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domingo, 15 de septiembre de 2013

propuesta para hoy, día 15 de septiembre. Mormones. "Educación sentimental"




 Me despiertan dos mormones: camisa blanca, corbata y (concesión reciente) bolso en bandolera. Los recibo en calzoncillos y camiseta “anticapitalista”. 

                      

--¿Es vd. creyente?...Podemos hablar de Dios y de sus designios.

 Los invito a pasar. Cuando ven mi indumentaria se niegan. Insisto. Y como ellos también insisten en su negativa, los agarro por la corbata y los arrastro, a la fuerza, al interior. Los siento en sendas sillas plegables:

--¡Venga…cabrones!... ¿Qué tenéis que explicarme a estas horas?

Miran el reloj… ¡las once ¡

--Venga, explicarme de qué va eso del puto “último día”. Y  lo de la “Parusía”. Explicarme, de paso, a qué viene eso de la camisa blanca y la mierda de la corbata.

--¡Lo sentimos!  (dice el más experimentado)… no queríamos molestar

--¿Lo sentííís?... ¿Cuánto lo sentís?... ¿Muuuucho?... ¡me cago en el “adviento” y me limpio con los folletos con los que atestáis MI buzón cada día!

Se levantan decididos, dando a entender que lo dicho es suficiente y demasiado.

--¡De aquí no se mueve ni dios!
--¡Ya está bien la broma…lo sentimos! Y, ahora, ¡adiós!...no tendremos en cuenta lo de Dios.

Voy a la puerta, echo la llave con tres vueltas y, sin perderles ojo, me sirvo un vaso de vino y me rulo un cigarrilo “Luky luke”. Cojo el palo de la fregona, por si la histeria los vuelve violentos.

--¡! (al experimentado) ¡acércate a la quinta estantería; fíjate en los libros del cuarto estante…¿ves un libro rojo titulado “Historia y conciencia de clase”,  de Lukács…¿sí?...
¡Sácalo!...¡Ábrelo por el capítulo: “La cosificación y la conciencia del proletariado” …¿Ya?...pues ¡empieza a leer!

El que permanece sentado, sonríe entre perplejo  y divertido. Golpeo la mesa con el mango de la fregona y se le borra la sonrisa como al gato de Lewis Carrol…euridicianamente.

--¡Lee!

--¡Vamos a dejarlo ¿no?

--¡¡NO!!...ya que habéis llamado a mi casa de madrugada, ¡ateneros a las consecuencias!... ¿Con qué derecho llamáis a MI puerta?…no a la de la escalera, no,… ¡a mi puerta!...Y no intentéis nada que os cruzo los riñones… ¡zánganos!... …¡que leeeas!

--(carraspeo)… ¿Leo también la cita introductoria?

--¡Por supuesto!...Y tú ¡presta atención!…que de aquí no salís, si no hacéis un resumen de lo leído/oído.

--“Ser radical es aferrar las cosas de raíz. Más para el hombre, la raíz es el hombre mismo” (Marx: “Contribución a la filosofía hegeliana del derecho”). Su voz empieza como un susurro y poco a poco toma la consistencia del habituado a este tipo de cosas.

Me ha parecido que esbozaba una media sonrisa.

--¿De qué te ríes?... ¡imbécil!... ¿Te hace gracia?...Eres capaz de hablar sobre las trompetas del “juicio final” y del “Anticristo” y te avergüenza leer que eres raíz de ti mismo…¡¡Continua!!

--“No es en modo alguno casual que las dos grande obras maduras de Marx dedicadas a exponer la totalidad de la sociedad capitalista y su carácter básico empiecen con el análisis de la mercancía…

Le sirvo un vaso de vino al oyente, que lo rechaza en base a sus convicciones. Le amenazo con el palo de la fregona y se lo pimpla de un trago.

Bueno, resumiendo: tras una hora de lectura y dos botellas de Ribera y cuando el tema se complica implicando a Kant de forma decidida, le ordeno parar.
El oyente se muestra francamente divertido. Después de cada trago se limpia con la corbata. El lector, seco, implora un vasito de agua. ¡¡vino!!...se pimpla un vaso y espera resignado el desenlace. Le sirvo otro, que bebe con fruición de neófito.

Yo sigo en calzoncillos, “abanderado”, por más señas. 

--Y ahora (les entrego papel y lápiz)… ¡Responded a las preguntas que os haré!

Se aplican como parvulitos. Esperan expectantes y competitivos.

--¿Os ha gustado el vino?... ¿Por qué?... ¿De qué D.O. pensáis que es?... ¿Con qué tipo de uva pensáis que está hecho?... ¡Razonad la respuesta!

Resumiendo de nuevo: se marcharon más contentos que unas pascuas, prometiéndome que, además de no molestarme nunca más, anotarían mi nombre en la lista de los elegidos.

¡Mal fario!...esta no es manera de empezar el día. Pero así son las cosas… ¡no siempre se puede elegir! Me doy por desayunado. Fifti-fifti.

Tal día como hoy, del año 1840,” hacia las seis de la mañana, el Ciudad de Montereau, presto a zarpar, exhala grandes torbellinos de humo en el muelle de Saint-Bernard”.(…)Frédéric Moreau, recién graduado de bachiller, regresaba a Nogent-sur-Seine, donde debía de vegetar durante dos meses antes de comenzar sus estudios de derecho(…)y para compensarse de la pesadumbre de no poder permanecer en la capital (París), había elegido para el regreso a su provincia el camino más largo”.


Como sabrán vds. en el barco ve por primera vez a la señora Arnoux y queda maníacamente enamorado de ella. Se trata de la “Educación sentimental” (Flaubert) que bien podría haberse llamado “las Ilusiones perdidas”…pero ese nombre ya estaba pillao.

La primera parte (de las tres que componen la novela), relata los esfuerzos del infeliz por entrar en el círculo de la “amada”. Confía en que su futura fortuna (herencia) le facilitará las cosas.  Por lo demás no pasa nada: Paseos, visitas, reuniones de amigos, restaurantes… ¡nada! Sólo el deseo y la esperanza…que se va al traste cuando se entera que la herencia familiar se ha disuelto…

--¡Ah! ¡Pobre hijo mío! ¡Cuántos sueños he tenido que abandonar! (su madre).

Sin embargo, dios aprieta pero no ahoga…y de rebote le llega una herencia millonaria de un tío que muere “ab intestato”. (12 de diciembre de 1845.En esa fecha continuaremos la crónica).
 Y las esperanzas renacen, multiplicadas por mil.

Flaubert deseaba escribir una novela que se mantuviera sólo en la fuerza del estilo, pura forma (Robbe-Grillet y compañía, exagerando, lo convirtieron en santo patrón de “le nouveau roman”)… ¡y casi lo consigue!

Mucho habría que hablar sobre los personajes y sus referentes reales…pero eso ya lo saben vds. Y también de la saturación de elementos autobiográficos….¡Volveremos!

Así que como no pasa nada, les propongo una forma entretenida de leer: Cojan vds. un atlas y un mapa de las ciudades que vayan apareciendo (Google) y marquen los itinerarios y lugares que aparezcan…Después dense un vueltecita, con el “street view”, por ese recorrido y tómense una copita donde les apetezca.

Ejemplo:

Cap.1. El barco remonta el Sena desde París (muelle Saint Bernard). Se supone que descienden en Montereau: él para dirigirse a Nogent y la mujer (con su acompañante) hacia Chalons y Suiza…Pues bien: o la traducción no es correcta o la descripción es inexacta (¡imposible, tratándose de Flaubert!) o existen diferentes localidades con los mismos nombres; lo cierto es que el del todo imposible hacer el recorrido (racionalmente) que sigue Frédéric para llegar a su pueblo.

Cap. 2. Pueden darse una vueltecita por el pueblo. Contemplar su hermosa iglesia medio gótica y tomar un tercio o lo  que se tercie en “ Bar la taverne”, en la Grand rue Saint Lurent…No anden más porque no encontrarán otra cosa. Si buscan la Plâce Hôtel-Dieu, donde se despiden los dos amigos…en su lugar encontrarán la Rue Hôtel–Dieu. Hace décadas que la plaza desapareció. Paséense por los puentes y revivan la atmósfera de la novela.

Cap.3. PARIS.
·         Port de Saint Bernard (en el actual Quai de Saint Barnard. Jardin des Plantes)
·         Rue Coq-Héron (Rue du Louvre)
·         Rue d’Anjou(entre Haussmann y Malesherbes)
·         Rue Montmartre ( cruza con boulevard  Montmartre)
·         Rue Saint Hyacinte (cerca del pasaje de los Jacobinos y de la Vêndome)
·         Rue Saint Jacques (paralela a Saint Michel, lado Sorbona)
·         Rue de la Harpe (entre Saint Michel y Saint Jacques).
·         (Bailes de la) Ópera.
·         (Arcadas del ) Odeón.
·         (Teatro del )Palais Royal.
·         Quai Napoleón (no existe con ese nombre. Estaría a continuación del de la Tourelle y el de Portobello).

Y, así, van construyéndose la geografía  sentimental del personaje, lo que les ayudará a gustar de lo leído. Y si algún día tienen vds.la suerte de ir, con tiempo, a París dispondrán de una estupenda guía “literaria” con la que podrán entretener a su acompañant@.


Cap. 4
·         Rue Soufflot, esquina con Saint Jacques.
·         Rue Descartes ( “Comisaría”. A un tiro de piedra de Soufflot, pasada la Sorbona)
·         Rue Vaugirard (por Odeón. El café Tabourin estaba en el nº 20, frente al Luxemburgo)
·         Rue Cléry (Rive droit. Entre Boulevard Saint Martin y Rue du Louvre)
·         Rue Fleurs (de Bouleverd Raspail al Luxemburgo)
·          Rue fauburg Poissonniere ( de los Grandes Boulevares  a rue La Fayette)
·         “Itinerario” de Regimbart: Rue Notre-dame-des-victoires (por la Bolsa); “Pasaje Panoramas” (cerca de la calle anterior); Rue Gaillon (desemboca en la Avenida de la Ópera, no lejos de la plaza del mismo nombre)
·         Rue Choiseul, 24 bis (residencia de los Arnoux. Hace esquina con el Boulevard des italienes).
·         ¡¡Pont Neuf!!...¡¡Pont de la Concorde!!
·         Restaurant “Les trois frères Provençaux” (se encontraba en Palais Royal: Junto con el “Vefourt” y el “Very” constituía la “Santísima Trinidad” de la gastronomía en la zona de Palais Royal. El Vefourt… ¡todavía existe!
·         Pasaje Saumon (Actual “Passage Ben-Aïd”. En la época de Frédéric, era un pasaje en parte acristalado. Actualmente no tiene ningún interés).
·         Rue Richelieu (También por la zona de Palais Royal)
·         Baile “Alhambra” (Recién construido. Campos Elíseos. A finales de los años 20 actuó la “Argentinita”)
·         “Teatro de la Puerta de San Martin” (existe todavía. Junto a la puerta-arco de Sain Martin, en el boulevard del mismo nombre).
·         Mercado Central (se refiere a les Halles…criminalmente destruidas no hace demasiado…en su lugar el “Forum les Halles”)
·         Rest. Pinson (situado en la  rue de” l’Ancienne comédie” frente al  Procope” )
·         Saint Cloud (casa de campo del Sr. Arnoux. Actualmente irreconocible. En la gran curva del Sena…cerca de la Isla Séguin)
·         Auteuil (entre el Bois de Boulogne y el Sena).
·         Garde- Meuble  (Actual Ministerios de la Marina, en la esquina de las calles Royal y Rivoli).
·         Fumadero “Alexandre” (no sé la ubicación…pero era de opio, ¡naturalmente!)

Con esto acaba la primera parte. Recorran París. Entiendan su geopolítica. Completen la naturaleza de los personajes con su “geografía” correspondiente…

No me negarán el “curro”... ¡De nada!

Esta primera parte es “guerra de posiciones”, que se verán alteradas radicalmente. La revolución de Julio significó una primera victoria para la burguesía en ascenso, pero no de todas las facciones de la burguesía. La del 48, significará, tras masacrar al ingenuo proletariado, el triunfo del conjunto de la burguesía. Veremos las metamorfosis del capital, seguiremos los pasos de su proceso de reproducción y acumulación, en la ajetreada vida del Sr. Arnoux, expuesta, como hoja desprendida, a la lógica, recientemente predicha, del Capital.

Asistiremos a la multiplicación incesante de las mercancías y a la desvalorización, consiguiente, del trabajo y de las propias mercancías. Las veremos arrastrarse, insignificantes, por el suelo de parquet del Sr. Arnoux. Las veremos, ansiosas, reclamando nuestra atención desde las melancólicas vitrinas de los grandes almacenes… ¡libéranos de la vergüenza!...Pero otras oleadas vendrán a sustituir a las adquiridas. Y también nosotros, mercancías, lucharemos para dejar de serlo.

Frédéric, que por fin ha aprobado los exámenes de abogacía, se va de vacaciones y allí se entera de la desgraciada situación económica familiar. Dice adiós a todo y se dispone para una vida de provincias sin lustre. ¡Y ocurre el milagro de la herencia del “ab intestato”!. Vuelven las esperanzas…Y regresa a París… ¡con más indios!....PERO ESO YA ES OTRA HISTORIA.

Para acabar este día que empezó de forma tan melodramática, les invito a “Becada en salmorejo” (típica cocina francesa) en recuerdo del Sr. Arnoux y de su “pupilo” Frédéric…y pensando en Alain Ducasse (nacido hace dos días, del año 1956). Acabaremos el día  de forma gloriosa:
  • Una becada.
  • Mantequilla.
  • Media botella de vino tinto de buena calidad y cuerpo. En su defecto el Ribera cotidiano.
  • Una cucharadita de cebolla finamente cortada.
  • Una cucharada de coñac. El resto de la botella nos lo pimplaremos a lo largo de la faena.
  • Algunos “crostones” de pan
  • Media hoja de laurel…No pasa nada si la ponen entera… ¡Así no sufre!
1.
En una cacerola, calentamos 30 g de mantequilla con media hoja de laurel, y a calor vivo cocemos (¿diez minutos?) la becada (limpia). Escurrimos. La cortamos a trozos, ¡sin compasión! Colocamos los trozos en la cacerola. Vertemos el vino y la cebolla picadita. Bajamos el fuego y reducimos el líquido hasta que adquiera la consistencia de salsa.
2.
Ahora viene lo innombrable: Ponemos las entrañas, que hemos sacado al principio, en un plato frío, agregando una cantidad igual de mantequilla reblandecida y el coñac. Flambeamos. Cuando estén “hechas” trabajamos (¿) bien con un tenedor hasta lograr una pasta homogénea.
3.
Sacamos los trozos de becada y los ponemos en una fuente junto al fuego, para que no se enfríen. Pasamos el fondo de la cocción por un “chino” (utensilio de cocina) y lo volvemos a poner en la cacerola. Se echan las entrañas y se lleva a ebullición a calor moderado.
4.
Cuando, ese mejunje, empiece a hervir, apagamos y lo vertemos sobre los trozos de becada. Lo serviremos adornado con los “crostones”, dorados en mantequilla.
N.B.
Para evitar que alguien se cocine una “becaria”, les aclaro la naturaleza de la “becada”:
Una becada es una perdiz chocha (¿¿) (Scolopax rusticola), también conocida como perdiz sorda,  gallinuela y arce; es una especie de ave limícola (¡que vive en el limo!) de la familia Scolopacidae…Creo que es suficiente para distinguir una cosa de otra.
Bon appetit!

                                                  



sábado, 14 de septiembre de 2013

Olimpia parte 2 - Leni Riefenstahl - Reichsfilm (1936)

Olympia Part 1 Fest der Völker 1938 with English Subs

Triumph des Willens (1935) - Triunfo de la voluntad. 14 de septiembre.

Propuesta para hoy, día 14 de septiembre: "El coloso de Marousi"




                                                           

A mí, el “tiempo” y el “espacio” me la repampinflan (y más desde la jubilación)…y ¿qué decir de la “materia” y la “energía”?... ¿y de la luz?... ¡que es “onda” y es “partícula”!

¿No se trueca la materia en energía cuando aumenta el estrés?... ¿No constituyen el espacio y el tiempo un todo indisociable que va a su aire?...

¿Cómo YO, siendo libre (¿), no podría saltarme a la torera esas apariencias?...

Majestuosas premisas, para alguna conclusión de envergadura. Pero no hay ninguna conclusión. Ningún corolario. Simplemente decir que estoy en el 18 de septiembre, pero vivo en el 14. Y que, a contrapelo de la “ordinalidad”, salto por encima de días enteros o vuelvo atrás… ¡a voluntad!

Lo de la “maratón” es un mito…que ni siquiera voy a desenmascarar. Lo único que ¡sí! quiero decir…es que la “maratón” la corrió todo el ejército griego en pleno: La primera maratón  (multitudinaria) de la historia. No parece razonable pensar que los griegos estuvieran pensando en quién llegaría primero. Rechazados los persas, se trasladaron en masa a Atenas para hacer frente a la flota persa que se dirigía hacia allí. Cuando llegaron los persas, no tuvieron más remedio que admirar la velocidad de esos correcaminos y retirarse a su tierra… ¡Otra vez será!... Puede que Filípides corriera (¡en dos días!) hasta Esparta para pedir refuerzos, pero no es de recibo que a la vuelta lo enviaran, sin respiro, a Atenas, para anunciar la victoria… y evitar, así, la tragedia anunciada (en caso de derrota). De haber sido así, estaría plenamente justificada su muerte por agotamiento…tras gritar “¡¡Νíκη!!” (¡¡”Victoria”!!).

Pero… ¡en fin! Tal día como hoy, según la leyenda, ocurrió lo que ocurrió.

Lo realmente emocionante y digno de perdurar  en la memoria, es la persona de Spiridón Louis: ganador de la primera “maratón”, organizada, de la historia, con ocasión de las primeras Olimpiadas de la era moderna, celebradas en Atenas el año 1896.

Tods vds. sabrán de las iniciales reticencias (Inglaterra, Alemania…) a la implementación (¡¡) de la idea de Coubertain. Finalmente, en el primer Congreso, celebrado en la Universidad de París, se aceptó la idea y se decidió que la primera olimpiada de la época moderna se celebraría en 1896 en Atenas. Atenas, como siempre… ¡no tenía ni un duro!...
Jorge Averof, un rico comerciante de Alejandría corrió con los gastos de remodelación estadio Olímpico (Kalimármaro)…Se emitieron sellos de correos y se recibieron otras aportaciones. El gran obstáculo estaba removido.

De todas las disciplinas participantes, sólo nos interesa la de “maratón”… por su novedad, originalidad y desarrollo…Y por efimerísticas razones.
Fue Michel Brel quien, inspirado en la hazaña de Filípides (Herodoto, Plutarco…), propuso la introducción de esta modalidad deportiva: correr 40 km, saliendo de Maratón y concluyendo en el Estadio. (Los 42 km. 195 metros es una impostura)….Se desechó la descabellada idea de correr de Atenas a Esparta (alrededor de 240 kms.).  

Los griegos se sintieron halagados, encantados e ilusionados… ¡manos a la obra!...

Se organizaron unas pruebas “panhelénicas” para conformar el grupo de participantes, bajo el férreo control del coronel  Papadiamantópulos. 
Ha sido tradición inveterada el que los militares se encargaran de las clases de gimnasia…Yo también tuve uno que me llevaba en su seiscientos a todas las pruebas de cien metros lisos que se celebraran en Albacete, Murcia y alrededores…de entonces procede mi “récord”: 11segundo y 2 centésimas…¿no se lo creen?...¡Miren vds. los registros! Y sin zapatillas adecuadas, ni “lanzadera” de apoyo.

Al mismo tiempo empezó la mitología: el ganador se casará con la hija del mecenas Abérof y recibirá una dote de un millón de dracmas…tendrá un puesto relevante en el Estado…La carrera se convirtió en “Cuestión nacional”. Acudieron de todos los pueblos: pastores, cazadores-recolectores, agricultores, pesadores de higos…todos con la esperanza de tener entre sus brazos a la bella Abérof y lo que llevaba aparejado.  También acudió un “aguador” de Marousi…Pero su acicate era otro.

  Han de saber vds. que hubo un tiempo en el que agua de boca (¿) no circulaba por las cañerías, que no habían, sino que era transportada esforzadamente por “aguadores” que la suministraban en recipientes de diversa índole…”¡¡Aaagua!!” y ese (¿) agua era depositada en recipientes mayores que todos teníamos en las casa y de los cuales sacábamos la necesaria.  El agua para otros usos la transportábamos nosotros, también esforzadamente, desde las fuentes cercanas (¡o no!)… abrías la “orza” y veías tu cara reflejada en la tranquila superficie del agua…y te quedabas pasmado, como Narciso, no por tu belleza…sino por la belleza del momento.

Cuando el general, que había sido comandante del “aguador” Spiro Louis en la “mili”, lo vio, no se lo podía creer:

-- “¿Qué haces TÚ aquí?”, le espetó.

--“¡Quiero correr!”, le respondió.

Esta significativa conversación tenía lugar en Ambelókipos (actualmente, Atenas) pongamos que donde el antiguo estadio del “Panaza” (Panathinaikós), detrás de Likabitos.

--“Bueno, pues… ¡ve a Sintagma a por tabaco y mientras, me lo pienso!

Fue y volvió en 20’. Lo normal es una hora (¿recuerdan aquella escena de “Pulp Fiction”?)… ¡Tanta era su ansia!...Esto convenció al renuente militar y le permitió participar en las “previas”  para la selección.

En realidad lo que ocurrió, según declaración del mismo Spiridón a “Noticias Atenienses” en noviembre de 1935, fue algo diferente.

La Comisión organizó la selección mencionada. Salió vencedor Basilákos (3h.18’) y seleccionados otros cuantos, entre ellos uno de Maroussi y otro de Xalandri (que superó a su vecino)…Spiros y otros, asistieron a esa primera prueba como espectadores y cuando volvían a su pueblo oyeron las risotadas y la rechifla que se gastaban los de Xalandri a costa del de Marousi…Eso les tocó la fibra vecinal y decidieron hacer algo: El “aguador”, Musuris, Lavrentis, su hermano Papasimeón y otro (todos de Maroussi…¡los colosos de Maroussi!)…decidieron tomarse venganza. Atenas, entonces, no era (¡evidente)! lo que es ahora…todos esos “barrios”, eran pueblos polvorientos,  separados e independientes.

Así que al día siguiente, Sábado Santo, se presentaron en Atenas con un solo propósito: ¡correr!...La Comisión acordó que todo aquel que no superara las 3h. 5’ podría participar en la segunda “previa” de selección. Les hicieron una pequeña prueba y  fueron aceptados para la segunda tanda.   Los vecinos rifaron una cabra y consiguieron las 25 dracmas que valía cada par de zapatillas. El Lunes de Pascua se pusieron a entrenar: campo a través, saltando como liebres… ¡mucho tuvieron que perfeccionar el estilo!...En el “Panigiri” contaban emocionados los progresos, comían cerdo asado para reponer fuerzas y añadían medio litro de vino a la dieta acostumbrada, para enrojecer la sangre y fortalecer el nervio.

Los Juegos empezaron el Domingo de Pascua…y ¡todavía! El sábado Santo, Spiridón no sabía que correría la Maratón.

El jueves siguiente tuvo lugar la esperada segunda selección: Primero llegó Lavrentis. Spiridón (con dolor de espalda) llegó quinto, pero dentro del tiempo. Fue la única maratón que corrió, exceptuando la oficial, que tuvo lugar el 10 de abril, tres o cuatro días después. Spiridón seguía “pinzado”…le dieron friegas con ouzo…le pusieron ventosas…y le pasaron el ojo azul por la espalda. Finalmente, mejoró con unos masajes. La víspera del magno acontecimiento, los de Marousi acudieron a Maratón y fueron alojados en casa del alcalde. Spiridón seguía “pinzado” y sólo perseveró empujado por el  acicate  (que de momento no descubriremos).

Llegó el día y el momento: Domigo 10 de abril…2 de la tarde. Antes de salir al campo de batalla, fueron arengados: “¡Hoy es un día glorioso para Grecia!”...etc…etc

Spiros no comprendía el sentido patriótico del acontecimiento. Sólo pensaba en su “acicate”.



La primavera ática empieza de golpe como un verano ansioso. El sol “muerde”...”εχει δóντια”. y el vestuario, de “entretiempo”, no era el adecuado (vean vds. las fotografías). Allí  en medio de la calle polvorienta, se dispusieron 17 “calles”, una para cada uno de los participantes: 12 griegos y 4 extranjeros (Albin Lermusiaux (Fr.), plata en 1500; Tenti Frak (Australia) medalla en 800 y en 1.500, fondista experimentado; Kélner (Hun.), el único, a excepción de los griegos, que había corrido una maratón y Arthur Blake (Usa). El italiano Carlo Airoldi fue excluido por profesional. Spiros lucía el número 17.



El general, acostumbrado por oficio, dio el pistoletazo de salida (y lamentó la bala perdida): los extranjeros, que nunca habían corrido una carrera de esa envergadura, salieron como gamos y tomaron una clara ventaja. Siguieron el camino de la costa, por el actual ramal sur de la “Avenida de Maratón”, en dirección a Rafina, para, desde allí, girar hacia el centro de Atenas por “Mesogion”. Secarrales, dulcificados por la brisa marina. A su izquierda la isla de Eubea y el mar intermedio, salpicado de islas…Spiros soñaba con Eleni…su amor imposible. A sus suegros no les hacía gracia el “aguador” de Marousi…quizá tenían el don de la prospectiva y no tenían claro el futuro del yerno. Spiridón razonaba de la siguiente manera: “Si gano, dicen, me entregarán la hija de Abédof…Yo renunciaré a ella y al millón de dracmas…pero nadie podrá negarme  a Eleni”…y así pasaban el tiempo, los kilómetros y los rivales: ¡El “acicate”!

El francés iba, claramente, el primero. Le sacaba dos kilómetros al segundo, que era el australiano…tercero y cuarto eran el americano y el húngaro…Los griegos se reservaban, sabiendo que después de Pikerni, empezaba lo duro. En Pikerni, más o menos a mitad de camino, Spiridón, sexto, se paró en un “Kafenío” y pidió un par de vasos de vino: uno por mejilla. Para tomar fuerzas ante las subidas inminentes.



--“¡φíλε, Βαλε ενα ποτιρακι κρασι!”

--Pero, Spiro, ¡se te escaparán!

--Tranquilos…a esos los pillo antes  de Leontario.

En Pallini, el francés sigue el primero…los “pallinenses” le echan flores y le aplauden (lo cortés no quita lo valiente)

En el kilómetro 32, el australiano tomó la delantera…Spiro, Basillakos y Belokos…le siguen como perros de caza a una presa herida de muerte.

En el kilómetro 34, Flak (el australiano)… (esto parece un problema de lógica casera: “el que viste de blanco vive en la casa rosa”; “el que vive en la casa azul, no bebe”; “al francés le gusta el vino”…) confiado en su victoria, envía un ciclista a anunciar su victoria. Las decenas de miles que llenaban el estadio, se quedaron helados. Ya el americano les había arrebatado la medalla en eso tan griego de  “lanzamiento de disco”… ¡Sólo faltaba que se quedaran también sin la maratón!

Antes de que llegara el ciclista con la “mala nueva”, Spiros, espoleado por el morapio, hace un cambio de ritmo que deja al australiano desfondado… tuvo que ser recogido por los sanitarios, que seguían el acontecimiento en bicicletas y en carros de tracción animal… ¡Parecía una croqueta! (dicen…)

Era el kilómetro 37…en Agía Paraskevíes, cuando Spiridón Louis, que no sigue ninguna táctica, que no sea la de correr y correr (a su ritmo ¡eso sí!) envía otro ciclista al estadio diciendo que la cosa está hecha: el estadio estalla en vítores patrióticos…¡Grecia!...¡Grecia!...en fin…¡lo normal! Las aclamaciones  se convierten en aullidos cuando ven entrar en el estadio (no confundir con el de Calatrava…precisamente en Marousi) a aquel “aguador” de Marousi, en solitario. Le sigue Basilakos, el favorito y como tercero, otro Spiridón (Belokas). Los extranjeros, menos el húngaro, han abandonado y están siendo tratados en la UVI del Hospital General.

Spiridón Louis entra en un tiempo de 2 h. 58’ 50’’

Basilakos, que ha perdido mucho tiempo a causa de las aclamaciones y homenajes: 3h.6’ 3’’

Spiridón Belokas: 3h. 9’ 35’’.

¡También es casualidad lo de Spiridón…y no es un nombre frecuente!

Entonces sólo se otorgaban dos “medallas” (trofeos) y las dos de plata (más ramo de olivo, al primero y corona de laurel, al segundo)… Así que a Belokas no tuvieron que quitarle el bronce, cuando se descubrió que el muy canalla había hecho parte del trayecto en carro, tapado con sacos y productos agrícolas.




En el estadio, además de los miles de espectadores, estaba parte de la familia real (como es natural)…Spiridón se convirtió en un héroe nacional desde el mismo momento en que cruzó la línea de meta y empezaron a lloverle los regalos:



           El Sr. Kiparissis, presidente del gremio de joyeros: una cadena de oro.
·         El fiscal del Areópago: Un anillo.
·         El tabernero Baveas: café para todo un año.
·         El sr. Azanasiou: 100 arrobas de vino.
·         La hostalera Dimitra Bibí: comida gratis de por vida.
·         Los ferrocarriles áticos: billetes gratis para toda la vida
·         Mixail Bodas: una escopeta de caza.
·         El barbero del pueblo: aseguró que lo afeitaría y le cortaría el pelo gratis de por vida.
·         La casa Singer: una máquina de coser.

El rey Jorge, como no podía ser menos, le prometió lo que el atleta pidiera. Spiros contestó, como nuevo Diógenes: “un borrico para que me ayude a acarrear agua”. Le regaló un carro y dos caballos (viejos).

La referencia a Singer,…¡Y a Grecia!...nos hace recordar a Isadora Duncan que, como Spiros, “marchó hacia la gloria” tal día como hoy, del año 1927. En realidad gritó: “¡Voy al amor!”…con su “Bugatti” (un Amilcar francés)… ¡Ya saben vds. cómo acabó!... Williams Burrough se refirió a las almorranas del conductor, como causa del ahorcamiento. Volveremos sobre el tema:


“Niza, 14 de septiembre.- Ha sido víctima de un terrible accidente de automóvil Isadora Duncan. La famosa bailarina norteamericana paseaba  en automóvil, y hallándose en el paseo de los ingleses, el cabo de un “echarpe” que llevaba al cuello se enganchó en una de las ruedas traseras del coche y el tirón la hizo caer hacia atrás estrangulada. Al ser recogida por los transeúntes que acudieron en su auxilio, se vio que tenía rota la columna vertebral. La muerte debió ser instantánea”…Así recogía la noticia “El Sol” del 15 de septiembre.

Al día siguiente los periódicos se vendieron como rosquillas. Iban llenos de falsa informaciones sobre el pobre Spiros: que si era rico, que si era pobre; que si era humilde, que si era vanidoso; que si había corrido para liberar a su hermano que estaba en la cárcel (él, que no tenía hermano)…Nadie habló de Irene, su “acicate”, su amor secreto, que, naturalmente, le fue concedido.

Ese mismo día, una mujer, Σταματα Ρεβυθη  (garbanzo, en castellano), a la que no dejaron correr el día anterior, corrió sola la maratón (5h.30’). Puede que al pasar por un cierto lugar le gritaran: ¡Para, Garbanzo! (¡Σταματα Ρεβυθι!)…desde entonces ese lugar, tomó el nombre de “Σταματα”.

Spiridón se casó y llevó una vida tranquila y sosegada: acarreando agua y, cuando el agua llegó a las casas,  trabajando en el campo.  Finalmente, de policía en su pueblo natal. Su autoridad era incuestionable.

Tuvo un sobresalto, sin embargo, en 1926; acusado de falsificar papeles militares, fue encarcelado durante un año y pico…hasta que todo se aclaró.

En 1936, tuvo el dudoso honor de encabezar la delegación griega en las Olimpiadas de Berlín. Grecia desfilaba la primera, tras el portaestandarte con el nombre del Estado anfitrión. Spiros iba vestido  como un “evzoni”, pero sin zuecos ni pompones…Tampoco era una extravagancia para el, ya, viejo Spiridón.  Llevaba una rama de olivo en la mano derecha (lo que le impedía hacer el saludo nazi) que ofreció al mandatario nacional-socialista (que, por cierto, se ausentó para no saludar al tetracampeón negro Jesse Owens, nacido hacía dos días del año 1913) No sé si Spiros lo comprendió. Por la cara… ¡no parece!...El resto de la delegación griega saludó con el brazo extendido.
Veánlo vds. en el documental “Olimpia” de Leni Riefenstahl: Otra vez el conflicto entre la excelencia artística (cinematográfica) y las nocivas intenciones.

 Murió un poco antes de la invasión italiana: SALIÓ DELA NADA Y VOLVIÓ A LA NADA, dando un rodeo por las aceras del boulevard de la fama.

Su nieto, acuciado por la necesidad, se vio constreñido a vender el trofeo del abuelo. Se lo ofreció al Estado griego, pero éste (¡como siempre)…¡no tenía ni un duro!. Tras unos tiras y aflojas, el estado, le dio permiso para que sacara la “joya”  y pudiera subastarla en Christie de Londres. Su precio, en torno a las 150.000 liras.

El nuevo estadio olímpico de Atenas, lleva el nombre del atleta…así como la avenida que lo circunda. También en Munich, la avenida que bordea el estadio olímpico, se llama “Spiridon-Louis-Ring”.



                                                      




































 










RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...