Me despiertan dos mormones: camisa
blanca, corbata y (concesión reciente) bolso en bandolera. Los recibo en
calzoncillos y camiseta “anticapitalista”.
--¿Es
vd. creyente?...Podemos hablar de Dios y de sus designios.
Los
invito a pasar. Cuando ven mi indumentaria se niegan. Insisto. Y como ellos
también insisten en su negativa, los agarro por la corbata y los arrastro, a la
fuerza, al interior. Los siento en sendas sillas plegables:
--¡Venga…cabrones!...
¿Qué tenéis que explicarme a estas horas?
Miran el reloj… ¡las once ¡
--Venga,
explicarme de qué va eso del puto “último día”. Y lo de la “Parusía”. Explicarme, de paso, a
qué viene eso de la camisa blanca y la mierda de la corbata.
--¡Lo
sentimos! (dice el más experimentado)… no queríamos molestar
--¿Lo
sentííís?... ¿Cuánto lo sentís?... ¿Muuuucho?... ¡me cago en el “adviento” y me
limpio con los folletos con los que
atestáis MI buzón cada día!
Se levantan decididos, dando a entender
que lo dicho es suficiente y demasiado.
--¡De
aquí no se mueve ni dios!
--¡Ya
está bien la broma…lo sentimos! Y, ahora, ¡adiós!...no tendremos en cuenta lo
de Dios.
Voy a la puerta, echo la llave con tres
vueltas y, sin perderles ojo, me sirvo un vaso de vino y me rulo un cigarrilo “Luky luke”. Cojo el palo de la fregona,
por si la histeria los vuelve violentos.
--¡Tú!
(al experimentado) ¡acércate a la quinta
estantería; fíjate en los libros del cuarto estante…¿ves un libro rojo titulado
“Historia y conciencia de clase”, de
Lukács…¿sí?...
¡Sácalo!...¡Ábrelo
por el capítulo: “La cosificación y la conciencia del proletariado” …¿Ya?...pues
¡empieza a leer!
El que permanece sentado, sonríe entre
perplejo y divertido. Golpeo la mesa con
el mango de la fregona y se le borra la sonrisa como al gato de Lewis
Carrol…euridicianamente.
--¡Lee!
--¡Vamos
a dejarlo ¿no?
--¡¡NO!!...ya
que habéis llamado a mi casa de madrugada, ¡ateneros a las consecuencias!...
¿Con qué derecho llamáis a MI puerta?…no a la de la escalera, no,… ¡a mi
puerta!...Y no intentéis nada que os cruzo los riñones… ¡zánganos!... …¡que leeeas!
--(carraspeo)… ¿Leo también la cita introductoria?
--¡Por
supuesto!...Y tú ¡presta atención!…que de aquí no salís, si no hacéis un
resumen de lo leído/oído.
--“Ser
radical es aferrar las cosas de raíz. Más para el hombre, la raíz es el hombre
mismo” (Marx: “Contribución a la filosofía hegeliana del derecho”). Su voz
empieza como un susurro y poco a poco toma la consistencia del habituado a este
tipo de cosas.
Me ha parecido que esbozaba una media
sonrisa.
--¿De
qué te ríes?... ¡imbécil!... ¿Te hace gracia?...Eres capaz de hablar sobre las
trompetas del “juicio final” y del “Anticristo” y te avergüenza leer que eres
raíz de ti mismo…¡¡Continua!!
--“No
es en modo alguno casual que las dos grande obras maduras de Marx dedicadas a
exponer la totalidad de la sociedad capitalista y su carácter básico empiecen
con el análisis de la mercancía…
Le sirvo un vaso de vino al oyente, que
lo rechaza en base a sus convicciones. Le amenazo con el palo de la fregona y
se lo pimpla de un trago.
Bueno, resumiendo: tras una hora de
lectura y dos botellas de Ribera y cuando el tema se complica implicando a Kant
de forma decidida, le ordeno parar.
El oyente se muestra francamente
divertido. Después de cada trago se limpia con la corbata. El lector, seco,
implora un vasito de agua. ¡¡vino!!...se pimpla un vaso y espera resignado el
desenlace. Le sirvo otro, que bebe con fruición de neófito.
Yo sigo en calzoncillos, “abanderado”, por más señas.
--Y
ahora (les entrego papel y lápiz)… ¡Responded
a las preguntas que os haré!
Se aplican como parvulitos. Esperan
expectantes y competitivos.
--¿Os
ha gustado el vino?... ¿Por qué?... ¿De qué D.O. pensáis que es?... ¿Con qué
tipo de uva pensáis que está hecho?... ¡Razonad la respuesta!
Resumiendo de nuevo: se marcharon más
contentos que unas pascuas, prometiéndome que, además de no molestarme nunca
más, anotarían mi nombre en la lista de los elegidos.
¡Mal fario!...esta no es manera de
empezar el día. Pero así son las cosas… ¡no siempre se puede elegir! Me doy por
desayunado. Fifti-fifti.
Tal día como hoy, del año 1840,” hacia las seis de la mañana, el Ciudad de
Montereau, presto a zarpar, exhala grandes torbellinos de humo en el muelle de
Saint-Bernard”.(…)Frédéric Moreau, recién graduado de bachiller, regresaba a
Nogent-sur-Seine, donde debía de vegetar durante dos meses antes de comenzar
sus estudios de derecho(…)y para compensarse de la pesadumbre de no poder
permanecer en la capital (París), había elegido para el regreso a su provincia
el camino más largo”.
Como sabrán vds. en el barco ve por
primera vez a la señora Arnoux y queda maníacamente enamorado de ella. Se trata
de la “Educación sentimental” (Flaubert)
que bien podría haberse llamado “las
Ilusiones perdidas”…pero ese nombre ya estaba pillao.
La primera parte (de las tres que
componen la novela), relata los esfuerzos del infeliz por entrar en el círculo
de la “amada”. Confía en que su futura fortuna (herencia) le facilitará las
cosas. Por lo demás no pasa nada:
Paseos, visitas, reuniones de amigos, restaurantes… ¡nada! Sólo el deseo y la
esperanza…que se va al traste cuando se entera que la herencia familiar se ha
disuelto…
--¡Ah!
¡Pobre hijo mío! ¡Cuántos sueños he tenido que abandonar! (su madre).
Sin embargo, dios aprieta pero no ahoga…y
de rebote le llega una herencia millonaria de un tío que muere “ab intestato”. (12 de diciembre de 1845.En
esa fecha continuaremos la crónica).
Y
las esperanzas renacen, multiplicadas por mil.
Flaubert deseaba escribir una novela que
se mantuviera sólo en la fuerza del estilo, pura forma (Robbe-Grillet y
compañía, exagerando, lo convirtieron en santo patrón de “le nouveau roman”)… ¡y casi lo consigue!
Mucho habría que hablar sobre los
personajes y sus referentes reales…pero eso ya lo saben vds. Y también de la
saturación de elementos autobiográficos….¡Volveremos!
Así que como no pasa nada, les propongo
una forma entretenida de leer: Cojan vds. un atlas y un mapa de las ciudades
que vayan apareciendo (Google) y marquen los itinerarios y lugares que
aparezcan…Después dense un vueltecita, con el “street view”, por ese recorrido y tómense una copita donde les
apetezca.
Ejemplo:
Cap.1. El barco remonta el Sena desde
París (muelle Saint Bernard). Se supone que descienden en Montereau: él para
dirigirse a Nogent y la mujer (con su acompañante) hacia Chalons y Suiza…Pues
bien: o la traducción no es correcta o la descripción es inexacta (¡imposible,
tratándose de Flaubert!) o existen diferentes localidades con los mismos
nombres; lo cierto es que el del todo imposible hacer el recorrido
(racionalmente) que sigue Frédéric para llegar a su pueblo.
Cap. 2. Pueden darse una vueltecita por
el pueblo. Contemplar su hermosa iglesia medio gótica y tomar un tercio o lo que se tercie en “ Bar la taverne”, en la Grand rue Saint Lurent…No anden más porque
no encontrarán otra cosa. Si buscan la Plâce Hôtel-Dieu, donde se despiden los
dos amigos…en su lugar encontrarán la Rue Hôtel–Dieu. Hace décadas que la plaza
desapareció. Paséense por los puentes y revivan la atmósfera de la novela.
Cap.3. PARIS.
·
Port de Saint Bernard (en el actual Quai de
Saint Barnard. Jardin des Plantes)
·
Rue Coq-Héron (Rue du Louvre)
·
Rue d’Anjou(entre Haussmann y Malesherbes)
·
Rue Montmartre ( cruza con boulevard Montmartre)
·
Rue Saint Hyacinte (cerca del pasaje de los
Jacobinos y de la Vêndome)
·
Rue Saint Jacques (paralela a Saint Michel, lado
Sorbona)
·
Rue de la Harpe (entre Saint Michel y Saint
Jacques).
·
(Bailes de la) Ópera.
·
(Arcadas del ) Odeón.
·
(Teatro del )Palais Royal.
·
Quai Napoleón (no existe con ese nombre. Estaría
a continuación del de la Tourelle y el de Portobello).
Y,
así, van construyéndose la geografía
sentimental del personaje, lo que les ayudará a gustar de lo leído. Y si
algún día tienen vds.la suerte de ir, con tiempo, a París dispondrán de una
estupenda guía “literaria” con la que
podrán entretener a su acompañant@.
Cap. 4
·
Rue Soufflot, esquina con Saint Jacques.
·
Rue Descartes ( “Comisaría”. A un tiro de piedra de Soufflot, pasada la Sorbona)
·
Rue Vaugirard (por Odeón. El café Tabourin
estaba en el nº 20, frente al Luxemburgo)
·
Rue Cléry (Rive droit. Entre Boulevard Saint
Martin y Rue du Louvre)
·
Rue Fleurs (de Bouleverd Raspail al Luxemburgo)
·
Rue
fauburg Poissonniere ( de los Grandes Boulevares a rue La Fayette)
·
“Itinerario” de Regimbart: Rue
Notre-dame-des-victoires (por la Bolsa); “Pasaje Panoramas” (cerca de la calle
anterior); Rue Gaillon (desemboca en la Avenida de la Ópera, no lejos de la
plaza del mismo nombre)
·
Rue Choiseul, 24 bis (residencia de los Arnoux.
Hace esquina con el Boulevard des italienes).
·
¡¡Pont Neuf!!...¡¡Pont de la Concorde!!
·
Restaurant “Les
trois frères Provençaux” (se encontraba en Palais Royal: Junto con el “Vefourt” y el “Very” constituía la “Santísima Trinidad” de la gastronomía en la
zona de Palais Royal. El Vefourt… ¡todavía existe!
·
Pasaje Saumon (Actual “Passage Ben-Aïd”. En la época de Frédéric, era un pasaje en parte
acristalado. Actualmente no tiene ningún interés).
·
Rue Richelieu (También por la zona de Palais
Royal)
·
Baile “Alhambra”
(Recién construido. Campos Elíseos. A finales de los años 20 actuó la “Argentinita”)
·
“Teatro de la Puerta de San Martin” (existe
todavía. Junto a la puerta-arco de Sain Martin, en el boulevard del mismo
nombre).
·
Mercado Central (se refiere a les
Halles…criminalmente destruidas no hace demasiado…en su lugar el “Forum les Halles”)
·
Rest. Pinson (situado en la rue de”
l’Ancienne comédie” frente al “Procope” )
·
Saint Cloud (casa de campo del Sr. Arnoux.
Actualmente irreconocible. En la gran curva del Sena…cerca de la Isla Séguin)
·
Auteuil (entre el Bois de Boulogne y el Sena).
·
“Garde-
Meuble” (Actual Ministerios de la
Marina, en la esquina de las calles Royal y Rivoli).
·
Fumadero
“Alexandre” (no sé la ubicación…pero era de opio, ¡naturalmente!)
Con esto acaba la primera parte. Recorran
París. Entiendan su geopolítica. Completen la naturaleza de los personajes con
su “geografía” correspondiente…
No me negarán el “curro”... ¡De nada!
Esta primera parte es “guerra de posiciones”, que se verán
alteradas radicalmente. La revolución de Julio significó una primera victoria
para la burguesía en ascenso, pero no de todas las facciones de la burguesía.
La del 48, significará, tras masacrar al ingenuo proletariado, el triunfo del
conjunto de la burguesía. Veremos las metamorfosis del capital, seguiremos los
pasos de su proceso de reproducción y acumulación, en la ajetreada vida del Sr.
Arnoux, expuesta, como hoja desprendida, a la lógica, recientemente predicha,
del Capital.
Asistiremos a la multiplicación incesante
de las mercancías y a la desvalorización, consiguiente, del trabajo y de las
propias mercancías. Las veremos arrastrarse, insignificantes, por el suelo de
parquet del Sr. Arnoux. Las veremos, ansiosas, reclamando nuestra atención
desde las melancólicas vitrinas de los grandes almacenes… ¡libéranos de la
vergüenza!...Pero otras oleadas vendrán a sustituir a las adquiridas. Y también
nosotros, mercancías, lucharemos para dejar de serlo.
Frédéric, que por fin ha aprobado los
exámenes de abogacía, se va de vacaciones y allí se entera de la desgraciada
situación económica familiar. Dice adiós a todo y se dispone para una vida de
provincias sin lustre. ¡Y ocurre el milagro de la herencia del “ab intestato”!.
Vuelven las esperanzas…Y regresa a París… ¡con más indios!....PERO ESO YA ES
OTRA HISTORIA.
Para acabar este día que empezó de forma
tan melodramática, les invito a “Becada
en salmorejo” (típica cocina francesa) en recuerdo del Sr. Arnoux y de su
“pupilo” Frédéric…y pensando en Alain Ducasse (nacido hace dos días, del año
1956). Acabaremos el día de forma
gloriosa:
- Una becada.
- Mantequilla.
- Media botella de vino tinto de buena calidad y cuerpo. En su defecto el Ribera cotidiano.
- Una cucharadita de cebolla finamente cortada.
- Una cucharada de coñac. El resto de la botella nos lo pimplaremos a lo largo de la faena.
- Algunos “crostones” de pan
- Media hoja de laurel…No pasa nada si la ponen entera… ¡Así no sufre!
1.
En
una cacerola, calentamos 30 g de mantequilla con media hoja de laurel, y a calor
vivo cocemos (¿diez minutos?) la becada (limpia). Escurrimos. La cortamos a
trozos, ¡sin compasión! Colocamos los trozos en la cacerola. Vertemos el vino y
la cebolla picadita. Bajamos el fuego y reducimos el líquido hasta que adquiera
la consistencia de salsa.
2.
Ahora
viene lo innombrable: Ponemos las entrañas, que hemos sacado al principio, en
un plato frío, agregando una cantidad igual de mantequilla reblandecida y el
coñac. Flambeamos. Cuando estén “hechas” trabajamos (¿) bien con un tenedor
hasta lograr una pasta homogénea.
3.
Sacamos
los trozos de becada y los ponemos en una fuente junto al fuego, para que no se
enfríen. Pasamos el fondo de la cocción por un “chino” (utensilio de cocina) y
lo volvemos a poner en la cacerola. Se echan las entrañas y se lleva a
ebullición a calor moderado.
4.
Cuando,
ese mejunje, empiece a hervir, apagamos y lo vertemos sobre los trozos de
becada. Lo serviremos adornado con los “crostones”,
dorados en mantequilla.
N.B.
Para evitar que alguien se cocine una “becaria”, les aclaro
la naturaleza de la “becada”:
Una becada es una perdiz chocha (¿¿) (Scolopax
rusticola), también conocida como perdiz sorda, gallinuela y arce; es una especie de ave
limícola (¡que vive en el limo!) de la familia Scolopacidae…Creo que es
suficiente para distinguir una cosa de otra.
Bon appetit!