Profundamente arrepentido de la confesión de
ayer (la noche es traicionera: te pilla con unas copas de más y eres capaz de
contar lo que durante años ha sido el secreto más bien guardado por toda la
Alianza Occidental): ¡Olvídenlo!
Hegelito
(es aún cachorro) destroza a conciencia la parte occidental de su cama. Antes
se ha tragado mi calcetín derecho. Y como no reacciono ante tanto destrozo, se
lanza a comerse mi jeta con la lengua. ¡Son las 8 de la mañana!
¡Hala! Coja Vd. bolsitas, y láncese a la intemperie.
Hegel persigue hojas muertas; papelitos arrastrados por el viento…cualquier
cosa que se mueva. Detendría el mundo, si de él dependiera. Lo pararía para
observar cuidadosamente todas las arrugas del tiempo y del espacio. Para
estudiar la extraña forma de locomoción de los caracoles, la disciplina incomprensible
de las hormigas, el sabroso relleno que compone el aire…Me mira, no recibe
respuesta y se lanza a una carrera que tiene que ver con su incomprensión y con
sus ansias de saber.
Para que “Hegelito”
se vaya acostumbrando y por su alegría infantil… ¡Por que le dure! sonará “Nuages” (S. Grapelli…a 17 años de su
muerte). Estira las orejas, tuerce un poquito la cabeza y parece que sonría o
que pregunte directamente por el significado de lo que oye.
Así que gracias a Hegel vuelve a empezar la
historia, la rutina: de momento sin cortisona ni lonchas de pavo. El fifti-fifti tiene más enjundia y un
sentido pleno, además de librarme del peligro de caer en la categoría de
bebedor solitario y doméstico.
Ya saben Vds. que lo significativo no siempre
es el nacimiento o la muerte (aunque necesarios). La cosa se revela en un momento decisivo de ese intervalo. Así, lo
importante no es que tal día como hoy naciera Lobachevsky, sino el día en el
que hizo público su “descubrimiento”
y puso fin a la intuición natural
como fundamento de la geometría.
Más importante que su nacimiento fue su
muerte (en el caso de Kirov)…pues fue la ocasión
para el despliegue (despegue) de toda la potencia criminal del estalinismo
que culminaría con las “farsas de Moscú”.
Y eso ocurrió tal día como hoy, del año 1934, a las 4 y media de la tarde, en
las escaleras del Smolni de Leningrado. Acababa de pasar unos días de asueto
con Stalin en Moscú. Sobre su asesinato se ciernen tantas dudas y sospechas
(aunque Jruschov lo tenía claro) que dejo el asunto en sus (de Vds.) manos.
Ahí acabaron “los años vegetarianos” y empezaron “los carnívoros” (Ajmátova).
Lo importante en la vida de Zhúkov no fue su
nacimiento (aunque necesario), sino su la forma cómo reaccionó al ataque (¡amigo!)
alemán y su papel en la defensa de Leningrado.
Más interesante que el parto que lo puso en
circulación, en el caso de Nicolás I (hoy va la cosa un poco rusa), y que su
muerte (1-12-1825), fue su vida “postmortem”.
Cuando (1921, ¿1925?) apartaron la lápida (sobre la cual el epitafio de
Pushkin: “Pasó toda su vida viajando, se
resfrió y murió en Taganrog”), la
encontraron vacía. Él se había “reencarnado”
en un eremita siberiano.
Sin embargo tan importante fue el
descubrimiento, en la isla Pinta
(Galápagos), del “Solitario George”
(tal día como hoy del año 1971) como su triste, desconsolada y definitiva
muerte (24 de junio del 2012). Con él (pues era tortugo) se hundió en la nada el linaje de los Chelonoidis abingdonii. Ahora dicen algunos enterados que han
encontrado algunos descendientes en
la Isabela y que se proponen un
programa de…etc…etc. Es un muestra más de cómo la preocupación por los “Universales” acarrea la destrucción de
los “Particulares”: Macroeconomía /
economía doméstica. Renta per cápita / renta real. Productividad / salarios
reales.
Lo significativo, aquello que revela la
esencia del “fenómeno” Matt Monro, no
es que viniera al mundo el jueves uno de diciembre del año 1932…sino el roce de
los cabellos de mi novia cuando, apretados, bailábamos
(de “baily”) “más todo pasa, todo paaaasará…”
o aquello otro “quizás no supe hablar /
cuando te vi… ¿cuando debí?...¿cuánto bebí?” en un español de Tejas, digno de un
ex-presidente.
Y porque me ha inundado de golpe una especie
de nostalgia de no sé qué, sonará en el esputofaif
una muestra representativa de su arte sin igual. En realidad, como Vds. saben,
no es nostalgia lo que se siente en momentos como estos… ¡y menos de
aquello!... Es ternura por un tiempo (y una gente) que ha desaparecido para
siempre como el pobre tortugo George.
Tampoco es significativo que tal día como
hoy, del año 1935, naciera Allan Stewart Königsberg, medio austrohúngaro. Lo revelador fue aquella tarde en París,
corría el año 1972, en que descubrimos “Toma
el dinero y corre” en la Filmoteca del Barrio Latino.
Que E. Toller naciera tal día como hoy, del
año 1893 no nos dice nada, excepto que murió a los 46 años. Todo se esclarece
ante su suicidio en Nueva York. Y es entonces cuando, como relámpagos, van
apareciendo secuencias que, de forma ineluctable, conducen a este FIN.
Toda la mañana haciendo distingos (¿). Y las
cosas importantes sin hacer: Dry doble a la salud del bello e inocente Billy
Budd. Siento predilección por todos aquellos, que como yo, acarrean desde el
origen dificultades de dicción o, de otra manera, sufren de tartamudeo. Sus
últimas palabras antes de ser colgado y enterrados en las vinosas aguas del
océano, fluyeron, sin embargo, de su boca (¿de dónde si no?) sin trabazón alguna: “¡Dios bendiga al capitán Vere!” (¡¡) El capitán, llegada su última
hora, le devolvió el cumplido: “¡Billy
Budd!” (¡¡)…Todo una espesa madeja moral. Algo así como Delacroix con
Guéricault.
Y es que tal día como hoy, del año 1951, se
estrenaba en el Covent Garden la versión operística de “Billy Budd” de Britten. Atrévanse con Melville (¡en directo!) y no
se dejen vencer por su espíritu informativo.
Para honrar a Melville sería capaz de comerme
una ballena, pero en el condis no venden… ¡y espero que en ninguna
establecimiento! En su lugar, unos boquerones y una botellita de verdejo.
Últimamente los frío sin “gabardina”…y
salen más tiernos y sabrosos…aunque ¡deshechos!
Cuando vuelvo me encuentro a Hegel devorando
“Camí de Sirga” de Moncada, ed. La
Magrana: O se trata de un caso especialísimo de empatía o ha desarrollado un
gusto autónomo por las efemérides: hoy cumpliría 73 años…si no hubiera muerto
en el 2005. Ya es el segundo libro que devora. El primero fue “Infierno” de Strinberg. Me dio que
pensar y llegó a preocuparme de verdad. Sólo me faltaba un perro loco. ¿Qué le
empujaría hacia Strinberg?...Tendré que investigar.
Hablando de Billy… ¡Billy Childisch! Volcán
en plena y duradera erupción, arrojando material diferente por cien bocas
distintas. Poeta, pintor, músico, modelo de integridad, novelista, solidario,
carpintero, parado, pedagogo (¡perdón!)…ligero como las inexistentes almas, “eterno adolescente”. Oigan Vds. v.gr. “25 years being Childish” o lo que les dé
la gana de sus más de 700 canciones (con innumerables grupos). Punk. R & B
sucio. Rock…
Seguramente harto de la artificiosidad (e ingenio) de su (ex) pareja Tracey Emin (”Mi cama”…), a la altura de Hirst, se revolvió contra la “tontería”, “sofisticación” y exceso de teorización del arte de vanguardia y propugnó la vuelta a la pintura, emocionante, íntegra y desinteresada… ¡Lo cual no obsta para que obra triunfe en Bienales y Documentas!: “Las cenizas de Berlín caen suavemente sobre la nariz de Hans Fallada” (Lean el cuento de los Grimm…sobre la cabeza del caballo Fallada)
… ¡Infórmense Vds. sobre el “Stukismo”!… ¡Infórmense!.. (y verán como también lo abandonó).
Su bestia negra: el nacionalismo.
Sus afinidades electivas: Orwell, Loach,
Shakespeare, R. Walser, Munch, Van Gogh…
Resistance
is always late. If it’s on time, you don’t need it”
“(…)
habrá un tiempo en el que no
estaré
conduciendo a través de esta noche
sobre
una bicicleta sin luces
sin
aire en las ruedas
borracho
de
sidra y
grosella
guinnes
wisky
y
ron
con una bolsa
y
ron
con una bolsa
llena
de bloques de madera representando
una
vida”
¿Seguro? ¿Seguro que llegará el día en el que
no esté pimplao?... Yo no lo tengo
tan claro. O será un tiempo fuera del tiempo…en el que bebamos el inexistente
néctar de los dioses inexistentes.
no estés aquí para leer esto
habrá un tiempo en que esta
tierra explote para volver al
gas a partir del cual se formó.
Habrá un tiempo
años y años de incontables
segundos
este mundo ha vivido sin
nosotros antes y vivirá
sin nosotros de nuevo
esto es tan seguro y
tan importante como la muerte de una
babosa.”
Esto ya es otra cosa.
Hermano Childisch, desde aquí te abrazo y, aunque tú YA no bebas, acepta el carajillil brindis que te ofrezco. ¡Por muchos años! ¡Que vivas otros 55 años y yo que lo vea!...Con dignidad, por supuesto.
Y que sepas que esta primavera estuve en la Neugerriemscheneider de la Linienstrasse de Berlín viendo tus cosas.
NOTA BENE: A mí no me parece tan artificioso
el arte de su ex compañera.