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viernes, 3 de enero de 2014

Propuesta para la mañana del día 3 de enero. Sibour y varios. "El traidor y el héroe".

asteriscos* remiten a Razones efemerísticas.
 
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París. Mal tiene que estar la cosa, mucho peor de lo que dicen, para que la explanada de San Esteban y los alrededrores del Panteón, pese al frío, estén a parir de idiotas que se hacen selfis, y el Gaudemus y la Damme Blanche, vacíos. O bien, son anticonsumistas convencidos, o no tienen un duro; puede, también, que vayan servidos o, incluso... ¡que sean abstemios! Las tres primeras suposiciones son absurdas. La cuarta, tiene un alto grado de probabilidad.

"Era un chico american, americano..."*




Tomo asiento en el Gaudeamus. Pido un cuartillo de calvados y me relajo, dispuesto a alegrarme, a regocijarme profundamente, con la desgracia ajena. A veces, como Uds. saben, la desgracia ajena es una bendición de dios (?). Aunque el desgraciado sea uno de sus ministros, sobre todo si es uno de sus ministros. Les tengo poca compasión. La misma que ellos han tenido con nosotros. Vamos, naturalmente, hay excepciones: ¿Qué me dicen del Padre Damián*? Sería uno de los justos por los que dios (?) no destruiría la Bélgica de Leopoldo a sangre y fuego. Decirles que fue uno de mis héroes de infancia. Uno de aquellos que me arrastraba por la senda del sacrificio.

Fueron incontables las tardes de los viernes que los curas nos ponían la película en una superocho. Era, podría decirse, como si quisieran contagiarnos la lepra. La máquina, en su maquinal discurrir, lanzaba al aire una salmodia en la que reconocíamos el nombre de la heroina de Zaragoza: Agustiiiiina d'aragón Agustiiiiina d'aragón Agustiiiiina d'aragón Agustiiiiina d'aragón Agustiiiiina d'aragón. El programa se completaba con otra formidable película: La mies es mucha. Si Damián había escogido Hawai (mientras Gauguin pintaba el Cristo Amarillo y meditaba seriamente en retirarse al otro extremo del Pacífico), el padre Santiago tomó rumbo a la India. Aquí no quedó ni dios (?). Nosotros estábamos llamados a ser el relevo, aunque llegáramos enfermos terminales.

Pues eso. Aquí estamos, en París. Cuando vean Uds. que han cogido el puntito con el calvados, levántense con cuidado y diríjanse a la Iglesia de Saint Étienne-du-Mont, de incierta fachada. Nacida dentro de la desaparecida Iglesia de santa Genoveva como capilla de la Abadía del mismo nombre, ha sobrevivido a sus progenitores.



Ahí estarán con los preparativos de la novena post-Santa Genoveva, patrona de París, pero no se asusten; siempre habrá un guía dispuesto (¡pagando, oigan, pagando!) a enseñarles el cofrecito con la repulsiva víscera cordis de Sibour, infecto arzobispo de París (como todos los de su especie) que, tal día como hoy, del año 1857, vio como, por un quitame allá estas pajas, un cura, harto, precisamente, de pajas y deseoso de acabar con el celibato, atravesó su corazón. Perteneció Sibour a lo peor de esa casta oscura y, en general, pedófila: al subconjunto infame de los "arzobispos de París". Nombrado senador por Napoleón III, se lo agradeció imponiéndole, al año siguiente, el amargo sacramento del matrimonio. Había declarado "santa" la guerra de Crimea. Fundó una especie de "Legión Infantil" que seguramente acabaría como la "Legión de Cristo" de Marcial Maciel*, aunque no saliera a la luz pública, que, por cierto, era escasa y trémula. Madame Bovary acababa de ser publicada en "fascículos" y Las Flores del Mal esperaban la llegada de la primavera.


Pensando en la curia, quizás, un alemán espabilado, inventa, ese mismo invierno. la salchicha "Weisswurst". ¡Menos da una piedra!

Reflexionen Uds.: Si el tal Sibour no hubiera estado emperrado con lo del dogma de la Inmaculada Concepción y con la necesidad y utilidad del celibato eclesiástico, no hubiera aparecido Verger con su navaja y, en consecuencia, no estarían Uds. contemplando esta acumulación de despojos. Fue necesaria la puesta en marcha de esa relación dialéctica entre el ejecutor y la víctima. Sobre el tema del traidor y del héroe hay mucho que decir (y que callar).

Verger, que había sido desposeido de sus dones taumatúrgicos, esperó al jerarca a la entrada del coro alto, la joya más preciada del recinto, y cuando lo tuvo a su alcance, y al grito de "Voglio una donna!" se le abalanzó con el cuchillo por delante. Pascal y Racine se despertaron y giraron, molestos, sus restos sobre el costado izquierdo, tras décadas de descansar sobre su costado derecho. Sara Bernhardt, que en una ocasión, siendo una niña, había sido felicitada por Sibour, dijo entonces "haber sentido que también le herían a ella...que me habían quitado mi pequeña gloria". Bah! Cosas de artistas...
¡Bravo por el valeroso soldadoVerger!*




Lo del sepulcro de Santa Genoveva es un fraude. En realidad es una losa que encontraron tras la destruccion del 1791. Santa Genoveva ardió en la tétrica Place de la Grève. Sus cenizas volaron. Las de Descartes, pudieron ser rescatadas, dicen, y se conservan, dicen, en Saint Germain des Près.

Toda la cristiandad está llena de pútridas reliquias. Sin ir más lejos, en mi pueblo se conserva un manojo de pelos, que, dicen, fueron arrancados de los cuartos traseros de "Lucero", bisnieto del burro de Pedro el ermitaño, lider de la cruzada de los campesinos. Cada año hay que fumigarlos con Zotal. Y en un pueblo vecino, dicen, conservan un trozo de la cruz en la que se consumó el misterio de la redención. Es un verdadero nido de carcoma. Todo un problema.

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"Bajo el notorio influjo de Chesterton (discurridor de elegantes misterios) y del consejero áulico Leibniz (que inventó la armonía preestablecida), he imaginado este argumento, que escribiré tal vez y que ya de algún modo me justifica, en las tardes inútiles. Faltan pormenores, rectificaciones, ajustes; hay zonas de la historia que no me fueron reveladas aún; hoy, 3 de enero de 1944, la vislumbro así."



Y nos lanza una pelotita más densa que el mercurio. Una hiedra de indicios y presagios más intricada que la de piedra que adorna la subida al coro mayor de Saint Étienne. El "Tema del traidor y del héroe", uno de los relatos más cortos de Borges es, asimismo, de los más abarrotados de referencias. La historia como espacio en el que se representa un ideado libreto que abarca lo pasado lo presente y lo futuro. Incluso el investigador-relatante que descubre el asunto (y se lo calla) estaba previsto.
Bueno, léanlo y después me dicen. Borges en estado puro, ajeno al mundo: Los americanos se disponen a desembarcar en Anzio. Turín está siendo bombardeada por los aviones británicos. El ejército rojo se aproxima a la frontera polaca. Petain, en Vichy, condecora al embajador saliente argentino... y acaba de estallar en los astilleros de Brooklin el destructor Turner, dejando el cielo a disposición del difunto pintor.

Bueno ¿qué les ha parecido el templo?... ¿Bien? Pues, ¡hala! ¡A tomarse una copita por ahí!

Yo sigo sentado a una mesa del Gaudeamus; aún quedan motivos de regocijo. 
 
- Garçon!
Se acerca una chica con delantarcito blanco y cofia del mismo color, parece una monja semiseglar.
- Bonjour, Mademoiselle...
- ¡Corte el rollo! Lo del "mademoiselle" está más pasado que la novena a santa Genoveva.
- Como guste. ¡Caballero! ¡Sírvame Ud. otro cuartillo!

Se retira resentida. Veo la desorientación en sus hermosos ojos y veo, también, cómo pregunta a su colega. Vuelve con el calvados.

- ¡Merci!
- ¡¡Cerramos dentro de media hora!!
- "Questa piccolissima serenata / Con un fil di voce se può cantar..."*, no hace falta gritar.

Es la hora del ángelus y ya están pensando en cerrar. Veo el periódico libre encima de la barra y me lanzo como una ráfaga de Sturmgewehr-44.

"C’est un de ces secrets honteux que l’on garde pudiquement par-devers soi : il n’y a pas assez de place, en France, pour les handicapés mentaux nécessitant une prise en charge permanente en dehors du foyer familial. La Belgique offre, depuis cinq décennies, une solution de secours aux familles françaises en détresse, avec des institutions spécialisées prêtes à accueillir ces personnes, soutenues par un financement public français."

Bueno, ahora se explica todo. Resulta que los franceses con problemas mentales (graves) son enviados a Bélgica donde son mantenidos con dinero público francés. En Francia no hay sitio para todos. Eso explica que muchos galos disimulen sus dolencias y compliquen sobremanera las relaciones sociales (empleándose como camareros, por ejemplo) y, por otra parte, explica la sobreabundancia de desgracia en Bélgica.

Después de esta revelación paso, directamente, al sudoku. Imposible. La curia me martiriza: Tal día como hoy, del año 1521, Leon X, putero y Médici, excomulgó a Lutero y a los suyos, quienes, entre otras desviaciones, como no pagar, estaban en contra del celibato eclesiástico. León X ("puesto que dios (?) nos ha concedido el papado: disfrutémoslo"), versado en la materia, prefería la variedad y la ocultación (innecesaria).
Y centurias más tarde, el bueno de Juan XXIII, excomulgó, tal día como hoy, a Fidel Castro, que, conmpungido por la cegada entrada del paraíso, declaró la necesidad de "crear uno, dos, tres Viernam". Fidel nunca se repuso del anatema.

Estos Papas se creen la hostia y son la purria de la purria (y disculpen mi estilo). Es el calvados, pero es que si no es así no hay quien soporte este frío. Sin embargo, me digo, esos desnortados siguen con sus selfis. Mi público aún no ha nacido.

-¿Decía Ud. algo?
- No, nada. Estoy conmemorando la llegada de Hillary al polo*.
-Pues, nada. ¡Cerramos!

Me paso a la Dame Blanche donde me acojen con los brazos abiertos. El camarero, sin pedirlo, me sirve mi cuartillo de calvados y un platito de caracoles.
 
Hoy, 3 de enero del año, que ya describen como apocalíptico, 2023, reposan los restos inmundos del papa emérito Benedicto XVI, Nazinger para los amigos. Murió el 31 de diciembre con la última uva. Miles hacen cola para sacarse un selfi con el cadáver de fondo.
Será recordado por su implicación en asuntos, rutinarios, de pedofilia, aunque él hubiera deseado que se le recordara por su sutileza teológica y escatológica.
"Dejad que los niños se acerquen a mí"... es más ¡lo exijo!
 
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"Aprieto en el puño la ya borrosa fecha de nacimiento y en tropel y en manada, susurro con labios exagües: nací en la noche del 2 al 3 de enero, en el inseguro año de 1901 y los siglos me rodean con sus llamas..." (Mandelstam).

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"El teniente Dub, al que el espantoso aguardiente se le había subido a la cabeza, golpeó la mesa con los dedos y dirigiéndose al capitán Sagner dijo súbitamente:
-Con el capitán del distrito decíamos siempre: patriotismo, fidelidadal deber, domino de uno mismo, éstas son las mejores armas en la guerra. Precisamente hoy recuerdo las fronteras que pasará nuestro ejército dentro de un tiempo imprevisible."

Aquí acaba el manuscrito de Hasec. El autor murió el 3 de enero de 1925, a la edad de cuarenta años. ¡Bravo por el soldado Schwejk!




Ah, se me olvidaban los huevos del caballo de Pavía*



jueves, 2 de enero de 2014

Propuesta para hoy, día 2 de enero. "Toma de Granada". Perséfone. Morell. Galileo. Pontormo. "Réquiem".


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Tenía que llegar el día y llegó: Hegel ha mordido a un abuelo que salía del CAP. Caminaba encogido como una desorientada clave de fa. Por suerte iba arropado con un chaquetón de cartero, un tres cuartos que, en su caso, parecía un cuatro cuartos. El perro se ha quedado encallado en la manga y en qué nos hemos visto para desengancharlo. Ha sido una suerte que el abuelo tuviera buen talante y que el tabardo fuera de cuero de vaca vieja, o quizás por eso. En contra de lo normal, le ha dado un ataque de hipo. Y, así, a saltitos, nos hemos plantado en la cantina del Día para ver de solucionar el molesto hipido.


La anécdota no tiene moraleja ni nada, lo cuento tal como ha sido. Tampoco, creo, servirá para nada de cara a la correcta educación de perro. No, nada que iba, ha dicho, a por la vacuna de la gripe. ¿No es un poco tarde?, le he preguntado. Puede ser, me ha respondido, pero no sabía qué hacer esta mañana y me he dicho...

El cantinero del Día que, como Uds. saben, es un pozo de sabiduría y de sorpresas, nos ha recibido con sendos platitos con ¡cuatro! hermosos granos granates de granada, ese fruto colorado y coronado. Las luces del belén se confunden con la de la máquina tragaperras.



- ¿Y eso?
- Pero, bueno...¿en qué mundo vive Ud., querido Kino? Pensaba que su afición era más exhaustiva...
- ¿?
- ¿No sabe Ud. que hoy es 2 de enero?
- Sí, estimado cantinero, lo sé; pero la cosa no me dice nada al respecto de estos hermosos rubíes.
- ¡Es el día de la "Toma de Granada"! Y como yo, Ud. sabe, soy de Orce, pues eso... intento mediante este poético gesto arruinar la cutrez casposa de la celebración oficial y que el universo-mundo sepa que aquí, en el "cul d'Ocata", las cosas se hacen de otra manera.
- Pues, oiga, ya puestos... pónganos, por lo menos un cuarto.
-Es Ud. más ignorante de lo que pensaba, querido Kino...

Es la primera vez que el perro ve y oye como se insulta a su amo de una forma tan descarada. Me mira esperando órdenes. Del colmillo derecho le cuelga un jirón de piel de vaca vieja. El abuelo sigue con su hipo incontenible. Sobre la mesa los platillos con los granos de granada. En el aire, el suspense. El cantinero, sabedor, coge el trapo y limpia la barra a conciencia mientras nos mira de soslayo. Acabada la faena nos sirve unas copitas de orujo de hierbas que, dice, va mejor.



VOZ EN OFF:

Una hermosa mañana de primavera (como siempre), Perséfone, hija de Zeus, a quien, destronado Cronos, le había correspondido la supremacía, y de Deméter, diosa de la tierra en su faceta productiva, retozaba por los verdes prados de Enna (en la profunda Sicilia). La acompañaban, como siempre, algunas ninfas. La escena inicial es similar, para que se hagan Uds. una idea, a la de Eurídice y a la de Europa. Hades, a quien, destronado Cronos, le había correspondido el reino subterráneo, compuesto del siniestro Erebo y del aún mas siniestro Tártaro, recinto de los Titanes, se había enamorado de su graciosa sobrina Proserpina, pues así fue llamada por los romanos. Poseidón, el tercer hermano, a quien, destronado Cronos, le había correspondido el dominio de las aguas océanas, no intervino en la trama.

Zeus, por razones de consanguinidad, aceptó la situación y permitió que Hades raptara a su graciosa hija. Deméter, la suegra, se opuso con todas sus fuerzas, que eran muchas: las plantas se secaron, la tierra no produjo y una hambruna mortal se extendió por el universo-mundo. Los mortales, como es natural, morían... pero entre sufrimientos no previstos... y antes de la hora inicialmente estabecida. Zeus, compasivo, no tuvo más remedio que ceder y envió a Hermes, que servía para un roto y un descosido, a los infiernos con el fin de solucionar el litigio.

Mientras tanto las ninfas, por atolondradas, fueron convertidas en sirenas, que fueron, hasta el siglo IX, en que la iglesia las convirtió en mujeres-peces simbolo de la sensualidad resbaladiza, aves-mujeres de mal agüero.

Hades fue convencido, pero puso una aviesa condición: que antes de salir del subsuelo comiera cuatro dientes de granada, alimento de los muertos. Perséfone los comió gustosa, sin saber-sabiendo que eso la obligaría a volver cuatro meses al año al antro mortuorio. Cuatro meses en los que la tierra quedaría insensible, helada, muerta... a la espera de la fértil resurrección primaveral: "Si el grano de trigo no muere... etc...."

Y así se estableció el ritmo de las estaciones: una combinación eterna de muerte y resurrección amorosa. Y Perséfone se convirtió en el símbolo de la muerte y de la renovación de la tierra.

- ¡Ah, bribón! Ahora entiendo lo de los cuatro granitos... ¡quiere Ud. asegurarse la clientela!
- Bueno, sí. Pero no me dirán que no es mejor método que un carnet de fidelización por puntos, que te darían acceso, ya cirrótico y alopécico, a una batidora o a una plancha para el pelo.



El abuelo persiste en su hipo dentro de su tabardo destrozado. El perro, que algo sabe, espera que le cuenten por enésima vez lo del Can Cerbero. El suspense sigue suspendido. Los vasos son rellenados. Entra un cliente que nos desea a todos un feliz año. El suyo parece que ha empezado fatal, aunque nadie sabe cómo le fue el anterior. El bodeguero entra en la cocina y sale con unas hojitas de menta.

-Según Demócrito, dice, la menta masticada junto con los granos de granada, combaten el hipo. Olvídense Uds. de beber en posturas imposibles, de abstenerse de respirar o de recibir un susto de muerte, "persefónico", "proserpínico", por así decir.-Y, diciendo lo dicho, arrima el platito con el combinado a la zona de influencia del anciano, que se lleva a la boca los rubíes y las hojas de menta. Traga. Espera. Bebe un traguo de orujo y el hipo desaparece de forma mitológica. A lo lejos gime una sirena. ¡Feliz año nuevo!

-Con la venia, me atrevería a incorporar algunos datos a la cuestión, pues sepan Uds. que la voz en off se ha oído en todo Ocata. El primer granado lo plantó Afrodita, de ahi que Romeo cuando le canta la serenata a Julieta, lo haga "a la sombra del granado".
-¡Tariq Alí!- exclama el tabernero. Y saca un vasito para el recién llegado que, golpeando con fiereza el mármol, se lo lleva al gaznate con un prodigioso giro de muñeca, rubricando así, su pertinente aportación.

-Pues ya puestos, yo también diré algo -tercia el abuelo- Perséfone no era lo que podemos decir "amable". Al contrario. En un ataque de celos, redujo a la ninfa Menta a un hierba rastrera , esta que, precisamente, estoy masticando, y no contenta con eso, la chafó con furia. Hades hizo el resto.Y aprendió rápido a poner también curiosas condiciones.

-Y hay un perro con tres cabezas y una cola de serpiente- Hegel, dixit.

Nos vamos con la convicción de que la Unesco debería declarar la cantina del Día del "Cul d'Ocata" Patrimonio Cultural de la Humanidad. Dejamos al anciano, al recién llegado y al cantinero, debatiendo sobre las desventuras de Muley Hacén, de elevado nombre y rey de Granada, su hermano el Zagal y su hijo Boabdil. A lo lejos oímos algo así como: "Lo dejó ciego, sí. Le punzó los ojos..."

Ya en lo alto de la calle vuelvo la cabeza y suspiro con melancolía por tanto desperdicio de talento y humanidad. Como Boabdil dirigiéndose a Laujar, en las Alpujarras. Allí, al año siguiente, murió su esposa, Morayma, de bello nombre. Sin nada más que hacer en aquellas sierras nevadas, hizo el equipaje y se largó a Fez. Mientras tanto, cerca de Empoli, era concebido el inmortal Pontormo, muerto tal día como hoy, del año 1557.

                                               

El día de hoy podría ser declarado el Día Internacional de las Expulsiones (DIE): Moros de

Granada. Españoles de Méjico. Argentinos de las Malvinas. Otomanos de Europa...

Me preparo las torradas con el condimento acostumbrado y enchufo el esputofaif: "Perséfone" de Stravinsky y a continuación "Almoraima" de Paco de Lucía, para desengrasar.

Y es que El Zagal, tío de Boabdil, cuando llegó, exilado, a tierras africanas, fue cegado por el rey de Fez, aliado de Boabdil. Precisamente el día exacto en que, 140 años después, Galileo comunica, en plan Blade Runner, a Elia Diodate que se ha quedado ciego: "Galileo, vuestro amigo, se ha vuelto ciego por completo, de manera que aquel cielo, aquel mundo, aquel universo que yo mediante mis observaciones maravilosas y claras demostraciones había ampliado por cien y mil veces más de lo comúnmente creído, se ha disminuido ahora y restringido para mí hasta el punto de no alcanzar nada más que mi persona". Aún tuvo tiempo de dictar la última parte de sus Diálogos sobre dos nuevas ciencias. Para eso bastaba con la clara visión del intelecto.




2

"Morell capitaneando puebladas negras que soñaban ahorcarlo, Morell ahorcado por ejércitos negros que soñaban capitanear-me duele confesar que la historia del Mississipi no aprovechó esas oportunidades suntuosas. Contrariamente a toda justicia poética (o simetría poética) tampoco el río de sus crímenes fue su tumba (como sí lo había sido para Hernando de Soto, su primer explorador). El 2 de enero de 1835, Lazarus Morell falleció de una congestión pulmonar en el hospital de Natchez, donde se había hecho internar bajo el nombre de Silas Buckley. Un compañero de sala lo reconoció. El 2 y el 4, quisieron sublevarse los esclavos de ciertas plantaciones, pero los reprimieron sin mayor efusión de sangre"


Aprovechen el día y lean (¡se dice releer!) la historia, recogida por Borges (otro insigne ciego) en la Historia Universal de la Infamia, del "incomparable canalla" Morell (poor white) y su cruzada metódica en pro de la "emancipación" (¡definitiva!) de los negros de las tierras del Mississipi (Swift, Marc Twain...) "magnífica imagen del sórdido Jordán" (¡!): "Este método es único, no solamente por las circunstancias sui generis que lo determinaron, sino por la abyección que requiere, por su fatal manejo de la esperanza y por el desarrollo gradual, semejante a la atroz evolución de una pesadilla." Método, por lo demás, descendiente de "esa curiosa variación de un filántropo", refiriéndose a Bartolomé de las Casas y a su propuesta a Carlos V.




A Morell le cabe el problemático e inseguro honor de abrir la HistoriaUniversal de la Infamia. Y, bueno, aclarar que no tuvo nada que ver con la infortunada Carmen Morell a quien todos "debemos un beso".

Borges: Dueño del ritmo exacto y de la palabra ajustada; de la paradoja y de la evidencia; de lo barroco y del concepto; de la fantasía y de la realidad; dueño de las palabras y de las cosas, que nombra con meticulosidad oriental o con ligereza británica; de las genealogías y de las geografías; de la lógica y del desconcierto; de lo no escrito y de bibliotecas infinitas; de los espejos; del barro turbio de los barrios y del alma (?) humana... En sus miles de páginas no sobra nada... y lo que falta...¡pónganlo Uds.!


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De Pontormo, presente en mi vida desde el mismísimo día de mi nacimieto, dada la similitud compositiva entre mi ascenso a la habitación de matrimonio y su Descendimiento, pueden Uds. leer su limitado diario y las páginas que le dedica Vasari en el capítulo 5 de su obra referencial. Sale a relucir (siempre con brillo sulfúreo) por mor de las efemérides: Tal día como hoy, del año 1557, murió y se puso fin a su neurótica existencia, cuyo final, y según se acercaba la hora postrera, estuvo dominado por una aversión, más allá de lo normal, a la muerte. ¡Ni mentarla en su presencia!

Observen el Descendimiento, que más parece la desordenada evacuación de un centro de salud bajo una fluorescente luz de autopista. Intenso torbellino emocional... en tonos pastel.
Hay una ruptura neta con el orden compositivo renacentista y con su paleta. El Greco ya está presente. Observen el juego de miradas: ¿Hacia dónde miran los portadores? ¿al punto por donde ha de llegar la ambulancia?

Ya puestos, comptemplen la de Rosso Fiorentino: parece el montaje desordenado de una falla, a la luz selenita de otoño.


Bueno, lo que realmente me atrae del cuadro, es la presencia de la mujer que, inclinada sobre la cabeza de la Madre, culmina la escena. Viste diferente: un vestido ceñido, color pistacho con un profundo escote, que bien pudiera haber sido adquirido en Zara. Observen su pecho izquierdo, parece que llevara prendido un granito de granada. Ese relieve, ese brote oculto, esa yema, y en esas circunstancias... ¡Me arrebata! ¿Y su cabello descubierto? Nada que ver con las complicaciones renacentistas: simple, eficaz, como si acabara de cortárselo en una peluquería de barrio. Tengo para mí que se trata de la Magdalena, una vez cortado el cabello con el cual secó los pies del muerto, presente.

4
Acompañen la visión con el Réquiem* de Mozart, su canto de cisne, dijo. Llevaba el músico algunas semanas estremecido por las perífrasis de la muerte. Él, que, al decir de muchos, imbuído por la racionalidad masónica, no temía a la muerte (aunque, es natural, tampoco la deseara), se desató en lágrimas reveladoras una tarde-noche de octubre de 1791, en el Prater vienés, lugar inadecuado de todas todas para estas exhibiciones.

No duró mucho. El tiempo justo para concluir y estrenar La Flauta mágica (¿quién lo diría?) y algo más (¡!). Además de, naturalmente, acometer el Réquiem. 1791, último de los que le habían sido prescritos, fue, (todo es relativo) fructífero y algo más decente que el anterior. Sólo le faltó, para ser redondo, comerse el turrón: ¡por 20 días!

Olvídense del personaje misterioso que en julio de ese año, de forma anónima, le transmitió el encargo del conde Walsegg-Stuppach, de nombre prodigioso y le ofreció los fatídicos dientes de granada. Lo único misterioso que tenía era su fealdad y su sarmentoso porte, pero no son motivos, éstos, para dotar a su poseedor de capacidades hierofánticas. Por lo demás, era algo corriente. Alguien quería revelarse a sus amigos, o su querida esposa (aunque acabara de morir, como era el caso) como compositor de enjundia y encargaba una obra a la altura de las circunstancias. Y pagaba, oigan, pagaba.


Sea como fuere, Mozart pensó en su propia muerte y se entregó al encargo como un cartujo a cavar su fosa. Atacó el Introito y siguió con el Kirie Eleison. En la secuencia del Dies Irae se atascó. Y cuando llegó a la última parte de la secuencia, La Lacrimosa, paró en seco, quizás pensara en aquella tarde-noche en el Prater. En el octavo compás se le cayó la pluma de ganso. El resto quedó más o menos esbozado. Süssmayr, discípulo, completó orquestaciones, desarrolló y varió temas y hasta se atrevió a escribir completamente la 5ª y la 6ª partes: el Sanctus y el Agnus Dei, puesto que la última, la Comunio, es un refrito de las dos primeras.

Se estrenó tal día como hoy, del año 1793. Fue un concierto en beneficio de la viuda. Es decir, que lo que había sido iniciado por la muerte de la mujer del conde y que Mozart compuso como si fuera el suyo propio, resultó ser, a la postre, en beneficio de Constanza.

Bueno, pues, lo llevo oido cinco veces seguidas. Hegel ya no sabe cómo ponerse. Cambia de posición, se levanta, bosteza, me trae la pelotita, se sienta... y en el octavo compás de la Lacrimosa, viendo mi estado de postración y el ridículo casero, se acerca y me lame la mano que cuelga lánguida del sofá de polipiel, comprado en Ikea con ocasión de la visita de mi cuñada:

"Lacrimosa dies illa
qua resurget et favilla..."



La tonalidad de Re menor, arcaizante, tanto como la inamovible, aunque multiforme, muerte, es rara en Mozart, un músico, hasta el final, de bemoles mayores. He de decirles (y recomendarles, de paso) que estoy leyendo un librito magnífico (¡cuidar la adjetivación!): "Cómo escuchar la música" de Aaron Copland, regalo de navidad, y me estoy enterando de todo: de las formas fugadas, del contrapunto (y polifonía) de la misa (la mitad)....vamos, de todo. Así se disfruta el doble...¡o más!

Creo que Hegel no comparte mi opinión. Ya sólo le falta traerme la correa y las bolsitas. Paseo por la playa y vuelta a seguir con el Réquiem... ¡redios! (?).
A la vuelta pasamos por el Condis, a por un cargamento de granadas que nos aseguren el renacer.

4
"¿Puede uno ser poeta y llevar el pelo corto?" se preguntaba Renard tal día como hoy del año 1890. Se ve que aún le duraba el trancazo. Sin embargo la pregunta es pertinente, no en vano Cravan y Limonov volvieron a plantear la cuestión y cada uno de ellos se declaró el poeta con el pelo más corto del universo-mundo. 















miércoles, 1 de enero de 2014

Propuesta para hoy, día 1 de enero. Año Nuevo, Vida Nueva.

(los asterisco * remiten a “Efemerísticas Razones”)

Las resacas son malas y ninguna peor que la que sigue a Noche Vieja, pues está mezclada con claros propósitos de enmienda que multiplican por enteros la mala conciencia y la acedía. Con la edad se convierten en terroríficas.



Maupassant intenta abrirse las venas con un abrecartas. Amanecía el primer día del año 1892. “Tengo miedo de mí mismo, tengo miedo del miedo, pero ante todo, tengo miedo de la espantosa confusión de mi espíritu, de mi razón, sobre la cual pierdo el dominio y a la cual turbia un miedo opaco y misterioso…”, decía el infeliz, desesperado y aturdido, porque mire Vd. que intentar abrirse la yugular como si fuera una misiva del más allá…Aunque yo los he visto querer pincharse caballo con un tosco tenedor de cocina. Fracasado el intento, es internado y murió, como, por lo demás, es natural.

El año nuevo del 1884 había escrito un cuentecillo para “Gil Blas”: un parroquiano, golpeado por la vida, limita la suya a beber cerveza y a fumar en pipa. Bastante simple, pero ¿qué quieren? En pleno resacón hasta las musas huyen de nuestra vera.

Dicen que va bien una cervecita, o un bloody Mary o un iboprufeno: Elijo una copita de cava con zumo de naranja (agua de Valencia, vamos)…copita a copita acabo la botella.



Renard, amaneciendo el 1 de enero del año 1898: “¿Qué espero para suicidarme?”… ¡Pues la hora del bloody mary! Y es que las resacas son malas. Ya lo dijo él mismo: en Noche Vieja, hasta la mujer más gorda del mundo se siente melancólica.

Te despiertas no sabes dónde, miras a tu alrededor y lo que ves es, normalmente, el paisaje después del apocalipsis.

Hay otras formas de empezar el año, pero igualmente deprimentes.

Alma Mahler, la omnipresente “sacadora” de mascarillas mortuorias, se despertó el día de Año Nuevo del año 1902 con el cuerpo golfo. Tenía 22 años y era la envidia de Viena; del centro, quiero decir. Los de más allá del Ring, ni la conocían:

“Lo que tengo que escribir hoy es muy triste. He llamado a Gustav. Por la tarde hemos estado juntos en su habitación. Me ha entregado su cuerpo y le he dejado que me tocase con la mano. Su brío estaba rígido y erguido (¿como una batuta?). Me ha llevado al sofá, me ha tendido suavemente y se ha balanceado sobre mí. Entonces, cuando acababa de sentir su penetración, ha perdido la fuerza. Ha apoyado la cabeza sobre mi pecho, destrozado, y casi llora de vergüenza. Distraída como estaba, le he confortado”. Y sigue, desesperada: “¿Y si él perdiese… eso? ¡Mi pobre esposo!”.


Los días siguientes anotará: “dicha y éxtasis”…”Éxtasis sin fin”.

Sobre esta cita se podría uno explayar, pero no voy a hacerlo. Y no voy a hacerlo, porque sé que no es agradable que te recuerden las cosas. Yo nunca he llegado a “casi llorar de vergüenza”, porque mi estado no  ha permitido el más mínimo derrame de conciencia. Han de pasar días para que uno se haga cargo del estado de las cosas.

Sólo añadir que ese mismo día, del mismo año…o sea, justo en el momento en que Alma permitía a Gustav que “la tocara con la mano”, Freud es ascendido a Profesor Extraordinario.




Aún no se había desvanecido la última campanada que marcaba el fin del último día del año  1907, cuando sonó un estruendo que  los presentes, acostumbrados como estaban a las armas de fuego, no pudieron confundir con nada que no fuera un tiro y cortó por lo sano la interpretación de “Sangre Vienesa”. Los bailarines habían, durante horas, representado la rutina del imperio bicéfalo: vuelta a derecha, vuelta a la izquierda, retorno al centro y… ¡vuelta a empezar!  O, según otros, expresado verticalmente un deseo horizontal

Un rumor bronco recorrió el salón de gala del hotel Bristol de Viena.

En un rincón algo que ahora calificaríamos de “chica” y que entonces fue juzgado como una mujer madura yacía en el suelo. A su lado un pequeño revólver de bolsillo, como un recién nacido.

Era Frida Uhl-Strinberg. Varias veces había amenazado con matar a su nuevo amante-marido (era el 5º) y, finalmente, se amenazó a sí misma. No murió. Ni siquiera resultó herida. Le dieron una copita de licor de cerezas y continuó “sangre vienesa”: giro a la derecha, giro a la izquierda, retorno al centro y… ¡vuelta a empezar! ¡Hala…”con faldas y a lo loco! (*)


Strindberg, casado y padre, había conocido en Berlín a Frida, hija de editor y crítico literario y elemento imperfecto del conjunto “mujeres liberadas” al que también pertenecieron las Isadora, Duse, Alma, Lou Andreas, Virginia Woolf, Misia, Bella Otero, L.Fuller, Coco Chanel, Sara Berhardt, Camile Claudel, Elisa Leónida Zamfirescu, Sarmiza Bilcescu, Marie Curie…que, a su manera, también acrecentaron el caudal del río imparable de la “liberación de la mujer”.  

Tuvieron una hija. Se marcharon a París y mediado noviembre de 1894, se separaron, para siempre, en la Gare du Nord. Ella volvió a Berlín y él se sumergió en el “Infierno” de Montparnasse… a descubrir, con infiernillos y mecheros Butsen, ¡la naturaleza compuesta del hierro! Y a charlar con el diablo “Vauvert”, residente fijo de la Closerie des Lilas, recién refundada. Allí, con las manos vendadas a causa de sus progresos con la química, intentaba pimplarse un vasito de “diablo verde” (…o dos…).



Conocía perfectamente el camino de la Rue Delambre a la residencia del diablo. En aquella siniestra y premonitoria calle, Barea y su compañera austríaca, sacaron el máster en privaciones y estuvieron cerca de acabar como “el vagabundo” del cuento en el que Maupassant se entretenía la tarde del primero de enero del año 1887. Sobre la calle Delambre hay mucho que contar.

Mientras tanto, Marie Curie, vecina del escritor y más sistemática, orientada e igualmente necesitada, presentía el torio, el radio y el polonio y ponía las bases de su gloria y de su muerte (su marido la encontró de la forma más ordinaria. Esas muertes, ridículas (¿), esquivables, merecen una propuesta aparte).

… Pero esa es otra historia…a la que volveremos…

La Uhl, ya en territorios germánicos, tuvo una aventura y un hijo con Wedekind. Convenció a Karl Krauss para que hiciera una “lectura representada” de Pandora (en la que el mismo Wedekind hizo de Jack the Driper) y ayudó a su tercer amante oficial, Hanz Heinz Ewers, en la creación del primer Kabaret alemán: el Buntes Theater (Überbrett, por Nietszche).

… Infórmense Vds. de este hecho…Infórmense…. Era el primer año del siglo XX.

Relacionarse con Krauss y no hacerlo con Altenberg y compañía era imposible.

Y al poco ocurrió lo que les he contado. Acudió a la fiesta con su amante del momento, el poeta, posterior espía y protonazi, Werner von Osteren al que ya había amenazado con la muerte. Y cuando una mujer promete… ¡cumple!

No podía, tras la “broma”, seguir en Viena. Así que se largó a Londres donde fundó La “Cueva del Becerro de Oro”, antro mítico frecuentado por Pound, K. Mansfield, Madox Ford…Cuando empezó la guerra se marchó a USA. Volvió a Moonsee, Austria, escribió sus recuerdos y murió como Frida Strindberg.




Strindberg llegó a París con el mismo humor que el personaje de “El grito” de su paisano, y sin embargo amigo, Munch. De hecho creo que Munch daba las últimas pinceladas mientras Strindberg bajaba sus pesadas maletas del expreso del norte. Una de las primeras cosas que hizo en su nueva ciudad fue perpetrar “Noche de celos”, la primera pintura abstracta (¡cuestión finiquitada!). Realizada en un arrebato contra su primera compañera, actriz y pionera, se la regaló a su siguiente compañera, que la aceptó con aprensión. Perdida y hallada, fue robada en el 2006 y encontrada dos años después. También en esto unida al “Grito”.


Munch, dos años después, pintaría, con verdes pútridos, “Celos”.

Como ven Vds. me estoy entreteniendo, dando vueltas, porque no quiero ni pensar en lo de anoche. Tengo la vaga sensación de tragedia, si es que esa sensación puede ser “vaga”.

Todo son deseos de cambio en fecha tan señalada. Unos cambios que se plantean con la decisión y empuje (y también la melancolía) de la “Marcha de Radetzky” y que se agostan antes de llegar la temporada de verano. 
No fue, sin embargo, el caso de Breton. Tal día como hoy, del año 1922, alquiló un “estudio” en la cuarta planta del 42, Rue Fontaine, París y lo convirtió en su vivienda definitiva (¡ya iba siendo hora!). En realidad, a finales de los cuarenta, alquiló una vivienda un poco más grande en el piso de abajo, que llegó a convertirse en algo así como la segunda residencia de Brossa. Siempre en el 42, rue Fontaine:

“Localizado en la punta norte del noveno distrito, la rue Fontaine servía de pequeño corredor entre los clubs nocturnos y los burdeles de la Place Blanche y Pigalle, y la modestia residencial, de clase obrera, de la rue Notre-Dame-de- Lorette. El departamento de los Breton (André y Simone), situado entre dos extremos, tenía, como Simone le dijo a Denise, un cuarto de “silencio y sombra”–con vistas al patio del claustro– y otro de “ruido y luz” que daba a la Place Blanche. Y como para sancionar estos contrastes, un venerable cabaret bajo el departamento de los Breton se llamaba Le Ciel et L’Enfer”.




Los visitantes, tras escalar los cuatro tramos de “escalera sórdida”, eran saludados por una plaquita colgada en la puerta: “1713”. Y es que si Vds., con mano infantil, escribieran ese número (poniendo la rallita al 7) uniendo el 7 al 1 y el 3 al 1 anterior, el resultado serían las iniciales A(ndré) B(reton). Su apego a tan pueril (y pretendidamente ¿“duchampesco”?) “descubrimiento” era tal que llegó a firmar cartas con ese conjunto de cifras. Sus amigos, incluso, se habrían referido a él como “diecisiete trece”. Propuso, además, por entonces, la idea de “tu año”, que sería una recolección de los acontecimientos más significativos y presagiosos del año que te vio nacer… ¡una chorrada…comparada con mi “Crítica de la Razón Efemerística”!



Años más tarde, en 1944, publicaría “Arcane 17” (sobre su gestación y contenido ya volveremos), un epílogo a la trilogía de Nadja, Los vasos comunicantes y El amor loco. El título hacía referencia a la “carta de Tarot llamada “La Estrella”, símbolo de esperanza y resurrección”. Quiso celebrar dos renacimientos: el que seguiría a la liberación de Francia y renacimiento emocional que el propio poeta intuía en su relación amorosa con Elisa. El 13…¡ni mentarlo!

¿Ven Vds. lo que da de sí el día de Año Nuevo (Vida Nueva)?

Lo de Fontaine (rue) estuvo claro desde el Armory Show, en que Duchamp presentó su urinario (“Fontaine”). Así se cerraba un círculo…tras haberse recorrido entero. Permítanme la siguiente “boutade”: Todo (ese desplazamiento) comenzó con “La Fuente” de Courbet.


Lean la siguiente canción de A. Jarry, destinada a “poner colorados a los negros y magnificar al padre Ubú”


La dama negra a su marido con ocasión del primero de enero:

“TATANA es la palabra que dimana
Del negro al que ha vencido la pereza.
Traducida al cristiano, TATANA reza:
“¡Déjame en paz!” Eso es TATANA.

Y como ejemplo describía algunas situaciones adecuadas para su utilización, de entre las que selecciono una, al azar (¡hala!)

“El indómito turco en brazos de su sultana
Da pruebas y más pruebas de su amor,
Mas le ocurre que un día, con dolor,
Descubre un manantial que ya no mana.
                                                                ¡TATANA!

¡Pobre Alma Mahler!

No quiero despedirme sin recordar a los beneficiarios del NAFTA (algo así como nuestro TTIP, o como se diga) que tal día como hoy del año 1992, vieron como las promesas de progreso y tal se tradujeron al lenguaje de la realidad: paro, subida de precios, aumento de la deuda…

Y todo lo anterior, repito, porque no quiero enfrentarme a lo que REALMENTE ocurrió anoche… ¡Ya me iré enterando!

¡TATANA!


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Propuesta para hoy, día 6 de enero. NACIMIENTO, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE SHERLOCK HOLMES.

   6 DE ENERO 2025                                                            1. NACIMIENTO. En ninguna de las obras canónicas se cita...