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viernes, 3 de mayo de 2013

Propuesta para hoy, día 3 de mayo. “Invención de la cruz”. Mención de mayo del 37. Cartarescu.


(asteriscos (*): remiten a “efimerísticass razones”)

Los grandes acontecimientos de la humanidad suelen venir precedidos por huellas, indicios, símbolos… que sólo tras la culminación del “hecho” revelan su naturaleza sígnica.  ¿Y qué acontecimiento más crucial que la aventura redentora del hijo de dios, para aquellos que se reclaman de su descendencia? Tan crucial, que fue capaz de quebrar el espinazo de la historia, convirtiendo los años anteriores en negativo tiempo de ansiedad y espera. Que dios se convirtiera en Dios fue un suceso apabullante para el universo-mundo; que se hiciera hombre llenó de clara psicosis a una muchedumbre; que muriera en la cruz… ¡por nuestra culpa y para su redención!...pobló medio mundo de pesadillas y que ascendiera a los cielos en cuerpo y alma, pasados los sobresaltos, produjo una explosión de legítima algarabía. La “Muerte de Dios” pasó, entre tanto cataclismo, desapercibida. Dios ha muerto…pero su sombra es alargada. Como el ADSL.

¿Cómo pudo ocurrir la “muerte del hijo” en la cruz, sin ser anunciada de diferentes y crípticas maneras?
¿Recuerdan Vds. “El caballo de Turín” (Béla Tarr)? Recordarán que  se centra en el caballo: ocasión de la desgracia; ni en el carretero, ni en el filósofo. Igual hoy: nos centraremos en la CRUZ; ni en el muerto, ni en los matadores… ¡en el leño!
     Destino sin igual el de un humilde tronco. Elegido entre miríadas. Reservado para ser empapado con la sangre “0universal” del que todo lo sabe y nada dice; del omnipresente invisible; del ubicuo ausente; del ciego omnividente…de aquel en el que ser y esencia coinciden para formar una sustancia euridiciana.
     Pasado el día de ayer sin contratiempos (exceptuando la intervención postrera de Engelbert Humperdink), hoy ruego a mis Ángeles que me trasporten a París… ¡a Montmartre! 

     –¡Otra vez París!–se queja Chiara.
     –¿No podrías tomar el avión?
     –¿O el Talgo?
     –¿O apuntarte a eso que pagas la gasolina…y demás?

     Se quejan por inercia. Pasado el pronto hacen la banqueta de la reina, sintonizan “Ciao, Amore, ciao” (Dalida*) e iniciamos el vuelo. 


Me depositan en rue d’Orchampt, justo donde la calle se estrecha y gira hacia Lepic. Exactamente frente a la magnífica casa que habitó Dalida y en la que murió de un sueño excesivo. Dalida, como sabrán, se ha convertido en un mito y la gente joven la vuelve a reclamar como propia (¡por lo menos en Francia!). Bueno pues eso, su muerte también fue precedida por “signos”. Sus tres grandes amores (entre los cuales dos maridos) se suicidaron: Luigi Tenco (despechado con el festival de San Remo), Lucien Morisse (se pegó un tiro) y Richard Chanfray (como el de “la conjura de los necios”). Cuando ELLA se durmió intensamente y definitiva…los otros tres “hechos” revelaron su potencial. RIP. “Perdónenme, la vida me es insoportable”.
     Si siguen hacia Lepic se encontrarán con “Le moulin de la Galette”…

          “Si tus ojitos fueran
           Aceitunitas verdes
          Toda la noche estuviera
          Muele que muele
          muele que muele…”

     La terraza está a reventar y dentro es imposible sin reserva. Compramos unas cruzcampo en un super y siguiendo por Girardon, llegamos a la recoleta plaza dedicada a Dalida. Nada. Nos tomamos un par de botellines. Giramos a la derecha, por Abreuvoir como si fuéramos al infame Sacre-Coeur. Nos encontramos con la “Maison Rose” (“La rose de Montmartre”). Hay allí una frágil mesita metálica escoltada por dos sillas esqueléticas. Bátanse el cobre por ellas. Chillen, empujen, golpeen…pero tómenlas y disfruten de un pastís. No les importe que les llamen maleducados… ¡estamos en París! ¡¡Acuérdense de “los fusilamientos de Príncipe Pío”!! (*)



      Además el nombre de la calle nos obliga. Dados, como somos, a los “signos”, a las relaciones ocultas…no podemos transitar “Abreuvoir” sin tomarnos un trago. Y ya que hemos conquistado la plaza pidamos una sopa de cebolla con una botellita de vino de Montmarte. ¿Caro?... ¡No importa! …¡¡Desgrava!!  Nos darán un recibo que, debidamente presentado a la Hacienda Francesa…etc…etc. 

               El vino no es bueno, ¡es malo!...pero, como digo, desgrava.

     Somos la envidia de la pelotera que se ha formado a la puerta del local. Hacen cola con la aplicación de quien va a tomar el sacramento de la eucaristía. Y musitan para sí los infinitos nombres de  dios: “oignon”, “scargots”, moutard”, “du vin”…De vez en cuando el diablo se cuela: “30 euros”, “23’50 euros” y deja en sus rostros rastros de pegajosa OSTalgie.

     –Garçon! Por el bien de estos inmediatos comensales y por mi tranquilidad ¿no podría poner una cancioncita? ¿Aquella de Moustaki (*) que cantaba Dalida: “La muchacha de los pies desnudos”, o sea, descalza? Así matamos dos pájaros de un tiro…En realidad uno ya está liquidado y el otro estará al caer. Y me ahorra Vd. tanto bisbeo…e introduce un poco de lirismo en esta lamentable escena.
     –Aquella de la taberna a la que acudían extranjeros…etc…etc
     –¡Exacto!
     –No la conozco.
    –Pues te has quedado sin propina. Tenía, tras meditarlo pausadamente, decidido dejarte algo. Ahora, nada.
    –¡Qué cruz!

Han observado Vds. que la mayoría de los grandes de la canción francesa son extranjeros: Adamo, Moustaki, Dalida, Aznavour, Ives Montand, Brassens…Eso nos diferencia. Imaginen Vds. que “Chaquetón de Cádiz” fuera de Narbona o que el “Capullo de Jerez” hubiera nacido en las afueras de Munich. No tendrán frenillo, pero tienen “bon sens”.

Se me había ido el santo al cielo. Estaba con lo de la Cruz. Pues eso, que hoy, día 3 de mayo, la santa iglesia católica, apostólica y romana celebra el día de “La invención de la cruz”. Verán Vds. como, en efecto, se trata de una invención. Y comprobarán cómo donde esté el antiguo testamento, que se quite el nuevo. Yo siento debilidad por el Pentateuco y los Paralipómenos.

Si reuniéramos todas las astillas que, dicen, pertenecen a la “Vera Cruz” tendríamos para reconstruir el arca de Noé.













Con aplicada previsión me he provisto de una botellita de ¿Master Jager? ¿Mike Jaeger?...¡coño…el de la cruz entre las astas del ciervo! Y un paquete de Pall Mall (lean vds. el lema: “In hoc signo vinces”). Sólo falta juntar la cruz con el lema…y ya tenemos la prescriptiva “motivación”.

Hablando de acontecimientos cruciales: Infórmense sobre los “hechos de mayo de 1937” en Barcelona. ¡Es fácil! Lean a Orwell, a Nin…Tal día como hoy, del 37, se dirigió Rodríguez Sala, al mando de 200 hombres, Ramblas arriba, hacia la Telefónica con la intención de desalojarla. Así comenzó lo que pudo haber sido (¡otra!) una revolución triunfante…¡Qué cruz!...¡Lo veremos!



 Es un hecho contrastado que dios-hombre murió 5199 años después del pecado de Adán. Así como que la ocasión fue un árbol y el medio una “relliscosa” serpiente que rompió la cadena por el eslabón más débil. Fueron expulsados con espada flamígera y empezaron las miserias de la carne y de la explotación.
 
De Eva no sabemos nada, pero de Adán sí. Enfermó gravemente y su hijo Seth, imaginativo, pidió al Arcángel Miguel (el hermano de aquel cabronazo que me abandonó en Aviñón, permitiendo, con su huída, que me robaran la ropa interior) un poco de aceite del árbol de la misericordia. Ese árbol no crecerá hasta dentro de 5199 años. Toma a cambio este esqueje del árbol del pecado y plántalo en el “Monte Líbano”…cuando crezca, tu padre sanará. O sea que sanará dentro de eones. ¡Eso mismo!



Compungido regresó a su casa y se encontró con que se padre había muerto. Joder con el arcángel… ¡ni tres minutos de prórroga! Así que, por hacer algo, plantó el tallo sobre el túmulo y se olvidó del “Monte Líbano”. Brotó un hermoso y paciente árbol. Cuando Salomón lo vio, estaba (el árbol) en la flor de la edad.

Santiago de la Vorágine tiene dudas más que razonables para dar por verdadera la historia. Y deja testimonio de sus vacilaciones. Santiago no se deja llevar por la violencia del apellido y trata las fuentes con un rigor envidiable. Está, sin embargo, de acuerdo con el fondo de la cuestión.

Salomón quedó prendado de la rectitud del tronco y de la delicadeza de la madera, así como de su perfume. Lo seleccionó como viga primordial para el templo que pensaba construir: “El Monte Líbano” (¡¡) pero el leño no se ajustaba a ninguna función, ni siquiera sometiéndolo a intervenciones “procustianas” y/o “salomónicas”. Lo tendió sobre un riachuelo y lo convirtió en puente. La reina de Saba, la abisinia, de visita, esclareció el futuro del madero y se negó a pisarlo. Al contrario: postrándose, lo adoró.
Otros autores afirman, con conocimiento de causa, que la reina vio la viga funcionando como viga y predijo que alguien sería colgado de ella, y que, cuando eso sucediera, sería el fin del reino de los judíos. Ante tan nefasta clarividencia, Salomón lo enterró a más de “dos metros bajo tierra”… ¡y allí se quedó (el leño) meditando el siguiente paso a seguir!

Pasaron, bíblicamente, las generaciones y en ese mismo lugar se construyó una balsa “Probática” (de “próbato” = “cordero”) en la que los descendientes de Natán purificaban los animalitos que iban a ser sacrificados. El agua era milagrosa y olía a cadera de ángel: no sólo porque de vez cuando fuera rozada por las alas del arcángel, sino también, y sobre todo, por los efluvios del madero.

A riesgo de echar por tierra la mesita y su contenido, me agacho como para recoger algo y me pego un lingotazo de aguardiente que me eriza los pelos del cogote. La pelotera va en aumento. La baba se acumula en la cabecera: en cualquier momento empezará el descenso por rue de Saules. Enciendo un cigarrillo Pall Mall y sigo con mi sopa de cebolla. Despacio. No hay prisa. ¡Que se jodan!...¡Haber llegado antes!

Ya en vida del redentor, la viga apareció flotando en las aguas del estanque. Los judíos vieron que podía servir para algo y la reservaron. En su momento le dieron utilidad. Otros afirman, con buen criterio, que la cruz de la que tratamos estaba compuesta de cuatro trozos (de diferentes maderas: palmera, cedro, ciprés y olivo), dos para la cruz propiamente dicha, uno para apoyar el culo y otro para los pies. San Gregorio de Tours, de forma impropia e inadecuada, califica al último trozo, de “tarugo”. Me salto pasos, pero San Agustín (¡cómo no!) hizo una interpretación teológico-moral de esa complejidad. Sea como fuere, el leño en cuestión tuvo el papel protagonista.













 Recapitulando: El madero principal de la cruz-redentora procede de un esqueje del árbol del pecado, donación del arcángel Miguel a Seth, con el fin de sanar a Adán, su padre, que yacía moribundo. Adán murió, pero el leño siguió su destino..

Cumplida su misión, volvió a las entrañas de la tierra…a la espera de que Santa Helena (madre o esposa de Constantino padre o de Constantino hijo) lo volviera a sacar a la luz y lo hiciera astillas.

Y ahora viene lo de la aparición de la cruz y lo de la victoria contra los bárbaros en el Danubio (otros afirman que contra Majencio). Constantino, en sueños, vio una extraña figura: dos maderos cruzados, siendo el horizontal más corto que el vertical y cortando a éste en un punto casi áureo. Lanzaba rayos de luz y proclamaba “In hoc signo vinces”. El emperador construyó un amuleto como el visto en sueños y ¡venció! Pero ¿qué “signo” era ese? Algunos cristianos se lo revelaron y se convirtió a la nueva religión. Inútil decir que no todos los exégetas están de acuerdo en que las cosas se desarrollaran de forma tan mecánica.

En la “Operación Tormenta del desierto” (o en la del “zorro del desierto”... ¡qué poca gracia!) enarbolaban cigarrillos Pall Mall, nuevo en la lista de la interminable lista de nombres divinos. Digo yo que actuarían la cruz roja y la media luna roja… ¿Imaginan Vds. al redentor colgado por los calzoncillos de un cuerno de la luna, en pleno desierto a la “hora del ángelus”?  ¿O traspasado su tórax como un “corredor” de la Estafeta? Dios-hombre, definitivamente,  no podía morir ensartado por la luna.

     Constantino (uno de los dos), como hemos visto, estaba casado con Helena (santa), madre de uno de los dos Constantinos. Constantino, digo, envió a su madre (esposa) a la búsqueda de la “vera cruz”…y no vuelvas sin ella que te devuelvo al “stabulario”. Si saben latín, no hay problema; si no saben, una stabularia era una sirviente-prostituta cuyas misiones eran: atender la casa-taberna-posada, cuidar de los animales y complacer, llegado el caso, a los posibles clientes. Helena se distinguió en el cumplimiento de sus funciones y por eso fue elegida para la corte…y enviada a Jerusalén a la búsqueda de la cruz perdida. Cruzó el estrecho por el Hellesponto, con la insobornable pretensión de valorar por sí misma la futura proeza de Lord Byron (*).

     En el ínterin Adriano había construido un templo a Venus en la misma cima del Calvario… ¡¡Vaya ocurrencia sagaz!!...¡Convertir el Monte Calvario en un Monte de Venus!

     Llegado que hubo a la ciudad santa, los judíos, enterados de la antigua profecía, se cosieron la boca con cordel  confeccionado  con cáñamo, esparto, yute y pita…figurando la  crucial complejidad y siguiendo sus divinas proporciones. ¡Vosotros mismos…! o me lo decís u os lleno el estómago de “cruz verde y os quemo hasta las ingles. Culparon a Judas; no les importó que este Judas no fuera el otro, si no que descendiera de Zaqueo… ¡Tanto daba!...¡¡Judas!! 
     O me dices dónde está el Calvario o te arranco los pelos uno a uno y te dejo más calvo que el Monte Pelado y, además, te mataré de hambre. El pobre judío, amante de los pelos de su barba y de los tirabuzones….y ¿por qué no? de las costillas de cordero a la brasa (amb alioli), sólo pudo resistir una semana. La santa redujo a escombros la venusina construcción y comenzó la primera excavación arqueológica de la historia. Con el primer golpe de pico un perfume como de pesto inundó de OSTalgie el cielo del paladar (¡hay otro?) de la mujer.

El campo estaba lleno de albahaca y de menta silvestre.

Ven Vds. YA hemos entrado en los nuevos tiempos. La “maravilla” ha desaparecido. Sólo sangre y “milagros” funcionales.

Bueno, acelerando que nos dan las uvas.

Judas, tal día como hoy, del año 324, encontró, lógicamente, tres cruces. Las expusieron en la plaza a la espera del milagro. Y el milagro llegó: un cortejo fúnebre pasó por la plaza a media mañana. Judas detuvo la comitiva y sin miramientos colocó al muerto sobre la primera cruz…¡nada! Lo colocó sobre la segunda… ¡seguía muerto! Cuando lo colocó sobre la tercera resucitó y, del susto, se pagó una ronda. Cuando le pasaron la cuenta deseó volver a su estado anterior.

No es la única versión, pero todas coinciden en lo fundamental. Santiago de la Vorágine, empirista imparcial, no se decide por ninguna. Sin embargo, tengo para mí que fue san Ambrosio quien dio en el clavo: El letrero que Pilatos había mandado colocar en la cabecera de la cruz, dio la clave. No hizo falta más que leer “INRI”. (Iesús Nazareno Rey de los Iudios). 



Después vino la historia de los clavos. Años después Ciriaco, obispo de Jerusalén, los encontró (brillantes como el oro) en la misma superficie del Calvario. ¿Eran cuatro o cinco? Helena envió 2 a su hijo, con los que se hizo un freno (para el caballo), otro lo fundió y lo amalgamó con el material destinado a una estatua del emperador y el cuarto lo arrojó al Adriático, con el fin de tranquilizarlo. El quinto (si lo hubo) lo empleó en una diadema imperial para que le inspirara prudencia y “bon sens”.

El destino de Ciriaco, a manos de Juliano, fue realmente espectacular: rellenado de plomo hirviendo, quemado en una plancha al rojo-vivo, encerrado en un pozo con cientos de víboras anfetamínicas, y, finalmente, atravesado por múltiples katanas…¡y es que no quería morir, el muy cabrón! Es lo que tiene la cosa…Si quieres matar a alguien (¡y puedes!) mátalo…pero no te andes con mariconadas. Ciriaco, en compensación, vive eternamente (¡¡)…¡no le arriendo la gananacia!

“…La doctrina de la redención es el misterio fundamental de nuestra santa religión, y quien crea en ella no perecerá, sino que gozará de vida eterna para tratar de comprenderla” (Ambrose Bierce)

Otro traguete del aguardiente de la cruz. Y, ahora sí, la mesa no soporta mis extravagancias y se desloma como jamelgo manchego. Por suerte el “grumo” se ha disuelto como azucarillo en absenta y  sólo tengo que vérmelas con el camarero. Una recia propina todo lo arregla. Vuelva cuando quiera silencioso cliente. Y Vd. que lo oiga, imprevisible garçon.

Al estruendo acuden mis Custodios y tuercen su delicado morrito: Otra vez salvado por la campana. La próxima no tendrás tanta suerte.

Regalemos a este sorprendente camarero unas onzas de aroma de ángel. Que sea de cuello de Biancha. Y un perfume de albahaca y menta se introduce por los inevitables intersticios. Los comensales interrumpen su vulgar mecanismo, se miran a los ojos y mueven el rabo de contento.

–Cuando sobrevolemos los Pirineos, sintonizad “Andorra” de Peter Seeger (*) y según vayamos acercándonos, aquella de “Sex-machine” de J. Brown (*)
–¡Repetiremos “Andorra” hasta la llegada! Somos, a pesar de todo, Ángeles CUSTODIOS.
–No estires la cuerda demasiado
–que te quedarás sin transporte
–y tendrá que apañártelas tú solito.
–¡Entendido!

Lo que quedaba de la cruz fue hecho astillas. En Caspe, a un tiro de piedra, tenemos un “tarugo” de los más importantes de la cristiandad. Y desde allí irradia filantropía y taumaturgia.



******************

“De repente me acordé de la hoja de calendario que me había dado el joven de REM. La desplegué. Era la fecha el 3 de enero de 198… En el reverso, un artículo sobre la historia de la filatelia, copiado en letras menudas. He conservado esa hoja hasta el día de hoy. Dentro de poco, por lo demás, habrá docenas de mies de hojas idénticas, probablemente se han impreso ya los calendarios de ese año. Así que mi prueba perderá rápidamente cualquier validez. Únicamente entonces, al contemplar la fecha de la hoja, acurrucada aún en la cama húmeda, comprendí una parte de la infinita presencia de REM”.


El mundo se nos presenta como una acumulación de mercancías. Toda mercancía es un enigma. Su vida se agota con su realización. Y es sustituida… en una carrera vertiginosa de producción-destrucción. La melancolía de las mercancías: Ese surgir y ser sustituidas por mercancías idénticas. Siempre. Algunas se libran de ese martirio y se convierten es testigos de lo que fue. En ruinas. En síntomas. Pueblan los anaqueles de los nostálgicos. Nos devuelven a los tiempos que se fueron. La mercancía se convierte en vida (muerta). Volver a nuestros pueblos y no reconocerlos. La tristeza de lo siempre nuevo. La amargura dulce del recuerdo. Individuos que no saben de su procedencia. Las mercancías-vida convertidas en sendas para la memoria. La reposición se acelera. Sin dar tiempo a que la memoria incube los huevos del pasado, que se extravía por entre las infinitas veredas. Y cuando nos llega nos llega recubierto de algas como los bronces de Riace. Las desoladas calles de nuestra infancia eran paraísos, arrasados ahora por la fealdad uniforme. Las canicas de nuestra infancia… las manzanas glaseadas… las nubes de azúcar rosado… las almendras verdes… La técnica convertida en demoledora de la infancia. La limpieza obsesiva, en destructora del afecto. La vigilancia, en constructora de infiernos. La escuela ha devenido dolorosa e injusta cama de Procusto. El vértigo de lo nuevo que impide el goce sosegado.



El valor de cambio y, siguiendo la estela, el valor de uso, se aceleran: Comprar compulsivo y consumo precipitado. La mercancía se convierte en un pulso. En un palpitar. Hasta que se convierta en un mero deseo por el que tendrás que pagar. Deseos que durarán lo que dura un suspiro. Y no serán deseos sino impulsos. Los pobres no podrán desear. El mero deseo será la mercancía que no será ni producida. La plusvalía irá en el genoma. 

–Pare Ud. el carro. ¡Pare!... ¡Y no diga más sandeces! ¡Habrase visto!

Ni idea del porqué del párrafo anterior. Quizás tenga unas décimas de fiebre. Tengo unas décimas de fiebre. Mi termómetro siempre marca 37’2. Cartarescu, creo, tiene la culpa. 


Acabo de leer REM (en Nostalgia). Aleación preciosa de realidad  (que es sueño) y sueño (que es realidad) complementándose para mostrar un nuevo sentido del Todo… que no puede ser dicho. Escritura metafisiológica. En Cartarescu todo acaba abarcando la totalidad del mundo. A partir de un pellizco de materia (p.e. un Dacia 1300 aparcado en la parte trasera de un bloque de Berceni…) se llega a abrazar el universo…”Una joven galaxia giraba ahora, latiendo y palpitando, en el lugar de la antigua.” (El Arquitecto). 

Cada punto del espacio, cada instante del tiempo, contienen la eternidad, la infinitud. Basta con

escarbar un poco y todo lo posible se agolpará ante la desgarradura. Lo que ha sido, lo que es, lo que 

será y lo que podría haber sido o podrá ser…  Nostalgia de la unidad perdida o nunca existente… Ferentari… Pantelimon… Colentina… Devenidos infiernos.



Suburbios de Bucarest. Años 60. Strada Ilioara. Los polígonos residenciales, proletarios antes, desarraigados ahora, han saltado el amplísimo boulevard Camil Ressu y han inundado la geografía onírica de la nouvelle. Bloques de nueve plantas. que desde lo alto parecen bacilos. Grises. Carpintería de aluminio. Pintadas que parecen firmas de Satanás. La Strada Iliora logra escapar hacia los campos por entre depósitos de gasolina, centrales eléctricas, lavaderos de coches, almacenes abandonados, canales de agua pútrida, supermercados donde compran los muertos. Ni rastro de manzanilla, de centaureas, de dondiegos, de zinnias, ni retamas, ni bocas de dragón, ni claveles, ni rosas… sólo algunas resecas esparragueras y ortigas. Muchas ortigas. 

Se conserva, por emplear ese verbo, la Torre en la que Egor introduce a Nana en el conocimiento del REM. ¿Qué que es el REM?... Léanlo Uds.



Recomiendo fervorosamente la lectura de Cartarescu, como a mí me la recomendó Àngel Pagés. Hoy mismo empiezo Solenoide. En cuanto termine esto de los Caballos del vino de Caravaca.





















         












         







jueves, 2 de mayo de 2013

Propuesta para hoy, día 2 de mayo: Esenin / Isadora. Muerte de Landauer.



(asteriscos* remiten a “razones efemerísticas”)

Cuando era chinorri rogué a las ánimas del purgatorio que, si tenían bien, me revelaran el día de mi muerte. Una voz espesa, desde el fondo del váter, respondió a mi súplica: ¡¡el dos de mayo!! Seguramente el día anterior había estudiado la “guerra del francés”. Desde entonces  le tengo respeto  reverencial a esa fecha. Cuando un dos de mayo tuve que presentarme en Cartagena para conseguir la  exención definitiva de la mili, conduciendo un dos caballos recién estrenado, desde Castelldefels, creí morir, de verdad. Las curvas de Garraf me parecieron las cornisas del Purgatorio, desde donde las ánimas me incitaban a acelerar  haciendo caso omiso al  trazado de la calzada. Tras horas de lucha contra Lucifer alcancé la meta… y todo se resolvió de la forma que ya conocen vds.



Así que hoy, aunque en espíritu esté en Moscú o donde se tercie, en realidad estaré estirado en el sofá, evitando daños y echando de  menos al perro muerto, que ayer hubiera cumplido 16 años… ¡Y la budionvska!

En la primavera del año 1921 Isadora recibió el siguiente telegrama del Gobierno de los Soviets: “El Gobierno ruso es el único que puede comprenderla. Venga a nosotros. Haremos su escuela”.
Isadora respondió: ”Sí, iré a Rusia y enseñaré a vuestro niños, sin ninguna condición, salvo la que me proporcionéis un estudio y el dinero preciso para mi trabajo”.

Se encontraba en Londres. Antes de emprender el viaje consultó a una hechicera, como jugando: “Sale usted para u largo viaje. Le sucederán cosas muy raras. Tendrá usted dolores y se casará.”.
Isadora se rió a mandíbula batiente. ELLA, que siempre había despreciado el matrimonio, ¿casarse?. ELLA… que había sido amante de los ricos de la tierra y siempre había esquivado el “grumo”… ¿casarse?

–“Espere y verá”.

…¡y vio!

Tal día como hoy, del año 1922 se casó con el “poeta campesino” Essenin. No pudo defenderse contra los labios eslavos y el cabello de arcángel del poeta.  Se juntaron el hambre y las ganas de comer. 


Essenin se había hecho un nombre en Leningrado y gozaba de su reputación en Moscú.  Cerraba los bares de la Tvérskaia y, una vez cerrados, escribía versos en  las paredes:

“Amigo mío, amigo mío, estoy muy enfermo.
 No sé de dónde me viene el dolor.
O es el viento que silba
sobre el campo desierto y sin nadie
o como el bosque en septiembre
inunda los sesos el alcohol”

Era un Rimbaud venido de las estepas…y se convirtió en el rey de todas las sotas de la baraja. Una elegancia inestable. Su inusitada camisa de seda era un mapa de los rincones más canallas de Moscú. De cada local un indicio. Pistola al cinto. Abotargado y, sin embargo, coqueto (¿). Insomne. Recitaba versos y recogía la misma atención que los esforzados cantantes de karaoke:

“Me encantan los poetas:
es gente entretenida.
Siempre se les ocurre una historia de sobra sabida:
igual que un espantajo melenudo, a una escolar granujienta,
hablan del universo rebosando gana carnal”.

Recibió la Revolución con los brazos abiertos, desde el eserismo de izquierdas. Intentó repartir su alma (¿) entre el campesinado y las fuerzas proletarias…dejando un buen trozo para acoger al “Espirituoso santo”. “Me siento bolchevique”…y escita. Los grandes simbolistas lo consideraban su igual y su futuro. Los acmeístas…¡no tanto! Maiakovski (¡pese a todo!) aún menos.
Poco a poco fue derivando hacia un “misticismo” que hacía peligrar su condición de perfecto “compañero de viaje”. Trotski hará la valoración ajustada…¡¡Volveremos!!

La expansión del Suprematismo-Constructivismo: su defensa de los “urbano” e industrial; su alejamiento de la “aldea” como ámbito de sensibilidad “superado”; su reducción del mundo a líneas y planos generatrices…agotó el poco aire que le quedaba y el mundo se le hizo inhabitable. Tal día como hoy, del año 1924, Malevich daba a conocer otro nuevo (¡¡) manifiesto “Suprematista”: donde establecía las bases para su salto a la arquitectura. Algunos años más y la “aldea” y los campesinos que las poblaban, desaparecerán, no ya  sólo como “Idea”, como algo “superado” dialécticamente, sino como materia carnal…Pasando a convertirse en “almas muertas” de la Historia. Tampoco Malevich y compañía gozarán de buena salud: Stalin.
















Deambulo por la inacabable, desigual y, en general, poco acogedora Tvérskaia (antigua Gorky) Me entretengo practicando mi ruso. Pregunto por cualquier calle. Doy los buenos mediosdías a los transeúntes…o pregunto por un bar de los de siempre.

–El “siempre” ya hace tiempo que se acabó, camarada. Ahora es el AHORA. Si quiere vd. un bar de ahora, métase en cualquiera.

–Gracias, querido desengañado.

Entro en un local amplio y limpio…por la zona agorafóbica que se extiende entre el metro Puschkin y Tvérskaia. En el local se bebe, se come y se pasa el rato. Suena Big Crosby (*)  Brother, can you spare a dime?”…¡¡ Salgo como catapultado!!

–Skaghite, paghaluista…Gde rynok?

–Sí hombre, sí! El mercado más grande no está lejos: “Rischki Rynok”– me coge el mapa y me lo muestra: Prospekt Mira– Tiene un paseíto, pero con este hermoso tiempo será una delicia.

Llego echando el bofe. Me acodo en una barra y pido un plato de pepinillos, ahumados y empanadillas. Y una botella de vodka. Recuerden, sin embargo, que estoy tan ricamente en el sofá de mi casa, ahuyentando los demonios y tomándome una cervecita fría.
Suena  (¿cómo imaginarlo?)  el aria “Non la vuoi”  de Scarlatti (*)…

–Afitsiant! …¡Da cappo!

–Veo que vd. , desconocido turista, ha captado el espíritu de la casa. Suena Scarlatti para que los clientes pidan exactamente lo que vd. ha pedido: otra  ronda… ¡desde el principio! ¡¡Da cappo!!

Pues eso, que Essenin se casó con Isadora. Para el poeta fue una rutina (más mujeres que Enrique VIII, entre ellas una Tolstoi) para ella una absoluta novedad imprevista. Para ambos…  ¡un desastre!  “Yo había buscado la felicidad e esta mujer / e inesperadamente encontré mi pérdida  / Yo no sabía que el amor era una enfermedad contagiosa / Yo no sabía que el amor era la peste”…Pues, chico…¡si no lo sabías tú!

París, Usa…

“¿Qué decirle a Usted -escribe Esenin- sobre este horrible reino de mezquindad, rayana en el idiotismo. Descontado el fox-trot no hay nada aquí que valga la pena. Todos beben y se atragantan y de nuevo fox-trot. Aún no encontré un hombre de verdad y no tengo idea de dónde se lo podrá encontrar. En los dominios del Señor Dólar el arte verdadero no cuenta, el producto más acabado es el music-hall.” 
Cada vez me es más entrañable la sociedad socialista. Es cierto que no me identifico con los comunistas y que como el romántico de mis poemas apenas los siento próximos de corazón, pero espero algún día identificarme con las tareas que se proponen.”

Además el bardo no  estaba dotado del “don  de lenguas” y el papel  de segundo no le iba…etc…etc.
Volvió a los seis meses y se instaló por la parte del Cáucaso… ¡Escita!
Desde el momento en que volvió a Moscú estuvo pensando en la solución definitiva al problema principal de la existencia… (¡pero esa es otra historia… a  la que volveremos!).

Un perro sale de detrás de la barra y huele mis pantalones y, en ellos, algún  resto del difunto.  Los lame y parece que llore su ausencia y el desastre de no haberlo conocido.

“¿Y tú, querido,
fiel perro pinto?
De viejo te has vuelto chillón y cegato.
Deambulas por el patio arrastrando el rabo caído,
 y tu olfato no distingue la calle de la cuadra.
¡Cómo añoro nuestras barrabasadas,
cuando robábamos a mi madre un mendrugo
y lo comíamos turnando los bocados
sin sentir asco el uno del otro.
Yo soy el mismo.
Mi corazón es el mismo.
Como acianos en el centeno, florecen los ojos en la cara. 
Tendiendo las esteras doradas de mis versos
me dan ganas de deciros frases tiernas”.




Moscú respiraba el futurismo de Maiakovsky. Los tranvías lucían frases ingeniosas sobre imágenes desconcertantes de Rodchenko incitando a consumir ciertos productos. Los muros resplandecían con colores sacados de la infancia: La NEP. Bábichev se dispone a fabricar salchichas de primera para las masas proletarias. Y el proletariado, fortalecido por tan deseada proteína, se lanza a la construcción de un nuevo mundo. Y en el intento también él querrá transformarse.

Quizás (quizás) les faltara un poco de mostaza dulce de Baviera.

Tal día como hoy, del año 1919, los “Freikorps” de Noske, habiendo traspasado Dachau el 30 de abril entran en el centro de Munich, poniendo fin al intento de relanzar la “república soviética”. Comenzó el “terror blanco”. La historia tiene un aire de familia. El fin empezó el 21 de febrero con el asesinado de Eisner.
Landauer fue inmediatamente detenido y conducido a la prisión de Stadelheim, no para detenerlo en espera de juicio… ¡no!... ¡para patearle la cabeza, abrirle los interiores, mearse sobre su cadáver…! Y arrojar sus despojos a la lavandería.

El soldado que mató a Landauer "cumplía órdenes": fue declarado inocente.
El oficial que golpeó a Landauer fue multado con 500 marcos.
Otro oficial estuvo cinco semanas arrestado, pero no por asesinar a Landauer, sino por robarle el reloj.
 
El oficial en jefe jamás fue llevado a juicio.

Todos los participantes tuvieron una bonita historia que contar a sus nietos durante las muchas noches frías de la posguerra alemana…Gritaba como un conejo, el muy cabrón, hasta que se calló. Su carne no se distinguía de su ropa, era todo una masa amorfa…¡así que lo lanzamos a la lavadería!...JA   JA  JA  JA…¡Venga, Helmuncito, tomate el vaso de leche y a la cama…mañana más!

















“Un ebrio repartidor de cerveza fue puesto sobre la mesa.
Alguien había colocado entre sus dientes
un aster claro-oscuro y violáceo.
Cuando, con un corte subcutáneo
extirpé desde su pecho
con un cuchillo de filo largo
la lengua y el paladar
debo haber rozado la flor, pues ésta se deslizó
hacia el cerebro que yacía junto a él.
Lo instalé entre virutas
en la cavidad del tórax
mientras lo cosíamos.
¡Bebe hasta el hartazgo en tu florero!
¡Descansa en paz
pequeño áster!”

Este era el tono de los grandes poetas alemanes (G. Benn, nacido tal día como hoy, del año 1886))…¡Ni una palabra de duelo para el repartidor de cerveza! ¡Descansa en paz, pequeño áster!

все очень хорошо

–Me alegro de que le gusten mis mercancías. A cambio le daré un consejo:Huya usted de las pal­abras vol­ubles y vac­ilantes y, más que todo, ocúpese de las acen­tua­ciones justas”

–Es decir que si quiero salchicha diga “salchicha” y no me vaya por el reino de las metáforas.Y sobre todo, que no diga “sálchicha”… ¿He entendido?

–Perfectamente. Y, ahora, elévelo al reino de lo universal.

–Spasiba!

No me iré de Moscú sin visitar el Parlamento y recordar in situ al malasombra de Yeltsin que, tal día como hoy, del 92, le dio por hacerse nombrar jefe del ejército. ¡Sabía lo que se hacía! Ahí, en esa mole blanca se desvanecieron euridicianamente las últimas esperanzas (¿) de no sé qué. Borracho guarro; grosero; pringoso; oleaginoso; churretoso; chabacano; patán; descortés; zafio; palurdo; zambombo; rocín; gaznápiro; criminal; pagado; vendido… ¡Vergüenza de los bebedores! ¡Descrédito de los borrachos!...

Quiso disimular desapareciendo un 23 de abril.

Frente a la mole y dando la espalda al hotel Moskva (¡el de la Stolichnaya!): ¡¡Por lo que no pudo ser!!

















De momento el día va pasando sin percances. Y lo que son las cosas, lo que es la fuerza del espíritu…¡ha aparecido junto al sofá una botella de vodka cristalina! Me aparejo un bocadillo de Camembert con “caviar” de Mújol del Mar Menor y entre trago y trago que circule este fatídico día.

Bien podrían venir de fuera y llevarse a la casa real en pleno. “Los alcaldes de Móstoles” (*) lo agradecerían. Un dos de mayo (1808) declararon la guerra a Francia y un dos de mayo (1985) firmaron la tan necesaria paz. Con la firma del tratado desapareció el principal obstáculo para la exportación  de las riquísimas empanadillas. Este comercio se incrementó notablemente tras la entrada en escena de las “Supremas de Alcorcón” y “Las terremoto de Móstoles” que, al alimón, empujaron en la dirección adecuada el carro del progreso.

El dos de mayo del año 1492, por Real cédula (Reyes Católicos = Rayos Catódicos) se fundó oficialmente “San Sebastián de los Reyes”. Se les puso como condición que no cayeran en la fácil tentación de fabricar empanadillas. El mercado es amplio y variado, escojan Vds. otra cosa a la que dedicar sus energías. El acta la firmó, en nombre de los Reyes, Juan Zapata, secretario.

Y miren vds. por dónde, tal día como hoy, en Pinos del Valle, bajan (al barrio bajo) el Santo Cristo del Zapato. Dado su origen italiano es muy prinmirado en eso del calzado. Al Cristo lo arropan san Sebastián (¡¡) y san Roque, patrón de mi pueblo…¡el del perro!






Metidos en harina, dejamos pasar la fundación del PSOE (cervecería Labra), la muerte de Leonardo de Vinci y el encierro de Nanterre… ¡Hay muchos dos de mayo!

En Caravaca (hermanada con Cabeza de Buey), estarán celebrando sus “caballos del vino”. Cualquier oportunidad es buena para empinar el codo.  Y para acabar…recuerden Vds. que tal día como hoy, del año 1958, descubrieron en Sevilla ocho mataderos ilegales de carne ganado caballar (¿)…y no sé cuantas fábricas de embutidos. En la época de Carpanta y de Protasio… ¡hablar de mataderos ilegales!

…¡Y pensar que me alimenté de carne de caballo!...

Bueeeeno, el día toca a su fin…ileso...¡Iluso!…¡aún te queda Engelbert Humperdink! (*)

                                                      …Bona nit…






Propuesta para hoy, día 6 de enero. NACIMIENTO, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE SHERLOCK HOLMES.

   6 DE ENERO 2025                                                            1. NACIMIENTO. En ninguna de las obras canónicas se cita...