(*)Los arterísticos se refieren a "efemerísiticas razones"
Las (efímeras) “razones efemerísticas” nos conducen hoy a sucesos y personajes de
enjundia. Juzguen vds mismos y díganme …
La “Razón
Efemerística” ha reunido de forma indeleble a “Canuto el grande”, vikingo insaciable; a san Emiliano de la “Cogolla”, productor- recolector y a san
Margarito Flores, mártir (y ajeno a la familia Flores)…como quedará claro más
abajo.
Tal día como hoy, del año 1999, moría con
el hígado hecho caldo, el gran “Pescaílla”:
había nacido en Gràcia y moriría en Madrid. Lo del hígado, ya lo saben vds., no
está dicho con el fin de minusvalorar o arrojar sombras sobre su persona ni
sobre su arte perdurable; al contrario: ¡le honra!...pertenecía a la “cofradía de la uva” y era devoto de “Nuestra señora de las Viñas”.
Casóse con una sobrina de la gran Carmen
Amaya
Cada año las “levantadas” arrastraban a algún churumbel mar adentro y, sin
embargo, seguían sacando arena del fondo costero con previsión burguesa, lo que
(está estudiado y escrito…¡Gràcies, Lluís!) convertía el riesgo en
certidumbre…¿Memoria histórica?...¡No es necesario irse al Ebro!...¡Nuestro
Ebro reciente está en las playas que ahora ocupa el puerto olímpico y demás!...
)
Y de paso un recuerdo a los inmensos “cantaores” y (“tocaores”) de “casa nostra”:
Miquel Poveda, Ginesa Ortega, Mayte
Martín, Duquende, Montse Cortés, Juan Manuel Cañizares, Chicuelo, Juan Ramón
Car, Pedro Siera, José Luís Montón…¡Y otro montón!
Que suene en el esputofaif: “Bulerías de Luís de la Pica” por Montse
Cortés.
Pues eso: casóse por lo gitano con
Dolores Amaya. Fue padre de Toñi
González Amaya. Tuvo sus escarceos. Empezó su carrera profesional. Se enamoró
de Lola Flores y esperó a que se le pasaran (a ella) los ardores por Manolo
Caracol (ni “caracoliflor”, ni “carabrócoli”….¡”caracol”!) y se casaron de madrugada y discretamente ¡en el
Escorial!…temiendo, como a la peste, la aparición de la familia Amaya.
Era el
27 de octubre (vean propuesta de ayer*) de 1957…cuando empezaban a bajar las
aguas de las calles de Valencia.
Asumió el banquillo sin protestar y,
mientras “la Faraona” triunfaba en
medio mundo, él iba haciendo sus cosillas…perfeccionando el “ventilador”, ritmo base (amb perdó dels lleidetans) de la “rumba catalana”. Peret le cogió el gusto y, con su permiso, la lanzó,
como una bomba, en plena puerta de Brandeburgo. Y allí un servidor sería
testigo de la locura de las masas ante su “borriquito
como tú…tururú…”. Grabó algunos discos en “Belter” (con mi primo).
En su haber, las inconmensurables
versiones de “My Way” y “Stranger in the nigths”. Al “Pescaílla” no le hizo falta saber
inglés, ni siquiera cuatro lecciones de fonética inglesa…¡se bastaba él sólo
para inventar una lengua, un idioma, que iba directo al corazón de los
autodidactas fracasados!...¡Grande “Pescaílla”!...
Fue necesario el “Gran Gato” y su exótica dicción para que la cosa prendiera. Y
prendió en los predispuestos…que con el “Gato”
ocurre como con la “Transición”…¡todo
el mundo participó en la lucha antifranquista!...¡No digo más porque me
enciendo!...
Padre de Lolita, ¡Antonio! y Rosario. Tío
de Quique Flores (hijo del madridista Isidro y de su “cuñá” Carmen). En 15 días vio morir a su mujer y a su hijo. Guardó
el luto reglamentario y murió…¡en estado de gracia!
En su descendencia (ni en su ascendencia)
hubo ningún Margarito Flores.
Y, ahora, como ni siquiera es la hora del
ángelus, pillo el AVE a Madrid y en tres horitas me planto en la “Puerta del Sol”.
Chubasquero, gorro orejero y bufanda
blaugrana de siete leguas. La verdad es que no causo impresión. Me siento en
las gélidas sillas de “Casa Labra”.
Pido unos “soldaditos de Pavía” y una
frasca de Valdepeñas: “El que bien bebe,
hace lo que debe”…y veo también lo de: “Si
no pagas me descuelgo” inscrito a
fuego sobre un “As de bastos”…¡Entendido!
Como sabrán vds. aquí se fundó el PSOE…cosa
que, hoy, no me interesa.
Tal día como hoy, del año 1912, frente al
número 4 de la Puerta del Sol, cayó acribillado a balazos el “nosécuántas” veces ministro y presidente
Canalejas. Cambió de chaqueta, pero ¡para lo que había!...Aquí vendría al pelo
un “contrafáctico”.
Sea como fuere, Canalejas fue el brazo ejecutor de la ilegalización de la CNT, tras la Huelga General de 1911…y la CNT no se iba a quedar cruzada de brazos. La “propaganda por la acción” incluía, naturalmente, la sana costumbre de eliminar a los enemigos naturales…¡que van por tí…Oiga!
Sea como fuere, Canalejas fue el brazo ejecutor de la ilegalización de la CNT, tras la Huelga General de 1911…y la CNT no se iba a quedar cruzada de brazos. La “propaganda por la acción” incluía, naturalmente, la sana costumbre de eliminar a los enemigos naturales…¡que van por tí…Oiga!
El presidente venía de departir con el
monarca en el Alcázar y se dirigía al Ministerio de la Gobernación para un
consejo de ministros; había pasado por su casa en la calle Huertas (¡¡) (“En la calle Huertas, más putas que puertas”).
La semana estaba siendo agitada, desde lo local, hasta la arena internacional:
la cuestión de los Ingenieros Industriales y su amenaza de huelga; el mitin del
domingo en el que se escupió sobre la memoria de Ferrer i Guàrdia
(Canalejas, a estas alturas, también compartía la opinión de que el pedagogo
había sido un mediocre); la huelga de Alcoy; la situación en las Balcanes
llegaba a su clímax.
Para colmo había (en el hemiciclo) un grupito de carcomas que no paraban de
exigir que le subieran el sueldo de una vez a los peones camineros…¡y no en
doce años!...a ese ritmo no quedarían peones cuando finiquitara el plazo.
Había tomado un cortadito (¿o un trifásico?) en el café Lisboa, en los
bajos de la casa Cordero. El Gran Bazar Unión (1º planta) anunciaba rebajas
pre-navideñas. Canalejas pensó en la necesidad que tenía de ropa interior, pero
lo dejó para otra ocasión (que nunca llegaría).
Hubieras salvado la vida si te hubieras
entretenido en elegir un “b.b.b.” par
de calzoncillos.
Años más tarde en uno de los bajos se
instalaría la sórdida Cafetería Rolando (¡estrategia de la tensión!...¡Ya saben
vds.!)
El tal Cordero era un maragato al que le
había tocado el gordo de navidad en uno de sus primeros sorteos y con la
millonada hizo construir el edificio con todos los adelantos de la época.
El tiempo que no empleó con los
calzoncillos lo usó para echar una ojeada a las novedades en la librería San
Martín (¡¡) esquina con Carretas: lo último de Felipe Trigo; “La Condena” de Kafka (V.O.), “El sentimiento trágico de la vida”; “Muerte en Venecia” (V.O.)… Se había
decidido por el último y cuando tenía un pie en el estribo, se le abalanzó un
joven, zamarra clara, pantalón azul marino, sombrero negro de ala flexible y la
disparó dos veces, la segunda vez fue inútil. La primera bala de la Browning le
penetró por debajo del oído derecho, le rompió toda la herrería, atravesó el
bulbo raquídeo y le salió, como quien no quiere la cosa, por el oído izquierdo…”Por un oído me entra y por otro me sale”...y
con esa certeza liberó su, ya de por sí, liberal
alma.
Manuel Pardiñas, natural de Huesca,
pintor y anarquista (por más señas) fue reducido a guardespaldiles golpes y,
cuando se vio perdido, pues con tanto mobiliario urbano y tanto elemento
edilicio no encontraría escapatoria, se descerrajó dos tiros en la cabeza. “Hizo una extraña pirueta, dio dos pasos
y se derrumbó a unos cuatro metros de la
acera”. En el último momento quizá pensara en aprovechar las ofertas del
“Gran Bazar Unión”.
Otros dicen que pretendía, en realidad, matar al rey que, suponía,
asistiría (dada la situación interna e internacional) al consejo de ministros:
Hizo tiempo en el “Pombo” (“El café de los cagones”) un cuchitril “anacrónico”, famoso por sus lácteos rancios, productores de cagaleras
históricas. Tomó una “leche merengada” que le sentó como siete navajas de
Albacete. Las prisas le hicieron cambiar de objetivo y lo hundió en la
resignación: prefirió la muerte a la rechifla. La “extraña pirueta” de la que hablaba el ABC se explicaría por esa
lucha interior entre el heroísmo, las prisas y la vergüenza... Después lo
intentaría ¡Sancho Alegre!
En el bolsillo del gabán: una fotografía
de una mujer…” a mi inolvidable Manolo”,
5 duros de papel, un trozo de “Astronomía
Popular” de Flamarion y el ABC del día anterior: Era martes y la luna, esa
noche, abandonaría la invisibilidad.
En el ABC del día 11 pudo constatar la
insistencia del mecanógrafo (lista cédula nº 982) que llevaba ofreciéndose ¡con
máquina propia! dos meses y no había dios que lo contratara. Había leído de la
detención, en París, de un camarada por el asunto del crimen de la oficina de
correos de Bezons. Pudo inundarse de propaganda de estomacales contra la
diarrea (¡no se lo creyó!); de bálsamos contra la gonorrea; de elixires contra
la obesidad; de piensos milagrosos que hacían poner huevos (a las gallinas) de
forma ininterrumpida; pudo leer que un sacerdote instruido y joven, se ofrecía
como administrador.
Pudo leer, además de las aventuras de Arsenio Lupin, que de
Cádiz zarpó el “Valvanera”, de
anochecida, con rumbo a la Argentina, “llevando
a bordo unos 300 pasajeros, entre los cuales algunos viajantes de comercio
catalanes. Lleva, además, unos 1.000 emigrantes andaluces, extremeños y
gallegos”.
Para colmo, la noche anterior había visto
por “n-sima” vez el “Don Juan Tenorio” en el “Cervantes”…y acababa de comprobar cómo
el gordo de la semana caía en el 219 y él había comprado el 5834…Y todo eso sin
contar los incontables (por definición), rústicos, accidentes y trifulcas que
acababan, por lo general, en muertes sin contemplaciones. Tanganas que
desgarraban como garras de rapaz las noches no demasiado frías de este
veranillo de san Martín…un mundo a la deriva al que él, en la medida de sus
fuerzas, quería poner fin.
Los Servicios de Inteligencia, por su parte, estaban con la mosca
tras la oreja…¡como siempre!...No lograron, sin embargo, formular ninguna
hipótesis y la cosa quedó como “una
cruzada en solitario” (Chester
Himes*)
El hecho fue la ocasión para que Pepe
Isbert (26 años) debutara en el cinematógrafo.
¿Ven
vds.?...¡No hay mal que por bien no venga!
Y para que “Jakim Boor” (¿les suena? ¿Si
les dijera que murió en su cama tras 36 años “de paz”?) pertrechara un
libelo contra los masones.
--Camarero:
“Dos
dudas en que escoger
tengo,
y no sé a cual prefiera,
pues
vos sentís que no quiera
y
yo sintiera querer” (Juana Inés de la
Cruz*)
--¡Pues
no sé qué decirle, caballera!
--Pues…¡una
banderilla de atún en escabeche!...Pero en el plato ¡oiga!...y ¡calamares!
--¡Tiene
guasa!...¡Oído cocina…dos arpones!
--¡¡Marchaaando!!
--¡Qué
tranquilidad! ¡Qué paz!
--¡Y
que lo diga, caballera.
--¿?!
Por la acera de enfrente pasan unos “borriquitos con chándal”. Una gitana
rumana me pide algo para el niño (en edad militar) que lleva en brazos. Un
rufianesco conductor disputa por un aparcamiento con una señora entrada en
años. Las sirenas rugen y, a lo lejos, unas pancartas ilegibles se inflan como
velas en alta mar. Me pimplo lo que queda de Valdepeñas y empiezo la ronda del
orujo.
Ambiente perfecto para que “Ataúd” Ed Johnson y “Sepulturero” Jones (Chester Himes*)
desarrollen su sarcasmo. Ch. Himes completa el triunvirato, junto con Hammet y
Chandler. Eligió Moreira para vivir sus últimos años y para morir. Si alguna
vez van por allí, no olviden poner una flor sobre su tumba.
Con ese regusto tan madrileño a calamares
refritos abandono la gélida (pese al veranillo) terracita y, cruzando ese oasis
de tranquilidad que es la plaza del Sol…quilómetro cero de la nada… me interno
por Carretas; veo el “Pombo”
convertido en sede de organismos oficiales y sigo, “tristeando” (¡¡) hasta Atocha. AVE de las 20 h: Tarjeta Dorada…así
que ¡Preferente! Me soplo cuatro botellitas de Rioja perrero, un tentempié y un
carajillo con remolque. Me pongo al sudoku difícil y antes de completar línea
ya estoy bajando en Sants.
“Pescailla
frita”(con limón de Murcia) y cebolleta (“greens onions”) rehogada (en honor de Booker T*) y, como no quiero mezclar churras y merinos*, me olvido
de Negrín*, de la Pasionaria* y de
Rodin* (¡valga el “rodolí”).
Bona nit!
.