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sábado, 2 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, dia 2 de noviembre. 2ª SERIE. Inflación alemana. Tchaikovsky.





-1-

Día entreverado. Si los castañeros / as no se lanzan a la calle exigiendo medidas contra el cambio climático…¡no se lanzará nadie! Es triste y paradójico ver a esos sufridos artesanos, en manga corta, asando castañas y boniatos…mientras regueros de sudor, brotando de la base del cuero cabelludo, “regaliman” por sus caras y son absorbidos por el sufrido algodón de su indumentaria.

¿Dónde los fríos de antaño?


 


Es como para empezar con un gintónic fresquito. Sin embargo, me atendré a las costumbres bien establecidas. “Hegel” recibe su ración de “choper” de pavo. Se relame y pide más. ¡¡Me vas a arruinar!! “Hegel” enrojece de vergüenza ajena.


En octubre de 1923, Peter Ellis paga una cena para siete en el Adlon de Berlín. No se privaron de nada. El champán fluyó, alegre; Cuando trajeron la cuenta los comensales quedaron escandalizados, aunque no tanto: 790.650.000.000 de marcos.  Peter sacó la billetera. Los invitados seguían su lucha con el contable del local. Finalmente el cheque fue extendido por 30 dólares, ahorrándose el americano la friolera de 1 dólar con 63 centavos, algo así como 50.000,000.000 de DM. Se liquidaron dos botellas de digestiva agua de Vichy (que les sentaron estupendamente) y se largaron taciturnos.

Por entonces los sueldos se pagaban dos veces al día. Y los precios subían sin descanso, es decir, continuamente. El jornal medio estaba en  entorno a los 80.000.000.000 DM. Por ese motivo, el Reichbank emitió, tal día como hoy, el primer billete de 100.000 BILLONES de marcos. A finales de noviembre el dólar cotizaba a 4.200 BILLONES de marcos. 



 Vamos a poner a trabajar a la imaginación:

·         Pongamos que las 80.000.000.000 unidades que constituyen su jornal medio, equivalen a 80 unidades de las nuestras (más o menos).
·         No podemos calcular por mensualidades porque el cambio cambia a una velocidad quántica.
·         Pero en el día para el que hacemos los cálculos, un café (1 unidad nuestra) costaría en Berlín 100.000.000.
·         La compra para una semana se te iría a 20.000.000.000.
·         El alquiler de la casa (por semanas) te exigiría otros 20.000.000.000.

La cantidad de billetes grandes y pequeños era tal que se necesitaban carretillas para ir a comprar al condis lo que te cabía en una bolsa de las típicas. Yo le engancharía a Hegel una carreta. Y así, a lo Jorge Cafrune…marcharíamos hacia el supermercado.

Los destrozos propios de la guerra, las indemnizaciones de guerra (que fueron continuamente rebajadas), la ocupación francesa del Ruhr y los movimientos especulativos (incluida la acumulación y el estraperlo), dieron como resultado una situación propia de vodevil. Añándanle los tullidos, cubiertos de billetes resultado de la indiferencia, que no de la caridad, de los paseantes. Daban millones de euros de propina. A finales de mes, lo dicho se multiplicó por varios enteros…reduciendo el valor del marco a 0. Sólo contaba el valor de uso de las mercancías, su valor de cambio se había evaporado “euridicianamente”. Quien tenía un pollo era millonario. ¡No digamos quien tuviera 5 dólares! La rueda de la fortuna giraba como la ruleta de un casino monumental.
Pero como no hay mal que por bien no venga (¿) ocurría que, perdida la confianza en el dinero y ante la insensatez inconcebible de guardarlo, se gastaba a espuertas (quien lo tenía).
Sobre este “humus” crecieron árboles de los que colgarían “extraños frutos”.

Todo acabó el día en que a alguien se le ocurrió tachar doce ceros y la gente se creyó la bondad de la medida.

Me preparo un Dry (¡cuánto tiempo!) y me lo pimplo por este día de difuntos, que más parece un domingo de gloria. Lo siento, de verdad, por las castañeras.

Voy al condis y compro boniatos. ¿Han probado Vds. el potaje de garbanzos con calabaza (del huerto) y boniato? Se prepara como cualquier potaje pero añaden, que se pochen, dados de calabaza y de boniato. Se acompaña con un buen Jumilla y se digiere con la ayuda de una ronda de aguardiente.

-2-

Carguen Vds. en el esputofaif la Sinfonía nº 6 de Tchaikovsky (¿se escribe así?), la no sé por qué llamada “Patética”. ¿Anunciaba su muerte? ¿Fue su despedida?

“Con esta sinfonía está ocurriendo algo singular: no puede decirse que desagrade al público, pero le ha desconcertado. Estoy más orgulloso de esta obra que de cualquier otra que he escrito” En la partitura aparece: “A Wladimir Lvovitch Davidov. Nº 6. Com. P.Tch.”. A su querido sobrino Bobby: heredero universal.



El estreno en San Peterburgo (Leningrado, Stalingrado) no fue un éxito, pero cuando acabó la división de opiniones, se le aplaudió cortésmente por sus méritos acumulados. Este personaje contradictorio no tuvo una vida fácil. Mojigato, reaccionario, antisemita y homosexual, purgó en vida su extraña aleación. Su música, sin embargo, llegó al corazón de las multitudes, y al riñón del “grupo de los cinco”, que, pese a todo, lo respetaron.
Casado por compromiso con una ninfómana y posterior demente, ya había intentado el suicido, a veces de forma ridícula…como aquella vez que lanzó al Moskova helado y estuvo a punto de abrirse la cabeza. Algo así como le pasó a Gravilo, tras poner en marcha la maquinaria de la Gran Guerra.
Nadeshda von Meck, la misma que se llevó a Moscú a Debussy, la misma que se carteaba con Luís II, sostuvo al músico durante una larga temporada…hasta que se le cruzaron los cables y le cortó el suministro. ¿Se enteraría la tal que el ruso era homosexual? En fin…cotillerías.

Oigo y “reoigo” la sinfonía y no veo por ningún sitio el “patetismo”. “Oigo”, sí, recapitulación. Recuerdo, remembranza. Dolor, vale, pero un dolor que se supera a sí mismo, que se transciende. Conciencia de haber dado lo mejor y que lo que resta es silencio. El “adagio lamentoso” final se hunde definitivamente en el no ser y ya no tuvo tiempo para corregir.

El jueves 2 de noviembre del año 1893, cinco días después del estreno, tomó un vaso lleno de agua infectada con bacilos del cólera y bebió hasta la última gota: “Por miedo a la muerte no puede uno andar toda la vida de puntillas” y, a continuación, cuando empezaron los retortijones: “Esto es la muerte”. Así fue, murió en la noche del domingo al lunes. No había luna. Se dirigió, presuroso, hacia la Sodoma celestial.

Cenen una nueces (el cisne no se come ¿verdad?) mientras ven “Ana Karénina”, aunque sólo sea por  la estupenda Sophie Marceau y… ¡por la banda sonora!




N.B.
Tal día como hoy, faltando 2 años para el año mil, a Odilon de Cluny no se le ocurre otra cosa que, por si esa proximidad no infundiera suficiente pavor, instaurar la fiesta de los muertos. Era casi un enano, pero su energía (?) era incombustible, eso dicen. A él se le debe, además de lo dicho, la expansión de la orden y que un pobre ciego recuperara la vista. Sin embargo, era la facilidad con que convertía el agua en vino lo que corría de boca en boca. La Auvernia, de donde era natural, produce unos quesos exquisitos y en grandes cantidades, así como carnes de cordero y de cabrito. La lástima es que de vinos siempre ha ido escasa. No digo que sea malo, digo que es escaso. Y es lástima, porque las barricas de Auvernia son reputadas. Así que Odilon, en un intento de reparar lo irreparable, se especializó en ese espectacular y caritativo milagro. He aquí otro ejemplo de que “no hay mal que por bien no venga”.







Propuesta para hoy, día 2 de noviembre. Día de los muertos: Passolini, M.Lowry. D. Reinhardt.






1.
 "Hay una ideología real e inconsciente que unifica a todos, y que es la ideología del consumo. Uno toma una posición ideológica fascista, otro adopta una posición ideológica antifascista, pero ambos, antes de sus ideologías, tienen un terreno común que es la ideología del consumismo. El consumismo es lo que considero el verdadero y el nuevo fascismo. Ahora que puedo hacer una comparación, me he dado cuenta de una cosa que escandalizará a los demás, y que me hubiera escandalizado a mí mismo hace sólo diez años. Que la pobreza no es el peor de los males y ni siquiera la explotación. Es decir, el gran mal del hombre no estriba ni en la pobreza ni en la explotación, sino en la pérdida de singularidad humana bajo el imperio del consumismo. Bajo el fascismo se podría ir a la cárcel. Pero hoy día, hasta esto es estéril. El fascismo basaba su poder en la iglesia y el ejército, que no son nada comparados con la televisión".





Sobre las diez de la noche del 1 de noviembre de 1975, Passolini, recoge a un chapero en el bar Gambrinus de la plaza “dei Cinquecento”, próximo a  la estación Término de Roma y se dirige a los desoladores descampados de Ostia. Pino “Rana” Pelosi, que así se llamaba (y se llama) el chapero, tenía 17 años. No lo dudó ante el alfa-romeo GT plateado que lo requería. De camino, le entró hambre. Passolini paró en la trattoría “Biondo Tevere”, en vía Ostiense, 178. Allí le conocían. Cruzaron la terraza delantera y entraron en el interior. Fueron dirigidos a la mesa acostumbrada. Eran alrededor de las 11 de la noche del primero de noviembre del año 1975.

El joven pidió una pechuga de pollo...antes se servía con piel y con el ala. Pino protestó ligeramente. Pasolini le dijo que así era más sano. Para él pidió un plátano y una cerveza…tal inaudita mezcla es inolvidable. La señora Panzioni, regente del local, desde su lejana viudedad, no notó nada especial en la pareja…si acaso una ligera inquietud en el artista, pero sólo recayó en ella una vez se hubo enterado de los sucesos de esa noche. El joven no presentaba rasgos memorables, tenía…”cara de chiquillo”.

Pasolini tenía cuenta en la casa, que liquidaba de vez en cuando…así que no pagó. Subieron al coche y se enfilaron a toda velocidad por la Via Ostiense hacia la desembocadura del río, cloaca de Roma.

A la mañana siguiente, sobre las 6 y media, María Teresa Lollobrigida, se topó, en un descampado de Via dell’idroscalo, con un cuerpo destrozado. Ninetto Davoli reconoció el cadáver de su amigo y amante: Pier Paolo Pasolini.







“Yo devoro mi existencia con un apetito insaciable. Cómo terminará todo esto, lo ignoro.”…¡Pues ya lo sabes!

El Rana” fue detenido por exceso de velocidad, (conducía el alfa-romeo) y el procedimiento se liquidó con inquietante rapidez. Se estropearon (a conciencia) pruebas y se desatendieron otras. La cosa acabó con la autoinculpación del joven y la consecuente condena por asesinato: “crimen pasional”…”reyerta entre maricones”…

Sin tener en cuenta las obvias dificultades de semejante hipótesis: Pasolini era experto en artes marciales…¡y otros detalles!

Años más tarde empezó a hacerse evidente lo que ya estaba claro. Pasolini fue objeto del “gambito de Moriarti”. Habría sido citado en el Gambrinus para hablar de los rollos de “Saló” robados; una vez allí  el rana” daría el salto. Llegados a Ostia, un grupo de tres o cuatro tipos lo habría destrozado al grito de “puto”, “maricón”, “sucio comunista”…La autopsia revela la naturaleza de los torturadores: un grupo de matones fascistas, probablemente pagados por las “siete hermanas”. Ahí se juntaron el hambre con las ganas de comer. Pino Pelosi adujo amenzas para justificar su autoinculpación.

                                                 

Decir que Pasolini estaba escribiendo “Petróleo”, un libro-documento sobre las interioridades del INE italiano y sus relaciones con las grandes empresas del sector. En relación con esto: “El caso Matei” (llevado al cine por Francesco Rossi).  Hubiera bastado, sin embargo, con el puro odio.

El lugar sigue siendo nido de heroinómanos y basurero clandestino. A partir del 90 una cerca metálica rodea el perímetro. No es obstáculo, sin embargo, para que, de vez en cuando, el “monumento”, absolutamente impropio…sea injuriado por manos “anónimas”.

Eran los “años de hierro”. El “caso Pasolini” ha sido reabierto...¡Y ha vuelto a cerrarse!

2.

        
         



Al grito de “sucio Bolchevique” y “¡Viva Cristo Rey!”, fue despachado “el Cónsul” en “el farolito” de Parián (Oaxaca. Méjico) y arrojado a la barranca contigua. “Alguien tiró tras él un perro muerto en la barranca” (última línea de “Bajo el Volcán”). Eran las siete (¡¡) de la tarde del día de difuntos, del año 38. Un grupo de fascistas capitaneados por el castellano Fructuoso Sanabria había hecho su trabajo.


Recuerden vds. que el Gobierno “izquierdista” de Cárdenas estaba siendo combatido por bandas paramilitares fascistas, apoyadas por España y Alemania.

“--¡Como un perro!, dijo; y era como si la vergüenza debiera sobrevivirle”. Última línea de “El Proceso” de Kafka.

Jamás he leído nada que me haya inquietado tanto como el último capítulo de “Bajo el Volcán”, añado que lo leí con una resaca oscura (…”como la tumba en la que yace mi amigo”). Es Rulfo alcoholizado, para hacernos una idea…

La novela empieza con un largo “travelling” a la altura de Orson Wells (“Sed de mal”) (M. Laurelle, el día de difuntos del 39 (¿), vuelve del “Casino de la Selva” hasta Quauháhuac) destinado a presentarnos anudados los cinco niveles que, si los distinguimos, ayudarán a convertir la novela en inolvidable: el ctónico, el humano, el mágico, el político y el religioso (D.D.)

“Por encima de la ciudad, en medio de la noche oscura y tempestuosa, la rueda luminosa giraba al revés…” (fin de primer capítulo).

Y enlaza con un “flash-back” que nos conduce al día de difuntos del año anterior (1938) y a la muerte del “Cónsul” en el “Farolito”, tras cruzar la selva que envuelve Quauháhuac:

 “A mitad del camino de la vida
Yo me encontraba en una selva oscura,
Con la senda derecha ya perdida. (…)” (Inicio del primer canto del “Infierno” de Dante).

Acabada la lectura, la rueda luminosa nos empuja a empezar.

¡…Léanla vds….!...¡Léanla…!

Ni tiempo para comer. Sólo chupitos de mezcal, de anís el mono, de Johnny Walker y alguna Moritz…de fondo “La pasión según S. Mateo” de Bach…Puede que también fuera adecuada para la muerte del “Cónsul”:

“Acompañaban a estos pensamientos que iban a la deriva por su mente una música que sólo podía escuchar si oía con atención. ¿Era Mozart, por casualidad? “La Siciliana” Final del “cuarteto en re menor” (…) No, era algo fúnebre, tal vez Gluck, de “Alceste”. Sin embargo, había en aquella música algo que recordaba a Bach.”


3.





2 de noviembre de 1975:

“He sido cordialmente invitado a formar parte de realismo visceral. Por supuesto he aceptado. No hubo ceremonias de iniciación. ¡Mejor así!”
(Roberto Bolaño: “Los detectives salvajes”)

Tiempo habrá de volver sobre los pasos de los Belano, los Lima…los Font…Piel Divina (de Oaxaca)
…¡Tiempo habrá!...

Baste dejar efemerídica  constancia.


4.














Por si fuera poco con lo dicho…(¡se nos habrá encogido el corazón y el estómago!) tal día como hoy, del año 1928, Jean Baptiste “Django” Reinhard, acabada su actuación en el “club La Java” de la rue Faubourg du temple de París, regresa a su hogar en las afueras de la capital. Vive en una caravana con su mujer…era lo normal: hijo de gitanos belgas instalados en las afueras de París, no conoce otra forma de habitar el mundo. 

Ha instalado la caravana en la actual avenida de Glignancourt, en el distrito 18, al norte de la ciudad.

Los vivos han considerado que el lugar exacto estaría dentro del perímetro de la recién creada y bautizada “Plaza de Django Reinhardt”: una extensión importante de cemento…¿destinada a aparcamientos de caravanas?...si es intencionado, no me parece tan mala idea. Si no es así, al concejal de urbanismo lo habrán trasladado a” orden público” o a “industria”.

Analfabeto (Django, no el concejal) autodidacta…aprendió a tocar el banjo de oídas y de ahí saltó a la guitarra. Desde pequeñito se hizo un nombre en salas de baile como acompañante de un famoso acordeonista.

Pues eso, que vuelve de trabajar. Su mujer ha preparado un cargamento de flores de celuloide para venderla al día siguiente y ocupan la mayor parte del carromato.

En duermevela oye un ruidito que le parece de un ratón; enciende una vela para asegurarse y unas gotas de cera ardiente caen sobre las sensibles flores. Nace una súbita llamarada que abarca, en un momento, la totalidad del espacio. La chica consigue salir, pero el fuego prende en las ropas de Django, empeñado en salvar las flores: quemaduras de primer grado en la mano izquierda y en costado derecho. Año y medio de hospitalización…¡pero se ha salvado la pierna!...Aún no ha cumplido los veinte años.
     
Sin embargo ha “perdido” los dedos anular y meñique de la mano izquierda. ¡Olvídese vd. del banjo!...¡No hay más remedio que aplicarse con la guitarra!

Aprendió dos veces, como Pat Martino, la segunda vez con un nuevo método, obligado por las circunstancias…

Otra vez aquello de que no hay mal que por bien no venga: de ese menoscabo surgieron un ritmo y un sonido inauditos…inconfundibles. Había nacido el “jazz manouche”. 

Los años con S. Grapelli (1934-1939)…la música que hacen juntos…es una de las maravillas del universo-mundo: Una alegría que te ennoblece; una melancolía que te endulza; una ligereza que te eleva; una flexibilidad que te chagalliza; una sencillez que fortalece; una frescura que te templa; una limpieza que purifica…zzz…zz…z


Bona nit.




viernes, 1 de noviembre de 2013

Propuesta para hoy, día 1 de noviembre. 2ª SERIE. Jarry. Moravagine. Casanova. Brautigan.

                                                                             

 -1-



Consagrado
a la memoria
de
John Talbot
quien a los 18 años de edad
se llevó un tiro
en un tabernucho

1 de noviembre de 1936

Este tarro de mayonesa
con flores mustias
fue puesto aquí hace seis meses
por su hermana
que ahora está en el manicomio”
(Richard Brautigan: “La pesca de la trucha en América”)


-2-

Muerto Jarry,
tristángulos, azulean las sábanas.”

Recuerdo como si fuera ayer la mañana en la que me desperté sobrecogido por la potencia metafórica de esos versos. Había tenido un sueño geométrico, mejor geométrico-analítico. Y ese era el resultado.

Jarry pasó, según dilapidaba su fortuna, de un suntuoso apartamento en Boulevard Saint Michel a vivir en casa de su hermana en Laval (en su Bretaña natal), tras habitar en el de Port Royal y en la desfasada rue Cassette (¡¡)…además de incontables estadías en casa de amigos y conocidos. Por cierto, él fue quien le puso “Aduanero” a Henry Rousseau. Niño prodigio del absurdo. Prodigioso adulto absurdo. Pionero de la bicicleta: Compró en Laval una bicicleta a Tronchon, una “Clement de Luxe 96” y nunca la pagó. El último y definitivo requerimiento le llegó cuando criaba malvas. Se ahorró 525 francos.


Asistía a los entierros en bicicleta, era su pasión. Amigos o desconocidos. Veía un cortejo fúnebre y lo consideraba una meta volante. Su humor es, ya, “umor”, antes que Vaché lo apostillase. Aficionado a las pistolas, tanto como a sus otras dos grandes aficiones (bicicleta y absenta), un día empezó a disparar sin ton ni son en el jardín de unos anfitriones:

DUEÑA: “¡Imagínese que llega a darles!” (a los inevitables niños).

JARRY: “Bueno no se preocupe, señora, le haríamos otros.”.

Por cierto la pistola se la quedó Picasso. La misma con que amenazó a dos descerebrados en Horta de San Joan (Orta d’Ebre).
Sobre su obra: “Ubú” y la “patafísica” del Dr. Faustroll, “el Super Macho”…tendremos ocasión de volver en la propuesta correspondiente. Ahora bastará con rememorar su deceso.

Tal día como hoy, del año 1907, moría, tísico, en el Hospital de la Caridad de París, Alfred Jarry. Arruinado y destrozado por la absenta, como 7 años más tarde lo haría Modigliani. Su último deseo fue que le trajeran un mondadientes. Es como si toda la vida hubiera estado esperando ese momento. Asestar un golpe definitivo a las chorradas que los agonizantes de renombre ideaban para embellecer el tránsito…y darle un toque de solemne dignidad al momento en el que no hay nada más que ausencia. Si la vida había sido un festín, urgía un mondadientes…para entrar en el más allá sin restos de comida. Un detallazo por su parte. Morirse sin lavarse los dientes añade un innecesario toque cutre. “No hay ética sin estética

¡¡RECUÉRDENLO!!

La primera obra que le fue representada, lo fue en el cabaret artístico de Montmartre “4-Z’arts”. Precisamente Machado, mesetario y un tanto mojigato, anotó: “En París celebran (en el Quat’Z-arts, sic) todos los años un baile monstruo al que asisten los hombres disfrazados y las mujeres desnudas. Es una fiesta llena de pretensiones paganas, que admira a los rastacueros”. Era el París “Apache”… ¿Qué quieres?

Allí, en ese mismo hospital, en la cama 22 de la sala Boyer, tal día como hoy, del año 1924, César Vallejo, convaleciente de una operación a que había sido sometido dos días antes, escribe: “Hay, madre, en el mundo un sitio que se llama París. Un sitio muy grande y muy lejano y otra vez grande”.

Mientras Jarry agoniza, Machado conoce a Leonor y gana la cátedra. Se casarán en el 1909. Él tenía 34 años (los mismos que Jarry cuando murió) y ella 15 primaveras. En diciembre del año siguiente van a París (tercera vez para Antonio). Sigue un curso con Bergson. En julio Leonor sufre una hemoptisis y, pese a la proximidad, no fue atendida en la “Charité” (¿). Vueven a Soria gracias a R. Darío. Murió al verano siguiente, de tisis.

La bicicleta era para él un tratado de metafísica y de ética (y de estética). De metafísica por cuanto significaba, de forma paradójica, la inmovilidad esencial del tiempo (no en vano (¿o sí?) recibió magisterio de Bergson). Como Duchamp: La repetición de lo mismo bajo la apariencia de la diversidad. Una fusión del eléata y del “oscuro”. La Bicicleta (como instrumento ético) permitía una visión fugaz y estoica de la vida: un leve rozar la superficie de las cosas. Y ¡qué bello y moderno resultaba Jarry subido en el velocípedo!...la hipnótica música radial, minimalista. Sólo interrumpida por los canoros trinos de su timbre destellante. Era su esqueleto externo. Su alma corpórea.

hasta el día en que no cese esta locura que consiste en dejar que la gente circule a pie, sin previa autorización, matrícula, freno, timbre, bovina ni faros, tendremos que vérnoslas con ese peligro público: el peatón temerario”.

¡¡Que le pregunten al Dr. Hofmann!!

Dadaístas, surrealistas, locos de atar…todos se reclaman de Jarry.
No crean Vds. que he olvidado lo principal: “El alcohol es la única bebida higiénica”. Así que chupinazo de calvados y café de melita (el de siempre). Tostadas complementadas con los “dones” griegos. Y como es fiesta, doble “fifti-fifti”.

Paso por el huerto a recoger los últimos tomates del año: “Salmorejo fin de temporada” y una botellita de Ribera. El salmorejo es una comida que roza la perfección: sobre un mar rojo, un sol amarillo, unos círculos blancos, unos jirones de un color ámbar hanseático y unas gotas “amebáceas” de un verde Ava Gardner.

-3-



Era la fiesta de todos los santos. La noche del primero de noviembre se acababa. Podían ser las tres, las cuatro de la mañana cuando puse el punto final a mi novela “Moravagine” y lancé un suspiro de alivio” Corría el año 1925 y Blas Cendrás se encontraba en Biarritz, en la “Mimoseraie”, finca residencial de Eugenia Errazuriz, que se preciaba de tener su pintor: Picasso. Su músico: Stravinsky y su poeta: B. Cendrás, escritor de una sola mano…Pero ¡qué mano!

Algo he dicho en otro lugar sobre la obra.

No se molesten, de lo que fue un paraíso quedan los muros desnudos. No encontrarán, cosa rara, la inevitable plaquita en recuerdo de tan ilustres visitantes-moradores.

-4-



El día de Todos los Santos, en el momento en que, después de oír misa (¿¿). Me disponía a embarcar en una góndola para regresar a Venecia, pasó junto a mí una mujer estilo Laura que, tras dejar caer una carta a mis pies, siguió avanzando. La recogí y vi que aquella misma mujer, satisfecha de haberme visto recogerla, reemprendía la marcha (…) “una religiosa que le ve desde hace meses todos los días de fiesta en su iglesia, quiere que la conozca.”

Era el año del señor de 1753. Y así empezaba una “pasmosa cadena de aventuras amorosas” que cimentaría su fama de conquistador y de hombre de mundo. La fiesta duraría dos años. En 1755 es detenido (¡faltó papel para anotar los cargos!) y conducido a la prisión de “Los plomos” (por el material que la cubría), situada en un anexo al palacio ducal, con el que se comunicaba por el “Puente de los Suspiros”. No eran suspiros de enamorados… Sitúense de espaldas a San Giorgio Maggiore. Enfrente tendrán el Palacio, construido contra toda lógica: la masa compacta y pesada, que debería soportar las delicadas arcadas góticas, son soportadas por éstas. A su derecha verán la ría del Palacio y un puente que la cruza: “Puente de los suspiros”. El edificio grávido y rotundo en el que desemboca el puente: ¡La cárcel de los plomos!
Allí tenían aposento los “Señores de la noche de lo criminal” y allí fue conducido Casanova. Allí pasó nuestro héroe un año cumplido. Y tal día como hoy, del año 1756 consiguió, evadirse.
Su intrincada y accidentada fuga añadió la osadía a su abultado número de admirables “virtudes”.

Parece evidente que Casanova “arregla” las fechas, para ponerse bajo la protección de “Todos los santos”. Y verdaderamente le protegieron.
No volvería a Venecia hasta 1774. Lean vds. “La última aventura de Casanova” de Schnitlzer, “triste y desolador” capítulo apócrifo que completaría sus inacabadas “Memorias” (¡IMPRESCINDIBLES!) y que se aparta de las conclusiones de los “casanovianos”. Schnitlzer, explorador de lo mórbido, hunde a Casanova en el ridículo y la vergüenza en el mismo terreno sobre el cual fundamentó su fama. Marcolina será el arma del destino.

Por cierto, su último deseo fue (el primero de su madre) una sopa de cangrejos de río. La mala suerte, que en sus últimos años le acompañó, había dictado un año extremadamente seco… ¡y no encontraron cangrejos! Alfred Jarry no tentó a la suerte…
¡y se dio por comido!

Acabaremos la tarde con un gintónic (¡limones de Murcia!), y con “Casanova” de Fellini. Si quieren Vds. oigan fragmentos de “Don Giovani” de Mozart, inspirado, dicen, en las aventuras que el aventurero relató al músico, al que le unía su afición por la masonería, mientras se zampan una pizza “veneciana”...¡con mayonesa!



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Propuesta para hoy, día 6 de enero. NACIMIENTO, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE SHERLOCK HOLMES.

   6 DE ENERO 2025                                                            1. NACIMIENTO. En ninguna de las obras canónicas se cita...