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martes, 14 de mayo de 2013

Propuesta redonda para hoy, día 14 de mayo… (que podría abarcar todo el año).



Enciclopedia de las ciencias”…”Ciencia enciclopédica”… sabrán vds. que ”kyklo” significa círculo… La ciencia es un círculo. Entremos por un punto cualquiera y alcanzaremos el mismo punto siguiendo pacientemente, como un funambulista, la tensa línea del conocimiento. Al regresar al principio, descubriremos agradecidos, que ha tomado nuevas significaciones que nos impulsarán a dar otra vuelta…y así cada regreso significará un engrosamiento del punto de partida y de toda la rueda. No importa por donde empecemos.


                                        
Miércoles 16 de junio del año 2010. 6’30 de la tarde. París. Confluencia de Rue Bonaparte y Rue du Vieux Colombier…un atrabiliario grupo de “Amigos de Rimbaud” se disponen a descubrir la placa que recuerda que en el primer piso  del restaurante Denogean, el sábado 30 de septiembre de 1871, Rimbaud recitó por primera vez en público “le bateau îvre”.

      




El viento hace volar sombreros, levanta remolinos de polvo proveniente de las inacabables obras de plaza Saint Sulpice, agita cabellos (dejando calvas al descubierto)…El grupo avanza encuadrado y dirigido por una cuadrilla de la guardia municipal con sus gorrillas azules y su actitud displicente, ajenos a la ebriedad del momento. Alguno de los invitados lleva paraguas…¡así son los poetas!...El presentador estira vocales, refuerza consonantes, corta el aire de forma inusual y, finalmente tira de la cuerdecita…una pequeña lápida aparece en toda su insignificancia…Aplausos. El Ayuntamiento invita a una copa de honor… ¡sin pasarse!

Imaginamos la escena, tomando un gintónic (con limones de dios sabe dónde) desde la terraza del Café de la Mairie, no hace mucho, agradable y familiar y, ahora, chic y parada obligada entre compra y compra.  Frecuentado en su día por Hazan…Perec intentó desde aquí agotar la plaza de Saint Sulpice.

En 1869, a la salida del  estreno de “Le Passant” (obra en verso de un solo acto) del dudoso F. Copée, Victor Cochinat se dirige a la claque: “Ah! C’était une belle réunions composée de bien vilains bonshommes”… Gustó la descripción y se constituyeron como grupo: “Les VilainsBonshommes” (V.B.). Añadir que fue el inicio de la carrera exitosa de Sara Bernhardt…¡que hacía un papel masculino!
Objetivo; pimplar y comer y en los intervalos declamar sobre literatura…Siempre, eso sí, desde una óptica parnasiana: Hôtel Camoens, Café de las mil columnas y, como es claro, el restaurante mencionado, en el que se reunían una vez al mes. Otro local parnasiano era “la Vachette” de la rue des Écoles (que surtía, como vimos, leche paradójica).
Los simbolistas de “La Plume” y del “Mercure de France” tenían su feudo en L’Odéon y el Soleil d’Or.
Los realistas, por su parte, frecuentaban el café Tabury de la rue Molière con Vaugirard…

Las fronteras no eran infranqueables…
¡Y los poetas los frecuentaban todos!...

De entre sus componentes, nos interesan: Cros (y hermanos), Verlaine, Gill, Banville, Fantin-Latour y, Mallarmé .

La guerra y la Comuna lo interrumpieron todo. Reprendieron sus comidas en Agosto del 71 y dejaron de verse como socios en el 72. La Comuna puso las cosas en claro… ¡Nada fue igual!... y cada cual se ubicó en su lugar adecuado. Cros y otros (partidarios de la Comuna) fundaron el movimiento “Zutic” de vocación claramente anti-parnasiana cuyas actividades se simultaneaban con las de los V.B. Tampoco sobrevivió al 72.
Ya sabemos qué hacían allí el 30 de Septiembre los V.B. Pero…¿Qué pintaba un poeta de 17 años recitando ebrio, lo que los demás escuchaban envidiosos, asombrados, lujuriosos, enamorados, ceñudos, recelosos, boquiabiertos, absortos, paralizados de impotencia y conscientes de que su tiempo se había pasado…

Rimbaud, más entendido en fugas que Bach, alcanzó París, desde su Charleville natal, en unas de sus escapadas. Quería conocer mundo… poetas… y, de paso, perder de vista a su madre.  Estuvo 15 días vagabundeando por Maubert, los puentes y el estudio de Gill…se fue, hambriento, un poco antes de la proclamación de la Comuna…

Puede (no está NADA claro) que volviera, a pie, tras la proclamación de la Comuna, alistado como guardia nacional (15 sous al día)…Compone un esbozo de constitución (¿) en la que se declara partidario de la socialización de la tierra y de la producción; sufragio universal; Comunas  federadas; cargos elegidos y revocables; trabajo obligatorio (¡!)…Esto es chocante en alguien que tras el 18 de marzo, había gritado: ”Todo, menos trabajar!”.
Lo que es indudable es que se conservan cartas fechadas el 17 de Abril y el 15 de mayo firmadas en  Charleville que hacen difícil pensar que pudiera participar físicamente en los sucesos  sangrientos de le “joli mois de mai”. De alma (¿)… ¡seguro!: “El corazón robado”, “la orgía de París” y “Les mains de Jeanne Marie” (a las mujeres de las barricadas) lo prueban.

…Infórmense vds. ¡…¡Infórmense!...

Lean la carta a Paul Demeny (15 de mayo del 71)…¡Primer manifiesto de la poesía moderna!: El poeta es un vidente que se dirige controlada y sistemáticamente al fondo de lo desconocido…al desorden de los sentidos y del sentimiento. Su destino es  “el gran enfermo, el gran criminal, el gran maldito y el sabio supremo”… abyección y odio son sus divisas…
¡Pardiez que casi lo consigue!...Se acabaron sus devaneos parnasianos. Banville no comprende las poesías que recibe y lo intenta con Verlaine…que lo invita a venir a París.

Cros (¡siempre Cros) y Verlaine lo reciben el 10 de Septiembre en la Estación del Este…¡¡y se armó la marimorena!!...Era como ala de pájaro de mal agüero…Por donde pasaba dejaba un rastro ácido (como el clorhídrico con el que quiso liquidar al Cros).
Verlaine, diez años mayor, estaba recién casado, era funcionario del Ayuntamiento y, tras la muerte de Baudelaire, considerado como uno de los grandes.

Matilde (esposa de Verlaine): “Era un gran y sólido muchacho, coloradote (…) un campesino…los pantalones le iban cortos como si hubiera crecido muy rápido (…se veían) los calcetines tricotados por su madre. Cabellos hirsutos, corbata negligente. Ojos azules, bastante bonitos, pero tenía una expresión taimada, que tomamos por timidez”…Quelle  erreur!...

Delahaye: “Su única belleza estaba en los ojos, azul pálido circunvalados por una aro de azul profundo, los más bonitos que yo he visto…con una expresión brava, dispuesto a sacrificarlo todo cuando estaba serio, de una dulzura infantil, exquisita y, casi siempre, de una profundidad y una ternura asombrosas”.

Verlaine: Casi atlético, cara ovalada de ángel en el exilio, ojos inquietantes y un bonito acento de las Ardenas.

…¡Y mil cuchillos iridiscentes dispuestos a lo que fuera!...

Mientras se hospedaba con la familia Verlaine, tuvo lugar su presentación sociedad…Verlaine estaba loco por sus ojos …por sus labios…por su fuerza y, también, por su poesía. ¡Observen el cuadro de Fantin-Latour y adivinen quien es Rimbaud y quien el enamorado!

                          
De la casa de Verlaine fue expulsado por Matilde…¡Se plantaba desnudo en la ventana!...y los ojos del marido volaban como moscardas…bebía los aires rozados por su amado adolescente.
De la de Banville (Rue de Buci) se fue él…lo de la desnudez parece más bien una costumbre…
Con Cros (Rue Séguier,13) la cosa acabó en el intento de quemarle la garganta y, de paso, el alma…¡rompió los poemas de su anfitrión!

El final del otoño lo pasó en  el Hôtel des Étrangers, en una habitación de que disponía Cabaner, camarero y pianista del local…El tal Cabaner , un Jesucristo tras meses de absenta, fue un personaje querido e interesante: compositor, cantante y “galactófago”…¡perfecto para la isla de queso de la que hablaba el Barón de Münchhausen!...
Allí también se reunían los “zutistas” de Cros: Verlaine, Rimbaud, Cabaner, Gill, Pelletan, el reaccionario Copée y, naturalmente, los hermanos Cros…entre otros. Otro de sus locales estaba situado en el 2 de la Rue Racine, por Odeon-Teathre.

         





                 Volvió a Maubert y a los puentes…adonde volvería más tarde…¡con más tiempo!...

El 2 de marzo del 72, en otra de las comidas de los V.B. en el restaurante de marras y mientras uno de los parnasianos, agitaba su melena y gargarizaba su poema…¡merde!...siguió gargarizando parnasianamente, haciéndose el loco…¡merde!..¡merde (insignia de los zutistas)....Rimbaud destrozó la actuación. La cosa acabó a estocadas y bastonazos. Rimbaud no volvió a aparecer por los V.B. y todos pusieron una cruz sobre su nombre…¡¡Merdre!!...Los V.B. tampoco duraron mucho más.

¿Por qué no  una una placa conmemorando ese 2 de marzo?

Se volcaron en el “zutismo” de Cros.
Objetivo: distraerse a costa de los poetas, sobre todo de los parnasianos.
Procedimiento: un antiarte, próximo a dadá y una actitud “zutista”…de Zut!... que indica:

·         Irritación, impaciencia, deseos de acabar.
·         Desprecio e indiferencia.
·         Displacer causado por un contratiempo.
·         Contrariedad ante una obligación.
·         Desconfianza ante promesas
·          
¡En fin!: actitud filosófica y política según la cual se dice zut! A todo.
“Esta palabra, ya envejecida, sustituía ventajosamente, hace 20 años, a la palabra de Cambronne” (que respondió “Mierda” a la pregunta de si se rendía).








                 
De sus entretenimientos queda un valioso recuerdo: “El álbum Zutique”… ¡Búsquenlo…lo encontrarán!: 102 poemas (algunos de Rimbaud) de diversa naturaleza: pornográficos, paródicos, cacofónicos, burlescos, irónicos y alguna infiltración indeseada, Coppée había escrito:

“Olvidemos para siempre este instante de locura…
Rápido a nuestros martillos. Trabajemos”
Y algún otro hablaba de “orgía de destrucción” refiriéndose a los actos de los comounards…

¡Rimbaud los destapó!

Siguieron semanas de espirituosas, opiáceas y carnales orgías en el Hôtel Cluny de la Rue Victor Cousin, (precisamente donde, en la semana sangrienta, algo vio Gill que lo trastornó para el resto de sus días)…

En la “Academia de la Absenta” (Café Prosper, 176 Rue Saint Jacques)…
En el café de Cluny (20, boulevard Saint Michel…en cuyo retrete se conserva un grafiti de nivel, de manos del propio Rimbaud)…y, con mucha más discreción…
En el Café del Gaz, próximo al Ayuntamiento, lugar de trabajo de Verlaine…

La cosa tomaba derroteros obsesivos: sádicos y masoquistas.

Mientras, Matilde, inminente madre, fue comprendiendo la cosa y exigiendo explicaciones a su marido… a Rimbaud… ¡Y a ella misma!... (porque lo de Verlaine, creo, estaba claro)

…Rimbaud jugaba, castigaba, predominaba, se asqueaba, despreciaba, se despreciaba, gorreaba, gonorreaba, pegaba ladillas, y componía la poesía más hermosa que se había oído jamás
….Verlaine deseaba, se debilitaba, se humillaba, se culpaba…y casi manda a tomar por culo a la familia a punto de incrementarse.

En mayo, Rimbaud acuchilla a Verlaine en la Plaza Pigalle (donde después se abriría “La Rata Muerta”.
El 7 de Mayo toman el tren en la Gar du Nord…¡A Bruselas!

Los primeros días de 1914, Croniamantal (otro poeta acuchillado) recita su último poema en versos regulares:

“Luth
¡Zut!”

Y se decide por la versificación libre:

MAHEVIDANOMI
RENANOCALIPNODITOC
EXTARTINAP  v.s.
Tel: 33-122 Pan: Pan
Oeaoiiiioktin
i i i i i i i i i i

(aunque el último verso sea un claro plagio de Fr.nc.s   J.mm.s)





                                                         
He aquí una muestra límite de aquello a lo que aspiraban los zutistas… (¡y que alcanzarían los “letristas”!...con una última intención más edificante).

Hemos dejado a la buena de dios (¿) a nuestra pareja …lo que les pase en Bruselas (y posterior) es de su completa responsabilidad y…¡ otra historia!

Mientras tanto los “zutistas” se dispersan…a la espera de nuevas aventuras.



                                                    
 Charles Cros...de fecundo ingenio y portentosa energía, aprovecha para escribir “Un drama interestelar” y para inundar la Academia francesa y la Oficina de Patentes, de informes, proyectos y solicitudes: Paleófono (similar al fonógrafo de Edison)… un procedimiento para fotografiar en color…un método de galactoterapia…un sistema de comunicación interestelar…Un intento (fallido) de transfusión del alma…
El tal drama (en realidad tragedia…pues se lucha necesariamente contra fuerzas superiores), va de lo siguiente:
La Tierra y Venus han conseguido ponerse en comunicación  y se intercambian imágenes de flora. El hijo del astrónomo principal se enamora de una venusina…inventan un sistema (evolución del existente) que les permite el intercambio luminosos de sus propias imágenes. El idilio dura tres años…pero acaban suicidándose… ¡por la imposibilidad de darle más concreción a su amor!...Esta desgracia conduce a la creación de una Convención Planetaria que debería reglamentar  la comunicación interestelar…
Fue el origen del proyecto que, realmente, presentó a la Academia Francesa…

¡¡Todo era posible en el mundo nuevo que la tecnología desatada prometía!!

Visita asiduamente el codiciado Salón de Nina Villard (Nina de Callias)…tanto…que se convierte en su amante oficial… (Sobre este Salón y sus asiduos… ¡volveremos en otra ocasión).

El 11 de octubre 1878, Goudeau y otros chiflados, entre los cuales, naturalmente, Cros…dan a luz a los “Hydropathes”, grupo seminal. Su filosofía era simple: ¡Evitar el agua!...Como exalta el himno oficial del grupo…compuesto, ¿cómo no? por Cros… (vean el estribillo):

“Hombres, cantemos de corazón
La noble canción de los licores”

El nombre (¡apuesto lo que quieran contra los que mantienen otra opinión!) es una especie de anagrama imperfecto (en la forma), pero perfecto (en la concepción):  Goudeau…Dégout …¿lo pillan?...de “goût-dèau--gusto de agua”…se pasa a “ dégoût--asco” (por el agua). Su objetivo era, todavía, más limitado que el de los V.B. y los “zutistas” (…de ahí su extraordinario éxito): Pimplar y divertirse a costa de la literatura.
Se reunían los viernes por la noche en el Café de la Rive Gauche (esquina rue Cujas con el Boul. Saint Germain)…los vecinos forzaron sucesivamente su traslado a otros locales del barrio…hasta que los “fumistas”, rama radical brotada de ese tronco espirituoso, armó la de dios es cristo con fuegos artificiales y “masclets”… que puso a todo el barrio en pie de guerra.

Si a la primera reunión asistieron 75 “miembros” (las exigencias eran mínimas… ¡una ligera relación con alguna de las múltiples esferas del arte!)…En las últimas llegaron a participar ¡350!... ¡los espirituosos tendían a acrecentar la tentación del arte…!
La revista (de 1879 al 81) recoge lo más granado que dio de sí.
Entre sus miembros: … Nadar, Leon Bloy, Maupasssant (el orgullosos sifilítico), Banville, Móreas, Gill, Sara Bernhard (de complicada vida sentimental, pero casada una sola vez, con un pireota... ¡le dedicaremos una propuesta!)…y los que ya conocemos.



Goudeau dio oficialmente concluido el juego  en 1881 (intentos posteriores por resucitarlo...no prosperaron)  coincidiendo con la apertura del famosísimo y determinante…

¡ “Le Chat Noir”!
La mayoría de los hidrópatas pasaron a ser clientes de “le chat noir”, otros, engrosaron las filas de los “hirsutos” de Paul Petit…sustituido después por Goudeau… (también clientes del nuevo local) y otros… ¡muy pocos!... (por consejo médico, dejaron de pimplar).
HirsurosIncoherentesFumistas… ¡todos bebieron de las mismas aguas post-comunales!...Todos compartían el espíritu de Rabelais  y, no pocos, un gran desprecio por la normativa burguesa… (¡sin especificar!).

Un licorero de provincias, Rodolph Salís, ahogado por la necesidad, acude a París y, tras fabricar y (comerciar con) imágenes sagradas…recoge la idea de unir alcohol, cultura y un espacio fijo y adecuado…más un toque  siglo XVI, en general, y rabelesiano en particular.

El primer “Chat Noir” (Noviembre 1881. Coincidiendo con el levantamiento de las leyes antiprensa)) ( Boul. Rochechouart) dejaba mucho que desear… ¡No superaba en mucho a la “Taberna de los asesinos” (futuro “Le lapin âgile)!
El segundo (junio 85) se estableció en el 12 de Rue Laval (hoy, Massé)
El tercero y definitivo en el 68 del Boul. Clichy…hasta que fue clausurado en 1897… ¡Para contrariedad de Picasso que los buscó, sin encontrarlo, durante su primera visita a París!

Con cada cambio de local, la clientela aumentaba y la decoración se enriquecía y se homogeneizaba. Entre sus clientes… ¡todos!...añadir a los citados: Satie, Debussy, Verlaine, Strindberg, Bruant, Laforgue, Hugo, Allais…

Órdenes estrictas y escritas:”Prohibida la entrada a curas y militares”.

¿El nombre? Pues estoy seguro que es una cita de “El gato negro“ de Poe (publicado en 1843)…recogido, después, y puesto sobre la cama de Olimpia por Manet…Hay quien habla de esoterismo y demás…¡yo prefiero esta derivación!

 Allais, dirige la revista del local y la puebla de comicidad,  de rabia contra el ejército burgúes (curas y militares) y de una ligera melancolía (que tenía que disimular… ¡normas de la casa!)

Allí, Cros (¡siempre Cros!) inventó el monólogo.
Rivière y el mismo Salís inventaron el teatro de sombras…con guiones de ¡¡R. Russel, A. Jarry, Maurice Leblanc y Gaston Leroux!!
Y, hablando de monólogos…el “demonólogo” Aleister Crowley resucitaba la “Abadie de Théléme” (regalo de Gargantúa al bravo monje Juan).

Al mismo tiempo, en la Butte de Montmartre…un poquito más arriba, Frédé compraba al anarquista  Lenoir el “Zut!”, una taberna que había bautizado así en recuerdo de los habituales del Hôtel des Étrangers…y Cros, el incansable… ¡resucita el círculo zutista y lo asienta en lo de Frédé!  (ver propuesta del 25 de marzo…allí verán el desarrollo de las cosas)…(y más abajo, pero…¡en otro mundo!...¡En el “Maxime”!) Eduardo VII bebe champán en los zapatos de la hermosa  “Lily Langtry”…”costumbre que, de extenderse, haría que las bellas se retiraran a casa con los pies mojados y refriadas”…Siguiendo este hilo iríamos a parar a un anillo de esmeraldas y al heredero, futuro asesinado, del Imperio Austrohúngaro)

Simultáneamente, el 2 de octubre del 82…Jules Lévy (hidropático) da comienzo oficial a  la incoherencia.
Como ven la cosa estaba espesa…

“Les arts incohérents”.
A la exposición inaugural (2 de octubre de 1882) en su propia casa, asistieron unas dos mil personas… ¡Una casa verdaderamente impresionante!
Objetivos: ampliar un poquito los ya establecidos, añadiendo claramente una decidida y cómica voluntad antiartística…imposible de ser asimilada y convertida en un nuevo ismo: Todo puede ser llamado “obra”. Alphonse Allais  (también “fumista”) dirigirá las labores de derribo.
La primera exposición oficial (todas tuvieron una finalidad benéfica) se realizó en una de las salas de la Galería Vivienne. Se acepta todo… ¡menos lo pornográfico y lo serio!...Acudieron más de 20.000 personas (sin contar animales de compañía).

 


                             
Como complemento, se realizaban bailes (¡no te obligaban a disfrazarte!...pero… ¡podías!):

“Que aquí no entre la melancolía”.
“Por favor…¡no rompan el parquet!”
.
No se limpien en las cortinas…¡pa fuera!...¡no hay camas pa tanta gente!...

A partir del 86 empieza a declinar el grupo (razones hubieron)…y empezaron a proliferar los aprovechados: cafés incoherentes, revistas incoherentes… ¡redundancia sobre redundancia!
El Gran Baile en Les Folies Bergères (1887) en forma de cortejo fúnebre, marcó el fin de la incoherencia… ¡y el lento comienzo de la locura!

Intentos avefénixos, fracasaron…

Alphonse Allais:
Hidrópata, hirsuto, incoherente, fumista y forzado farmacéutico sin ejercicio, fue el ¿alma?... (Imagínense vds. si hubiera querido, también, ejercer la facultad de la inteligencia)… ¡Ríanse de Duchamp y de todo dadá, de Klein, de Cage y de tantos otro…
Todo lo que hizo lo hizo impulsado por la facultad diversiva ayudada por la intuitiva:
·         Además de dirigir la revista (que no es ninguna innovación)
·         Inventa los “Holorismos”:

            “Par les bois du dijinn oú s’entasse de l’effroi
             Parle et bois du gin, ou cent tasses de lait froid!”

·         Realiza las primeras pinturas monocromas (adelantándose a Malevich, Rodchenko o Yves Klein…). Vean el sublime cuadro rojo: “Recogida de tomates en la orilla del mar Rojo por cardenales apoplécticos”.
·         Adelantado del rady-made y de los pastiches dadá.
·         Juegos de palabras y calembours: “Le musique Esotérik” (a Erik Satie).
·         La “Marcha fúnebre compuesta para los funerales de un gran hombre sordo”: página absolutamente vírgen…pues ¡los grandes dolores son mudos!...Se adelanta en décadas a la partitura en blanco de J. Cage.
·         Da una vuelta más al  humor absurdo al titular una de sus obras. “Le parapluie de l’escouade”…obra en la que no aparece ni lo uno ni lo otro…(Algo así como “El otoño en Pekin” de Boris Vian).






 Antes de llegar a ser un hermoso inútil había intentado profundizar, de la mano de ¡Cros!, en los misterios de la técnica fotográfica…Fue un adelantado en los procesos de liofilización aplicados al café y a los productos farmacéuticos…de las fórmulas conducentes a la síntesis del caucho…¡Genio!...
Sus atrabiliarias y apócrifas  recetas constituían un peligroso divertimento.

A causa de una peligrosa flebitis los doctores le habían prescrito reposo absoluto…¿¿y mis tardes en el café??...
De camino a la tertulia, a un colega:
--“Amigo mío, mañana estaré muerto. Vd. encontrará esto divertido. Pero YO no me río. Mañana estaré muerto!”
…¡Y acertó!...O sea, añadamos: adivinador de futuros (a sus múltiples atributos).

Fue enterrado, por primera vez (1905),  en el cementerio de Saint Ouen. En 1945 una bomba aliada redujo a cenizas la tumba y su contenido…Ahora reposan en el de Montmarte.

Eric Satie: “El mar está lleno de agua… ¡No hay nada que comprender!”.
¡Eh ahí una verdadera afirmación “fumista”!

Definitivamente vencida la ”rive gauche”, Montmarte y alrededores, como estamos viendo, se puebla de locales de toda catadura: Cabaret del Infierno, Cabaret del cielo, Cabaret de la Muerte…¡de la Nada!… Toda una encarnación de los reinos del más allá y de su tránsito (tal como la época exigía). En este último (fundado en el 94 en el 34 buol. de Clichy) había salas para todas las inclinaciones…
Mi preferida… ¡La sala de la desintegración!: un individuo del público era reducido a puro esqueleto mediante una combinación de luces y espejos…
Cros… ¡Aquí perdiste una oportunidad!

Los Rayos X (¡¡Uuuh…qué miedo!! acababan de ser descubiertos…su popularidad vendría con la concesión del Nobel de Física a Röntgen en 1901 (¡reconozcamos el mérito del gran  Nikola Tesla!).



La Rata Muerta:
Merece, por varias razones, una mención especial.
Empezó con un poco revelador nombre “Café Pigalle” en 1886 (7 de Plaza Pigalle). Cuando cambió el nombre, por el más descriptivo: “la Rata Muerta” no empezó a descollar…rodeado de locales de enjundia, supo encontrar su hueco…. ¡Un nombre así lo merece!...Era el olor de los alrededores…Por la mañana era un decente bar de oficinistas y funcionarios y por la noche un “jardín de las delicias”.
El vecino Moulin Rouge empezó lo de los estriptis integrales (“el de la pulga”) (¡dejemos que Beily acabe tranquilamente la carta a Block!…de simbolista a simbolista…y tiro porque me toca)… y le siguió la Rata.

Dejemos a Van Gogh montando escabrosas broncas en el Tambourin del 66 del boul. Clichy…Lautrec, Gauguin, Pissarro, Corot, Monet, Seurat…la plaza Blanche…(de las canteras de cal de Montmarte) hacia la calle Lépic nº 54 (casa de Théo).






                                              

¿Han disfrutado vds. alguna vez el carnaval de Ostende (donde las ostras)…¿no?...Pues sepan que el famoso y central “baile de la rata muerta” fue introducido en los festejos por ¡Ensor! Inspirándose en sus experiencias parisinas…Muchos de sus cuadros respiran ese aire carnavalesco…en el que no sólo se recogen ecos y recuerdos, sino que se presienten desbarajustes sin par.

¿Y la pintura de Vlaminck “la chica de la rata muerta”? Observen bien el cuadro… ¡No hay ninguna rata muerta!..
El pintor (1876-1958) se había casado pronto y tenía tres hijas a las que alimentar. Su pintura, hasta el famoso Salón de Otoño de 1904, no le daba ni para pinceles…Así que tuvo que boxear, competir en bicicleta (como un “supermacho” de Jarry), escribir relatos procaces y, puesto que tenía una suficiente formación musical, hacer de violinista en el mentado cabaret. Las melodías eran bailadas, grosso modo, (¿hablamos de Loïe Fuller, Isadora Duncan?) por un grupito de desvalidas y hambrientas mujeres que, supongo, completarían el jornal de una manera apropiada al lugar….Una de ellas fue “la chica de la rata muerta

¿Ven como el conocimiento es circular…y todo te lleva a donde quieras?

Las paredes estaban “decoradas” por escenas que ilustraban la vida de una rata-humana…hasta la muerte ¡a consecuencia de una negación del estómago a seguir funcionando tras el atracón nupcial….(¿enlazaríamos con los ratones de “Maus”? (¡perdón por la referencia!).

No acaba aquí la cosa… ¿Les suena “Antonio (el) de Bilbao”, natural de Sevilla?...
¿y si les digo que era hijo del “Niño de la Feria”?...¿No caen?...
De él dijo Vicente Escudero (¡¡) que era “el bailaor más enterao de todos los tiempos” (…) “su zapateao es una filigrana gótica”
…y si lo dijo Vicente Escudero… ¡Va a misa!...

Estudió y superó (lo cual dice algo, también, acerca de su férrea voluntad, el zapateao del mismísimo “Enrique el Jorobado”, natural de Linares.
Todo el mundo estuvo de acuerdo en sus excelencias con los pies y en sus deficiencias en los acompañamientos corporales… ¡No se pué tener tó!...
Su éxito fue repentino (de eso fue testigo “Pepe el de la Matrona”)…su pinta  (boina vasca, chaparrete…) no auguraba nada bueno…pero él le insistió a Montoya (guitarrista oficial del Café de la Marina) y se marcó unas alegrías… ¡que todavía se están riendo los que presenciaron el acontecimiento!...Naturalmente lo contrataron y tal.
Le cambió la vida… ¡no hay como lanzarse en el momento oportuno!... Londres…Europa…y… ¡París!...¡Nada menos que a la “Rata muerta”!...acompañado a la guitarra, y a todas partes, por Amelio de Cuenca (natural de Morón de la frontera) pero conocedor de lo que se cocía por París.
Allí, en la “Rata Muerta”, presentó el espectáculo “El Embrujo de Sevilla” y la versión que hizo de “La Corrida” (¿?) fue tan exitosa que ¡hasta “la Argentina” (natural de Uruguay) la incorporó a su repertorio!






                                                                                                   
Esto ocurría tal día como hoy, 14 de mayo, del año 1914. Vísperas de la Gran Guerra…¡Y los tiempos cambiarían para siempre!

¿Ven vds. cómo la ciencia es un círculo?























lunes, 13 de mayo de 2013

Propuesta para hoy 13- 14 de mayo. SEGUNDA SERIE. Lou, Nietzsche y Rée: La "Trinidad". Ravaillac.

P

Asteriscos * remiten a efemerísticas razones. vean Vds. las propuestas para el 25 de abril , la del 5 de mayo y la del 27 de mayo (inédita). SEGUNDA SERIE.

1.



http://kinomoriarti.blogspot.com.es/2014/05/propuesta-para-hoy-dia-5-de-mayo.html 

El día 13 de mayo del año 1882, Nietzsche, procedente de Basilea, es recibido por Rée, Lou y su madre, en la estación de Lucerna. La visita a Overbeck ha sido rápida, un respiro para su agitado corazón y una retirada para intentar poner las cosas en claro: “los buenos oficios romanos de Paul Rée en su favor le parecían insuficientes y quería conversar el asunto personalmente conmigo” (L.A.S.).
Con seguridad Rée, tras acompañar a Lou y a su madre a Zurich, se encontraba en la estación de Locarno el día 16 de mayo de camino a su finca familiar de Stibbe, cerca del Báltico y Friedrich se encontraba de vuelta en Basilea, antes de recalar en Naumburg. Es de suponer que el filósofo llegaría cansado, así que lo que paso a relatar ocurriría el día 14 de mayo del año 1882.

Cuando legó el tren y el filósofo puso el pie en el andén, realizó al pie de la letra lo que sus amigos, divertidos, habían conjeturado que haría.

Dejó su maleta de viajante de comercio sobre el enlosado, se ajustó las gafas y giró la cabeza como la niña del exorcista. Localizado el grumo, fue hacia él. Saludó primero a la señora madre, a quien entregó une petit fleur*, después a su amigo y, finalmente, con ojos de miope cordero degollado, retuvo la mano izquierda de Lou entre las suyas, sudadas por la excitación. Los tres se miraron y una sonrisa, cómplice e idéntica, envolvió la escena como un regalo de Pascua. Y sin soltarle la mano la condujo, decidido, al exterior… tal como había estado ensayando en Basilea con el profesor y teólogo Overbek, paisano, por cierto, de Lou, y allí, en el exterior, le presentó el plan que traía estudiado. Cuando se separaron Lou tenía marcados (a fuego) los dedos de Friedrich en el dorso de su mano izquierda.

Al día siguiente, pues del día 13 desconozco la continuación, se vieron después del desayuno y nuevamente, Nietzsche, atrapó la mano de la jovencita, que, mirando hacia atrás, se dejó arrastrar míticamente.

Quedaron para comer todos juntos.

Tomaron el camino hacia Tribschen y retrocedieron diez años en el tiempo. Allí, a la sombra de la que había sido casa de Wagner (financiada por Luis II), un Nietzsche vergonzosamente nostálgico y sentimental, le volvió a pedir la mano que, para martirio de la joven, aún se mantenía apresada, en la húmeda garra del superhombre. Lou le explicó cuál era su idea de la “trinidad” que pretendía: una comunidad libre, dedicada al pensamiento, ajena a la posesión de la carne… Nietzsche no lo veía claro. Tampoco, en realidad, él era imprescindible, de hecho fue un imprevisto y, finalmente, un obstáculo infranqueable. Aunque, de momento, aceptó la idea. Friedrich lloraba sin pudor acordándose de que, en este momento, del año 1869, mientras en París, Renoir y Monet, en les Grenouilleres del Sena, inventaban el impresionismo, él “(…) una mañana primavera…se encaminó por un romántico sendero hacia la encantadora Triebschen, que está situada en una mágica soledad al pie del Pilatus y sobre el lago de los cuatro cantones. Delante de la casa se paró y escuchó un acorde dolorido, continuamente repetido. Era, como mi hermano me descubrió más tarde, el pasaje del tercer acto de Sigfrido: “Herido me ha quien me despertó” (…)” Y se dejó impresionar.

Wagner estaba ocupado en el Sigfrido y esperaba un niño, a quien endosaría el heroico nombre. Nietzsche había sido invitado y tendría habitación reservada y mesa servida (a cambio de algo, como es natural)… hasta la desgraciada primavera del 72. Nietzsche estaba, por entonces, con el “Origen de la Tragedia”, que, a todas luces, no parecía tener fin. Ahora, el primero, se encontraba atareado preparando el festival que, este año, incluiría la primera representación de “Parsifal” (¡la puntilla!), y vislumbrando la muerte, en su paradójica casa (Wahnfried). El segundo, estaba deseando que este momento no tuviera fin y retornara eternamente. Lou, violenta, no sabía qué hacer… así que levantó la sesión, no sin antes prometerle una estancia en Tautenburg. Sobre la arena de la playa lacustre quedaron unos jeroglíficos que el filósofo había estado dibujando con su ridículo bastón, como Arquímedes, inmediatamente antes de ser atravesado por la espada del enemigo.

De vuelta tomaron una cerveza Löwengarten. La idea fue de Lou: pensó que era la única manera de conseguir que Friedrich  le soltara la mano.

Antes de comer se lavaron las manos. Nietzsche, se divisaba el Pilatus desde la ventana, pensando en la inocencia del devenir. Los demás, por razones de higiene. Aprovechando que era el 25 de Floreal, día dedicado a la carpa, comieron pescado del lago. Rée, conocedor de los gustos de su amigo, y con ganas de humillarle, le pidió, a los postres, un chocolate calentito. Media taza quedó prendida del mostacho. No hubo aguardientes. Nunca los había.

Dejaron a la señora madre en casa y salieron a dar una vuelta por las calles de Lucerna. Pasaron por la puerta de un prestigioso estudio de fotografía y a Nietzsche se le ocurrió una idea que de tan pueril, resultó genial (o al revés). La concreción de la idea fue una fotografía reveladora y verdaderamente lamentable: Sobre el fondo borroso del Jungfrau, envuelto en mortíferos matorrales, una carreta rústica, a todas luces, demasiado pequeña para el propósito. Sobre ella, Lou inclinada y apartada de la vertical (para salir en la foto) sostiene, en la mano izquierda, y sin mucha decisión, las riendas, que acaban en los brazos de la pareja masculina convertida en pareja de cabestros. Con la mano derecha sostiene, con amenaza poco creíble, una pequeña fusta coronada por un ridículo mazo de lilas. Los tres visten de oscuro, como en un entierro de Courbet. Los hombres lucen pajarita y la dama un cuello blanco, de puntilla. Rée es consciente del ridículo mayúsculo. Lou está deseando saltar del carromato y matar al ingenioso. Sólo Nietzsche muestra emoción: mira el lejano y elevado horizonte que les espera. Fue como una premonición: de la “trinidad” anunciada, el iluminado estaba de más.

Si tratas con mujeres, no olvides el látigo, diría el filósofo más tarde. Y digo yo si no lo querría para ponerlo en manos de la amada y saciar, así, su deseo de sacrificio. La fotografía, desde su primera aparición (1937) ha sido reproducida hasta la saciedad, que se dice.

Esa misma tarde el grumo se disolvió y cada cual siguió su curso. Seguiré informando.


2.


No se lo van a creer, pero así sucedió y así se lo cuento a Vds. Salí de la consulta con el urólogo a las 6’15. A las 6’30 ya estaba yo en la barra de la Bodegueta tomando una copa de cerveza.  A mi lado un cliente que más parecía un paciente, compartía conocimientos con uno de los camareros del local. La conversación era de enjundia, sólo al alcance de especialistas en historia de los borbones y sus derivaciones. Salió a relucir lo del cable en la pista de esquí de Canadá y otros infortunios ventajosos para la actual línea dinástica e, incluso, el nombre del pretendiente a la corona francesa. El cliente que parecía un paciente de urología, sentado en un taburete se doblaba sobre un plato de ensaladilla rusa a cuya vera descansaba, noble, una botella de vino de la casa y un vaso medio vacío.

–Me dejan Vds. boquiabierto. Sus conocimientos exceden con creces lo que el vulgo supone a clientes como nosotros.

–Así es. Las calles de nuestras ciudades son recorridas a diario por sabios ignorados.

–¿Puedo meter cuchara?

–Si habla metafóricamente, sí. Si lo que pretende con esa ambigua construcción es zamparse mi ensaladilla, no.

–La metáfora es mi medio natural, caballeros.

–¡Sea!

–Permítanme que empiece de forma un tanto brusca: ¿saben Vds. qué día es hoy?

Se miran, consultan el móvil, para no errar y responden al unísono:

–14 de mayo.

–¿No les dice nada esta fecha?

El cliente carga el tenedor pensativo. El camarero se acoda sobre la barra. Ninguno responde.

–Pues…es el día de Ravillac. El día en que ese místico enloquecido asestó dos puñaladas al primer Borbón.

Y asi, poco a poco, fui introduciendo la historia que paso a contarles.

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Hay castigos que exigen un crimen. Ravaillac sabía de antemano lo que la vida le tenía reservado y, como lo sabía, actuó antes de que el destino se le viniera encima sin descubrir, pese a su gran inteligencia, las causas de su desgracia. Es algo general, aunque en el caso de Ravaillac fuera absolutamente hiperbólico. Estamos abocados a la desgracia y actuamos como si no pasara nada. Si Vds. supieran que alguien va por Vds. (no, no soy yo), actuarían antes del desenlace y acabarían con la amenaza. Eso es exactamente lo que ocurre: Van a por nosotros, oigan… ¡van a por nosotros! y nos quedamos de brazos cruzados esperando a que la amenaza se consume, cuando, en realidad, la cosa se va consumando poco a poco. Algo así como el experimento de la rana.

No entraré en la catadura moral del sujeto. Tampoco en la del rey. Pero la Gran Revolución Francesa lo dejó bien claro: le cortamos la cabeza al rey… ¡por serlo! Fue un acto ontológico. El pobre Ravaillac dio razones y nunca pidió clemencia.

Bien. El caso es que Ravaillac, natural de Angulema (cuyo “duque” sería objeto de una insensata investigación por parte de Bouvard y Pécuchet), tuvo una infancia realmente desgraciada, a la que había que añadir las tropelías de los hugonotes o, quizás, su desgracia estuviera unida a las tropelías de los calvinistas. Lo cierto es que lo pasó mal de verdad. Huyendo de la miseria y la ignominia, se largó (andando) a París: 425 quilómetros. Cuando llegó dijo que sufría alucinaciones, ora procedentes del infierno, ora, directamente de la divinidad. De las ampollas no dijo nada. El hambre y la devoción, por este orden, lo condujeron al convento de capuchino de la calle Saint Honoré (que después recalarían en la rue Charlot…ja, ja, ja) o al que la orden del Císter tenía en la misma calle… tanto da: quería comer y dotar de un fundamento teórico  su sed de venganza. Sin embargo, y pese a su religiosidad ruralmente fanática, no soportó el exceso de austeridad: no había venido a París a pasar más necesidad que en su casa natal. Así que se volvió al pueblo, donde encontró que su madre y hermanos habían sido abandonados por el cabeza de familia. Hambre, mendicación, cárcel… y nuevas visiones, que se fueron concretando: matar al rey de Francia, al “Buen Rey” Enrique IV, que había traicionado a la cristiandad por una misa. El bueno de Enrique había empezado la práctica de la “real politic” y centrado sus objetivos en “una gallina en el puchero de cada hogar”. Inauguró la putera saga de los Borbones (y lo de putera no es un juicio moral, he dicho que no entraría en juicios morales y no entraré. Es una descripción bastante exacta del comportamiento del linaje) y su belfo inconfundible. Había sido objeto de más de una decena de atentados que (en resumen y después de tanto esfuerzo en vano) lo dejaron mellado para toda la vida, mella que costó un descuartizamiento: era el precio del diente.

Y así, mellado, fue a visitar a su íntimo amigo (y ministro de finanzas) que estaba tan enfermo como las finanzas del reino.

Ravaillac, agotadas las ideas en los innumerables intentos anteriores, decidió recurrir a la socorrida puñalada trapera y familiar: lo haré “a mi manera*”, dijo para sí. Días antes del fatídico, según se mire, día 14 de mayo del año 1610, el pelirrojo vagaba por las arenosas orillas del Sena maldiciendo la catadura del rey falsamente apóstata e intentando apartar los adjetivos de su discurrir. Tomó posada en los alrededores del mercado. Y allí robó (¿) el arma del crimen. Tuvo que ponerle una nueva empuñadura. Armado con ese precario medio, de la decisión que brotaba de su miseria y religiosidad y del apoyo moral de los jesuitas, armó un plan simple (y común) pero que, a la postre, resultó eficacísimo.

El rey, sobre imponente carroza real, de camino a las Tullerías que, por entonces estaban siendo objeto de reformas y ampliaciones, tendría que pasar por la estrecha, cuatro metros, rue de Ferronnerie. Dos carromatos, similares al utilizado para la denigrante fotografía mentada, impedían el tráfico pesado. Cuando se detuvo el futuro catafalco, el tenebroso pelirrojo se abalanzó sobre el rey y le asestó dos puñaladas históricas: A la primera, el rey respondió con un vulgar “me han herido”; a la segunda, estuvo a la altura de la historia y lanzó un patriótico “¡no es nada!”… al tiempo que la sangre de la yugular, en un salto prodigioso, se mezclaba con el agua de los Inocentes. Ravaillac se dejó prender. Cuando lo mataron (¡eso es poco!) ya estaba muerto….

¡Ya les contaré el 27 de mayo!...y es que, como he dicho, hay castigos que merecen un crimen.
La primera medida fue abandonar las Tullerías y la segunda, ampliar la calle. Naturalmente tras dar buena cuenta del pelirrojo.




Den un salto y plántense en Le coeur couronné, un bistró un tanto perrero que hay junto al número diez de la calle del regicidio que, por supuesto, luce una plaquita en memoria del hecho. El ayuntamiento de París habrá gastado una verdadera fortuna en la conservación de la “memoria histórica”. Cualquier día me encontraré una placa que recordará mi estancia en cualquier tugurio de la metrópolis. Tomen asiento a una mesita de la inmensa terraza y pídanle al camarero que, además de adelgazar, les traiga un pernod. No le pidan una sonrisa, no le pidan un gesto amable… ¡les sajaría el cuello como un Ravaillac cualquiera! Díganle que van de mi parte…el tipo de los caracoles. Ahora, con las lluvias de mayo, los caracoles saldrán de las alcantarillas y se dirigirán directa y disciplinadamente a la cazuela del Corazón coronado. Es su temporada alta: productos de la tierra, anuncian.

Al pobre Ravaillac, como les contaré en su día, lo redujeron a partículas elementales, pero a Enrique IV le arrancaron el corazón, por lo demás, bastante hecho polvo. ¡Cuántos corazones yacen fuera de sus cuerpos, a la espera de que desplieguen su capacidad taumatúrgica! ¡Víscera asquerosa donde las haya!

Pese a su enemistad con los jesuitas, o quizás por eso, su corazón fue conducido a La Flèche, prestigiosa institución escolar donde Descartes, a la sazón, se encontraba entre sus arcadas, llenando su espíritu (¿) de dudas tácticas. ¿Fue el futuro filósofo-científico, tal como afirma Baillet, uno de los 24 pupilos elegidos para conducir el regio corazón hasta la capilla? Lo dudo: su “nobleza” no era lo suficientemente noble como para tal desempeño. Lo cierto es que, por lo menos, presenciaría el cortejo y oiría los claros clarines y los negros clarinetes*… Y allí sigue (el corazón). No sólo perdió la víscera (y la vida, como es natural), sino también el recipiente del entendimiento: Perdió cabeza y corazón.

Revolución / Contrarrevolución…la cabeza dando vueltas de aquí para allá…

Últimas noticias afirman que la cabeza, confirmada su pertenencia mediante estudios genéticos, está depositada en un banco. Desconozco a qué tipo de interés. Y ¿saben Vds. a quién está destinada?... ¡a Luís Alonso de Borbón!, sí, sí, el hijo de Alfonso de Borbón, hermano de Gonzalo, hijos, ambos, de Jaime de Borbón, hermano, que lo era, de Juan de Borbón, padre del ex rey Juan Carlos y, por lo tanto abuelo, de nuestro querido Felipe. El primo segundo de Felipe sexto sigue pretendiendo la corona de Francia.


Si han acabado los caracoles y, por una de aquellas, le ha quedado algún remanente, acérquense a Garches, esa parte de parís a la que nunca vamos, y visiten el Centro Cultural dedicado a Sidney Bechet. Por suerte no se estancó en el corte y confección. Una vez tuve todos los discos que gravó para Blue Note. Desaparecieron con el segundo expolio.


3.
“Dos cadáveres incinerados en un automóvil… La noticia venía fechada el 14 de mayo, en Chaumont” (El amigo americano”). Póngale música de Lou-Rée.
Puede, aunque ya saben Vds. que no fuera así, que algún espabilado quisiera hacer negocio con la casa aseguradora… pues tal día como hoy, se celebra en Sudamérica en general y en Perú, en particular, el día del seguro.












Propuesta para hoy, día 6 de enero. NACIMIENTO, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE SHERLOCK HOLMES.

   6 DE ENERO 2025                                                            1. NACIMIENTO. En ninguna de las obras canónicas se cita...