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jueves, 20 de junio de 2013

Propuesta para hoy, día 20 de junio. “Jeu de paume”. Cioran. “Santos de Cartagena”.


 No le enmendaré la plana a Platón, ni tan siquiera a Luca Pacioli. Si ellos consideran que la esfera es el sólido regular perfecto… ¡sea! Por eso, dicen, nuestra parte pensante (quien la tenga) sobrevive en un receptáculo que tiende a lo esférico. Desconfíen, pues, de los cabezas cuadradas. De ahí que, también, el culo tienda a la esfera: algunos piensan con él.



Lo cierto es que la esfera (pelota) ejerce sobre la especie animal una atracción irresistible… sobre todo si se trata de la cabeza de nuestro enemigo. Es verla y liarnos a patadas con ella y someterla a un martirio inmerecido.

La “política” se ha montado sobre el modelo del “juego de pelota” y el “juego de pelota” sobre el imperecedero modelo de la trifulca. Que a qué viene todo esto… pues a que tal día como hoy, del año 1789 se “firmó” el juramento del “jeu de paume” (“Juramento del juego de la pelota”): los 577 diputados del tercer estado se comprometieron a dotar a la nación de una Constitución, dando comienzo, de esa manera, al proceso revolucionario. A los tales se les negó la entrada al salón de los Menus-Plaisirs y los dirigieron a la vulgar sala de diversión y espera (que querían desesperante) El tal salón no era una cancha de futbito, sino una especie de frontón a lo vasco, o un trinquete a lo valenciano. O si Vds. quieren, una gigantesca pista de pádel. Se golpeaba la pelota con la palma de la mano (“paume”)… hasta que alguien juró por sus muertos que no jugaba más sino inventaban unas “palas” que, en idea, ya estaban en la mente del malcarado quejica. Así, además, se dotaban de armas contundentes para subsanar discrepancias arbitrales.




Pues allí los metieron… ¡sin pelotas ni raquetas! Como he dicho eran 577. Difícil papeleta. 227 se conformaron, pero el resto se puso farruco y dijo que se les surtía de lo necesario para un “cuadrangular” o armaban la revolución. Se les negó esta mínima petición y la cosa pasó a mayores:

–Si no hay útiles, haremos una Constitución nueva y todo el Reino se va a enterar de lo que vale una “pala”. ¡Con nosotros no se juega! ¡Ni Luis XVI ni hostias!

La corte lo tomó a broma…hasta que les cortaron las cabezas.

Bueno, la cosa se fue calentando y llegó a un punto de no retorno. Robespièrre bramaba. Mirabeau disimulaba su poca afección agitando los puños. J.J.Mounier le echó una mano al abate E.J. Sieyès y se redactó la fórmula del célebre juramento:

“[...] De no separarse jamás, y reunirse siempre que las circunstancias lo exijan hasta que la constitución sea aprobada y consolidada sobre unas bases sólidas”.

El texto, después de una dura competencia, lo leyó Bailly. El único que no firmó fue un tal Martin d’Auch, a quien no le gustaba demasiado golpear la pelota y pensaba que el asunto no era para tanto. Así pues, la Asamblea Nacional se constituyó en Asamblea Constituyente. Y empezó la juerga… que incendiaría toda Europa y pondría las bases de una IDEA.

Vean Vds. el cuadro de David (¿sólo el esbozo?). Fue encargado por los
jacobinos para conmemorar la efeméride. Por entonces la cosa se había aclarado un poco y los campos se iban definiendo. Muchos de los presentes ya se habían pasado al bando contrario. Así que la obra, dicen, fue abandonada por David, fiel a los principios constituyentes, y continuada por un ayudante o por un aficionado.

Piensen Vds. que entonces no existía la prensa gráfica ni, a penas, la escrita. David y otros hacían de reporteros gráficos y ayudaban a la imaginación de los lectores. La composición es irreprochablemente académica: todas las líneas de fuerza se dirigen hacia el orador que está leyendo, a voz en grito, el “manifiesto”. Era un día ventoso: el viento de la Revolución. Fíjense en las ventanas: a una señora se le ha vuelto el parasol del revés. El pueblo llano, la chiquillería y la milicia contemplan con entusiasmo cómo se abrazan clérigos de diferentes credos y un representante de la burguesía ciudadana. Robespièrre se desgañita con las manos sobre el pecho. Un abuelo es sostenido en la silleta de la reina… Es evidente que  no puede ser Couthon, triunviro del “Reinado del Terror” (con Saint Just y Robespièrre) que por entonces estaría en la flor de la edad… (¡y ya cojo!), miembro de la municipalidad de Clermont-Ferrand. La historia de su “cojera” es francamente vergonzosa. Fue recogida por Lenôtre. Bunin la citó en sus “Días malditos” y yo se la tomo al ruso:

“Estaba pasando la noche con una amante, aprovechando que el marido de ésta se había ausentado de casa. Todo iba de perlas, cuando, de pronto, se oye un portazo y se escuchan los pasos del marido que había vuelto inesperadamente. Couthon saltó de la cama y se lanzó por una ventana…; y cayó en una fosa abierta en el patio. Tras pasar toda la noche allí, perdió para siempre las piernas, que le quedaron paralizadas de por vida”.



Lo único verdaderamente extraño de la representación es la ausencia del Burdeos. Raro que nadie esté pimplando a escondidas (o a las claras).

Pues por mí no va a quedar: abro una botella de Borgoña blanco (no me queda Burdeos) y me la soplo (¡poco a poco!) a la salud de estos esperanzados pre-ciudadanos.

Era el 2 de “Mesidor”, día de la avena. El futuro calendario republicano se estaba incubando. Fabre d’Eglantine (¡gloria al insigne poeta!) perdería la cabeza el “día de la abeja” (15 de “Germinal”). Sus ejecutores, entre los cuales Couthon, la perderían (¡ya saben Vds.) en “Thermidor”.

Fatídicamente (¿) las notas de I. Bunin sobre los días de Odessa se interrumpen el 20 de junio, tal día como hoy, del año 1919. Bunin viviría largos años. Recibiría el Nobel, que Stalin deseaba para Gorky.

Cada día que pasa me atrevo a juzgar menos. Quizás sea un indicio de la proximidad de la vejez. No niego los sufrimientos de Bunin y los “suyos”. El sufrimiento, la infelicidad, es mucho más variada que la felicidad. Ya lo decía Tolstoi (¿). No sé los motivos que tuvo Cioran (muerto tal día como hoy, del año 1995) para alcanzar las altas cotas de desprecio por todo y por todos. Me da que fue una acumulación insoportable de mala conciencia y una huida hacia adelante. Cuando tuvo oportunidad de no hacerlo se declaró ferviente “hitleriano” y amante de los aspectos más siniestros de la existencia. Después, cuando ya la edad iba entrando en el redil, convirtió aquel fervor claramente ultranacionalista, en asco generalizado. Así se redimen los fascistas: borran el sentido de cualquier acción; afirman la “idiotez” de cualquier propósito (pues el suyo, claramente, ha sido puesto en evidencia). Claro que a todos nos espera el mismo final y que, desde ese punto de vista, todo se iguala. Esa es una inteligencia elemental. Claro que el “hombre debe desaparecer” (¡y desaparecerá!)…pero él convierte ese imperativo biológico en imperativo moral y, en consecuencia, en categoría estética. Su afición a las contradicciones le ahorra tener que explicarse. 


Su “profundidad” tiene la profundidad de las fosas sépticas (no niego la utilidad de tales simas). A esto le suma un “elitismo” que coincide con sus gustos. Sólo admiro en él su desprecio del trabajo y su negarse a dejar descendencia (aunque aquí también tendría algo que decir su admirado Nietzsche: Todo pensamiento es fisiología).

“Es el suicidio lo que hace la vida posible” y por eso lo rechazó cayendo ( ¡otra vez!) en contradicción. Por lo demás es como si dijera: “Es la existencia lo que hace la vida posible”.
Sin embargo, su prosa envuelve, sugiere, te sume en una atmósfera baja en oxígeno…como de alta montaña… ¡pero sin vistas!

Resumiendo…. Cioran fue un mártir inverso: su castigo fue la vida. Los mártires de verdad reciben la muerte por su fidelidad. Él permaneció en la vida por su infidelidad.

Para dar una visión más equitativa de la variedad del mundo, me referiré a los famosos “Santos de Cartagena”. 




Aquella era zona minera. Los fértiles campos de melones eran todavía desiertos y los lamentos del sufrir aún no habían sido traducidos en “tarantos”. La Manga cerraba un hermoso mar pequeño adornado de islas del tamaño de las perlas. Un matrimonio hispanorromano, en la época del visigodo Arriano de Toledo, daba a luz niños santos, así…sin proponérselo. Todos le salían santos. Santos importantes…muy importantes… ¡Isidoro de Sevilla! (que, finalmente sabemos lo que ya sospechábamos, ¡que era murciano! Es como B. que sigue empeñado en su origen oscense, pese a que toda la evidencia apunta a su origen jumillano). Tuvieron cinco hijos: Leandro, Fulgencio, Florentina, Isidoro y Teodosia. Los varones llegaron a arzobispos (bueno, Fulgencio se quedó en obispo). Florentina se dedicó a fundar casas religiosas hasta que les fallaron las fuerzas y se recluyó bajo la regla de san Benito en Écija (o en Talavera: es una “Questio disputata”).

¿Y la 5ª hija, Teodosia? ¿Cómo es que no alcanzó la santidad? ¡Tuvo que hacerla gorda para no ascender a los altares! Su destino fue otro: Madre de Hermenegildo (santo), hermanastro (¿) de Recaredo. Su conversión al catolicismo fue el comienzo de su martirio. O sea, recapitulando: el matrimonio de Severino y Túrtura tuvieron cuatro santos y la madre de un santo y mártir. Es decir: San Isidoro de Sevilla (que era de Cartagena) era tío de San Hermeregildo, hermano de Recaredo… ¡El mundo es un pañuelo!

Eso es lo que se llama una familia feliz. ¡Pero ven que monotonía!: A la felicidad por el obispado. Sin embargo, Felícitas, bajo el emperador Antonio (¿) (según San Gregorio), fue infeliz y desgraciada de siete maneras diferentes, correspondientes a las siete formas de martirizar a sus hijos: Jenaro, Félix, Felipe, Silvano, Alejandro, Vidal y Marcial y como colofón también ella fue sacrificada: Así lo dispuso ella.
¡¡Siete hijos mártires!!

Se me olvidaba el motivo: Hoy la Iglesia Católica, Apostólica y Romana celebra el día de santa Florentina. Sus despojos están repartidos entre Plasencia, Murcia y algún que otro sitio. La verdad es que no son una atracción turística de primer orden. Antes al contrario.

Para arreglar el día, revisen: “Teléfono rojo…” (*) y disfruten. Ni era un teléfono, ni era rojo.








miércoles, 19 de junio de 2013

Propuesta para hoy, día 19 de junio. “Blaue Reiter”. Maximiliano. Sikilianós. Pedro Mateo.

Si les pareció escasa la referencia de ayer a la batalla de “Waterloo” y quisieran algo más sabroso, lean Vds. el famosísimo capítulo 3º de “La Cartuja de Parma”. Además aprenderíamos algo acerca de técnicas literarias.

“El azul tiene el poderío de un sentido profundo (…) El azul es el típico color paradisíaco. Proporciona una sensación final de descanso. Cuando está a punto de hundirse en el negro, evoca un dolor que casi no es humano” (Kandinsky).

Nadie que me conozca pude dudar de mi preferencia por el azul. Sin embargo el “azul” tardó mucho en constituirse como un concepto englobador y unitario. Los antiguos lo consideraban “melos” frente a “leukos”: oscuridad frente a luz blanca. Lo utilizaban para oscurecer el blanco. Es raro: el cielo era azul, el mar era azul, algunos ojos eran azules…pero no había manera de conseguir una materia de la cual extraerlo con la pureza con la que se mostraba en el mundo.

(Lean Vds., si quieren la “propuesta” del 27 de noviembre: Ives Klein…).



El azul tiene algo de melancólico: El último cuadro de Van Gogh… Los azules de Picasso tras el exhibicionista suicidio de Casagemas… O ese pequeño planeta perdido en la inmensidad, en pleno desamparo, como en busca de una ubre materna.

Bueno…etc…etc, lo que quiero decir es que el azul es mucho color. Tiene mucha historia y mucha carga a sus espaldas. El elevadísimo precio (más que el oro) del “ultramar” puro lo dotó de dignidad y forzó la búsqueda de sustitutos. No está de más saber que fue el primer color obtenido artificialmente. Si les interesa el tema: “La invención del color” (¡¡!!) de Philip Ball.

Es la segunda vez que me atrevo con un “Parfait Amour”. Juro por mis muertos que no volveré sobre el tema. La bebida tiene un regusto a rancio…como proveniente de la “década malva”. Está bien para los “prerrafaelistas”, pero es vergonzoso que un jubilado hecho y derecho se pimple esa bebida infernal con color de paraíso.

Si quieren informarse sobre Kandinsky y sobre la importancia de su obra… ¡tienen donde recurrir! Si lo desean contacten conmigo y, de buena gana les pondré al corriente (o lean la inédita “propuesta” para el día 1 de octubre. Allí les explicaré el origen de la “abstracción” y tal).

El 19 de junio del año 1911 Kandinsky confió a Marc el plan que le rondaba por la cabeza, una vez fracasados los recientes intentos con la “Asociación” a costa del tamaño de su “Kompositión V” (algo así como lo que pasó, también por entonces, con el “Desnudo…” de Duchamp):



“¡Bueno!, tengo un nuevo plan. Piper tiene que cuidarse de la edición y nosotros dos…seremos los redactores. Una especie de almanaque (almanaque-anuario) con reproducciones y artículos y crónicas (…) solamente productos de aristas (…) El libro podrá llamarse “Die Kette” (la cadena) o de cualquier otra forma…No hables de ello. O sólo cuando pueda sernos directamente útil. En estos casos la “discreción” es muy importante”.

Es la primera referencia a lo que después sería el “Blaue Reiter”, obra fundamental para comprender el aire que respiraban las vanguardias artísticas.
La historia del nombre es conocida y ocurría al comienzo del otoño:

“El nombre de “Der Blaue Ritter” lo inventamos de tertulia tomando café en el pabellón del jardín de Sindelsdorf; a los dos nos gustaba el azul, a Marc, los caballos, a mi, los jinetes. Así pues, el nombre surgió por sí solo. Y el maravilloso café de la señora María Marc nos pareció aún mejor”.

Kandinsky había pintado en 1903 un cuadro que tituló: “El jinete azul”. Un cuadro paradójico, en el que el movimiento del caballito se ve paralizado como una mosca en ámbar: una combinación inesperada entre movimiento y quietud. Marc siguió la racha con los cristalinos “Caballo azul” y “Grandes caballos azules” de 1911. Y Kandinsky, acabada la aventura y la guerra, que se llevó p’alante a medio grupo, siguió con el rollo con los “Cuatro azules”…los otros tres eran: Klee, Feiniger y Jawlensky. Pero, en fin esa es otra historia. La sombra de Kandinsky es alargada. ¡Habrán ocasiones!









Las investigaciones sobre el azul con el fin de abaratarlo y fijarlo bien en telas destinadas al desgaste de la muerte se incrementaron durante el XIX. Casi todos los ejércitos del mundo usaban pantalones “espectro azul”…como ese azul violáceo del pelotón de fusilamiento (tal día como hoy del año 1867) encargado de eliminar a Maximiliano I, emperador de Méjico por disposición de Napoleón III. A Benito Juárez (¡los Juárez son así!) no le pareció bien. Tengo para mí, por lo que sé de su familia, que el desgraciado se hubiera suicidado si le hubieran dado un poco de tiempo. Su fusilamiento fue la drástica resolución de un dilema. Lo que me impresiona del cuadro de Manet, y a Vds. también ¿verdad?, es que parece que le disparan directamente a los dientes…a una distancia insólita. Y es que todo aquello dicho sobre Kandinsky empezó con Manet (¿Courbet?): eliminación de la perspectiva, ambigüedad entre fondo y forma…Otra vez me sale la vena académica ¡no puedo evitarlo!...Podría, pero sólo tengo esta bebida azul que me llena el corazón de melancolía y el estómago de fuego. Como complemento irían bien unas berenjenas color berenjena y unas olivas moradas de Cieza. Pensado y hecho: Una fuente de berenjenas rociadas de olivas moradas… ¡y al horno! Adorne Vd. la mesa con un “centro” de lavanda. De segundo algún pescadito azul con rodajas de remolacha.

Cuiden de no cortarse, porque en esta época la sangre, con el calor, toma enseguida un color violáceo.

Observen el cuadro. Fíjense en el soldado a quien se le encasquillado el fusil: indiferente al desarrollo fatal y a la expectación que se acumula por encima de la tapia. Para mí es uno de los “personajes” históricos de la historia de la pintura… ¡y esas nubecillas blancas! Otro de mis personajes preferidos es el "extremo izquierda" (derecha del espectador) de la foto: "Almuerzo en un rascacielos", sí , esa. Es el único que no "interacciona".

Sería para mí un grandísimo honor en darles a conocer a Ángelos Sikilianós (muerto tal día como hoy, del año 1951) Y no diré más. Les remito a mi querido y desaparecido amigo Pedro Mateo y por su mediación lo sabrán todo. Ambos están enterrados en el Primer Cementerio de Atenas.

             



Con Sikilianós me pasó algo parecido a lo que me pasó con una novelita de Mann: Yo iba recorriendo, exactamente, la geografía en la que se desarrollaba la trama. No lo había previsto. Fue una coincidencia. Sí, es aquella novela en la que sale Dinamarca, el castillo de Hamlet y tal… ¡ya saben!

Bueno, yo llegué a Grecia en el 78. Desembarqué en Igoumenitsa, entonces un pueblecito, bajé y, sin proponérmelo, me interné en Leukada (la isla blanca, también un poco melancólicamente sáfica). Entonces había un pontón móvil de tal manera que no te enterabas de que estabas entrando en una isla. Ahora menos: hay una carretera. Recorrí la isla blanca. Me dirigí a Delfos. Crucé el Korinthiakós por Agios Nikólaos. Cené en la amable bahía de Sikiá y me dirigí a Atenas. Recalé, finalmente, en Monemvasía, patria de Ritsos. ¡Hitos en la vida de Sikilianós!: Leukada, Delfos, Sikiá, Atenas…El resto lo supe por Pedro.

¿Saben Vds.? La emoción me embarga y no puedo seguir. Les recomiendo, en nombre de mi inmenso amor por Grecia y en el que profesé a Pedro Mateo, que se internen Vds. en el mítico territorio del poeta (de los poetas, de ambos). Se lo agradecerán a Vds. mismos.

Aquí les dejo una muestra de la poesía de Pedro, impregnada de la panteística unicidad presocrática. Espero que les conduzca a Sikilianós. O no: que se establezcan definitivamente en la poesía de Pedro Mateo.


LA PIEDRA MAESTRA
Viene el viento desde el mar homérico,
mece los olivos como antaño, las palmeras,
y resucitan mis viejas nostalgias griegas.
Las olas se suceden perpetuas, alzando
crestas blancas sobre el azul intenso.
A mi mente acude imagen del viejo rapsoda,
mirada profunda hay en sus ojos claros,
enredados en sus pestañas largos rizos.
Olor a sal me llega y a tierra asentada,
graznidos de gaviotas vienen del puerto
antes que el sol se pose sobre cumbres rocosas.
Me asemejo a espigas gramíneas que serán
alimento futuro para múltiples pájaros,
a los errantes guijarros de la playa
como esponjas del calor madurado y húmedo,
a las algas salidas a esta orilla serena
vibrando con música mediterránea e isleña.


Pienso en el mosto hecho vino blanco,
en las flores que serán limón, naranjas
dulces y olivas, granadas y romero tierno.
Mis brazos insisten en ser alas tensas
e iniciar vuelos de amor y libertad terrena
antes que venga la vejez que todo lo altera,
antes de caer noche tremenda y tiempo final,
antes que los sentidos se adormezcan planos,
sin relieve, incapaces de crear leves sombras
sobre las palabras insolubles de la Poesía.
Veo el color del mundo desde la piedra maestra
donde la tradición dice que enseñaba Homero
cara al mar, mirando hacia la otra orilla.
Veo esto como un sentir que abre mi interior,
veo todo esto como un sueño despierto.

Y este trocito inédito:
“Con rostro antiguo de guerrero cansado
La noche se cierra en torno a una vela
Entre tumultos de nubes se cierra
Se oyen las puertas de la oscuridad”








martes, 18 de junio de 2013

Propuesta para la tarde hoy, día 18 de junio. Darwin-Wallace. Gorky.


Todo tiene su primera vez. Por ejemplo, es la primera vez que un jubilado se caga en los muertos del camarero porque le ha traído unos mejillones “a la marinera” en vez de “al vapor”. ¿Que no? Pero… ¡seguro que nadie lo ha hecho con tanta injusticia y desconsideración como yo!  Y, sin embargo, no saldré en las crónicas de este 18 de junio.  Y puede que haya sido la primera vez que un jubilado llore desconsoladamente por la injusticia cometida y se coma los mejillones “a la marinera” con tanta devoción y arrepentimiento.


Y, sin embargo, no saldré en las “efemérides” de este 18 de junio. Todo lo más en las hojas de registro de entradas del CAP de Ocata.

Bueno, pues tal día como hoy, del año 1928, Amelia (el hermano de Quinto se llamaba Ambelio = parra, vid. Por el contrario, Amelia = enérgica, activa) Earhart se convirtió en la primera mujer en cruzar el Atlántico en un velero (¿). La verdad que su tarea consistió en contemplar como el mecánico y el piloto las pasaban canutas para sortear las olas: todas les tocaron a ellos. Ella fue algo así como la “Reina de África”: estimulaba… incitaba.  En ese preciso momento Amudsen desaparecía en el Ártico. Ahí empezó a cambiar la historia y lo femenino fue abriéndose camino en un terreno rico en testosterona.


Pero es que esta intrépida y hermosísima mujer hizo otras hazañas igual o más espectaculares….aviones, coches…hasta que desapareció, sin dejar rastro, en los mares que rodean Australia.

Y tal día como hoy, del año 1983, Sally Ryde, a bordo del transbordador STS-7 se convirtió en la primera mujer (americana) que llegó al espacio. En realidad fue la tercera (¡¡20 años después!!) después de las soviéticas Tereshkova y Savitskaia. 

Señores, esto no hay quien lo eleve. La tarde ha empezado mal y mal acabará. Lo de Waterloo está más tocado que el… Lo único gracioso del asunto es la reproducción anual de la batalla. Lástima que no haya quedado alguna bomba sin explotar y los mandara a todos al CAP más cercano. Es humor de jubilado.
El mejor descriptor de batallas, que a esas alturas de la historia había perdido un poco su afición a Napoleón, se encontraba, siempre expulsado por Gina Pietragrua, en el café Florian de Venecia, mientras su criatura, Fabrizio, se preguntaba si aquello era una verdadera batalla.

El camarero, deseoso de poner punto final, me trae un carajillo de orujo. Se lo agradezco y bendigo, en él, a toda su progenie. Me corresponde dejando sobre la mesa la botella entera. No me atrevo a darle las gracias, porque es capaz de traerme todas las existencias. Son detalles que enternecen.

Va cayendo la tarde, pero como los días se alargan y se alargan, no te enteras. Sólo cuando ves pasar el barco a Italia caes en la cuenta de que son las siete, más o menos. Los aviones se dirigen desde todas direcciones hacia el Prat. Es un espectáculo digno de ser contemplado. El tren de cercanías se dirige a Mataró. Los coches están parados en la nacional II. Los bañistas se bañan. Las golondrinas hacen lo que acostumbran. Es una tarde normal…tirando a vulgar.

Dicen las crónicas que tal día como hoy cinco monjes de Canterbury (¡cuántas cosas han pasado en Canterbury!) divisaron en la luna la colisión de un meteorito (¡¡). Era el año 1178. Mucha gente lo observaría… ¡pero no sabrían escribir! El choque afectó a la distancia entre los dos astros y produjo el cráter que bautizaron como “Giordano Bruno” (¿?)



Así lo cuenta Gervasio de Canterbury:

Alrededor de una hora después del atardecer del 18 de Junio, 1178 D.C., una partida de cinco testigos vio como el cuerno superior de la brillante luna nueva "repentinamente se partió en dos. Del punto medio de esta división surgió una llameante antorcha, que expelía fuego, brasas incandescentes y chispas. . . El cuerpo de la luna, que era carcomido. . . palpitaba como una serpiente herida.".

Por entonces estaba en plena efervescencia el tema del “alcohol” y el “espíritu del vino”. En el año 1100, la escuela de Salerno (Italia), diferenciaba dos formas, el "aqua ardens" de 60 grados alcohólicos y el "aqua vitae" de 90 grados. De ahí pasó a “eau de vie”, al tiempo que se le sumaban propiedades milagrosas. ¿Qué pasó en aquella ocasión? Pues… ¡lo típico! cinco monjes empinando el codo y viendo lucecitas. Y la risa tonta. Y el amor universal.


Y También tal día como hoy, del fatídico año 1936, murió por primera vez (y definitiva) Maxim Gorky. Su relación con los bolcheviques nunca fue fácil, ni incluso cuando era fluida. Su “odio” al alma campesina, tan del aprecio de Gogol y Tolstoi, le apartó de los bolcheviques y de la estrategia revolucionaria. La tirantez llegó al extremo en el 21. Abandonó Rusia y se instaló en Berlín durante algunos años.

Cuando murió Lenin las “erinnias” (como a mí tras chillarle al camarero) se lo comían vivo y empezó a pensar en volver a la patria. Stalin lo recibió con los brazos (¡y los ojos!) abiertos. Puso a su disposición comodidades sin cuento y poderes propios de taumaturgo. Fue el teórico y el modelo del “Realismo Socialista”, que se convirtió en doctrina oficial en el 34. No hay duda de que a su hijo se lo cargaron los del NKVD. Y pocas de que a él también. El “caso Kirov” desató el nudo gordiano. Lo cierto es que la muerte de Gorky tuvo lugar justo antes de los jucios “espectaculares” contra Zinoviev y Kamenev. Era claro que Gorky no se hubiera quedado en silencio (es una suposición arriesgada). En cualquier caso la mera sospecha de que se le desatara la lengua hubiera sido motivo suficiente para quitarlo de en medio. De paso los médicos también recibieron lo suyo. En la escena circense en la que decidió el destino de Bujarín se habló de “homicidio médico”.



Como era de esperar el Premio Nobel del 33 recayó sobre Bunin, bestia negra del bolchevismo. Gorky, apoyado por el Kremlin, se consolaron con toneladas métricas de vodka. Pero, facilitó la cosa: No es lo mismo acabar con un Premio Nobel que hacerlo con una renombrada figura internacional.

No puedo dejar esta efeméride sin citar las loas del escritor proletario a los trabajos del Canal del Bático…Tan inmisericorde como la construcción de las pirámides… ¡Y a los “voluntarios” que lo hicieron posible! Los prohombres de occidente no escatimaron loas a los logros de la patria comunista. Naturalmente… ¡tuvieron tiempo de desdecirse! Los “voluntarios” hacía años que criaban musgo y liquen.

Aquello fue una verdadera involución: de ser humano a gusano. Precisamente cuando de lo que se trataba era de crear el “hombre nuevo”. ¡Fallaría alguna palanquita!


Si Darwin no nos engañó, con el fin de ajustar fechas y tal, tal día como hoy, del año 1858, el naturalista recibió, en Inglaterra, un resumen exhaustivo del trabajo que un tal Wallace estaba llevando a cabo en las antípodas. Se exponía de una forma clara, concisa e, incluso, más acertada, de lo que enseguida conoceríamos como “Teoría de la Evolución”. Darwin quedó anonadado, paralizado de estupor y desencanto: la obra de toda su vida… ¡a tomar polculo! No llegó la sangre al río…como en el caso de Leibniz y Newton. Llegaron a un cordial y justo acuerdo: hacer una exposición conjunta el día 1 de julio (véase la propuesta) en la sociedad linneana de Londres. La posteridad ha dado la prioridad a Darwin. Cosa que no se hizo con la pobre Rosalind Franklin y su contribución al descubrimiento de la estructura del ADN.

Vds. me perdonarán, pero después de 8 días en la sierra del Alcaraz contemplando el origen del Mundo (afluente del Segura) y alejado de mis quehaceres literarios, la cosa no da para más.


Algo así como el "Origen de la vida":


 


RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...