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viernes, 29 de marzo de 2013

Propuesta para hoy, día 29 de marzo. “Sor Sonrisa”.



He aquí una historia triste de verdad.  E injusta.

Bruselas es un buen sitio para suicidarse, me dice una amiga. Yo añado que los alrededores también. O al menos para enfermar definitivamente. Así que a la historia, ya de por sí lamentable, se le añade el contexto desolador.  Les propongo, además, el sitio adecuado para comer e ir recreando el tema: Restaurante “Le diable au Thyme” en la calle “Pauvre diable” (tengan presentes los nombres desde buen comienzo).

Por suerte hace un día fresco, pero soleado (¡¡), así que podrán pedir que le sirvan en la terraza. Desde Bruselas cojan la E 411, como si fueran a Luxemburgo (¡¡) y a un cuarto de hora, más o menos, encontrarán Wavre. Pregunten por la Chaussée de Brusselles, 144. Tendrán que salir del pueblo en dirección a la capital. Como a eso de dos kilómetros turbios y abandonados, se tropezarán a su derecha con un edificio feo, alto… de esos que aquí sin dudar calificaríamos “de los sesenta”: “Green Horizons Apartments”. ¡¡Ese es el epicentro de la historia!! El restaurante está al lado. La historia es como si hubiera estado dirigida desde los fogones de este diabólico restaurante de carretera. 

Siéntense, pídanse una docena de ostras al Champagne y una botella de Bollinger (no se preocupen por el dinero, si no lo tuvieran no hubieran salido de casa). Si encuentran la ocasión pregunten por los primos Hèlêne y Henry y felicítenlos por haber cumplido su sueño culinario. La cosa también va de sueños.

Mientras se las sirven, pidan una cerveza conventual. Y suplíquenle (¡van de mi parte!) que les pongan “De temporum fine comœdia” de Carl Orf (*).

El día 1 de abril del año 1985, sacaban del apartamento 47 B dos sacas de plástico negro. En una iban los restos de Annie Pécher y en la otra los de Luc Dominique. A los pies de la cama, entre dos guitarras, una, la fiel Adèle y la otra, regalo de Brassens, encontraron colocadas con respeto dos hostias consagradas. ¿Qué cómo supieron que estaban consagradas?... eso fue cosa del cura que por el olor y tal… También encontraron las inevitables (¿) cartas de despedida. Se suicidaron tal día como hoy, que aquel año cayó en viernes. Dos sueños rotos. Las llevaron, había prisa, al monasterio benedictino de Clerlande, donde celebraron el funeral y las enterraron en el cementerio de la localidad…en donde siguen: “Vi un alma volar entre las nubes”.



Corría el año del Señor de 1963 y yo acababa de ser recolectado por los curas escolapios. Pasaba la vida entre aquel decorado tropical que ya Vds. conocen.  Los tiempos estaban cambiando” aunque no se haría público hasta el otoño. Mientras tanto, los más avanzados leían respuestas en el viento…pero no sabían las preguntas.

Grimau estaba siendo tratado “exquisitamente” (Fraga, llegó a ofrecerle un “ducados”, para que probara la novedad, naturalmente antes de arrojarlo por la ventana. Grimau lo fumó con incomodidad a causa de las esposas) en la DGS de Madrid a la espera de poder meterlo en una saca. Esperaron a que la primavera estuviera en todo su esplendor y a que se desvanecieran los ecos de las suicidas de Bruselas: para que nadie más chupara plano. Avanzó la primavera y tomó la alternativa “El Cordobés”, 5º califa del toreo. Luther King empezaba a dormirse y Kennedy a tener pesadillas. Anoto de pasada que exactamente diez años después, salía de Vietnam en último soldado americano. Estaba, cuando salió en último avión, comprando chicle en un kiosco. Cuando advirtieron su ausencia, volvieron y le recriminaron su comportamiento infantil y su poco sentido de la historia.

Aquella primavera fue la hostia: El teléfono rojo, el cierre de Alcatraz, una mujer en órbita…

Como ven eran tiempos espesos. Y hay más: Acababa de celebrarse el festival de Eurovisión, ganó Dinamarca representada por  Grethe & Jørgen Ingmann. Bélgica quedó fatal pese al esfuerzo de Jacques Raymond (otro que jugaba con su nombre) que preguntaba insistente e infantilmente “¿Por qué?” ante los acontecimientos más cotidianos…como un presocrático desubicado. La respuesta era el amor. Luc Dominique se sentiría fatal… ¡ella hubiera hecho un papel mejor!
Peor quedó José Guardiola. Su “Algo prodigioso” sólo cosechó dos votos: de la extinta Yugoslavia. Sin embargo ambas canciones intuían algo aunque no acertaran a formularlo. Francia, en mitad de la tabla, aportó: “Era tan bonita”…ahondando en los presentimientos.

Luís Aguilé paseaba sus corbatas por los platós de TVE. Halliday competía con Elvis. Celentano “rezaba” como intuyendo el porvenir.

Ese verano el tour lo ganó otra vez Anquetil. Bahamontes, que estaba en sus mejores momentos, ganó la montaña. El Madrid ganó la Liga. España empezó a ser “diferente” y las suecas empezaban a frecuentar nuestras playas. Nosotros las veíamos, a lo lejos, en las playas de la Malvarrosa.


Bueno pues mi vida se desarrollaba en aquel trozo de Vietnam. A veces llegaban ecos de “She love you” o de “Sapore di mare” que el gran Gino Paoli había dedicado a su compañera de entonces y a mi “Afrodita Urania” de después: Stefania Sandrelli. Y fue entonces que una voz dulce, como flauta de Pan, sencilla, absolutamente afinada y “au- dessus de la melée”, empezó a cantar aquello de “Dominique  nique  nique…” (sin parar mientes en la rechifla a que se prestaba el “nique nique”). El profesor de francés la tomó como oración inicial y la institución como himno excursionista. Así que cada vez que íbamos al cine (o a lo que fuera) a los escolapios de Micer Mascó, atravesando acequias y bancales de chufas, marchábamos al ritmo, como de frágil ave carpintera, de “Dominique  nique  nique….”. Creíamos que era una cosa interna, nuestra, o más bien surgida de la mente creativa y un poco juguetona del profesor de francés. Pero, para sorpresa nuestra, cuando entrábamos en formación en las calles de Valencia, una multitud se agolpaba a nuestro paso y unía sus voces de cuervo a las nuestras de jilguero. Lo que considerábamos privado resultaba que se había convertido en un éxito, de momento, ciudadano. En vacaciones comprobamos que el éxito estaba siendo provincial, nacional, internacional…  mundial.




Una tal Jeanne Paul Marie Deckers, después Jeannine Deckers, después “Hermana Luc-Gabriel” y provisionalmente, “Sor Sonrisa”, antes de desembocar en "Luc Dominique", de 30 años (bastante mayor si la comparábamos con nuestros ídolos “ye-yés”: Silvie Vartan, France Gall, Petula Clark, Rita Pavone, Jane Birkin…) estaba triunfando y lo hacía por el bien de la Iglesia partidaria del Concilio Vaticano II y de las obras misioneras. No conocíamos su cara: la imaginábamos con un pequeño hueco entre los dientes incisivos, a lo Rita Pavones y Silvie Vartan y la belleza inocente de France Gall. Cuando, pasados los años, vi de lo que se trataba se me cayó el alma (por entonces ya no tenía alma) a los pies.

Los grandes beneficiados fueron las dominicas y la Philips. Vendió millones de discos. Recibió un Grammy. Ed Sullivan la entrevistó en el convento (¡gran error!)… El dinero fluía. La novicia había firmado papeles y los receptores de las firmas estaban dispuestos a cumplir los compromisos.

Se rodaron películas, documentales; se escribieron artículos…

¿Han acabado las ostras?  ¿Sí?  ¿También el champán?  Pues pasen al fifti-fifti y a la ronda de aguardientes.

Por entonces estaban de moda las “crisis de fe”, eran como una epidemia. “Sor Sonrisa” se contagió. Fue enviada, como medicina, a Lovaina a profundizar en la Teología. Allí se encontró con una antigua amiga, también novicia. Se enamoraron y decidieron que su vida monástica había tocado a su fin. La cosa se aceleró. Se fueron a vivir juntas.

(Ahora puede sonar el “tema de amor” del “Doctor Zhivago” (Maurice Jarre *))

El contrato impedía que “Sor Sonrisa” pudiera seguir utilizando su nombre artístico, así que empezó de nuevo bajo el nombre de “Luc Dominique”. La Pécher, enamorada, exigía la consumación. Dominique se resistía. Tira y afloja. Finalmente se constituyeron en pareja sexual, sin dejar sus ansias de religiosidad…

“Yo no soy una estrella del cielo…Dios es la única estrella”; “Sor Sonrisa ha muerto, ya era hora”; “Gloria a Dios por la píldora dorada”… (La encíclica “Humanae Vitae” dejaría las cosas en su sitio).

La cantante se distanciaba de la ortodoxia y se adentraba en la temática del momento: la píldora conceptiva, el feminismo, mayo del 68… Y según se adentraba el dinero dejaba de fluir. Dio clases de guitarra. Montó, con su amiga, una escuela para el cuidado de niños autistas. Las cosas iban funcionando mal que bien. Se habían instalada en el edificio que tenemos a nuestras espaldas y les esperaba una vejez aburrida, normal y empapada en alcohol.


El aburrimiento y la normalidad volaron hechos pedazos con la irrupción del Fisco. Le exigía 80.000 francos (he llegado a leer hasta 200.000) por las supuestas ganancias de la dichosa “Dominique nique  nique”. La cosa, pese a todas las explicaciones de la ex novicia, se prolongaba y los intereses se amontonaban de forma exponencial. Ni la Philips ni las monjas respondieron como era de esperar. Algo hicieron, dicen. Le quitaron la escuela y todo lo que pudiera ser convertido en dinero contante y sonante.

No la dejaron muda porque su voz ya no daba dinero.

El alcohol permaneció. Añadieron barbitúricos.

Desesperadas y sin un duro, tomaron la decisión de desaparecer….a lo Marilyn, que no hacía ni un año que lo había conseguido.

Lean Vds.si lo desean, y les ha enternecido el tema, los diarios de la novicia y las anotaciones de su amante. No están nada mal sus reflexiones.

No sé si sabrán que lo de “Dominique” iba por (santo) Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos. Tiene gracia que el triunfador del año 63 fuera Enrique Guzmán con “Dame, dame” (felicidad) y con “100 kilos de barro”.

Sáquense el riñón izquierdo y preparen el derecho. No sonrían que les cobrarán suplemento.

Tal día como hoy, del año 1901, en Río Negro (Argentina) se funda Río Colorado (estación). Y hace 9 años hubo un eclipse total de sol con epicentro en Libia. Son datos que ayudan a entender el sin dios que nos rodea. Aznarcóllar lo dejaremos para otro día.

La colecta que no sé qué emisora de radio hizo en favor de las ex novicias, ascendió a 550.000 francos. Como no las encontraron, se las quedaron las monjas...¡¿digo yo ?! Hijos no tenían.











jueves, 28 de marzo de 2013

Propuesta para hoy, día 28 de marzo. Guardia Civil. V. Woolf. "Louise" y otros asuntos relacionados



Conozco en Barcelona un establecimiento ruso donde venden un rodaballo ahumado excepcional. Nada que ver con los arenques o con el salmón ahumado del condis. De vez en cuando voy y me traigo un trocito, una botella de vodka y un tarro de pepinillos encurtidos y perfumados de eneldo. El viaje de vuelta se me hace largo. Naturalmente me gusta comérmelo a solas, sin compartirlo con nadie; alguna vez, sin embargo, no he tenido más remedio. No es algo que me defina: mi natural es generoso y solidario…Pero ¡oiga! cuando se trata de rodaballo ahumado pierdo las formas y la vergüenza. 
 
Así que aquí me tienen zampándome el pescado y pimplando con ansia (por si viene alguien) vasos de vodka. Esto lo hago, seguro, cada 28 de marzo. Es la forma que tengo de conmemorar la fundación (el año 1844, por Real decreto de Isabel II) de la Guardia Civil. El Duque de Ahumada fue el encargado de dotarla de espíritu y de conformarla según la idea que de excelencia se tenía en la época. Sus altas exigencias y responsabilidades obligaba a ser muy cauto y estricto en el proceso de selección: Se presentó media España. La otra media huía campo a través.
Obligatorios, parece ser: un poblado mostacho y una resistencia eslava a la bebida de alta graduación


Yo, conocedor de las interioridades del “cuerpo”, les he perdido el respeto y me asustan menos de lo que me asustan la “local” o los legendarios “mossos d’escuadra”.

Gorrión” huele el ahumado, pero come “bolitas” con cortisona: la contradicción (y la ofensa) se hace evidente en su rostro… ¡pues es rostro! Pero cuando se trata de rodaballo ahumado no tengo consideración ni con el perro.

Lo del “tricornio” tiene una larga historia, con la que no quiero cansarles, pero sepan Vds. que estaba pensado para el cuerpo de caballería. La Guardia Civil, envidiosa (y caminera) también lo quiso para ella e Isabel II concedió. Es un objeto extraño; con un nombre “bárbaro” (no autóctono)…Es como el símbolo brillante de la “Trinidad”, como un misterio persistente que difícilmente abandona la cabeza de su portador…Y cuando lo hace, deja una marca indeleble. Imprime carácter. Aquellos que lo han portado durante años, durante años llevarán marcada en su frente su impronta (física y moral).
Algo parecido, dicen, le pasó a Caín.
Yo me he criado con “tricornios” de todo tipo: de gala, “saharianos” y de brillante azabache… ¡Y he sobrevivido!  El más frecuente, ese que parece de “charol”, sepan Vds., que no es de “charol”. Nunca lo ha sido. Es de vinilo. Y también, como con los otros vinilos, entró en decadencia tras el “descubrimiento” de los CD.

Siguiendo este hilo podría estar relatando largo y tendido, pero creo que es suficiente. Se trataba, sólo, de “efemerizar” el hecho enunciado al principio.

Intenten sustituir “unicornio” (de la canción “El unicornio azul”) por “tricornio”. El resultado es bestial.

Y hablando de elementos fundamentales y fundadores de la democracia, es necesario referirse a la extensión del voto popular. Sepan Vds. que tal día como hoy, del año 1920, unos meses después de que el matrimonio Woolf comprara Monk’s House, se aprobó el voto femenino en estados Unidos… Pero dejando las cosas claras: ¡las negras, no! Ya fue duro reconocer que los indios tenían alma, durísimo extenderla al sexo femenino. Fue duro otorgar el voto a los hombres simples, durísimo extenderlo a las mujeres… ¡pero todo tiene un límite!
Y es que siguiendo por ese descenso indigno habría que conceder el derecho de voto hasta a los perros. A “Gorrión” estas reflexiones se la traen al pairo; él se declara marxista-revolucionario y sabe que si las elecciones sirvieran para algo, estarían prohibidas.

Defendía Hume que el mundo es un conjunto de hechos independientes; y que las relaciones que se establecen entre ellos son proyecciones del sujeto de “conocimiento”. Una opinión idealista (y sectaria) que “Gorrión” no acepta. Sea como fuere lo saco a colación para que sean Vds. mismos los que juzguen sobre el “clúster” de motivos familiares que se agrupan en torno a esta fecha:














 
·       Tal día como hoy, del año 1845, fue estrenada “Don Juan Tenorio” en el desaparecido “Teatro de la Cruz”, antigua “corrala”, ubicado en la confluencia de la calle de la Cruz con la Plaza del Ángel (de amor… ¿no es verdad?) (Madrid, naturalmente): Radiografía, un poco fantasmal, de los deseos masculinos. Un animal que gusta de jugar al juego de la humillación y la muerte. Vale que después, a veces, se arrepiente y dice redimirse… pero eso es parte del juego. La Guardia Civil, recién estrenada y poco acostumbrada a la “cultura”, confundió la ficción con la realidad y a punto estuvo de detener a Don Luís y a Don Juan. Recriminaron, eso sí, la actitud “provocativa” de Doña Inés (¡la pobre!)… actuaron como los privilegiados espectadores que asistieron a la primera proyección de cine.
La obra es la mayor aportación de la nación al “mito de D. Juan”, no es la única.

·         El Viernes 28 de marzo de 1941, un poco antes de la” hora del ángelus”, Virginia Woolf que, desde el 29 vivía definitivamente en la “Monk’s House”, se puso el abrigo, llenó los bolsillo de piedras, cogió el bastón y se encaminó hacia el río Ouse. La encontraron tres semanas más tarde cerca del puente de Southease.  La primavera ya estaba en todo su esplendor. Lo de las cartas de despedida y demás ya es cosa sabida (”Autobiografía” Leonard Woolf)

La Guardia Civil hubiera sido más efectiva.

No hubiera importado que empezara la luna nueva.



 Lean Vds. “Orlando” y quizás adviertan la raíz del problema: Sólo reconociendo en nosotros nuestra parte femenina (o masculina, si es el caso)…etc…etc . “Gorrión”, dada su condición de castrado, ha adquirido la sabiduría de Tiresias y ha relativizado todo lo concerniente a la “guerra de sexos”.
Virginia se mostró siempre absolutamente contraria a la sujeción femenina al “macho”. Buscó la independencia: “dinero y una habitación propia”.

Y es que, digo yo, el “macho” ha sido superado. Ni en un sentido Nietzscheano ni Ferreriano… ¡en un sentido biológico! La biología nos ha conducido a la probable inutilidad reproductiva. Pero hasta que esa empresa solidifique… ¡qué de cosas veremos!

Si Vds. quisieran hacerse una idea cabal del pensamiento del que estaban imbuidos los del “Grupo de Bloomsbury”, les propongo estas cuatro obras: “Las consecuencias económicas de la paz” (Keynes); “Civilización” (Clive Bell); “Orlando” y “Una habitación propia” (V. Woolf). Añadiría un folleto: “El Grupo de Bloomsbury” de Quentin Bell.
Esos sí que eran verdadera “clase media” y no los desclasados trabajadores de la época post-Thatcher que se ubican en la “clase media”…con 800 Libras al mes. ¡Cómo han cambiado los tiempos!

La casa (“Monk’s House”) puede visitarse (6 euros) (en Rodmell, Sussex oriental. Tomen el tren en la Estación Victoria de Londres y ya le indicarán), pero sólo desde mediada la primavera hasta mediado el otoño: es entonces cuando muestra su entera belleza. Podrán comprar algún “souvenir”, una taza, un “foulard”, cinco kilos de piedras… o cualquier otra tontería. Podrán tomar café o té (bebida preferente).

Siempre lo he dicho… ¡Y LO REPITO! : ¡Mata más el agua que el vino! 



En honor a la “doméstica” de la familia Woolf, “Gorrión” y yo vamos a escuchar “Louise”, la única ópera de Cherpentier, ese protosurrealista y enamorado del París proletariamente bohemio. Se puede decir que “bajó la ópera del cielo a la tierra”. No merece el olvido. Y es que tal día como hoy, del año 1903, el exquisito (y atormentado) matrimonio Mahler asistió a su estreno vienés y ¡oigan!... ¡les encantó! Su estreno mundial fue en París, tres años antes. ¡La verdadera voz de Paris: tenderos, vendedores ambulantes, barrenderos… ascendía por vez primera a la “gloria”, también llamada “corbata”!

No podemos dejar pasar el día sin un recuerdo entrañable a la valerosa (y leal, ¿no?) ciudad de Vigo que hoy celebra su fiesta grande: “La Reconquista”. A mí lo que me impresiona no es el valor de los vigueses (que también) sino el vigor y el coraje de su emblemático olivo. ¿Sabían Vds. que Vigo es apodada la “ciudad olívica”? Ni Jaén, ni Priego de Córdoba, ni Siurana…¡Vigo! Y es que desde el tiempo de los templarios existía un olivo en la puerta de la Colegiata de Santa María. Con tantos Domingos de Ramos y tantos deseos de paz, el olivo fue reducido a tocón (¿verdad que tampoco quedan palmeras?). Antes de que esto se consumara, el hijo del alcalde desgajó la última rama y la plantó en el huerto de su casa. El desarrollo urbanístico amenazaba su bravura. Fue entonces cuando fue trasplantado al Paseo de Alfonso XII donde, protegido por una verja de hierro, da fe de su perseverancia y la de los vigueses.

Allí lo tienen como un faro, dominando el puerto y la ría.

Una inevitable plaquita recuerda las cosas. 






RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...