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jueves, 3 de octubre de 2013

Propuesta para hoy, día 3 de octubre. Effi Briest. varios.




(Asteriscos* remiten a Efemerísticas razones)
12 de vendimiario: Día de la inmortal o flor de papel.

1.
Mientras la Reina de los tristes destinos (y de las alegres camas) ponía pies en polvorosa, nacía, en una innombrada región de Alemania, Effi Briest, llamada a ser la Bovary prusiana. Toda Europa estaba llena de mujeres aburridas y, por lo tanto, tentadas por el adulterio. Ese era, por el momento, el miedo masculino. Años más tarde lo sería la mera presencia femenina. 




Ana Ozores; Luisa, la portuguesa; Ana Karenina.

Tal día como hoy, pongamos del año 1886, Effi contrae matrimonio con Gern von Innstetten, de la zángana nobleza (prusiana), que ya, de joven, había pretendido a la madre de la infortunada, y que a la temprana muerte de ésta, seguiría pretendiendo jovencitas por todos los balnearios de Centroeuropa.

Contraídas las nupcias, y finiquitada la obligada luna de miel en Italia, asientan sus posaderas en Kessin, Pomerania, a orillas del Báltico. Un manto de hastío y desgana borró poco a poco sus impresiones mediterráneas y los sumió en miasmas de anguilas ahumadas y pepinillos encurtidos. Atrás quedaron los delicados espaguetis, los humorísticos macarrones, las olivas, las alcaparras, el orégano…el vino de Chianti. En su lugar cerveza, korn de centeno y  rollmops: Toda una vida desperdiciada, pensó Effi Briest, y yo más deseosa que Isabel II. De nada servía que el aristócrata llenara su bolsa con el sueldo de 100 obreros sino podía ejercerse el poder de compra. Cuando el aburrimiento se hacía sólido, de tan espeso, enganchaban los caballos al landó y se dirigían, por etapas cubiertas en la mudez más absoluta, a los friedrichanos acantilados de Rügen. 


Allí, Effi, buscaba elektron* o ámbar amarillo, nostálgicas lágrimas de Apolo, que sobre el fondo azul del cielo le recordaran a Werther… pero encontraba trozos irregulares de ámbar marrón, sepulcros translúcidos de insectos prehistóricos. Así me encuentro yo, reflexionaba la niña, como un insecto apresado en ámbar turbio. Y la energía no fluía. No encontraba la hebra que la uniera al resto del universo… o por lo menos, a los brazos de su marido.




Dionisio Areopagita, cuya fiesta celebra tal día como hoy la santa iglesia católica, apostólica y romana, dixit: “Reuniendo en él (ámbar) las formas de oro y plata, simboliza a la vez la pureza intangible, que pertenece al oro, y el destello luminoso, brillante y celeste que pertenece a la plata.”

Así que el mayor, aunque joven, von Crambas encontró el terreno abonado. Y empezó una relación fuera de regla, amenazada por la presencia cercana del esposo y la del “fantasma chino”. El traslado a Berlín, tomado como liberación, fue el comienzo del desenlace fatal. Siguieron los contactos, las cartas y las visitas a balnearios, entre los cuales la cosmopolita Bad Ems. 

 


El marido encuentra las cartas, reta a Cambras y le da muerte. Unos días de cárcel para uno; sepultura, para otro; y la tristeza irremediable para la mujer que se encamina, lisamente, hacia una muerte temprana.

2
En ese afamado balneario había sido firmado y enviado el telegrama de Ems, excusa para la guerra franco-prusiana. Isabel II y su corte no fueron ajenas al asunto (Infórmense Udes… ¡Infórmense!). Effi era un bebé.


Y también fue proclamado el Ukaz de Ems. Effi era una preciosa niña, ajena a su sórdido destino. En ese Ukaz se prohibía el uso público del ukraniano. Lo firmó Alejandro II una tarde especialmente tediosa de sus vacaciones en la ciudad balneario. A las mujeres, el aburrimiento, como ven, les daba por el adulterio y a los zares por firmar decretos dañinos.

Toda esta tragedia conyugal y (epocal) fue inspirada en un caso real que Fontane, el escritor, conocía de primera mano. La novela fue esbozada entre el 88 y el 89. Para el 3 de octubre de 1890 ya tenía toda la estructura levantada. Ese día encontraron a Poe delirando en los alrededores de la estación de Nevermore, perdón… ¡Baltimore! 

El día anterior había sido arrojado al mundo, en la cercana ciudad de Nueva York, Julius Henry Marx: Cuando nací mi madre no estaba en casa, así que nací solo… (Gila. Pero bien podría ser un apotegma de Groucho). Su padre, alsaciano y sastre, perdió su nacionalidad francesa con la guerra franco-prusiana. Siempre fue Frenchy y un sastre pésimo (no por francés).

3.
El lunes 3 de octubre de un siglo exacto más tarde, desde la planta 22 de la torre de Montparnasse, se lanzó al vacío Poulanzas. Su amigo Tsoukalas, cuenta que empezó tirando sus libros por la ventana, y al grito de soy un inútil (o algo parecido) se lanzó en pos de la inmortalidad de papel. La situación de la izquierda no era para tirar cohetes… (nunca lo ha sido)… pero tampoco era para tanto. Su idea del Estado como “condensación material de relaciones de fuerza”, y la estrategia política derivada, no parecía abrirse camino. Sólo ahora parece retornar en planteamientos como los de Syriza y Podemos: Seguiremos informando.


15 días más tarde su compatriota Elytis recibiría el nobel de literatura:
“Lunes.- presencia de hierba y agua en mis pies. Quiere decir que existo. Antes o después, la mirada que me convertirá en piedra; mi mano derecha mantiene en alto una inmensa Espiga azul. Para establecer el Nuevo Zodíaco.”








miércoles, 2 de octubre de 2013

Propuesta para hoy, día 2 de octubre. Alejandro I. Bréton. Duchamp. Kafka. UNAM. Gol olímpico.


11 de Vendimiario. Día de la patata
1.
Pero, oigan, es que en cuanto lo vio se lanzó como una fiera a comérselo. Por suerte, el pastor alemán que llevaba se lanzó como una fiera y evitó que fiera (perdón: fuera) reducido a unos cuantos botones dorados y a un trozo de charol. Otros dicen que el mono se abalanzó sobre el perro y que fue Alejandro I de Grecia quien salió como una fiera en defensa del pobre cánido. De cualquier manera la “fiereza” estuvo presente y el coyuntural rey de Grecia fue mordido por el mono. El rey había salido a pasear con su perro por los jardines de palacio y los monos del jardinero estaban sueltos. Los monos en cuanto olieron al monoargático, monargático, morganático, o como se diga, fueron como fieras a defender el terreno.


No es de recibo que W. Churchill, “el fiero carnicero de Gallípolis”, culpara al mono de los cientos de miles de griegos muertos en la campaña de Asia Menor y deje sin mencionar las maniobras de los aliados que, como siempre, azuzaron a Grecia y después la dejaron sola.
El rey murió al cabo de pocos días, de infección generalizada o sepsis, como propiamente se dice. Era tal día como hoy del año 1920, miércoles, la luna había entrado en cuarto creciente y en Grecia se había credo un problema de envergadura.
Aquella misma mañana, domingo día dos de octubre del año 1966, Bréton, despertado por los ruidos del puente de Batignolles, abrió los ojos y comprobó que estaba muerto. Antes de tan demoledora deducción notó que le faltaba el aire y pensó que era un ataque de asma, el definitivo. Un lejano perfume a rosas, que él imaginó rojas, se filtró por los algodones de la nariz y le llegó a la pituitaria ya inservible. Haciéndose el gracioso imaginó (puesto que esas estaba) que todo era un sueño. Y recordó que justo en el momento en el que el mono mordía al monarca estaba sacando un billete para el tren de Viena. Tenía intención de entrevistarse con Freud y darle una colección de “sueños” para que el psiquiatra los analizara y diera lustre al, aún sin nombre, movimiento surrealista, recién separado del “juguetón” e infantil dadá. Freud dijo lo que tenía que decir: el significado del sueño lo descubre el soñante. No puedo hacer nada. Bréton descubrió el significado latente de su propio sueño: ¡Estaba muerto! “Perdonen que no me levante” (Groucho, n. 1890). Sobre ambas tumbas una extraña estrella.


Había sido enterrado el día anterior y todavía no estaba acostumbrado a la eternidad: “Busco el oro del tiempo” (en francés, naturalmente)… ¡Busca, busca, minero!
55 años antes, el 2 de octubre del año 1911, Kafka había tenido un sueño: “Esta noche fue horrible la aparición de una criatura ciega al parecer hija de mi tía Leitmeritz, que sin embargo no tiene ninguna hija, sólo hijos, uno de los cuales se rompió una vez una pierna etc etc”. Kafka solucionó el enigma refiriéndolo a su madre, según la ortodoxia freudiana recogida en “Lecciones de Psicoanálisis” que acababa de publicarse.



Duchamp que, a la sazón, esperaba la muerte (que, puntual, vendría dos años después), presente en el cortejo, esperó agazapado a que gente desapareciera y meo amorosamente sobre el túmulo. Ni siquiera en ese momento dio muestras de placer. Cuando salió del fúnebre recinto trastabilló en un escalón de una tienda de flores y a punto estuvo de romperse la crisma. Aceleró el paso a fin de evitar el inminente jaque mate. Kafka, en octubre del año de la insulsa y terrorífica pesadilla había jugado una simultánea con el niño prodigio Capablanca que vestía de riguroso negro, según las normas de la época. Vean Vds. el último, y fatal (para Kafka) movimiento de Capablanca.
Once años más tarde Duchamp también recibió el correspondiente jaque mate.


Aunque, en realidad, estaba ya muerto y enterrado: había sido “asesinado” el año 1965. Sus asesinos (Arroyo, Aillaud y Recalcati), pese a la indignación de los surrealistas, Bréton a la cabeza, no fueron condenados.


2.
Lo de Duchamp y el ajedrez es una larga y enjundiosa historia. Baste decir, de momento, que participó en las primeras olimpiadas de ajedrez, el año 1924 en París coincidiendo con los juegos olímpicos. Y ya que estamos con las Olimpiadas… ¿saben Vds. el por qué de gol “olímpico”? Aquí va la explicación:
1924. La selección uruguaya se había proclamado campeona olímpica de fútbol en París. Fue la primera no europea en conseguirlo. Duchamp, por su parte, formó parte del equipo galo de ajedrez en un torneo que se quiso olímpico. Y Bréton preparaba las galeradas para la publicación del “Manifiesto…”
La gira triunfal de la campeona le llevó a concertar dos encuentros contra su eterna rival, Argentina. El primero se jugó sin contratiempos en Montevideo. Empataron a 1. La “vuelta” estuvo, sin embargo, plagada de incidencias. Anunciada para el 28 de septiembre tuvo que suspenderse por exceso de aforo e invasión de campo. El estadio era el del Sportivo Barracas allá por Barracas, cerca del Riachuelo, feudo del Huracán de Buenos Aires. Se aplazó al día 2 de octubre. En el ínterin se cercó el terreno de juego con alambradas modelo Melilla, se subió el precio de los billetes y se redujo el aforo. La gloria, pues, recayó sobre el día 2 de octubre. 30.000 espectadores. Las bombachas estaban listas para hacerlas servir nuevamente. Las golpizas habían empezado ya fuera de la cancha. Dentro se habían atornillado los asientos y se habían rociado con líquido anti ígneo…no fuera a pasar lo que ya había pasado. A los 15’ de la primera parte, iban 0 a 0, el extremo izquierda, Cesáreo Onzari, saca un córner y el balón se introduce limpiamente en la portería. El arquero protestó y el equipo en pleno se lanzó fieramente a comerse al árbitro, como el mono al monargático, morganático rey. 




La Fifa, o su equivalente, había cambiado la normativa en Agosto, convirtiendo el saque de esquina en libre directo. Nadie lo sabía sin embargo…excepto el árbitro que, aplicado, había estudiado las últimas circulares. Lo que quedaba de partido se convirtió en balacera. Se rompieron tibias y peronés, se abrieron cabezas y las madres y ancestros de todos los presentes salieron mal parados. Quien lo vivió no ha podido olvidarlo. Sólo con la muerte.
Con el tiempo se consagraría tal día como hoy como el día de la NO-VIOLENCIA.
Fue el gol al “olímpico” Uruguay. De ahí el nombre. Los albicelestes dieron una vuelta al estadio para celebrar la gloria alcanzada, de donde: “vuelta olímpica”.
Onzadi fue el primer sorprendido. Se pasó toda su vida restante afirmando que no había sido un “churro”, que había tirado a meterlo. Nunca más lo consiguió y todos se quedaron con la duda.
Lean Vds. lo siguiente (carta de Sagi-Barba, extremo izquierdo del Barça de la época, a Onzadi):
(…) Le sitúo en fecha de 16 de abril de 1.924. Estadio Metropolitano, en Madrid. Partido de desempate de los cuartos de final del campeonato de España. El rival el Sporting de Gijón. Yo era el encargado de lanzar los córners desde la esquina izquierda. En la segunda parte, sobre el minuto 15 lancé uno. Le daba bien al balón y con mucho efecto. Lo cierto es que el balón llegó a la red. Y el “referee” dio validez al tanto (…)”


El gol fue cantado barítonamente de forma magistral por Sagi- Barba padre, barítono de profesión.
Por entonces la Fifa, o su equivalente, aún no había cambiado el reglamento. El gol de Billy Alston es un bulo. La gloria le corresponde, con todo derecho, a Cesáreo Onanzy.
En su edición del 18 de septiembre de 1942, la revista El Gráfico despidió al viejo estadio con el siguiente artículo de Ricardo Lorenzo Rodriguez (Borocotó):
El palquito, las tribunas, todo se fue yendo en la vieja cancha de Sportivo Barracas, escenario de partidos inolvidables. Y ahora, en estos días, se fueron llevando lo que aún quedaba: el edificio de dos vestuarios. Pero de entre los escombros surgen recuerdos que aún perduran. Hace tiempo se llevaron las tribunas, y en la vieja gramilla de Sportivo Barracas jugaban teams de casas comerciales, de esos que se dicen: "a mí, señor Rodríguez, pásela, señor Martínez." Pero aún quedaba la vieja edificación del vestuario, aquella del corredor con techito bajo y por donde pasaron tantos cracks. En estos días penetró la piqueta reduciendo todo a escombros. Fueron cayendo los vestuarios, desmoronándose las apiladas de ladrillos, y entre el polvo de cal fueron emergiendo los recuerdos.
¿Te acordás? Aquí perdieron los olímpicos uruguayos en 1924. Fue el match más memorable en la historia del fútbol rioplatense”.
Si van a Buenos Aires y encuentran un hueco, acérquense a Barracas. Sitúense en el cuadrado formado por el paseo Iriarte, Luzurriaga, Perdriel y Río Cuarto. Verán que de Iriarte, entre Luzurriaga y Perdriel, sale una calle que muere en Río Cuarto. Es la calle Río Limay. Si pasean por ella, pasear es excesivo, si pasan por ella, estarán cruzando de portería a portería lo que fue el estadio del Sportivo Barracas. No busquen ningún local en el que dar rienda suelta a la nostalgia; sólo encontrarán almacenes y casas bajas de vecinos que gustan de su intimidad (y que consiguen su intendencia en otra calle, supongo).
Eduardo Galeano escribió su particular mirada de aquel gol y de su continuidad en la historia:
"(...) Era la primera vez en la historia del fútbol que se hacía un gol así. Los uruguayos se quedaron mudos. Cuando consiguieron hablar, protestaron. Según ellos, el arquero Mazzali había sido empujado mientras la pelota venía en el aire. El árbitro no les hizo caso. Y entonces mascullaron que Onzari no había tenido la intención de tirar a puerta, y que el gol había sido cosa del viento. Por homenaje o ironía, aquella rareza se llamó gol olímpico. Y todavía se llama así, las pocas veces que ocurre. Onzari pasó todo el resto de su vida jurando que no había sido casualidad. Y aunque han transcurrido muchos años, la desconfianza continúa: cada vez que un tiro de esquina sacude la red sin intermediarios, el público celebra el gol con una ovación, pero no se lo cree".
Quedó inmortalizado en el tango que lleva su nombre y fuera compuesto por Mariano García y Francisco Rofrano (si lo encuentran… ¡envíenmelo!). Su vida se apagó un 7 de enero de 1964. Por cierto el tango y el fútbol, pasiones platenses, tienen una larga historia en común. Decía Kundera que el fútbol era un “pensamiento que se juega. Más con la cabeza que con los pies”, parafraseando al gran Discépolo: “El tango es un sentimiento triste que se baila”. O como decía un tercero... algo de un deseo horizontal que no se qué en vertical.


3.
El 2 de octubre del maravilloso y fatídico 1968. también cayó en miércoles y la luna había entrado, como el día del mono, en cuarto creciente (en el hemisferio norte).



"Y entonces yo llegué al año 1968. O el año 1968 llegó a mí. Yo ahora podría decir que lo presentí, que sentí su olor en los bares, en febrro o en marzo del 68, pero antes de que el año 68 se convirtiera realmente en el año 68. Ay me da risa recordarlo. ¡Me dan ganas de llorar! ¿Estoy llorando? Yo lo vi todo y al mismo tiempo yo no vi nada. ¿Se entiende? Yo estaba en la facultad cuando el ejército violó la autonomía y entró en el campus a detener o a matar a todo el mundo. No. En la Universidad no hubo muchos muertos. Fue en Tlatelolco. ¡Ese nombre que quede en nuestra memoria para siempre! (...) Yo estaba en el baño, en los baños de una de las plantas de la facultad, la cuarta, creo, no puedo precisarlo. Y estaba sentada en el váter, con las polleras arremangadas, como dice el poema o la canción, leyendo esas poesías tan delicadas de Pedro Garfias, que ya llevba un año muerto..."



Así lo recuerda la uruguaya Auxilio Lacouture, por boca de Bolaño. Todo más pormenorizado en "Amuleto". Nada más que decir: " ese nombre que quede en nuestra memoria para siempre"

"Aquí me tienes
otra vez disponible
al poema.
Sentado en un lugar ideal
esperando el poema.
Un lugar ideal y tranquilo
entre el ir y venir de la gente
y el poema no viene...." (P. G.)


En su lugar vinieron los militarotes con sus "ruidos de botas claveteadas" a lavarse las manos. Algunos se las dejaron sucias para instrucción de los hijos. Los espejos se quebraron y se negaron, por siempre más, a reflejar nada de este mundo.























lunes, 30 de septiembre de 2013

Propuesta para hoy, día 30 de septiembre. Pierre Menard. Bateau ivre. James Dean.


(Asteriscos (*) remiten a efemerísticas razones)

-1-
No, si algún día… con tanta rutina y palimpsesto, vamos a acabar mal: El otro día me traje a casa un perro que confundí con Hegel; caí en el error cuando me enseñó los dientes como último recurso. Hoy lo he olvidado a la puerta del Condis: He salido del antro y me he dirigido a casa, como siempre; he pellizcado la barra de pan y he lanzado el currusco al vacío pensando que Hegel la atraparía… pero Hegel seguía atado al árbol mirando al infinito, por donde había desaparecido mi destartalada figura y quijotesca… como un bateau ivre* en busca de su isla de la Desesperación*¡Qué hermosa coincidencia efemerística!



Lean lo que tengo escrito sobre la primera lectura de “le bateau ivre”:
-2-
“No puedo imaginar el mundo sin la interjección de Poe: “Ah, beat in mind this garden was enchanted!” o sin el “Bateau ivre” o el Ancient Mariner, pero me sé capaz de imaginarlo sin el Quijote”. Así se expresaba Menard, poeta simbolista de Nîmes y amante de la lógica, el ajedrez, la metafísica, así como de la métrica poética, en carta a “Borges” (desde Bayona) y con fecha de 30 de septiembre del año 1934. También declaraba que se proponía llevar a cabo algo meramente asombroso: un verdadero palimpsesto, por así decir, de El Quijote, su principal obra visible.



Tampoco es que sea tan asombroso… Yo mismo hago cada día un palimpsesto del día anterior. Y como testimonio pueden Vds. acudir a las cámaras de vigilancia del Condis. Las condiciones nos fuerzan a la repetición anacrónica de lo hecho, de tal manera que, como Menard, puedo decir que mi vida adopta un estilo arcaizante que, cada día que pasa, se hace más arcaico. Y así como Menard enriqueció mediante una técnica nueva el arte detenido y rudimento de la lectura, yo, mediante ese anacronismo deliberado (y forzado) y las atribuciones erróneas, añado niveles interpretativos al simple decurso de la vida.

Menard sólo llegó a completar, influido por Novalis, Daudet (y una tendencia plebeya a lo anacrónico) y devoto de Poe…que engendró a Mallarmé, que engendró a Valéry, que engentró a Edmond Teste, el cap. 9 y el 38 de la primera parte y un fragmento del 22. No le hizo falta más para pasar a la historia de la literatura.
En realidad no es exactamente un palimpsesto: es una reescritura en toda regla, para la cual, el autor, recreó las circunstancias por las que pasó el mismo Cervantes. El resultado es un juego literario delicioso,  inteligente, irónico, que coincide, letra por letra, con el original y se convierte en el definitivo (de momento)… En fin, Borges en estado puro. Y eso sin entrar en semiologías ni otras (infinitas) interpretaciones.
-3-
La noche anterior, James (Byron) Dean, desesperado con causa (infórmense Vds., infórmense), dejó su gato en casa de la gata (sobre el tejado de zinc). Días antes se había presentado, ¡de negro!, en casa de sus amigos… como si tuviera intención de despedirse. Todos esos días estuvieron trufados de detalles que después serían interpretados como presagios. Amaneció el 30 de septiembre… Bueno, ya saben Vds. lo que pasó. De camino a Salinas…autopista 466… dirección oeste, acercándose al Edén… etc… multa de tráfico… un Ford… algunos heridos y un muerto. 




Así nació el mito… y el Pop. Eran las 5’30 de la tarde del día 30 de septiembre del año 1955. Meses antes se había estrenado “Semillas de maldad” que había puesto el reloj a cero.

Hacía 13 días (¡13!) que se había empezado a emitir, en las salas de cine y en la televisión pública, un anuncio de utilidad pública en el que, con un estilo desenfadado, recomendaba prudencia en la carretera. El porsche plateado, y tuneado a su gusto, lucía un “130” en los cuatro costados. Los restos del vehículo fueron robados y nadie sabe, pese a la recompensa, su paradero.

Tentado estoy a acabar de destrozar mi plateado Ford K y presentarlo como candidato… ¡un millón de dólares!

Parece que esta muerte abrió la puerta a la desgracia colectiva.

Tengo para mí que fue un homenaje gore y por todo lo alto, gigantesco (por así decir), a la fundación, exactamente 44 años antes, de la industria de Holliwood (Natalie) y del Gaumont Palace de la parisina Place Clichy, al mismo tiempo que en el teatro Fémina de París se estrenaba la adaptación teatral de Impresiones de África, de R. R., eremita de la escritura : El peculiar pasaje (tanto como las obras visibles de Menard) del Lyncée naufraga en el reino de Talú VII, en las costas africanas…y tal y más cual. Justo el mismo día (algunos años más tarde) en que Robinson empieza su diario con la mención de su naufragio.

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Si han leído Vds. la “novela”, recordarán la tibia sonora (y la flauta de Tamino*) Pues bien, dice el autor que se inspiró en el anuncio de una grabadora llamada Phonotypia, instrumento pionero de la ofimática. Felice Bauer, a punto de caer en las redes pegajosas de K., era, en aquellos días, especialista en el uso de tal artefacto, tan parecido a una chirivía, rico tubérculo al cual la 1º República Francesa dedicó el día de hoy, 9 de vendimiario.
-4-
Tal día como hoy del año 420, moría en Belén, Jerónimo de Estridón, eremita y santo patrón de los traductores… ¿y de los palimpsestistas? De este santo padre me gusta lo del león. Lo de la Vulgata, y demás, es una vulgaridad en comparación con esta escena que lo pone al costado de san Roque, de san Francisco y otros grandes animalistas.



Se encontraba Jerónimo meditando a orillas del Jordán, cerca de mar Muerto. No vamos a discutir si estaba en la parte jordana, en la israelita o en la Cisjordania. Supongo que no sería lejos de Belén, su residencia. Sé que era verano y que el santo padre aguantaba, pues era de su agrado, los 42º a la sombra de una retama y que meditaba sobre los inconvenientes de vivir en la zona más baja de la tierra… ¡muy por debajo del nivel del mar! Era normal, pues, que estuviera deprimido, como lo estaba.  Un maullido como de gato, seguido de un quejido quedo, suspendió la meditación del santo. Volvió la cabeza y vio un enorme león, pues entonces toda la tierra era tierra de leones, que le mostraba la almohadilla de su pata derecha atravesada por una enorme astilla de endrino. El santo lo curó y el animal respondió con una fidelidad sólo comparable con la del perro de Mozart (o el de la última zarina).

¿Qué importa que sea o no verdad?
-5-
Tal día como hoy, del año 1791, Mozart no se encontraba bien, de hecho estaba muriéndose; y, además, andaba mosqueado con lo del Réquiem. A pesar de todo, dirigió la primera representación pública de La Flauta Mágica. Fue un éxito discreto.

Fue su canto de cisne: Un canto alborozado al amor, la amistad, el placer y la fraternidad. ¡Que otros disciernan sobre sus recónditos significados!




RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...