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viernes, 31 de mayo de 2013

Propuesta para hoy, día 31 de mayo. 2ª SERIE. Mateo Morral.


Pasados los fastos del mayo madrileño, acérquense a la capital del reino, llénense el morral y…  ¡disfruten!

Les aconsejaría una famosa horchatería, “Alcalá”, que abría sus puertas en los bajos del edificio de la Fundación Rosillo o a la cervecería “Candelas”, sede de la itinerante troupe de Valle Inclán (y los Baroja) que perdió el brazo en una riña tabernaria. El barbudo era lenguaraz y siempre dispuesto a los bastonazos: su Lepanto fue el “Café de la Montaña” de la Plaza del Sol.
Pero como los lugares citados ya no existen…lo dicho: llénense el morral y diríjanse al Retiro. Alquilen una barquita y zampen y pimplen oyendo los pajaritos…pio…pio y dejen que el sol les acaricie. No olviden la crema protectora. Yo me protejo con el “Panamá”.



Estos días, ocupado en los estertores de la Comuna, he olvidado decirles que me han obsequiado con un hermoso Panamá, auténtico jipijapa.

Yo tomaré el Ave de las 5 de la mañana. Sobre las 8’30 estaré en el parque, tomando una cervecita, fumando, a la espera de que el encargado de las barcas se decida a iniciar su jornada de trabajo.

Me reconocerán de inmediato.

Recuerden también que hoy es el “día internacional sin tabaco”, así que no pierdan la oportunidad de dar la nota. Y es que hay más días que causas nobles… y tienen que rellenar el año con despropósitos. En Argentina, para compensar, celebran el “día de la cerveza”. Pero, claro, una cerveza sin tabaco es como un jardín sin flores… ¡Pónganse de acuerdo, señores de la Unesco o de donde sea! Si uno hiciera caso a esas impertinentes recomendaciones nos pasaríamos el año, con sus días, haciendo extravagancias y el día de san Silvestre (o antes) estaríamos encerrados en una clínica mental. Para completar la cosa, hoy también es el día internacional de la Energía Nuclear (¡¡) ¿Qué quieren… que nos compactemos, que nos fisionemos, que nos fusionemos…? ¡Hablen claro!

Ya parece que viene el encargado del negocio.  Creo que también se ha enterado de la “festividad”: humea como una chimenea de ciclo combinado (¿). Va tocado con una gorra propia de adolescentes, con la visera cubriéndole el cogote. Él sabrá lo que hace.

Más bien parece tocado por la anacronicidad.

 




 Me alquila una barquita azul. Yo la querría con velas amarillas.

–¿Ha visto Vd. AQUÍ alguna barca de vela?

–¡Podrían estar escondidas!

–¡Sí! ¡A la espera de algún imbécil estrafalario!

La cerveza, la petaca del morral y el tabaco me han sustraído la entereza. Subo a la barca con dificultad de anciano y ¡con aprensión! Y es que mi cabeza llena, a estas alturas, de efemérides, me lanza el dato estremecedor de que tal día como hoy, del año 1911, se botó el “Titánic” (se hundiría más tarde), precisamente el mismo día y en el mismo momento en que Porfirio Díaz se embarcaba en el Ypiranga, desde Veracruz, para su exilio europeo.
No sólo eso sino que también, tal día como hoy del año siguiente, se aprobó y certificó la lista de pasajeros que serían transportados al fondo del mar (algún infortunado se colaría de polizón). Insisto al barquero en que anote mi nombre en algún sitio. Que quede constancia de que desaparecí en una barquita azul con imaginarias velas amarillas, en las aguas del estanque del parque del Retiro el último día de mayo de ya no sé qué año.

Que suene la “Sinfonía de los Adioses” de Haynd (*). (Lean Vds. la entrada del 31 de mayo 1ª serie).

El encargado, resignado, anota mi nombre en la corteza de un plátano de sombra: “KINO, desaparecido en estas aguas el día 31 de mayo del año 201…”

Paso la mañana marineramente: fumando y tomando cerveza.

La nicotina, la cerveza, la petaca, el balanceo… cuando alcanzo tierra firme me encuentro flotando en otro siglo (“Dead man” en territorio comanche). Paseo a cámara lenta, entre los plátanos y demás (no soy experto en flora) en busca de señales que me devuelvan al relato. Veo pájaros que ya están muertos. Paseantes, con sombrero canutín que crían malvas. Nubecillas que hace eones se disolvieron. Sólo se mantiene el barquero con su impropia gorra de adolescente.


Un bajo relieve sobre un árbol: “Alfonso XIII será ejecutado el día de su enlace. Dinamita. Un irredento”. ¿Alfonso XIII…? ¿Pero qué sin dios es éste? ¿De verdad estoy en otro siglo? ¿Acaso es el “día internacional de los viajes en el tiempo”? Sé que estoy en el XXI, pero no puedo evitar estar a comienzos del XX. Mi sombrero Panamá es un lujo extravagante. Los vivos (ya muertos) echan miradas envidiosas. ¡Un Panamá!

Y como empujado levemente por las alas de mis custodios me veo cruzando, entre multitudes, la carrera de San Jerónimo y entrando, entre multitudes, en la calle Mayor. Todo está patas arriba. Es tiempo de hussmanización. Me abren la puerta de la Casa Ciriaco y me sientan a una mesa de mármol de Crevillente. Es jueves. Una y media de la tarde. La casa de comidas está concurrida pero sin exceso. La calle está a parir. En la pizarra se anuncia el plato estrella: “¡¡Callos!!”.  Yo estoy en silencio intentando comprender.

–Ahí te quedas… observa y diviértete. ¡Ya nos contarás!–al unísono. Y desaparecieron entre un crujir de azules y un perfume de cadera de ángel. El camarero detiene su deambular sin sentido. Husmea el aire y mueve la cola de contento.

–¿Me quiere hacer creer Vd. que sus “callos” tienen tanto éxito?

–Pero, bueno ¿de qué mundo viene Vd.?

–¡No sé!

–¿No sabe que hoy se casa el rey con María Eugenia?

–¿Felipe VI?...  ¿No está casado con Estulticia?

–Por su atuendo, en el que incluyo su estupendo sombrero, deduzco que es Vd. lo que llamamos un “indiano” y que vuelve con la faltriquera llena a construirse un pazo donde reposar eternamente…¿me equivoco?

–¡No sé!

–¡Pues ya se enterará!–Y pone rumbo hacia otro puerto.

–¡¡¡Unos “callos” y una frasca de vino!!!

Por cierto la casa Ciríaco todavía existe: Calle mayor, 88. En aquellos días el número 88 estaba asignado a la actual 84 y tenía una pensión humilde en el tercer piso.

Entra un individuo paradójico: elegancia natural envuelta en papel de estraza. Lleva un ramo de preciosas flores de mayo. Saluda desnudándose la cabeza y se aproxima a la barra. Recibe sonidos inarticulados. Observo con atención: Pide un chato y un platillo de “callos”. Paga y vuelve por donde ha venido. Los cristales tiemblan por el fragor de las multitudes. Los comensales, sin embargo… ¡a lo suyo! Que se case el rey las veces que quiera, a mi no me da de comer… ¡al contrario!

Sobre las dos y cuarto, más o menos a la hora en que llegan los callos, la calle ruge. ¡¡Viva los novios!! ¡¡Guapa!! Los aullidos avanzan como un sunami. A las dos y veinticinco el temblor es tanto que no atino con el tenedor a la boca. Se derrama la frasca y forma un charco sanguinolento. Por la ventana se ven flotar pétalos, papelillos de colores y algún que otro mueble inservible. Se tira la casa por la ventana. Jamás he comido unos callos entre tanto bullicio. Los callos, como el nombre indica, han de comerse en recogimiento, concentrados en su textura. A las dos y veintinueve las mesas repiquetean y los tenedores golpean metálicamente los dientes. Los comensales sorben azorados y presurosos. Definitivamente  nos han jodido la comida. A las dos y media veo caer, a través de los cristales de la ventana, un ramo de hermosas flores de mayo. Golpea en los cables del tranvía y se desvía como los átomos de Epicuro. Y a las dos y media en punto mi plato se llena de cristales. Una explosión tremenda convierte la taberna en una escena chagalliana. O en el “Carnaval de Arlequín”. El plato del vecino acaba en mi mesa y mi frasca en la mesa del vecino. En el tumulto la gente se escapa sin pagar. Yo aguanto estoico (o epicúreo). Me asomo al hueco de la ventana y lo que veo me estremece: una enorme ración de callos parece haberse repartido por toda la calle Mayor.



Observo y pongo atención: parece que han matado al rey y a la reina. ¡No!. ¡Han salido vivos! Han muerto los caballos y algunas decenas de pasmarotes. Lo siento por los caballos. Ellos eran los únicos forzados en este asunto. Los demás asumían el riesgo de su gilipollez.

¡¡Aléjense de la realeza!!

El rey, aturdido, se creyó Alfonso XIV. Entre los muertos y heridos, el camarero persigue a los oportunistas que huyen por entre los despojos. También puede compararse con un cuadro futurista. La reina asistió al banquete, dicen, con el vestido blanco adornado de lunares rojos: un verdadero traje de faralaes.

Visto lo visto, me quedo a cenar en la casa Ciríaco. Espero que escampe. El desmadre me ha devuelto al siglo XX.

Lo contado puede, naturalmente, ser contado desde otro “yo” que no el mío. Y el otro “yo” hubiera visto la cara del ferviente devoto del balcón del tercer y valleinclanesco, piso. Hubiera visto saltar por los aires la carroza y los cuadrúpedos…y volver a caer. Y como todos somos un “yo”, otro, desde la Puerta de Alcalá, hubiera oído el estruendo y hubiera felicitado, para sí, la magnífica obra de pirotecnia. Un tercero, testigo privilegiado, no podría contar su experiencia por encontrarse muy alejado de su cabeza, donde habitan los órganos fonadores. Yo he contado lo que vi.

Pues sí, fue una bomba tipo “Orsini”, de esas que parecen satélites artificiales de juguete, con “pinchos”. Los “pinchos” al golpear contra el objetivo percuten sobre lo que deben percutir y el artefacto explota. Fue una bomba muy utilizada: Napoleón III y los “liceístas” de Barcelona sufrieron las consecuencias. Si Vds. quisieran hacerse una idea exacta del tal explosivo, vayan al “Museo de Historia de Barcelona”: allí está expuesta la bomba que salió viva del atentado del Liceo. Y si quieren una idea aproximada, pero más poética y con más carga semántica, acérquense a la Sagrada Familia. Sitúense en la fachada principal y ¡observen!...busquen y rebusquen…seguro que encontraran la figura de un demonio entregando una bomba “orsini” a un obrero militante anarquista dispuesto a hacer “propaganda por el hecho” (otros la hacen por la “Obra”) El conjunto recibe el bíblico nombre de “La Tentación del Hombre”….¡Ay, Gaudí, Gaudí! Hay que estar definitivamente echado a perder para hacer cola ante ese monumento siniestro.




 El camarero me sirve, como efemerística gentileza de la casa, unas bombas dignas de la “Cova fumada”. Y, además, cierra todas las bocas al exterior y permite que nos ahoguemos en humo. Cada 31 de mayo, aquí se fuma y se bebe cerveza en tanques de litro. Desde la calle, el local parece ser víctima de un incendio seco, envuelto como está en vaharadas vortiginosas.

Tomo el Ave de las 24. Cuando ocupo mi asiento, las alarmas anti humo se disparan. Entra el revisor, demudado, echa un vistazo, husmea el aire, se detiene en el 7 A (mi asiento) y husmea con insistencia. Todo yo apesto a tabaco. Un aura dorada de nicotina me envuelve. Parezco el santo patrón de los fumadores.

Empieza la película: “Calle Mayor” (Raro, raro, raro…)

Pues sí. Todos los asiduos del “Café Candelas” y los del “Alcalá”, mordieron la historia. Pío Baroja, bajo la figura del “niño Brull”, lo plasmó en la “Dama errante”. Su hermano Ricardo le hizo un retrato en la capilla ardiente. Valle Inclán le dedicó un poema (¿no aparece en “Luces de Bohemia” un anarquista llamado Mateo?). Julio Camba… Azorín había escrito una reseña sobre el atentado de París. Un pariente de Mesonero Romanos fue el autor de la famosa fotografía del suceso… ¡en fin, todo un cluster!


Se decía que la bomba había llegado de Francia envuelta en la bandera del país vecino. También que Ferrer i Guardia había costeado la operación.

El frustado Mateo se refugió a la sombra del director del “Motín”, que ya había dado cobijo a Angiolillo, y cuando lo creyó oportuno (el dos de junio) se largó. En Torrejón (de Ardoz) entró en la “Venta de los Jaireces”. Para calmar el ardor que lo consumía, pidió un vaso de sifón que por entonces empezaba a popularizarse. Al enterarse del retraso que llevaba el expreso a Barcelona, completó el pedido con una frasca de vino… ¡del más amargo! …¡y unas almortas!

Ya se ha dicho, pero lo repito: Mateo causaba perplejidad. Esperabas que pidiera su vino con jerezanos repiqueteos y que pagara como quien se deshace del seis doble que pensaba ahogado y, sin embargo, demandaba con una educación impropia de este país. Bebía sin aparatosidad y pagaba con discreción. Sus manos eran de pianista y su mirada, santa. Era capaz de conversar en varias lenguas vivas y balbuceaba las muertas…Y todo ello envuelto en harapos. Un cliente de la venta, aturdido por tanta complejidad, incapaz de “sintetizar” las discordancias, optó por lo fácil y definitivo: llamar a Fructuoso, guarda de campo, y exponerle sus sospechas. Fructuoso, investido de la autoridad que le daba la escopeta de dos cañones, lo condujo al cuartelillo. No llegaron: Mateo sacó su Browning y descerrajó un tiro sobre su conductor, tras lo cual apuntó a su corazón e hizo un segundo disparo. FIN.

El agujero en el pecho de Mateo, de un centímetro y medio de diámetro,  sin “anillo de Fisch” (que se compone de “collarete erosivo” y del taraceo de la corona de pólvora) era absolutamente incompatible con cualquiera de los modelos de Browning y con la distancia suicida. El agujero parecía de obús, disparado a una distancia cobarde.

Así son las cosas. ¡Qué les voy a decir…que Vds. no sepan!

Una historia llena de claroscuros, apropiada para Tintoretto (*)

–Azafata…¿podría servirme una de sus ridículas botellitas de vodka?

–¿Vodka?...¿en los Monegros?

–Es que parece que se me ha abierto el boquete del pecho.

–¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????

–Gracias por la comprensión.

La casa fue comprada por los de la Casa Ciriaco…para aprovechar el tirón, dijeron. Tuvieron durante décadas un descuidado ramo de flores atado a la barandilla del balcón del tercer piso. Sus sucesores han puesto la casa en venta. Tal como está la cosa, no sé si encontrarán compradores. Un “valor añadido” es la cantidad de idiotas que están dispuestos a pagar por asomarse al balcón desde el que mateo Morral erró el tiro.



A la altura de Belbiche, acaba la película y suena, ¡milagro!: “Pongamos que hablo de Madrid” (*).

Ya en casa: ¡El morral!...¡vaya por dios!

“Rosa en llamas” (Valle Inclán)

“…¡Tú fuiste en mi vida una llamarada
Por tu negro verbo de Mateo Morral!
¡Por su dolor negro! ¡Por su alma enconada,
Que estalló en las ruedas del Carro Real!...”




















jueves, 30 de mayo de 2013

Propuesta para hoy, día 30 de mayo. Cronimiantal y Falconetti





Tal día como hoy de uno de los primeros años del siglo XX, Croniamantal, buscando a su amada Tistouse Ballerinette, llega a Marsella y encuentra la muerte.

Procreado detrás de unos ciruelos a dos leguas de Spa por Viersélin Tigoboth, músico ambulante, y  Macarée, “una fermosa ternansca”.

 Nacido de forma rabelesiana, en Napoule “la de los cielos de oro”…a consecuencia de un pedo de su padre putativo que hizo reir y agitarse tanto a la madre que dio a luz al tiempo que rendía su alma. Hijo, pues, de la alegría y de la tristeza. Así como  amor” es hijo de la riqueza y la penuria y de ellos hereda su naturaleza…así, Cronomiantal  de  la alegría y de la tristeza…


Destinado, pues, a la poesía y al amor no correspondido…y eso no sólo por naturaleza. Habrá que añadir las circunstancias, que hicieron de él un hombre libre… sujeto a las desgracias y a los arrebatos  de la libertad.

Antes de descubrir el verdadero amor, pero después de haberlo presentido por ciertos involuntarios estremecimientos en partes de su cuerpo, incluyendo la materia encerrada en la cabeza, ha recorrido la literatura, produciendo obras de mérito en todos los géneros y subgéneros. Cuando, FINALMENTE, el Amor entra en escena, él está listo cual granada entreabierta  y, esto, a pesar de haber descubierto algunas de las trampas de Eros (“La fábula de la ostra y el arenque”).

No me resisto: he aquí una muestra de su depurado arte, en versos irregulares, (dejando a parte  su poesía en verso regular, su poesía libre y sus argumentos escénicos)

“(…)
Ella tomó la luna y la envolvió con cintas
Como se hace con las muertas ilustres
Y con los niños pequeños
Y después al resplandor de las solas estrellas
Las eternas
Hizo una decoración de celaje
De euforbio de algodón de Noruega
Y de moco de elfos
Para dar de beber al héroe
Maï  Maï ramaho nia nia”

(El local vietnamita, donde tan ricamente comimos el domingo, se llamaba precisamente: “Chez Maï”)

El Amor, el verdadero, lo presiente (por él) el “Pájaro de Benín” (Picasso): Tristouse Ballerinette (Marie Laurencin), tu enamorada, te espera en el bosque de Meudon…Tras 8 días de amor intenso…Amor fugit, primero lentamente y, después a la velocidad de los medios de transporte de la época…FINALMENTE, retornará… al pie de la tumba.
Pero, vamos, en tal día como hoy no ocurre el enamoramiento, sino la muerte del héroe…que por otra parte, está ligada, como ocurre con frecuencia, a lo otro.

Mientras Croniamantal persigue a su amada y a su acompañante (persecución que tiene una etapa en Colonia, bombardeada, sin contemplaciones, tal día como hoy del año 1942) …tiene lugar la insurrección mundial  contra la poesía. Horace Tograth (alemán de Leipzig y residente en Adelaida, Australia) publica en” La Voix” (editada en las antípodas), un artículo: “El Laurel” que, bajo una apariencia  de utilidad erudita…pretende extirpar de raíz el árbol y aquello que simboliza…

(…)”Si las repúblicas y los reyes, si las naciones no toman medidas, la raza de los poetas, muy privilegiada, crecerá en tal proporción y de forma tan rápida que dentro de poco tiempo nadie querrá trabajar, inventar, aprender, razonar, hacer cosas peligrosas, poner remedio a las desgracias de los hombres y mejorar su suerte. Sin tardanza, pues, hay que darse cuenta de esto y curarnos de esta plaga poética que corroe a la humanidad”

A este artículo, ya de por sí explosivo y que recorrió todas las salas de redacción y los hogares de todas las clases sociales…le siguió otro, definitivo, que concluía así:

“Mundo, escoge entre tu vida y la poesía. Si no se toman serias  medidas contra ella, será el fin de la civilización. No dudarás. Desde mañana empezará la nueva era. La poesía ya no existirá. Se romperán las liras demasiado pesadas para las viejas inspiraciones. Se aniquilará a los poetas”.

Ni qué decir tiene que el autor (del artículo) se convirtió en héroe mundial y fue adornado con las atribuciones de la santidad: ver más allá que el resto…hacer crecer el pelo (sin sustancias pegajosas)…devolver la vista a los ciegos…tener acceso a las virginidades (masculinas y femeninas)…

En su gira mundial, encendiendo pasiones prosaicas, ancla en Marsella tal día como hoy (pongamos del año 1914…a las puertas de la destrucción)…¡¡justo el día en que nuestro héroe, en su persecución desquiciada, arriba a Marsella, donde, en efecto, se encuentra la pareja de fugitivos!!...(que, influidos por el ambiente, ¿prebélico?, y por deseos más personales, están tramando su desgracia).

Y ahora empieza el momento de gloria de Croniamantal, el poeta… lo anterior ha sido un pasar sin pena ni gloria…¡Ahora vendrá la pena y en un futuro…la gloria!...
Interrumpe uno de esos momentos de éxtasis de la multitud:

-- ¡Canallas!...¡Asesinos!...
--(entre risotadas)…¡Al agua con el jilipollas!
--Reíros de mí!...¡Vuestras alegría están contadas!...¿Ya sabes, populacho, quién es tu héroe?..¡¡Tu héroe es el Aburrimiento y la Desgracia!!

Y se extendió, vaciando el significado profundo de esa declaración apocalíptica.
La multitud vociferaba. El antipodiano alemán, yacía sometido a la bota derecha del poeta, que le apretaba el pecho…Croniamantal se lamentaba, añadiendo dolor a lo anterior, por ser los marselleses descendientes de gentes venidas del país más lírico de la tierra…¡¡verlos ahora “solidarizados con los enemigos de los poetas…con los bárbaros de todas las naciones!!”.

La cosa iba subiendo de tono. El más grande poeta viviente se vacía declarando su proximidad con la divinidad…su voz era inaudible…la multitud vociferaba, aullaba…¡¡y empezaron los palos y la tortura!!...una pedrada le rompe la nariz, una pescatera le golpea la cara con un llobarro de dos kilos…un abuelo rompe el bastón sobre el lomo (angélico) del poeta…un funcionario hunde la punta de su paraguas (hacía un sol radiante) en su ojo izquierdo…dejando el derecho para que lo reviente su amor eterno: Tristeuse Ballerinette. 

El poeta pudo decir sus últimas palabras:

--“Confieso mi amor por Tristeuse Ballerinette, la poesía divina que consuela mi alma”

Estas últimas palabras habían obligado al poeta a abrir la boca…por donde se coló un enorme cuchillo que había brotado un segundo antes de entre la masa negra.
A este primer cuchillo, siguieron otras puntas de diversa naturaleza…”los cuchillos se hincaron en el vientre, en el pecho, y pronto no hubo en el suelo más que un cadáver cubierto de púas como la envoltura de un erizo de mar”.





Ese fue el tipo de muerte que le estaba reservado al más grande poeta vivo (ahora muerto) de la época. 

La amada” sufre los remordimientos y recupera el cuerpo destrozado de Croniamantal (protomártir de la poesía) y sobre su tumba: ANDAD DE PUNTILLAS PARA NO TURBAR EL SUEÑO APACIBLE.

El rival la abandona por una maniquí de los Campos Elíseos.

Ya en París…Tristeuse y el Pájaro de Benín construirán una estatua de vacío, de nada…en un claro del bosque de Meudon…Un agujero, sobre cuyas paredes se habían grabado los rasgos del poeta…se revistió el pozo con cemento y el hueco se rellenó con la tierra restante…sobre la cual plantaron un “precioso laurel de poetas”, mientras Tristeuse Ballerinette danzaba cantando:

“No todas te aman mientes
Palantila mila miman
Cuando fue amante de la reina
Él es el rey ya que ella es reina
Es cierto es cierto le amo”

Sin darnos cuenta hemos pasado de lo idílico a lo trágico…de la alegría rural al histerismo urbano…del “mundo de ayer” al mundo de hoy: Croniamantal es el héroe que en dos zancadas nos conduce a los pies mismos de la barbarie y nos la muestra de forma ostensiva.
Alzados sobre el mundo de la prosa, por obra y gracia de la poética vida, pasión y muerte de Croniamantal…no hemos atendido las necesidades del organismo: Desayuno a media mañana. Nos hemos perdido un fifti-fifti…¡que lo recuperamos en un momento!...y dado que es ya la hora angélica…¡Dry del mediodía!

Aprovechamos la última col (gigantesca) del huerto para preparar un trinxat con el que tendremos alimento para una semana: hervir la col. Hervir unas patatas. Sofreir bacon ahumado y butifarra negra. Hacer un puré con la col y las patatas y lanzarlo todo a la sartén del colesterol. Vino Verdejo. Ribera y carajillo de Terry de malla. Siesta del borrego…protegida por cantes por seguiriyas…la hipnopedia hará el resto.

Hemos dedicado la mañana al “rey de los poetas”…Pero ¿saben vds. quien fue el primer “rey del cante flamenco”?...¿no?...¿y si les dijera que fue medio italiano y alcanzó la graduación de oficial en el ejército uruguayo?...¿tampoco?...¡Seguro que ahora sí!: fue el “alumno” más aplicado de “El Fillo”….¡Exacto! ¡¡Falconetti!!...El gran transmisor e innovador del cante flamenco, sobre todo en cantes por seguiriyas (terreno en el que no tuvo rival).

Tal día como hoy del año 1889 (mientras se daban las últimas capas de pintura a la Tour Eiffel) cerraba la boca para siempre Silverio Falconetti.

Como no se conserva ninguna grabación de Silverio…En el esputifaif sonará Camarón por seguiriyas…¡hasta que reviente el aparato!

Hijo de militar romano y de vecina de Alcalá de Guadaira. Infancia en Morón de la Frontera y primer aprendizaje flamenco en las fraguas de los gitanos (¡Camarón!). Las frías y calculadas esperanzas de que se dedicara a la sastrería se deshelaron al calor de la fragua…Fue el primero en cantar esos cantes gitanos de herrerías. Se empapó del estilo del “Fillo” (Francisco Ortega) y a adaptó su voz a las exigencias del cante intentando dulcificar lo que en la voz bronca, áspera y “rajá” ( voz afillá) sonaba a canto directamente de muertos y desgracias.



                                           
Cuando decidió irse a hacer las Américas: (Picador (Buenos aires) en tiempos de paz y militar (Uruguay) en tiempos de guerra), ya había recalado por Sevilla y Madrid intentando elevar el status de la profesión. Su dominio de la “seguiriya” (de Silverio) formó parte del equipaje.

En 1864 vuelve en el “Gravina” al puerto de Cádiz. Pero el que vuelve no tiene nada que ver con el que se fue…vuelve un señor gordo, barbudo tipo restauración, elegantemente vestido… ¡con una aire de indiano explotador ya dirigido hacia rentista! Se le esperaba…¡toda la familia Ortega, en pleno…padre, madre, abuelos, hijos, sobrinos, sobrinos nietos…!

Acuerdan echarle un poco de guasa al asunto…así que deciden, de común acuerdo, preparar una fiesta por todo lo alto dedicada al americano, en el barrio de la Viña, de la tacita de plata. Acude lo más granao del cante del lugar: Manuel Molina, María Borrico, Curro Dulce, la familia Ortega ¡en pleno! Y otros…con el maestro Patiño a la guitarra.

Allí la guasa se desató, al creer que el payo ese de las patillonas no tenía ni idea de lo que estaba oyendo…Se bebía…se daban “pataditas”…se palmeaba…Cuando acababa el festorro, el tal Silverio dijo que no había quedado satisfecho y pidió la “famosa” seguiriya de Silverio…Nadie se atrevió con ese toro (no estaba el Fillo ni su sobrino nieto el Nitri…si no hubieran puesto las cosas difíciles)…Así que:

--Maestro!...¡Eleve la cejilla y preludie una seguiriya!

“La malinna lengua
Que de mí murmura
Yo la cogiera por enmedio, por enmedio…
La dejara muda”.





                                              
A los gitanillos se les cayeron los pantalones que con tanta gracia sujetaban…a los hombres granaos se les congeló el morapio en los vasos…Las gitanas lloraban y una especialmente: “Este no puede ser otro que Silverio, al que habéis imitao tós. Tú eres Silverio. ¡Niñaaa….besa a ese dios!...no tengo con qué pagá lo que ha hecho usté sentí a esta probe vieja…¡¡El señor Silverio ha vuelto!!”
Vuelve a resurgir la fiesta…se le pide a María Borrico que se arranque: “¿Cómo queréis ustés que cante, si ese gachó de las barbas ma estemplao”…Copas para todos…

Y yo me pimplo un vaso de manzanilla fresquita…¡que ya el tiempo ayuda!

Fue el primero en crear cafés cantantes, intentando liberar al cante del lastre de los torpes movimientos de cadera y alzamientos desesperados de brazos… ¡lo consiguió!
Su éxito fue tal que actuó (mayo del 1866), ya como “rey de los cantaores”, ante la realeza (Isabel II).

En 1870, se asocia con Manuel “el Burrero” y Frasquito “el manga”, y con esa ayuda amplía su local “El Recreo de Sevilla” y lo convierten en el “Café de la Escalerilla”…flamenquil centro de toda la contorná.
La asociación con “el Burero” y “el Manga” duró más de lo que sus apodos hacían presagiar. En 1881, Silverio, a solas, monta el “Café de Silverio” (C/ Rosario, de Sevilla). En sus cinco años de vida pasaron por allí:  Antonio Chacón, La Serneta, el primer “Fosforito” (origen de una saga esplendorosa), Miguel Macaca (bisabuelo de “la Macanita”), “La Parrala” (que originó la canción de su nombre), “La Mejorana” ( de la familia de las plantas aromáticas y medicinales)…¡lo mejor!

Cuando cerró el local, se marchó a Córdoba, montó otro local (¡la costumbre!)…lo cerró (¡la costumbre!) y se dedicó a cantar en solitario hasta su muerte…Tal día como hoy del año 1889.

En esta historia hay un elemento de discordia que, entre entendíos, puede llegar a guerra abierta: ¿Qué le debe (artísticamente hablando) Falconetti al “Fillo”?...¿Es la seguiriya de Silverio una variante de la del “Fillo”?...¿Por qué “el Nitri” nunca quiso compartir cartel con el medioitaliano?...¿Quién es realmente el Bach del flamenco: Silverio o “el Fillo”?...Son preguntas que dejo en el aire con la intención de captar su interés y, si fuera posible, responderlas de una vez.

El Fillo” (sin duda “maestro” de Falconetti) ayudó a establecer los cánones del cante de Triana: Los Pelaos, Los Caganchos, Frasco el Colorao (¿)…y, además, generó su propia tradición: Su mujer, su sobrino nieto y, si se quiere, Falconetti.

 Tuvo dos hermanos: Curro Paula y Juan Encueros (Observen vds. la continuidad de los apellidos), el segundo, que en realidad se llamaba Juan de Dios, fue apodado “Encueros” por haber sido pillado de tal guisa en una situación comprometida. No se sabe si eso tuvo relación con su asesinato. Pero este luctuoso suceso dio origen a unas de las seguiriyas más estremecedoras:

“Mataste a mi hermano
No te he perdoná
Tú l’has matao liaito en su capa
Sin jaserte ná.

Este grave palo se compone de cuatro versos (abcb), canónicamente de 5 y 7 sílabas…pero la inspiración y la idiosincrasia del artista (más o menos melismático…más o menos afectado…) puede alterar de forma radical el número de sílabas.

“Sólo, lejos, se oyen el ruido lento y acompasado de las palmas  y una voz quejumbrosa y doliente que entona las coplas tristes o las seguiriyas del “Fillo” (Gustavo Adolfo Bécquer…”Escena sevillana”).




Otro lingotazo de manzanilla… un intento fallido de seguiriyizar…unas “pataditas” y ¡a comer trinxat!

 Mañana será otro día y…(me temo)…que ¡otra vez trinxat.










RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...