Adagio en re menor…
inaudible. ¡Qué vacío!...pero ¡lo dicho! No citar más al perro. Si acaso una
canción de Chavela Vargas (*) “El último
trago”.
Tal día como hoy, del
año (pongamos) 1380, un grupo dispar de majaderos, salen de la posada “el Tabardo de Southwark”, en los suburbios de Londres con dirección a Canterbury.
Van dispuestos a hacerse difícil la peregrinación. El hostelero ha tenido la
peregrina ocurrencia de que cada uno de los 30 (él se incluye) desocupados
cuente dos cuentos del tipo “érase una
vez…” a la ida y dos a la vuelta. Alguno de los presentes maldice la hora
en la que escogió “El Tabardo” en
lugar de “La Campana”. Ahora no hay
vuelta atrás… (si no quiere pagar el banquete reservado al vencedor).
La mayoría se ha
dejado llevar por la fuerza del “vino
negro de Cahor”(*)
Alguien se escaqueó,
eso seguro… pues han resultado, sólo, 24 cuentos (de ida): “Los Cuentos de Canterbury”.
Van a visitar la tumba
de Th. Becket, mártir y mago: Hizo brotar fuentes y callar ruiseñores. El tal,
fue asesinado por insinuación real (¡ya saben vds. el Papa…el Rey…etc…etc). Su
popularidad creció como los guisantes chinos; en dos días su fama llegó hasta
las más recónditas aldeas de las Hispanias: de Salamanca a Terrassa…pasando por
Soria y Vegas de Matute.
Yo lo hubiera
liquidado por acallar ruiseñores…¡sin contemplaciones!
A la vuelta hubo
desbandada y cada cual tomó las de Villadiego. Nadie podía soportar más. Tanto
parloteo y sin inventarse la aspirina. Los hubo que, en su desespero,
alcanzaron las costas de Escocia; otros fueron encontrados en la ría de
Ortigueira. El vendedor de indulgencias, fue visto en una oficina de Bankia de
Gijón… exponía a gritos los motivos por los que había dado muerte por degüello a
la Priora; su cohorte de ayudantes, salvada del exterminio, se dirigió a la
Isla de Ellis (*), que tal día como hoy, del año 1907, batió el récord de
afluencia: 11.747 (sin ellos la cifra se hubiera quedado en 11.743).
A la Comadre de Bath
la sacaron azul oscura, casi negra, de las aguas del Támesis.
¡En fin!...La retirada
resultó más dura que la “anábasis” de
Jenofonte.
Si van vds. por allí (¡no sé a qué!), acérquense a Sandwich (allí desembarcó el santo
procedente de Francia) y tómense un bocadillo
en “The King Fischer Bar”, en la
calle del Rey, junto a la “Corner House”.
Verdaderamente deleznable… ¡Ya me dirán!
Me zampo (en homenaje)
las lonchas de jamón que quedan y me pimplo medio litro de Malbec (*) de Luján
de Cuyo (Argentina) (como si dijera: de tempranillo de la Rioja), denominación
de origen pionera del vino que quiere ser el buque insignia de los vinos
argentinos. Proviene del “negro de Cahors”…
¡la filoxera… ya vds. saben!...
Emigración… Cuba… América…
Tal día como hoy, del
año 1960, Eddie Cochran estrella su coche contra una farola pública de
Chippenham y se desvanece (euridicianamente).
Su novia y su íntimo Ritchie Valens salen ilesos. Tenía 21 años y un racimo de
canciones inolvidables. Que suene en el Esputifaif todo su repertorio. Lo
enterraron en Cypress (¡!),
California.
Y como hoy va de
redundancias…Los “cerdos”, empiezan
la invasión de “bahía Cochinos”.
Tengo todos los
ingredientes para un arroz a la cubana: huevos, tomate, arroz y bananas… ¡En
memoria de tan rápido y brillante desenlace!
Dos días más tarde
encontraron a los últimos, enloquecidos por los mosquitos, vagando con el lodo
hasta el cuello por la “Ciénaga de Zapata”,
como Martin Sheen en “Apocalipsis Now”
o como los orates de la cofradía de Canterbury.
Imaginarlos como los
personajes de Jarmusch me resulta imposible. Habían cruzado “Bahía Cochinos” hacia el oeste, sin
saber el infierno al que se dirigían.
Los más habían sido
reducidos en “Playa Girón”.
De fondo:
·
Silvio Rodríguez (“Playa Girón”)
·
“7
danzas cubanas” de Lecuona.
La M.G.M.(*), fundada tal día como hoy, del año
1924, contrató a Lecuona para musicalizar “El
manisero”, una película de negritos
buenos, rodada en 1931, aprovechando el tremendo éxito musical de Moisés Simons
y los decorados de “Sevilla de mis amores”. Frente a estas
simplificaciones criminalmente malintencionadas y a los criminales intentos de
“colonizar-civilizar”, es de lo más
oportuno la lectura del “Discurso sobre
el colonialismo” de Aimé Césaire (*) muerto
tal día como hoy del año 2004: Anticapitalismo (única receta contra el
colonialismo en todas sus variantes) cabalgado por la única clase que, aún,
sigue siendo la única que “tiene una
misión universal, porque sufre en su propia carne todos los males de la
historia, todos los males universales: el proletariado.”
Todavía bajo los
efectos de la ausencia, concluyo.