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sábado, 9 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, día 9 de noviembre. SEGUNDA SERIE. Apollinaire. Velocidad de la luz.


(Los asteriscos * remiten a razones efemerísticas)

Si alguna tarde les da por pasear su melancolía por Saint Germain (París, naturalmente), deténganse ante el 202. Eleven la vista. ¿Ven los ventanucos que miran asombrados? ¿Los ven? Bueno, pues en un de esas buhardillas habitaba Apollinaire desde 1913. Y allí murió tal día como hoy del año 1918.

"Pero Guillaume
APOLLINAIRE
acaba de
morir"
(Breton a Aragon)

"El poeta asesinado", que había sobrevivido a un obús, hacía días que se encontraba mal. Una fiebre infernal lo consumía. Sus amigos iban y venían, menos Max Jacob, que no se movió de su lado. Se llamó al prestigioso dr. Capmas, quien no puedo hacer más que diagnosticar: Gripe española, procedente de USA. Mató más que la metralla y más indiscriminadamente.

En los bajos del edificio está el Café-Brasserie Le Bizuth. Pídanse un cóctel "Apolinaire" (sic) y pidan a continuación una bacinilla para vomitar: vodka, zumo de fresa, licor de fresa, zumo de limón y champagne. Comprueben que sean las cinco en punto de la tarde.




La cosa empezó en Montmartre... Picasso llevó a Max Jacob al Bar Austin Fox, en la Amsterdamm, con el fin de presentarle al poeta de nuestro tiempo. Y alli estaba el, por el momento apátrida, Kostrowitz (Guillaume). Les tendió su mullida manita y pasó a relatarles aventuras de Fantomas, confidencias sobre Nerón y Petronio, les habló de Búfalo Bill y, sin duda, les citó la segunda catilinaria* de Cicerón. Picasso pagó las consumiciones con resignación.... Y acabó, como saben, en la Rive Gauche. Entre estos dos escenarios, toda una acumulación de prodigios... y en todos estuvo presente el polaco-romano-francés que, en ese momento entregaba, caligramáticamente fastidiado, su alma (?): ¡No quiero morirme!, decía; ¡Aún no! ¡Tengo mucho que decir! (y calló para siempre). No te quejes, gordinflón, ¡mira cómo quedó la pobre Marie Jane Kelly *!: Le robaron el corazón... y ¡hasta sus últimas palabras! Por lo demás, ¡TÚ elegiste voluntariamente la guerra!


lean la entrada 31 de agosto http://kinomoriarti.blogspot.com.es/2013_08_31_archive.html

Cubierto con la tricolor fue conducido a la cercana iglesia de Santo Tomás de Aquino y, hecho lo que tuviere que hacerse, conducido al Père Lachaise. Le fueron rendidos honores militares y poéticos, mientras la multitud festejaba el armisticio victorioso al grito de "Mort á Guillaume!!". El "encantador putrefacto" lo atribuyó al éxito universal de sus "Once mil vergas" y de "Las mamellas de Tiresias", sin caer en la cuenta de que el Káiser era su tocayo y que la guerra habia terminado.. El pájaro de Benin y Tristouse Ballerinette le construyen una estatua de vacío en los bosques de Meudon. Su muerte cerró una época; la nueva se había abierto con la muerte de Cravan y la inmediata de Vaché. "Los tres mosqueteros" esperaban a Tzara.

En estos momentos el último rayito de sol, el verde (que diría el otro), chocará contra la cristalera y rebotará en la vergonzosa copa del cóctail. ¿O ha sido al revés? Un inaudible sonido cristalino dará siete vueltas a la mesa y se disolverá euridicianamente. No puede medirse el tiempo que tarda el rayo de sol de ir de la cristalera a la copa (o al revés), sin embargo, creemos que algo ha sido antes y algo después. Galileo lo intentó en las colinas de Florencia. Tampoco pudo, y concluyó que la velocidad de la luz era infinita. Y, tras él, todos lo creyeron... hasta el 9 de noviembre del año 1676.

Cassini (italo-francés), fue un especialista en Júpiter y sus lunas, descubiertas por Galileo. Nada ocurría por allí sin el conocimiento (¡cuando no el permiso!) de Cassini. Algo había, sin embargo, que le consumía: el caprichoso comportamiento de la joven y torturada Io. No era capricho, era errancia...impuesta por la necesidad. Mandó emisarios a Uraniborg con la esperanza de recuperar los instrumentos y estudios de Brahe. Sólo encontraron ruinas atravesadas por la humedad de los estrechos .... y un joven prodigio: Roemer.



Bueno, en realidad, yo soy un científico. La Astronomía, así en general, y la física de partículas (en particular), son mis verdaderas pasiones. No le hago ascos a la biología, ni a la geología y la neurociencia es otro campo en el que me muevo con atrevimiento. Por ese motivo, porque soy un científico, he venido a París, hoy domingo 9 de noviembre del año 2014, acompañado por mi mujer; hemos tomado una habitación (180 del ala) en el Austin-Fox y, tras sincronizar nuestros relojes, le he dado instrucciones claras y concretas (y una linterna): "A las 17'30 deberás encender la linterna en la segunda planta de la Tour Eiffel... ¡y enfocar hacia Notre Dame! Yo estaré en el Pont des Arts." 


Dejo la bacinilla llena y el ojo izquierdo, y corro hacia el puente. A las 17'30 en punto veo la luz (de la linterna). Conclusión: la luz se transmite de forma instantánea. Ven qué fácil. Pero...¿Qué pensarían Vds. si la luz hubiera sido vista por mí a las 17'33? Podrían responder que nunca se ha dado ese caso. Entonces yo les contestaría explicando el "caso Cassini".

Vuelvo adonde la bacinilla y espero a mi mujer para comentar el resultado del experimento y acabar de quedarme ciego. Llega mi mujer y pregunta si lo ha hecho bien. Pedimos la merienda-cena: una ensalada para ella y un plato de caracoles para mí. Vino a discreción para los dos. El camarero, desde la puerta de la cocina, amenaza con estrangularme cuando me pille solo.

Cassini, como todos, estaba convencido de la velocidad infinita de la luz. Sin embargo, en el caso e Io las observaciones nunca coincidían con las previsiones teóricas: O aparecía un poco antes o un poco después. Con el fin de no alterar el postulado fundamental, se propusieron hipótesis ad hoc. Roemer, el genio venido de Dinamarca, supuso, en un estupendo giro copernicano, que la velocidad de la luz era finita, así que tardaría más en llegar a la Tierra si esta se encontraba más lejos de Jupiter y para contrastar la hipótesis y solucionar de una vez la errancia de Io, propone un experimento crucial que se llevaría a cabo tal día como hoy del año 1676.

Según los cálculos de Cassini, la luz de Io tendría que llegar a las 17'30 en punto. Dieron las 17'35 y la luz no había llegado. Pasó otro minuto...¡y nada! 49 segundos después de las 17'37 pudo verse el resplandor de la atormentada Io. Así lo había predicho Roemer, bueno más o menos. En lo esencial la razón cayó de parte del danés. Quedó demostrado que la velocidad de la luz era altíiiisima, pero finita: 300.000 Kms. Por segundo, kilómetro más o kilómetro menos.



Las consecuencias de este descubrimiento fueron cruciales y, según me ha contado mi mujer, que en este momento se lleva un brote de canónigo a la boca, llegado a ese límite, cualquier intento por incrementar la velocidad (aumentando la energía) revierte en aumento de la masa. Eso es algo que, claro, Roemer no sabía. Hizo falta que Faraday uniese al campo de la "energía" (electricidad y magnetismo) y que Lavoisier hiciera otro tanto con la "masa" para que Einstein hiciera saltar todo por los aires unificando "energía" y "masa" mediante un factor de conversión, que no era otro que la cifra calculada por Roemer y que, por respeto a la antigüedad, llamó "celeritas" (c). Así, rotos los principios de conservación de la energía y de la masa, por separado, quedó establecida la conservación del continuo energía-masa. ¿Qué les parece? O sea que la energía se convierte en materia y la materia en energía, según la famosa ecuación de Einstein.

Cuando nos levantamos de la mesa, ya sin ojos (y con un riñón menos), un cliente, a quien parece que la energía se le va convirtiendo en masa, ocupa la mesa con premura. Si fuera martes, tomaríamos el (pen)último alcohol en el Flore.

No crean que me olvido: he votado Sí Sí... aunque lo haya hecho por mi querencia hacia el Imperio Austrohúngaro... ¡y qué!







viernes, 8 de noviembre de 2013

Propuesta para la mañana de hoy, día 8 de noviembre. Estética de la resistencia.



Tengo a mi alrededor un cachorro (dicen) de perro. Negro…¡con manchas negras!: “Negro sobre negro”: como un Rodchenko.  Me aseguraron que era mezcla de Labrador y Golden y ha resultado ser un pitburg en toda regla. Mientras escribo lo que escribo, el chucho está comiéndose medio sofá…¡no importa…iba a tirarlo!...si le chisto, me clava sus ”ojos de miel”, se relame y parece apuntarme en “la lista”. ¿Recuerdan vds. Mefistófeles disfrazado de perro? Muerde y gruñe (y viceversa)…¡y de cachorro, nada!...Este bicho está más picardeao que tras 24 meses de” mili”. 



 
                             
Si me levanto, me persigue y se me lanza encima, como si jugara… ¡pero yo que no juega!...¡me está midiendo, el muy cabrón!

Si por una de aquellas se encontrara esta crónica inconclusa, sepan vds. que habré sido devorado por este mamífero. Si sobrevivo…habrá que discutir quién se queda y quién se va… ¡No digo más!...¡Quieto, bicho!

Doble tentempié y un (¿) carajillo. El suyo (tentempié) lo ha engullido como tocinillo de cielo…¡zzup!...yo he de hacer lo mismo. Continúa con el sofá. Ya ha llegado a las entrañas y comienza la nevada. Hago como si nada. Y doy gracias al cielo por conservar la mano.

“Mi padre, socialdemócrata desde joven, seguramente el único preso político que había sido arrestado por la policía de su ciudad natal húngara Nagy Emöke acusado de agitación contra la instigación bélica de la Austria imperial y real, obligado después a cumplir el servicio militar había sido trasladado gravemente herido en la primavera de 1916 desde el frente de Galitzia a Alemania, y una vez dado de alta en el Hospital Militar había fijado su residencia en Bremen. Aquí nací yo el 8 de noviembre de 1917. Mi padre había encontrado trabajo en los astilleros del Wesser, y gracias a su labor en la “Asociación Cultural Obrera” había entrado en contacto con el periódico “Arbeiterpolitik” que mantenía relaciones estrechas con el Spartakusbund.”

(El autor de estas líneas, sin embargo, nació exactamente un año antes: o sea, tal día como hoy, del año 1916: Peter Weiss…)

¿Han leído vds. “La Estética de la resistencia”?...¿No?...Pues…¡a qué esperan!...La obra más grande producida en lengua alemana “en lo que va de siglo” (XX) …(¡y no lo digo yo!)…les espera. Fue publicada entre el 75 y el 81.

La Epopeya (no viene de Popeye, ¡no!) de la clase obrera europea, que, espoleada por el éxito de la Gran Revolución Rusa, se lanzó a la conquista del poder en todas partes. Es, también (sobre todo) una grandísima Tragedia: la de la clase obrera europea que, espoleada por el éxito de la Gran Revolución Rusa, se lanzó a la conquista del poder en todas partes… y en todas partes fracasó: por el combinado letal de inmunda traición, impericia, indecisión y fuerza bruta organizada y subvencionada.

Una obra que huye de la ficción y se construye sobre toneladas de documentos e informaciones reales y veraces. La vida es la mejor “historia”… ¡Basta de invenciones!...Un testimonio imperecedero de la forma y condiciones de vida de la clase obrera consciente de su papel en la historia.






                                                                   
Si la fiera me deja (ya se ha tragado el medio sofá y se dispone a deglutir el otro medio) continuaré. Antes, un fifti-fifti para templar los nervios. La borrasca se intensifica

La obra está dividida (en realidad son tres libros) en tres grandes apartados:

1.      Revolución alemana y Brigadas Internacionales (España)
2.      Exilio Sueco (círculo de B. Brecht)
3.      Oposición interna al nazismo

Tiempo habrá para ir entrando en harina.

De momento me detendré un poco en la primera parte de la primera parte:
Necesidad de incorporar e interpretar a nuestro favor toda la cultura pasada. El arte como forma de conocimiento y de placer, no sólo como “arma”. El “realismo socialista” humilla al trabajador al suponerlo incapaz del goce estético. La burguesía se apropia de la “alta cultura” y nos vende la “Tecnología” y la “Informática”: Ellos pueden asistir a sesiones de ópera…tienen acceso a todo un mundo que nos es negado desde la cuna y que no conseguiremos dominar sino con arduos esfuerzos, añadidos a los ya de por sí arduos del trabajo. Hemos de apropiarnos de aquello que los nuestros realizaron, ¡aunque fuera por encargo!

Desde el Altar de Pérgamo hasta el video-art, pasando por Giotto, Deineke, Bacon…

Desde Homero a Bolaño, pasando por Dante y Platonov…No olviden "El Paraiso Perdido" (aunque sólo sea por razones efemerísticas)

Desde Gesualdo hasta Stockhausen, pasando por Wagner…

No sólo la cultura POPular…¡Tomemos el Palacio de Invierno de la Cultura!...Y pimplemos en loor del Espirituoso Santo…AMÉN.

El padre del personaje (“alter ego” de P.W.) se establece en la Brautstrasse, en la orilla oeste del Wesser, allí donde termina la isla arenosa del río. Es una calle corta que desemboca en la Westerstrasse. Pues bien…justo en la esquina tenía una taberna-restaurante el futuro presidente Ebert (a quien mañana veremos en una actuación estelar). Había trabajado como talabartero, en su Heidelberg natal, fabricando albardas y aparejos para mulas y como tal había recorrido Alemania, antes de ponerse el mandil, dejarse bigote-perilla y disponerse a servir cervezas en botas de dos litros. Cuando el eco de sus hazañas recorrió medio mundo, la taberna tomó el nombre de: ChezPrimer presidente de Alemania”. Él, por entonces, ya no servía cerveza. Se aplicaba concienzudamente, con su lacayo Noske, a masacrar obreros. Cuando hubo “pacificado” Berlín, se volcó con toda la paciencia de albardero, a la “pacificación” de Bremen, su querida ciudad y al martirio de su estimada clientela.

Es tontería ir. En todo el triángulo que forman las calles mentadas y la Grunenstrasse…sólo hay un bar…y se llama ¡”Bar Terror”! (“Furcht bar”)…un murciélago adorna (¿) la fachada: Un rasgo de humor irónico. ¡Imagínense vds. de camarero a Noske…sirviendo vasos de granadina (con tropezones)!...Recuerden vds. que hoy se celebra el aniversario de Bram Stoker (1847). Dentro todo un muestrario para amantes del género.

    











Si siguieran vds. el río hacia su desembocadura se encontrarían con la empresa Louis Krages, dedicada al comercio de madera (¡entre otras cosas!)…allí, durante veranos, me dediqué a apilar maderos según longitudes, a descargar barcos, a escaquearme y a beber vodka de primera calidad recién llegada de los puertos soviéticos. Allí leí por primera vez a los cásicos del marxismo en Ediciones Progreso (Moscú. URSS).

¿Conocen vds. al piloto automovilístico “John Winter” (nada que ver con el rockero)?...¡seguro que no!...pues es un vástago de la riquísima familia Klages, que, por discreción (y por no dar un disgusto a su madre) se puso un alias. Llegó a ganar las “24 horas de Le Mans”, junto con el gran Barilla y su compatriota Klaus Ludwig (¡¡). El infeliz se suicidó en Atlanta…¡por que no le iba bien la fábrica de juguetes en la que se había embarcado! (dicen)…¡es que hay cada cosa…!

¡ Que no se trague el ordenador, por dios!...

Me pimplo los restos de las botellas de ¿“Master Jager”? ¿”Mick Jaeger?” (¿) …¡el del ciervo, vamos! y bajo al condis (que ya parece en condiciones…se nota por el ambiente relajado del barrio y las caras de felicidad de las amas de casa) a por los ingredientes para aparejarme una ensalada alemana. Muy fácil: patatas, salchichas de Frankfurt (¿), pepinillos pequeños, cebolleta, mayonesa, mostaza antigua de Dijon (son ganas de ofender), perejil y sal.

El secreto está en cocer las patatas... ¡y en espolvorear con gracia el perifollo!


 


            
Cuando vuelvo, el mamífero sigue royendo el aposento…Parece que se hayan asesinado y desplumado docenas de gansos.

Una botella de Ribera , culín de ciervo…y dos carajillos de Terry de malla…¡para los nervios!

Tal día como hoy, del año 1838, atracaba en el puerto de Palma de Mallorca “El Mallorquí”, también apodado “El Pagés”. De su vientre salió lo que parecía una familia normal: Una mujer, que parecía un hombre; un hombre, que parecía una niña y un niño y una niña, que parecían lo que eran. Los machos estaban enfermos: tuberculosis y fiebres reumáticas (por orden de aparición). Todos les habían hablado maravillas del clima terapéutico de la isla. Así pareció los primeros días….pero fue descubrir Valdemosa y alquilar unas habitaciones… y la tramontana empezó a soplar (¿), la lluvia se cebó sobre la cartuja y la maledicencia y la “malababa” crecieron como “fredolins”. No pararon en todo el invierno. Los enfermos empeoraron y a punto estuvieron de quedarse para siempre en esos parajes indescriptibles.

A la obligada reclusión debemos: 

·         La inspiración para “Spiridón” y “Un invierno en Mallorca”…por lo que hace a Sand.
·         La mayor parte de los “Preludios” (opus 28); “Mazurca en mi menor, nº2, op.41  y la “Polonesa en do menor, op.40”…Por lo que hace a Chopin.
Así que, sonará en el Esputofaif:
·         Preludio en mi menor, nº4
·         Y las obras citadas.

Chopin tuvo que conformarse con un piano que le consiguieron en Barcelona. El parisino no pudo ser transportado.

¡¡Bicho!!...definitivamente ha desaparecido el sofá: “en-sí”, “para-sí” y “para-nosotros” y sólo quedan restos… Es lo que Aristóteles calificaría de cambio sustancial…sobre todo cuando se transmute en materia orgánica.

No estaría de más hacerle una radiografía (tal día como hoy, del año 1895, Röntgen descubre los Rayos X) a la hiena esta y ver todo lo que ha incorporado… ¿No estará pagada por IKEA?

Algún día les contaré a vds. el verano que pasé como siervo en el “Hotel Costa d’Or” en Lluch Alcari (no lejos de Valdemosa)…y cómo caí de cabeza en la piscina, contraviniendo las órdenes del señor, con una bandeja con siete gintónics de Giró; una ”pomada”; un cortado, corto de café y dos “palos” ibicencos.




No aguanto más el acoso a que me tiene sometido el Mefistófeles. Me acerco con el collar y es como si me acercara con un cepo. Espumea…grrr…grrr…¡Ven aquí, bicho!...lo acorralo en el cuarto de baño, le echo la toalla por la cabeza y, tanteando, le coloco el collar y lo que ha quedado de correa…¡a pasear!...¡Paso al jubilado jubiloso!

Después seguimos.

Esperen, esperen...¡tengo algo más!

En no sé qué entrada dejamos a César Frank con la promesa de volver...pues aquí estamos:


Cuando la pareja llegó a París, César Frank empezaba a descubrir el indestructible grumo familiar. Cuando pudo se largó con Felicité a la parroquia de Loreto (lo de la Iglesia de Loreto tiene su qué…¡otra vez será!...) a contraer vulgares nupcias y con la intención de crear otro grumo. Tuvieron que saltar por encima de la autoridad paterna y de las barricadas, era febrero del 48 y París estaba en armas.

--Cuidado con el traje, cariño.

--No te preocupes, mi amor.

--¿Adónde van estos gilipollas?...

--¡A contraer vulgares nupcias!

--¡Ah!...¡Bueno!...¡el infierno es por allí…!...¡Norabuena! (perdonen el metaplasmo).

La parroquia, al ver sus grandísimas manos y su insistencia, lo contrató como organista.

En mayo de 1890, padeció un accidente de tráfico: un ómnibus arrolló el “simón” en el que viajaba. Los ómnibus entonces eran de tracción animal… ¡un homenaje a los percherones!...y los tranvías también, pero sobre raíles…Así que el “simón” de César colisionó con un gran carruaje con tracción “de sangre”. El último ómnibus de este tipo fue el de la línea La Vilette-Saint Sulpice (1913) y el último tranvía, el de la línea Pantin-Ópera se clausuró, también, en 1913. (¡Gracias Benjamín!).

 El músico saltó por los aires y fue pateado por innumerables cuadrúpedos.  Salió vivo, pero receptivo a dolencias pulmonares. Murió, de madrugada, tal día como hoy (también un sábado) del año 1890…”Mis hijos, mis pobres hijos…” Antes de morir echó el resto en las “Tres Corales para órgano”. La “Fuga” que le rondaba, desasosegando su espíritu, se “realizó” hegelianamente.

En su memoria, sonarán las “Tres Corales”.

INFORMACIÓN ADICIONAL
Stanislas Baudry (1823) era propietario de una casa de baños en Richebourg, a 2 kilómetros del centro de Nantes. Para trasladar al público desde la ciudad al establecimiento, instaló un servicio de carruajes que tenía su terminal frente a la sombrerería de Omnes, que promocionaba su mercadería con el lema “Omnes ómnibus” (“Omnes para todos”). Pronto los ciudadanos comenzaron a llamar “ómnibus” al carruaje. En 1828 Baudry instaló un servicio en París, al que bautizó “Entrerprise Général del Voitures dites Omnibus”.



DVD: 

El Tulipán negro”. 

No se trata de una margarina siniestra sino de una película del 64, en la que podemos admirar a Adolfo marsillac como comisario de policía, a Laurita Valenzuela, a Alain Delon (nacido tal día como hoy, del año 1935) y a Virni Lisi (que lo hizo al año siguiente). 

En fin...¡Todo sea por las "Razones efemerísticas"!





jueves, 7 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, día 7 de noviembre. “Octubre”. Toma del palacio de invierno.



Ya saben vds. que yo soy comunista de toda la vida: en mi casa eso lo sabía hasta el perro…¡que repartió su posesiones entre sus congéneres!
Así que no me vengan con que lo de los bolcheviques fue un vulgar “golpe de estado”. Vale que no acudieron centenares de miles a tomar el palacio de invierno (por otra parte, no hubieran cabido) pero los bolcheviques supieron captar el sentir de los trabajadores, soldados y campesinos y se adelantaron a las intenciones de la burguesía que, a partir de lo de Kornilov, eran diáfanas: suprimir de raíz los logros de la revolución de febrero e impedir su desarrollo…Por lo demás ¿Quiénes se aprestaron a defender al ”gobierno provisional”?...¿dónde estaban los valedores de Kerensky?...
Leningrado la conozco como la palma de mi mano…y sé que no encontraría una terracita para tomar unos vasos de vodka en un kilómetro a la redonda (del Smolny)…Además del frío… ¡Así que ni me muevo! Me hago mi tostadita con aceite y orégano griegos y 20 cl. del vodka ese de hierba de búfalo.
Lenin jugó (desde la reunión del 10 de octubre) al juego de los hechos consumados. El Congreso de representantes de los soviets, con la retirada de los mencheviques y de los eseristas de derecha, dejó el campo expedito. Fue en este momento que Trosky dijo aquello del “basurero de la historia”. De esta manera “el golpe” bolchevique fue asumido por el Congreso de los Soviets…y los bolchevique pudieron “formar gobierno”.
No voy a insistir en el carácter de “revolución social” de los hechos de Octubre: Las Revoluciones se miden por los cambios que producen en los medios y relaciones de producción. Tampoco (no es el momento) insistiré en su deriva. (Lean a Trosky, por ejemplo).
Tal día como hoy (según nuestro calendario) del año 1917, a las diez menos veinte de la noche, el “Aurora”, disparó la salva que iniciaba los festejos.
Pero, señores, ¿por qué a esas horas?... ¿No podían haber empezado antes…teniendo en cuenta que el Congreso se abría esa misma noche?...Vean vds. lo que pasó y recapaciten sobre la supuesta disciplina y estricta planificación bolchevique…y díganme si Berlanga no pudo haberse movido con soltura entre tanto despropósito (y amabilidad).
Sonará en el esputofaif:
·        A Octubre” de Shostakovich…que, además de banda sonora, le funcionó como credencial de “sovietismo”...¡tan necesitado estaba!
El Smolny olía a tigre. Los deliciosos aromas de las jovencitas ya hacía tiempo que, mezclados con las ácidas vaharadas de sindicalistas, soldados, bolcheviques, eseristas, mencheviques…y algún que otro, simplemente, guarro, se habían desvanecido euridicianamente. En la habitación 36 se tramaba el fin del mundo. Y el mundo, casi agradecido, se dejaba finiquitar.
Bueno, pasaron muchas cosas, entre otras el retraso del Congreso de los Soviets: del 20 al 25 de Octubre (según su calendario). Tiempo suficiente para que Lenin lograse imponer su estrategia. En realidad nadie sabía lo que iba a pasar y, es más, nadie deseaba que pasara lo que no sabían que iba a pasar: tomar del poder sin contar con los soviets.
El día 24 el CMR (Comité Militar Revolucionario), órgano militar de los soviets, en realidad un apéndice de la estructura bolchevique, había hecho lo que tenía que hacer: ocupar los centros neurálgicos…y dispersar a los congresistas del Palacio Marinsky, de tal manera que sólo quedaba reducir al Gobierno, “acuartelado” en el Palacio de Invierno.
Kerensky pedía ayuda desesperado y como la ayuda no llegaba, se marchó él…dejando a los ministros sumidos en la más profunda y patética situación.
Clamaban en el desierto y a su llamada sólo acudieron los humillados congresistas que, en formación, cantando “La marsellesa” y armados con peligrosos paraguas “antiguo régimen”, fueron dispersados a gritos y patadas en el suelo…como a una bandada de perritos animosos e inexpertos. Los bocadillos de mortadela “pre-Bábichev” que les llevaban a los enclaustrados fueron devorados por verdaderos perros que, agradecidos, ladraron ¡vivas! al nuevo poder proletario.
La toma del Palacio de Invierno, debía empezar después de que los cañones de la fortaleza de San Pedro y San Pablo dispararan su terrible batería, que sería seguido por una salva del Aurora…Antes, una luz roja brillaría en la cima del asta de la bandera de la fortaleza…¡Un plan magnífico!...pero que costaba “implementar”.
Lenin, se desesperaba, salió de la casa donde se encontraba y vestido con harapos y vendada la cabeza como una momia peruana, se dirigió por todo el centro de la ciudad, hacia la número 36 del Smolny (¡tuvo que colarse!) La policía lo detuvo, pero lo consideraron un pobre beodo y lo dejaron marchar en busca de la penúltima de la noche…Allí formaron el “Gobierno de Comisarios del Pueblo” (Trosky).
Los de la Fortaleza, no encontraron ninguna linterna roja, ni de ningún otro color…El comisario encargado de tan crucial misión fue en busca de algo que hiciera las veces…acabó en una zanja cubierto de barro, cual Diógenes sin linterna. Cuando, por fin, se encontró un sustitutivo…nadie pudo sujetarla al mástil…de tal manera que en el Palacio de Invierno, ni con potentes anteojos, pudieron ver la señal. El cañón de la Fortaleza era una inservible pieza de museo. Trajeron otros presentables…pero no había munición adecuada. Las horas pasaban…los representantes de los soviets iban entrando bajo riguroso control…el dúo Zinoviev y Kamenev, hacían proselitismo a favor de un “gobierno soviético” (Asamblea Constituyente, mediante)…Lenin bramaba y exigía la toma del poder antes de que se abriera el Congreso Panruso.
Por fin, tal día como hoy, a las siete menos diez de la tarde (ya noche) el CMR entregó el ultimátum a los habitantes del Palacio (que entre unas cosas y otras habían conseguido reunir a unos 3.000 “defensores”, incluyendo el temible ”Batallón de la Muerte”, mujeres que, cansadas de sus maridos le pisaran el suelo recién fregado, se decidieron por la lucha armada). Los ministros cenaban borscht, pescado ahumado y alcachofas que, como vds. saben estropean cualquier vino, por bueno que sea… (¡Y había vino del mejor!). Se les atragantó la cena…Días después las masas darían buena cuenta de las bodegas de Palacio.
15 cl. de vodka ese de hierba de búfalo, que funcionarán como el Dry del medidía.
El tiempo pasaba (los líos con la linterna y los cañones…) y el canguelo aumentaba. Las tropas de defensa se cansaron de esperar y se fueron a pisar el suelo mojado de la cocina, a cenar, a dormir y a soñar con las hordas proletarias. Sólo quedó el temible y femenil “Batallón”.
A las 10 menos veinte…se dio la señal y el Aurora lanzó la primera salva. Los ministros se arrojaron al suelo heroicamente y las mujeres, empezaron a gritar a su manera característica y se encerraron en la habitación más alejada y hermética. Los  bolcheviques dieron oportunidad para que los rezagados pudieran abandonar el escenario de la futura batalla…y ¡hala! Los cañones de la Fortaleza rugieron furiosos…el Aurora, gustoso, siguió lanzando salvas…las aguas del Neva se arremolinaron y salpicaron con furia las fachadas de los edificios de primera línea.
Los soldados entraron como Perico por su casa…las ametralladoras de la parte trasera (desde la ciudad) se hacían sentir. La cosa duró un plis-plas. Mientras esto ocurría daba comienzo el Congreso y, ahora sí, se podía anunciar que la toma del poder había sido un éxito. Lenin se había salido con la suya. Ningún proyectil de la Fortaleza de Pedro y Pablo…¡ni del Aurora! impactó en el Palacio…”El Batallón de la Muerte” fue despachado en trolebús y con instrucciones muy claras acerca de la fregaza del suelo.
Fuera de la “zona de guerra”…la ciudad permaneció tranquila y ajena  a los acontecimientos: John Reed pudo cenar tranquilamente en el Hotel France (antes de acudir al Palacio), el famoso bajo Shaliapin sigiuó cantando “Don Carlos” en el abarrotado Narodny Dom y el que quiso pudo asistir a la representación de Boris Godunov en el Teatro Marinsky (Kirov, para los amigos), a orillas del Moyka. Todos pudieron retirarse, en transporte público, cuando les pareció bien…A la mañana siguiente se despertarían en un “Estado Obrero”.
Shaliapin rugía como los cañones del “Aurora”…su voz estremecía los muelles del Moyka y, siguiendo secretos caminos subterráneos provocaba terremotos en los sitios más insospechados. Así que el ataque pasó desapercibido o confundido con una actuación especialmente inspirada del artista.
Eisenstein, siguiendo a Jonh Reed, diez años después, convertiría todo este desbarajuste en “mito”: masas, como ríos desbocados…etc…etc… La censura eliminó a Trosky del “reparto” y Shostokovich le añadió la música.
El valeroso John Reed no vivió para ver el estreno. Tras la conclusión del “Segundo Congreso de La Internacional” (1920), junto con Radek, Zinoviev, Bela Kun y Rosmer partió en un tren blindado hacia las lejanas regiones del Caspio, con el fin de asistir al “Congreso de las nacionalidades oprimidas” que se organizaba apresuradamente en Bakú. Las relaciones de los bolcheviques con los musulmanes nunca fueron fáciles…Bueno, pues, a la conclusión, se tomaron unos días de asueto. Sabrán vds. que el calor de comienzos de otoño, es terrible por aquellas tierras y que una sandía jugosa, fresca…¡es el no va más! Reed, ávido, se lanzó a por una tajada de sandía, el líquido rojo “regalimaba” por los labios, por la barbilla… como si le hubieran dado un tiro en plena boca…¡se estaba tragando millones de salmonellas! Murió. Lo enterraron en el Kremlin. Tatlin moriría por una lata de sardinas en mal estado…¡Así eran las cosas!
Desde el principio Trosky y Lenin habían depositado las esperanzas de supervivencia del estado obrero  en el triunfo de la revolución en los países de centro-europa…¡Alemania!
Pues bien, tal día como hoy, del año 1918, se constituyó la (efímera) república soviética de Baviera y se gestaba la insurrección en toda Alemania y en toda la contorná. La URSS, sumida en plena guerra civil, vivía los acontecimientos como providenciales…
Dentro de unos días volveremos a Berlín, para presenciar otra derrota… cuando más cerca estaba la victoria…
Pero mientras eso ocurra, estamos eufóricos y sonará:
·        La Internacional” en la sentida versión de Billy Bragg…¡que no pare!
Lo del condis parece que va para largo…Así que volveré a hacerme un bocadillo: de sardinas en aceite... ¡para tentar a la providencia! Carajillo y remolque de “vodka de búfalo”. Y como este “veranillo de san Martín” (en otras partes san Demetrio y que los poetas rurales llaman de los membrillos) continúa… ¡otro carajillo al cincuenta por ciento!... en “la Farrera”, nacional II…¡al solecito!...¡Paso al jubilado jubilosos!...
“Cuando esté agonizando me gustaría que me preguntaran si todavía veo la vida como antes, como un progreso hacia dios, un crecimiento del amor. Si no tengo la fuerza suficiente para hablar y la respuesta es sí, cerraré los ojos; si no, miraré hacia arriba”…
--“¿Qué le pasa, buen hombre?”...Fue la pregunta que le hicieron.
Miró hacia arriba, puso los ojos en blanco y una babilla definitiva buscó escondite entre sus barbas.
Se había escapado de su (famosa) residencia conyugal (estaba fregado el suelo de la cocina) y se dirigía (¿) al Monasterio de Optina…¿siguiendo los pasos de Gogol?…¿de los “hermanos Karamazov”?...¡o del mismo “padre Sergio”! (¿para hacer las paces con la Iglesia?...¿para donar sus bienes a los pobres?) quedó varado en la pequeña estación de Astapovo. Era el 7 de noviembre del año 1910…En su honor y en el de Natasha Rostov…¡20 cl. de vodka del buey! Nabokov, 11 años recién cumplidos, se entera de boca de su padre, al día siguiente en Berlín. "Santo Cielo!- exclamó la madre abrumada entrelazando las manos sobre su regazo. ¡A casa! - concluyí, como si la muerte de Tolstói fuera un presagio de algún desastre apocalíptico" (Habla memoria. Nabokov)
Hay una filmación de los hermanos Lumière, fechada el día 10 de noviembre, que recoge en directo la muerte, en la estación de Astapovo, de un pobre campesino. La presentaron como la muerte de Tolstoi (“la conciencia de la revolución”)…¡No digo más!
Para ir cogiendo el sueño, me pimplo lo que queda del “búfalo” y pongo en el DVD: “Octubre”.
De madrugada sigue la toma del Palacio de Invierno. Una babilla como la de Tolstoi, inunda la almohada.
Bona nit!

RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...