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lunes, 16 de septiembre de 2013

Propuesta para hoy, día 16 de septiembre.Piaget. San Francisco. Cendras. Hans Arp.




¡Cómo me gustaría que hoy me despertara mi perro “Gorrión” y no los pésimos presentimientos!...Me tocaría suavemente con sus manos y mientras, me miraría con aquellos sus inolvidables ojos. Pero no está y hoy huele a chamusquina.

Con prevención y recelo: pan con aceite y orégano griegos. Carajillo con doble remolque de coñá de cocina. Que arda el alma (¿).

Piaget (muerto tal día como hoy de hace 33 años), estableció que los dos procesos que caracterizan la evolución y la adaptación del psiquismo humano son la asimilación y la acomodación. Mediante la primera interiorizamos un objeto o situación a una estructura comportamental y cognitiva preestablecida. Y mediante la segunda modificamos dicha estructura para que sea posible tal interiorización. Ambos procesos se alternan dialécticamente en la constante búsqueda de equilibrio que nos permita el control del medio.
En este proceso de adaptación  y control es fundamental la manipulación objetual, y para ello es imprescindible, en su inicio, el uso de las manos. Niños con deformaciones congénitas que les incapacite para dichas manipulaciones, sufrirán irremisiblemente disfunciones en su desarrollo comportamental y cognitivo. Después establecía las fases por las que transita el desarrollo cognitivo…hasta su estado más o menos definitivo: “Epistemología genética”, “Constructivismo cognitivo”.

Ah! También realizó estudios sobre los gorriones blancos.

O sea que mi necesidad de “equilibrio” me obliga a pimplar cualquier cosa antes de afrontar los sinsabores (¿) del día. Si no tengo vodka… ¡pues me acomodo al “coñá”!...El asunto es “asimilar”.

--Kinooo…¡te estás pasando y lo lamentarás!...no está el día claro.

--De momento no parece que haya hecho nada que se salga de lo normal… ¿No puedo pimplar?

--Esa socarronería te pierde

Batir de alas…folios que vuelan…perfume angelical.


En el “proceso de hominización” tan importante (¡o más!) que el bipedismo fue la posibilidad de oponer el dedo gordo a los demás…de establecer una jerarquía (funcional) digital (valga la rima fatal). La adquisición de esa “pinza” permitió a los primeros homínidos la manipulación de los objetos y, a la postre, la fabricación de herramientas. Una especie sin esa característica no podría haber alcanzado (¡¡) lo que el género humano ha alcanzado: disparar a diestro y siniestro…pero también manejar instrumentos musicales y pasar las páginas de los libros (a mi edad chupando un poco el dedo gordo).

Y como demostración de la utilidad de la “pinza” me soplo una copa de coñá, de las de antes.

Sin esa pinza no se hubieran podido escribir los libros que nos enorgullecen (¡ni aquellos que nos llenan de oprobio!)…

Erns Jünger. A bordo, 16 de septiembre de 1965:
“En el mar Rojo. Ahora, en el viaje de vuelta, hace más calor que la ida; ya a primera hora de la mañana el termómetro señala 33º Celsius, 94º Fahrenheit.
Me he informado sobre la manera de medir la temperatura, que se anota en los letreros para los pasajeros anglosajones, y me he enterado de que Fahrenheit basó su escala termométrica en el frío de un invierno especialmente duro que hubo en Danzig. En 1709 midió el frío con alcohol etílico….”

Esta reflexión está hecha justo el día (tal como hoy) en el que moría, en 1736, G. Farenheit (¡¡).

Inevitable pensar en 451º Fahrenheit (233º Celsius), temperatura a la que arde el papel. Inevitable pensar en aquellos hombre-biblioteca que guardaban en su memoria el contenido de los libros sacrificados en aras de la felicidad colectiva. Y en aquella mujer que prefirió quemar su casa, con ella dentro, antes que desprenderse de sus libros. He  aquí una de las ventajas de los I-book. Inevitable pensar en Peter Kien y en la conflagración de su biblioteca. Inevitable pensar en la Biblioteca de Alejandría y en tantos y tantos incendios (“Nombre de la Rosa”…) que se han alimentado, como Logos heracliteano, de la consunción de las letras.

Ha pasado media mañana y ¡nada en claro!...Bueno, sí…la importancia de las manos. Y la desgracia de perderlas. Como nueva demostración de la utilidad de la “pinza” me soplo el Dry del medio día y me encamino al Condis.
Hoy les propongo “manitas de ministro” (“peus de porc”, vamos) a la parrilla: ya los venden hervidos y condimentados…así que no es nada difícil: ponerlos encima del grill y esperar a que se hagan y cuando estén hechos comérselos…acompañados de media botella de vodka, capaz de deshacer la gelatina (… ¿es grasa o no es grasa?... ¿tienen colesterol o no tienen colesterol?). 


Fifti-fifti y siesta del borrego. 
De música de fondo sonará (por razones evidentes) en el esputifaif:
·        Django Reinhart y Stephan Grapelli.
·        Concierto para la mano izquierda” de Ravel.

Como el día acompaña, seguiremos en el chiringuito: Gintónic…¡de los normales!...
¡dios sabe de dónde serán los limones!...

Tal día como hoy (otros lo establecen en la madrugada del 14 de septiembre), del año 1224, dos años antes de su muerte, tuvo lugar el “milagro” de los estigmas de San Francisco (natural de Asis).
Una vez se hubo despojado de todas sus riquezas y haber decidido seguir el ejemplo de Jesucristo, lo primero que hizo el futuro santo fue, en su afán imitativo, elegir 12 santos varones (de los cuales UNO le saldría rana…como en la historia original, y se ahorcaría en un algarrobo, decidido a poner fin, de forma drástica, a tanto dislate).

No sé, a ciencia cierta, qué fuerza los mantendría unidos, aparte, claro está de su común deseo de seguir las enseñanzas del maestro… lean y juzguen vds. mismos:

“Alguno de ellos, arrobado, llegó hasta el tercer cielo, como San Pablo, y éste fue fray Egidio; otro, fray Felipe Lungo, fue tocado en sus labios por el Cordero, con el carbón de fuego, como Isaías profeta; fray Silvestre, cual Moisés, hablaba con Dios a la manera que un amigo habla con su amigo; alguno volaba por sutileza del entendimiento hasta la luz de la divina sabiduría, como el Águila, esto es, San Juan Evangelista…”

En fin…tal cúmulo de extravagancias sólo puede explicarse por la presencia masiva del Espirituoso Santo…pero como en aquella desgraciada época aún no había sido revelado el milagro de la destilación, presentimos la presencia de hongos de caca de vaca, o un combinado de zumo de belladona, beleño y ortiga, con “crostones” de piel de sapo…o, claro está, arrobas de vino pre-sangrificado.

"Al emigrar de este mundo, el bienaventurado Francisco dejó impresas en su cuerpo las señales de la pasión de Cristo. Se veían en aquellos dichosos miembros unos clavos de su misma carne, fabricados maravillosamente por el poder divino y tan connaturales a ella, que, si se les presionaba por una parte, al momento sobresalían por la otra, como si fueran nervios duros y de una sola pieza. Apareció también muy visible en su cuerpo la llaga del costado, semejante a la del costado herido del Salvador. El aspecto de los clavos era negro, parecido al hierro; mas la herida del costado era rojiza y formaba, por la contracción de la carne, una especie de círculo, presentándose a la vista como una rosa bellísima.”

Esto ocurría en el monte santo de Auvernia, durante una cuaresma en honor de san Miguel. A lo anterior se añadía el hambre canina. Sobre cuerpos desnutridos y atiborrados de jugos de hierbas medicinales… ¡puede ocurrir cualquier cosa!
Francisco (pseudónimo) flotaba sobre una nubecilla rosácea. Brazos en cruz, cuando una bola de fuego descargó sobre su persona que, aparte de espantar a todas las buenas personas de la contornada y hacerles perder el oremus, así como confundir a los pobres animales (“sus hermanos”) que no supieron durante un tiempo si era de día o era de noche, dejó, indelebles, las llagas de nuestro señor, en los miembros del “poverello”.

Por suerte todo lo que tenía que escribir, YA  lo había escrito.

Algunos mal intencionados, culpan a Domigo de Guzmán (rival): De alguna manera se habría introducido en la choza en la que el santo se martirizaba y le habría abierto las manos y pies para impedirle andar y  limosnear

Francisco estuvo en el monte santo de Auvernia hasta el 28 de septiembre…  justo el día (1915) en que Blaise Cendras perdía el brazo derecho, arrancado por un obús alemán en la ofensiva francesa de Champagne (en “Granja Navarín”. Un monumento… ¡y un cementerio!...recuerdan aquellos días “heroicos”). El brazo, arrancado, cayó del cielo y, a la suya, empezó a escarbar en la tierra calcinada, en busca de un lugar en donde esconderse. Enseguida lo dejó.


Cendrás (pseudónimo)…aprendería (para nuestra suerte) a escribir a máquina con la izquierda (“su mano amiga”)…y olvidó su afición al piano. ¡¿Que no han leído a Cendras?!... ¿Qué me dicen?...
Moravagine”…”El hombre fulminado”…”La prosa del Transiberiano…”

En las cajas de seguridad de un banco boliviano, paraguayo o brasilero están escondidas las novelas que escribió en su etapa “suramericana” y que él mismo guardó cuando era millonario (tres veces se enriqueció y por tres veces volvió a la ruina) para luego lanzar la llave por la borda del barco que lo llevaba a Europa…”¡Llévame al fin del mundo !”

A propósito de “La Prosa del transiberiano…”), decir que fue ilustrado por Sonia Delaunay y editado en pliegues, como vestido de jovencita de colegio de monjas (primer libro “simultaneista”). Sonia Delaunay, compañera de Robert D. fue una artista polifacética y genial: diseñadora de ropa (la famosa camisa amarilla de Maiakovski) bailarina, pintora…Junto con Robert Delaunay crearon esa variante dinámica y colorista del cubismo que conocemos con el nombre de “Orfismo” (Apollinaire).
Hablando de parejas “artísticas”:

Hugo Ball y Emmy Hennings
Yvan Goll y Caire Goll
Picasso y Dora Maar
Gonxarova y Larionov
Robert Schuman y Cara Tieck
Victor Hugo y Camile Claudel
Max Ernst y L. Carrington
Hanna Höch y Haussmann
Rivera y Frida Kahlo.
(…)

Jean (Hans) Arp (nacido tal día como hoy del año 1886) y Sophie Taubler. 

Arp, como antes Duchamp en su año “azaroso de 1913 (con su juego “erratum musical”, sus “tres zurcidos patrones” y la “rueda de bicicleta”)…y al mismo tiempo que Tzara (“poemas azarosos”)… proponía los “collages azarosos”:

“Un día había trabajado durante largo tiempo intentando efectuar un dibujo, sin conseguir los resultados deseados. Cansado de probar, acabó por romper los papeles sobre los que había realizado las diferentes pruebas y los tiró al suelo. Se quedó asombrado cuando comprobó que aquellos trozos esparcidos al azar habían formado una estructura muy similar a la que buscaba durante tanto tiempo” (L.C.)


Sin Sophie, Arp no hubiera sido el artista que fue. No sabemos, con seguridad qué corresponde a quién: El arte debe mostrar la belleza natural de los materiales…los “montajes” han de poder ser abandonados en la naturaleza y “han de poder existir con el mismo derecho…que un hilo serpenteando por entre los guijarros de un riachuelo” (C.G.)
Los “materiales” los recogían durante sus largos paseos…su intervención se limitaba a juntar como el viento reúne ramas y hojas secas…siguiendo las milagrosas “leyes del azar”, del humor…y del amor.

“Era (el ambiente de su casa, en Zurich) la atmósfera del primer día de la creación…inventaban el mundo, inventaban nuevas leyes, nuevos acordes. Pareja aérea, parecían dos hormigas, dos mariposas por encima de una pradera en flor…Era todo lo contrario de los artistas que se torturan por encontrar su personalidad que luego se encierran para preservarla. Ellos se querían mostrar transparentes al mundo, tratando de borrar su psicología, sus gustos, para no perturbar en nada el surgimiento natural de la belleza” (C.G.)

¿Hubiera sido posible todo esto sin la “pinza”?... ¿Hubiera sido posible sin las manos?...

Kokoschka estuvo a punto ¿descuido infantil? de asarse la mano derecha. Van Gogh lo intentó conscientemente para apaciguar su fuego interior. Schumann inutilizó su mano derecha, arruinando, de paso, su carrera de intérprete, intentando hacer ejercicios de estiramiento y fortalecimiento (de dedos). W. Barrouhgs, a lo “Yakuza”, “acortó su dedo meñique”… (¿Cómo muestra de dolor y arrepentimiento por la muerte de su mujer?).

Un poeta, amigo de Kokoschka y su peña, tenía un brazo de madera…con el que golpeaban, impacientes, para pedir las cervezas. Baudelaire empezó la quietud definitiva  por su mano derecha. Valle Inclán perdió su brazo izquierdo en una pelea “tabernaria”. Lord Nelson. Cervantes. Millán Astray. Guillermo II de Alemania. 

¿Recuerdan vds. aquella escena del “Gran Dictador” entre Hitler y Mussolini, en la que ninguno de los dos acierta a encajar la mano del otro…Algo parecido ocurrió entre Valle Inclán y Obregón (mancos del izquierdo y del derecho, respectivamente).
Matisse, que tuvo que dejar los pinceles por los recortes (¡de papeles coloreados!)

¡Qué desorden de día!...

Cuando el cortejo fúnebre de Verlaine pasaba por enfrente de “La estatua de la Poesía” (Plaza de la Ópera. París), la estatua perdió un brazo, que se hizo trizas, junto con la lira que sujetaba.

Busquen vds. en la fachada de la catedral nueva de Salamanca, el astronauta manco.

 

Acabaremos este día tan tonto, echando unas manitas a la “brisca”.

Buenas noches…¡y perdonen!




domingo, 15 de septiembre de 2013

propuesta para hoy, día 15 de septiembre. Mormones. "Educación sentimental"




 Me despiertan dos mormones: camisa blanca, corbata y (concesión reciente) bolso en bandolera. Los recibo en calzoncillos y camiseta “anticapitalista”. 

                      

--¿Es vd. creyente?...Podemos hablar de Dios y de sus designios.

 Los invito a pasar. Cuando ven mi indumentaria se niegan. Insisto. Y como ellos también insisten en su negativa, los agarro por la corbata y los arrastro, a la fuerza, al interior. Los siento en sendas sillas plegables:

--¡Venga…cabrones!... ¿Qué tenéis que explicarme a estas horas?

Miran el reloj… ¡las once ¡

--Venga, explicarme de qué va eso del puto “último día”. Y  lo de la “Parusía”. Explicarme, de paso, a qué viene eso de la camisa blanca y la mierda de la corbata.

--¡Lo sentimos!  (dice el más experimentado)… no queríamos molestar

--¿Lo sentííís?... ¿Cuánto lo sentís?... ¿Muuuucho?... ¡me cago en el “adviento” y me limpio con los folletos con los que atestáis MI buzón cada día!

Se levantan decididos, dando a entender que lo dicho es suficiente y demasiado.

--¡De aquí no se mueve ni dios!
--¡Ya está bien la broma…lo sentimos! Y, ahora, ¡adiós!...no tendremos en cuenta lo de Dios.

Voy a la puerta, echo la llave con tres vueltas y, sin perderles ojo, me sirvo un vaso de vino y me rulo un cigarrilo “Luky luke”. Cojo el palo de la fregona, por si la histeria los vuelve violentos.

--¡! (al experimentado) ¡acércate a la quinta estantería; fíjate en los libros del cuarto estante…¿ves un libro rojo titulado “Historia y conciencia de clase”,  de Lukács…¿sí?...
¡Sácalo!...¡Ábrelo por el capítulo: “La cosificación y la conciencia del proletariado” …¿Ya?...pues ¡empieza a leer!

El que permanece sentado, sonríe entre perplejo  y divertido. Golpeo la mesa con el mango de la fregona y se le borra la sonrisa como al gato de Lewis Carrol…euridicianamente.

--¡Lee!

--¡Vamos a dejarlo ¿no?

--¡¡NO!!...ya que habéis llamado a mi casa de madrugada, ¡ateneros a las consecuencias!... ¿Con qué derecho llamáis a MI puerta?…no a la de la escalera, no,… ¡a mi puerta!...Y no intentéis nada que os cruzo los riñones… ¡zánganos!... …¡que leeeas!

--(carraspeo)… ¿Leo también la cita introductoria?

--¡Por supuesto!...Y tú ¡presta atención!…que de aquí no salís, si no hacéis un resumen de lo leído/oído.

--“Ser radical es aferrar las cosas de raíz. Más para el hombre, la raíz es el hombre mismo” (Marx: “Contribución a la filosofía hegeliana del derecho”). Su voz empieza como un susurro y poco a poco toma la consistencia del habituado a este tipo de cosas.

Me ha parecido que esbozaba una media sonrisa.

--¿De qué te ríes?... ¡imbécil!... ¿Te hace gracia?...Eres capaz de hablar sobre las trompetas del “juicio final” y del “Anticristo” y te avergüenza leer que eres raíz de ti mismo…¡¡Continua!!

--“No es en modo alguno casual que las dos grande obras maduras de Marx dedicadas a exponer la totalidad de la sociedad capitalista y su carácter básico empiecen con el análisis de la mercancía…

Le sirvo un vaso de vino al oyente, que lo rechaza en base a sus convicciones. Le amenazo con el palo de la fregona y se lo pimpla de un trago.

Bueno, resumiendo: tras una hora de lectura y dos botellas de Ribera y cuando el tema se complica implicando a Kant de forma decidida, le ordeno parar.
El oyente se muestra francamente divertido. Después de cada trago se limpia con la corbata. El lector, seco, implora un vasito de agua. ¡¡vino!!...se pimpla un vaso y espera resignado el desenlace. Le sirvo otro, que bebe con fruición de neófito.

Yo sigo en calzoncillos, “abanderado”, por más señas. 

--Y ahora (les entrego papel y lápiz)… ¡Responded a las preguntas que os haré!

Se aplican como parvulitos. Esperan expectantes y competitivos.

--¿Os ha gustado el vino?... ¿Por qué?... ¿De qué D.O. pensáis que es?... ¿Con qué tipo de uva pensáis que está hecho?... ¡Razonad la respuesta!

Resumiendo de nuevo: se marcharon más contentos que unas pascuas, prometiéndome que, además de no molestarme nunca más, anotarían mi nombre en la lista de los elegidos.

¡Mal fario!...esta no es manera de empezar el día. Pero así son las cosas… ¡no siempre se puede elegir! Me doy por desayunado. Fifti-fifti.

Tal día como hoy, del año 1840,” hacia las seis de la mañana, el Ciudad de Montereau, presto a zarpar, exhala grandes torbellinos de humo en el muelle de Saint-Bernard”.(…)Frédéric Moreau, recién graduado de bachiller, regresaba a Nogent-sur-Seine, donde debía de vegetar durante dos meses antes de comenzar sus estudios de derecho(…)y para compensarse de la pesadumbre de no poder permanecer en la capital (París), había elegido para el regreso a su provincia el camino más largo”.


Como sabrán vds. en el barco ve por primera vez a la señora Arnoux y queda maníacamente enamorado de ella. Se trata de la “Educación sentimental” (Flaubert) que bien podría haberse llamado “las Ilusiones perdidas”…pero ese nombre ya estaba pillao.

La primera parte (de las tres que componen la novela), relata los esfuerzos del infeliz por entrar en el círculo de la “amada”. Confía en que su futura fortuna (herencia) le facilitará las cosas.  Por lo demás no pasa nada: Paseos, visitas, reuniones de amigos, restaurantes… ¡nada! Sólo el deseo y la esperanza…que se va al traste cuando se entera que la herencia familiar se ha disuelto…

--¡Ah! ¡Pobre hijo mío! ¡Cuántos sueños he tenido que abandonar! (su madre).

Sin embargo, dios aprieta pero no ahoga…y de rebote le llega una herencia millonaria de un tío que muere “ab intestato”. (12 de diciembre de 1845.En esa fecha continuaremos la crónica).
 Y las esperanzas renacen, multiplicadas por mil.

Flaubert deseaba escribir una novela que se mantuviera sólo en la fuerza del estilo, pura forma (Robbe-Grillet y compañía, exagerando, lo convirtieron en santo patrón de “le nouveau roman”)… ¡y casi lo consigue!

Mucho habría que hablar sobre los personajes y sus referentes reales…pero eso ya lo saben vds. Y también de la saturación de elementos autobiográficos….¡Volveremos!

Así que como no pasa nada, les propongo una forma entretenida de leer: Cojan vds. un atlas y un mapa de las ciudades que vayan apareciendo (Google) y marquen los itinerarios y lugares que aparezcan…Después dense un vueltecita, con el “street view”, por ese recorrido y tómense una copita donde les apetezca.

Ejemplo:

Cap.1. El barco remonta el Sena desde París (muelle Saint Bernard). Se supone que descienden en Montereau: él para dirigirse a Nogent y la mujer (con su acompañante) hacia Chalons y Suiza…Pues bien: o la traducción no es correcta o la descripción es inexacta (¡imposible, tratándose de Flaubert!) o existen diferentes localidades con los mismos nombres; lo cierto es que el del todo imposible hacer el recorrido (racionalmente) que sigue Frédéric para llegar a su pueblo.

Cap. 2. Pueden darse una vueltecita por el pueblo. Contemplar su hermosa iglesia medio gótica y tomar un tercio o lo  que se tercie en “ Bar la taverne”, en la Grand rue Saint Lurent…No anden más porque no encontrarán otra cosa. Si buscan la Plâce Hôtel-Dieu, donde se despiden los dos amigos…en su lugar encontrarán la Rue Hôtel–Dieu. Hace décadas que la plaza desapareció. Paséense por los puentes y revivan la atmósfera de la novela.

Cap.3. PARIS.
·         Port de Saint Bernard (en el actual Quai de Saint Barnard. Jardin des Plantes)
·         Rue Coq-Héron (Rue du Louvre)
·         Rue d’Anjou(entre Haussmann y Malesherbes)
·         Rue Montmartre ( cruza con boulevard  Montmartre)
·         Rue Saint Hyacinte (cerca del pasaje de los Jacobinos y de la Vêndome)
·         Rue Saint Jacques (paralela a Saint Michel, lado Sorbona)
·         Rue de la Harpe (entre Saint Michel y Saint Jacques).
·         (Bailes de la) Ópera.
·         (Arcadas del ) Odeón.
·         (Teatro del )Palais Royal.
·         Quai Napoleón (no existe con ese nombre. Estaría a continuación del de la Tourelle y el de Portobello).

Y, así, van construyéndose la geografía  sentimental del personaje, lo que les ayudará a gustar de lo leído. Y si algún día tienen vds.la suerte de ir, con tiempo, a París dispondrán de una estupenda guía “literaria” con la que podrán entretener a su acompañant@.


Cap. 4
·         Rue Soufflot, esquina con Saint Jacques.
·         Rue Descartes ( “Comisaría”. A un tiro de piedra de Soufflot, pasada la Sorbona)
·         Rue Vaugirard (por Odeón. El café Tabourin estaba en el nº 20, frente al Luxemburgo)
·         Rue Cléry (Rive droit. Entre Boulevard Saint Martin y Rue du Louvre)
·         Rue Fleurs (de Bouleverd Raspail al Luxemburgo)
·          Rue fauburg Poissonniere ( de los Grandes Boulevares  a rue La Fayette)
·         “Itinerario” de Regimbart: Rue Notre-dame-des-victoires (por la Bolsa); “Pasaje Panoramas” (cerca de la calle anterior); Rue Gaillon (desemboca en la Avenida de la Ópera, no lejos de la plaza del mismo nombre)
·         Rue Choiseul, 24 bis (residencia de los Arnoux. Hace esquina con el Boulevard des italienes).
·         ¡¡Pont Neuf!!...¡¡Pont de la Concorde!!
·         Restaurant “Les trois frères Provençaux” (se encontraba en Palais Royal: Junto con el “Vefourt” y el “Very” constituía la “Santísima Trinidad” de la gastronomía en la zona de Palais Royal. El Vefourt… ¡todavía existe!
·         Pasaje Saumon (Actual “Passage Ben-Aïd”. En la época de Frédéric, era un pasaje en parte acristalado. Actualmente no tiene ningún interés).
·         Rue Richelieu (También por la zona de Palais Royal)
·         Baile “Alhambra” (Recién construido. Campos Elíseos. A finales de los años 20 actuó la “Argentinita”)
·         “Teatro de la Puerta de San Martin” (existe todavía. Junto a la puerta-arco de Sain Martin, en el boulevard del mismo nombre).
·         Mercado Central (se refiere a les Halles…criminalmente destruidas no hace demasiado…en su lugar el “Forum les Halles”)
·         Rest. Pinson (situado en la  rue de” l’Ancienne comédie” frente al  Procope” )
·         Saint Cloud (casa de campo del Sr. Arnoux. Actualmente irreconocible. En la gran curva del Sena…cerca de la Isla Séguin)
·         Auteuil (entre el Bois de Boulogne y el Sena).
·         Garde- Meuble  (Actual Ministerios de la Marina, en la esquina de las calles Royal y Rivoli).
·         Fumadero “Alexandre” (no sé la ubicación…pero era de opio, ¡naturalmente!)

Con esto acaba la primera parte. Recorran París. Entiendan su geopolítica. Completen la naturaleza de los personajes con su “geografía” correspondiente…

No me negarán el “curro”... ¡De nada!

Esta primera parte es “guerra de posiciones”, que se verán alteradas radicalmente. La revolución de Julio significó una primera victoria para la burguesía en ascenso, pero no de todas las facciones de la burguesía. La del 48, significará, tras masacrar al ingenuo proletariado, el triunfo del conjunto de la burguesía. Veremos las metamorfosis del capital, seguiremos los pasos de su proceso de reproducción y acumulación, en la ajetreada vida del Sr. Arnoux, expuesta, como hoja desprendida, a la lógica, recientemente predicha, del Capital.

Asistiremos a la multiplicación incesante de las mercancías y a la desvalorización, consiguiente, del trabajo y de las propias mercancías. Las veremos arrastrarse, insignificantes, por el suelo de parquet del Sr. Arnoux. Las veremos, ansiosas, reclamando nuestra atención desde las melancólicas vitrinas de los grandes almacenes… ¡libéranos de la vergüenza!...Pero otras oleadas vendrán a sustituir a las adquiridas. Y también nosotros, mercancías, lucharemos para dejar de serlo.

Frédéric, que por fin ha aprobado los exámenes de abogacía, se va de vacaciones y allí se entera de la desgraciada situación económica familiar. Dice adiós a todo y se dispone para una vida de provincias sin lustre. ¡Y ocurre el milagro de la herencia del “ab intestato”!. Vuelven las esperanzas…Y regresa a París… ¡con más indios!....PERO ESO YA ES OTRA HISTORIA.

Para acabar este día que empezó de forma tan melodramática, les invito a “Becada en salmorejo” (típica cocina francesa) en recuerdo del Sr. Arnoux y de su “pupilo” Frédéric…y pensando en Alain Ducasse (nacido hace dos días, del año 1956). Acabaremos el día  de forma gloriosa:
  • Una becada.
  • Mantequilla.
  • Media botella de vino tinto de buena calidad y cuerpo. En su defecto el Ribera cotidiano.
  • Una cucharadita de cebolla finamente cortada.
  • Una cucharada de coñac. El resto de la botella nos lo pimplaremos a lo largo de la faena.
  • Algunos “crostones” de pan
  • Media hoja de laurel…No pasa nada si la ponen entera… ¡Así no sufre!
1.
En una cacerola, calentamos 30 g de mantequilla con media hoja de laurel, y a calor vivo cocemos (¿diez minutos?) la becada (limpia). Escurrimos. La cortamos a trozos, ¡sin compasión! Colocamos los trozos en la cacerola. Vertemos el vino y la cebolla picadita. Bajamos el fuego y reducimos el líquido hasta que adquiera la consistencia de salsa.
2.
Ahora viene lo innombrable: Ponemos las entrañas, que hemos sacado al principio, en un plato frío, agregando una cantidad igual de mantequilla reblandecida y el coñac. Flambeamos. Cuando estén “hechas” trabajamos (¿) bien con un tenedor hasta lograr una pasta homogénea.
3.
Sacamos los trozos de becada y los ponemos en una fuente junto al fuego, para que no se enfríen. Pasamos el fondo de la cocción por un “chino” (utensilio de cocina) y lo volvemos a poner en la cacerola. Se echan las entrañas y se lleva a ebullición a calor moderado.
4.
Cuando, ese mejunje, empiece a hervir, apagamos y lo vertemos sobre los trozos de becada. Lo serviremos adornado con los “crostones”, dorados en mantequilla.
N.B.
Para evitar que alguien se cocine una “becaria”, les aclaro la naturaleza de la “becada”:
Una becada es una perdiz chocha (¿¿) (Scolopax rusticola), también conocida como perdiz sorda,  gallinuela y arce; es una especie de ave limícola (¡que vive en el limo!) de la familia Scolopacidae…Creo que es suficiente para distinguir una cosa de otra.
Bon appetit!

                                                  



RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...