Asteriscos * remiten a efemerísticas razones.
Como
preámbulo al paseo por el amor y la muerte, con escala en la gloria,
(próximamente)...Vamos a ir acostumbrándonos a la segunda.
“Gorrión” (teniente perdido y medio ciego)
posee, como Tiresias, una “visión” interior,
un olfato capaz de oler los pensamientos, incluso los que están en gestación.
Saben vds. que los perros huelen ciertas enfermedades...Pues Gorrión huele los pensamientos en
gestación...Y no le gusta nada los que están a punto de tomar forma.
Toma
las lonchas de pavo, tras olerlas concienzudamente, con precaución y angustia.
Sabe que cuando de muertes se trata...¡no se salva ni el perro!...La cortisona
la separa con un recelo indigno de una amistad de quince años. Pero...
(piensa)...si ha sido capaz de arrebatarme la gorra...¿¡De qué no será capaz!?
Hoy,
cinco pasos por detrás...y olfateando la rosa de los vientos. Paseo corto. Le
doy otra loncha, que ni la toca y se retira al rincón más apartado. Fifti-fifti
y el acostumbrado rebañar.
Hoy
sonará en el Esputifaif: “La Valse”
de Ravel: los oropeles se van transmutando en detritus. “Finis Austriae”.
La
noche del 4 al 5 de abril, el teniente (¡como mi perro!) Gustavito no pudo
dormir (“El teniente Gustl”. Schintzler
(1900): el mismo año que “La interpretación
de los sueños” de Freud. Esta
relación merecerìa una propuesta)
Se
aburre en el Stadtöper de Viena. No soporta el Oratorio al que han
invitado...mejor hubiera sido una opereta... se dedica a mirar (¡!) a las
mujeres...a hurgarse la nariz...a bostezar...¡Todo menos salir!...¡Las
convenciones!
Al
final la gente se amontona, como
siempre, en la guardarropía...pero él es un oficial y merece un trato especial:
empuja, codea, cocea...¡intenta colarse, vamos!... El pastelero del barrio le
pide paciencia y le recuerda que hay tiempo para todos y para acabar de
apaciguarlo le echa la mano al sable (como si fuera el miembro) y le dice que
si se mueve lo partirá y enviará las partes a sus superiores: “¡Mocoso!”
En
Schintzler la primavera es premonitora de desgracias...Cuando dice. “Una hermosa mañana de primavera...” o algo parecido, sepan Vds. que la desgracia ronda
cerca: El florecer y la corrupción.
Gustavito,
sujeto a las convenciones imperiales y al “honor”
de los impotentes, se siente agraviado hasta el fondo. Esa insolencia sólo
merece una paliza...¡Pero el pastelero tiene los puños más fuertes!...Bueno,
pues...¡¡Un duelo!!...La baja calidad del ofensor lo impide...¿Qué hacer? ¡No
se puede vivir habiendo sufrido una ofensa tal por parte de un “paisano”! Además...¿y si lo ha oído la
gente? ¿qué pensarán de mi virilidad?...parece que no...pero...¿Cómo podré
soportarlo YO? ¿Cómo podré seguir viviendo con esta humillación sobre mi
conciencia?...Mi conciencia no puede soportarlo..Mi integridad no me permite
seguir viviendo si no puedo tomar venganza.
Y no
puedo tomarme venganza porque a la primera me estampa contra la pared.
Solución:
¡Me mato!
En
esto no fue muy original. El gusto por darse a sí mismos la muerte era casi una
banalidad en la Viena fin-de- siècle: era poner fin de forma estéticamente
barroca al hastío de una vida ajena al trabajo asalariado. El “deslizarse” propio de aquella K.K. era
detenido bruscamente por el muro del suicidio.
Tras
el suicidio (1889) del heredero Rodolfo y la joven Vetsera en Mayerling
(¡volveremos!)...una plaga de suicidios (reales y de ficción) se extendió por
el Imperio (como la que siguió a la de Werther):
De
entre los tantísimos, pongo los más significativos a su disposición:
- Ludwig
Boltzmann, importante físico y famoso conferenciante, sorprendió al
mundo...¡colgándose!...mientras
su mujer y su hija se bañaban en las proféticamente poéticas aguas de Duino.
Sobre su tumba, en el Zentralfriedhof de Viena, en plan epitafio: S = KlogW (la
fórmula de la entropía), donde S es la entropía; W, la probabilidad y K, la
constante de Boltzman. Wittgenstein estaba destinado a ser su alumno.
Llevando
las cosas al extremo la ley de Boltzmann nos habla del tiempo y de procesos
reversibles e irreversibles. No hacía falta la observación impertinente de
Popper...Su propio cuerpo colgado y amoratado fue una demostración de la
irreversibilidad del tiempo y de los procesos a él sometidos.
2.
Eduard Van der Nüll, uno de los arquitectos del Teatro de la Ópera del
nuevo Ring, no pudo soportar un comentario negativo del emperador sobre su
obra...¡Y también se colgó! Su socio, de congoja (y de infarto) murió dos meses
después. El emperador limitó sus futuros comentarios estéticos a: “era muy bonito, me gustó muchísimo”.
3.
Media familia de Wittenstein.
4.
Franz von Uchatius...no lo conocerán...pero cuando les diga que fue el
“inventor” de una aleación de acero y bronce con la que fabricar los mejores
cañones de la época...y que su invento no fue tenido en cuenta....¡seguirán sin
conocerlo!...¿y si les dijera que fue el inventor (no paraba de maquinar) del
primer proyectos de “cine” (dibujos
animados) y el responsable de la primera soirée infantil? ¿tampoco? ¿Y si les dijera el nombre del
“proyector”?: ¡¡“fenaquistiscopio”!!...¡Empezará a sonarles de algo!
Si
les doy otra pista ya lo considerarán como de la familia: Fue el “ideador” del primer bombardeo sobre
población civil de toda la historia. Desde barcos anclados en la bahía de
Venecia, soltó doscientos globos aerostáticos, cargados cada uno con 15 kgs. de
explosivos...con mechas de fósforo y cuando estuvieron sobre la ciudad,
mediante un ingenioso mecanismo (¡era inventor!) hizo caer los globos.
Se
pegó dos tiros...¡Ahora caen!, ¿eh?...Con él se perdió la posibilidad de
ampliar el diccionario con sonoras y patricias designaciones.
5.
Otto Weininger, fiel a sus principios, (¡a sus finales, más bien!) se
pegó un tiro ¡en el corazón¡ (no en la cabeza). Para lo que escogió la casa en
la que había muerto, infeliz por no poderse pimplar una estupenda botella de
vino que le traían justo cuando estaba exhalando el último suspiro, Beethoven….(¿o
no fue Beethoven quien dijo eso?)
A
su entierro acudió lo más granado de Viena. Recogió, amplificó y difundió la
misoginia, la homofobia y el antisemitismo (distingo por prurito...) más
impotente. Aunque el título de su
exitosa obra (“Sexo y Carácter”) ya
dice alguna cosa...no basta para hacerse una idea cabal de la “lucha de sexos” que marcaría la época.
6.
Georg Trakl. Alcohólico, drogadicto, incestuoso y...en consecuencia,
poeta, no soportó los sufrimientos de los que había sido testigo como médico en
el frente de Galitzia y acabó muriendo por sobredosis en un hospital de
Cracovia...¡Alguna causa más había!
7. Roth. Celan. Attila Jósef (que se
arrojó a las ruedas de un tren de mercancías). El delicado poeta lirico Gyula
Juhász (tras once intentos, lo consiguió en el doceavo). Zweig y su mujer. El
que se arrancó un trozo de lengua de un mordisco y siguió con el resto...El que
impidió con dos tiros que la rabia inoculada por su perro (que no tenía rabia)
se extendiera por su (de él) cuerpo...
8. Los que no cito.
9. Intentos: Herzl.. Kubin (se
descerrajó un tiro sobre la tumba de su madre). Alban Berg. Hofmannsthal.
Hugo Wolf...
10. Se quedaron con las ganas: Wittgenstein, Kokoschka,
Schiele, Otto Rank, Mahler...
11.
Hijos, hermanos, sobrinos y demás parientes de ilustres personalidades (entre
ellas muchos de los citados)
12. Una hija de Schintzler, muere de una
infección generalizada tras cortarse las venas.
La
Muerte era un espectáculo en Viena. Y el Amor (Amorío).Y el Juego...(las tres
constantes vitales (¿) en las que se traducía el desasosiego de los “Últimos días de la Humanidad”.
Tras
lo dicho es inevitable un Dry doble, a lo Buñuel. El alcohol lo purifica todo,
incluidos los malos pensamientos. Los centilitros ingeridos son la medida de la
melancolía...y la melancolía, la constatación de la distancia que nos separa de
algo que en algún momento pensamos lo mejor para nosotros. (¿Vale?)
¡Eso
muestra la ficha Eroféiev...el nivel de melancolía!
El
perro sale de su refugio y se tiende a mis pies.
Gustavito,
como decía, pasa toda la noche por las
calles de Viena (Prater incluido) dándole vueltas (¡la noria!) a cómo acabar
con su vida...sobre todo en qué tipo de “objeto”
se convertirá una vez muerto...¿Cómo lo verán?
¿Qué pensarán? ¿Lo sentirán?...¿Será objeto de burla?...
Amanece
y entra en el primer bar que encuentra abierto: desayuno vienés. Los obreros
beben aguardiente de grano. Allí se entera, por casualidad, de que el insolente panadero ha caído
fulminado por un infarto de miocardio...¿He oído bien? ¿Muerto el pastelero?...¡Dios
aprieta pero no ahoga! ¡¡Alegría!! ¡¡Otra ronda para esta buena y laboriosa gente!!
¡No
tendrá que matarse! (Piensa en su amante y en lo bien que lo pasarán
(eufemismo)).
No
se le ocurre pensar en la familia del dueño del obrador. Ni en los últimos
minutos del sufriente pastelero...
No
se le mueve ni un pelo, no por los aceites, es que no ha pasado el
arcángel de la compasión...
Ríe,
baboso, para sí mismo al verse libre de la vergüenza y de la muerte.
Ya
no se acuerda de su YO, que no podría soportar la ignominia. No recuerda el
honor mancillado. Ni de su Dignidad. La muerte del otro lo libera...
Pide
otro croissant y un chocolate bien calentito.
Con
la muerte no sólo descansa el muerto, ¡algún vivo también!: Es una constante de
muchas novelas del autor. Muerto el testigo de mi vergüenza...¡la vida
sigue!...y además ¡sin ensuciarme las manos!...¡Dios aprieta pero no ahoga!
Schnitzler
fue capaz de distanciarse del decadente mundo de solteros y de muchachas
ingenuas que dejan los arrabales buscando amor entre la bohemia y acaban convertidas en amantes frívolas
(eufemismo). En su obra de postguerra deja entrever otra Viena (Freud, Krauss,
Schönberg, Loos...)...Pero “se detiene de
golpe ante la Viena representada por
figuras como la de Kollomann Wallisch, las de aquellas que lucharon y murieron en Karl Marx Hof para
rechazar el fascismo” (H. S.)… pertenecía a otro mundo.
Oigan
vds. nuevamente “La Valse” y
díganme...
El
tema merece un playil airearse. Así que preparo dos bocadillos de queso
emmental (el preferido del perro (¿)), abro una botella de Ribera...agua para
el perro...bolsa de condis y ¡hala! ¡excursión!
Comemos
y pimplo a la orilla del mar...Gorrión se come 100 gramos de playa con cada
bocado...¡Verás después!...Me mira con los bigotes poblados de granitos de
arena y se relame. Hago un hueco en la arena...lo recubro con el papel de
aluminio de los bocatas y vierto su agua. Bebe y se lava.
-- ¿Ya está?
-- ¡Pues sí!..¡Ya
está!...¿Qué más quieres? ¿quieres más?...
-- ¡...moi, non plus!
-- ¿?
De
vuelta: un fifti-fifti con remolque de orujo.
*** *** *** ***
Tal
día como hoy, del año 1794, la cabeza de Danton acabó en el cesto color vino de
Burdeos.
Sabrán
vds. que la guillotina no fue inventada por Guillotin. Como tampoco el
telescopio por Galileo. Su (de ellos) mérito estriba en convertir sus
respectivos artefactos en instrumentos científicos al servicio de la humanidad.
Guillotin,
diputado de la Asamblea nacional, la propuso en 1789 con el fin de aliviar el
paso al más allá a aquellos destinados a entrar en aquellos reinos
desconocidos, hechos unos zorros. No le hicieron mucho caso. Insistió... Y
logró que un constructor alemán (¡!) de clavicordios, aconsejado por un amigo
verdugo (perito en el asunto), fabricaran una presentable. Fueron necesarios
unos retoques (en la inclinación de la cuchilla) para que la Asamblea,
FINALMENTE, la proclamara la igualadora definitiva, destinada a suprimir los
privilegios también en el tránsito hacia los reinos escatológicos...(¡la
muerte, la gran igualadora, agradeció compartir el título!).
Fruto
del arte y la carnicería.
Guillotin,en contra lo que se dice y se desea, no murió
guillotinado...¡sino de carbunco! (que es peor).
Naturalmente
antes fue probada en animales, (en este caso ovejas) y después con fiambres de
la Morgue. Imagínense la escabechina hasta que funcionara a la perfección: El
primero, un bandolero y el último, un parricida africano (¡1977!). ¡Ninguno
levantó cabeza!
Las
causas de la decapitación de Danton son complejas: Él, cordelier, abogaba por una radicalización de la revolución. Formó
parte de la Convención y del Comité de Salvación Pública. Fue decisivo en la
caída de los Girondinos (moderados),
pero cuando el “reinado del Terror”,
pensó que era demasiado y se centró.
Antes
de seguir:
La Montaña (radicales): la parte alta del
“hemiciclo”. Se componía de Jacobinos
y Cordeliers.
El Llano: los indecisos...ora aquí, ora
allá.
A
la izquierda: Los Girondinos (moderados
y federalistas)
tras la caída de los
Girondino se reestructura el panorama: Herbert, Robespièrre y Danton se reparten el espectro.
Con
el fin de dar un giro a la Revolución, hacia una profundización democrática,
Danton se alía con los “sans cullottes”
(¡Un gintónic en su honor!) La masacre del verano del 94 firma su sentencia de
muerte. (¿No les suena a vds. esta manera de hacer las cosas?)
Se
atribuye a Danton aquello de: “La revolución devora a sus propios hijos”.
Es una falsa atribución. Como aquello de “homo
hominis lupo” (Hobbes) o “el fin
justifica los medios”
(Maquiavelo). Falsas, pero...¡verdaderas!.
Del
“triunvirato de la Montaña”
(Robespièrre, Marat y Danton) 2 perdieron la cabeza y Marat, ¡el corazón!
(mientras intentaba aplacar la desazón de la psoriasis. Investigaciones
recientes dicen demostrar que la psoriasis es incompatible con el cáncer. De
hecho, Marat ¡no murió de cáncer!).
¡Las mujeres terroristas lo son a cara
destapada y sin contemplaciones!
Veamos, herbetistas y Dantonianos, unos por la izquierda y los otros por la
derecha, cubrían los flancos al “Incorruptible” y daban espesura a la
Revolución. Pero no hay revolución que
se precie sin un Cronos devorador.
¡Que les corten la cabeza!- gritó
la reina de corazones.
Hubiera sido una escena artística, si
hubiera habido compasión (según la ecuación de Nabokov). Pero no la hubo.
Primero Herbert y los suyos, después Danton y los “indulgentes”. Por último,
como es natural, les llegó el turno a las mujeres. También, como es natural,
María Antonieta había sido precedida por su hijo.
¿Y los perros?
Antes
de que le seccionaran la cabeza: “¡Enseñádsela
al pueblo!...¡Merece la pena!” y lamentar morir antes “que esa rata de Robespièrre”.
De Desmoulins, un testigo, al ver el
estupor del condenado y súbitamente investido del don de la predicción, dijo,
rememorando: “Parecía un hombre sin
cabeza”
Danton (a quien su abrupto contacto
(infantil) con animales de toda ralea había dejado huella en su piel e,
incluso, en su expresión) antes de que le seccionaran la cabeza tuvo tiempo de
proferir: “¡Enseñádsela al pueblo! ¡Merece
la pena!”… Solo lamentaba, dijo, morir antes “que esa rata de Robespièrre”. El pueblo se apartó para esquivar
las salpicaduras. Y las últimas palabras cayeron, ridículas, en el cesto
destinado a tal fin.
El santo y justo arcángel del terror (denunciante), Robespièrre y demás, perderían
las suyas antes de acabar el año. Les dio tiempo a celebrar la Fiesta del Ser Supremo. Indicio de que
el “Incorruptible” iba pasando a
segundo plano.
Mientras
cae la cuchilla, sonará en el esputifaif:
Chano
Lobato (muerto tal día como hoy del año 2007)...Aquello de:
“Por la calle abajito
va quien yo quiero,
no se le ve la cara
con el sombrero...con
el sombrero”
Hablando
de sombrero,estoy por adoptar la barretina ... ¡Quién lo diría!
Mientras
tanto, una jovencita se balancea y pierde un zapato...Un viejo verde está al
acecho (Fragonard. Nacido tal día como hoy del año 1732).
DVD:
“Alexander Nevsky” (¿¡Otra vez?!).
Tal día como hoy, del año 1242.
Alexander Nevsky vence a los caballeros Teutónicos. Antes de la batalla del lago Peipus estoy dormido... a pesar de Prokofiev.