Hoy
es un día especial…¡grande!...para la humanidad. Quiero decir aquello que dijo
el astronauta cuando llegó (¿) a la luna….no-sé-qué de un paso grande para no
sé quién…
Hoy
es, pues, un día grande: Tal día como hoy del año 1457 antes de que nuestro
Señor naciera, tuvo lugar la primera batalla de la que hay datos certeros.
Nada
se sabe de la fecha y circunstancias del primer beso con lengua…Nada de la
primera vez que alguien se atrevió a comerse un caracol…Nada de la primera vez
que alguien puso un nombre propio a un perro…Nada se sabe de la primera vez que
un grupo de humanos se puso a bailar de contento…Ni de cuando a alguien se le
ocurrió escribir dos palabras que rimaran en consonante (¡y menos en
asonante!)…
Sin
embargo se saben pelos y señales de una batalla que pasa por ser la primera
descrita.
¡Las
efemérides tienen estas cosas!
Seguro
que cada uno de nosotros hemos sido los primeros (y los únicos) en hacer y
decir ciertas cosas:
“Por arte de
birlibirloque / La luna se metió en tu escote…” o bien: “estornudo de mostaza y tosido de turrón”…Pero no pasaremos a la historia
Sin
embargo la guerra ha tenido el privilegio de tener cronistas.
Pues
bien, como vds. sabrán, Tutmosis III (naturalmente, egipcio) venció a las
tropas cananeas del rey Kadesh en la famosa batalla de Megido…¡Tal día como
hoy!...
¿La
causa?: dirimir la soberanía sobre Retenu. Los 10.000 egipcios hicieron batirse
en retirada a los no sé cuantos cananeos que se refugiaron en la ciudad de
Megido: Asedio y rendición…¡La táctica de siempre!...¡Qué monotonía en las
causas!...¡Qué monotonía en los efectos!...
Ahí
empezó el período de máxima expansión del Imperio egipcio.
No
sé si tomarme un carajillo en ayunas o vomitar antes…las dos cosas a la vez no
puedo hacerlas…¡soy un hombre!...Así que tomo mi acostumbrado pan con aceite y
orégano griegos…lanzo una mirada al lugar que ocupaba el perro, acaricio la
budionovka y me tomo el fifti-fifti.
Para
digerir mejor el tema me decido por una esparraguera mañana. Al “Gorri” nunca
le gustó esta costumbre depredadora; me
esperaba junto al coche imaginando el tipo de sonrisa que me lanzaría al verme
llegar con mi ridículo cargamento…¡Sólo quiero una tortillita!...¡no voy a
poner un puesto en la Boquería!..
Coche
y…¡a San Mateu!...
Permítanme
intercalar estas líneas que explican el absoluto fracaso de mi incursión y
ayudan a descargar la fustración:
Si
por casualidad se tropiezan con un espárrago, infieran que no hay un jubilado
en diez kilómetros a la redonda. El jubilado es una especie (en expansión)
depredadora, que actúa bajo el lema: “¡Pa la casa aunque sea una piedra!”. Es
implacable en su propósito de esquilmar el campo de sus dones gratuitos: higos
silvestres, higos chumbos, almendras (dulces y amargas), hinojos, hierbas (que
él considera) medicinales…las flores no suele tocarlas…¿para qué?.
Actúa
en solitario, a cualquier hora…¡a todas horas!...pero nunca se le ve. Se sabe
de su presencia por los tronchos de espárragos (más o menos secos) que va
dejando a su paso (más o menos) decididos. No tiene sentimiento de casta…¡como
para exigirle que piense en los prejubilados!...
El
jubilado es un ser profundamente equivocado: cree que su salud le exige esas
incursiones por parajes agrestes y desolados. Y cuando se convence de que no es
así, se dedica a mirar edificios en construcción y todo tipo de trabajos que
tengan que ver con lo edilicio…¡Entonces ya es tarde!... Cuando ese momento
llega, llega el fin.
Puede
que, antes de esa última fase, atraviese la etapa de los viajes a Andorra o
sitios similares. Es ahí donde pone los fundamentos firmes de su final abrupto:
colesterol, disputas y aburrimiento
pánico: anticipo del más allá.
Me
extendería sobre la naturaleza de ese ser humano…pero me atengo a lo que
¡ahora! me afecta: que es ¡la ausencia absoluta de espárragos!... ¡Ni
uno!...¡Todos recién cortados!...¿A qué hora vendrá esa gente?
Tras
el fracaso…¡el buñuelesco (de Buñuel) Dry del mediodía!.
No
sé qué poner en el espotifaif. Es el cumpleaños de David Grahan (Dêpeche
mode)…pero no sé si pega mucho. Así que hago sonar las canciones de los años 20
y 30 de Oum Kaltsoum…no tiene nada que ver …pero por lo menos ¡es egipcia!.
Los
entendidos han deducido…han leído… han interpretado...que los jeroglíficos
referentes a la batalla mentada, encontrados en la actual Luxor, indican la magnitud de los beneficios
obtenidos de la victoria:
340
prisioneros, 83 manos, 2.041 yeguas, 141 potros, 6 sementales…diferentes
objetos de oro y plata…1.929 cabezas de ganado mayor, 2.000 de ganado menor y
20.000 ovejas…
¡Asombroso
el botín!
¿83
manos?...O uno era manco o había un indisciplinado infiltrado en el ejército
del faraón (o lo que fuera). Vale que los jeroglíficos no se prestan a muchas
sutilezas, pero…¡hombre! alguna mención a la pena (de unos) a la alegría (de
otros)…Aunque, bien pensado, es una crónica más acertada que no la crónica sentimental a la que nos quieren acostumbrar
los modernos reporteros y sus patronos.
Ahora,
en plan homérico, imagino la cosa: Se aplastaban sesos, se rompían brazos y
piernas, se dislocaban vértebras cervicales, se deslomaba, se arrancaban
narices, se partían mandíbulas, se hacían saltar los dientes, se hundían
homoplatos, se descoyuntaban pelvis, se hacían pedazos los huesos del
antebrazo…se rompían cabezas por la comisura occipicio –parietal…se empalaba,
se atravesaba el pecho por el mediastino y el corazón, se metían palos por el
ombligo y se sacaban las tripas. Se daban tales espadazos (¡que ni Roland!) que
partían de un tajo el estómago, el colon y la mitad del hígado…”con lo que
(…vomitaban) cuatro ollas de sopa y, mezclada con ellas, el alma”.
Perdonen
la broma. Pero…hasta el monje Juan (Rabelais) tiene el detalle de mentar el
alma…¡que se iba!...
De
todo el botín se zamparían la mitad para celebrar la victoria.
¡Pensaba
hacerme un rabo de toro! pero…creo que
prepararé las últimas alcachofas del huerto. Como estropean cualquier vino, por
bueno que sea (si es bueno, lo estropean más), las acompañaré con un culito de
¿Master Jager?...¿Mike Jager?...¡el del ciervo!...que sobró de la última farra
con el vecino (de cuando lloramos la muerte del pobre animal).
Y
lo peor está por llegar…Megido domina estratégicamente, el valle de Jezreel:
escenario donde acontecerá en Apocalipsis. Allí se dará la batalla definitiva
entre las fuerzas de la luz y las del Anticristo…¡Fin del mundo!...
¡Vean
vds. el mapa!
Gintónic
(con limones amargos y cubitos de hielo de corazón). La tarde supera las
siestiles horas y se encamina hacia la hora del Dry vespertino.
Y
como la historia se repite (en este caso, las dos veces como tragedia)…tal día
como hoy del año 1943, tuvo lugar la Masacre de Chang Shiao (provincia de
Hunan, China), llevada a cabo por el ejército expedicionario japonés: 30.000
seres humanos…(sin contar perros, ni cabezas de ganado)…fueron segadas de una tacada.
El flamante general Shunroku Hata, que había sustituido al responsable de la
toma (masacre) de Nanjing (13-12-37), su modelo, fue el responsable de esta
barbarie.
Condenado
a cadena perpetua en los “Juicios de Tokio” (1948), se le concedió la
provisional (¡ven vds. qué fácil!) en el 55 y murió tal día como mañana, del
año 1962…¡mientras asistía a una ceremonia en honor a los caídos durante la
guerra!...¿Qué turbios sentimientos se enfrentarían en su interior (¿en su
alma?) para resolverse de forma tan drástica?
¡Infórmense
vds!...¡Infórmense!...
Mientras
tanto, Robert Shuman (¡nada que ver con el pianista!) ponían los cimientos de
la futura Unión Europea…Tal día como hoy del año 1950, se fundaba la Comunidad
Europea del Carbón y del Acero…¡Así se empiezan las cosas!...¡con cimientos
sólidos!...nada que denote espirituosalidad…¡Se nos adelantó el tal Schuman: se
podría haber empezado por Comunidad Europea del aceite y del vino…de los higos
y el ouzo…de la cebada y el tomate…¡NO!...¡Del Carbón y del Acero!...
Desde
1985 se celebra tal día como hoy, el ¡día de Europa! Y se adoptó como himno la
Oda a la Alegría (Schiller, 1785) tal como la musicó Beethoven en el último
movimiento de su novena sinfonía.
¡¡Que
suene en el esputifaif!!
Estamos
oyendo un “significante vacío” que puede servir para lo que sea:
Romand
Rolland la llamó: “La Marsellesa de la humanidad”
En
1938 clausuró los “Reichmusiktage”…y se tocó, más tarde, en el aniversario de
Hitler.
Ian
Smith, “partisano de la supremacía blanca”, la convirtió en himno nacional.
Abimaël
Guzman (Sendero Luminoso), preguntado sobre sus gustos musicales, respondió:
“El cuarto movimiento de la novena de Beethoven”.
Se
tocaba en honor de los atletas alemanes (del Este y del Oeste, compitiendo
juntos) cuando ganaban un oro.
Todas
las diferencias se disuelven en ese “significante vacío”.
Sin
embargo, el movimiento mismo no es tan armonioso; tiene algo de misterioso y
premonitorio: A mitad del movimiento, tras haber oído el tema de la alegría en
sus tres variaciones orquestales y vocales…en el compás 331, el tono cambia
completa y bruscamente y se retoma el tema en clave “marcha turca” (en el
estilo de las bandas jenízaras del Imperio Otomano…y que tienen su descendencia
en las Fanfarrias, Orquestas de bodas y funerales y Bandas que dominan por
todos los Balkanes)…a la manera de una fiesta popular, carnavalesca y burlona
(algunos críticos comparan los profundos bajos y los tremendo golpes de
bombo…¡con pedos!)…A partir de ahí todo se degrada y ya no vuelve a alcanzarse
la dignidad y la armonía iniciales…Algo hay que nos retrotrae al Mozart de “El
rapto del Serrallo” (¡!) y nos sumerge en el orientalismo caótico: Orientalismo
y Clasicismo.
¡Lean
vds. atentamente la Oda!... ¡Léanla!
Llegarán
a los versos: (…) “y quien jamás haya podido (ganarse una amistad o un amor…)
que deje, llorando, este coro”. ¿¡Amenaza larvada después de invitarnos a
nosotros, millones, a un abrazo fraternal!?
“Recibid
un abrazo, millones.
Este
beso para todo el planeta.
Hermanos!
Por encima del cielo
Estrellado
Debe
vivir un Padre cariñoso.
Un
abrazo, millones.
Este
beso para todo el planeta”
(menos
para uno: ¡Turquía!).
Me
viene a las mientes lo de Montejurra (1976)…la muerte de Ulrike Meinhof
(1976)…la de Aldo Moro (1978) (¡Tomaría, para celebralo, una copita en la Vía
Caetani…pero la sombra de la operación Glaudio me lo impide).
Definitivamente
también cenaré verdura.
DVD:
“Ciudad de vida y muerte”.
O
una de Ferreri (“El pisito”, “el cochecito”...)
Buenas
noches. Yo soñaré con mis “ángeles custodios de la calle del Corno” a los que,
de momento, les he dado vacaciones.
¡Gauguin
puede esperar!