojos de abstemia y el Hijo no tuvo más remedio que convertir el calvados en agua pura de Vittel. Tal día como hoy, del año 1215, el concilio de Latrán dirimió para siempre la doctrina de la transubstanciación : un milagro de mal gusto : ¡convertir el vino en sangre !...¡el pan, en carne !...milagro  de mera supervivencia, sin elegancia…

--« Póngame, sin embargo, como muestra de buena voluntad, una botellita de calvados »

--Soyez bienvenue !

--Y cuelgue mis pertenencia en las astas del ciervo.

En 1940, ante el avance teutón. Francia se vio obligada a pedir la paz. ¡Llegó el momento de la revancha !

Los alemanes dinamitaron el pabellón que contenía el olvidado D-2419 y lo volvieron a colocar en el punto exacto en el que se encontraba aquel infausto  11 de noviembre. Hitler (Goering, Hess, von Ribbentrop y Keitel) mandó a llamar a la delegación francesa, de la que ya ¡por fin ! no formaba parte el inevitable Folch (en consecuencia no se pimpló).





Acabada la ceremonia, el atribulado vagón fue transportado por carretera, en olor de multitudes (¡¡). Llegado a Berlín fue expuesto en la plaza Lustgarten. Pasó a la estación de Anhalt y de allí a una base de la Wehrmacht, en los bosques de Turingia.

 Y aquí empezó el vía-crucis, que se iba haciendo cada vez más doloroso, según la guerra se iba inclinando del lado de los aliados : estación de Sperenberg, estación de Rhula, estación de Ohrdruf,estación de Crawinkel…siempre cubieto con un sudario. El carromato pedía (clamaba) que se pusiera fin a su eterno deambular…Y así fue : lo internaron en la espesura y, allí, le volaron los techos y lo transubstanciaron en cenizas.

Nadie le agradeció los servicios prestados ni se disculparon por el innoble trato…Se habían librado de repetir la escena de Compiègnes.

Los americanos encontraron algunas astillas.

Me pimplo un vaso de aguardiente de manzana a la « salud » del D-2419…y porque se pusiera fin a tanta recurrencia.

Los franceses no podían dejar ASÍ la cosa. Pidieron una reconstrucción del vagón. La empresa recorrió medio mundo (Grecia y China incluidas) y encontró restos del gemelo 2439 y a partir de esos restos y sobre los planos originales, fabricaron una réplica que fue colocada tal día como hoy, del año 1950, en el recostruido pabellón del « Claro del Armisticio » de Compiègnes…junto a la corneta de 1918.






--¡Chicas…la hora !

Revuelo de cortinas…perfume de nuca angelical…El camarero (« Temor  y temblor »*) da un « salto de fe »* y se hace devoto de la deliciosa religón de la calle del Corno.

--¡La casa invita !

--¡¡Insólito !!


H.M. Enzensberg (nacido tal día como hoy, del año 1929)

« No leas ninguna oda, hijo mío,
lee los horarios de los trenes: son más exactos.
Abre el mapa del mar antes de que sea tarde.
Estate alerta, no cantes.
Vendrá el día en el que volverán a colgar listas
en las puertas y pintarán marcas
en el pecho de los que dicen no.
Aprende a pasar desapercibido,
aprende más que yo:a cambiar de barrio,
de pasaporte, de cara.
Aprende la pequeña traición,
la sucia salvación diaria.
Provechosas son las encíclicas para encender fuego,
los manifiestos: para ligar mantequilla
y sal, para los inermes.
Ira y paciencia son necesarias,
para soplar en los pulmones
del poder el fino polvo mortal,
molido por aquellos que han aprendido mucho,
que son exactos, por ti.”



Durante la revolución española, en Compiègnes funcionó un albergue para niños españoles.

RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...