9 de abril
“La Tristeza me ha sitiado, me
ha cercado con un grande y fuerte ejército; ha llenado mi corazón con su clamor
y no cesa de luchar, vestidas sus armas, día y noche contra mí (...) ¿Quién me
liberará de las manos de este enemigo sacrílego? (...) ¿Quién será mi protector?
¿Quién me auxiliará? ¿Adónde voy a ir? ¿Cómo me podré escapar? (...) Ya sé lo
que tengo que hacer: me volveré a lo invisible y lo traeré a luchar contra lo visible”...La
esperanza será mi guía.
¡No te libró ni el dios
invisible!... ¡Esas habrán sido nuestras azules (por los fluorescentes del Carrefour) pesadillas!...
Jünger (7 de abril de 1940):
“El hornillo de cinc que yo
encendía en la barraca de las cañas estaba fabricado con un metal muy pobre.
Pero el fuego elevaba el color de aquel hornillo hasta el nivel de un rojo muy
bello, transparente. Así es también como ocultan las cosas, y como oculta la
vida, cualidades que en el trajín cotidiano permanecen cerradas para nosotros,
pero que quedan al descubierto cuando trascendemos a otros niveles, a otros
grados o tiempos”...
¿Qué dejó al descubierto el “rojo
blanco” del pobre fraile?...
Dios no pudo hacer que 2 + 2 sumaran cinco. El dios de Ockham (que,
apestado, acompañó a Laura al otro mundo) era una fantasía, un juego. La
Omnipotencia divina no era más que el deseo de desbarajuste. Ahí, Dios, pudo
haber hecho algo más para promocionarse.
Savonarola colgado y las llamas consumiéndolo. Lo sentiremos... ¡pero no
se puede jugar con fuego!
Más
lo sentiremos por la derrota de los “Ciompi”
(1378)...por primera vez el pueblo “grasso”
y la burguesía en su conjunto se sintió amenazada y atacados...por primera vez
vieron amenazada la fuente de su riqueza...Fue sobre esta derrota sin
paliativos que las grandes familias pudieron afirmar su hegemonía.
El fascismo es indicio de un fracaso del proletariado.
¡Infórmense vds.!... ¡Infórmense!...¡Busquen: “revuelta de los “Ciompi”..!
Y
comprobarán cómo las clases poderosas, sin distinción, se unen para masacrar,
para descuartizar a aquellos que ponen en tela de juicio el derecho natural al
dominio. Los Médicis, demagógicamente,
fueron escalando en la jerarquía de las grandes familias y extendiendo sus
redes por toda Europa. ¡El Siglo XV fue su siglo!
¡Esas habrán sido nuestras pesadillas!...Casas de nobles
incendiadas...sus habitantes huyendo en pelota viva...escraches tomados como holocausto...y FINALMENTE…
...¡masacre!...de los de siempre. Los
“ciompi” no portaban cruces, sino
hoces y martillos y otros laboriles
instrumentos.
Compraremos pan, una botella de chanti
y una de grappa.
Con este temor y con este temblor...pediremos un fifti-fifti al camarero
del Carrefour y nos zamparemos un
bocata de mortadela de olivas. El camarero nos comentará, gracioso, las últimas
escenas de la noche pasada... ¡no recordaremos nada!...
–Venga!
¡ponme un restretto (¡hablar despacio!)
Y ¡calla la boca!... ¡carrefoulero! (¿cara fulero?)...y ¡una grappa por la impertinencia!
-- Va bene!, va bene!...
Tras 48 horas al relente no estaremos para bromas.
Hala!...otra vez tomaremos al asalto el autobús y nos dirigiremos al
centro y desde allí al barrio periférico de Careggi,
a la villa medicea, lugar de nacimiento y muerte de Lorenzo....Al paraíso
neoplatónico, al reino de la Afrodita
Urania y del desprecio por la Afrodita
Pandemos....Reino de la conciliación y de “to er mundo è güeno”.
Lorenzo consuma el proceso que condujo de lo Comunal a la “Tiranía”...y la desposesión que tal
proceso implicó.
Cuando (yo) profesor:
“En esta situación de
decadencia (económica) aparecen los
frutos típicos: En unos: la especulación y la huída hacia arriba y en otros: la
ansiedad. El platonismo florentino, ha tomado al hombre, lo ha convertido en un
ente abstracto, lo ha dotado de una libertad ilusoria, y lo conduce por los
fríos, aunque recalentados, espacios intermedios (...) La fría transparencia,
la melancolía de Venus (Boticelli), como resignándose a la distancia grosera
que separa el ideal de sus representaciones. La nostalgia de la unidad. La
tristeza de la pluralidad. Ella va a ser descuartizada y no sabe si volverá al
seno húmedo e infinito de las aguas...”
Ninguna nostalgia de cuando (yo) profesor. ¡Ninguna!
Todos estos “intelectuales”
dieron cobertura a la explotación: El humano es libre, “camaleónico”, habitante natural del Empíreo (¡que hunde los zuecos
en el fango del bancal!)...¡Esforzarse por volver al reino de la Belleza...etc...etc...!
“Toda obra de civilización, lo
es también de barbarie” (o algo parecido).
Dicho lo dicho...nos pimplaremos un cuartillo de grappa y nos liaremos un cigarrillo de “Pueblo”. Nos faltará un elemento: ¡las cerillas!...
–-
Fuoco!
– ¡¡Dove!!
– ¡que si tiene fuego! (hablar despacio, ¡entienden!)
Fumaremos sosegadamente el
purito...contemplaremos Florencia desde lo alto y bajaremos hasta Santa
María del Fiore...no estaremos para hace turismo...así que ¡a lo nuestro!...Nos
acomodaremos en la terraza del Scudieri
Internacional y allí con el Dry del medio día, seguiremos esta historia de
traición y muerte.
Lorenzo tuvo dos muertes (Rilke): Una
pequeña y la definitiva. Antes sembró la semilla del que sería el papa León X:
1. Primera “muerte”
Todos vds. sabrá que los Médicis eran como Lehman Brother’s...negociaba
con su propia deuda pública...etc...etc… corralito incluido. Eran, además los
¡banqueros del Vaticano!...
Sixto
IV les pidió un préstamo ¡para comprar la ciudad de Ímola!...Lorenzo,
naturalmente se lo negó...¡Ímola me apetece a mí! El Papa pide el préstamo a
los Pazzi (los “locos”) que le
prestaron lo que pedía y más...A cambio, a más de los intereses correspondientes,
recibirían en monopolio la explotación del alumbre de la región (indispensable
para la fijación de los colores en las telas...Todo giraba en torno al
textil...¡mucha tela).
Los Pazzi disputaban la hegemonía a los Médicis (el Estado
era propiedad familiar) y aprovecharon la ocasión para deshacerse de ellos:
financiera y ya puestos...¡físicamente! Otros asuntos (alianzas políticas) se
entreveraban.
El Duque de Urbino
(ver Piero de la Francesca); el Papa; Salviati, arzobispo de Pisa (y miembro de
la primera familia finaciera de Florencia); Francesco Pazzi y su hermano
Jacobo; Bernardo Bandini...y otras fuerzas vivas, acordaron acabar de una vez
con los más de 50 años de dominio de los Médicis.
Así que unieron
sus venenos y decidieron acabar con Lorenzo y Giuliano (también padre de Papa)
durante la Consagración de la Sagrada Forma de la misa del Sábado Santo (¡Otra
vez la Semana de pasión)...abril de 1478.
Giuliano ocupaba
los primeros bancos y Lorenzo los últimos... ¡por seguridad!
Y en ese momento
de máxima concentración, cuando los asistentes intentaba descubrir el truco de
la trasmutación del pan en carne, cuando todos los ojos estaban fijos en las
prestidigitadoras manos del cura y en como el monaguillo le levantaba la casulla
para desviar la atención. Francesco de Pazzi, sacó de la faltriquera una navaja
de quince muelles y la abrió al tiempo que sonaban las matracas de la
consagración...¡los ruidos se confundieron!...¡el ruido del crimen y el del
milagro!...Y lanzando un grito mudo... faldones al viento...se arrojó contra
Giuliano y le regaló 19 puñaladas, todas mortales de necesidad...¡Como un
amante despechado!...Al mismo tiempo otros se encargaban de atravesar a Lorenzo
que pudo escaparse casi ileso y esconderse en la sacristía...con la ayuda de
Poliziano.
Giuliano se
desangró allí mismo...
Si tan cura
eres...¡¡Convierte la sangre en vino!!
Llevaremos cuidado
que la sangre no salpique nuestra coqueta y límpida copa de Dry. La apuraremos
hasta la hez y demandaremos un Martíni rojo-sangre.
Los partidarios de
los Médicis (demagogos tradicionales) reaccionaron ¡desde ya! y pusieron el
templo patas arriba: los reclinatorios volaban y se oyeron ruidos de huesos
fracturados... El milagro quedó inconcluso... la hostia, medio pan, medio
carne, rodó por el suelo, como un florín, y acabó su rodar en los litros de
sangre derramada. Se empapó de rojo...
¿Recuerdan vds.
aquellas meriendas de pan empapado en vino?...Pues… ¡eso!
Francesco fue
arrojado desnudo desde una ventana, machacado, descuartizado, arrastrados sus
trozos por las calles de Florencia, quemados...y FINALMENTE...arrojadas las
cenizas al Arno...¡¡Todo acababa en el río!!
El arzobispo
Salviati fue colgado de los muros de la Signoria
y picoteado por las rapaces hasta que los jirones de su carne parecieron banderas
desgastadas al viento. Cinco más del
séquito que lo acompañaba, con el fin de neutralizar a la Signoría, siguieron la misma suerte. El resto fue acuchillado en
las escaleras del edificio.
Bernardo Bandini,
frustrada su proyectada huida a Constantinopla, fue también colgado de los
mismos muros...posó paciente para la posteridad (da Vinci).
Los Pazzi (Los “locos”) fueron borrados de la faz de
Florencia, por hordas enloquecidas: “¡Vivanno
le palle!” Vs. “¡libertad!”
Maquiavelo: (se
produjeron) “tantas muertes que las
calles se llenaron de restos humanos”.
Un escalofrío de
terror nos recorrerá mientras acabamos el aperitivo. ¡Viajar para esto...Creo
que no merece la pena!
2. Muerte
definitiva.
Tal día como hoy, 9 de abril, del año
1492 moría en su villa de Careggi, el que se libró de la muerte en Santa María
del Flore: ¡El mecenas de las artes y de las bellas letras!
Volveremos a
Savonarola...que amargará más, si cabe, que el tránsito de Lorenzo. Al monje
rápidamente se le hizo pequeño el convento y pasó a predicar en la Iglesia de
San Marcos y de ahí, como vimos, al Duomo (Miércoles de ceniza del 91). Miles
de enfervorizados seguidores interpretaban sus acusaciones y amenazas como
dirigidas al, ya por entonces, enfermo Lorenzo. Éste hacía lo que estaba en su
mano, incluso alguna que otra treta, para congraciarse (o combatirlo). El
fraile era inmune a las dádivas y fuerte contra las tretas...y seguía y seguía
dándole a la matraca...y ascendía. Nombrado Prior del convento, niega la visita
de cortesía al señor de Florencia. A Lorenzo estos desaires le acentuaban la
úlcera estomacal. La gota (de familia y de pimplar y comer de lo lindo, ¡digo!)
le mortificaba.
Savonarola
intensificaba los ataques y Lorenzo languidecía cada vez más...pidiendo a
gritos: ¡por lo menos el “Antepurgatorio”!
Incluso el clima
se alió a favor del fraile: la noche del 4 al 5 de Abril de 1492 una tormenta
de lluvia y granizo arrasó la ciudad...Los fuegos fatuos se pasearon por las
riberas del Arno. El cielo se abrió y dejó escapar una chispa de fuego que
destrozó la linterna (¿celos?) de Santa María del Fiore....
Savonarola
preparaba el sermón del día siguiente: “Ecce
glaudius Domini super terram...”
Sobre las paredes de su triple celda, cruces de Fra Angelico...sobre la mesa,
la clavera de rigor (mortis).
El rayo (la espada
del Señor) había segado, también, las “pelles” (las bolas del escudo de la familia)
mediceas...las de Lorenzo se le subieron a la garganta...
Picco meditaba
sobre el “Ser y el Uno”...
Ficino se
encomendaba a los astros..
Boticelli pasaba
la noche con un “ángel encantador” y vagabundo
(prostibulum puerorum)....años después el ángel
vagabundo y abandonado engrosaría las huestes de las juventudes de partido “llorón”.
Al día siguiente,
Savonarola remachó sobre caliente...
Lorenzo, como
último recurso terapéutico, se tragó un brebaje condimentado con diamante en
polvo...¡¿Será per diners!?...
Lorenzo, delirando, decía querer leer “El ser y el Uno”...¡De perdidos al río!
La úlcera dijo
¡Basta!... Los cristales úricos se le clavaron definitivamente en todos los
confines de su cuerpo.
Poliziano, Picco,
Ficino...Su inadecuado hijo Piero (que se haría cargo del poder)... ¡Todos!... ¡menos
Savonarola!
En el último
momento también acudió el monje y le
otorgó “la buena muerte”: ¡Dios aprieta pero no ahoga!”...Quien sí se ahogó, arrojándose a un pozo,
fue el terapeuta.
Fue enterrado en
la Capilla de San Lorenzo...el cortejo de pobres era normativo. Poliziano dio
rienda suelta, en latín, a su desconsuelo y Ficino, retrospectivamente, previó
la muerte de su señor.
Nos destocaremos
en señal de respeto por la muerte.
En el I-pod: Brel
“Le moribond”...”Es duro morir en
primavera... ¡ya sabes!” y a continución...”La mort” ¡otro “dies irae”!
Esto merece otro
cuartillo de grappa, a escondidas del camariere.
Volveremos al Carrefour y acabaremos con los restos de
la mortadela. Botella de Chianti y fifí-fifti remolcando a los restos de
grappa...Comprar cervezas y grappa para el vecino...¡y un poquito de esta rica
mortadela...¡para el perro!
Serán las dos de
la tarde y estaremos metiendo primera... ¡Avignon!
Los “Ángeles custodios de la calle del Corno”
se encargarán de transportarme, como Lucía al Dante, a las puertas del taller
convenido. ¡Serán las 7 de la tarde!...Cambio de coche, como de caballo de
posta y continuaremos hasta el área de servicio de Nîmes...¡monedas...”potage”!...¡monedas...café!...¡diversión
asegurada!
A las doce
estaremos llamando a la puerta del vecino.
Una grapita por el éxito del viaje. Una
rodaja de medio metro de diámetro para el perro y paseo nocturno...
Buenas noches.