Buscar este blog

domingo, 19 de mayo de 2013

Propuesta para hoy, día 19 de mayo. Oscar Wilde: Últimos años.





Es frecuente que la Gran Igualadora te dé un empujoncito con el índice de la mano izquierda, antes de endiñarte la colleja definitiva. No me refiero a la vejez…eso es un soplo constante (y frío)…Nietzsche, Hörlderlin, Mahler, “Gorrión”…No quiero abrumarles.
A O.W. lo envió 5 años más allá…a las sórdidas y heladas calles de París y a una rápida conversión al catolicismo consolador.

Tal día como hoy, del año 1895, O.W. fue condenado a dos años de “trabajos forzados” (¿) en prisión. Y tal día como hoy, del año 1897 (dos años exactos después) salía de la cárcel de Reading ligero de equipaje y con el billete de ida en el bolsillo…habiendo tomado impulso hacia la nada definitiva.

Entró en la cresta de la ola y salió clamando “De Profundis”.

                      
El asunto de la sodomía, en Inglaterra sobre todo, ha sido tratado como un claro mecanismo de defensa, en el más estricto sentido psicoanalítico. Hacía diez años que la “Enmienda Labouchere a la Ley de Enjuiciamiento Criminal” incorporaba la cadena perpetua para los sodomitas, diez años por intentar sodomizar y dos años de trabajos forzados por “cualquier acto de flagrante (¿fragante?) indecencia”. Aún tuvo suerte: lo condenaron únicamente por el menor de los tres delitos…

¿No te alegras Óscar?...

Dos años son suficientes para destrozarte, si son eficientemente aprovechados…¡y lo fueron!

Los detalles de los procesos ya los conocen vds. Si no es así…Infórmense.



                                                                     
Quizás no sepan, sin embargo, que todo empezó por un giro inesperado (que condujo el asunto desde la caridad al odio) “Bossie” la Belleza a la que aspiraba helénicamente el artista, era, además de hijo del marqués de Queensberry, (energúmeno ascendido a la categoría de Lord, e “inventor” de las reglas del boxeo “amateur”, conocidas como “Reglas Queenberry”)  más parecido a Alcibíades que a Lisis.

Todo empezó, decía, por una “obra de caridad aristocrática” de “Bossie”: regaló un abrigo a un indigente…sin darse cuenta de que en los bolsillos habían cartas comprometedoras:
Chantajes…amenazas…denuncia por difamación, que se tornaron procesos por sodomía.
Dios estaba escribiendo, sobre renglones aparentemente inmaculados, a tontas y a locas…con la escondida intención, sin embargo, de humillar al orgulloso y, de paso, dejar claro que a él tampoco le gustaba la sodomía…ni tampoco el desnutrido “socialismo” (Tolstoi, “Quinto Fabio Máximo”…)

El marqués no podía soportar que los “amateurs” (¡qué incongruencia!) sospecharan que su hijo era un maricón de tomo y lomo y decidió volcar toda su pugilística influencia en airear la ambivalente naturaleza del artista, del cual se estaba representando durante esos días la exitosa: “La importancia de llamarse Ernesto”, una acumulación descarada y lúcida de las, digamos, limitaciones de la moralidad victoriana y, de paso, una constatación de la ruptura con su hermano “Willie”.





                          
Toulouse-Lautrec lo había retratado. Sus conferencias eran reclamadas en medio mundo (el de habla inglesa). Felizmente casado y padre de dos preciosos hijos. Sus aforismos y “boutades” eran reídas de dientes para fuera por ese medio mundo.

O.W. era el número uno de esa detestable “concepción estética de la existencia”…pero no en el sentido budista (Schopenhauer), ni el sentido trágico del “dinamitero”…La belleza era la única moral posible; El aburrimiento: el infierno; la profundidad: la fetidez; la ligereza: la gloria; la superficialidad: el único sentido de la vida; el ingenio: un elegante “abreostras”; la elegancia intempestiva: una barrera contra la vulgaridad…etc…etc.

Bueno pues el tal “teórico del pugilismo”, se presentó un día con un grupo de seguidores de sus reglas en el domicilio de OW:

--Yo no conozco las “reglas de Queenberry”… en mi casa, la regla es disparar a matar. ¡Esto se arregla a tiros o ante un tribunal!” (valga el “rodolí”)

OW acusó al Lord de difamación y la cosa se convirtió, de forma imprevista, en dos procesos contra el artista, a resulta de los cuales ocurrió lo ya enunciado arriba.

Fue algo así como lo de Sócrates. El “teórico del boxeo” encabezó el odio del burgués populacho. Y el populacho señaló el infierno con el pulgar de la mano derecha.

Hay un detalle que debería haber hecho temblar al poeta: Si a vd, querido lector, en esa época en que, de forma heroica e insegura, se intenta conformar su masculinidad, su novia le abandona y se larga con Bram Stoker, sin duda alguna estaría todo el resto de su vida ojo avizor.





                               
Fue conducido, tras dos breves estancias en sendas cárceles, a la prisión de Reading…¡en la que no se le permitía leer ni una letra (neo-lingua)! Y allí acabó de formarse su carácter: “Bram, amigo mío, el pobre O.W. no fue tan malo como la gente cree…creo que esta situación le ayudará a purificar su cuerpo y su alma” (de su hermano “Willie” a Bram Stoker).
En la prisión de Reading lo perdió todo: Reputación, orgullo, fortuna, esposa e hijos, salud, humor, madre, hermano, amante, amigos…y alcanzó el grado cero de la indigencia.
Mientras el poeta se consumía en “Reading”, morían Millais y W. Morris (W. Pater había muerto el año anterior) dejándolo más huérfano, si cabía…¡y cupo!

La cárcel de Reading (en forma de cruz) fue reconvertida en centro de reclusión (“recuperación”) de jóvenes delincuentes. Los recortes neoliberales y la “racionalización” consiguiente la han inutilizado: se pretende una concentración carcelaria que abarate los costes…etc…etc
“Los amigos de O.W” (¿amigos?) pretenden convertirla en un centro de atracción turística…¡a buenas horas, mangas verdes! Además haría falta una siembra intensiva de bares y ventorrillos. El paraje es desolador, entre las vías de tren y un brazo del río Kennet, junto a unas ruinas siniestras y un cuidado parque sólo frecuentado por grajos y “sin techo” a la espera del “abrigo” que les saque de la miseria…

Cuando salió del antro era una persona envejecida, encorvada, con su hermosa cabellera trocada en estopa gris y convertido a la religión de la piedad: El sufrimiento le había, dice, ayudado a conocerse, a poner su “alma al desnudo”, a dar conciencia y peso a su estar en el mundo…a él, tan liviano y “superficial”.

Pero (ya saben vds.) no hay mal que por bien no venga. Fruto de esa tortura: “De Profundis (una epístola)” (¿pistola?)…”Desde lo hondo, a Ti clamamos, Señor…”

Bajo una capa de despecho se oculta la esperanza (¿les abrumo si les digo que su madre, activista de la independencia de Irlanda, firmaba sus colaboraciones como “Esperanza”?). Bajo una apariencia de ira, de reproches, de culpabilidad y arrepentimientos, late la necesidad de reclamo.
Tuvo tiempo de meditar sobre el tiempo; sobre el arte; sobre Cristo y su madre; sobre el amor; sobre la injusticia de la justicia; sobre la desesperación y el suicido; sobre el no-significado de la soledad y, por si lo anterior fuera poco, ir preparándose para desaparecer en el más completo olvido y desconsuelo.

Pensó en la obra como si de una Encíclica se tratara y, por tal motivo, quiso titularla: “Epistola: in carcere et vinculis”. R.B.Ross, a quien a escondidas le enviaba los fragmentos, la llamó: “De Profundis” (1905).

…“Finis Comediae…Incipit Tragediae”…

No hubo NADIE esperándole aquella mañana del 19 de mayo de 1897: huérfano de padre, madre y hermano (su hermana YA había muerto). Su mujer (con los dos hijos) se había largado a Suiza donde cambió el apellido por el familiar “Holland”, en su defensa que nunca se divorció del venido a menos y que siempre (un siempre demasiado corto) le pasó dinero (con la condición de que no volviera a ver a infausto “Bossie”). Moriría paralítica en Génova en 1898. 





                                                     
Mientras sale de la cárcel, aparece en las librería: ”Drácula”, de su antiguo rival. Mallarmé publica “Divagaciones” antes de centrarse y morir. Huysmans da a la imprenta “Allá arriba” y hacía las diligencias para dedicarse a una vejez  (a la vejez viruelas..¡siempre se ha dicho!) de oblato. Moreau y Burne-Jons ya se han tomado medidas. Ruskin esperará para irse al más allá en su compañía. Toulouse-Lautrec hace una cura de desintoxicación para entrar limpio en el paraíso de los desgraciados. Gauguin intenta suicidarse en Tahití, agobiado por la miseria, la invalidez y la sífilis…

¿Dónde vas a ir, Óscar?... ¿”Allá arriba”?...”¿Allá abajo?”…
La noche es cálida. La luna empieza lentamente a menguar. ¡Piensa, Óscar, piensa! Pongo a tu disposición mis Ángeles Custodios.
…Y lo trasladaron (ahorrándose el viaje en barco hasta Dieppe) a Berneval-la-Grand, que sólo tenía de grande el viento y la soledad (ahora…el turismo y tal…).

Eres el “errabundo”…Sebastián Melmoth. Los recuerdos te agotan, te producen pesadillas: nocturnos caballos desbocados. 





                                
Aquí se aficionó (¿cómo no?) al Calvados y con su ayuda pudo dar forma a ese poema estremecedor e impropio: “La balada de la cárcel de Reading”, en memoria de Carlos T. Wooldridge antiguo soldado de la Guardia Real de Caballería, ejecutado en la cárcel de Reading, en Berkshire el 7 de julio de 1886 (precisamente el día, del año 1971,  que enterraban a Jim Morrisson en el Père Lachaise de París) 



 
  (…)
 “Y sin embargo, sepan todos,
cada hombre mata lo que ama.
Los unos matan con su odio,
los otros con palabras blandas;
el que es cobarde, con un beso,
y el de valor, con una espada!
Unos lo matan cuando jóvenes,
y cuando están viejos los otros;
unos con manos de deseo,
otros lo estrangulan con oro;
y el más hábil, con un puñal
porque así se enfría más pronto.”

En este Finisterrae lo visitó A. Gide, a quien ya conocía por medio de Mallarmé…Y también el demonio “Bossie” (que no se dignó a visitarlo en la cárcel ni a enviarle una misiva). Tuvo una “recaida” que lo condujo a París, primero, y a un pueblecito cercano a Nápoles, después. La cosa terminó por cuestiones de intendencia…las ayudas que recibían estaban condicionadas: “en París me siento mal, pero aquí me siento aburrido: este último estado es el peor”.

Así que marcha a París (1898). Allí se entera de la muerte de su hermano (alcoholismo), a la que ha precedido la de su mujer (y el fin de la subvención).

Sebastián “el errabundo” deambulando por las calles del París de la “Belle époque”, de la Exposición Universal…Picasso acaba de visitar “la ciudad de la luz” por primera vez…empieza una nueva época. La Tour Eiffel tentando y las iglesias abiertas para las almas descarriadas.

Ya nadie habla de ti, Óscar: Lo peor está sucediendo. Y no tienes ni una manta, ni un perro que te ladre. La iglesia de san José te abre las puertas y tú inclinas tu cabeza deshojada para recibir el agua bendita…y pones tus labios, aún infantiles, para recoger la sal de la conservación eterna. Haces una mueca y tragas. Montmartre rebosa de placeres…

y las calles de desorientados maratonianos de los juegos olímpicos más desordenados de la historia (que duraron hasta el otoño): los atropellaban los velocípedos, se perdían por inexistentes callejones, lloraban de impotencia…Nadie llegó. Tuvieron que cazarlos como a perros callejeros…¡con lazo!
Hubo competición de tiro al pichón (¡¡)…¡Pelota vasca!...
Torneo de croquet ¡con un solo asistente de pago!... un pintoresco caballero inglés que se desplazó desde la soleada Niza.
A uno de los grandes triunfadores en las pruebas de natación le honraron con una estatua de un caballo (¿y a los de hípica con una sirena?)

Baudelaire, Verlaine, Huysmans…Tú…¿Qué tendrá la muerte? ¿Qué poderío os arrastra hacia el perfume de la cera ardiente? ¿Qué miedo…para vencer el demonismo?...o….¡Acaso es lo mismo! (Huysmans).

 “Mi futuro está en el café o en el claustro. Traté en el hogar, pero fue un fracaso”.

Ni tu padre, el más famoso “oto-oftalmólogo” del reino, puede curar tu infección de oído. La podredumbre alcanza las meninges y la fiebre te hace nouménico…¡a ti!…¡amante de la superficie!

El 30 de noviembre de 1900, en el Hôtel D’Alsace, 13 de la rue Beaux Arts, moría con el corazón roto y la cartera vacía, el más ingenioso hidalgo de los ingenios: Óscar Wilde.

Si alguna vez tienen que hace noche en París, acérquense a “L’Hôtel” y pidan la habitación número 16. Matarán tres pájaros de un tiro, pues también Jim Morrisson (¡¡) se hospedó en esa misma habitación en mayo del 71. No sólo se hospedó, sino que se arrojó (¿se cayó?) por la ventana…se sacudió el polvo y siguió su ronda. ¿El tercero? Borges.

Hablaremos de “saltos al vacío” en otra ocasión.      


No olviden fotografiar la inevitable “plaquita

                             
Y si tienen tiempo, porque su mujer acaba de fregar el suelo de la cocina, o por cualquier otra enjundiosa razón, tómense una cervecita en el soleado banco de madera de la “brasserie La Charrette”…díganle al dueño que van de mi parte… (o que hace un tiempo espléndido).



 
NB: Un hermano de Constance Holland (Lloyd) tuvo una descendencia curiosa: ¡Cravan! boxeador  metafísico.

¿Ven vds. como todo es un círculo? El inventor de las reglas para el “boxeo amateur” fue la causa eficiente de la desgracia y el sobrino segundo, reivindicando al tío segundo, se bate a muerte con la vida y con el campeón de pesos pesados del momento, para engrandecer la memoria de la saga. Y, para colmo, se desvaneció euridicianamente.



                                     














sábado, 18 de mayo de 2013

Propuesta para hoy, día 18 de mayo. Mahler.



La muerte física, a veces, no es más que la certificación notarial de un hecho que ya se ha producido hace tiempo. A Mahler le dieron la estocada mortal en 1907 y la puntilla tal día como hoy, del año 1911…En casos parecidos se encontraron Hörderlin, Nietzsche…¡y tantos otros!
Hoy nos vamos a Dobbiaco (Tolbach, para los austríacos).  Ya descubriremos las razones.  En 13 horas habremos llegado…¡pongamos 15 horas!
Subiremos al coche a las doce en punto de la noche y lo pondremos en marcha el primer segundo del día 18 de mayo: bolsa de condis con ropa interior…unas Moritzs  y el imprescindible Terry de malla….¡Hala… a Dobbiaco!...


Sonará: “La trilogía del adiós” 

Allí Mahler, huérfano de hija, compondrá su adiós a la vida y a la tierra. Más bien un hasta luego. Allí será arrastrado por Eros (amado y amante) hacia las cumbres de la belleza con la que se fundirá para siempre…evig…evig…evig…¡Y así hasta nueve veces!

En la Puerta Catalana, por costumbre atávica, pararemos y tomaremos un madrugador  fifti-fifti que acompañaremos con un trancazo de Terry.  Tomaremos la carretera de los Alpes: Briançon…Turín… ¡Haremos lo que sea con tal de evitar los túneles de Génova y alrededores!

Serán las cuatro de la mañana y pararemos en el área de servicio de Nîmes para un “potage” y reforzar los hábitos. Continuaremos hasta La Roche du Rame: Pasado  el lago de Embrun y pasado Saint Crépin, nos encontraremos a mano derecha, antes de entrar en La Roche, un pequeño lago donde nos comeremos una pizza, especialidad de la casa. No nos dejaremos engañar (¡no muevan ni una pestaña!: sería interpretado como una aceptación) por sus ofertas de cócteles: ¡dan diarrea! El antiguo parecido del mesonero con Depardieu ha desaparecido ¡por completo!...bien por la envergadura que ha alcanzado el actor, bien por la afectación que ha adquirido (a la vejez viruela) el barero o bien porque nunca existió tal parecido. Un café (que convertiremos en fifti-fifti jugándonos la vida) y dos copitas de “calvá”…¡y a funcionar!...Si está cerrado (por lo temprano de la hora: serán las 8 de la mañana)…desayunaremos una Moritz.

De 12 hermanos que fueron, cinco murieron antes de entrar en el “uso de razón”. Otro (Ernst) el más querido, murió de adolescente. Otro, idiota o loco, se marchó a USA y nunca más se supo. El más talentudo… ¡se suicidó! Una de las hermanas murió también en vida de Mahler… ¡en fin!...la muerte rondando y tirando hachazos a diestra y siniestra…¡como para salir indemne!...Su gran deseo infantil era ser mártir…¡Casi lo consigue!...

Hijo de un despachador de licores, creció pobre pero espirituosamente. Y tríplemente extranjero (como otros: Kafka…): bohemio, austríaco y judío…in crescendo.

Pasada la frontera con Italia y antes de entrar en Ouix, a mano izquierda encontraremos una especie de cantina mejicana que se hace llamar “Pizzeria Río Nero”…con unas sillitas fuera y tal. Será vernos entrar y echar mano a bate de beisbol en recuerdo del día que le vomitamos la barra y dejamos el local perdido. Probaremos de camuflarnos con una careta tipo “Anonimus” y, si cuela, intentaremos comernos (difícil, ¡por la careta!) un pannini de prosciutto…¿qué otra cosa?...Un lingotazo de Terry y ¡salga el sol por Antequera!

En lo que Mahler consideró como su opus nº 1:”Das Klagende lied”, ya musicaba fatricidios y siniestras bromas romántico-fantástico-barrocas. Ya, desde el principio, alternaba en su música (y en él mismo) un claro impulso vital con un clarísimo deseo de muerte (los psicoanalistas se lo confirmaron)…Los amigos tampoco ayudaron: locos, suicidas…

En su siguiente gran entrega: “Lieders eines fahrender Gesellen”, también notamos ese desorden sentimental (y tonal y rítmico) o, si se quiere, ese deseo de mezclar lo vivo con lo muerto, o, si también se  quiere, esa incapacidad para el goce. Estos cantos enlazan melódica y estructuralmente con las sinfonías: lieders y sinfonías…¡Ya está delimitado su territorio!...



Cuando se casó con ¿Alma? (9-03-1902) ya estaba en posesión de los atributos que, después, se desarrollarían: Tras diversos destinos alimenticios, se convirtió en afamado director de la Ópera de Hamburgo, y, de ahí en director de la ópera de Viena y director de su orquesta, a más de compositor de 4 sinfonías y algunas otras cosas (lieders…). Sin embargo, sólo había estrenado la 1º Y la 2ª. Desde el principio se combinan en Mahler los motivos grandiosos, a lo Wagner, con incrustaciones de baja estofa (los psicoanalistas le explicaron esa promiscuidad). La “primera”, sobre todo, fue considerada, por los tradicionalistas (…o sea ..¡todos!) monstruosa. Siempre se le apreció como director y se le menospreció como compositor: no entendieron aquello de la “tonalidad evolutiva” y la no resolución (en la tónica) de los conflictos ( y cuando la 6ª se desarrolló en la misma tonalidad, fue en “La menor”…¡mal asunto!).



Alma (¿) (no es el momento de extendernos en esa ambiciosa y reaccionaria dama), era una belleza a la que “se le podía sacar provecho” y una especie de ave de rapiña. No se crean vds. las historias románticas sobre su persona.

¿Cómo compaginó el presentimiento nietzscheano del eterno retorno con la sincera fe en la resurrección que recorre toda su obra?: A lo Orígenes: de derrota en derrota…¡Hasta la victoria final!...Pasando a Pitágoras por el cedazo de la fe tridentina (a la que se convirtió, desde su tibio judaísmo de cuna, por conveniencias y porque, según las malas lenguas, “Alma (¿), bien vale una misa” ).

Tras esta esforzada reflexión, será la hora del ángelus que celebraremos (en memorias de mis desaparecidos Ángeles Custodios de la calle del Corno) con una Moritz. Estaremos a la altura de Verona…Aquí viene a cuento lo que Kokochka decía con respecto a Alma: “Lo que nosotros nos dijimos no ha sido dicho ni por Romeo y Julieta…” (¡pretencioso!). En Verona empezamos la ascensión hacia Trento y Bolzano.
Serán ¡las cinco en punto de la tarde! Y estaremos entrando, por Viale San Giovanni, a la población de Dobbiaco. Encontraremos aparcamiento en un momento y ¡justo enfrente del Hotel-Restaurante Moritz!...Ocuparemos una mesita rociada de sol de mayo y como accionistas de la Moritz que somos, pediremos una cervecita “alla spina” (las nuestras estarán calientes).

                                       
El verano de 1904, en su retiro veranigo de Meierningg, en el momento más feliz de su vida…le sobrevuela el aleteo de la muerte: Añade (y completa) tres cantos a sus “Canciones de los niños muertos” y completa la Sexta sinfonía (su “Trágica”) que termina con esos premonitorios “tres golpes del destino” que hunden definitivamente al héroe.

¿Cómo es posible que escriba sobre niños muertos cuando acaba de acariciar a sus hermosas hijas?... ”¡No tientes al destino!”...¿Cómo meditar concretamente sobre la propia muerte, cuando se está en la flor de la vida y del éxito profesional y personal?... ¡No tientes al destino!...
Los versos de Rückert fueron escritos en memoria de sus hijos muertos de escarlatina.

“Cuando tu madrecita
Entra por la puerta
A la tenue luz de las velas,
Siempre siento que vas a entrar
En la habitación,
Deslizándote tras ella
Como de costumbre (…)”

“Con este tiempo, con esta tormenta
Nunca hubiera debido mandar fuera a los niños;
Se los han llevado
Y no he podido decir nada
(…)”

Centenares de versos fluyeron en sólo seis meses y no consiguieron revivirlos ni apaciguar su dolor.

 Schubert, Schumann, Liszt…ya habían utilizado versos del poeta.

Mahler recuerda que su hermano querido, a quien atendió hasta el último aliento, se llamaba Ernest, como uno de los hijos muertos de Rückert…¡eso es todo!...No presiente, recuerda. Y esos recuerdos impulsan las composiciones de ese verano, ante la doliente mirada premonitoria y aterrada de Alma (¿).



Pero los recuerdos, dieron un salto hacia adelante y tomaron cuerpo delante de él…¡Verano de 1907!..

Moravagine y Raymond La Ciencia acaban de ser descubiertos, el apocalipsis que tenían tramado para San Peterburgo fracasa y ellos tienen que huir a América (enseguida los seguirá Mahler).

Picasso acaba de dar los últimos toques a sus “Señoritas…” provocando la muerte definitiva de la “belleza”.

Como siempre, desde hacía algunos años, el matrimonio se pone a empaquetar cosas para su veraneo al lado del lago (Mahler es un compositor de verano)…al encuentro de las desgracias:

·         La primera (¿recuerdan los tres golpes secos con que acaba la sexta?) acaba de dársela el creciente antisemitismo que estuvo en el fondo de su renuncia a sus cargos en la Ópera de Viena: Un judío no podía expresar lo alemán. El día 1 de Enero, del año 1908, debutará en el Met(ropolitan) de New York con una “Tristán e Isolda” que dejará enamorados a los yanquis.

·         La segunda: la muerte sin contemplaciones de su hija mayor (María Anna), de cinco años: ¡escarlatina! + difteria…(eufemismo de escabechina).


·         La tercera: se la dio el médico que nada pudo hacer por su hija. Tras atender a su suegra y a su mujer, auscultó el corazón del compositor y le auguró un negro futuro.

¡Es el comienzo del fin!

¿Ven vds. cómo los presentimientos inconscientes llegan a ser formulados claramente?

Estados Unidos…etc…etc…y los veranos en “Austria”. La casa de Maiernigg fue vendida y tomaron otra en Toblach (Dobiacco, Dolomitas), donde pasarían los tres veranos siguientes. Allí compuso: “La Canción de la Tierra”, la “Novena” y lo que pudo de la “Décima”: Las sinfonías del adiós.

Y por eso nos encontraremos en Dobbiaco en este preciso momento. Para intentar recrear en nosotros, con ayuda del espirituoso santo, lo que Mahler compuso espoleado por la muerte cercana y la belleza eterna.

Y por eso, tras reservar habitación aquí mismo, y tomarnos un par de grappas en el café Marlen, iremos a cenar al Gustav Mahler Stube (volver un poco por donde hemos venido):
comida típicamente tirolesa, a base de: selvaggina (carne de venado) albóndigas, deliciosas rebanadas de pan de pueblo con embutido casero…en fin…¡lo típico!

En el primer piso se conserva el espacio ocupado por Mahler durante los veranos del 1908-09 y 1910…No nos atreveremos a dormir en este lugar sagrado.

        




El verano del 1909, apareció Mahler con un tupé y las cejas tintadas (¿)…Alma no salía de su asombro…¿Qué pretendía?...fue una visita rápida. Seguramente este detalle nimio, pero significativo  influyó en Visconti a la hora de caracterizar al personaje (Nietzsche-Mahler) de “Muerte en Venecia".

De nada sirvieron los regates con los que quiso dejar clavado  al destino: Saben vds. de la naturaleza fatal, letal de la “novena sinfonía”…Así que lo que iba a ser su “novena(“La canción de la Tierra”), no fue numerada y pasó directamente a lo que conocemos como “novena” (para él la “décima”)…¡fue inútil!...Acabada la “novena”( para él la “décima”) la muerte dio jaque mate: lo que queda de la “décima” (para él la “once”) son gambitos y arriesgados esbozos de jugadas sin futuro, que él presiente eterno (en otro mundo).

Lo dicho: ¡dios escribe como le da la gana en renglones zigzagueantes!...

Pero antes de derribar el rey y darse por vencido…tuvo que soportar un

·         cuarto golpe que, aunque programado, no era esperado:

Alma  (¿) se queja del abandono a que la tiene relegada el compositor…de la renuncia a su vida y a su música (ella también componía)…y de otras amputaciones. Así que el verano de 1910 (tras otras débiles tentativas) en el balneario de Tabelbad (cerca de Graz), adonde había acudido por recomendación médica (¿) se “deja” seducir por un joven arquitecto llamado a revolucionar la arquitectura y los oficios contemporáneos: Gropius….especialista en mujeres casadas o comprometidas (nacido tal día como hoy, del año 1883). Revoloteaban como moscas…esperando…esperando….

…¿ven vds.?...

Una carta que envía por error (¿) a Mahler, en donde declara su apasionamiento por la joven, bella y próxima viuda, pone a Gustav al borde del colapso: ¡estaba pidiéndole la mano de su esposa!
Salva la situación, dedicándole la “Octava”, prometiéndole libertad para componer, intentando estrenar sus composiciones…¿tomando viagra?...Y haciendo un amago de psicoanálisis.

Los diarios de Alma (¿), intrascendentes, llenos de cotilleos, aclaran ciertas cosas:

“¡Cuánto lo deseo (al monstruoso Zemlinsky)…a veces apoyo la cabeza sobre la mesa, entre los brazos, y pienso en nosotros durante horas (…) debo decir que no me imagino entregándome a nadie que no sea él…¡ni siquiera a Klimt!” (quien, por cierto, la conocía desde la cuna y algo había conseguido)

“Deseo la violación. Quienquiera que sea.”

Año nuevo de 1902 (un poco antes de casarse con Mahler): “Lo que tengo que escribir hoy es muy triste. He llamado a Gustav. Por la tarde hemos estado juntos en su habitación. Me ha entregado su cuerpo y le he dejado que me tocase con la mano. Su brío (¡¡) estba rígido y erguido. Me ha llevado al sofá, me ha tendido suavemente y se ha balanceado sobre mí. Entonces cuando acababa de sentir su penetración, ha perdido la fuerza. Ha apoyado la cabeza sobre mi pecho, destrozado, y casi llora de vergüenza. Distraída como estaba, lo he confortado (…) ¿y si él perdiera… eso?...¡Mi pobre esposo!”

El tres de enero la cosa cambió: “dicha y éxtasis” (…)
El cuatro de enero: “éxtasis sin fin” (…)

Mahler, perdía la fuerza con cierta frecuencia.

Schönberg intenta consolarlo…sin saber (¿cómo iba a saberlo?) que su mujer haría lo mismo con un pintor…suicidio…vuelta a casa…muerte…nueva pareja.

Aconsejado, concierta una cita con Freud (debería haber ido también su Alma). Pasan una tarde paseando por Leiden: Curiosa “sesión de diván”…más bien peripatética. Freud admiró en su paciente la sagacidad y la disposición…y le “descubrió” las razones de su gusto por “la baja estofa” incrustada entre lonchas de tocino de cielo. Freud confirmó algo que teorizaría un poco más tarde: Eros y Thanatos son las fuerzas básicas de la vida; y Mahler era un ejemplar puro…en el que estas fuerzas se manifestaban de forma límpida.

Por entonces Carnap, nacido tal día como hoy, del año 1981, acudía a la universidad de Jena e iba configurando lo que sería la crítica más radical al psicoanálisis: el “fisicalismo”, armado con la espada de la verificabilidad (después, contrastabilidad): las proposiciones psicoanalíticas no son empíricas…¡son una variante de la música!...

Ya antes K.Kraus desde sus páginas ígneas, había establecido (por su cuenta y riesgo) que el psicoanálisis era el  problema, no la solución.

La suerte está echada…Vuelta a Estados Unidos… (infórmense vds. Infórmense)… y regreso definitivo para morir, tras intentar resucitarlo en París, en Viena…. ¡tal día como hoy, del año 1911. Sus últimas palabras: “¡Mozart!...Mozart!”…como si nos avisara de la terrible tormenta que caería sobre el cortejo fúnebre.

Las cartas de Alma (¿) y Gropius siguieron fluyendo incluso durante la agonía del músico: “tu esposa”…”tu prometida”…”¡quiero un hijo tuyo!”. Alma recogió la muerte de Gustav en una mascarilla…¡pero no fue al entierro! (¿)

En efecto, Alma se casó con Gropius (1915), tras la sonada y bronca aventura con Kokotschka
(Alma y maler…¡otra historia!...), durante la cual Alma (¿) dio rienda suelta a su temperamento y desarrolló definitivamente el gusto por lo masculino…así, en general.

Alma y Gropius se casarían en 1915.

 Alban Berg compondría “A la memoria de un ángel”, en memoria de Manon (la hija de Gropius y Alma) que, como brazo armado de la justicia universal, tuvo a bien morir a los 18 años (1935) de poliomelitis (otro nació prematuro y no sobrevivió). Berg la amaba con locura, como un padre (¿). La composición se convirtió también en el Réquiem del músico que no pudo comerse el turrón. Murió pasada la media noche del 24 de diciembre…justo en el momento en que, 16 años después, nacería un servidor de vds.
Gropius se había “escapado” de Alemania el año anterior.

Alma (¿), fácticamente separada de Gropius en 1920…seguirá su camino lleno de curvas y de emboscadas. Acabará seducida, también, por la absenta.

Cuando Freud se enteró de la muerte del músico le faltó tiempo para pasarle la minuta a la viuda, que siempre se refirió a él como “el idiota de Freud”. Vale que pagar religiosamente la consulta forme parte del tratamiento…¡pero del enfermo!...¿o acaso pensó Freud que la viuda estaba más neurótica que el difunto?

Tras el venado y un delicioso postre de frittelle (panqueques) de miel con arándanos rojos…sesión de grappa…¡Y a dormir!

Mañana pararemos en Parma donde tal día como mañana: 19 de mayo, del año 1348, Petrarca recibirá carta de un amigo en la que le informará que Laura ha muerto víctima de la Peste Negra.





                                            













RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...