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domingo, 31 de marzo de 2013

Proyectos de propuestas (Ejercicios)...¡Para acabar marzo en paz!





Para el día 20 de marzo

1. Tomando como punto de apoyo la figura del rey Constantino I de Grecia (elevado al trono tal día como hoy de 1913), sucesor del rey Jorge, (asesinado el 18 de mazo, de 1913) )...recrear su rivalidad con Venizelos  (muerto el 18 de marzo de 1936), la deriva de las guerras balkánicas, la disolución del Imperio Otomano y la marcha de Grecia hacia el desastre...¡cuando parecía tenerlo todo a su favor!. Saldrán a relucir Hemminway y Picasso.

2. Ibsen y Skinner: la motivaciones de Elena (o Nora o el Dr. Stockmann) vs. la aplicación sabia y eficiente de refuerzos (según una gran variedad de programas). Saldrá a relucir Papasseit, Berta Poppenheim y cuantos  otros elementos se consideren útiles para la mejor comprensión del asunto.

DVD: Dreyer.

Esputofaif: Gil Evans.


Para el día 21 de marzo

En 1685 nace J.S. Bach  en Eisenach.
En 1933 se termina la construcción del primer campo de exterminio alemán (Dachau)
En 1991, muere Leo Fender.

Aparecerá el poeta Jean Paul (n. 1763), Lutero, Th. Mann...

La composición acabará con los quejidos de la fender de Neil Young (“Dead man”) sobrevolando tierra alemana.


Para el día 22 de marzo

Desde 1895: primera sesión de cine (hermanos Lumière)...Hasta “The last picture show”
La propuesta consiste en, crear una apacible oscuridad y ver esos dos documentos: un principio expansivo y un final desolador. Sin duda se desatarán nudos que parecían definitivos.
No aparecerán ni Goethe, ni Lully. Se permite la aparición fugaz de P. Steptoe.

DVD: “Chico y Rita” (Bebo Valdés. + 22 de marzo del año que corre).


Para el día 23 de marzo

Una propuesta muy fácil y arriesgada: Acercarnos a Broadway nº 488, subir en el ascensor (el primero que se instalo en la ciudad) y recitar desde la terraza, a voz en grito (que el cielo nos oiga):“Seis y un remordimientos para el cielo” (Elytis n. 1857), concretamente, puesto que será sábado, el fragmento “Sábado” del poema “siete días para la eternidad”:


“Ciprés de mi propia vida,
que cortan hombres ariscos y sin palabras:
para la boda o para la muerte.
Cavan la tierra alrededor
Y la rocían con agua de claveles.
¡Pero yo ya he pronunciado las palabras
que desmagnetizan el infinito!”


Para el 24 de marzo.

1. Sobre música de M. Nyman, desarrollar lo desarrollable entre Zimbardo y Haneke. Aparecerá Stendhal.

2. Otras posibles...


Para el 26 de marzo

Viena. 1827, a las 5’45 de la tarde muere Beethoven. En la misma casa, muchos años después, se pegó un tiro en el corazón (¡no en la cabeza!): Weininger (n. 3 de abril).
Munch, Freud, Wedekind, Kraus, Loos, Wittgenstein…Nora…Lulú…Salomé…Alma…

El tema es complicado, pero si escarbamos un poco (en nosotros)..¡Algo saldrá!
Por lo demás...¡¡Un viaje a Viena!!


Para el 28 de marzo.

Desde la casa en la que nací, podía ver el seminario de Orihuela, donde estuvo detenido, para su traslado definitivo a una verdadera cárcel, Miguel Hernández. ¡No sólo fue un poeta de guerra!
Virgina Wolf.
Día de lectura apasionada.


Para el 29 de marzo

Hay materia con Yvan Goll, Jünger y Beria. Salpicar con K. Orff y Swedenborg (y R. Steiner). Si es necesario acudir a “Sor Sonrisa” (no confundir con “Sor Citroen”).


Para el dia 30 de marzo

1. Muerte del bandolero diego Corrientes, los sucesos de Aznalcóllar de 1935, Quico Sabater (El Quico), Martín Patino.

2. Goya, Van Gogh, Verlaine (..Rimbaud..)


Para el 31 de marzo

1. Propongo profundizar en el “Cogito” cartesiano (n. 1596) en relación con los “Cogitata” de Frege.

2. “El teléfono sonó en la tienda de Jonathan a primera hora de la tarde del viernes 31 de marzo” (“El amigo americano”. Patricia Higsmith): Estudio de la personalidad contradictoria (‘) de Tom Ripley. Actos gratuitos en Ripley y Lafkadio (Gide).

DVD: “La soga” Hitchcock.
Esputifaif: las últimas sinfonías de Haydn...mientras leemos poesia de V. Holan.

GORRIÓN
El gorrión,  abandonando una ramita helada
la ha hecho oscilar un poco, de modo que ella contesta afirmativamente
con una negación a la ciega emotividad.
Un poco de nieve cae de esa ramita.
Pronto será un alud.




Propuesta para hoy, 31 de marzo. “El amigo americano”. Brönte.



“El teléfono sonó en la tienda de Jonathan a primera hora de la tarde del viernes 31 de marzo (…)
–¿Diga?
–Bonjour m’sieur. ¿Hablo con Monsieur Trevanny?... Creo que Vd. habla ingés. Me llamo Stephen Wister, W-i-s-t-e-r. (…)”

Jonathan no olvidará nunca ese nombre. Ni el de Tom Ripley, “el amigo americano”. Su vida, decididamente encaminada hacia la muerte “natural”, decidió dar una vuelta por el lado peligroso. 




 Que si hay crímenes perfectos?… ¡vaya pregunta! Los cementerios están llenos de “víctimas” de crímenes perfectos… incluso de crímenes artísticos. En todo crimen hay, al menos, una perfección: ligada a la consecución del objetivo. La otra perfección, la que tiene que ver con la ausencia de indicios (¡de pruebas!), está, incluso, cuantificada: alrededor del 10 % (en países “desarrollados”).

Si Vd., una persona normal y nada violenta, estuviera gravemente enferma ¿aceptaría matar a uno o dos “mafiosos”, a cambio de un pastón que ahuyentaría la miseria de los alrededores de su viuda y de su hijo? ¡Piénsenlo!... y no duden de su valor. Nadie sabe cómo reaccionará cuando peligra lo único que se tiene.

La cosa no es tan fácil como parece: la mujer (o el marido) preguntaría por el origen de ese dinero que “milagrosa” y abundantemente fluye hacia el hogar. El trabajo, ni en una decena de años, daría para tanto…así que olvídense de explicaciones facilonas. La cosa se complica si la mujer (o el hombre) tiene un alto concepto de sí misma y de las virtudes cristianas. Y más, si tiene Vd. un “amigo” como Tom Ripley. 

Patricia Highsmith es retorcida hasta el final (¡sobre todo al final!).  El escupitajo de Simone al rostro de Tom no es, sólo, indicio de odio; es, principalmente, “señal” indudable de que ha aceptado el dinero depositado en Suiza y muestra de la mala conciencia consiguiente. De lo contrario, Tom estaría en la cárcel. ¿Ven Vds.? ¡Con qué facilidad aceptamos el “crimen”… cuando somos los beneficiarios!

Tom es una especie de “toreador” de la virtud (o del crimen): se pasea con garbo y donosura por sobre los más siniestros mojones. Y sale incólume dispuesto para la siguiente aventura.

También había intriga y tal en “Cumbres borrascosas”, una de las primeras novelas que leí, inaugurando así mi adolescencia y dándole un toque de exótica rebelión. No me acuerdo de nada. Sólo de la “Granja de los tordos” y de la finca “Cumbres Borrascosas”. También recuerdo que el “criado” consigue hacerse el dueño de todo y que, al final, todo acaba bien. No leí, hasta mucho más tarde, “Jane Eyre”, de su hermana Charlotte (Brönte, naturalmente), y volví a liarme entre linajes y confusas relaciones. 

Bueno pues tal día como hoy, del año 1855, murió Charlotte. 



Fueron cuatro hermanas y un hermano. Pasaron por situaciones que pueden ser reconocidas en sus escritos: incluyendo un siniestro internado en Bruselas (¿dónde si no?) y el, además de siniestro, húmedo e inhabitable internado de Clergy Daughter en Bradwell.  Todas murieron, antes de los cuarenta, de tuberculosis…”Érase una familia a una enfermedad pegada…” y el varón, como corresponde, se sumergió en opio y en alcohol y no consiguió salir a flote: se había enamorado de la mujer de su “amo”.

sábado, 30 de marzo de 2013

Propuesta para hoy, día 30 de marzo. Ravachol.



“Michael Kohlhaas” es un aviso. O, directamente, una profecía. Llegará de nuevo el día, pues todo vuelve agigantado, en que por un “quítame allá. esas pajas” se armará la de dios es cristo y nadie será capa de bucear en las causas, porque estas se perderán en las rugosidades del tiempo y del espacio. Cualquier día alguien cogerá por el cuello a la cajera del condis y le hará pagar, ante el desconcierto general, la acumulación de pequeñas humillaciones: dos patatas podridas, aquella oferta que no fue tal, las veces que se ha interrumpido el mecánico fluir, justo cuando le tocaba a ÉL, porque ella tiene que contar el dinero y enviarlo lo el tubo de aire comprimido, las veces que han caducado los vales porque los entregan con dos días de validez…y ese día la cogerá por el cuello y se lo hará pagar (a ELLA, mientras el dueño estará arriba fumándose un "habano" que, por supuesto, no será de Cuba)). O, directamente, le meterá fuego al inmundo almacén de alimentos y productos de limpieza. Nadie sabrá por qué. Ni siquiera el infeliz agresor. Es el malestar generalizado y la ausencia de expectativas.
Lo dicho me ha salido así, sin pensar…sin caer en la cuenta en que la efemerídica razón nos conduce a Joaquín de Fiore (*).

Tal día como hoy, del año 1892, fue detenido (y desde ese momento aniquilado) Ravachol, un desnortado activista de la destrucción, reivindicado por algunos grupos anarquistas. Eslabón de la primera oleada de desesperación que recorrió Francia. La segunda llegaría a su final con la destrucción, ya entrado el siglo XX, de la banda Bonnot. Fue el final del anarquismo suicida que, pese a todo, se llevó “p’alante” un apreciable número de “gentes de bien”. La revolución rusa (1905-1917) fue construyendo un modelo alternativo.

Vean Vds. cómo se enlazan los acontecimientos y lo que empezó por una invisible bandera roja, acabó con la muerte del presidente de la república, tras dejar por el camino toneladas de escombros y un reguero de muertos (perros incluidos)…

Gorrión, huele la escabechina. Receloso, toma de mis manos dos lonchas de mortadela, da dos lametazos al plato del agua y se dirige hacia la puerta… ¡pero sin alegría! 

–¡Gorrión!... ¿Y mi tentempié?...¿Tendré que salir en ayunas?

Ni se mueve, ni se conmueve. Así que, al vuelo, me empino la botella de Terry y salimos a enfrentarnos con este vacilante día de primavera. El tiempo justo para hacer sus cosas. Da la vuelta y volvemos a casa.

Detrás de su pétreo apellido de filósofo sin fisuras, se amagaba un “Ravachol” maternal, con ecos de primera leche y de,  paradójicamente, "bizcocho borracho”. Era un trozo de pan, pero su pronto le perdía, así como a todos los que se encontraban a su alrededor.

La mecha de su destino fue una infancia necesitada. Y el oxígeno necesario para la inflamación lo tomó de los círculos anarquistas. Sin ellos sus actos hubieran sido meras acciones, sin dimensión. 

Mientras se producía el criminal “fusilamiento de Fourmies” (1º de mayo de 1891, precisamente el año que más población alcanzó la ciudad… se ve que tras el asesinato la gente se fue marchando, lleno a rebosar el depósito de la vergüenza) y en París se llevaba a cabo la trifulca de la bodega de Clichy, Ravachol, algo ajeno a los intereses generales, solventaba a su manera el día a día de él y de su “familia”: burlar las “barrières” con arrobas de vino y cosas por el estilo…hasta que encontró lo que le pareció un digno “modus vivendi”: Asaltar tumbas y desposeerlas de los tesoros escondidos, como en Egipto, como en Perú…como en todos los lugares civilizados. En París, sin embargo, la gente era enterrada, por lo visto, en calzoncillos y con el sólo adorno del escapulario de trapo… ¡Gentuza!






Cegada esta inofensiva vía, intentó la desposesión de los desposeedores. Pensó en el “famoso” y nonagenario ermitaño de Chambles. Su humilde morada resultó estar rellena de billetes, producto de cincuenta años de mendicidad. El fruto de una vida entregada al rezo y a velar por la salud del universo-mundo. No tuvo más remedio que matarlo. El viejo prefería la muerte a la pobreza REAL. Lo asfixió con un calcetín, más peligroso que el cianuro. Era el 18 de junio.

Al muerto lo encontraron el 21, con la luna llena. Tenía los ojos como platos y con el índice y el pulgar de la mano izquierda se apretaba la nariz. En un primer momento se aventuró el suicidio (¡¡). 

Fue detenido el 27 y el mismo 27 se escapó campo a través. Recaló en “La Rosa de Fuego” donde perfeccionó el arte de la fabricación de explosivos y se convirtió en Leon Léger. Vuelve a París en Agosto del 91… ¡con un “bagage” importante! Algo tiene Barcelona: aquí nació también “Victor Serge”.

El martillo está listo… ¡faltan los clavos! ¿Qué había pasado mientras tanto?

Permítanme que me refiera a Diego Corrientes (*), el bandolero de los pobres, el bandido generoso que fue  ahorcado y descuartizado tal día como hoy del año 1781 en la plaza de san Francisco de Sevilla.

Para más injuria y martirio el descuartizamiento fue ejecutado sin anestesia…cuando todo el mundo sabía, desde el 1842, de la existencia de sustancias que ocultaban el dolor (*).
 
Tres “cuartos” fueron enviados a Córdoba, Jaen y Huelva; el cuarto “cuarto” , un cuarto trasero se quedó en Sevilla…así como la cabeza (¡que acabó como pelota de fútbol¡). Su detención en Portugal, también se saltó a la torera la legislación internacional. Francisco Bruna y Ahumada, humillado hasta el dobladillo del pantalón, el gobernador, el alcalde, el alguacil, el pregonero, el cura, el sacristán y todas las fuerzas vivas, más 20 soldados bien pertrechados, fueron en su busca. Por suerte para la manada se le acabó la munición a Diego. Sólo así pudieron atraparlo.

Fue un avanzado en la guerra de guerrilla al ganarse el favor de los campesinos de las zonas en donde actuaba…

Mientras lo descuartizaban y el público pedía la oreja (homenaje a van Gogh nacido tal día como hoy del 1853…por cierto holandés como Ravachol) para el verdugo, Goya (nacido tal día como hoy del 1746) abandonaba Zaragoza harto de las críticas a su trabajo para la bóveda del Pilar. Y Kant (*) da a la imprenta, tras poner el punto final, la Crítica de la Razón Pura (¡¡): “A un juez semejante (esclarecido y competente) y a su favorable atención dedico este escrito; a su cuidado encomiendo todas las demás circunstancias de mi vocación literaria y soy con la más profunda veneración de Vuestra Excelencia súbdito y servidor obediente(exigencias de la razón…). Enmanuel Kant. 29 de marzo de 1781.





Les supongo conocedores de la matanza de Fourmies. Mientras se llevaba a cabo sin impedimentos, en París una treintena de anarquistas, enarbolando bandera roja, se dirigían de Levallois a Clichy: “¡¡Jornada de ocho horas!!”. Aparece la policía…algunos golpes…algunos disparos… sin consecuencias graves. El grupo se dispersa y se reúne de nuevo en una taberna de Clichy para tomar unas botellas de tintorro. La bandera, naturalmente, había sido recogida y puesta a buen recaudo. Todo parecía haber acabado.  Parecía…pero ¡no! En realidad, ahora empezaba todo. El comisario de Levallois-Perret, antiguo militar, deseaba la bandera por encima de todo. No hay ejército vencido si no hace entrega de sus enseñas. Envió a todos sus agentes a recorrer todas las tabernas de la “contorná” con dos órdenes estrictas y una pregunta:


  • 1.      Quiero la bandera.

  • 2.      A quien tome un chato, le corto los huevos

  • 3.      …¿Está claro?


Clichy constituía otra jurisdicción, en la que el tal comisario no tenía potestad…sin embargo su celo pudo más que la estricta y mísera legalidad.

Cuando estaban por el cuarto brindis: “¡Por la osa menor que contiene a la estrella polar!”, irrumpió la gendarmería. Peleas, algún disparo…y tres detenidos, heridos de bala y, encima, apaleados: Sevillé, Dradare y DeCamps. El tintorro se lo pimplaron entre el mesonero y la guardia… ¡para hacer sangre! El asunto, una vez puesta en marcha la maquinaria, no tuvo vuelta atrás. Se realizó el proceso, presidido por M. Benoît y ejerciendo de fiscal, Bulot (que pidió la pena de muerte). El jurado fue, pese a todo, benevolente (¡¡): Años de cárcel e, incluso, uno fue declarado inocente.

Era el 28 de agosto de 1891. Leon Léger acababa de llegar a París.

Se instala una temporadita en casa de “Chaumartin”, en Saint-Denis, pero enseguida se alquila una habitación en el 2 del Quai de la Marine, en l’Île de Saint-Denis; cerca del puente homónimo y al lado de la “Maison du travail” de la región. ¡Tiene guasa la cosa! ¡Ironía de la historia!... ¡Cómo hubiera cambiado la vida de Ravachol si, en sus días, hubiera existido esa magnífica institución privada(¿) consagrada en materia y forma a aquellos individuos expuestos a la desintegración!...Pues en lugar de jugarse la vida en el centro de París hubiera colocado una marmita rellena de clavos y ferralla ahí…¡justito al lado de casa!...Y no hubiera pasado por el “Very”…etc…etc.

Bueno pues ya que estamos aquí, en la isla de Saint Denis, en le quaie de la marine, aprovecharemos para tomar un calvados en la terracita verdaderamente ridícula de “Le Tabac de la Mairie”: dos mesitas de frío aluminio con sus respectivas sillas encajonadas en una especie de “abrigo” escaso. Sin embargo la orientación es buena y captamos todo el sol de este medio día de finales de marzo. El camarero no tiene ni idea de que en el número 2 vivió Ravachol ni de quién es Ravachol ni la madre que lo parió. Es senegalés y va a lo suyo.

–È voilà… ¡le calvá!... Y el periódico… ¡que lo veo yo con ganas de sudoku!

–Gracias Monsieur!

Ravachol es informado de los hechos de la taberna de Clichy y del proceso: Esto no puede quedar así. Desde ese momento se disponen para la acción directa: “Bizcocho” (¡¡), “Jas-Béala”, su compañera “Mariette Soubère”, “Chaumartin” y el mismo Ravachol se disponen a dar un escarmiento a los fatuos burgueses y a sus esbirros que con tanta ligereza y desconsideración han tratado a los suyos.

Preparan una caja con 50 kilos de dinamita, clavos, balas y chatarra. Toman el ómnibus, de tracción animal, en Saint Denis y se bajan cerca del 39 de la rue Clichy. Su intención: dinamitar la comisaría, empezar “des de baix”… Y seguir con Benoît y Bulot, presidente y fiscal del caso. Ante las dificultades que presenta la comisaría, deciden pasar al segundo objetivo. “Bizcocho” va a reconocer el objetivo, pero no consigue enterarse del piso en el que vive Benoît. Es el 7 de marzo de 1892. Los preparativos continúan y el día 11 “el quinteto de la muerte” salen del 2 de le Quaie de la marine y se dirigen a la parada del tranvía.  Chaumartin”, con responsabilidades familiares, los acompaña al tranvía y se vuelve. Ravechol va impecable. Se sienta en el interior. “Bizcocho”, “Jas-Béala” y “Mariette” toman plaza en el Imperial. La mujer lleva faldas anchas que ocultan la marmita como una gallina clueca a sus polluelos. En la barrera de Saint Denis se apea la mujer. Cruzan a paso de mulo todo París…¡menos mal que es cuesta abajo! Descienden frente al 132 del boulevard Saint Germaine. “Bizcocho” y “Béala” acercan el cargamento al 136 y desaparecen. Ravachol, dos pistolas bajo su chaleco inmaculado, les espera en el interior. Ignorante del destino final deposita la olla en el descansillo del entresuelo. Prende la mecha y sale pitando. Se libró por los pelos… ¡Es lo que tiene la mecha!

Benoît vivía en el 4º piso: salió ileso. Hubo un herido y cuantiosos gastos materiales….Que sin duda han sido reparados… pues en estos momentos pueden vds. comprar un apartamento en la finca por la bonita cantidad de 13.000 euros el metro cuadrado y… ¡sin ascensor!


              


Esto no ha hecho más que comenzar. Ahora le toca el turno a Bulot (rue Clichy 39). Los periódicos, mientras tanto, lanzaban puyas burlonas contra el prefecto y la policía en general. Ravachol, a quien se le buscaba por el caso del eremita, es el principal sospechoso. Se lanza su “búsqueda y captura”. El quinteto prepara otra olla gitana, pero antes de que esté lista el plan es desmantelado por la policía: Ravachol logra escapar (se refugia en Saint Mandé, en el otro extremo de París) y salvar los ingredientes…con la ayuda de un buen vecino…¡policía!

Se afeita la barba.

El 27 de marzo, a las 6’20 de la mañana y cargado con 120 cartuchos de dinamita y toda la guarnición, tomó el ómnibus Batignolles-Jardin des Plantes. Se bajó en la actual plaza de Clichy y arrastró como pudo el fardo hasta el 39 de la calle Clichy. Saludó al portero y entró. Depositó la carga en el segundo descansillo. Prendió la mecha y… ¡otra vez se libró por los pelos! Salió volando como esos papelillos que arrastra el viento huracanado.  Los periódicos acabaron con su mordacidad y los parisinos empezaron a preocuparse. La “Guía de perplejos” (Maimónides*) fue reeditada. Había habido 7 heridos y gastos materiales muy superiores a los de Saint Germain. Actualmente una inmobiliaria ocupa los bajos.

Dos petardazos: 8 heridos, ruinas…y los objetivos ¡intactos!... ¡es lo que tiene esta táctica!...Destrozas media ciudad, te cargas a unos cuantos y dejas tullidos a otros y, sin embargo…No digo que no sea legítimo el “golpe por golpe”, pero hace falta ORGANIZACIÓN y una estrategia que no desemboque directamente en el suicidio.

Ravachol también sucumbió al equivocado deseo de ver “a la víctima”. Volvió a coger el ómnibus en Batignolles pero como la calle estaba cortada lo desviaron en dirección a Magenta. Se bajó. Siguió andando. Le entró sed y entró en la taberna-restaurante “Very” (24 Bouleverd Magenta). Eran las 11 de la mañana.

–Buenísimos días, señores!

–¿A qué viene, si puede saberse, tanta gratitud y contento?–respondió, por todos, un camarero.

–Acaba de explotar un edificio en rue Clichy…¡Así revienten todos estos malditos burgueses!–la sutileza brillaba por su ausencia y la sangre de la mano, color magenta, era cada vez más evidente.

–Yo no digo ni que sí ni que no– contestó el camarero ¿gallego?

Ravachol creyó ver en esta confesión una declaración explícita de apoyo a la clase obrera y le impartió la primera lección del manual del anarquismo. El camarero callaba. El "sin ley" tomó dos absentas y desapareció. El día 30 volvió. Lhérot, que así se llamaba el camarero, lo reconoció y de golpe sus sospechas se concentraron y se hicieron una pesada piedra. Llamó a la policía. Lo detuvieron entre diez, más cinco pistolas apuntándole a la cabeza. Allí acabó Ravachol…pero no acabó la historia.

Lo condujeron a la Conciergerie (donde instruyó, sin éxito, a sus guardianes) con la intención de presentarlo en la Sede de los Criminal del Sena (Palacio de Justicia) el día 26.

El 25 de marzo una explosión tremenda removió las almas de los habitantes de Magenta y alrededores. El “Very” voló por los aires. Una verdadera “verificación”: 2  muertos y del local…¡ni rastro!

Bueno, ya está todo claro. Lo condenaron a muerte por el caso del monje y a trabajos forzados de por vida, por los explosivos. Cumplió primero la primera condena…Así que se ahorró toda una vida de trabajos. Su última frase: “¡Viva la Re…!”. En el canasto color burdeos, la lengua continuó: “…volución!” Algunos creyeron oír “…pública”.

Su muerte fue vengada con el atentado de “Bons-Enfants” (Vaillant). La muerte del autor fue vengada con la bomba del Café Therminus (E. Henry) Y la muerte de este artista, lo fue con el asesinato de M. Carnot, presidente de la República (Caserio).

¿Ven Vds…? lo que empezó con una invisible bandera roja, acabó con la muerte del presidente de la República Francesa y con el movimiento anarquista. Después vendrían Bonnot y los suyos… ¡Pero eso ya es otra historia!

–Amigo…¡enchanté! Ahí te dejo el sudoku fácil.

Y yo vuelvo a casa, con Gorrion. Me preparo un Dry, estilo Buñuel y bajo al condis a por los ingredientes para una “olla gitana”, plato murciano donde los haya:
Garbanzos, patatas, bajocas, calabaza totanera (fundamental), tomate, cebolla, aceite, sal, pimentón, azafrán y hierbabuena. ¡Llámenme si quieren prepararla!
Una botellita de Ribera y un carajillo al cincuenta por ciento. Siesta del borrego y, en sueños…la continuación.



Esta historia, como todas las grandes historias, tiene sus derivaciones.

Ravachol” pasó a convertirse en insulto para el capitán Haddock (“TinTin”). Usado varias veces en “Les Bijoux de Castafiore”, esa historia tan extraña dentro del conjunto de la obra y que ha sido objeto de estudio por mentes preclaras, entre las cuales Serres y un tal Benoît (¿¿). Castafiore regala un loro al capitán, que no ha sido lo suficientemente ágil para huir…¡Léanlo, léanlo!...

Y hablando de loros… ¿saben vds. del “entierro de Ravachol” que tiene lugar cada miércoles de ceniza, desde 1985, en Pontevedra?

Ravachol” fue un loro que perteneció, por regalo del director de la banda militar del regimiento de infantería de Guillarei-Tuy, al farmacéutico titular de la botica que había en la plaza de la Iglesia peregrina, esquina con calle Oliva (donde ahora hay un banco de Santander). Regalo derivado de la gran afición a la música que profesaba el boticario.


      


El tal lorito tenía una envidiable facilidad de palabra y un espíritu contestatario a la altura de su nombre. A los curas los llamaba “bárbaros” simulando ser un cuervo. Odiaba sobre todo, mostrando así su innata inteligencia, a  la Pardo Bazán. Iba más allá de la mera repetición: era capaz de mantener conversaciones que podrían haber superado el test de Turing. Sin embargo su carrera teatral fue un completo fracaso…¡por falta de contención y de disciplina! Falleció  el 26 de enero de 1913, de un empacho de bizcochos borrachos, un poco antes de morir de puro viejo.








RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...