Lenin
llegó a la Estación de Finlandia (Peterburgo), avanzada la noche del 3 de Abril
(del calendario gregoriano)...¡y todo cambió!...No bastan las condiciones; a
veces, es necesaria la presencia de alguien que de un giro copernicano. En este
caso: de un apoyo “crítico” al
gobierno provisional a una estrategia de toma del poder. La “paradoja de febrero” dejó de ser
paradoja al liquidarse la forzada fusión de términos contradictorios.
¿Qué necesidad hay de volver de
nuevo a esa escena y a sus consecuencias? No sé para vds. pero para mí resulta
absolutamente imprescindible pensar y repensar NUESTRA historia. No basta con
su conservación en los papeles...es necesario que se grabe (y que colme) en mi
inteligencia y en mi corazón. Ya lo decía San Agustín...Sólo que el dios que
colmaba sus facultades no coincide con el mío.
Hoy nos proponemos realizar el
(¡otra vez!) viaje desde Zurich a Petrogrado (inmediatamente antes: San
Peterburgo e inmediatamente después: Leningrado) a bordo del mítico “vagón sellado” (que no lo era tanto).
Petrogrado ya nos lo conocemos como
la palma de la mano...¡recordarán vds. (yo no puedo olvidarlo) que fue allí
donde (¿dónde si no?) desapareció la budionovka y la ropa interior!...Desde
entonces una cierta desconfianza se ha forjado entre mi perro y yo.
El viaje será, pues, imaginado y
adornado por obra y gracia del Espirituoso Santo.
La primavera no parece decidirse y
el invierno se repite (como el ajo)...¡La gorra (del perro) sin embargo,
seguirá escondida!
Chubasquero y bufanda. Paseo
matutino. “Gorri” va cinco pasos por
delante, haciendo evidente ese recelo al que me he referido antes. Pasa de
largo, absolutamente indiferente a mis necesidades. El tabernero me mira interrogativo...Y
se queda con la mano en la cazoleta del café.
Yo lo de siempre. Hoy el
fifti-fifti... ¡estilo Buñuel!...Al perro...¡cortisona a pelo!...¡Así aprenderá
a no ser tan vengativo!...¡Ay! ¡El día que me falte!...
El viaje duraría lo que duraría. Nos
ocupará: el 1, el 2 y el 3 de abril (calendario gregoriano)...y el 4 para
explicar el viaje y exponer sus “Tesis”.
En Zurich: Desde el 14 de
Spiegelgasse, Lenin hacía el mapa de la revolución. De casa a la Bibloteca y de
la Biblioteca a casa (como un eterno opositor a notario)...algunas reuniones
nocturnas... lo suficientemente discretas como para que nadie sospechara la
bomba F (de futuro) que allí se estaba construyendo.
Un segundo piso alquilado a un
zapatero remendón.
En el patio del edificio había una
fábrica de embutidos: humo, ruidos siniestros...de carne apaleada y sajada.
Como vecinos: una panadera, a un
italiano y a un actor de teatro austriaco....
Y en el nº 1 del mismo callejón: El
Cabaret Voltaire, donde se fraguaba otra revolución complementaria. Hugo Ball
(en Junio) se preguntaba cuál de las dos revoluciones sería más exitosa
(resultados inciertos)... En lo que era el Cabaret, tras 90 años, podremos
tomar una copa y comprar (¡!) algunos detallitos: “Dadá-Duda”.
Lenin escribía por entonces “El imperialismo, fase superior del
capitalismo”. Y Joyce, también en Zurich, agregaba fragmentos a su “Ulises”. De creer a Münzenberg
(militante de ambas revoluciones) Lenin visitó alguna vez el Cabaret y conoció
a Tzara, con quien jugaría al ajedrez... (algo vimos en anteriores “propuestas”).
Llaman al teléfono: mi cuñado de
Mapfre hace calçotada:
-
¡Naturalmente! Yo llevo el postre.
Estas invitaciones en las que tienes
que llevar algo son un verdadero castigo. O se te invita o no se te invita. No
podemos invitarnos todos a todos.
Así que interrumpo el relato y me
dirijo, tras ir al Condis, hacia la hoguera (en los próximos días veremos una
verdadera hoguera). Propongo llevar unas sillas y un tablero forrado de
melanina para alimentar los calçots. Me viene a las mientes la cuestión del “robo de la madera”...Piensen vds. en la
diferencia: un frío dantesco (Dite) que hay que remediar como dios te de a
entender y una calçotada.
Al perro le pongo, camuflado entre
sus bolitas, un poco de queso emmental
(¡le encanta1)...¡Ahora vuelvo!
--Pero...¿cómo
una calçotada en lunes?
--Si
es igual. Aquí nadie trabaja. Y los museos y salas de exposiciones están
cerradas los lunes...
--
(¿?) ¡Correcto!
Empiezan la comida por el tejado: ni
pan, ni condimento para el fifti-fifti...¡Así son las cosas ahora!...¿Imaginan
vds una butifarra negra...unos chorizos perreros...y una chistorra de
madera...¡sin pan!...Es como trasladarse al anteneolítico...cuando aún no se
había descubierto las bondades de los cereales y de la trituración de los
granos. Como rastrear el bosque tras un incendio y comerse cualquier animal
chamuscado...sin el toque civilizatorio que da el pan:...¡Es que el pan
engorda!...Bueno...unto los calçots en la salsa correspondiente...como media
butifarra blanca...medio porrón de tintorro y me pimplo tres carajillos
(Condis, mediante)...
Y no entro en el trajín de la
amenaza (cumplida) de lluvia: carreras...risas nerviosas...¡aventura!...cambiar
la mesa de sitio... comer de pie... escasez de servilletas...etc...etc..ni en
las posturas indignas que han de adoptarse para engullir esa especie de cebolla
replantada...¡En fin!...nunca he entendido ( y ahora ya es tarde) el éxito de
las calçotadas. Como venganza obligo
a que suene en el esputofaif: Jimmy Cliff (nacido tal día como hoy, del año
1948). De lo contrario seguiríamos con Neil Diamond (cumpleaños del suegro) y
con Els Pets.
El paseo vespertino es la excusa
perfecta.
Dos días después del estallido de la
revolución de febrero llegan las noticias a Zurich e inmediatamente se pone en
marcha el plan para salir de Suiza. Había sido ideado por Martov y llevado a
cabo por Fritz Platten, secretario del
sindicato obrero suizo.
Lenin y los suyos ( Krupskaia,
Zinoviev, Radek, Inés Armand uno de los grandes amores de Lenin, muerta de
tifus en 1920...) se ponen en sus manos, tras desechar la idea de hacerse pasar
por sordomudos suecos...y otros planes. (Estudiar el papel del turbio Parvus en
el asunto).
El plan fue negociado por Platten (y
otros...Véase la entrada del 29 de agosto y la dedicada a O.K.) con la embajada
alemana (la autorización salió de la Cancillería). Ya era claro que USA
declararía la guerra a Alemania; así que
Alemania deseaba que se liara en Rusia, con el fin de derivar los ejércitos
hacia el frente occidental. En realidad todos los países, de forma más o menos
intensa, deseaban deshacerse del peligro de los exilados rusos. Y más tarde o
más pronto permitieron el regreso de sus rusos.
El trato, que favorecía a ambas
partes, no fue suplicado sino exigido e impuesto:
- Que al vagón se le concediera el derecho de “extraterritoriedad”.
- Que ni a la entrada ni a la salida de Alemania se ejerciera ninguna inspección de pasaportes y personas.
- Que pudieran pagar el pasaje por sí mismos, según tarifas vigentes y públicas.
- Que ni por orden superior ni por propia iniciativa, saldrían del vagón.
- ...otras...
Así pues, las 32 personas (hombres,
mujeres, niñas, niños), tras comer en el restaurante Zähringer Hof se
dirigieron, a paso rápido, hacia la estación de ferrocarril...parecerían
zíngaros en busca de contrato...bultos apresurados...maletas aseguradas con
cuerdas.
Antes de salir del restaurante,
firmaron un documento en el que se hacían responsables de las consecuencias: El
gobierno provisional ruso había declarado reos de alta traición a todos
aquellos que llegaran desde Alemania.
Brindaron con diferentes bebidas,
según devociones personales, por el feliz resultado de la aventura. Eran las
14’30.
Atrás quedaba la cuenta de ahorros a
nombre de Lenin ( Credit Suisse nº 611361) con la friolera de 5 fr. (sin
movimientos significativos ni sospechosos) que, tras más de noventa años, se
han convertido en 8’25 euros. ¡Esa es la ayuda alemana! ¡Esos son los millones
de marcos con los que Lenin financió la revolución!...
Frente a sus camaradas suizos (que
no acababan de ver claro lo del viaje): “Cuando
la revolución está en peligro no podemos caer en tontos prejuicios
pequeño-burgueses...Si los capitalistas alemanes son tan cándidos como para
llevarnos a Rusia, allá ellos. Por mi parte acepto el ofrecimiento. ¡Iré!”
Existe actualmente un
café-restaurant Zähringer (Zähringerplatz,11)...trabajado en régimen de
cooperativa, muy agradable...cerca de la estación y cerca de la Spielgasse. Si
es el heredero del Zäringer Hof, no lo sé. Si lo es...me imagino al grupo
cruzando por el puente de la Uraniestrasse y girando por el Dique de la
Estación...y llegando en tropel a la cercana Haupbhanhof...como un afluente
tumultuoso.
Alas 15’10 salió el convoy en
dirección a Gottmadingen, en la frontera alemana.
Allí esperaron la llegada del famoso
vagón. Su interior se dividió, con una línea de tiza, en dos partes: la de los
rusos y la de los dos soldados alemanes asignados. La parte rusa disponía de
departamentos de segunda y de tercera
clases: Las mujeres y niños en segunda; los hombres, en tercera.
De las cuatro puertas, sellaron
tres.
Al anochecer el vagón se puso en
marcha hacia Berlín, vía Mannheim y Frankfurt. La noche transcurrió sin
incidentes. La locomotora echaba chispas...Ninguna debería prender en aquella
Alemania a las puertas de la revolución
A todo esto ha anochecido. Mientras
fundo todos los restos de queso (fondu) que encuentro en la nevera y me tomo
unos vasos de verdejo...sonará en el esputifaif:
- Gil Scott-Heron (nacido al día como hoy del año 1949 y ya, por desgracia, fallecido): “La revolución no será televisada” y también la versión de Molotov.
- Y después sonarán los “nueve estudios-tableaux opus 39” de Rachmáninov (nacido tal dia como hoy del año 1873), obra concluida poco antes de la llegada de Lenin a Petrogrado (inspirada en “la isla de los muertos” de Bocklin).
Rachmáninov ya preparaba las
maletas.
La fondu queda como masilla tapa
agujeros. Me frío un par de huevos con aceite trufado (con trufas de Graus),
media botella de Ribera y un fifti-fifti.
DVD: “El ángel azul” (Profesor Unrat), estrenada en Berlín tal día como
hoy, del año 1930. Debutó la Dietrich.
2º
Día. 31 de marzo.
La noche fue tranquila. Al llegar a
Franfurt, Radek bajó del tren (o sea que no estaba “sellado”): compró alguna revista, bebidas, tabaco, algo de
comer...y pidió a los militares que los custodiaban que subieran el suministro
subieran al tren.
Dentro cunde el pánico.
¿Traición?...Unos trabajadores de los ferrocarriles piden hablar con los
bolcheviques...Radek les dirige una soflama. Lenin se enfada y se niega en
redondo a hablar con nadie. No puede ofrecerse ningún pretexto que eche por
tierra el traslado a Rusia.
Para ambientarme le pido al vecino
la botella de Mike Jager (¿)...el aguardiente del ciervo, vamos; me pasa una de
orujo. No es igual...pero es lo mismo.
A doscientos Kilómetros, en
Bayreuth, Cósima (Litz, von Bülow, Wagner y FINALMENTE, viuda de Wagner),
muerta tal día como hoy de 1930, estará dando los últimos detalles al festival
de verano. La exquisita Cósima... la amada innombrada de Nietzsche... la
protonazi y antisemita devota, vivirá más de 90 años, y dejará el festival bien
encarrilado...
¿Qué, Gorri? ¿Una vueltecita? ¿hacemos las paces?...Bueeeno ¡dos lonchas
de pavo! (y cortisona, claro). Va a mi paso. Se para en su árbol y me permite
tomar el carajillo. Hoy ¡sorpresa!...una manzana. De vez en cuando viene bien
un poco de fruta. Sobretodo después de la tumultuosa ingesta de ayer. Comidas
que fuerzan análisis de sangre...que nublan la conciencia. A dios gracias, el
alcohol disuelve los trombos del alma (también).
Seguro que han escuchado vds. la “Primera Sinfonía” de Beethoven
(estrenada en Viena, el dos de abril del 1800). Pero... ¿Se han fijado en su
extraño comienzo?
Comienza con un final: Con una
verdadera cadencia conclusiva: ¡empieza con un final! y, además fuera de tonalidad
¿Tenía conciencia Beethoven de que algo se cerraba con su obra? ¿Pensaba que
algo nuevo surgía?...¿Fue una broma?
Permítanme vds. este juego tan
traído por los pelos: También con este viaje (¡¡punto de inflexión!!, ¡paso del
Rubicón!) se ponía punto final a una cosa y empezaba algo nuevo: La posibilidad
de afrontar directamente la revolución proletaria, saltando por encima de la
inercia de la historia.
Al anochecer llegan al puerto alemán
de Sassnitz, situado en el corazón del parque natural de Jasmund, que por la
abundancia de lagos recuerda a Finlandia. Esa misma tarde-noche toman el ferry “Rina Victoria” con dirección a
Trelleborg (Suecia), un poco al sur de Malmö. Hacen noche y al día siguiente
3r.
Día. 1 de abril
toman el tren para Stockholm (Estocolmo,
vamos). De momento sigue el grupo al completo...
Allí les
esperaban...periodistas...socialdemócratas...curiosos...¡hasta el alcalde!
Les ofrecieron el famoso “smörgasbord” (un desordenado complejo
proteínico que anuncia la cercanía del círculo polar: albóndigas, angulas,
arenques, salchichas) y “Tentación de
Jansson” (gratinado de patatas, cebollas, una especie de anchoa, pero que
no es anchoa, crema...), paté...y todo bañado (o no) en esa dulzona marinada
que, a nosotros, nos recuerda las conservas que siempre acabas comprado, cuando
vas a por alguna tontería a Ikea. Pan y mantequilla que no falten...Vas
haciendo rondas hasta que el cuerpo te dice ¡basta!. El postre es optativo. Se
acompaña con aguardiente. Vamos...una especie de buffet.
El perro, que tiene apoyada la
cabeza sobre las patitas delanteras, abre un ojo y olfatea hacia los cuatro
puntos cardinales: ¡la casa por la ventana!...¡otra loncha de pavo!
Y yo también lo celebro...Un vaso de
vodka sueco. Hay quien opina que es una bebida inútil para los sentimientos.
Sin embargo (Chevengur) a mí me
parece aire de dios hecho líquido...limpio, como lágrima de mujer...”a poco que se sople, la igualdad y la
fraternidad se le aparece a uno
inmediatamente”.
Así contentos, unos más y otros
menos, fueron de compras...algunos dulces, zapatos, ropa nueva...(regalo del
Consistorio).
Por la tarde la trouppe continua el
viaje hacia Harapanda, frontera con Finlandia. Un largo viaje de mil
kilómetros. La vía bordea la recortada costa sueca. El sol entra por la derecha
(el vagón ya no está “sellado”). Una
belleza digna de consideración…
Imagínense vds. al grupo mirando
maravillado los cientos de islotes...el hielo residual...También Lenin sentiría
un escalofrío peligroso...¡como con la “Apassionata”!
Y
así empezó el 4º día. 2 de abril.
Si no esuviera oyendo en el esputofaif
la no comprendida 4ª sinfonía de Sibelius (acabada el 2 de abril de 1911 y
estrenada al día siguiente “en medio de
un estallido de silencio”) y
estuviera, sin embargo, a bordo del tren:
Serían las tres y media de la tarde
y estaríamos entrando en la estación de
Harapanda. Nos soplaríamos 16 cl, de vodka para soportar tanta belleza
(¿) (oculta por la nieve y el hielo). Echaríamos en falta nuestra budionovka y
compraríamos una gorra en plan David Croket. Los rusos alquilarían trineos
(deslizadores) para cruzar a Tornio (Laponia. Finlandia). Nosotros pasaríamos
en tren por el puente que une las dos ciudades. Nos sería muy difícil encontrar
un bar...casas bajas, de madera...calles-carreteras...Algunos edificios de tres
plantas, de diseño finlandés. Nos apetecería coger un coche tipo Kaurismaki y
buscar algún local musical. Nos conformaríamos con una miserable terraza donde
nos servirían otros 8 cl. de vodka, acompañados (¿) de clientes melancólicos y
ensimismados, simulando vida interior.
Hubiéramos cargado el I-pod con la
4ª Sinfonía, compuesta (1911) tras varias intervenciones quirúrgicas con el fin
de extirparle un gargantil tumor (adjetival estilo de Platonov). Los médicos le
aconsejaron que no bebiera, lo dejó durante una temporada, precisamente cuando
componía la cuarta sinfonía, que huele a suicidio y a desesperación (a
desesperación y suicidio...¡desde el principio!). La sinfonía bebe en la misma
fuente sulfúrica que su versión cantada de “El
Cuervo” de Poe:
“¡Deja
intacta mi soledad! ¡Deja el busto sobre mi puerta!
¡Saca
tu pico de mi corazón, y aparta tu figura de mí puerta!”
Dijo
el cuervo: “Nunca más”
Volvió a la bebida de manera
contundente y vivió más de 90 años.
Sibelius pertenece junto a Nokia,
las tijeras Fiscars y las lacustres saunas, al ramillete de glorias nacionales
de Finlandia...últimamente también los confeccionadores del informe Pisa.
Pero estoy en casa preparándome un
Dry. Espinacas del huerto con aceite y orégano griegos. Media botella de
Ribera. Y fifti-fifti.
Había abandonado al grupo a su
suerte sobre el lomo de los deslizadores. Un ligero examen por parte de los
guardias de fronteras rusos (no tan ligero, puesto que Radek no pudo entrar).
No se olvide que, aunque autónoma,
Finlandia pertenecía (rapiñada a Suecia) desde 1809 al Imperio ruso.
Platten volvió a Suiza con la misión
cumplida.
Lo primero que hizo Lenin en Tornio
fue comprar el Pravda, lo segundo romperlo indignado (al leer el apoyo “crítico” de Kamenev y Stalin al gobierno
provisional y porque todavía apesta a patriotismo bélico) y lo tercero
guardarse la indignación para arrojársela en cuanto los viera.
De Tornio, al anochecer, continuaron
viaje a Helsinki.
5º
Día: 3 de abril
Y de Helsinki, en un tren lentísimo,
hasta Beloostrov, centro de chequeo regular de pasaportes y aduana, a unos 25
kilómetros al norte de Petrogrado.
Ya noche cerrada, hizo su entrada el
tren en la estación de Finlandia de Petrogrado (en el distrito obrero de
Viborg). Es el momento de ver el fragmento de “Octubre” (Eisenstein) que recrea la escena. Millares de obreros...
EL soviel de Petrogrado..tropas bolcheviques...bandas de música...La
Marsellesa...la Internacional...Reflectores. Lenin arengando desde el
tren...desde el vehículo blindado...y reprendiendo a Kamenev y a Stalin por lo
dicho anteriormente...
Se dirigen a la sede del partido en
el palacio Kshesiuskaya (por la bailarina, y amante de Nikolás II, que lo
habitó).
En la cena habló Kamenev en nombre
de todos.
Lenin adelantó algo de lo que al día
siguiente sería un verdadero mazazo a las esperanzas reformistas.
El grupo, por fin, se dispersó y
pudo soñar con los arcangelitos.
6º
Día. 4 de abril: “Tesis de Abril”.
Lenin hacía 14 años que no pisaba el
suelo de Rusia. Visitó la tumba de su madre y de su hermana Olga. Y frenéticamente se puso manos a la obra:
1ª reunión: Expone lo que ha ido
madurando (las tesis) en la sede del Comité del Partido, en el palacio citado
arriba. Bronca monumental a Kamenev y a los del apoyo “crítico”.
2ª reunión: En el salón nº 13 del
Palacio de Táuride. Se de la antigua Duma y, ahora, del Gobierno
provisional...así como del Soviel de Petrogrado. Aquí el pasmo fue general (a
excepción de la maravillosa Kollontai). Kamenev, ahora como presidente del soviel, recibe otra
vez. Pensaban que Lenin se calmaría cuando comprendiera las verdaderas
condiciones objetivas y subjetivas de la revolución.
3ª reunión (que no se concluirá):
intento de fusionar las tendencias marxistas (bolcheviques y mencheviques)
actuantes en el seno de los soviets. Lenin se opone con todas sus fuerzas. Se
le acusa de bakunista, de táctica insurreccional, de ¡derrotista! (aún se
mantenía la guerra).
Palabras como “Dictadura”...”Guerra
revolucionaria” (convertir la guerra imperialista en guerra civil
revolucionaria)...sonaban a proclamas de un loco de atar, que había perdido el
contacto con la realidad. Lenin siguió con su labor pedagógica paciente e
inflexible...hasta ganarse la mayoría.
En esencia el contenido de las Tesis
se resume en la convicción de que había llegado el momento de lanzar la
ofensiva hacia la toma del poder. La burguesía era incapaz de llevar a buen
puerto las reivindicaciones proletarias y del campesinado pobre. Sólo éstos en
un proceso de revolución permanente, que arrastraría las estructuras del
estado, podrían dar solución a los problemas que les acuciaban. El límite (fin)
de la revolución no es un estado democrático-burgués, sino el socialismo.¡¡Todo
el poder a los Soviets!!
Ya Marx, en su trilogía sobre
Francia lo había dejado claro: el 48 marcó ¡el punto de inflexión!
Ahora empieza a llover...Con suerte
el perro no se despertará (perdió el interés desde el momento en que la trouppe
se zampó el buffet) y me ahorraré el paseo vespertino.
Un vaso de vodka para abandonar
definitivamente el tema.
“Peus
de porc” a la parrilla y vino, el necesario para neutralizar la gelatina.
DVD:
Programa doble:
“Nubes
pasajeras” de
kaurismaky (nacido tal día como hoy, del año 1957)
“Nostalgia” de Tarkovsky, que hoy cumpliría 81
años.
El perro me despierta a las
tantas...¡menos mal que no me pide un resumen de la segunda película! Apago la
tele. Me arrastra hacia la calle. Se entretiene más de la cuenta aspirando los
olores que se intensifican con la lluvia. Me mira y creo que me invita a compartir
el festín. Espolsarse...¡en el sofá!
Buenas noches.
N.B. el día 1 de Abril del 2009, una
explosión equivalente a la de 400 gramos de trilita, destrozó el abrigo y las
partes nobles de la estatua que, en la estación de Finlandia, conmemora, el
hecho aquí narrado.
Ese mismo día era el bicentenario
del nacimiento de Gogol...Alguien me ha sugerido que investigue la posibilidad
de culpar a Akaki Akakievich (“El Capote”
o “El abrigo”)